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1.

- Un análisis de riesgos del trabajo (JHA) es un procedimiento que lleva a integrar los principios y
prácticas de salud y seguridad aceptadas en una operación en particular. En un JHA, cada paso básico del
trabajo se examina para identificar riesgos potenciales y determinar la forma más segura de hacer el
trabajo.

2.- se pueden distinguir dos periodos. Los primeros 70 años, en los que la incidencia de lesiones por
accidente de trabajo seguía incrementando, y desde 1970 hasta los primeros años del siglo XXI. En 1971
empiezan a bajar bruscamente, coincidiendo con la puesta en marcha de un sistema público de
asistencia técnica preventiva a las pequeñas y medianas empresas (Plan Nacional de Higiene y
Seguridad), entre otras medidas. La siniestralidad se redujo prácticamente a la mitad en sólo 10 años.

Estos resultados también pueden deberse a que «algunas actividades económicas como la minería han
quedado casi olvidadas. España se ha convertido en un país de servicios», asegura Fernando Benavides,
que también es director del Centro de Investigación en Salud Laboral de la Universidad Pompeu Fabra.

«Antes, los accidentes laborales tenían más que ver con caídas, golpes, desprendimientos de objetos y
proyecciones de partículas. Ahora, adquieren más importancia los problemas ergonómicos (por
movimientos repetitivos, posturas forzadas o manipulaciones), que pueden derivar en hernias discales,
lumbares, contracturas musculares, lesiones en los hombros, codos, muñecas… También fracturas,
sobre todo de muñeca, fémur, tibia».

En la actualidad, una de las principales causas de accidente laboral es el tráfico. Como afirma Benavides,
«casi el 40% de los accidentes mortales de trabajo están relacionados con el tráfico». Hoy en día, el
factor de riesgo mortal más importante «está fuera de la empresa y es más complicado de prevenir».

3.- Riesgos físicos

Los riesgos físicos son los más habituales dentro del apartado de siniestralidad en la prevención de
riesgos laborales. Estos pueden ser provocados por diversos motivos, como los ruidos excesivos, el
trabajo en condiciones peligrosas, etc.

En referencia al ruido, hemos de ser conscientes de que la exposición continuada a sonidos muy
elevados hace que se activen células capilares que podrían provocar la pérdida de capacidad auditiva de
un trabajador. De ahí que sea básico implementar todas las medidas de seguridad necesarias para evitar
riesgos.

En referencia también a los ruidos, las propias vibraciones que producen en la maquinaria pueden
provocar problemas vertebrales, abdominales, digestivos e incluso cerebrales.

Otro aspecto que afecta a los riesgos físicos es la iluminación, que puede provocar deslumbramientos u
oscuridad excesiva, según el nivel de luz, lo que podría producir accidentes laborales o problemas
visuales.

También destacan en este apartado la temperatura, la humedad, las radiaciones, etc. Generalmente, se
asocian a equipos de trabajo que exigen condiciones específicas, pero que pueden provocar ambientes
con exceso de frío, calor, humedad o ionización bastante elevados, que, a su vez, podrían desembocar
en problemas físicos tras exposiciones prolongadas.

Recordar que también sufren riesgo físico aquellos empleados que trabajan con maquinaria pesada, en
alturas elevadas o en profesiones de riesgo.

Riesgo químico

También es importante el riesgo químico que se produce en ciertos procesos, o incluso en el propio
medio ambiente. Estas afecciones pueden ser peligrosas debido a la inhalación, ingestión o absorción de
ciertas sustancias dañinas. Hay que tener especial cuidado con aquellas personas que sufren alergias o
intolerancias, que podrían sufrir procesos de asfixia. Es necesario, pues, el uso de equipo adecuado, que
ha de incluir guantes, mascarillas, trajes especiales, zonas descontaminantes, etc.

Riesgo biológico
El riesgo biológico es aquel que está producido por agentes patógenos, como pueden ser los parásitos,
las bacterias, los virus o los hongos. Pueden provocar diversas enfermedades tras un contacto o
aspiración. En este caso, se recomienda, más allá de trabajar con los equipos de protección adecuados,
elaborar un programa de control de salud que incluya vacunas y pruebas médicas específicas.

Riesgos ergonómicos

Los riesgos ergonómicos cobran cada día más importancia, dado que los puestos de trabajo remoto o de
oficina, sedentarios o de repetición, son muy numerosos hoy en día. De hecho, el 60% de las
enfermedades laborales se asocian a estos riesgos, de los cuales un 25% se refiere a la manipulación de
cargas.

En este caso, los factores que se incluyen se traducen en mala higiene postural, movimientos
repetitivos, levantamientos de peso excesivo, etc. Todo ello provoca daños físicos que, de no ser
atajados a tiempo, terminan por volverse crónicos.

Como es lógico, la única solución es una higiene postural adecuada y hábitos saludables. Es decir, utilizar
la postura correcta para levantar cargas, para estar sentados frente a un ordenador, o para estar en una
cadena de ensamblaje, por ejemplo. Es la única forma de evitar problemas físicos y óseos, así como
diversas lesiones.

