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Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

Facultad de Medicina.
Salud Infantil. – Dr. Juan Guillermo Enríquez Marín.
Equipo 8: Arias Neri Fatima, Barranco Zaragoza
María Susana, Vara Reyes Paola.
Lunes a Viernes de 8:00-9:00am.

GUÍA DE ESTUDIO: TEMA: “Lactancia Materna”

1.-ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DE LA GLÁNDULA MAMARIA

Las glándulas de secreción externa estimuladas por hormonas tanto para su desarrollo como para
la producción láctea. En las mamas se producen cambios dramáticos de tamaño, forma y función
en asociación con la pubertad, el embarazo y la lactancia. También pueden ser el sitio en donde se
desarrolla uno de los cánceres que con mayor frecuencia afecta a las mujeres, algunos de los
cuales se relacionan con nuliparidad y falta de lactancia materna. Las mamas maduras de la mujer
adulta se encuentran entre la segunda y sexta costilla y entre el borde esternal y la línea axilar
media en ambos lados. Puede haber tejido mamario hacia la axila. Tiene tres estructuras
principales: piel, tejido celular subcutáneo y tejido mamario, que está compuesto por elementos
epiteliales y de estroma. Los compuestos epiteliales son conductos que se ramifican y que
conectan la unidad estructural y la unidad funcional de la mama (los lóbulos) al pezón. El estroma
(la mayor parte del volumen mamario en estado de no lactancia) está compuesto por tejido
conectivo fibroso y tejido adiposo. La piel es delgada con folículos pilosos, glándulas sebáceas y
glándulas sudoríparas. El pezón tiene abundantes terminaciones nerviosas y la areola es circular y
pigmentada con un diámetro de 15 a 60 mm. Alrededor de su periferia hay unas elevaciones,
correspondientes a la salida de conductos de las glándulas de Montgomery (grandes glándulas
sebáceas). La mama está envuelta en la fascia pectoral superficial y descansa sobre la fascia
pectoral profunda que cubre a los músculos pectoral mayor y al serrato anterior. Las dos capas de
fascia se conectan por bandas fibrosas conocidas como ligamentos suspensorios de Cooper
(soporte natural de la mama).

Reciben su flujo sanguíneo de la arteria mamaria interna y de las arterias torácicas laterales. Su
drenaje linfático es a través de vasos linfáticos superficiales y profundos, y fluyen en forma
unidireccional, desde los plexos superficiales a los profundos. El flujo profundo se mueve
centrífugamente hacia los nódulos linfáticos de la axila y los mamarios internos.

Las mamas humanas se desarrollan en un proceso progresivo que inicia durante la sexta semana
de vida embrionaria. Al nacer están formadas en forma rudimentaria con 10 a 12 elementos
primitivos que se localizan bajo el complejo pezón-areola. Durante los años prepuberales estos
ductos muestran un crecimiento y ramificación lento pero estable con canalización de estructuras
ductulares. En los niños el desarrollo mamario termina en esta etapa, pero en las niñas la llegada
de la pubertad marca el inicio de la maduración glandular. La diferenciación mamaria completa
solamente se alcanza con embarazo y la lactancia. En la pubertad, alrededor de los 10 a 12 años,
bajo la influencia de la hormona hipotalámica gonadotropina coriónica, las células de la pituitaria
anterior liberan hormona folículo estimulante (FSH) y luteinizante (LH) que promueven la
maduración de los folículos ováricos y su secreción de estrógenos, principalmente en forma de 17-
beta estradiol.

El desarrollo mamario desde la pubertad a la adultez se puede definir con base en diferentes
parámetros, tales como la apariencia externa, el volumen, el número de estructuras presentes en
glándula mamaria y el grado de ramificación o diferenciación de las estructuras individuales. La
apariencia externa se divide en cinco fases, de acuerdo a la clasificación de Tanner. Desde el punto
de vista micro-anatómico, la pubertad está determinada por un crecimiento y ramificación
aumentada de los conductos para formar yemas terminales en forma de trébol; esto se acompaña
por un aumento en el componente estromal. El crecimiento de las yemas terminales forma nuevas
ramificaciones, ramitas y pequeños conductos (llamados yemas alveolares) que son un poco más
desarrollados que las yemas terminales pero más primitivas que las estructuras terminales de la
mama madura en reposo o acinos. Al ramificarse, las yemas alveolares se hacen más numerosas y
pequeñas y se llaman alveolos. Cuando un promedio de once yemas/alveolos se unen alrededor
de un conducto terminal forman un lobulillo (virginal) tipo 1. La formación de alveolos se hace
aparente en uno o dos años después de la menarquia. Después, el desarrollo glandular es variable.
La diferenciación completa de la glándula mamaria hasta su grado mayor de ramificación y
actividad secretoria es un proceso gradual que toma muchos años.

La paridad y la edad influyen en la arquitectura mamaria. Las mamas de nulíparas contienen


estructuras menos diferenciadas, como los lobulillos tipo 1 (65%–80%) y solamente algunos tipo 2
y 3. En contraste, la estructura predominante en las mamas de mujeres premenopáusicas que han
parido es, en su mayoría (70–90%), de lobulillos tipo 3. Este tipo de lobulillos comienza a disminuir
entre los 30 y 40 años de edad. Después de los 40 años generalmente la arquitectura mamaria
vuelve a ser similar a la de mujeres nulíparas, y vuelve a tener principalmente lobulillos tipo 1. Sin
embargo, los lobulillos tipo 1 en ambos casos, aunque son similares en arquitectura, tienen un
comportamiento celular y biológico diferente, probablemente este hecho tenga alguna relación
con el efecto protector que tienen los embarazos a edad temprana y el riesgo de cáncer.
lactogénesis y se refiere al desarrollo de la habilidad para secretar leche, lo que requiere
activación de células alveolares maduras. Inicio de la secreción (Lactogénesis I) Ocurre durante la
segunda mitad del embarazo. Los niveles altos de progesterona circulante que produce la placenta
inhiben la diferenciación mayor. Pueden secretarse pequeñas cantidades de leche que contiene
lactosa y caseína después de la semana 16 de gestación y también comienza a aparecer lactosa de
origen mamario en la orina materna. Durante el final del embarazo, en muchas mujeres pueden
haber presencia de calostro.
El inicio de la producción masiva de leche se acompaña de congestión mamaria. Para la mayoría de
las mujeres esto ocurre 2 a 3 días posparto, pero puede llegar a ser más pronto o hasta 7 o más
días después del parto. En las primigestas, la activación de secreción está un poco más retrasada y
el volumen lácteo temprano es menor. En algunos casos el nacimiento por cesárea se ha
relacionado con el retraso en la producción pero sin disminución de volumen lácteo en
comparación con los nacimientos por vía vaginal. Cuando hay retención de placenta, diabetes o
parto vaginal muy complicado también puede retrasarse el inicio de la lactancia.

