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Ensayo

El surgimiento y la consolidación del capitalismo moderno (1945-1986)

Presentado por:

Cesar Andres Coneo Garcia id 619591

Docente:

Francisco Javier Carmona

Nrc: 15866

Corporación universitaria minuto de dios- uniminuto Urabá

Programa administración de empresas- toma de decisiones

Apartado, Antioquia

2020
Ensayo
EL SURGIMIENTO Y LA CONSOLIDACIÓN DEL CAPITALISMO MODERNO (1945-1986)

Del Surgimiento y la Consolidación del Capitalismo moderno entre (1945-1986) podemos decir

que el desarrollo capitalista, que venía acelerándose en Colombia desde las primeras décadas del

siglo XX, se consolidó definitivamente en los años que sucedieron a la segunda guerra mundial.

En las cuatro décadas transcurridas desde entonces, la economía colombiana pasó de ser rural a

urbana y semi industrial. Podemos analizar el conjunto de transformaciones que ha

experimentado la economía durante estos años. La primera parte presenta un panorama general

del crecimiento económico, los cambios estructurales y la distribución regional de la actividad

económica. La siguiente reseña la evolución del comercio exterior y los vaivenes del proceso de

industrialización. Posteriormente se analiza la transformación del agro y los cambios en las

políticas agropecuarias. La cuarta adelanta un estudio del crecimiento y transformación del

Estado. Y por último se concluye con una breve historia de las organizaciones gremiales, del

sindicalismo y de la distribución del ingreso desde 1945.

CRECIMIENTO Y CAMBIO ESTRUCTURAL

Las grandes tendencias del desarrollo colombiano en la posguerra

Entre 1945 y 1986 el Producto Interno Bruto de Colombia se multiplicó por siete. La tasa de

crecimiento correspondiente (4.8% anual) dista de ser espectacular, según veremos más adelante,

pero es sin duda la más alta que haya registrado la economía colombiana en su historia. La

población experimentó un crecimiento también rápido, del 2.5% anual, que le permitió

multiplicarse por 2.8 durante esos años. El ritmo de crecimiento demográfico fue particularmente

acelerado en los años cincuenta y sesenta. En ese lapso, el descenso de la mortalidad, generado

por la aplicación de la medicina moderna y el mejoramiento en el nivel de vida de la población,


no coincidió con una disminución paralela de la fecundidad, y el crecimiento de la población

alcanzó así ritmos superiores al 3% anual. Durante los años setenta el descenso de la fecundidad

y, en mucho menor escala, la emigración de la fuerza de trabajo hacia el exterior, permitieron

una disminución rápida del ritmo de crecimiento de la población, que se redujo a sólo un 1.6%

anual en el período inter censal 1973-1985. El resultado neto del crecimiento económico y

demográfico fue un aumento en la producción por habitante del 2.2% anual, es decir, un 150%

en estas cuatro décadas.

Este crecimiento hizo parte de la bonanza más espectacular que haya experimentado la economía

mundial en su historia. Sin embargo, el crecimiento del producto por habitante en Colombia fue

apenas similar al del conjunto de América Latina y de los países en vías de desarrollo e inferior

al que experimentaron las economías más avanzadas. De esta manera, la distancia que separaba a

Colombia y a los países en desarrollo de las economías industrializadas, lejos de estrecharse

durante estos cuarenta años, tendió más bien a ampliarse.

El crecimiento económico se vio acompañado de un cambio estructural de grandes proporciones.

En términos de la composición de la actividad económica, el aspecto más notorio fue la fuerte

reducción de la participación del sector agropecuario en la economía. Todavía en 1945-1949

dicho sector representaba más del 40% de la actividad económica del país; a comienzos de los

años ochenta, su participación se había reducido a menos del 23%. La disminución en el tamaño

relativo del sector agropecuario dio paso al surgimiento y consolidación de nuevas actividades

económicas, en especial la industria manufacturera, pero también los sectores de transporte,

financiero, comunicaciones y servicios públicos modernos (electricidad, gas y agua). En

conjunto, éstos pasaron de representar el 23% de la actividad económica en la segunda mitad de


los años cuarenta, a cerca del 40% a comienzos de la década del ochenta.

La consolidación de estos sectores tan dinámicos no se dio, sin embargo, en forma simultánea. El

avance relativo del sector manufacturero fue particularmente rápido en las décadas del cuarenta y

cincuenta, continuando el impulso que se había iniciado en los treinta. Su avance fue menos

notorio en los años sesenta y setenta y presentó un importante retroceso durante la crisis

económica de comienzos del ochenta. Por el contrario, el fortalecimiento de los otros sectores

dinámicos mencionados en el párrafo anterior fue más continuo, lo que les permitió acrecentar su

participación en el Producto Interno Bruto del país de poco más del 8% en 1945-1949 a más del

18% en 1980-1984.