Riesgos psicológicos

En este caso, los riesgos psicológicos se asocian al estrés, la fatiga, etc. No obstante, influyen otros
factores, como la rutina. Por ello es tan importante un horario laboral que conjugue conciliación
familiar, así como descansos frecuentes, especialmente, tras seis horas de trabajo. También contribuye a
reducir riesgo los buenos ambientes laborales.

Riesgo mecánico

En este caso, el riesgo mecánico se observa cuando se trabaja en situaciones de riesgo, como pueden
ser las superficies inseguras, con equipos en mal estado, o con herramientas inadecuadas. Por ello es
necesario asegurarse que los equipos están en condiciones de utilización óptima.

Riesgos ambientales
En cuanto al tipo de riesgos ambientales, nada se puede hacer, salvo tomar las medidas más adecuadas
previamente. Y es que estos se relacionan con el clima y la naturaleza, como puedan ser las
inundaciones, lluvias, tempestades, terremotos y maremotos, erupciones volcánicas, etc. En este caso,
se recomienda prevención, precaución y prudencia.

Otros tipos de riesgos laborales

Pero no son estos los únicos tipos de riesgos laborales que nos encontramos hoy en día. Hay otras
situaciones que también pueden devenir en problemas de salud y accidentes de trabajo.

Trabajo con pantallas

Lo decíamos anteriormente, pero merece un apartado propio. El trabajo con pantallas para visualizar
datos, ya sea el empleo en remoto o en oficina con ordenadores, es cada día más común. Sin embargo,
puede afectar a la vista y acabar con problemas oculares graves. Un descanso cada cierto tiempo es
recomendable, apartando la mirada de la pantalla.

Trabajo por turnos y nocturno

También el trabajo por turnos y nocturno, que exige que el organismo se active en momentos concretos,
puede ser peligroso. Y es que variar los horarios naturales del cuerpo puede provocar problemas físicos,
sociales y familiares. Es decir, un desajuste triple, que va desde lo biológico a lo mental.

Trabajo con nanotecnología

Este es un tipo de riesgo laboral que gana presencia a diario con el avance de las nuevas tecnologías. El
trabajo con nanotecnologías en laboratorios científicos está demostrando ser más peligroso de lo que se
pensaba, aunque hoy todavía no se sabe a ciencia cierta cómo afectará al cuerpo humano a largo plazo.
No obstante, las organizaciones ya toman medidas de prevención adecuadas a cada puesto laboral.

Seguridad vial

Los riesgos laborales también se centran en la seguridad vial. Aquellos trabajadores que se ganan la vida
viajando, ya sea transportando personas, así como comerciales o en el traslado de mercancías, merecen
su propio apartado, puesto que se exponen desde el momento en que cogen el volante. Ha de evitar
largas jornadas, más de dos horas ininterrumpidas en carretera, etc.
4.- Clasificación de los Factores de Riesgo

Estos factores de riesgo se podrían clasificar en cinco categorías:

Condiciones de trabajo

El medio ambiente físico de trabajo

Los contaminantes químicos y biológicos

La carga de trabajo

La organización de trabajo

Condiciones de trabajo

En las condiciones de trabajo se incluyen todas las condiciones materiales a las que se encuentra
sometido el trabajador y que puede dar lugar a un accidente.

Los riesgos que comportan estas condiciones de trabajo se pueden manifestar en forma de accidentes
de trabajo y enfermedades profesionales.

En los lugares de trabajo hay máquinas, herramientas, electricidad y substancias combustibles, se


manipulan y transportan cargas, y hay unos espacios de trabajo donde se realizan las actividades. Todo
este conjunto de cosas, en determinadas circunstancias pueden dar lugar a accidentes.

Ejemplos de condiciones de trabajo, son los siguientes:

Elementos móviles de máquinas que pueden provocar atrapamientos, golpes, cortes, proyecciones, ...

Herramientas usadas incorrectamente que pueden provocar cortes, golpes...

Instalaciones eléctricas con partes activas accesibles que pueden dar lugar a contactos eléctricos
directos.

Carretones de manutención que pueden atropellar a viandantes o que pueden volcar por una
conducción incorrecta.

Aberturas exteriores sin barandillas que pueden ser la causa de caídas a diferente nivel.

Medio ambiente físico de trabajo


El medio ambiente físico de trabajo incluye las condiciones físicas presentes en el lugar de trabajo.

Dentro de estas condiciones físicas sé incluye el ruido, las vibraciones, la iluminación, las condiciones
termohidrométricas y las radiaciones. En condiciones especiales, estas condiciones físicas pueden
afectar a la salud de los trabajadores.

Ejemplos de ambientes físicos de trabajo:

Niveles altos de ruido durante largos tiempos de exposición, pueden provocar en el trabajador expuesto
a trauma sonoro o sordera profesional.

Las vibraciones de los martillos compresores pueden provocar trastornos vasculares en los huesos y
articulaciones.

Una iluminación inadecuada incidiendo los rayos de luz sobre la pantalla del ordenador produce
deslumbramientos y con el tiempo cansancio ocular, irritación y molestias no oculares.

