Está en la página 1de 5

Actividad 2 Ensayo

“Surgimiento y la Consolidación del Capitalismo Moderno (1945-1986”

Laura Valentina Plazas Montoya ID 655507

DOCENTE:

VICTOR HUGO NAUZAN

Universidad UNIMINUTO

Facultad Administración de Empresas IV

Bogotá D.C

Marzo, 2020
CAPITALISMO MODERNO, EL PRINCIPIO DEL FIN

El desarrollo capitalista, que venía acelerándose en Colombia desde las primeras décadas del
siglo XX, se consolidó definitivamente en los años que sucedieron a la segunda guerra mundial.
En las cuatro décadas transcurridas desde entonces, la economía colombiana pasó de ser rural a
urbana y casi industrial.

Entre 1945 y 1986 el Producto Interno Bruto de Colombia se multiplicó por siete. La tasa de
crecimiento correspondiente (4.8% anual) dista de ser espectacular, es sin duda la más alta que
haya registrado la economía colombiana en su historia. La población experimentó un crecimiento
también rápido, del 2.5% anual, que le permitió multiplicarse por 2.8 durante esos años. El ritmo
de crecimiento demográfico fue particularmente acelerado en los años cincuenta y sesenta. En
ese lapso, el descenso de la mortalidad, generado por la aplicación de la medicina moderna y el
mejoramiento en el nivel de vida de la población, no coincidió con una disminución paralela de
la fecundidad, y el crecimiento de la población alcanzó así ritmos superiores al 3% anual.

Durante los años setenta el descenso de la fecundidad y, en mucho menor escala, la emigración
de la fuerza de trabajo hacia el exterior, permitieron una disminución rápida del ritmo de
crecimiento de la población, que se redujo a sólo un 1.6% anual. El resultado neto del
crecimiento económico y demográfico fue un aumento en la producción por habitante del 2.2%
anual, es decir, un 150% en estas cuatro décadas.

Este crecimiento hizo parte de la bonanza más espectacular que haya experimentado la economía
mundial en su historia. Sin embargo, el crecimiento del producto por habitante en Colombia fue
apenas similar al del conjunto de América Latina y de los países en vías de desarrollo e inferior
al que experimentaron las economías más avanzadas. De esta manera, la distancia que separaba a
Colombia y a los países en desarrollo de las economías industrializadas, lejos de estrecharse
durante estos cuarenta años, tendió más bien a ampliarse.

El crecimiento económico se vio acompañado de un cambio estructural de grandes proporciones,


en términos de la composición de la actividad económica, el aspecto más notorio fue la fuerte
reducción de la participación del sector agropecuario en la economía. Todavía en 1945-1949
dicho sector representaba más del 40% de la actividad económica del país; a comienzos de los
años ochenta, su participación se había reducido a menos del 23%.

La disminución en el tamaño relativo del sector agropecuario dio paso al surgimiento y


consolidación de nuevas actividades económicas, en especial la industria manufacturera, pero
también los sectores de transporte, financiero, comunicaciones y servicios públicos modernos
(electricidad, gas y agua). En conjunto, éstos pasaron de representar el 23% de la actividad
económica en la segunda mitad de los años cuarenta, a cerca del 40% a comienzos de la década
del ochenta.
La consolidación de estos sectores tan dinámicos no se dio, sin embargo, en forma simultánea. El
avance relativo del sector manufacturero fue particularmente rápido en las décadas del cuarenta y
cincuenta, continuando el impulso que se había iniciado en los treinta. Su avance fue menos
notorio en los años sesenta y setenta y presentó un importante retroceso durante la crisis
económica de comienzos del ochenta. Por el contrario, el fortalecimiento de los otros sectores
dinámicos mencionados en el párrafo anterior fue más continuo, lo que les permitió acrecentar su
participación en el Producto Interno Bruto del país de poco más del 8% en 1945-1949 a más del
18% en 1980-1984.

Tal proceso de desarrollo permitió la acumulación de capital privado y social más importante de
la historia del país. En el frente privado, los aspectos más notorios fueron la construcción de
grandes fábricas modernas y empresas agroindustriales, de un cuantioso parque automotor y de
un enorme acervo de edificaciones de vivienda y oficinas en las ciudades. No menos importante
fue el aumento en los niveles de educación y las capacidades técnicas de la fuerza de trabajo, que
algunas escuelas económicas identifican como un “capital humano”1. En el frente colectivo, lo
más notable fue la consolidación de una infraestructura de transportes y servicios públicos
modernos que, en el primer caso, reforzó la integración del mercado interno y de éste con el resto
del mundo.

La recomposición de la actividad económica y la acumulación de capital provocaron una


movilización de la población, cuya magnitud no tenía tampoco antecedente en la historia anterior
del país. En especial, la de la población rural hacia las fronteras agropecuarias fue sustituida,
como principal forma de migración interna, por la concentración de la población en los núcleos
urbanos.

Las cuatro principales ciudades del país dominaron el proceso, pasando de concentrar el 8% de la
población en 1938 al 27% en 1985. Los cambios en la composición de la actividad económica se
reflejaron así mismo en la estructura del empleo, Paralelamente al descenso en la importancia
relativa del sector agropecuario, la proporción de la población empleada en actividades primarias
disminuyó del 62% en 1938 al 34% en 1984. Más aún, en este período el sector primario sólo
generó una quinta parte de los nuevos puestos de trabajo en el país. El grueso de los nuevos
puestos fue generado por el sector servicios, que acrecentó su participación en la generación de
ocupaciones del 21% en 1938 al 45% en 1984.

La segunda guerra mundial fue determinante para la industrialización del mundo, la desesperada
necesidad de producir armas e insumos para la guerra le enseño a la humanidad que podía ser
mucho más productiva, mucho más eficiente y que la explotación de muchos factores podía
llevarlos a niveles de producción inimaginables.

No obstante, estos principios de los modelos de capitalismo se han convertido en una forma de
esclavitud moderna, donde unos pocos empresarios moldean casi por completo el destino del
mundo en temas como tendencias laborales, calidad de vida, medio ambiente y demás temas
latamente relevantes para la humanidad.
BIBLIOGRAFIA

 The Story of Stuff Project (1 de septiembre de 2009). La historia de las cosas.

 Giraud, G. & Renouard, C. (2010). ¿Cómo reformar el Capitalismo? Revista de Fomento


Social

También podría gustarte