El mantenimiento de la lactancia es el proceso de secreción continua de grandes cantidades de


leche. Requiere del vaciamiento regular de la leche y de estímulo al pezón, lo que permite la
liberación de prolactina por la pituitaria anterior y de oxitocina por la pituitaria posterior. En
ausencia de vaciamiento de leche, la presión intramamaria se eleva y se acumula un factor
inhibidor de la lactancia (FIL) que disminuye la producción láctea y causa involución mamaria

La prolactina es necesaria para la secreción de leche. Su producción aumenta por estimulación


nerviosa en el complejo pezón-areola, pero el nivel de prolactina plasmática no correlaciona con el
volumen de leche que se produce. El nivel de esta hormona en el lactocito es lo importante; en
una mama llena hay una disminución de paso de prolactina de plasma hacia el lactocito y esto
causa disminución en la producción láctea. En una mama vacía los niveles de prolactina aumentan
en el lactocito y promueven la producción mayor de leche. El factor inhibidor de la lactancia (FIL)
es otro mecanismo que disminuye la producción de leche. Se trata de una proteína de la leche
sintetizada por las células epiteliales del alveolo mamario. Inhibe en forma reversible la secreción
láctea por una regulación de los receptores de prolactina en la superficie celular. Además de que
disminuye en forma aguda la secreción de leche.

Los alveolos están rodeados por una red de vasos sanguíneos y células mioepiteliales. La luz del
alveolo sirve como depósito temporal de leche. La luz alveolar se vacía a través de una serie de
conductos de un calibre que va incrementando dentro de cada lobulillo. El conducto central de
mayor tamaño de cada lóbulo se conoce como conducto galactóforo o seno galactóforo; se abre
hacia el pezón, a través del cual la leche deja la mama. La estimulación del complejo pezónareola
por la succión del bebé manda señales aferentes al hipotálamo y esto causa la liberación de
oxitocina que llega a la corriente sanguínea de la glándula mamaria e interactúa con sus
receptores en células mio-epiteliales. Esto causa la contracción de las células mio-epiteliales y la
leche se vacía hacia los conductos, hasta el pezón. Al mismo tiempo, los conductos se expanden
con rapidez para facilitar el flujo de leche. Cuando las mamas están suficientemente
congestionadas como para disminuir el flujo sanguíneo a los álveolos, puede bloquearse la
eyección normal de leche. En los primeros días posparto, la liberación de oxitocina también causa
contracciones uterinas que reducen la hemorragia materna y promueven la involución uterina,
aunque ambos procesos pueden resultar algo dolorosos. La oxitocina también tiene cierta afinidad
por receptores cerebrales, funcionando como neurotransmisor. Se cree que su efecto puede tener
un papel importante en el comportamiento materno.
2, 3 .-ETAPAS DE LA LACTANCIA Y DE LA LECHE MATERNA

La lactancia en el humano tiene diferentes etapas y cada una varía en relación a volumen,
duración y composición.

A) Precalostro :Desde el primer trimestre del embarazo, es un exudado de plasma rico en


inmunoglobulinas, células, lactoferrina, sodio, cloro y lactosa. Cuando se trata de la alimentación
del recién nacido pretérmino, es importante destacar que la leche materna es diferente a partir de
la semana 35 de gestación o más tempranamente, pues tiene niveles elevados de algunos de sus
componentes, por ejemplo, proteínas, nitrógeno total, inmunoglobulinas, ácidos grasos —tanto de
cadena larga como corta—, magnesio, hierro, sodio y cloro. En contraparte, sus niveles de lactosa
son bajos, lo cual es benéfico para el recién nacido prematuro que cursa con niveles disminuidos
de lactasa. El resto de los componentes, como son volumen, osmolaridad, zinc, etcétera,
permanecen sin cambios en relación con la leche humana de término. Cabe destacar que sus
propiedades de absorción son excelentes y no se comparan con las fórmulas infantiles. El calostro,
a su vez, muestra alta densidad en bajo volumen, y posee mayor cantidad de proteínas,
inmunoglobulinas, sodio, zinc y vitaminas liposolubles. Asimismo, presenta efecto laxante que
permite eliminar el meconio más rápidamente, con disminución en la reabsorción intestinal de
bilirrubina y, por lo tanto, menor incidencia de ictericia.