Una temperatura elevada puede producir disminución del rendimiento y aumento de fatiga e
insatisfacción.

Las radiaciones no ionizantes que se producen en los trabajos de soldadura, pueden provocar lesiones
oculares.

Los contaminantes químicos y biológicos

En el medio ambiente de trabajo pueden haber contaminantes químicos o biológicos que pueden
afectar a la salud de los trabajadores.

Ejemplos de estos factores de riesgo podrían ser:

Uso de algunas pinturas en aplicaciones aerográficas que pueden provocar efectos narcotizantes si no se
utilizan los medios de prevención adecuados.

Manipulación de productos animales en mataderos que pueden provocar brucelosis en los trabajadores,
si no se han llevado a término unas medidas mínimas de higiene y desinfección.

La carga de trabajo

El trabajo exige a los trabajadores un cierto esfuerzo físico y mental. Todas las personas tienen unos
límites en la capacidad de esfuerzo físico y psíquico. Cuando se superan estos límites pueden aparecer
consecuencias negativas para la salud del trabajador.
Dentro de este apartado se puede diferenciar claramente entre carga física y carga mental.

Dentro de la carga física, se debe tener en cuenta que cuanto más esfuerzo físico se hace más fatiga
física se padece. Ahora bien, posturas de trabajo forzadas o inadecuadas obligan al trabajador a tener
que realizar esfuerzos adicionales.

El trabajo sentado y de pie son modalidades específicas que pueden dar lugar a diversos tipos de fatigas.
Así un trabajo sentado en una silla inadecuada puede dar lugar a dolores de espalda, dolores de cabeza,
etc. El trabajo de pie, implica sobrecarga de piernas, espalda y hombros.

Los movimientos que se realizan en muchos trabajos pueden dar lugar a las patologías típicas de los
movimientos repetitivos (tendinitis, síndrome del túnel carpiano).

La manipulación manual de cargas, si se hace inadecuadamente, puede dar lugar a problemas dorso-
lumbares.

Dentro de la carga mental, muchas tareas como la introducción de datos en un ordenador, conducción
de vehículos, tareas de control de calidad o trabajos administrativos pueden dar lugar a fatiga mental.

La organización del trabajo

Hay factores de riesgo debidos a la organización del trabajo y se pueden clasificar como factores de
organización temporal y factores que dependen de la tarea.

Dentro de la organización temporal hay factores debidos a la jornada de trabajo, como por ejemplo el
trabajo a turnos o el trabajo nocturno que producen alteraciones del equilibrio biológico y social del
trabajador. También el ritmo de trabajo, que cuando viene impuesto por un trabajo en cadena o cuando
el trabajo es muy complejo, puede dar lugar a una sobrecarga del trabajador a insatisfacción, etc.
Dentro de los factores que dependen de la tarea y definen el papel del individuo dentro de la
organización se pueden destacar :

La automatización, que puede dar lugar al aburrimiento, desinterés por el trabajo e insatisfacción.

La falta de comunicación, que afecta a la salud mental y social.

El estilo de mando, siempre es mejor un tipo de mando democrático y participativo.

La falta de participación.

La baja consideración social de la actividad que se realiza.

La falta de identificación con la tarea.

La falta de iniciativa.

La falta de estabilidad en el trabajo.

5.-

6.- Prevención y Control de Incendios. Es el conjunto de medidas que se deben adoptar, con el propósito
de evitar la ocurrencia de incendios, y su control oportuno, y sus lamentables consecuencias que afectan
tanto a las personas como por sus cuantiosas pérdidas materiales.

La extinción se logra evitando que el tetraedro del fuego llegue a formarse. ... Un ejemplo de este
mecanismo es el efectuar el corte de suministro de líquido o gas combustible, cerrando una válvula de
alimentación o la retirada, por trasiego, de combustible no afectado por el fuego.

7.- Son sustancias que se utilizan para combatir eliminar o extinguir al incendio Tipos de agentes
extinguidores. el cilindro es abierto, el liquido se transformarapidamente en agua, extrayendo el calor
latente de la atmosfera circundante.

8.- Antes de usar un extintor contra incendios portátil se recomienda realizar un cursillo práctico en el
que se podría incluir las siguientes reglas generales de uso:

1.- Descolgar el extintor asiéndolo por la maneta o asa fija y dejarlo sobre el suelo en posición vertical.
2.- Asir la boquilla de la manguera del extintor y comprobar, en caso que exista, que la válvula o disco de
seguridad (V) está en posición sin riesgo para el usuario. Sacar el pasador de seguridad tirando de su
anilla.

3.- Presionar la palanca de la cabeza del extintor y en caso de que exista apretar la palanca de la boquilla
realizando una pequeña descarga de comprobación.

4.- Dirigir el chorro a la base de las llamas con movimiento de barrido. En caso de incendio de líquidos
proyectar superficialmente el agente extintor efectuando un barrido evitando que la propia presión de
impulsión provoque derrame del líquido incendiado. Aproximarse lentamente al fuego hasta un máximo
aproxima do de un metro.

9.-

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