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Corporación Universitaria Minuto de Dios

Desarrollo Empresarial Colombiano

Elaborado Por: Edwin Alexander Leal Benavides

ID: 682629

Programa: Administración de Empresas

Docente: Edgar Cruz

Actividad 2. Ensayo Sobre El Surgimiento Y La Consolidación Del Capitalismo Moderno


(1945-1986)

Pabellón 18. ERON PICOTA

Bogotá D.C – Junio de 2022


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TABLA DE CONTENIDO

Tabla de contenido…….….……………………………………………………...……..…pág.2

Introducción………………………………………………………………….…………...…pág.3

Cuerpo del ensayo.....................................................................................................pág.4

Conclusión…………………………………………………………………………………..pàg.7

Bibliografía...……………………………………………………………………………… pág.8
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INTRODUCCIÓN

El capitalismo es un sistema económico y social basado en que los medios de


producción deben ser de propiedad privada, el mercado sirve como mecanismo para
asignar los recursos escasos de manera eficiente y el capital sirve como fuente para
generar riqueza. A efectos conceptuales, es la posición económico-social contraria al
socialismo.
Un sistema capitalista se basa principalmente en que la titularidad de los
recursos productivos es de carácter privado. Es decir, deben pertenecer a las personas
y no una organización como el Estado. Dado que el objetivo de la economía es estudiar
la mejor forma de satisfacer las necesidades humanas con los recursos limitados que
disponemos, el capitalismo considera que el mercado es el mejor mecanismo para
llevarlo a cabo. Por ello, cree necesario promover la propiedad privada y la
competencia.
Los factores fundamentales de producción son el trabajo y el capital. El
capitalismo propone que el trabajo se proporcione a cambio de salarios monetarios y
debe ser aceptado libremente por parte de los empleados. La actividad económica se
organiza de manera que las personas que organizan los medios de producción puedan
obtener un beneficio económico y aumentar su capital. Los bienes y servicios se
distribuyen mediante mecanismos de mercado, promoviendo la competencia entre
empresas. El aumento de capital, por medio de la inversión ayuda a la generación de
riqueza. Si los individuos persiguen el beneficio económico y la competencia en el
mercado, aumentará la riqueza. Y con el aumento de riqueza, aumentarán los recursos
disponibles.
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CUERPO DEL ENSAYO

EL SURGIMIENTO Y LA CONSOLIDACIÓN DEL CAPITALISMO MODERNO (1945-


1986)

Del Surgimiento y la Consolidación del Capitalismo moderno entre (1945-1986)


podemos decir que el desarrollo capitalista, que venía acelerándose en Colombia desde
las primeras décadas del siglo XX, se consolidó definitivamente en los años que
sucedieron a la segunda guerra mundial. En las cuatro décadas transcurridas desde
entonces, la economía colombiana pasó de ser rural a urbana y semi industrial.
Podemos analizar el conjunto de transformaciones que ha experimentado la economía
durante estos años. La primera parte presenta un panorama general del crecimiento
económico, los cambios estructurales y la distribución regional de la actividad
económica. La siguiente reseña la evolución del comercio exterior y los vaivenes del
proceso de industrialización. Posteriormente se analiza la transformación del agro y los
cambios en las políticas agropecuarias. La cuarta adelanta un estudio del crecimiento y
transformación del Estado. Y por último se concluye con una breve historia de las
organizaciones gremiales, del sindicalismo y de la distribución del ingreso desde 1945.

CRECIMIENTO Y CAMBIO ESTRUCTURAL


1. Las grandes tendencias del desarrollo colombiano en la posguerra.
Entre 1945 y 1986 el Producto Interno Bruto de Colombia se multiplicó por siete.
La tasa de crecimiento correspondiente (4.8% anual) dista de ser espectacular, según
veremos más adelante, pero es sin duda la más alta que haya registrado la economía
colombiana en su historia. La población experimentó un crecimiento también rápido, del
2.5% anual, que le permitió multiplicarse por 2.8 durante esos años. El ritmo de
crecimiento demográfico fue particularmente acelerado en los años cincuenta y
sesenta. En ese lapso, el descenso de la mortalidad, generado por la aplicación de la
medicina moderna y el mejoramiento en el nivel de vida de la población, no coincidió
con una disminución paralela de la fecundidad, y el crecimiento de la población alcanzó
así ritmos superiores al 3% anual (véase el cuadro 7. 1). Durante los años setenta el
descenso de la fecundidad y, en mucho menor escala, la emigración de la fuerza de
trabajo hacia el exterior, permitieron una disminución rápida del ritmo de crecimiento de
la población, que se redujo a sólo un 1.6% anual en el período inter censal 1973-1985 .
El crecimiento económico se vio acompañado de un cambio estructural de
grandes proporciones (véase el cuadro 7.2). En términos de la composición de la
actividad económica, el aspecto más notorio fue la fuerte reducción de la participación
del sector agropecuario en la economía. Todavía en 1945-1949 dicho sector
representaba más del 40% de la actividad económica del país; a comienzos de los años
ochenta, su participación se había reducido a menos del 23%. La disminución en el
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tamaño relativo del sector agropecuario dio paso al surgimiento y consolidación de


