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Fundamentos de Hematología PDF
Fundamentos de Hematología PDF
de hematología
Bernarda Ulloa Rosero
Mercedes Tapia Cadena
Cristina Toscano Gallardo
Carlos Pozo Larco
edimec 2017
Fundamentos
de hematología
Bernarda Ulloa Rosero
Mercedes Tapia Cadena
Cristina Toscano Gallardo
Carlos Pozo Larco
edimec 2017
ISBN 9978-978-13-119-0
© Derechos de la publicación
edimec
Edmundo Chiriboga N 47-72 y Jorge Aníbal Páez
Teléfono-facsímil: 2463402. 2463715. 0995007744. 0992546117
Quito,Ecuador
Tabla de contenidos
Prólogo v
Capítulo 1 Principios generales para la venopunción 1
Capítulo 2 Anticoagulantes usados en hematología 11
Capítulo 3 Frotis de sangre 17
Capítulo 4 Analizadores hematológicos automáticos o contadores hematológicos 35
Capítulo 5 Coagulación 55
Capítulo 6 Tipificación sanguínea 63
Capítulo 7 Velocidad de sedimentación globular 65
Capítulo 8 Recuento de reticulocitos 71
Capítulo 9 Alteraciones cuantitativas de la fórmula leucocitaria 75
Capítulo 10 Alteraciones cualitativas de la fórmula leucocitaria y alteraciones nucleares 79
Capítulo 11 Alteraciones de la serie roja 83
Bibliografía 95
iii
Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Prólogo
El término hematología deriva de los vocablos griegos haimato (αἱματο) sangre y logia (λογία) ciencia, conocimiento o tratado. Como
especialidad médica estudia, en individuos sanos y enfermos, a los elementos constitutivos de la sangre a fin de diagnosticar, tratar e
investigar patologías propias de la sangre o de los órganos hematopoyéticos (médula ósea, ganglios linfáticos y bazo). Además, su
campo de acción analiza la composición celular y sérica de la sangre, el proceso de coagulación, la formación de células sanguíneas, la
síntesis de la hemoglobina y los trastornos de éstos.
Examina a los elementos celulares (hematíes, leucocitos y plaquetas) y sus proporciones relativas, el estado general de las células y las
alteraciones que ocurren por diversas enfermedades. Cada elemento celular cumple funciones fisiológicas específicas, así, los hema-
tíes o glóbulos rojos tienen funciones importantes siendo el transporte de oxígeno y dióxido de carbono la más trascendental; los
leucocitos o glóbulos blancos son indispensables en el sistema inmunitario mientras que las plaquetas tienen un papel preponderante
en el proceso de coagulación de la sangre. Todas las células son necesarias en proporciones adecuadas, con recuentos celulares que
permiten cumplir roles particulares, por lo que la hematología identificará desequilibrios.
La sangre es un tejido que en conjunto le corresponde el 10±2% del peso corporal; está conformada por una parte líquida conocida
como plasma sanguíneo que es extraído en laboratorio a partir de sangre total o por centrifugación de muestras con anticoagulantes.
El plasma es una solución acuosa (5% del peso corporal; le corresponde entre el 55% a 65% de la sangre total) compuesta por agua
(90±2%), proteínas, electrolitos, factores de coagulación, moléculas orgánicas pequeñas, sustancia nitrogenada no proteica, vitaminas,
oligoelementos y hormonas, entre otras.
La fracción celular está constituida por hematíes o eritrocitos (7 a 8 µm de diámetro), plaquetas o trombocitos (2 a 3 µm de diámetro),
leucocitos granulocitos (12 a 15 µm de diámetro) y mononucleares. Los granulocitos o polimorfonucleares contienen gránulos cito-
plasmáticos que poseen diferente reacción frente a los colorantes. Otras células hemáticas son los neutrófilos (10-12 µm), eosinófilos
(10-15 µm), basófilos (10-12 µm) y mononucleares constituidos por monocitos (12-20 µm) y linfocitos (8-12 µm).
Las pruebas de laboratorio en hematología son variadas destacando por ser rutinarias el hemograma completo, análisis que permite el
recuento y verificación de los diferentes tipos de células que constituyen la sangre, manejados bajo parámetros clínicos internacio-
nalmente homologados. El texto incluye temas básicos y aplicables que todo estudiante de laboratorio clínico debe conocer y domi-
nar, desde la correcta toma de muestras basada en la ejecución correcta del procedimiento (principios generales para la venopun-
ción). Los siguientes capítulos referencian al lector en el uso de anticoagulantes, frotis de sangre, manejo de analizadores hematológi-
v
Prólogo
cos automáticos o contadores hematológicos, coagulación, tipificación sanguínea, velocidad de sedimentación globular, recuento de
reticulocitos, alteraciones cuantitativas-cualitativas de la fórmula leucocitaria con sus respectivas alteraciones nucleares y finalmente
las alteraciones de la serie roja.
El diagnóstico hematológico se sustentará en dos pilares: a) el estudio clínico al paciente por el médico y b) la minuciosa observación
microscópica de la sangre y de la médula ósea, que constituye el enfoque del libro.
Los autores
vi
Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Capítulo 1
Principios generales para la venopunción
Figura 1. Venopunción. Localización de las venas del miembro superior. Figura 2. Venopunción. Localización de las venas del dorso de la mano.
Fuente: Fuente:
http://www.hvn.es/servicios_asistenciales/hematologia/ficheros/guia_del_lshh.p http://www.hvn.es/servicios_asistenciales/hematologia/ficheros/guia_del_lshh
df .pdf
Las venas cubital, mediana y cefálica son utilizadas con más frecuencia para el procedimiento de punción. La vena cefálica es más
susceptible de presentar hematomas y tiene la mayor sensación dolorosa al punzarla. Cuando las venas de esta región no están dispo-
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Capítulo 1. Principios generales de la venopunción
nibles o no son accesibles, las venas del dorso de la mano pueden ser usadas para la venopunción. Las venas localizadas en la parte
distal del antebrazo, en la cara ventral no se recomienda puncionarlas por la proximidad de varias estructuras anatómicas como
tendones y nervios que pueden ser lesionados accidentalmente durante el procedimiento.
El arco venoso dorsal de la mano y la vena dorsal del metacarpo son más usados para el procedimiento de punción por ser venas de
mayor calibre. No deben ser puncionadas las venas de las extremidades inferiores, especialmente a nivel de los tobillos, por el alto
riesgo de provocar flebitis, trombosis o necrosis tisular.
La punción arterial no debe considerarse una alternativa para punción, debido a la dificultad de la canalización y posibles complicacio-
nes; si debe realizarse la punción será previa autorización médica.
Se recomienda evitar:
• Zonas que contengan grandes áreas de cicatrices por quemaduras.
• En caso de mastectomía, se debe consultar al médico antes de extraer sangre de zonas cercana a la misma, para evitar potencia-
les complicaciones derivadas de la linfostasis.
• La extracción de sangre en zonas con hematoma, puede dar resultados erróneos en las pruebas de laboratorio; si no existiera otra
opción, la muestra se debe extraer distalmente al mismo.
• Áreas con fístulas arteriovenosas, injertos vasculares o cánulas vasculares; no deben ser manipuladas para extraer sangre por
personal no autorizado.
• Evitar puncionar venas trombosadas por ser poco elásticas y tener paredes endurecidas.
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Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Solicitar al paciente que abra y cierre la mano; los movimientos de apertura de las manos reducen la presión
Movimiento
venosa y relajan los músculos.
Masajes Masajear suavemente el brazo del paciente (del puño hacia el codo).
Palpar con el dedo índice la superficie, esto ayuda a distinguir entre venas y arterias por la presencia de
Palpación pulsaciones; no utilizar el dedo pulgar por la baja sensibilidad de la percepción a las pulsaciones.
Fijar las venas con los dedos, en casos de flacidez.
Procedimiento mediante el cual, la persona que extrae la sangre, utiliza una o dos fuentes primarias de luz,
la primera de alta intensidad, la segunda LED.
El equipo transiluminador cutáneo es de gran ayuda para localizar las venas, a través de haces luminosos.
Fijar el torniquete con la técnica adecuada, deslizando el transiluminador por la piel, siempre adherido a la
superficie para que la luz no se disperse. Las venas se verán como líneas oscuras.
Transiluminación
Una vez definida cuál es la mejor zona para la punción, el transiluminador se fija en la región escogida,
evitando que obstruya el flujo sanguíneo.
Introducir la aguja, completando el procedimiento como lo indica la técnica.
El transiluminador se utiliza con buenos resultados en neonatos, niños, ancianos, obesos, personas hipoten-
sas y pacientes en los cuales la localización de las venas es difícil.
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Capítulo 1. Principios generales de la venopunción
Se sugiere realizar las extracciones sanguíneas con sistema de vacío, ya que aportan seguridad al profesional evitando exposición
accidental por autoinoculación y dos de los errores preanalíticos frecuentes: a) hemólisis de las células y b) incorrecto llenado del
tubo.
El profesional encargado deberá cumplir normas de bioseguridad estrictas y mantener la concentración durante todo el proceso.
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Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
3. Tubos para suero con activador de coágulo, con o sin gel separador (tapa roja o amarilla).
4. Tubos con heparina con o sin gel separador de plasma (tapa verde).
5. Tubos con EDTA
6. Tubos con fluoruro (tapa gris).
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Capítulo 1. Principios generales de la venopunción
Antiguamente se obtenía sangre capilar luego de puncionar el lóbulo auricular; actualmente su uso no se recomienda debido a que el
flujo sanguíneo que se obtiene es tan reducido que no es representativo de la sangre circulante. El área plantar central y la curvatura
posterior no deben puncionarse en lactantes pequeños, para evitar el riesgo de lesión y posible infección de los huesos del tarso
subyacentes, sobre todo en los recién nacidos. En lactantes, se pueden obtener muestras satisfactorias mediante una punción profun-
da de la superficie plantar del talón, el cual debe tener una temperatura moderadamente elevada, siendo necesario, en ocasiones
bañar al niño en agua caliente.
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Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
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Capítulo 1. Principios generales de la venopunción
Debe tenerse en cuenta que las jeringuillas de extracción arterial están heparinizadas, por lo que no pueden usarse para la estu-
dios de coagulación.
En la práctica diaria, pueden presentarse situaciones en las que no es posible usar otra opción que las descritas anteriormente, en
estos casos, debe informarse al laboratorio las características de la extracción y de la imposibilidad de realizarla de otra forma.
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Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Los valores en mujeres son significativamente menores comparado con los hombres. Aparte de la influencia hormonal en la hemato-
poyesis, es probable que la deficiencia de hierro sea otro factor que influya en esa diferencia; se desconoce en qué medida la mens-
truación se convierte en un elemento significativo, porque una pérdida de hasta 100 ml de sangre en cada período, puede producir
una depleción de hierro a pesar de que no exista anemia. Existen periodos menstruales más cortos y con sangrado abundante que
suelen ser controlados con anticonceptivos orales, ocasionando un aumento del hierro sérico sin que se afecten los valores de la
hemoglobina.
Se registran diferencias étnicas en los niveles de hemoglobina; los afrodescendientes tienen 5 a 10 g/l menos que sus homólogos
blancos en todas las edades e incluso 20 g/l en los 2 primeros años de vida.
Obtención de la muestra
El anticoagulante indicado es EDTA (tubo de tapa lila) con una relación anticoagulante/sangre 1:1.
Se homogeniza la muestra con la inversión suave del tubo, evitando la agitación enérgica que podría generar hemolisis.
El tiempo de recolección de la muestra debe ser mínimo, sobre todo cuando la muestra es obtenida mediante goteo o jeringuilla,
en donde la sangre entra en contacto con las paredes y se activa las fases de la coagulación, lo que imposibilita finalmente la reali-
zación del análisis.
La muestra en lo posible, no debe ser tomada de una misma extremidad donde se encuentre una vía de administración terapéutica,
pues resulta inevitable su mezcla y el resultado obtenido estará alterado.
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Capítulo 1. Principios generales de la venopunción
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Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Capítulo 2
Anticoagulantes usados en hematología
Anticoagulante EDTA
El anticoagulante EDTA (C10H16N2O8) o sal disódica, dipotásica o tripotásica del ácido etilendiaminotetraacético, actúa mediante un
efecto quelante sobre el calcio (Ca++), impidiendo el proceso de la coagulación al fijarlo. Este anticoagulante se utiliza fundamental-
mente para recuentos celulares, sobre todo en autoanalizadores y permite además, realizar el hematocrito y frotis sanguíneo hasta
dos horas después de extraída la muestra. Además, impide la aglutinación de plaquetas.
Las sales de potasio tienen ventaja sobre las de sodio, al ser más fácilmente solubles en sangre cuando se usa a partir del producto
sólido, sin embargo, las tres sales afectan el tamaño del eritrocito, especialmente después del almacenamiento de la sangre anticoa-
gulada por espacio de algunas horas.
Efectos del anticoagulante EDTA: el exceso de EDTA, independientemente de la sal utilizada, afecta tanto los hematíes y leucocitos,
produciendo su encogimiento y la aparición de cambios degenerativos. El EDTA por sobre 2 mg/ml de sangre puede ocasionar una
reducción significativa en el hematocrito por centrifugación y un aumento en la concentración de hemoglobina corpuscular media
(CHCM). Las plaquetas también se ven afectadas; el exceso de EDTA provoca su edema y desintegración, lo que da lugar a un recuento
plaquetario artificialmente elevado cuando los fragmentos suficientemente grandes son considerados como plaquetas normales. Por
tanto, debe asegurarse de que la cantidad de sangre añadida sea la correcta y que gracias a inversiones repetidas del contenedor, el
anticoagulante se mezcle completamente con la sangre.
Es posible que en las extensiones sanguíneas realizadas con EDTA no puedan observarse los punteados basófilos de los hematíes en
casos de intoxicación por plomo. También se ha demostrado que el EDTA produce una leucoaglutinación, que afecta tanto a los
neutrófilos y linfocitos siendo además responsable de la actividad de un autoanticuerpo antiplaquetario, el cual aparece de forma
natural y puede en ocasiones, causar la adherencia de las plaquetas a los neutrófilos en las extensiones sanguíneas. Se ha observado
que la activación de los monocitos, mediada por la liberación del factor tisular y por la actividad del factor de necrosis tumoral, es
menor al usar como anticoagulante al EDTA comparado con el citrato y la heparina. De forma similar, altera la activación de los neu-
trófilos mediada por la liberación de la lactoferrina inducida por los lipopolisacáridos. Parece que el EDTA también suprime la degranu-
lación plaquetaria.