B) Calostro: Se caracteriza por su color amarillento dado por la presencia de beta-carotenos. Tiene
una densidad alta (1040-1060) que lo hace espeso. Aumenta su volumen en forma progresiva
hasta 100 mi al día en el transcurso de los primeros tres días y está en relación directa con la
intensidad y frecuencia del estímulo de succión. Esta cantidad es suficiente para satisfacer las
necesidades del recién nacido. El calostro tiene el 87% de agua; 2.9g/100 mi. de grasa; 5.5g/100ml
de lactosa y 2.3g/ 100 mi. de proteínas proporcionando 58 Kcal/100 mi. Destaca en el calostro la
concentración de IgA y lactoferrina que, junto a la gran cantidad de linfocitos y macrófagos le
confieren la condición protectora para el recién nacido. La concentración de sodio es de 48mg/
lOOml, al día. Y su pH de 7.45 favorece el vaciamiento gástrico. En la etapa de calostro la cantidad
de leche es mínima, pero suficiente para satisfacer las necesidades del recién nacido. Hacia la fase
de leche de transición, esta presenta aumento sustancial fácilmente percibido por la madre, el
cual continúa haciéndose evidente hacia la etapa de leche madura. Calostro 180 ml diarios Leche
de transición 540 ml diarios Leche madura 1,100 ml diarios

C) Leche de transición: Se produce entre el cuarto y el décimo día postparto. En relación al


calostro, esta leche presenta un aumento del contenido de lactosa, grasas, calorías y vitaminas
hidrosoíubles y disminuye en proteínas, inmunoglobulinas y vitaminas liposolubles. Su volumen es
de 400 a 600 ml/día, exhibe elevación de hidratos de carbono, grasas, volumen y vitaminas
hidrosolubles, con cierta disminución de proteínas, inmunoglobulinas y vitaminas liposolubles
debida a la dilución que experimenta esta leche al aumentar su volumen.
D) Leche madura: muestra perfil estable de sus diferentes nutrimentos, que se prolonga durante
los meses que la madre continúe lactando. Se produce a partir del décimo día con un volumen
promedio diario de 700 a 800 mi. Sus principales componentes son:

*Agua: Representa aproximadamente el 88 a 90% y está en relación directa con el estado de


hidratación. Si la mujer lactante disminuye su ingesta, el organismo conserva líquidos a través de
la disminución de pérdidas insensibles y orina para mantener la producción.

*Carbohidratos: 7.3 gramos/100 mi del total de componentes de la leche. El principal azúcar es la


lactosa, con un valor osmótico fundamental para mantener la densidad de la leche a través del
agua. Además existen más de 50 oligosacáridos que constituyen el 1.2% de la leche entre los que
se encuentran: glucosa, galactosa y otros. Todos estos carbohidratos y glucoproteínas poseen un
efecto benéfico para el desarrollo del lactobacilus bifidus.

*Lípidos: Varía de 3 a 4 gramos/100 mi de los constituyentes de la leche. Es el componente con


mayores variaciones de su concentración durante la lactancia. Las variaciones se presentan al
inicio y al final de la tetada, en la mañana y en la noche. Proporciona el 30 a 55% de kilocalorías. El
mayor componente son los triglicéridos pero también contiene fosfolípidos y colesterol. Recientes
estudios han demostrado la presencia de dos ácidos grasos poliinsaturados, el ácido linoléico y el
decosahexanóico (10), con un efecto primordial en el desarrollo del sistema nervioso centralll3).

*Proteínas: 1 g/100 mi., constituyen el 0.9% de la leche, e! mayor porcentaje corresponde a


caseína (40%) y el 60% restante a proteínas del suero: lisozima, lactoalbúmina, lactoferrina que
contribuye a la absorción de hierro en el intestino del niño y lo fija, evitando que sea usado por las
bacterias. Además como parte del Nitrógeno no proteico se encuentran aminoácidos libres, entre
ellos la taurina potente neurotransmísor, que el recién nacido no es capaz de sintetizar. Es de
destacar la presencia de inmunoglobulinas. IgA, IgG, IgM. La principal es la IgA secretora cuya
función consiste en proteger las mucosas del recién nacido y es producida por el denominado ciclo
enteromamario; encontrándose en muy altas concentraciones en el calostro.

*Vitaminas: La leche humana contiene todas las vitaminas. Dado que su concentración de
Vitamina K es baja, a todo recién nacido se le debe aplicar una dosis de prevención por vía
intramuscular al nacer. Existen variaciones en las vitaminas hidrosolubles, y dependen de la dieta
de la madre.

*Minerales y elementos traza: Las cantidades que se encuentran son suficientes para las
necesidades del lactante, no influyendo la dieta de la madre en las concentraciones del hierro y
calcio. Hierro: La leche humana contiene cantidades pequeñas, en relación al hierro contenido en
la leche de vaca, pero la absorción de éste es mayor, evitando el desarrollo de anemia en los
lactantes (absorción de 48% a partir de la leche humana, 10% en la leche de vaca y sólo el 4% en
las fórmulas comerciales).
*Hierro: La concentración de hierro en leche humana y de vaca es similar, aunque la diferencia
radica en el grado de absorción, ya que el hierro en leche humana se absorbe en 49%, mientras
que en leche entera de vaca sólo 10%. Por otra parte, con las fórmulas infantiles, que suelen
incluir una cantidad cuadruplicada de hierro con respecto a la leche humana, se logra absorción de
5 a 10%. La pregunta que queda en el aire es, ¿qué sucede con el hierro de la leche entera de vaca
y el de las fórmulas? Dicha cuestión tiene dos elementos de juicio: el primero es que hay
patógenos que utilizan al hierro como sustrato para su crecimiento; segundo, la leche humana, a
través de la lactoferrina, evita que estos patógenos aprovechen el hierro no absorbido. La
recomendación actual es que los recién nacidos de término con peso adecuado sean alimentados
con leche materna durante seis meses, por lo que no requieren hierro suplementario, pero sí
iniciar la ablactación a los seis meses con alimentos ricos en dicho elemento. En cuanto a los
recién nacidos prematuros o de peso bajo, se recomienda iniciar la mencionada suplementación a
partir del primer mes de edad, en dosis de 1 mg/kg por día.

*Zinc: El Zinc presente en la leche materna tiene un índice de absorción mayor (45%), que el de las
fórmulas (31%) y de la leche de vaca (28%). Siendo éste un factor importante, pues es conocido
que los lactantes pueden desarrollar manifestaciones de deficiencia de zinc. Selenio: Tiene
concentraciones en la leche materna mayores que las que se aprecian en la leche de vaca.