nuevas actividades económicas, en especial la industria manufacturera, pero también
los sectores de transporte, financiero, comunicaciones y servicios públicos modernos
(electricidad, gas y agua).
La consolidación de estos sectores tan dinámicos no se dio, sin embargo, en
forma simultánea. El avance relativo del sector manufacturero fue particularmente
rápido en las décadas del cuarenta y cincuenta, continuando el impulso que se había
iniciado en los treinta. Su avance fue menos notorio en los años sesenta y setenta y
presentó un importante retroceso durante la crisis económica de comienzos del
ochenta. Por el contrario, el fortalecimiento de los otros sectores dinámicos
mencionados en el párrafo anterior fue más continuo, lo que les permitió acrecentar su
participación en el Producto Interno Bruto del país de poco más del 8% en 1945-1949 a
más del 18% en 1980-1984.
Tal proceso de desarrollo permitió la acumulación de capital privado y social más
importante de la historia del país. En el frente privado, los aspectos más notorios fueron
la construcción de grandes fábricas modernas y empresas agroindustriales, de un
cuantioso parque automotor y de un enorme acervo de edificaciones de vivienda y
oficinas en las ciudades. No menos importante fue el aumento en los niveles de
educación y las capacidades técnicas de la fuerza de trabajo, que algunas escuelas
económicas identifican como un “capital humano”1. En el frente colectivo, lo más
notable fue la consolidación de una infraestructura de transportes y servicios públicos
modernos que, en el primer caso, reforzó la integración del mercado interno y de éste
con el resto del mundo.
La recomposición de la actividad económica y la acumulación de capital
provocaron una movilización de la población, cuya magnitud no tenía tampoco
antecedente en la historia anterior del país. En especial, la de la población rural hacia
las fronteras agropecuarias fue sustituida, como principal forma de migración interna,
por la concentración de la población en los núcleos urbanos. En efecto, la proporción de
la población que habita en las cabeceras municipales pasó de un 31% en 1938 a 39%
en 1951, 52% en 1964, 59% en 1973 y 67% en 1985. Las cuatro principales ciudades
del país dominaron el proceso, pasando de concentrar el 8% de la población en 1938 al
27% en 1985.
Los cambios en la composición de la actividad económica se reflejaron así
mismo en la estructura del empleo (véase el cuadro 7.3). Paralelamente al descenso en
la importancia relativa del sector agropecuario, la proporción de la población empleada
en actividades primarias (que incluyen al sector minero, relativamente pequeño en
Colombia) disminuyó del 62% en 1938 al 34% en 1984. Más aún, en este período el
sector primario sólo generó una quinta parte de los nuevos puestos de trabajo en el
país. El sector secundario (industria y construcción) elevó su participación del 17 al
21%, creando una cuarta parte de las nuevas ocupaciones. El grueso de los nuevos
puestos fue generado por el sector servicios, que acrecentó su participación en la
generación de ocupaciones del 21% en 1938 al 45% al 1984.
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Las transformaciones de la economía condujeron también a la consolidación de