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Capítulo 2. Anticoagulantes usados en hematología
Citrato trisódico
El citrato trisódico (C6H5O7Na3), impide que el calcio se ionice, interfiriendo la coagulación. Se utiliza para realizar las pruebas de
hemostasia en una proporción sangre anticoagulante de 9:1; permite realizar la prueba de velocidad de eritrosedimentación con una
proporción sangre anticoagulante de 4:1. El citrato sódico se utiliza a una concentración de 0,106 mol/l (31,3 g/l de C6H5O7Na3.2H2O).
Los recuentos de hematíes, leucocitos, plaquetas e índices eritrocitarios permanecen estables durante las 8 horas posteriores a la
toma de la muestra de sangre; luego, los hematíes comienzan a modificarse, el hematocrito y el VCM se incrementan, aumenta la
fragilidad osmótica y disminuye la VSG. Cuando la sangre se mantiene a 4°C, los efectos de los anticoagulantes sobre el recuento
sanguíneo son generalmente insignificantes las primeras 24 horas. Para diversas determinaciones, se puede conservar la sangre de
forma segura en el refrigerador, tomando precauciones que no se congele. Se advierte que es preferible realizar el recuento de leuco-
citos y sobre todo de plaquetas antes de transcurridas 2 horas de la toma de la muestra. La reducción en el recuento leucocitario y la
reducción progresiva en el recuento linfocitario absoluto pueden ser notables luego de pocas horas, sobre todo si existe una cantidad
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Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Un almacenamiento superior a 24 horas a 4°C produce datos falsos en los recuentos diferenciales automatizados de leucocitos, sin
descontar que la magnitud de las variaciones depende también de las prestaciones del instrumento y de las recomendaciones del
fabricante, que deben seguirse cuando se utiliza un método automático para este procedimiento.
Un estudio, en el que se utilizó un analizador de apertura-impedancia para el análisis de sangre dejada a temperatura ambiente,
mostró que el recuento de leucocitos y neutrófilos permanecía estable durante 2 a 3 días, pero el resto de los leucocitos sólo perma-
necieron estables durante unas pocas horas.
Los recuentos de reticulocitos no se modifican cuando la sangre se mantiene con un anticoagulante ya sea EDTA o ACD, durante 24
horas a 4°C; a temperatura ambiente el recuento comienza a disminuir a partir de las 6 horas. Los hematíes nucleados desaparecen de
la muestra sanguínea de 1 a 2 días expuestos a temperatura ambiente.
La concentración de hemoglobina se mantiene sin cambios durante varios días, siempre y cuando, la muestra no sufra modificaciones
en su presentación, relacionadas con la contaminación expresada a través del enturbiamiento o decoloración de la misma. Sin embar-
go, con 2 a 3 días de exposición a una temperatura ambiente alta, la sangre comienza a lisarse y produce disminución en los recuentos
de hematíes y en el HCT, con un aumento de la HCM y de la CHCM.
La estabilidad de las pruebas de coagulación es fundamental para el diagnóstico y el tratamiento de las coagulopatías; estas pruebas
deben efectuarse cabo a las 2 horas cuando la sangre o el plasma se han almacenado de 22°C a 24°C, máximo luego de 4 horas con un
almacenamiento a 4°C, a las 2 semanas a –20°C y a los 6 meses a –70°C. Para las pruebas en plasma o suero, la sangre debe centrifu-
garse dentro de un plazo de 5 horas posteriores a la toma de la muestra.
Para análisis de vitamina B y folato, se debe mantener el suero o el plasma a 4°C o a –20°C si es necesario un almacenamiento superior
a 2 ó 3 semanas. En el almacenamiento a largo plazo, debe dividirse la muestra en varias submuestras para evitar congelaciones y
descongelaciones repetidas.
El manejo inapropiado de muestras sanguíneas durante el transporte al laboratorio, por ejemplo la agitación excesiva, puede causar
hemólisis, coagulación parcial y desintegración celular. El envío de las muestras necesita un empaquetado especial.
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Capítulo 2. Anticoagulantes usados en hematología
cambios no son únicamente el resultado de la presencia de un determinado anticoagulante, ya que pueden ocurrir también en la
sangre desfibrinada. Independientemente del anticoagulante usado, las extensiones hechas con sangre que ha permanecido durante
menos de 1 hora a temperatura ambiente no se distinguen fácilmente de las realizadas a la posterior toma de la muestra de sangre. A
las 3 horas puede comenzar a observarse cambios y a las 12 a 18 horas, estos cambios se muestran más acentuados. Existe afectación
de algunos aunque no de todos los neutrófilos; sus núcleos pueden teñirse de forma más homogénea que en la sangre fresca, los
lóbulos nucleares pueden separarse y el borde citoplasmático a veces se presenta deshilachado o menos definido y finalmente, apare-
cen pequeñas vacuolas en el citoplasma.
El exceso de EDTA origina un grado notable de espiculación a las pocas horas. Todos los cambios previamente mencionados están
retardados, aunque no abolidos si la sangre se mantiene a 4°C. Su aparición subraya la importancia de hacer las extensiones tan
pronto como sea posible tras la toma de la muestra de sangre. No obstante, como norma, es aceptable un retraso de hasta de 3 horas.
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Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Estas modificaciones producidas por la aparición de artefactos deben distinguirse de la apoptosis (proceso controlado de muerte
celular programada) que se produce cuando las citocinas y los factores de crecimiento que regulan la supervivencia celular, se deple-
tan o inhiben, siendo la disfunción mitocondrial el evento clave.
Los neutrófilos en apoptosis, con un único cuerpo apoptósico pueden confundirse con
hematíes nucleados, si no se valoran las características citoplasmáticas. Los restos
celulares se eliminan de la circulación por fagocitosis y habitualmente, en las extensio- Figura 6. Células en apoptosis
nes sólo se observa una célula apoptósica ocasional rodeada de células normales. Las Fuente: Dacie y Lewis. Hematología Práctica. 2008
células apoptósicas pueden verse con mayor frecuencia en las leucemias.
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Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Capítulo 3
Frotis de sangre
Cuando las extensiones no se hacen al momento de la punción, deben realizarse en el laboratorio sin demora, tan pronto como se
reciban las muestras. Sobre un portaobjetos perfectamente limpio, se coloca en un extremo una gota pequeña de sangre recién
obtenida, sea de una punción digital, del talón (pediatría) o la última gota que se encuentra en la luz de la aguja cuando se extrae con
jeringuilla. Es recomendable evitar usar sangre con anticoagulantes porque altera la morfología de las células.
Un extendido obtenido con este procedimiento poseerá tres áreas de diferente espesor y con una distribución distinta de leucocitos
por cada una de ellas (Figura 2).
1. Zona excesivamente gruesa: se encuentra en la región inmediata al punto de partida de la extensión (cabeza). En ella existe siem-
pre un mayor número de linfocitos.
2. Zona excesivamente fina: corresponde al final de la extensión (cola) y en ésta se observa un exceso de granulocitos y monocitos.
3. Zona ideal: región central (cuerpo), donde existe un reparto equilibrado de las células.
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Capítulo 3. Frotis de sangre
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Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Si tuvieran que elegir entre un extendido largo y uno corto, es preferible el segundo, pero lo ideal es que ocupe tres cuartas
partes de la lámina.
Se recomienda el frotis delgado, cuidando de que no sea excesivamente fino por presentar inconvenientes: los hematíes apare-
cen poligonales con su claridad central desaparecida, las plaquetas se destruyen y los leucocitos resultan rotos o distorsionados.
Nunca debe llevarse la gota de sangre por delante del extensor porque produciría erosión de las células.
Un buen extendido luce como una “pincelada sobre vidrio”.
Aunque el frotis sea ideal y el reparto homogéneo, no se puede evitar una cierta segregación de los elementos. Los linfocitos más
pequeños predominan en el centro de la extensión. Los polimorfonucleares y los monocitos son atraídos hacia los bordes y cola.
Importante
Lave y seque el extensor entre una y otra extensión.
Los portaobjetos nuevos deben ser desengrasados con agua jabonosa y luego enjuagados minuciosamente.
En frotis arrastrados todos los elementos que están en la cola deben rechazarse para la fórmula.
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Capítulo 3. Frotis de sangre
Fórmula leucocitaria
Contar por lo menos 100 leucocitos anotando la cantidad de cada uno de ellos para establecer los porcentajes; se referirá el valor de
recuento de glóbulos blancos para cada tipo de leucocitos en valores absolutos por mm3 de sangre. El recuento de 100 elementos
resulta relativamente sencillo en pacientes con valores absolutos de GB dentro de los valores de referencia. En el caso de pacientes
leucopénicos con recuento bajo en una relación de 1500 GB/mm3, resultará muy difícil llegar a encontrar 100 elementos para poder
expresar el porcentaje por lo que es aconsejable expresar literalmente lo que se observó en el preparado. Si en un recuento de un
frotis en un paciente leucopénico se logró contar 80 elementos (puede ser 70 o 90 elementos dependiendo del tiempo utilizado y del
grado de leucopenia del paciente) lo aconsejable es expresar los resultados de la siguiente manera: de 80 elementos contados, tantos
son neutrófilos, eosinófilos, linfocitos, etc. Es decir, se expresa cuantos elementos de cada serie se observó en el total de glóbulos
blancos contados y no en porcentaje.
Los valores de los neutrófilos en personas de raza negra son ligeramente menores. No existe variación de la fórmula leucocitaria según
el sexo, pero sí según la edad.
Nacimiento: 70% de neutrófilos.
Primera semana: 50% de neutrófilos y 50% de linfocitos.
Segunda semana: 65% de linfocitos y 25% de neutrófilos
3 a 4 años: 50% de linfocitos y 50% de neutrófilos.
10 a 12 años: valores de referencia del adulto.
Descripción de cada uno de los elementos que componen una fórmula normal
Neutrófilo: tamaño de 9 a 15 m de diámetro. Núcleo lobulado (2 a 5 lóbulos). Los lóbulos están unidos entre sí por filamentos croma-
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Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
tínicos muy delgados. La cromatina es condensada. Es una célula terminal. Mide aproximadamente 12m. El citoplasma es abundante
y rosado, cubierto por una granulación fina específica de color pardo rojo rosado.
Neutrófilos en cayado: tamaño de 9 a 15m de diámetro, sólo se diferencia del anterior por su núcleo no lobulado en forma de C y a
veces en forma de S. No existe una zona muy delgada de material nuclear que permita diferenciar dos lóbulos.
Eosinófilo: mide aproximadamente 13 m. El núcleo no tiene más de 2 a 3 lóbulos, con predominio del bisegmentado en forma de
anteojo. El citoplasma es abundante y está cubierto de granulaciones esféricas de mayor tamaño que las observadas en el neutrófilo.
Se colorean de anaranjado.
Basófilos: mide aproximadamente 10 m. El núcleo está irregularmente lobulado, la cromatina es densa, la masa nuclear es volumino-
sa con relación al citoplasma. Las granulaciones son groseras e irregulares en forma y tamaño, pudiendo quedar superpuestas al
núcleo, cubriéndolo parcialmente.
Linfocitos: célula generalmente pequeña de 7 m pero puede llegar hasta 12. La forma más pequeña posee sólo un escaso anillo de
citoplasma color celeste. Alrededor de un 10% de los linfocitos circulantes son células más grandes y con citoplasma más abundante.
El núcleo por lo general es redondo, pero puede tener una escotadura. La cromatina es densa.
Monocito: es el leucocito normal de mayor tamaño 12 a 20 m, con un promedio de 18 m de diámetro. El núcleo presenta forma
irregular y variada, la cromatina es esponjosa. La proporción núcleo-citoplasma es aproximadamente igual; el citoplasma se tiñe de
celeste plomizo y no presenta granulaciones.
Hematocrito (HCT)
El hematocrito (HCT) es la relación existente entre el volumen de eritrocitos y el volumen total de sangre, expresado como porcentaje.
Está directamente relacionado con la concentración de hemoglobina, por lo que su determinación constituye el procedimiento más
simple para el diagnóstico de anemia. Así, un descenso del hematocrito es indicativo de anemia, mientras que el aumento lo es de
poliglobulia. El método de referencia para la determinación del HCT es la centrifugación de sangre total en tubo capilar (microméto-
do); como técnica es sencilla, barata y accesible a laboratorios de baja complejidad. Puede emplearse un tubo de Wintrobe (macromé-
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Capítulo 3. Frotis de sangre
todo), este procedimiento no es tan recomendable debido a su mayor inexactitud e imprecisión. Ambos métodos se basan en medir el
empaquetamiento de la columna de eritrocitos, cuando la sangre total con anticoagulante se somete a la acción de una fuerza centrí-
fuga. Por ello, entre sus factores de error está el plasma que queda atrapado entre los eritrocitos empaquetados y el posible efecto de
leucocitos y plaquetas en la lectura.
En la actualidad, todos los autoanalizadores hematológicos suministran, dentro del contexto del hemograma automatizado, un valor
de HCT que resulta de un cálculo electrónico a partir del Volumen Corpuscular Medio (obtenido por conductividad o campo oscuro) y
la concentración de eritrocitos. Obviamente, este valor obtenido electrónicamente difiere del obtenido por centrifugación, en que no
considera el efecto del plasma atrapado entre los eritrocitos, ni el efecto de las restantes células sanguíneas, por lo que es siempre
algo inferior (0,2-0,3 %).
Tanto el HCT por microcentrifugación o por métodos automatizados, son un buen parámetro del estado de la serie eritroide. El HCT
refleja la concentración y no la masa total de glóbulos rojos. Por ejemplo, en un paciente en estado de choque acompañado de hemo-
concentración, el HCT puede ser normal o alto, aun cuando la masa eritrocitaria total esté disminuida por la pérdida de sangre. Por lo
tanto, no es confiable como indicador de anemia después de una hemorragia o una transfusión.
Determinación del hematocrito: el método automático de determinación del hematocrito se basa en el cálculo matemático a partir
del Volumen Corpuscular Medio (VCM) y el número de hematíes (HCT = n de hematíes x VCM)
Valores de referencia: el valor de HCT varía con la edad y el sexo. Se indican los valores medios 2 DE (ver tabla 2).