*Fluor: Se asocia con una disminución de los procesos de caries dental. Los niveles de flúor en la
leche humana son menores (0.025 mg/1) que los encontrados en la leche de vaca (0.3 a 0.1 mg/1).
Sin embargo, su absorción es mayor con la leche humana. La administración de flúor oral a la
madre no logra incrementar estos niveles. En estudios comparativos, el niño alimentado al seno
tiene menos caries y una mejor salud dental. Calcio/fósforo: La relación calcio/fósforo es de 2 a 1
en la leche humana, lo que favorece la absorción del primero (30 y 15 mg/100 mi de calcio y
fósforo respectivamente).

*Hormonas:
1.-Factor de crecimiento similar a la insulina : Actúa en la maduración de tejidos, así como en su
recuperación en caso de haber sufrido daño, por ejemplo, en cuadro de gastroenteritis.
2.-Hormona estimulante de tiroides y tiroxina: Participan en la maduración del tubo digestivo;
también pueden cubrir de manera transitoria la deficiencia de hormonas tiroides en caso de
hipotiroidismo congénito.
3.-Cortisol: Participa en el crecimiento del páncreas. Controla el transporte de líquidos y
electrolitos en el tubo digestivo.
4.-Prostaglandina e2 y f2: Tiene efecto citoprotector de la mucosa gástrica. Además, actúan
favoreciendo la motilidad gastrointestinal; esto explica por qué la mayoría de los niños
alimentados con leche humana evacúan frecuentemente y con consistencia disminuida, sin que
sea indicio de cuadro diarreico. Otra posibilidad es el falso estreñimiento que se ha visto en hijos
de madres que cursan con estreñimiento, donde se ha demostrado que los niveles séricos y en
leche de estas prostaglandinas se encuentran disminuidos.

**Leche de prematuro: Las madres de prematuros producen durante los primeros meses leche
con un contenido mayor de sodio, proteínas, grasas, calorías y una concentración menor de
lactosa. La lactoferrina y la IgA son más abundantes en ella. La leche de pretérmino no alcanza a
cubrir los requerimientos de calcio, fósforo y ocasionalmente de proteína en recién nacidos de
menos de 1.5 kg, por lo que estos nutrientes deben ser suplementados a través de una mezcla
para prematuros que combine leche humana y fórmula para favorecer las condiciones de
digestibilidad e inmunológicas de la leche humana.

4.-TÉCNICAS DE LACTANCIA MATERNA

El éxito y posterior satisfacción de lograr una adecuada lactancia materna depende en gran
medida de que la posición al colocar el bebé sea la correcta: evitará que duela durante la succión y
que salgan grietas. Ante todo, la madre debe estar cómoda y tener al bebé lo más cerca posible (se
recomendará seguir esta regla: “ombligo con ombligo” o “barriga con barriga”).
Independientemente de la postura adoptada, debe ser él o ella quien se acerque al pecho y no el
pecho al bebé.
Para conseguirlo, se le estimula rozando con el pezón su labio inferior, así abrirá la boca “de par en
par”, sus labios deben abarcar no sólo el pezón sino también buena parte de la areola. Si hiciera
ruido al succionar significa que no tiene la postura correcta. Procedimiento Antes de dar el pecho
debe lavarse las manos y tener a mano aquello que se vaya a necesitar como agua, cojines, toalla,
etc.
Si se opta por estar en la cama, sobre todo los primeros días después del parto o tras una cesárea,
hay que tumbarse de lado apoyando sobre una almohada y/o cojín tanto la cabeza como el
hombro. Se rodeará al bebé con el brazo y tras girarle hacia el pecho, elevar el brazo
correspondiente al pecho hacia la cabeza de la madre y con el otro brazo dirigirle su cuerpo hacia
el de la madre: “ombligo con ombligo" o “barriga frente a barriga”.
Si está cansada se le recomendará relajarse durante la toma y disfrutar con su bebé. Si decide dar
de mamar sentada, debe poner al bebé lo más cerca posible del pecho. Su cabeza ha de apoyarse
en el antebrazo y no en el codo, para ello puede ayudar apoyar el brazo con el que se sostenga al
bebé sobre un cojín. Puede estar más cómoda poniendo los pies sobre un taburete o banqueta
bajos; pero colocar siempre el cuerpo del bebé frente al de la madre, de manera que su nariz
quede a la altura del pezón y la cabeza sobre el antebrazo.
En definitiva, su cara no debe estar “mirando al techo”, sino dirigida hacia el pecho materno:
siempre debe poder ver la cara de su madre y la madre la suya. Existe otra postura para estar
sentada que se llama “de balón de rugby o lateral”: la criatura se coloca a un lado de la madre
apoyada sobre una almohada y con su cuerpo recostado en las costillas de la madre mirándole de
frente. Esta técnica es utilizada cuando son de bajo peso, han nacido antes de tiempo, después de
una cesárea, cuando los pechos son muy grandes o para amamantar simultáneamente a dos
bebés, colocando uno/a en cada mama.

De cualquier manera, se recomendará cambiar las posturas de las tomas a lo largo del día para que
se vacíen adecuadamente todas las partes del pecho.

Para conseguir una lactancia materna exitosa va a depender básicamente de la posición correcta
de la madre y su hijo, que ira de la mano con el acoplamiento de la boca del niño al pezón de la
madre. La madre debe probar algunas posiciones con el fin de encontrar una en la que la
comodidad sea lo primordial, puesto que pasarán muchas horas de esa manera. Considerando
que: “la Organización Mundial de la Salud recomienda que durante los 6 primeros meses de vida;
la leche materna sea el único alimento que el niño consuma, excluyendo sólidos y cualquier otro
tipo de líquidos, excepto medicinas, vitaminas y minerales” (Wilma B. Freire, 2013)

IMPORTANCIA DE UNA BUENA TECNICA Y POSICION DURANTE LA LACTANCIA MATERNA

Una adecuada técnica, es muy importante; de hecho, la mayor parte de los problemas de la
lactancia materna son por una mala técnica. Siempre que surjan dificultades, es necesario
observar una toma y corregir los defectos. Hay que apoyar a la madre y ofrecerle la ayuda de un
grupo de apoyo de la lactancia si lo precisa. (Ferrer, 2015, sec. Técnica)
Si la madre aplica una correcta técnica junto a una postura cómoda para los dos, no se vería
obligada a dejar la lactancia materna y sustituirla por leche en fórmula, como muchas mamás lo
hacen por la necesidad de alimentar a su hijo, al ver que su bebe no se está “alimentando” por lo
que no logra coger el seno o sigue llorando por insatisfacción.