Tal proceso de desarrollo permitió la acumulación de capital privado y social más importante de

la historia del país. En el frente privado, los aspectos más notorios fueron la construcción de

grandes fábricas modernas y empresas agroindustriales, de un cuantioso parque automotor y de

un enorme acervo de edificaciones de vivienda y oficinas en las ciudades. No menos importante

fue el aumento en los niveles de educación y las capacidades técnicas de la fuerza de trabajo, que

algunas escuelas económicas identifican como un “capital humano”1. En el frente colectivo, lo

más notable fue la consolidación de una infraestructura de transportes y servicios públicos

modernos que, en el primer caso, reforzó la integración del mercado interno y de éste con el resto

del mundo.

La recomposición de la actividad económica y la acumulación de capital provocaron una

movilización de la población, cuya magnitud no tenía tampoco antecedente en la historia anterior

del país. En especial, la de la población rural hacia las fronteras agropecuarias fue sustituida,

como principal forma de migración interna, por la concentración de la población en los núcleos
urbanos. En efecto, la proporción de la población que habita en las cabeceras municipales pasó

de un 31% en 1938 a 39% en 1951, 52% en 1964, 59% en 1973 y 67% en 1985. Las cuatro

principales ciudades del país dominaron el proceso, pasando de concentrar el 8% de la población

en 1938 al 27% en 1985.

Los cambios en la composición de la actividad económica se reflejaron así mismo en la

estructura del empleo. Paralelamente al descenso en la importancia relativa del sector

agropecuario, la proporción de la población empleada en actividades primarias (que incluyen al

sector minero, relativamente pequeño en Colombia) disminuyó del 62% en 1938 al 34% en

1984. Más aún, en este período el sector primario sólo generó una quinta parte de los nuevos

puestos de trabajo en el país. El sector secundario (industria y construcción) elevó su

participación del 17 al 21%, creando una cuarta parte de las nuevas ocupaciones. El grueso de

los nuevos puestos fue generado por el sector servicios, que acrecentó su participación en la

generación de ocupaciones del 21% en 1938 al 45% en 1984.

Las transformaciones de la economía condujeron también a la consolidación de las formas de

trabajo asalariado típicas del capitalismo moderno. El proceso avanzó en forma mucho más

firme en las zonas urbanas. En efecto, en las actividades no agropecuarias, el peso de los

trabajadores asalariados (peones, obreros y empleados) aumentó del 58% en 1938 al 71% en

1964. Aunque a partir de entonces dicha proporción ha bajado levemente, debido al incremento

de las actividades por “cuenta propia”, el porcentaje de asalariados en las zonas urbanas ha

continuado siendo mucho más alto que en el sector rural. En este último, la importancia relativa

de la producción campesina y, en menor medida, de los pequeños arrendatarios rurales, se ha

mantenido hasta nuestros días, con lo cual la proporción de los trabajadores asalariados en el
campo ha fluctuado desde 1938 entre un 42 y un 46% de la fuerza de trabajo rural, sin mostrar

ninguna tendencia clara. Para la economía vista como un todo, la proporción de trabajadores

asalariados se ha elevado continuamente, desde un 51% en 1938 acerca del 62% en 1985.

El proceso de movilización de la población hacia las ciudades fue traumático. La violencia de las

zonas rurales ha sido, hasta nuestros días, pero especialmente en las dos décadas posteriores a la

segunda guerra mundial, una de las grandes fuentes de expulsión de la población rural. Las

ciudades, a su vez, carecieron en todos los momentos de las facilidades necesarias para albergar

a los nuevos habitantes. De esta manera se desarrollaron los grandes cinturones de miseria que

todavía dominan el panorama urbano del país. A su vez, la insuficiencia de puestos de trabajo

centró por primera vez la atención del país, en la década del sesenta, en el problema del

desempleo abierto, prácticamente desconocido en las zonas rurales. Igual o más alarmante fue la

proliferación en las ciudades de ocupaciones marginales y relativamente improductivas, que de

acuerdo con la moda internacional de una u otra época recibieron diferentes denominaciones.

Inicialmente, el fenómeno se conoció como “subempleo” y “desempleo disfrazado”. Además,

como la mayor parte de las ocupaciones de este tipo se concentraron en el comercio y en algunos

servicios, se habló también de la “hipertrofia del sector terciario”. Más tarde se acuñó el término

“sector informal” para referirse al mismo fenómeno. La medición más completa, realizada en

junio de 1984 por el DANE, clasificó al 55.5% de los trabajadores en diez ciudades del país

como pertenecientes a dicho sector. La proporción tendía a ser más baja en las ciudades grandes

(en Bogotá era de un 51% ), pero llegaba a dos terceras partes de la fuerza de trabajo en algunas

ciudades intermedias.
Bibliografía
Temin,p (2014).Useful Economics for the World Economy (MIT Press) and of The Leaderless
Economy

Recuperado: Antonio Argandoña, reformar el capitalismo

Recuperado: Annie Leonard,La historia de las cosas

Link: https://www.iberlibro.com/9780262528993/Keynes-Press-Useful-Economics-

World-0262528991/plp

Link: https://blog.iese.edu/antonioargandona/2019/12/19/reformar-el-capitalismo/

Link:

https://elpais.com/elpais/2016/10/10/alterconsumismo/1476080520_147608.html

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