Micrométodo (microhematocrito): técnica muy utilizada por necesitar poca cantidad de sangre, es sencilla y simultáneamente se
procesan numerosas muestras en poco tiempo. Utiliza tubos capilares de vidrio de 7 a 7,5 cm de longitud por 1 mm de diámetro
interno. Algunos son heparinizados y otros no, dependiendo del tipo de muestra (sangre entera anticoagulada o sangre capilar). Si se
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Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Llenar el tubo capilar hasta que se complete tres cuartas partes de su capacidad con sangre (aproximadamente 50 l). El llenado
de los tubos se realiza por capilaridad, favoreciendo el proceso inclinando el capilar hacia abajo a medida que se va llenando.
Limpiar con papel o gasa el capilar y tapar el extremo limpio con plastilina. Una vez cerrados se colocan los capilares en la centrí-
fuga con el extremo del capilar cerrado hacia fuera y de modo que quede perfectamente equilibrada. Se centrifugan durante cinco
minutos a 12.000 rpm. Tan pronto se detiene la centrífuga se extraen los capilares y se procede a su lectura. Esta se puede realizar
con los lectores de hematocrito, que nos darán el resultado directamente o con una regla milimetrada, aplicando la siguiente regla
de tres:
La determinación del HCT debe realizarse por duplicado y la diferencia entre los dos valores obtenidos, no será superior a 0,01.
Causas de error: usualmente curren fugas de la muestra al no quedar bien sellado el capilar y generan un valor erróneo al perderse
mayor proporción de células que de plasma. Se señalan otras circunstancias que deben ser consideradas:
El uso de anticoagulantes líquidos provoca un error por dilución de la muestra.
En muestras capilares, no descartar la primera gota produce una mezcla con los líquidos tisulares que provoca hemodilución.
En muestras de sangre venosa, el lazo colocado durante un cierto tiempo produce hemoconcentración.
La lectura no inmediata de los capilares, provoca que el sedimento de hematíes vaya tomando forma de bisel, si el capilar perma-
nece en posición horizontal.
Durante 4 meses (120 días), los eritrocitos con un contenido normal de hemoglobina se someten a los rigores de la circulación. Los
glóbulos rojos son estirados, retorcidos golpeados y apretados a medida que van circulando a través de la corriente sanguínea.
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Capítulo 3. Frotis de sangre
Estructura: la molécula de hemoglobina consta de dos estructuras primarias: la porción hemo que en su estructura consta de cuatro
átomos en estado ferroso (Fe2 +), rodeados por protoporfirina IX o anillo de porfirina, una estructura formada en los glóbulos rojos
nucleados. La protoporfirina IX es el producto final en la síntesis de la molécula hemo que resulta de una interacción de la succinil
coenzima A y el ácido δ–aminolevulínico en la mitocondria de los glóbulos rojos nucleados.
Varios productos intermedios son formados, incluyendo el porfobilinógeno, el uroporfirinógeno y la coproporfirina. Cuando el hierro
es incorporado, este se combina con la protoporfirina para formar la molécula hemo completa. Defectos de cualquiera de estos
productos intermediarios pueden perjudicar la función de la hemoglobina.
La porción de globina consta de aminoácidos unidos entre sí para formar una cadena polipeptídica, un brazalete de aminoácidos. Las
cadenas más predominantes para la hemoglobina del adulto son las cadenas α y β. Las cadenas α tienen 141 aminoácidos en una
disposición única y las cadenas β tienen 146 aminoácidos en una disposición única. Las porciones hemo y globina de la molécula en la
hemoglobina están unidas entre sí por enlaces químicos.
El 2,3 difosfoglicerato (2,3-DPG) es una sustancia producida por vía de la ruta de Embden Meyerhof durante la glicólisis anaeróbica.
Está íntimamente relacionada con la afinidad de la Hb por el oxígeno.
Cada molécula de hemoglobina consta de cuatro grupos hemo con hierro en el centro y dos pares de cadenas de globina. La hemoglo-
bina comienza a ser sintetizada en la etapa de normoblasto policromático (fase del desarrollo de los glóbulos rojos). Esta síntesis es
visualizada por el cambio en el color citoplasmático, desde un azul profundo a un color citoplásmico de matiz lavanda.
De toda la hemoglobina, el 65 % es sintetizada antes de que el núcleo del glóbulo rojo sea extruido, el 35 % adicional sintetizado en la
fase de reticulocito. Los glóbulos rojos maduros normales tienen un complemento lleno de hemoglobina, el cual ocupa poco menos de
la mitad del área superficial del mismo.
Genética y formación de la cadena de hemoglobina: tres tipos de hemoglobina son sintetizados: hemoglobina embrionaria, hemoglo-
bina fetal y hemoglobina de adulto. Cada uno de estos tipos de hemoglobina tiene un arreglo específico de las cadenas de globina y
cada cadena de globina es controlada por un cromosoma específico. El cromosoma 11 contiene los genes para la producción de las
cadenas épsilon (ε), beta (β), gamma (γ) y delta (δ). Cada progenitor contribuye con un gen para la producción de cada una de estas
cadenas. Toda persona tiene dos genes para la producción de cualquiera de estas cadenas, uno procede de la madre y el otro del
padre.
24
Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
El cromosoma 16 es responsable por los genes alfa (α) y zeta (θ). Existen dos genes en el cromosoma para la producción de las cade-
nas alfa y un gen para la producción de las cadenas zeta, por lo que, cada progenitor contribuye con dos genes para la producción de
las cadenas alfa y gen para la producción de las cadenas zeta. Por lo anterior, toda persona tiene cuatro genes para la producción de
las cadenas alfa (dos de cada progenitor) y dos para las cadenas zeta (uno de cada progenitor).
Las cadenas alfa son un componente constante de cada una de las hemoglobinas del adulto (Hb A, HbA 2, HbF), cada hemoglobina
tiene obligatoriamente dos cadenas alfa como parte de su configuración química. Las cadenas épsilon y zeta están reservadas para la
producción de la hemoglobina embrionaria; cuando el embrión se desarrolla, la Hb gower I formada por las cadenas (α2, ε2) y la Hb de
Portland (γ2, ζ2 ) son sintetizadas y permanecen en el embrión por tres meses. Estas hemoglobinas no participan en la entrega del
oxígeno.
La Hg F (α2, γ2 ) hemoglobina fetal, comienza a ser sintetizada aproximadamente al tercer mes del desarrollo fetal y permanece como la
principal hemoglobina al momento del nacimiento. La cantidad de cadenas gamma desciende y la cantidad de cadenas beta se incre-
menta entre los meses 3 a 6 después del parto, haciendo la Hb A (α2, β2 ) sea la principal hemoglobina del adulto (95% a 98%). La Hb A2
(α2,δ2) le corresponde entre el 3% a 5% y la Hb F menos del 1%, siendo también parte del complemento de la hemoglobina normal del
adulto.
La posición única de los aminoácidos en cada cadena y la especificidad de los mismos, son esenciales para la función normal de la
molécula de hemoglobina. Anomalías en la síntesis o en la estructura de las cadenas proteicas pueden conducir a defectos de la
hemoglobina.
Estos son cambios alostéricos; el término se relaciona con la forma en que la hemoglobina es capaz de rotar sobre su eje, determina la
acción de los puentes de sal entre las estructuras de globinas y dicta el movimiento de 2,3-DPG. La molécula de hemoglobina aparece
en una forma tensa y relajada. Cuando está tensa, la hemoglobina no está oxigenada, el 2,3–DPG se sitúa en el centro de la molécula y
25
Capítulo 3. Frotis de sangre
los puentes de sal entre las cadenas de globina están en su sitio. Cuando está oxigenada toma la forma relajada, el 2,3-DPG es expul-
sado, los puentes de sal se rompen y la molécula es capaz de cargar totalmente el oxígeno.
Materiales • Espectrofotómetro o fotocolorímetro: estos instrumentos deben ser calibrados periódicamente mediante la
solución patrón de HiCN, preparada de acuerdo a las especificaciones del International Committee for Stan-
dardization in Haematology (ICSH)
• Tubos: 12 x 100 mm.
• Sangre venosa total anticoagulada con EDTA-K3 (1,5 mg/ml) o con heparina (10 UI/ml). Puede emplearse
sangre capilar.
• Pipetas volumétricas de vidrio y de 5 ml.
• Pipetas automáticas de 20 µl, debidamente calibradas.
• Reactivo de cianmetahemoglobina (reactivo de Drabkin).
• Composición (pH 7-7,4).
• El detergente no iónico facilita la solubilización de proteínas insolubles y acelera la transformación de la
hemoglobina en HiCN, de forma que aquella se completa en 5 minutos. Este reactivo debe tener un color
amarillo pálido, ser completamente transparente y tener un pH entre 7 y 7,4. La lectura de absorbancia a
540 nm utilizando agua destilada como blanco debe ser igual a cero. Para su conservación utilizar botellas de
vidrio de borosilicato (opacas) y mantener a temperatura ambiente (el frío modifica el color del reactivo).
• Patrón de referencia (solución comercial): es una solución de HiCN cuya absorbancia corresponde a una
determinada concentración de hemoglobina. Todo patrón de referencia de HiCN debe cumplir las especifi-
caciones del llamado patrón primario de HiCN (detalladas en el punto siguiente).
• Patrón primario de HiCN: se suministra a centros o personas relacionadas con programas oficiales reconoci-
dos para la estandarización y el control de calidad. Este patrón, es una solución muy estable de cianme-
tahemoglobina cuyas propiedades y características fisicoquímicas han sido definidas por el ICSH en base al
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Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
27
Capítulo 3. Frotis de sangre
ción de HiCN conocida y decreciente a partir del patrón de HiCN mediante diluciones sucesivas en reactivo
de cianmetahemoglobina
La concentración de hemoglobina correspondiente a cada tubo se determina a partir del grado de dilución y
del valor indicado en la ampolla del patrón de HiCN. Una vez preparadas las soluciones patrón, se inicia la
lectura a 540 nm del tubo que contiene sólo reactivo (tubo 5) y se ajusta la absorción (100% de transmitan-
cia).
Luego, partiendo de la solución de HiCN más diluida (tubo 5) se leen las restantes soluciones patrón. Final-
mente, la relación entre los valores de Abs obtenidos y los correspondientes de concentración de hemoglo-
bina se representan en un gráfico con los valores de Abs en las coordenadas y la concentración de hemoglo-
bina en las abscisas.
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Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Causas de error en la determinación de la concentración de hemoglobina: la determinación de hemoglobina está sometida a posibles
errores que deben ser considerados, algunos obedecen a características peculiares del espécimen como es la presencia de hiperlipe-
mia o leucocitosis intensa (50x109/l). No obstante, la mayoría de las veces los errores se deben a defectos técnicos en la manipula-
ción y el análisis del espécimen.
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Capítulo 3. Frotis de sangre
Figura 5. Espectro de absorción de la solución de HiCN y del Figura 6. Curva de calibración elaborada a partir de una solución
reactivo de Drabkin. de cianmetahemoglobina de concentración conocida.
Fuente: 946986126. Guía 2012 trabajo práctico Hematología. Fuente: 946986126. Guía 2012 trabajo práctico Hematología.
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Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
perior y vertical exterior o de lo contrario todos los leucocitos adheridos a la línea horizontal inferior y vertical interior.
Valores de referencia: si el valor obtenido (leucocitos/mm3 de sangre) es menor a 2500, se repite nuevamente el recuento empleando
una dilución 1:10. Si por el contrario el número resulta notablemente elevado se emplean diluciones 1:100 o 1:200. Para el cálculo se
emplea la siguiente fórmula:
Recuento de plaquetas
1) Obtener sangre por punción venosa con anticoagulante EDTA (0,342 mol/l),
en tubos plásticos.
2) Homogenizar adecuadamente la muestra y tomar 100 l que se colocan en
otro tubo plástico que contenga 1,9 ml de oxalato de amonio 1%. La solución
hipotónica de oxalato de amonio en agua destilada induce hemólisis.
3) Incubar 10 a 15 minutos para permitir la hemólisis.
4) Cargar la cámara de Neubauer con el hemolizado y dejar que sedimenten las
plaquetas en ambiente húmedo; se recomienda colocar la cámara dentro de
una cápsula de Petri conteniendo un trozo de algodón humedecido. Figura 8. Recuento de plaquetas.
5) Incubar 10 a 15 minutos en atmósfera húmeda. Fuente: http://andyoeml.blogspot.com/p/cámara-de-
6) Efectuar el recuento en microscopio en el reticulado central de la cámara (el neubauer.html
que está dividido en 400 cuadrados pequeños comprendidos en 1 mm2). Se eligen 5 de los cuadrados que se encuentran subdivi-
didos en 16 cuadraditos, como se muestra a continuación. La superficie de este cuadrado central es de 1 mm2 y la cámara tiene
una profundidad de 0,1 mm.
31
Capítulo 3. Frotis de sangre
7) Contar los 4 cuadrados de los extremos y el cuadrado central (por ende, serán 5 cuadrados con 16 cuadraditos c/u, o sea 80
cuadraditos).
8) Cálculo: sumar las plaquetas contadas en los 5 cuadrados y multiplicar por 1000 para obtener el número de plaquetas por mm 3. El
factor 1000 surge del producto:
20 𝑥 400
= 1000/𝑚𝑚3
80 𝑥 0,1 𝑚𝑚3
Donde 20 es el factor de dilución, 400 son los cuadraditos totales y 80 los cuadraditos contados. El volumen total del cuadrante es
de 0,1 mm3.
Observaciones: actualmente, los recuentos de plaquetas se realizan de forma automatizada en contadores hematológicos o en conta-
dores específicos, habiéndose logrado un alto nivel de precisión (incluso en trombocitopenias). El recuento manual suele efectuarse
para la comprobación de la cifra de plaquetas en trombocitopenias graves y en el caso de plaquetas gigantes en las que el recuento
automático no es fiable. Los valores plaquetarios de referencia en adultos es 150x109/l a 400x109/l.
El líquido diluyente es la solución fisiológica o citrato de sodio al 3,8% o solución de Hayem (HgCl2 0,25%, Na2 SO4 2,5%, NaCl 0,5%).