** Recordando que los beneficios de la lactancia materna son de mucha importancia como los
siguientes:
• Disminuye el número y la gravedad de infecciones comunes.
• Estimula al sistema inmunológico
• Es de una manera, lo más económico para la familia.
** Incrementa el apego madre-hijo Y tener una correcta técnica y postura para dar de lactar, evita
problemas como:
• Mastitis
• Dolor al pegar al bebe al seno •
Regurgitación de la leche materna por parte del bebé
• Rechazo al seno materno
• Poca producción de leche materna 27 TÉCNICAS PARA LA LACTACIA MATERNA
• “Es importante que el recién nacido comience a tomar el pecho precozmente, idealmente
durante la primera media hora de nacido en Sala de Parto y/o Recuperación de la madre”(Chile,
2010).
• “La mejilla del niño debe acercarse al seno materno, y como los recién nacidos tienen el
denominado reflejo de búsqueda, el bebé dirigirá su boca al pezón de la madre” (Quinteros,
Roque, Roque Peña, De la Mella, & Fong, 2014)
• “Madre y niño, independientemente de la postura que se adopte, deberán estar cómodos y muy
juntos, preferiblemente con todo el cuerpo del niño en contacto con el de la madre (“ombligo con
ombligo”)”(Chile, 2010).
• La madre debe sujetar su seno con la mano en forma de la letra “C”
• La mamá debe cerciorarse de que él bebe introduzca todo el pezón dentro de la boca y la mayor
parte la areola, manteniendo distancia para que el pecho no dificulte la respiración del bebe.
• La madre comprime por detrás de la areola con sus dedos índice y pulgarpara que cuando el niño
abra la boca, al estimular el reflejo de apertura, tocando el pezón a sus labios, ella introduce el
pezón y la areola a la boca del niño. Así su lengua masajea los senos lactíferos (que están debajo
de la areola) contra el paladar y así extrae la leche sin comprimir el pezón (por que este queda a
nivel del paladar blando) y no provoca dolor.(Valdés, 2008) 28
• Recalcarle a la madre que ella debe acercar el bebé al seno, no llevar el seno al niño(Daza, 2010,
p. 45). • Se debe estimular el reflejo de búsqueda, acercando el pezón a la comisura labial cuando
el niño abra la boca por completo; en caso de resistencia, halar sutilmente la barbilla del bebé
hacia abajo para abrir su boca(Daza, 2010, p. 45).

POSICIONES PARA LA LACTANCIA MATERNA

Es de vital importancia que la madre conozca las opciones que tiene al momento de dar de lactar,
como las siguientes: Posición del niño con la madre acostada Ésta posición es de mayor ayuda por
la noche o en pacientes que han sido sometidas a cesáreas. Madre e hijo se acuestan en decúbito
lateral, frente a frente y la cara del niño enfrentada al pecho y abdomen del niño pegado al cuerpo
de su madre. La madre apoya su cabeza sobre una almohada doblada. La cabeza del niño sobre el
antebrazo de la madre.(Acosta, 2014, p. 1)

*Posición tradicional o de cuna: La espalda de la madre debe de estar recta y los hombros
relajados; el niño está recostado sobre el antebrazo de la madre del lado que amamanta y la
cabeza del niño se queda apoyada en la parte interna del ángulo del codo y queda orientada en el
mismo sentido que el eje de su cuerpo, el abdomen del niño toca el abdomen de la madre y su
brazo inferior la abraza por el costado del tórax mientras que la cabeza del niño en el antebrazo de
la madre. (Acosta, 2014, p. 1)
**Posición de cuna cruzada: Útil para dar ambos pechos sin cambiar al niño de posición en casos
en los que el bebé tenga predilección por uno de los dos pechos se la considera una variante de la
anterior en la que la madre con la mano del mismo lado que amamanta, la coloca en posición de
“U” y sujeta el pecho, la otra es para sujetar al bebé por la espalda y la nuca; es necesario disponer
de una almohada para colocar el cuerpo del bebé a la altura del pecho. (Acosta, 2014, p. 1)
**La Posición de canasto, o de rugby: Útil en caso de cesáreas, grietas y amamantamiento
simultáneo de dos bebés; colocamos al niño bajo el brazo del lado que va a amamantar, con su
cuerpo rodeando la cintura de la madre, mientras que la madre maneja la cabeza del bebé con la
mano del lado que amamanta, sujetándolo por la nuca. (Acosta, 2014, p. 2)

Posición sentado: Útil para niños hipotónicos, reflejo de eyección exagerado, grietas y mamás muy
grandes; en ella el bebé se sienta vertical frente al pecho, con sus piernas bien hacia un lado o
montado sobre el muslo de su madre, la madre sujeta el tronco del bebé con el antebrazo del lado
que amamanta. (Acosta, 2014, p. 2)

**Posición sentada: La madre se coloca con la espalda recta, hombros relajados y un taburete o
reposapiés para evitar la orientación de los muslos hacia abajo, mientras que el bebé mirando a la
madre y barriga con barriga, colocando una almohada o cojín debajo para acercarlo al pecho de la
madre, si fuera necesario (Acosta, 2014, p. 2)