las formas de trabajo asalariado típicas del capitalismo moderno (véase el cuadro 7.3).
El proceso avanzó en forma mucho más firme en las zonas urbanas. En efecto, en las
actividades no agropecuarias, el peso de los trabajadores asalariados (peones, obreros
y empleados) aumentó del 58% en 1938 al 71% en 1964. Aunque a partir de entonces
dicha proporción ha bajado levemente, debido al incremento de las actividades por
“cuenta propia”, el porcentaje de asalariados en las zonas urbanas ha continuado
siendo mucho más alto que en el sector rural. En este último, la importancia relativa de
la producción campesina y, en menor medida, de los pequeños arrendatarios rurales,
se ha mantenido hasta nuestros días, con lo cual la proporción de los trabajadores
asalariados en el campo ha fluctuado desde 1938 entre un 42 y un 46% de la fuerza de
trabajo rural, sin mostrar ninguna tendencia clara. Para la economía vista como un todo,
la proporción de trabajadores asalariados se ha elevado continuamente, desde un 51%
en 1938 acerca del 62% en 1985.
El proceso de movilización de la población hacia las ciudades fue traumático. La
violencia de las zonas rurales ha sido, hasta nuestros días, pero especialmente en las
dos décadas posteriores a la segunda guerra mundial, una de las grandes fuentes de
expulsión de la población rural. Las ciudades, a su vez, carecieron en todos los
momentos de las facilidades necesarias para albergar a los nuevos habitantes. De esta
manera se desarrollaron los grandes cinturones de miseria que todavía dominan el
panorama urbano del país. A su vez, la insuficiencia de puestos de trabajo centró por
primera vez la atención del país, en la década del sesenta, en el problema del
desempleo abierto, prácticamente desconocido en las zonas rurales. Igual o más
alarmante fue la proliferación en las ciudades de ocupaciones marginales y
relativamente improductivas, que de acuerdo con la moda internacional de una u otra
época recibieron diferentes denominaciones. Inicialmente, el fenómeno se conoció
como “subempleo” y “desempleo disfrazado”. Además, como la mayor parte de las
ocupaciones de este tipo se concentraron en el comercio y en algunos servicios, se
habló también de la “hipertrofia del sector terciario”. Más tarde se acuñó el término
“sector informal” para referirse al mismo fenómeno. La medición más completa,
realizada en junio de 1984 por el DANE, clasificó al 55.5% de los trabajadores en diez
ciudades del país como pertenecientes a dicho sector. La proporción tendía a ser más
baja en las ciudades grandes (en Bogotá era de un 51% ), pero llegaba a dos terceras
partes de la fuerza de trabajo en algunas ciudades intermedias.

CONCLUSIÓN
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En conclusión, el capitalismo moderno es una forma de hacer empobrecer más a


la población, atreves de ciertas normas que benefician a las grandes industrias las
cuales en comunión con el poder política han logrado establecer e imponer a leyes a su
conveniencia, por medio de imposición de salarios bajos, precios altos, monopolizando
el comercio.
También se puede decir que el capitalismo moderno es un manejo político de los
grandes empresarios que tienen poder y decisión sobre las altas instancias
gubernamentales y en conjunto imponen su monopolio afectando así a la clase obrera
imponiéndole leyes que los afectan cada vez más y los empobrecen con el fin de tener
al pueblo sometido en miseria y ellos haciéndose ricos a costas de la población
vulnerable.
El capitalismo moderno tiene un lugar muy importante en la economía ya que fue
muy importante para el crecimiento sostenible, ya que ayudo al crecimiento de la
producción, este sistema ayuda a que la oferta y la demanda se establezcan y con esto
se da un equilibrio entre ellos
Al reconocerse el trabajo mediante una remuneración o compensación los
dueños de las empresas iniciaron a exigir horas de trabajo más fuertes y fue así que los
trabajadores aceptaban por las necesidades que se tenían.
Este sistema fue de gran ayuda para las empresas ya que las producciones se
incrementaron y se inició a innovar para que de esta forma ingresaran al mercado,
aunque para algunos se provocó la desigualdad ya que se hizo más notable su
participación.

BIBLIOGRAFIA
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• Chiavenato, I. (1993) Administración de Recursos Humanos:


Liderazgo.2.ed. México: Editorial Atlas
• https://www.monografias.com/trabajos81/toma-decisiones-recursos-
humanos/toma-decisiones-recursos-humanos2.shtml
• Hernández, Roberto. (2004) Metodología de la Investigación. 2.ed. La
habana Editorial Félix Varela. Tomo I y II, 439p.
• https://retos-directivos.eae.es/estrategias-para-la-toma-de-decisiones-
empresariales/
• Marsán, Juan et. al. (1989) La organización del trabajo. La Habana:
Ediciones ISPJAE. Tomo I y II, 609p.
• https://www.gestiopolis.com/tecnicas-para-la-toma-de-decisiones/
• Viñas, Silvio et. al. (1984) Ergonomía. La Habana: Ediciones ISPJAE.
• https://www.clarin.com/buena-vida/tendencias/Tener-siempre-plan-
estrategia-vida_0_HJDQlbyowml.html

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