La dilución empleada es de 1/200, para lo cual se mide exactamente:
- Solución fisiológica o citratada: 3,98 ml
- Sangre: 0,02 ml
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Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
− Con la dilución indicada, luego de agitar adecuadamente, se carga la cámara y se cuentan los glóbulos rojos de los 80 cuadrados
pequeños (zona sombreada). La cámara puede ser cargada con un capilar, evitando que queden burbujas y que la misma sea car-
gada uniformemente.
𝑁 𝑥 𝐷 𝑥 𝐹𝐶 𝑥 𝑆𝑇
= 𝑛° 𝑑𝑒 𝑔𝑙ó𝑏𝑢𝑙𝑜𝑠 𝑟𝑜𝑗𝑜𝑠/𝑚𝑚3
𝑇𝐶
Dónde:
N: número de eritrocitos contados.
D: Título de la dilución realizada (200).
FC: Factor de corrección de la profundidad, para llevar a 1mm3 (10).
Figura 9. Recuento de glóbulos rojos.
ST: Total de cuadrados pequeños en la superficie de 1mm2 (400). Fuente: http://andyoeml.blogspot.com/p/camara-de-
TC: Total de cuadrados pequeños contados. neubauer.html
Causas de error en el recuento en cámara de Neubauer: el recuento manual de eritrocitos tiene un error del 10%, el cual puede
deberse a:
- Errores de extracción.
- Dilución o hemoconcentración.
- Coagulación parcial.
- Hemólisis.
- Mala homogeneización por agitación insuficiente de la sangre.
- Utilización de material mal calibrado, sucio o húmedo.
- Cámara de Neubauer mal ajustada, sucia o mojada.
- Llenado incompleto de la cámara Neubauer.
- Empleo de cubreobjetos deformable, no rígido.
- Células mal distribuidas en el fondo de la cámara.
- Errores del operador al realizar el recuento.
- Errores al efectuar los cálculos.
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Capítulo 3. Frotis de sangre
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Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Capítulo 4
Analizadores hematológicos automáticos o contadores hematológicos
Introducción
La biometría aporta al diagnóstico o confirma una diversidad de patologías que van desde la presencia de infecciones agudas y crónicas,
trastornos mieloproliferativos, mielodisplásicos, leucemias y otras alteraciones del sistema hematopoyético integral. En la actualidad,
la biometría hemática incluye contajes totales de glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas; contajes porcentuales de los diferentes
grupos de células de la serie blanca, valores de hemoglobina y hematocrito. Con la ayuda de fórmulas matemáticas se obtienen valores
calculados de hemoglobina corpuscular media (HCM), concentración de hemoglobina corpuscular media (CHCM) y volumen corpuscular
medio (VCM).
Los contadores hematológicos son equipos de última tecnología que utilizan múltiples aplicaciones físico químicas, que junto con la
informática, permiten analizar los diferentes parámetros que se incluye el hemograma. Estos equipos realizan sus análisis utilizando
diversos tipos de principios analíticos o tecnológicos, en forma aislada o combinando más de un principio. Todo este complejo procedi-
miento se realiza en cada muestra, sobre la base de un análisis individual de 32.000 células, en un tiempo cercano al minuto, lo que
demuestra su alto grado de eficacia y eficiencia, proporcionando alta credibilidad al resultado obtenido destacándose la oportunidad
con que se obtiene el resultado.
La utilización de estos principios analíticos en los diferentes parámetros puede resumirse así:
La impedancia electrónica y medición volumétrica ayuda al análisis de glóbulos blancos, glóbulos rojos, plaquetas y además permite
calcular el hematocrito.
La espectrofotometría ayuda al análisis de la hemoglobina.
La impedancia, la citometría de flujo y la citoquímica permiten la identificación de los leucocitos y la fórmula (5 diferenciales).
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Capítulo 4. Autoanalizadores hematológicos o contadores hematológicos
La impedancia, la citometría de flujo y la fluorescencia ayuda al análisis de reticulocitos con inmunofluorescencia radial (IRF) y los
CD.
Principios de operacionalización
La citometría de flujo utiliza el principio del enfoque hidrodinámico, el cual permite que la célula entre al centro del flujo circundante o
del fluido transportador. Las células individuales dispersan la luz, en la medida que pasan por una o más de las fuentes de luz para la
excitación. Los fluorocromos son excitados por una fuente alta de energía. Los detectores ópticos convierten la luz dispersa y emitida
desde las células en pulsos electrónicos; esta luz se envía a diferentes detectores usando filtros ópticos para posteriormente los pulsos
o señales eléctricas sean procesados para el análisis, clasificación, categorización o separación de células y almacenamiento de datos.
La inmunofenotipificación es útil para distinguir una leucemia linfoide aguda de una mieloide aguda y categorizar las leucemias linfoides
y mieloides; su utilidad radica en la clasificación de los linfomas, evaluación de la respuesta terapéutica y detección de la enfermedad
residual mínima después del tratamiento.
Otras aplicaciones de la citometría de flujo involucran el diagnóstico de trastornos de inmunodeficiencia en los que se incluyen enume-
ración de subconjuntos de linfocitos vistos en el HIV, la evaluación de la función de los neutrófilos ayuda al diagnóstico de la enfermedad
granulomatosa crónica (EGC), en el síndrome de hiper–IgM, en la deficiencia de adhesión leucocitaria y en la hemoglobinuria paroxística
nocturna (HPN).
Las aplicaciones clínicas en el trasplante de órganos incluyen el monitoreo de los pacientes que reciben terapia de antirechazo, la de-
tección de aloanticuerpos ALH y la enumeración de células madre y células progenitoras CD34.
Adicionalmente, esta técnica tiene aplicaciones clínicas en la medicina transfusional, incluyendo la detección de hemoglobina fetal y
hemorragia fetomaterna, midiendo los glóbulos blancos residuales en la sangre con leucocitos reducidos.
La citometría de flujo es una herramienta diagnóstica con mucha aplicación en la medicina contemporánea que eleva la calidad de
atención en el paciente.
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Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Tabla 1. LLA: leucemia linfoblástica aguda, LMA: leucemia mieloblástica aguda, CD: cúmulos de diferenciación.
Mieloide
LMA CD33 CD34 ALH-DR CDllb CD13 CD14 GlicoA CD61
MO + + + - + - - -
M1 + + + +/- + - - -
M2 + + + +/- + - - -
M3 + - - - + - - -
M4 + - + + + + - -
M5 + - + + + + + -
M6 +/- - +/- - - - + -
M7 +/- - + - - - - +
Linfoide
LLA CD10 CD20 CD19 CD2 CD5 CD7 Clg S1G TdT
Pre-B temprana + - + - - - - - +
Pre B + + + - - - + - +
B madura +/- + + - - - - + -
Precursores T - - - + + + - - +
LLA: leucemia linfoblástica aguda, LMA: leucemia mieloblástica aguda, CD: cúmulos de diferenciación.
Fuente: Ciesla Betty, Hematología en la práctica, 2014, AMOLCA, Actualidades Médicas, pag.52, 53 Venezuela.
Citometría de flujo
Los parámetros que se analizan por citometría pueden ser: características intrínsecas de las células como tamaño, complejidad de su
citoplasma o de su núcleo; parámetros relacionados con características antigénicas y/o demás características morfológicas. Este análisis
puede incluir además, señales de fluorescencia con la ayuda de un fluorocromo como es el caso de los CD. Como procedimiento, mide
las características físicas, propiedades químicas y fenotipos de las células y define la maduración de los estadios celulares.
La técnica usa principios de dispersión-excitación de la luz y emisión de fluorocromo para generar datos específicos de las células o
partículas. Los datos obtenidos permiten medir la cantidad, tamaño, morfología y estructura interna y externa de las células en cuestión.
Estas aplicaciones son utilizadas para el diagnóstico, pronóstico y monitoreo de la enfermedad. Las señales fluorescentes emitidas por
los colorantes que están unidos a anticuerpos monoclonales específicos, tienen varias aplicaciones en el diagnóstico de malignidades
hematológicas. La citometría de flujo es un método mejorado sobre la citoquímica y la morfología para el diagnóstico de malignidades
hematológicas. Los citómetros de flujo constan de tres sistemas:
• Sistema de fluidos o de transporte.
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Capítulo 4. Autoanalizadores hematológicos o contadores hematológicos
Preparación de la muestra: las muestras utilizadas para el análisis incluyen núcleos de médula ósea, sangre periférica, factor estimulante
de colonias (FEC), fluido pleural, aspirados de aguja fina, ganglios linfáticos y tumores sólidos. Las características celulares que son me-
didas incluyen granularidad, área superficial de la célula y la complejidad interna.
La médula ósea y la sangre periférica son recolectadas en EDTA K2 o K3. Las muestras son almacenadas a temperatura ambiente y se
deben analizar dentro de las 24 horas posteriores a la recolección. El tejido linfoide es puesto en un contenedor estéril que contiene un
medio de tejido frio.
Aplicaciones de citometría de flujo: incluye la inmunofenotipificación, diagnóstico y estadificación de la leucemia/linfoma, análisis del
contenido de ADN, contenido de ARN, estudios enzimáticos y enumeración de células fetales.
Análisis: los datos recolectados del citómetro de flujo son analizados para determinar las propiedades de dispersión de luz de las células,
lo que determina cual población requiere un examen más riguroso; la luz se dispersa en todas las direcciones, pero es recolectada a lo
largo del eje del haz de láser o dispersión de luz en ángulo hacia adelante y en ángulo de 90 grados o dispersión de luz en ángulo lateral.
Las emisiones fluorescentes se recolectan en el ángulo de 90 grados.
La luz dispersada hacia adelante (FALS) está relacionada con el tamaño de las células (mayor tamaño del FALS más grande es la célula).
La luz dispersada hacia los lados está relacionada con la complejidad interna de la célula incluyendo la densidad y la granularidad celu-
lares. Entre mayor sea la señal de la luz dispersada hacia los lados, más compleja internamente es la célula. El fotodiodo recolecta la luz
dispersada hacia adelante y los fotomultiplicadores (PMT) recolectan la luz dispersa a los lados y las emisiones fluorescentes. Los filtros
definen la longitud de la onda de la luz que alcanza cada PMT.
Las poblaciones celulares se identifican trazando los dos parámetros de dispersión de la luz en los ejes x-y. Los monocitos maduros,
linfocitos y granulocitos se identifican por medio de sus propiedades de dispersión de la luz. Este proceso se denomina selección de
poblaciones, lo cual permite identificar y enumerar subconjuntos de células para analizar una población específica.
El análisis de las propiedades fluorescentes es realizado mediante anticuerpos monoclonales marcados con fluorescencia. Los fluoro-
cromos son colorantes que absorben la luz en una longitud de onda y luego emiten la luz a una longitud de onda diferente o más alta.
Los fluorocromos, por si mismos o acoplados a anticuerpos monoclonales, son usados para evaluar la viabilidad, inmunofenotipo y
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Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
El análisis de fluorocromos implica el acoplamiento de un fluorocromo a un anticuerpo monoclonal. La tinción de células específicas
ayuda a identificar, caracterizar y enumerar las poblaciones celulares normales y anormales.
Los cúmulos de diferenciación (CD) se definen como un grupo de anticuerpos que reconocen el mismo antígeno. Estos se conocen como
marcadores CD. Estos marcadores CD definen características de linaje y la función celular y el estadio de desarrollo de las células. La
inmunofenotipificación se refiere al uso de anticuerpos monoclonales o policlonales para la detección de antígenos específicos.
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Capítulo 4. Autoanalizadores hematológicos o contadores hematológicos
La mayoría de instrumentos de citometría de flujo usan cuatro marcadores diferentes de anticuerpos monoclonales, cada uno marcado
con un fluorocromo diferente, esto se denomina análisis en color múltiple. Los datos fluorescentes pueden ser examinados por números
absolutos o por porcentaje de células que son positivas en intensidad de fluorescencia, la cual está relacionada con la densidad del
antígeno. Esta intensidad de fluorescencia o densidad del antígeno ayuda en la identificación de los estadios de maduración y fenotipos
de las células y permite identificar criterios para el diagnóstico y el pronóstico.
Los datos generados se pueden presentar en un histograma de uno o dos parámetros. En el histograma de un solo parámetro, el eje de
X es la intensidad en fluorescencia y el número de eventos se traza en el eje Y.
El histograma de dos parámetros puede ser representado de varias maneras, un diagrama de puntos muestra cada célula en el gráfico
como un evento único. El gráfico de contorno muestra diferentes densidades celulares.
Los gráficos de los dos parámetros se dividen en cuatro cuadrados o regiones que generan
Eje UL UR
estadísticas en las subpoblaciones. Los datos que estos cuadrantes representan son célu- Y LL LR
las negativas, positivas o doblemente positivas. Los porcentajes de células positivas son
calculados de acuerdo con el número de eventos dentro de cada cuadrante. Los eventos
Eje X
Figura 1. Ubicación de los anticuerpos de los CD
en el cuadrante superior derecho (UR) son doble positivos para los dos marcadores CD Fuente: Ciesla Betty, Hematología en la práctica,
seleccionados y los eventos en el cuadrante inferior izquierdo (LL) son negativos para los 2014, AMOLCA, Actualidades Médicas, pag.52, 53
dos marcadores. El cuadrante superior izquierdo (UL) y el cuadrante inferior derecho (LR) Venezuela
muestran poblaciones positivas para un solo CD (ver figura 1).
Se representa los datos de la citometría de flujo: LL (lower left) son células negativas
para ambos ejes x-y. UR (upper right) son células positivas para ambos ejes x–y; UL
(upper left) son células positivas para el eje “y” y negativas para el eje x; LR (lower
right) son células positivas para el eje x y negativas para el eje y. Los diferentes an-
ticuerpos CD son colocados en los ejes de X y Y.
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Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
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Capítulo 4. Autoanalizadores hematológicos o contadores hematológicos
42
Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Medición óptica
Ayuda al análisis de leucocitos y se utiliza la separación por dispersión de la luz láser polarizada en multiángulos. Posee cuatro detectores
ópticos (O°, 10°, 90 D y 90°) que se encargan cada uno de diferentes características celulares.
Histogramas
Los histogramas ayudan a tener una idea de la distribución del tamaño de las células; muestran el tamaño medio de las células dentro
una población celular específica. Esto el caso de los glóbulos rojos y plaquetas, se grafican a manera de curvas en un plano de coorde-
nadas. El eje de las abscisas expresa el volumen celular en fentolitros y en el eje de las ordenadas expresa la cantidad de partículas
contadas. Mientras más cerca el gráfico se ubica al punto cero o de intersección de ambos ejes, menor es el volumen de la población
celular y mientras más alta sea curva mayor será el número de eventos contados y viceversa.