5.-DEFECTOS DE LA GLÁNDULA MAMARIA

Aunque la capacidad de lactar es característica de todos los mamíferos, para la mujer no


constituye una conducta instintiva, sino que es un hecho que se ha de aprender y practicar, y para
lograr su éxito y continuidad debe constituir una experiencia agradable y placentera. Al inicio de la
lactancia materna (LM), pueden surgir inquietudes que hagan dudar a la madre sobre su capacidad
para amamantar. Muchas mujeres, que inicialmente se plantean una lactancia prolongada con sus
hijos, terminan destetando precozmente debido a la aparición de dificultades en la práctica. La
mayoría de dudas o problemas son casi siempre temporales y de fácil prevención y solución con
un correcto asesoramiento e intervención por parte de los profesionales de la salud. Se conocen
como problemas tempranos porque suelen aparecer los primeros días del inicio de la LM, aunque
algunos pueden aparecer de forma más tardía. A continuación, se incluyen una serie de
orientaciones prácticas para el reconocimiento y la solución de los problemas más frecuentes que
la matrona y los profesionales de la salud que rodean a la madre deben conocer, ya que la
evidencia científica demuestra que los consejos y el apoyo emocional a la mujer, así como la
promoción de la lactancia exclusiva, aumentan significativamente su duración y la posibilidad de
que ésta sea exitosa, tanto desde el punto de vista nutricional como relacional.

Ingurgitación mamaria:
Se asocia a la subida de la leche y suele aparecer entre el segundo y quinto día posparto. Cursa
con endurecimiento e hinchazón de las mamas, dolor y aumento de la temperatura corporal, y se
considera un proceso fisiológico. También puede aparecer en el transcurso de la lactancia debido a
una acumulación de leche por mal vaciado de los senos, que suele ser debido a incorrecciones en
la técnica, como la mala posición del niño al mamar o las limitaciones en el número o la duración
de las tomas.
Medidas de prevención y tratamiento
• Favorecer la lactancia precoz y frecuente día y noche, a demanda, así como una posición
correcta del neonato durante la toma para vaciar adecuadamente la glándula.
• El masaje de los senos antes y durante la toma y la aplicación de calor local antes de amamantar
producen una vasodilatación que facilita la salida de la leche. El calor puede aplicarse a través del
baño o ducha templada, el empleo de toallas húmedas o mediante la aplicación de almohadillas
de gel sobre el pecho entre 5-8 minutos, previamente calentadas en agua.
• Si el pecho está muy distendido, se vaciará previamente un poco de leche para que el niño
pueda agarrarse correctamente, bien sea mediante la extracción manual o utilizando una bomba
extractora.
• La aplicación de frío local entre las tomas aliviará el dolor que produce la congestión vascular
debido a su efecto vasoconstrictor y antinflamatorio. El frío puede aplicarse a través de bolsas de
hielo, evitando el contacto directo con la piel, compresas frías o mediante la aplicación de
almohadillas de gel sobre el pecho, previamente conservadas en nevera.
• Pueden utilizarse antinflamatorios no esteroideos y/o analgésicos para aliviar el dolor.

Dolor en los pezones: Es frecuente al inicio de la LM y se debe a la presión negativa producida en


los conductos del pezón, que todavía no están llenos de leche. Al instaurarse la LM, el dolor suele
desaparecer, y si perdura suele ser debido a una mala posición de la boca del niño al lactar

Medidas de prevención y tratamiento

• Asegurarse de la adecuada colocación del niño frente a la madre y comprobar el correcto sellado
de la boca del lactante en la mama.
• Amamantar a demanda para evitar la ingurgitación y facilitar el agarre del niño al pecho.
• Sujetar la mama con toda la mano con los dedos planos en la base del pecho y el pulgar en la
parte superior alejado de la aréola; no sujetarla con los dedos en forma de tijera.
• Reblandecer la aréola mediante presión manual y empezar la toma por el pecho menos dolorido.
• Para retirar al niño del pecho, introducir un dedo en su boca y presionar la mama para
interrumpir la succión, evitando así el traumatismo del pezón.
• Alternar la posición del niño en las tomas para variar los puntos de presión de la boca sobre el
pezón.
• Emplear discos absorbentes para evitar la humedad.
• Utilizar pezoneras de látex, teniendo en cuenta que pueden disminuir la producción de leche y,
en ocasiones, conducir al niño al rechazo inicial del pecho.

Grietas del pezón: Son lesiones producidas por el traumatismo que causan las encías del niño
sobre el pezón y pueden ocurrir cuando la posición al pecho no es la correcta, por la humedad o la
propia hipersensibilidad de la piel
Medidas de prevención y tratamiento

• Amamantar con frecuencia para evitar la fuerte succión ejercida por el niño hambriento.
• No utilizar productos astringentes para la higiene del pezón y desaconsejar el lavado en cada
toma.
• Mantener el pezón seco exponiéndolo al aire el máximo tiempo posible. Si se usan discos
absorbentes, deben cambiarse a menudo para evitar la humedad.
• Iniciar la salida de leche estimulando el pezón, para humedecerlo y asegurarse de que la aréola
está lo bastante blanda para que el niño se agarre bien.
• Corregir la posición de la boca del lactante, comprobando que el labio inferior esté doblado
hacia fuera, y no dentro de la boca, lo que podría erosionar el pezón.
• Cambiar la posición del amamantamiento en cada toma para que el niño no siga lesionando la
zona afectada, empezando por el pecho no afectado o por el menos afectado. En casos extremos,
puede evitarse temporalmente la succión hasta que cicatrice la grieta, y extraer la leche de forma
manual o con una bomba extractora.
• Otras medidas recomendadas son: dejar secar el pezón con unas gotas de leche o aceite de oliva
virgen después de la toma, utilizar pezoneras de látex, y el uso tópico de una crema de lanolina,
que puede tener algún beneficio para mejorar la cicatrización.