Dicho de otra manera, se puede deducir que mientras mayor sea la altitud alcanzada por la curva en el eje de las abscisas, se grafica el
valor medio del volumen que se examina (VCM, VPM) y mientras más ancha sea la base de la curva se expresa la variación de distribución
del volumen de las partículas o anisocitosis (RDW, PDW).
Es importante observar que al tratarse de un histograma, el gráfico de las tres series: glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas, se
encuentran en el mismo plano de coordenadas, iniciando con las más pequeñas que son las plaquetas (4 a 15 fl), luego los hematíes (15
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Capítulo 4. Autoanalizadores hematológicos o contadores hematológicos
a 90 fl) y finalmente los leucocitos (entre 90 y 450 fl). En algunas marcas de equipos, seguramente por razones de espacio en la pantalla,
este gráfico se presenta fragmentado.
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Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Dispersogramas
Son gráficos que ayudan al análisis y contaje de células sanguíneas; se lo realiza en
analizadores de 5 parámetros que juntos producen una “dispersión” de cada una de
las células dentro del grupo, basándose en la medición de la masa/volumen de cada
una de estas. Esta tecnología también identifica las características de los núcleos, pre-
sencia o no de material nuclear, granulaciones citoplasmáticas y lobulaciones nuclea-
res, que permiten identificar clara y plenamente cada una de las células presentes.
Los gráficos que este tipo de instrumentos permiten alcanzar es la distribución espacial
tridimensional de cada uno de los grupos celulares, tomando en cuenta su cantidad,
permitiendo inclusive identificar áreas específicas para varios tipos de células inmadu-
ras o atípicas.
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Capítulo 4. Autoanalizadores hematológicos o contadores hematológicos
Parámetros directos: los equipos automatizados miden directamente y reportan hemoglobina, recuento de leucocitos y fórmula dife-
rencial, glóbulos rojos, reticulocitos y plaquetas
1. Hemoglobina (Hb): los equipos actuales miden fotométricamente la hemoglobina y reportan en g/dl.
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Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
2. Recuento de leucocitos y su fórmula porcentual: los glóbulos blancos constituyen los elementos celulares sanguíneos de mayor
tamaño; se los clasifica básicamente de acuerdo a su composición citoplasmática y nuclear (granulaciones) y a la morfología del
núcleo en: granulocitos o polimorfonucleares (neutrófilos, eosinófilos y basófilos); y agranulocitos (monocitos y linfocitos).
4. Glóbulos rojos: son células que se caracterizan por no presentar núcleos y contienen en su interior hemoglobina; poseen un
tamaño promedio 7,5 µm de diámetro. Se reporta en unidad de volumen (10 6/µL).
5. Plaquetas o trombocitos: son fragmentos derivados del citoplasma del megacariocito, incoloras, sin núcleo, con forma de esfe-
ras aplanadas redondeadas de 2 a 4 µm. Su vida media es 8 a 13 días; la mayor reserva está en el bazo (aproximadamente el
33% del total). Su contaje en condiciones normales oscila entre 150.000 a 400.000/mm3. Su función principal es participar en el
proceso de hemostasia y coagulación de la sangre. Se mide por impedancia pero en el caso de que se encuentren severamente
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Capítulo 4. Autoanalizadores hematológicos o contadores hematológicos
afectadas en tamaño, forma o número, se puede determinar plaquetas de forma óptica utilizando metodología de citometría
de flujo fluorescente con dispersión de rayo láser. Se reporta en unidad de volumen (103/µL).
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Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
separa reticulocitos maduros de inmaduros. Los rangos referenciales comúnmente usados se ubican entre 0,5% a 2.5% en adul-
tos y 2,0% a 6,0% en recién nacidos.
7. Granulocitos inmaduros (Gi): la determinación del porcentaje de granulocitos inmaduros que se reporta en la biometría agru-
pan a promielocitos, mielocitos y metamielocitos; constituye un parámetro que permite detectar tempranamente desordenes
inflamatorios sistémicos por estrés o reacciones leucemoides y leucemias. Si se muestran significativamente altos (sobre 3%)
constituye una alerta que induce a observar frotis de sangre periférica y definir el grado de maduración leucocitaria, permitiendo
distinguir tempranamente a pacientes con desórdenes hematológicos (síndromes mielodisplásicos, cuadros de infecciones y
sepsis). El reporte completo y oportuno permite al médico disponer para el inmediato diagnóstico diferencial entre estas pato-
logías y su posterior tratamiento. Se ha demostrado con claridad que las cifras de Gi son significativamente más altas en pacien-
tes con infección severa y en procesos proliferativos de la médula ósea. El fundamento técnico de este hallazgo se explica porque
las células inmaduras (promielocitos, mielocitos y metamielocitos) tienen mayor cantidad de RNA y por ello presentan signos
más grandes de fluorescencia.
49
Capítulo 4. Autoanalizadores hematológicos o contadores hematológicos
9. Reticulocitos: los equipos nuevos permiten medir los diferentes tipos de reticulocitos y su interpretación correcta para el diag-
nóstico y manejo de las anemias:
• RET-Y: promedio de la dispersión de los reticulocitos.
• RBC-Y: promedio de la dispersión de eritrocitos.
• RET-He (contenido de hemoglobina de los reticulocitos): este parámetro es el único que permite calcular la recuperación de
la deficiencia de hierro por producción de glóbulos rojos, con suficiente contenido de hemoglobina luego de tres días.
10. Fracción de plaquetas inmaduras (FPI: indican la actividad de la médula ósea y tienen gran importancia cuando están en canti-
dades bajas porque denotan trombocitopenia. El contaje de este tipo de plaquetas jóvenes no es posible realizar en todos los
contadores hematológicos y su fundamento técnico es similar a los anteriores, las formas jóvenes tienen mayor cantidad de
RNA y por ende más fluorescencia y se ubican hacia la derecha del dispersograma. La diferenciación de plaquetas maduras e
inmaduras facilita el diagnóstico de trombocitopenia:
• FPI por ciento elevado: se presenta en destrucción o incremento de consumo de plaquetas.
• FPI por ciento bajo: se presenta en daño de médula ósea.
• FPI por ciento: es un marcador temprano de regeneración de médula ósea.
El monitoreo continuo de plaquetas inmaduras podría evitar la transfusión de plaquetas si se demuestra regeneración medular.
Se considera normal un 6% de plaquetas inmaduras.
50
Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Parámetros indirectos o calculados: algunos de estos parámetros tuvieron su origen en los años treinta con Wintrobe y representó gran
utilidad diagnóstica. Estos parámetros suelen derivarse de los parámetros directos obtenidos mediante análisis por los contadores he-
matológicos y calculados constituyen valores muy orientadores en los diferentes diagnósticos para los que se utilizan. Entre estos están:
VCM, HCM, CHCM.
1. Hematocrito (HCT): el hematocrito es el porcentaje de los elementos celulares o figurados de la sangre con relación a sus com-
ponentes líquidos, se expresa en porcentaje total o en fracción decimal (g/dl).
2. Concentración de hemoglobina corpuscular media (CHCM): es la concentración media de hemoglobina en un volumen deter-
minado de eritrocitos concentrados. Puede ser calculada con la siguiente fórmula (expresada en porcentaje). Promedio de la
concentración de la hemoglobina por cada eritrocito.
HGB (g/dL) x 100
CHCM (g/dL) =
HCT
3. Volumen corpuscular medio (VCM): es el volumen medio de los glóbulos rojos. Es uno de los parámetros más estables de la
biometría hemática, con poca variabilidad (menos del 1%) en el tiempo. Por esta razón, el VCM juega un papel extremadamente
51
Capítulo 4. Autoanalizadores hematológicos o contadores hematológicos
valioso en el monitoreo de las cualidades preanalíticas y analíticas de la muestra. El VCM es leído directamente por el método
de instrumentación o es un valor calculado. Si es calculado, la fórmula es la siguiente.
HCT X 10
VCM (fl) =
RBC (106/µL)
En el sistema semiautomatizado se calcula dividiendo el HCT/RE (recuento eritrocitario). En sistemas automatizados, el VCM se
mide directamente.
4. Hemoglobina corpuscular media (HCM): es el contenido medio de b por cada eritrocito. Expresa el peso medio de la Hb en un
eritrocito medido en picogramos (10-12 gr). Puede ser calculada con la siguiente fórmula:
Hb (g/L ) x 10
HCM (pg) =
RBC x 106 células/µL
5. Amplitud de distribución de los eritrocitos ADE (RDW- SD): es expresado como una desviación estándar del valor volumétrico
medido al 20% de la altura del histograma, tomado como 100 % pico máximo y expresado en fentolitros. Es útil en algunos casos
que es tempranamente anormal en el proceso anémico, mientras que el VCM no es afectado hasta más tarde en dicho proceso.
Debido a que muchas anemias (anemias por deficiencia de hierro) se desarrollan con el tiempo, este parámetro puede ser un
indicador sensible del cambio del tamaño de los glóbulos rojos antes que se modifiquen los índices eritrocitarios y lleguen a ser
evidentemente anormales.
6. Ancho de distribución eritrocitaria (RDW-CV): es un cálculo matemático que da una visión de la cantidad de anisocitosis (varia-
ción en el tamaño) y en algún grado de poiquilocitosis (variación en la forma) en un frotis periférico. El ADE se deriva como sigue:
es la amplitud de distribución eritrocitaria expresada como coeficiente de variación (CV) resultado de la medición cuantitativa
de la variación del volumen celular. Se refiere al coeficiente de variación del VCM. RDW- CV y RDW-SD reflejan el índice de
anisocitosis.
52
Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
7. Cantidad de hemoglobina de los reticulocitos RET-HE Ó CHR: mide la cantidad de hemoglobina de los reticulocitos, proporcio-
nando una medida indirecta del hierro funcional disponible para la eritropoyesis en los 3 o 4 días previos. Es de utilidad para el
diagnóstico del déficit funcional de hierro, en pacientes tratados con eritropoyetina para tratamiento de anemia asociadas a
insuficiencia renal crónica o asociada a quimioterapia. Determina la cantidad de hemoglobina equivalente del reticulocito re-
cientemente producida, monitoriza los diferentes estados de la deficiencia de hierro y permite diferenciar las deficiencias fun-
cionales de las no funcionales.
Es de utilidad en el diagnóstico diferencial entre la anemia por deficiencia de hierro y la anemia por enfermedad crónica. Thomas
y col. en estudios de Ret-He y receptor sérico de la transferrina (sTfR) en pacientes con anemia definió cuatro condiciones básicas
de los pacientes:
a. Personas sanas con reposición de hierro y eritropoyesis normales.
b. Paciente con aporte reducido de hierro, pero que no tienen todavía eritropoyesis deficiente en hierro.
c. Reducción de la reserva y de los componentes funcionales de hierro con hemoglobinización deficiente de eritrocitos (ferro-
penia clásica).
d. Ferropenia funcional en estado carencial de hierro con reducción de la hemoglobinización de los eritrocitos.
El déficit funcional de hierro se definió para un Ret-He de 28 pg, en base a la distribución de estos valores en controles sanitarios.
El sTfR/log ferritina es de 3,2 para la ferropenia sin reacción de fase aguda y 2,0 para la ferropenia combinada con inflamación.
53
Capítulo 4. Autoanalizadores hematológicos o contadores hematológicos
Son factores interferentes una muestra hemodiluida con suero fisiológico o una muestra post-transfusión.
8. Plaquetocrito (Pct): expresa el volumen ocupado por las plaquetas en relación al valor total del hematocrito. Valor referencial
12 a 38 %.
9. Volumen corpuscular de plaquetas (VPM): el volumen plaquetario medio (VPM), o MPV por sus siglas en inglés, es una medida
que describe el tamaño medio de las plaquetas en la sangre. Puede llevarse a cabo como parte de un hemograma completo.
Una prueba de VPM mide los tamaños de las plaquetas en una muestra de sangre para determinar la media. Dado que el tamaño
promedio de plaquetas es más grande cuando la producción de plaquetas aumenta, los resultados de la prueba VPM se pueden
utilizar para inferir sobre la producción de plaquetas en la médula ósea o detectar problemas de destrucción de plaquetas. El
valor referencial es 5 a 15 fl.
54
Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Capítulo 5
Coagulación
Introducción
La coagulación sanguínea es el proceso por el que la sangre pasa del estado líquido al estado sólido, evitando que el daño de los vasos
sanguíneos provoque pérdidas hemáticas importantes. La coagulación comprende una red compleja de interacciones que involucran
vasos sanguíneos, plaquetas y factores de la coagulación; la condición para formar y remover un coágulo depende de fuerzas sinérgi-
cas, al igual que una balanza de equilibrio, la hemostasia se basa en un sistema de pruebas y balances entre la trombosis y la hemorra-
gia que incluyen procoagulantes y anticoagulantes.
La trombosis indica una activación inapropiada del sistema hemostático, de tal forma que cuando disminuyen los anticoagulantes
normales presentes en la circulación se forma un coágulo. Si los procoagulantes o factores de coagulación disminuyen, la escala se
inclina hacia el sangrado. Las hemorragias o sangrados excesivos pueden producirse por enfermedades o ruptura de vasos sanguíneos,
trastornos plaquetarios y anomalías adquiridas y congénitas. La hemostasia detiene el sangrado de un defecto de la pared del vaso y
simultáneamente mantiene la fluidez dentro de la circulación.
Bajo condiciones fisiológicas, las propiedades anticoagulantes, profibrinolíticas y antiplaquetarias del endotelio normal mantienen la
fluidez. La coagulación se divide en dos sistemas principales: sistema primario y sistema secundario de la hemostasia.
El sistema primario de la hemostasia comprende la función plaquetaria y vasoconstricción. El sistema secundario incluye a las proteí-
nas de la coagulación, fosfolípidos de las plaquetas y los sustratos que por reacciones enzimáticas delicadamente balanceadas, culmi-
nan con la formación de la fibrina y refuerzan la formación del tapón plaquetario hasta que se complete la curación.
La conversión del fibrinógeno soluble en un coágulo de fibrinógeno insoluble se logra por la acción de la trombina, un poderoso
coagulante formado a partir de la protrombina, proteína circulante precursora. La disolución del tapón plaquetario y de la malla del
coágulo de fibrina se consigue mediante el proceso fibrinolítico o lisis de fibrina.
Cuando una lesión afecta la integridad de las paredes de los vasos sanguíneos, se ponen en marcha una serie de mecanismos que
tienden a reducir la pérdida de sangre. Estos mecanismos llamados de "hemostasia" comprenden: a) la vasoconstricción local del
vaso, b) el depósito y agregado de plaquetas y c) la coagulación de la sangre.
55
Capítulo 5. Coagulación
La capacidad de coagulación de la sangre requiere de la participación de las plaquetas también denominadas trombocitos y de las
proteínas denominadas factores de coagulación. Las plaquetas son células de forma ovalada que se fabrican en la médula ósea; la
mayoría de los factores de coagulación se produce en el hígado. Los factores de la coagulación responden en forma de compleja
cascada, a fin de fortalecer el tapón de plaquetas. Posteriormente, la herida se cicatriza y el tapón de plaquetas se descompone.
Tiempo de protrombina TP
Definición: es una prueba que mide el tiempo que tarda la porción líquida de la sangre en coagularse. Mide la vía extrínseca y común
de la cascada de la coagulación. Un coágulo es una masa espesa de sangre que produce el organismo para sellar escapes de sangre a
través de heridas, cortes o lesiones a fin de evitar el sangrado excesivo.
Como estudio, evalúa la actividad de cinco factores de coagulación diferentes (I, II, V, VII y X).
Esta prueba determina si los valores de los factores de coagulación son normales y útiles para actuar en circunstancias como hemorra-
gias nasales, sangrado excesivo, para someterse a un procedimiento dental, ante encías que sangran con facilidad, hemorragias
excesivas durante el período menstrual, presencia de sangre en la orina, inflamación y dolor en las articulaciones. Incluso, en ausencia
de síntomas, se usa esta prueba para garantizar que la capacidad de coagulación de la sangre sea normal, antes de que un paciente se
someta a una operación.
Esta prueba puede solicitarse para controlar la capacidad de coagulación sanguínea en pacientes que padecen enfermedades hepáti-
cas o que tienen deficiencia de vitamina K. Es útil para supervisar los efectos del tratamiento con warfarina. En muchos casos los
pacientes se ponen en terapia de por vida y la dosis de anticoagulante es monitoreada por el TP y el cálculo de la razón normalizada
internacional (INR).
Obtención de los resultados: el tiempo de protrombina se mide en segundos. Los resultados de la prueba del TP se comparan con el
tiempo promedio de coagulación de la población sana.
Valores de referencia: 11 a 15 segundos. Cada laboratorio debe establecer los valores de referencia.
El tiempo de coagulación es mayor en personas que toman medicamentos anticoagulantes. La muestra de sangre se procesa utilizan-
do una máquina y los resultados suelen estar disponibles en corto tiempo.
56
Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
la sangre de una persona para formar coágulos. El TTP es la prueba de elección para detectar anormalidades en la vía intrínseca y la
común. La prueba mide todos los factores con excepción del factor VII y el XIII.
El TTP se emplea para evaluar los factores XII, XI, IX, X, VIII, V, II (protrombina) y I (fibrinógeno) de la coagulación. Es especialmente útil
para supervisar los efectos del tratamiento con heparina (anticoagulante utilizado para tratar o prevenir eventos trombóticos agudos
tales como trombosis venosa profunda TVP, embolismo pulmonares EP o síndromes coronarios agudos). La acción de la heparina
inactiva los factores XII, XI y IX en la presencia de antitrombina.
Obtención de los resultados: el tiempo de tromboplastina parcial (TTP) se expresa en segundos. Si el resultado del TTP está dentro del
intervalo de referencia, se considera que el individuo coagula normalmente, a pesar de que podría existir alguna deficiencia leve de
algunos de los factores de la coagulación. Es posible que el TTP no se prolongue hasta que los niveles del factor en cuestión no se
reducen hasta el 30% o 40%.
Valor de referencia: 32 a 46 segundos. Cada laboratorio debe establecer los valores de referencia.
Tiempo de hemorragia
El tiempo de sangrado es una prueba que sirve para evaluar la integridad de los vasos, plaquetas y la formación del coágulo. Posee
baja sensibilidad y especificidad debido a que se ve afectada por múltiples factores como una mala técnica de realización del examen,
uso de antiplaquetarios o enfermedad concomitante de la hemostasia primaria.
Método de Ivy
El método de Ivy es la forma más tradicional de realizar el examen; se procede con una incisión superficial en la piel del antebrazo o el
lóbulo auricular y se mide el tiempo que tarda en detenerse la hemorragia. La incisión mide 10 mm de largo y 1 mm de profundidad. El
tiempo desde el cual se realiza la incisión y la herida para de sangrar, es conocido como el tiempo de sangría. Cada 30 segundos se
utiliza papel filtro para secar la sangre, sin presionar para evitar la alteración del examen. Se considera normal un tiempo de sangría de
entre 6 a 8 minutos. Los tiempos superiores a 10 minutos son claramente patológicos.
Método de Duke
Se requiere puncionar al paciente con una aguja especial o lanceta, preferentemente en el lóbulo auricular o yema de los dedos; luego
de limpiar el sitio de punción con alcohol, se observa la evolución del sangrado. La punción tiene entre 3 a 4 mm de profundidad. El
paciente limpia la sangre con un papel de filtro cada 30 segundos. El test termina cuando cesa la hemorragia. El tiempo usual es de
entre 2 y 5 minutos.
57
Capítulo 5. Coagulación
Utilidad: en clínica, el tiempo de sangría es un examen de bajo costo que sirve para evaluar la hemostasia primaria. Debido a su baja
sensibilidad y especificidad, no se utiliza como examen de diagnóstico, pero sí como herramienta de orientación diagnóstica.
Dímero D
Los dímeros-D son productos de degradación de la fibrina detectados cuando el trombo, en un proceso de coagulación, es proteoliza-
do por la plasmina.
Indicaciones: se usa clínicamente al dímero D si se sospecha de trombosis venosa profunda (TVP), embolia pulmonar (PE), coagulación
intravascular diseminada (CID) y sus complicaciones posteriores o bien ante una septicemia. Es objeto de la investigación en el diag-
nóstico de la disección aórtica. La presencia de dímeros-D la sangre evidencia la presencia de un coágulo sanguíneo. Por lo tanto, un
análisis de sangre para medir el índice de dímeros permite detectar la presencia de un coágulo sanguíneo.
Las plaquetas son importantes en el mecanismo de la retracción del coágulo; así, si esta reacción se altera es indicativo de una dismi-
nución del número de plaquetas disminuyen o un funcionamiento plaquetario anormal.
Esta reacción depende también del contenido de fibrinógeno en el plasma, de la relación entre el volumen plasmático con los eritroci-
tos y de la actividad de un principio acelerador de la retracción del coágulo. La retracción del coágulo depende de la actividad trombo-
dinámica de las plaquetas, por lo que se requiere un número mínimo de plaquetas normales y adecuados niveles de Ca++.
Método:
1. Utilizar sangre total sin anticoagulante, colocada en un tubo graduado de vidrio limpio para centrífuga.
2. Dejar el tubo con sangre a baño maría, a 37°C, durante 3 horas. Al cabo de este tiempo, se observa mejor retracción del coágulo,
graduando de acuerdo a la magnitud de la retracción por apreciación visual, el tamaño del coágulo retraído y el suero libre en:
a) Normal o completa.
b) Incompleta.
c) No retrae.
d) Hiperretráctil.
58
Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Interpretación de resultados: esta prueba depende del número de plaquetas, su actividad funcional y de la concentración de fibrinó-
geno. Pese a que la retracción del coágulo no se relaciona al 100% con el número de plaquetas (en ciertas condiciones el resultado es
normal con un nivel de plaquetas de 30.000/mm3), un aumento importante del fibrinógeno reducirá la retracción por efecto de
volumen, mientras que lo opuesto ocurre en casos de hipofibrinogenemia. En la tromboastenia de Glazman (alteración funcional) se
observan retracciones incompletas o nulas.
Tiempo de trombina
EL tiempo de trombina TT mide únicamente la conversión de fibrinógeno a fibrina. Esta conversión se inicia con la adición de trombina
al plasma citratado.
59
Capítulo 5. Coagulación
Los valores aumentados de fibrinógeno no suelen afectar el TT, excepto en situaciones particulares, como por ejemplo pacientes con
síndrome nefrótico. Dado que el fibrinógeno es una proteína reactante de fase aguda, su concentración plasmática está aumentada en
procesos infecciosos e inflamatorios, cirugías, sepsis, cáncer o ateroesclerosis; constituye un marcador de riesgo para eventos vascula-
res oclusivos.
Los niveles de fibrinógeno aumentan con la edad, masa corporal, embarazo, tabaquismo, estrés y con el uso de anticonceptivos orales.
Fibrinógeno
El fibrinógeno es una proteína producida por el hígado y ayuda a detener el sangrado al favorecer la formación de coágulos de sangre.
Es el principal sustrato de los sistemas de coagulación y fibrinolítico. Los niveles apropiados del fibrinógeno son necesarios para man-
tener la hemostasia e inducir la agregación plaquetaria. El fibrinógeno es un reactivo de fase aguda por lo que se incrementa transito-
riamente durante procesos inflamatorios, embarazo, estrés, diabetes e ingesta de anticonceptivos orales.
La evaluación de un problema relacionado con el fibrinógeno requiere de una historia cuidadosa del paciente. Por lo general, la dismi-
nución en el fibrinógeno se debe a trastornos adquiridos como una enfermedad hepática aguda, enfermedad renal aguda o la CID.
El aumento adquirido del nivel de fibrinógeno se presenta en pacientes con hepatitis, pacientes embarazadas o en las personas con
ateroesclerosis.
Los trastornos hereditarios del fibrinógeno incluyen: afibrinogenemia y disfibrinogenemia. Estas condiciones son raras y dependiendo
de la severidad, se caracterizan por hematomas, hemorragias y equimosis.
Cada laboratorio debe establecer su propio intervalo de referencia. En general, el intervalo de referencia para el fibrinógeno es de
200 a 400 mg/dl.
Coagulómetro automatizado
Son equipos utilizados para determinar cualquiera de las pruebas de hemostasia que utilicen método coagulométrico (TP, APTT, TT,
fibrinógeno, factores, etc.). Desde el punto de vista práctico, ahorran tiempo al procesar simultáneamente numerosas muestras, pero
fundamentalmente logran altos grados de reproducibilidad.
60
Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Básicamente su funcionamiento se basa en dos métodos de detección: óptico (turbodensitometría) o magnético. Los que utilizan el
método magnético toman el tiempo que tarda en formarse el coágulo, desde el momento de mezcla hasta que una varillita de metal
deja de girar.
Los basados en métodos ópticos utilizan medidas de transmitancia para dar el tiempo de formación del coágulo.
Dentro de las funciones que pueden brindar estos equipos está la incubación de muestras por medio de fuentes secas, ésta se realiza
por el tiempo estipulado para cada prueba que debe ser determinado por el operador o bien está estandarizado en el equipo.
Cabe aclarar que en estos equipos se trabaja de modo muy similar al método manual en lo que se refiere a preparación de diluciones y
curvas de actividad; la ventaja de los equipos radica en agilizar el trabajo en caso de elevado número de muestras y permitir una
mayor reproducibilidad.
61
Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Capítulo 6
Tipificación sanguínea
Introducción
Técnica utilizada para identificar el grupo sanguíneo de la persona. El grupo sanguíneo comprende una clasificación de la sangre de
acuerdo con las características presentes en la superficie de los glóbulos rojos y en el suero. Las dos clasificaciones más importantes
para describir grupos sanguíneos en humanos son los antígenos del sistema ABO y el factor Rh.
Sistema ABO
El sistema ABO fue descubierto por Karl Landsteiner en 1901, convirtiéndolo en el primer grupo sanguíneo conocido; su nombre
proviene de los tres tipos de grupos que se identifican: antígeno A, antígeno B y O sin antígeno.
Personas con sangre tipo A en los glóbulos rojos expresan antígenos de tipo A en su superficie y anticuerpos contra los antígenos B
en el plasma.
Personas con sangre del tipo B en los glóbulos rojos expresan antígenos de tipo B en su superficie y anticuerpos contra los antíge-
nos A en el plasma.
Las personas con sangre del tipo O carecen de los dos antígenos (A o B) en la superficie de sus glóbulos rojos pero tienen anticuer-
pos contra ambos tipos, mientras que las personas con tipo AB expresan ambos antígenos en su superficie y no fabrican ninguno
de los dos anticuerpos.
Factor Rh
El sistema Rh es el segundo sistema de grupos sanguíneos en la transfusión de sangre humana con 50 antígenos actualmente. En 1940,
el Karl Landsteiner descubrió otro grupo de antígenos que lo denominó factores Rhesus (factores Rh), porque fueron descubiertos
durante unos experimentos con monos Rhesus (Macaca mulatta).
Las personas con factores Rhesus en su sangre se clasifican como Rh positivas; mientras que aquellas sin estos factores se clasifican
como RH negativas.
Técnica: 1. Se ejecuta en base de una muestra de sangre tomada en un tubo con anticoagulante EDTA o a través del uso
de una lanceta, utilizando una placa de vidrio.
2. Se puede realizar la técnica en una tarjeta de gel.
63
Capítulo 6. Tipificación sanguínea
Tubo con 1. Después de la extracción sanguínea, se colocan 3 gotas en una placa de vidrio.
anticoagulante 2. Se adiciona a cada gota de sangre el reactivo empleado para la identificación respectivamente (Anti A, Anti B,
EDTA: Anti D).
3. Con la ayuda de un palito se homogeniza la muestra con el reactivo.
4. Se realizan movimientos de rotación durante 30 segundos.
5. Se observa la reacción; es positiva cuando se forman aglutinaciones en la homogenización.
Lanceta: 1. Se pincha con una lanceta el pulpejo del dedo medio, previamente limpio con alcohol.
2. En una placa portaobjetos se colocan tres gotas de sangre y se adiciona a cada gota de sangre el reactivo
empleado para la identificación respectivamente (Anti A, Anti B, Anti D).
3. Con la ayuda de un palito se homogeniza la muestra con el reactivo y luego se realizan movimientos de rota-
ción durante 30 segundos.