Obstrucción de los conductos lácteos: Aparece como consecuencia de un vaciado defectuoso de


un lóbulo mamario por obstrucción de los conductos galactóforos. Se puede apreciar calor y
enrojecimiento en una zona de la mama o una protuberancia palpable y dolorosa después de las
tomas. La zona más habitual de aparición es el cuadrante superior próximo a la axila. Algunas
veces, puede verse un punto blanco muy pequeño en la entrada del conducto en el pezón

Medidas de prevención y tratamiento


• Vaciar completamente ambos pechos, alternando las mamas en cada toma.
• Aumentar la frecuencia de las tomas y aplicar calor local antes de éstas.
• Empezar el amamantamiento por el pecho no afectado para favorecer el reflejo de eyección.
• Colocar al neonato de forma que su lengua facilite el drenaje del conducto (la zona que mejor se
vacía es la que queda en contacto con la lengua).
• Durante el amamantamiento, realizar un masaje de la mama en dirección al pezón para facilitar
el drenaje del conducto obstruido.
• Si el niño no vacía bien el pecho, usar un sacaleches.

Mastitis: Consiste en la inflamación de uno o varios lóbulos de la mama que puede aparecer en
cualquier momento de la lactancia y acompañarse o no de infección. Se debe distinguir entre la
mastitis inflamatoria, debida a una estasis láctea por vaciado incorrecto de la mama o por
obstrucción de los conductos mamarios, y la mastitis infecciosa, producida por gérmenes
patógenos. Suele presentarse unilateralmente, con dolor, calor y enrojecimiento de la mama y
aumento de la temperatura corporal. Los cuadros de ingurgitación, obstrucción de un conducto
lácteo y las grietas en el pezón son los principales factores predisponentes a la mastitis
Medidas de prevención y tratamiento
• La prevención se basa en: el vaciado correcto de la mama para evitar la retención de leche, el
masaje de la mama en dirección al pezón, corregir la postura de amamantamiento y evitar la ropa
que comprima el pecho.
• No suspender la lactancia, ya que la alimentación al pecho mejora la evolución. Se recomienda
empezar a lactar por el pecho sano para favorecer el reflejo de eyección y facilitar así el vaciado
del pecho afectado, que se ha de vaciar completamente, bien por la succión del niño o mediante
una bomba extractora.
• Seguir las medidas indicadas en la ingurgitación mamaria para vaciar el pecho y reducir el dolor.
• Se aconseja el reposo en cama para disminuir la fatiga de la madre. El lactante debe estar
próximo a ella para aumentar la frecuencia de las tomas.
• Tomar una muestra de leche para cultivo, para confirmar si se trata de una mastitis infecciosa e
identificar el agente causal y el antibiótico de elección.
• Si con estas medidas no se produce una mejoría de la mujer en 12-24 horas o si los síntomas son
graves, se suele administrar un antibiótico de amplio espectro sin esperar el resultado del cultivo.
• La leche producida por el pecho con mastitis puede adquirir cierto sabor salado que ocasione el
rechazo por parte del bebé. Se recomienda que la madre la pruebe, y si el gusto es salado, se lo
ofrezca unos minutos al niño y termine de vaciarlo con un extractor hasta que el sabor se equipare
con el del pecho sano.

Hipogalactia:
Aunque es un problema frecuentemente expresado por la madre, la hipogalactia inicial por déficit
de prolactina tiene una escasa incidencia. Es más frecuente la llamada hipogalactia tardía, que se
produce en mujeres que han iniciado una LM eficaz y manifiestan una disminución en la
producción de leche que llega a ser insuficiente para alimentar al neonato. El fracaso de la
instauración y del mantenimiento de la LM se debe, generalmente, a errores en la técnica como: la
falta de succión debido a horarios rígidos con limitaciones en la frecuencia y en la duración de la
toma, al vaciado incompleto de la mama, y al uso de chupetes y biberones los primeros días

Medidas de prevención y tratamiento:


• Explicar las variaciones de la leche materna hasta su instauración definitiva, y la importancia de
la lactancia a demanda, corrigiendo los errores en la técnica.
• Favorecer la confianza por parte de la madre en su capacidad de lactar, ya que la ansiedad y el
estrés pueden afectar a la producción de leche.
• Realizar una lactancia frecuente día y noche, aumentando el número de tomas diarias.
• Correcto vaciado de los pechos por parte del niño para que ingiera las grasas del final de la toma,
lo que le producirá sensación de saciedad y estimulará la secreción de prolactina.
• Otras medidas recomendadas son: aconsejar el descanso materno entre las tomas, una dieta
equilibrada, y desmitificar las creencias populares que hacen referencia al tamaño de las mamas y
la capacidad de lactar.
6.-LACTANCIA Y MEDICAMENTOS

El uso de medicamentos durante la atención del parto y posparto inmediato es suceso cotidiano
en la práctica de la medicina actual. Al respecto, de 90 a 99% de las mujeres que amamantan
reciben cuando menos un fármaco durante la primera semana posterior al parto, pero
curiosamente, la administración de fármacos es uno de los motivos o pretextos más comunes que
usan los médicos o las mismas mujeres para suspender la lactancia materna. Hay que considerar,
como hecho demostrado, que el lactante rara vez experimenta efectos adversos secundarios a
medicamentos presentes en la leche materna. Ito y colaboradores (Am J Obstet Gynecol. 1993;
168:1393-1399) hicieron un estudio prospectivo de 838 niños cuyas madres recibieron fármacos
mientras eran alimentados al seno materno, y sólo 11% de los pequeños amamantados tuvieron
alguna manifestación clínica atribuible a sistancias ingeridas en la leche materna.

Asimismo, ninguno de los niños requirió modificación alguna del manejo ofrecido a su madre para
mejorar la condición causada por el fármaco. La información farmacológica que ofrecen los
laboratorios con respecto al uso de fármacos o medicamentos sus fórmulas durante la lactancia,
en la llamada «información para prescribir» (publicada en libros como el Directorio PLM y otros
vademécums farmacológicos) no es obtenida mediante estudios de investigación clínica
controlada, sino que más bien se ofrece con fines legales para deslindar a la empresa farmacéutica
del uso de los productos en esta época de la vida. La investigación farmacológica específica para
mujeres en la lactancia tendría costo muy alto que no resultaría rentable para el laboratorio, y por
lo tanto, es más fácil contraindicar el medicamento que estudiar sus posibles efectos.