4. Se observa la reacción; positiva cuando se forman aglutinaciones en la homogenización.
Tarjetas de gel Se basa en la aglutinación, la cual se produce al entrar en contacto los eritrocitos con los anticuerpos, en un sopor-
te plástico denominado microtubo; existe separación según el tamaño de los eritrocitos aglutinados durante un
proceso de centrifugación.
1. Preparar una suspensión de hematíes al 5%.
2. Añadir a cada microtubo, 10 µl de la suspensión de hematíes.
3. Dispensar en cada microtubo 50 µl o una gota del reactivo A1 y 50 µl o una gota del reactivo B1. Una vez
obtenida la muestra de sangre, se colocan 50 µl de sangre en cada uno de los pocillos y se añadir suero o plas-
ma, se centrifuga y finalmente se leen los resultados.
64
Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Capítulo 7
Velocidad de sedimentación globular
Introducción
El test de velocidad de sedimentación globular (VSG) mide la sedimentación de eritrocitos en su plasma nativo. No es una prueba
específica que puede ser usada para detectar un amplio rango de enfermedades y monitorear el curso evolutivo de ciertas patologías
crónicas como son los procesos inflamatorios crónicos (artritis reumatoidea, polimialgia reumática y tuberculosis) o la respuesta a la
terapia, por ejemplo con citostáticos, en la enfermedad de Hodgkin, linfomas o mieloma múltiple. Se advierte que, en ocasiones,
cuadros tan graves como neoplasias y la cirrosis pueden cursar con una VSG normal.
Constituye uno de los test más utilizados como screening en el laboratorio clínico. Se trata de un método sencillo y que requiere un
equipamiento simple.
El mecanismo por el cual se produce la eritrosedimentación no está completamente dilucidado; parece obedecer a interacciones
electrostáticas entre la superficie de los glóbulos rojos y diversas proteínas del plasma que favorecen (fibrinógeno y globulinas) o
disminuyen (albúmina) la agregabilidad de estas células.
Desde el punto de vista físico, este fenómeno depende de los siguientes factores:
Tamaño de los GR: la prueba está influenciad por la forma y tamaño de los GR. Como valor diagnóstico resulta poco confiable
como índice de enfermedad en casos de anemia falciforme o cuando exista marcada poiquilocitosis.
Diferencia de densidad entre los GR y el plasma.
Viscosidad del plasma.
Temperatura.
65
Capítulo 7. Velocidad de sedimentación globular
La primera etapa o de aglutinación es la más importante, ya que de ella dependerá la velocidad de todo el proceso. Así, cuánto más
pequeños sean los agregados, más lentamente se producirá la sedimentación y viceversa.
La velocidad de sedimentación se incrementa por las altas concentraciones de fibrinógeno y otras proteínas de fase aguda e inmuno-
globulinas. La albúmina retarda la VSG. El mecanismo por el cual el fibrinógeno y las globulinas facilitan la aglutinación de GR no se
conoce fehacientemente, aunque se cree actúan disminuyendo la fuerza de repulsión que normalmente existe entre los glóbulos rojos
debido a su carga superficial o potencial zeta.
El potencial zeta es producido por una intensa carga negativa a nivel de la superficie del GR, lo que explica que estas células se man-
tengan separadas. La intensidad del potencial zeta depende, en gran medida, de la composición proteica del plasma y especialmente
de la relación existente entre las concentraciones de albúmina, globulinas y fibrinógeno. Así, mientras la albúmina tiende a aumentar
el potencial zeta, las globulinas y sobre todo el fibrinógeno tienden a disminuirlo. Ello obedece a que tanto el fibrinógeno y las globuli-
nas tienen un mayor peso molecular y una conformación menos esférica que la albúmina, lo que aumenta la constante dieléctrica del
plasma y reduce el potencial zeta eritrocitario.
La disminución del potencial zeta del GR tiene como consecuencia una mayor tendencia de éstos a agregarse y formar las llamadas
“pilas de moneda”. De acuerdo con este mecanismo, el valor normal de la VSG resulta del equilibrio entre las principales proteínas
plasmáticas.
Metodología: existen dos métodos comúnmente utilizados para medir la VSG. Los métodos son Westergren y Wintrobe. Ambos
métodos poseen limitaciones. El método de Westergren es menos sensible a pequeños aumentos de los factores que causan la sedi-
mentación de GR y puede ser levemente menos confiable como un procedimiento de screening.
El método de Wintrobe puede proporcionar lecturas bajas incorrectas cuando la VSG de Westergren es marcadamente elevada.
Ambos métodos son altamente sensitivos a la relación plasma-GR de la muestra; un bajo hematocrito causa un aumento no específico
de la VSG probablemente acelerando la agregación y reduciendo las fuerzas de fricción entre los agregados en sedimentación. Se
trataron de aplicar factores de corrección para anemias, pero no resultaron confiables.
Tradicionalmente, la VSG se ha determinado más frecuentemente por el método de Westergren, que fue propuesto como método de
referencia por el International Council for Standarization in Hematology (ICSH).
Recientemente se dispone de sistemas semiautomáticos para medir la VSG que emplean soportes especiales y pipetas de material
66
Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
plástico desechable. Estos sistemas, reproducen exactamente el método de Westergren, se diferencian de éste por su carácter cerra-
do (la recogida de los especímenes se realiza en tubos al vacío que incorporan una cantidad precisa de anticoagulante) y por el empleo
de material complementario (bombas aspirativas) que aumentan la rapidez y precisión del llenado de las pipetas.
Método de Westergren
Es el método de referencia para medir la VSG. Es un método poco reproducible y sometido a diversas variables difíciles de controlar,
como es la necesidad de prediluir la sangre. Si se utiliza citrato trisódico dihidratado (Na 3C6H5O7.2H2O) preparar una solución acuosa
de 32,08 g/l.
Tubo de sedimentación: utiliza tubos de vidrio especialmente diseñados, de una longitud de 300 + 1,5 mm y un diámetro interno de
de 2,55+0,15 mm. El diámetro del tubo debe ser uniforme (+ 0.05 mm). A lo largo del tubo existe una escala graduada con exactitud
en mm, numerada de 200 mm en el fondo hasta 0 mm. Los tubos estandarizados que cumplen las especificaciones de ICSH deben ser
aprobados por comités de estandarización en los diferentes países.
Los tubos deben ser cuidadosamente limpiados en acetona-agua. No se recomienda el uso de detergentes o dicromatos para la lim-
pieza.
Los tubos plásticos descartables se fabrican según las especificaciones, los cuales son provistos limpios y secos por el fabricante.
Algunos plásticos resultan inadecuados pues unen GR, siendo más susceptibles a problemas de taponamiento. Otros tubos plásticos se
manufacturan recubiertos de agentes que eliminan hongos o contienen componentes que interactúan con la sangre.
Gradillas: son dispositivos de sostén diseñados para mantener los tubos en una posición vertical inmóvil. Un dispositivo de burbuja
niveladora debe formar parte integral de la gradilla, para asegurar que la posición de los tubos sea vertical dentro de un límite de 1.
La misma debe estar construida de modo tal, que no existan pérdidas de sangre cuando el tubo está colocado en ella.
Técnica:
1. La sangre se obtiene por punción venosa, evitando contaminación con materiales utilizados para la higiene de la piel. La sangre se
agrega en proporción de 4 volúmenes de sangre a 1 volumen de solución de citrato de sodio (por ejemplo, 2 ml de sangre con 0,5
ml de anticoagulante). El test debe ser realizado dentro de las 2 horas siguientes a la extracción si la sangre es mantenida a tempe-
ratura ambiente o dentro de las siguientes 6 horas si es mantenida a 4C.
2. Si la sangre citratada se equilibra a temperatura ambiente, se mezcla por inversión repetidas veces y se sumerge un tubo de
Westergren en la muestra dejando que la sangre ascienda por capilaridad. El nivel de la sangre se ajusta a cero.
67
Capítulo 7. Velocidad de sedimentación globular
3. El tubo es colocado en la gradilla en posición estrictamente vertical a temperatura ambiente (18C a 25C), sin exposición a la luz
del sol directa, libre de vibraciones y corrientes de aire, manteniéndolo exactamente 60 minutos.
4. Una vez transcurrido el tiempo, se lee la distancia entre la superficie del menisco de la columna eritrocitaria y la parte superior de
la columna de sangre situada a nivel de la marca cero de la escala graduada. El valor de esta distancia, expresado en mm, corres-
ponde al de la VSG durante la primera hora (mm/hora).
Interpretación de resultados: los valores de referencia de la VSG se expresan en mm/h y varían fundamentalmente con el sexo y en
cierto grado también con la edad (ver valores de referencia), el ciclo menstrual y las medicaciones (corticosteroides, contraconcepti-
vos orales, etc.) La VSG no parece estar influenciada por las ingestas o por los ritmos circadianos. Las determinaciones de la VSG a la
segunda hora o a las 24 horas, utilizadas anteriormente, son poco fiables y de escasa significación clínica, por lo que no se recomienda
su empleo.
68
Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Existen numerosas patologías con alteraciones proteicas del plasma que cursan con modificaciones del valor de VSG. Se observan
aumentos de VSG en un amplio espectro de enfermedades, principalmente relacionadas a las proteínas de fase aguda; también en el
embarazo normal y el puerperio.
Además de estas condiciones que pueden tender a ocultar una alta VSG, es inusual obtener falsos negativos, por ende, un valor
normal de VSG generalmente asegura que no existe enfermedad orgánica.
La VSG es mayor en mujeres que en varones y se correlaciona con las diferencias sexuales en las concentraciones de fibrinógeno. En el
embarazo normal, tiene lugar un incremento del fibrinógeno, lo que resulta en un incremento de la agregación de eritrocitos y una
sedimentación elevada.
69
Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Capítulo 8
Recuento de reticulocitos
Introducción
Los reticulocitos son eritrocitos inmaduros; existen en sangre en una proporción de 5-10:1000 hematíes. Su tamaño es similar a los
demás glóbulos rojos y se caracteriza por contener una pequeña cantidad de ARN (ribosomas) formando un retículo granulofilamento-
so observable al ser teñido con colorantes llamados vitales (azul brillante de cresilo o azul de metileno nuevo). La cantidad de ARN es
tanto menor cuanto más madura sea la célula.
El recuento de reticulocitos es la técnica disponible, más simple para valorar la actividad eritropoyética de la médula ósea. Cuando una
anemia se acompaña de un elevado número de reticulocitos circulantes (reticulocitosis) se considera regenerativa, mientras que
cuando el número es normal o disminuido se denomina arregenerativa.
En condiciones normales, los reticulocitos permanecen en la médula durante 2 a 3 días y terminan su maduración en 24 horas aproxi-
madamente, una vez ya en la sangre periférica.
El recuento de reticulocitos se realiza en sangre total con anticoagulante (EDTA) y de ser posible en las primeras 24 primeras horas de
la extracción si la sangre es conservada conserva a temperatura ambiente y si se la mantiene a 4º C, el recuento puede realizarse hasta
48 horas después.
El método manual adolece de escasa fiabilidad (se reportan coeficientes de variación mayores al 20%), lo que limita su empleo para
valorar la capacidad de respuesta medular frente a terapéuticas agresivas, pero sobre todo los errores se deben a la subjetividad y
criterio del operador.
71
Capítulo 8. Recuento de reticulocitos
1 g cada 100 ml de solución citratada (1 volumen de citrato de sodio 30 g/l y 4 volúmenes de NaCl 9 g/l).
Sangre total anticoagulada con EDTA.
Técnica:
1. Mediante una pipeta Pasteur se añaden a un tubo de hemólisis tres gotas de solución colorante y tres gotas de sangre total ade-
cuadamente homogeneizada. En caso de valores muy bajos de hematocrito, debe colocarse una doble cantidad de sangre total
que de solución colorante.
2. La suspensión sangre/colorante se agita suavemente y se deja a temperatura ambiente durante cinco minutos.
3. Transcurrido este tiempo, se toma una pequeña gota de la suspensión y se extiende sobre un portaobjetos.
4. Una vez seca se puede observar al microscopio con objetivo de inmersión (x100).
5. Es necesario realizar el recuento sobre un mínimo de 1000 eritrocitos. El recuento se efectúa contando en el sitio donde los
eritrocitos estén distribuidos homogéneamente. Se cuentan tantos campos como sean necesarios para alcanzar la cifra de eritroci-
tos requerida, siendo 100 a 125 el número óptimo de hematíes por campo, entre los cuales se distinguen los reticulocitos, para
luego expresar el resultado como porcentaje, siendo el cien por ciento el número total de hematíes contados. También se pueden
contar 10 campos homogéneos y luego sacar un promedio y se obtiene así el porcentaje.
Si se utiliza esta técnica conviene moverse aleatoriamente por el preparado buscando zonas de distribución homogénea, realizan-
do el recuento cada 2 o 3 campos. Recordar que los campos en los que no se encuentran reticulocitos deben considerarse en el
cálculo final. Así por ejemplo para un paciente sano podríamos tener:
(2 + 1 + 0 + 1 + 2 + 1 + 0 + 1 + 2 + 2)
= 1,1 %
10
Interpretación de resultados: el valor obtenido por la técnica de referencia será válido si se trata de una concentración normal de
eritrocitos en sangre total. Por ello, cuando disminuye el número de eritrocitos como suele suceder en la anemia, el valor porcentual
debe corregirse según el hematocrito empleando la siguiente fórmula:
(HCT del paciente %)
Reticulocitos corregidos (%) = Reticulocitos observados (%) x
(HCT normal %)
Valor corregido: en caso de anemia intensa, el número de reticulocitos circulantes suele ser superior al que corresponde al grado de
regeneración eritroblástica. Ello obedece a que la anemia se acompaña siempre de un estímulo eritropoyético compensador, que
72
Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
facilita una salida precoz de reticulocitos desde la médula hacia la sangre periférica y un acortamiento de su período de maduración
intramedular y prolongación de la maduración en sangre periférica, lo que provoca un recuento de reticulocitos falsamente elevado.
Este fenómeno se caracteriza por la aparición en el examen morfológico de la extensión de sangre de eritrocitos grandes (macrocitos)
y de tonalidad azulada (policromasia). De esta forma puede calcularse otra magnitud de interés clínico denominada índice de produc-
ción reticulocitaria (IPR) aplicando la fórmula siguiente:
El factor en condiciones normales es 1 y aumenta 0,5 cada 10% de disminución del HCT. El factor de corrección según HCT: 45% = 1
25% = 2 35% =1,5 15% = 2,5.
Recuento automatizado
Los recuentos automatizados de reticulocitos se basan en la combina-
ción de diversos colorantes y fluorocromos con el ARN de los reticuloci-
tos. Tras la unión con el colorante, las células fluorescentes pueden Figura 1. Método de la tinción vital.
contarse utilizando un citómetro de flujo. Fuente: http://hemasofi.blogspot.com/2014/10/celulas-
sanguineas.html.
La mayoría de los contadores sanguíneos completamente automatizados incorporan actualmente la capacidad para contar reticuloci-
tos, de forma que ya no es necesaria la utilización de un contador único para reticulocitos ni el uso de un citómetro de flujo de uso
general. El National Committee for Clinical Laboratory Standards (NCCLS) en colaboración con el ICSH, ha publicado una norma inter-
nacional para este método. Los colorantes utilizados en los diferentes sistemas incluyen la auramina O (Sysmex), el naranja de tiazol
(ABX) y el CD4K 530 (Abbott), así como colorantes no fluorescentes como la oxazina 750 (Bayer-Technicon) y el tradicional nuevo azul
73
Capítulo 8. Recuento de reticulocitos
de metileno (Beckman-Coulter, Abbott). Tras la tinción, es necesario separar los reticulocitos de los hematíes no teñidos y como los
colorantes también se combinan con el ADN de las células nucleadas, por lo que deberá excluirse también estas células. El umbral para
esta exclusión está determinado por la intensidad de la fluorescencia y el tamaño de las partículas. Aunque la separación entre reticu-
locitos y hematíes maduros no siempre está bien delimitada, los recuentos automatizados de reticulocitos se correlacionan adecua-
damente con los recuentos manuales, sin embargo, los recuentos absolutos pueden diferir, ya que los recuentos automatizados
dependen de las condiciones de la incubación y del método de calibración del instrumento.
La precisión es superior a la técnica de recuento manual, ya que el equipo realiza una valoración de un mayor número de células y se
elimina el elemento subjetivo del operador, en especial, el reconocimiento de reticulocitos tardíos, la inclusión de algunos leucocitos,
plaquetas y con menor frecuencia los cuerpos de Howell-Jolly o parásitos del paludismo como que fueran reticulocitos, lo que consti-
tuyen fuentes potenciales de inexactitud. Los recuentos automatizados de reticulocitos son estables en sangre almacenada durante 1
o 2 días a temperatura ambiente o hasta 3 a 5 días a 4°C.
Variaciones patológicas
Disminución de reticulocitos (reticulocitopenia): • Aplasia medular.
• Anemias carenciales intensas (megaloblástica y ferropénica).
• Anemias inflamatorias.
Aumento de reticulocitos (reticulocitosis): • Período neonatal.
• Anemias hemolíticas.
• Anemias poshemorrágicas.
• Anemias carenciales en fase de tratamiento.
• Mieloptisis (infiltración neoplásica en la médula ósea).
• Mielofibrosis idiopática.
• Embarazo.
.
74
Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Capítulo 9
Alteraciones cuantitativas
de la fórmula leucocitaria
Alteraciones cuantitativas
Se refiere a una variación en la cantidad de los diferentes tipos leucocitos o bien a variaciones en el recuento total. Se evalúa mediante
conteo total de leucocitos y/o conteo diferencial de cada uno de ellos. Pueden deberse a trastornos benignos o malignos ocasionados
por transformación neoplásica de células progenitoras. Los trastornos benignos pueden ser adquiridos o hereditarios.
Reacción leucemoide: es una reacción benigna de leucocitos caracterizada por leucocitosis con muchos precursores inmaduros de
leucocitos circulantes. Esta respuesta puede ser linfocítica, eosinofílica o neutrofílica. Puede producir un cuadro sanguíneo indistingui-
ble de la leucemia mielocítica crónica.
Es transitoria y desaparece cuando el estímulo desencadenante se elimina, por ejemplo extirpación del tumor o control de la infec-
ción. Como sucede con la leucemia, la persona con una reacción leucemoide presenta proliferación desorganizada de glóbulos blancos
inmaduros en la sangre y en la médula ósea. La reacción leucemoide puede producir un cuadro sanguíneo indistinguible de la leucemia
mielocítica crónica. En general, la anemia, trombocitopenia o trombocitosis que se encuentra clásicamente en la leucemia, no están
presentes en una reacción leucemoide y si se presentan vuelve difícil el diagnóstico diferencial. Cuando esta situación sucede los
estudios cromosómicos y la fosfatasa alcalina (FAL) pueden ayudar a diferenciar las dos patologías.
Se considera como reacción leucemoide valores entre 20,0 a 50,0 x 109 /l.
75
Capítulo 9. Alteraciones cuantitativas de la fórmula leucocitaria
Reacción leucoeritroblástica: se caracteriza por la presencia de eritrocitos nucleados y una desviación a la izquierda en los neutrófilos
de sangre periférica. Se relaciona con más frecuencia con mieloptisis que es la proliferación de elementos anormales de la médula
ósea; se observa también en casos de hemorragia intensa o en anemias hemolíticas como la eritroblastosis fetal.
Reacción leucemoide neutrofílica: se encuentra aumento de PMN, acompañados de mielocitos y metamielocitos. Entre las causas se
cita a:
Neoplasias broncopulmonares y gástricas.
Tumores malignos de mama y próstata.
Algunas infecciones bacterianas: osteomielitis, tuberculosis.
Alteraciones fisiológicas: alteraciones desencadenadas por causas diferentes a la enfermedad subyacente del paciente, son transito-
rias y no necesitan tratamiento puesto que no constituyen un parámetro de enfermedad. Puede presentarse por:
Edad.
Embarazo.
Estrés.
Ejercicio intenso.
Raza (algunas personas de raza negra tienen tendencia a leucopenia).
Alteraciones patológicas
Leucocitosis: aumento mayor a 10,0x109/l y puede ser de diferentes clases: neutrofilia, eosinofilia, basofilia, linfocitosis, monocitosis.
Eosinofilia: aumento mayor a 0,5x109 /l; este puede verse en infecciones por parásitos metazoarios, trastornos alérgicos, cáncer y
estados inflamatorios crónicos. Se observa también en el síndrome de Loeffler el cual parece ser producido por una reacción alér-
gica. Una causa común es la migración del parásito Ascaris lumbricoides a través del tracto respiratorio. Otros parásitos de la fami-
lia de los áscaris también pueden producir el síndrome. Entre las posibles causas adicionales se incluye la alergia a medicamentos,
por ejemplo sulfonamida. También se puede presentar en coexistencia con tumores sólidos.
Basofilia: aumento mayor a 0,1x109 /l. El aumento absoluto de basófilos está vinculado a reacciones de hipersensibilidad inmedia-
ta y afecciones mieloproliferativas crónicas (LMC). Se observa también en enfermedades inflamatorias del intestino, el mixedema
y después de la exposición a la radiación.
76
Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Linfocitosis: aumento mayor a 4x109/l; este incremento absoluto en el número de linfocitos generalmente responde a una infec-
ción viral. Un marcado incremento en el número de linfocitos puede estar asociado a una leucemia linfática crónica.
Monocitosis: aumento mayor a 0,8 x109/l; se asocia a períodos largos y crónicos de infección bacteriana (brucelosis, tuberculosis,
fiebre tifoidea). Se presenta en la etapa de recuperación de las infecciones agudas. Otras causas son leucemia monocítica y enfer-
medades del colágeno.
Leucopenias; disminución menor a 4,0x109/l y pude ser de diferentes clases: neutropenia, eosinopenia, monocitopenia, linfopenia.
Neutropenias: recuento menor a 2,3 x 109/l, debida a menor producción medular subsecuente a aplasia medular, agentes citotó-
xicos que deprimen la división celular (sulfamidas, cloranfenicol) o hematopoyesis ineficaz. Otra causa es el exceso de la destruc-
ción de GR por anticuerpos antineutrófilos posterior a la administración de medicamentos como la fenotiazina. Se observa tam-
bién en enfermedades virales, bacterianas y protozoarias (paludismo, tifo) en fase inicial de la infección; la salida de los PMN a los
tejidos es mayor que la producción medular (gran demanda tisular).
Eosinopenia: valores absolutos menores a 0,05x109/l; esta disminución es difícil de establecer debido a su bajo recuento. La ACTH
aumenta los PMN circulantes pero disminuye los eosinófilos circulantes. Se presenta en situaciones de estrés agudo, reacciones
inflamatorias y luego de la administración de glucocorticoides. Una infección bacteriana puede causar disminución debido a una
marginación creciente y a la migración de estas células a los tejidos, pero la recuperación se puede acompañar de eosinofilia leve.
Monocitopenias: los valores absolutos son menores a 0,1x109/l. Se encuentra en trastornos de las células progenitoras como en la
anemia aplásica, leucemias, posterior a una terapia con glucocorticoides y en la fase inicial de procesos infecciosos.
Linfopenias: los valores absolutos se encuentran bajo 1,5x109/l. Se origina por falla en la producción, exceso en su destrucción o
pérdidas celulares a través de los conductos linfáticos del intestino. Las linfopenias por defectos en la producción son característi-
ca de algunas IDP, tales como: inmunodeficiencia severa combinada, síndrome de DiGeorge completo, hipoplasia cartílago pelo,
inmunodeficiencia común variable y SIDA.
77
Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Capítulo 10
Alteraciones cualitativas de la
fórmula leucocitaria y alteraciones nucleares
Alteraciones cualitativas y alteraciones nucleares
Anomalía de Pelger Hüet: trastorno nuclear heredita-
rio autosómico dominante o adquirido debido a
quimioterapia, síndromes mieloproliferativos agudos
o crónicos, quemaduras, reacciones a fármacos e Figura 1. Anomalía de Pelger Hüet.
infecciones. Existe falla en el desarrollo del núcleo Fuente: Dacie y Lewis. Hematología
durante la diferenciación terminal; el núcleo tiene práctica. 2008.
forma de nuez o maní. Además de detecta hipercon-
densación de la cromatina e hiposegmentación
nuclear. No se pierde la función celular.
79
Capítulo 10. Alteraciones cualitativas de la fórmula leucocitaria
Alteraciones citoplasmáticas
Síndrome de Chediak–Higashi: trastorno autosómico
recesivo caracterizado por albinismo parcial, gránulos
lisosómicos gigantes en la mayoría de las células
granulosas (aunque también se observan en linfocitos
y monocitos) y mayor susceptibilidad a infecciones.
Se observan células sanguíneas anormales en los
frotis sanguíneos de rutina. La enfermedad se diag- Figura 3. Síndrome de Chediak –
Higashi.
nostica generalmente en niños. Existen diversas Fuente: Dacie y Lewis. Hematología
anomalías en los neutrófilos incluyendo neutropenia práctica. 2008.
moderada, reducción en la quimiotaxis de neutrófilos.
Además, en estudios microbicidas, se observa que los
gránulos primarios gigantes se degranulan con lenti-
tud y por lo tanto se retarda la muerte de las bacte-
rias fagocitadas.
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Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
81
Capítulo 10. Alteraciones cualitativas de la fórmula leucocitaria
82
Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Capítulo 11
Alteraciones de la serie roja
Hematíes normocíticos–normocrómicos
Son discos cuya biconcavidad hace que aparezcan con cierta palidez central. Miden aproximadamente de 7,2 μm a 7,4 μm.
Figura 1. Anisocitosis.
Fuente:
https://medicinainterna.wikispaces.co
m/Anemias.
83
Capítulo 11. Alteraciones de la serie roja
Figura 2 .Poiquilocitosis.
Fuente: Dacie y Lewis. Hematología
Práctica. 2008.
Figura 3. Anisocromía.
Fuente: Dacie y Lewis. Hematología
práctica. 2008.
Alteraciones en el tamaño
Macrocitos: hematíes presentan un tamaño superior
al normal (más de 9 μm) y su expresión máxima es el
megalocito. Suelen aparecer en la anemia megalo-
blástica debida a déficit de vitamina B12 o ácido
Figura 4. Macrocito.
fólico. Se suele observar cuando existe aumento de la
Fuente: Dacie y Lewis. Hematología
actividad eritropoyética, como un mecanismo de práctica. 2008.
compensación a la pérdida de los hematíes, sea por
anemia severa o hemorragias. En la sangre periférica
se pueden observar como hematíes grandes policro-
matófilos o reticulocitos.
84
Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Alteraciones en la forma
Esferocitos: son hematíes esféricos, no son bicónca-
vos; presentan un diámetro inferior al normal pero
más grueso. Su vida media es de 14 días, producen
taponamiento de vasos sanguíneos. Se encuentran en Figura 6. Esferocitos.
la esferocitosis hereditaria o enfermedad de Mih- Fuente:
kowski-Chauffard (defecto congénito de la membrana https://medicinainterna.wikispaces.co
m/Anemias
eritrocitaria). También pueden ser adquiridos por
factores extraeritrocitarios (autoanticuerpos, quema-
duras extensas, etc.)
85
Capítulo 11. Alteraciones de la serie roja
Eliptocitos: hematíes son alargados (ovalocitos). Se encuentran en la eliptocitosis hereditaria. Se produce por una alteración congénita
de la membrana del hematíe, aunque puede ser adquirida en caso de una anemia megaloblástica, ferropénica o arregenerativa.
86
Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
87
Capítulo 11. Alteraciones de la serie roja
Alteraciones de color: se observan diferentes tonalidades de color de los hematíes dependiendo del contenido hemoglobínico u otros.
88
Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
Inclusiones anormales
Punteado basófilo: son gránulos basófilos presentes
en el citoplasma del hematíe; indica alteración de la
eritropoyesis más que un aumento de la misma. Se
produce en enfermedades sanguíneas como talase-
mia, anemias megaloblásticas, infecciones, hepatopa- Figura 18. Punteado basófilo.
Fuente: Dacie y Lewis. Hematología
tías, intoxicación por plomo y otros metales pesados, práctica. 2008.
hemoglobinas inestables y deficiencia de pirimidina-
5´-nucleotidasa. Actualmente el consumo de ciertos
fármacos también puede producir este fenómeno.
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Capítulo 11. Alteraciones de la serie roja
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Capítulo 11. Alteraciones de la serie roja
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Hematología aplicada Ulloa Bernarda y otros
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