Así, el médico necesita hacer uso de su conocimiento en farmacología para decidir, bajo su propia
responsabilidad, el uso e indicación de medicamentos para la mujer que amamanta. Factores a
considerar en el uso de medicamentos durante la lactancia Antes de prescribir fármacos a una
mujer amamantando es necesario considerar algunos aspectos relacionados con el binomio
madre-hijo y con el fármaco que se pretende usar.

**Con respecto a la mujer:


1. Dónde se metaboliza el fármaco (si es de metabolismo renal, hepático o ambos).
2. La dosis y duración del tratamiento necesarias.
3. La vía de administración que se usará (oral, IM, IV, tópica).
4. La patología materna que se pretende tratar y si hay alguna otra enfermedad que pudiera
modificar el metabolismo del medicamento usado.
5. El periodo de la lactancia en que se encuentra el binomio madre-hijo, pues aunque en las
primeras 72 horas posparto hay mayor difusión de los fármacos hacia la leche materna, el
volumen de leche producido y consumido por el bebé es mucho menor que en las horas
posteriores.
** Con respecto al lactante:
1. Su edad.
2. La absorción y biodisponibilidad del fármaco cuando se administra vía oral.
3. Dónde se metabolizará y cómo se eliminará, si es por el hígado o el riñón.
4. El volumen de leche real que se espera que esté consumiendo el bebé (ml/día).
5. El modelo de succión que presenta el bebé.
6. Si existen situaciones que exacerban o modifican el metabolismo del fármaco. Con respecto a
los fármacos. Debe tenerse en cuenta que pasan del lecho vascular materno a la leche materna
por mecanismos de difusión pasiva, unión a proteínas, ionización y solubilidad. Las moléculas
liposolubles, que alcanzan mayores concentraciones en el plasma materno, con peso molecular
menor a 500 daltons, poca adhesión a proteínas y que cruzan la barrera hematoencefálica, pasan
más fácilmente y, por ende, en mayores concentraciones a la leche materna. Existen incluso
fármacos que, debido a que la leche materna tiene mayor acidez que el plasma (pH entre 7 y 7.2),
se concentran en aquélla en valores mayores de los que se presentan en el plasma materno.

Con base en lo mencionado en líneas previas, antes de prescribir un fármaco a la mujer durante la
lactancia el médico debe seguir los siguientes pasos:

* Valorar si realmente es necesario el fármaco


* Usar los fármacos que se conocen bien y se sabe que son seguros, no se eliminan por leche
materna, tienen vida media corta o no tienen metabolitos activos.
*Evitar el uso de medicinas con asociaciones farmacológicas.
*Utilizar siempre la dosis menor que pueda ser eficiente.
*Analizar las características del fármaco a utilizar; para ello, de cada medicamento que se dispone
se describen algunas características que al clínico le sirven para tomar decisiones apropiadas.

Por supuesto, éstas incluyen la solubilidad de la droga en lípidos, su pH de solubilidad (pKa),


afinidad por las proteínas plasmáticas y tamaño de la molécula; pero también es indispensable
conocer:
a) La concentración media del fármaco en la leche (CLECH).
b) La dosis teórica para el lactante. c) La dosis relativa para el lactante.
c) La concentración media del fármaco en la leche es la cantidad de medicamento que se
concentra en la leche materna (habitualmente informada en mg/ml o µg/l).
d) La dosis teórica para el lactante (TID) es la máxima dosis teórica que recibirá el pequeño en
mg/kg/día.
e) Es igual a: Cmax (mg/l) x 0.150 mg/kg/día.
f) Donde Cmax = concentración máxima del fármaco que se alcanza en la leche materna, y el factor
0.150 es el volumen en litros que el pequeño consume por cada kilo de peso (150 ml/kg/día).
g) La dosis relativa para el lactante (DIR) es la proporción de la dosis materna que recibirá en niño
y que resulta de la siguiente fórmula: • DIR = TID (mg/kg/día) / Dosis materna en mg/kg/día
h) Se considera que una DIR menor a 10% es segura para el pequeño.
Considerar las interacciones farmacológicas que pudieran presentarse en el uso de varios
fármacos.

Administrar la dosis del medicamento después de cada toma de leche o justo antes del periodo
más largo de sueño del niño. Esto permite que los picos de absorción que se manifiestan en la
concentración del medicamento en la sangre materna no coincidan con el momento en que el
bebé come, ya que como la leche materna se produce en su mayoría durante la tetada, evitar que
durante ésta la concentración de fármaco en plasma sea muy elevada disminuye la concentración
media de fármaco que pasa a la leche.

Cuando la dosis es única al día y se considera que el fármaco es nocivo para el bebé, se puede
extraer leche materna con anticipación a la dosis, luego dosificar a la mujer y usar la leche
previamente extraída durante el tiempo que dure la vida media del fármaco. Así, el pequeño
recibirá leche materna durante las horas que no recibirá el pecho en forma directa, y la leche que
se extraiga durante el tiempo de vida media se puede desechar para evitar que el pequeño ingiera
el medicamento o sus metabolitos.

Aun tomando en cuenta los lineamientos para prescribir medicamentos a la mujer que amamanta,
es indispensable recalcar que, de preferencia, hay que evitar dar fármacos (incluso herbales),
buscar aquellos cuya dosis relativa sea menor a 10%, bien probados, con vida media corta y alta
unión a proteínas, con poca disponibilidad por vía oral, alto peso molecular y cuyos riesgos al
administrarlos a neonatos o prematuros sean mínimos. La depresión posparto es una patología
cada vez más frecuente y más diagnosticada; por ello es importante tenerla en cuenta como
posibilidad diagnóstica y, cuando se sospeche su presencia, deberá tratarse primero, pues hay mas
riesgo para el binomio madre-hijo, así como para la evolución de la depresión misma, en suprimir
la lactancia materna que en dar fármacos antidepresivos a la madre.
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