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Neuropsicología 1

LOUGI GIUSEPPE GIRALDO TROCHEZ

Presentado a

MARTA INES VERGARA

UNIVERSIDAD CATÓLICA DE ORIENTE

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

PSICOLOGÍA

RIONEGRO, ANTIOQUÍA

2020
Neuropsicología 2

INTELIGENCIA

Este concepto nos ha permitido forjar herramientas para comprender lo pequeño y lo


infinitamente grande que abarca el conocimiento. Desde hace más de un siglo psicólogos,
biólogos, genetistas y neurocientíficos la descomponen, analizan y la miden, explorando las
diferentes facetas que está pueda tener y porque no, inclusive personas sin un vínculo o
formación científica intentan en su día a día tratar de atribuirla y definirla desde el contexto en
el que se desenvuelven.
Todos en algún momento medimos la inteligencia de las personas, si salimos a una
reunión social y conocemos alguien se puede decir que nos interesamos después del físico en
la inteligencia. Al hablar sobre un concepto difícil o hacer algo que desconoce un otro,
medimos cuanto tratan o demoran en entenderlo.
Es por esto que medir la inteligencia analizando las respuestas, evaluando la
pertinencia de las acciones y comparando a los individuos; fue un método que dio lugar a una
de las herramientas con las que disponemos en la actualidad para medir y atribuirla
denominado IQ o coeficiente intelectual, inventado por Alfred Binet a principios del siglo
XX, critico de los alienistas quienes eran los psiquiatras de aquella época y hacían
diagnósticos juzgando la discapacidad intelectual. En opinión de Binet, aquellos juicios eran
discutibles, difusos y diferentes de un psiquiatra a otro. Para él, eran necesarios unos objetivos
y una única herramienta de evaluación basada en criterios científicos (Cap,7).
En el año 1905, el gobierno francés pide a Binet, encontrar la forma de identificar a los
niños con dificultades escolares y aunque él no tenía ninguna teoría sobre la inteligencia,
observando a sus hijas pensó que podría hacer una evaluación a partir del razonamiento, la
capacidad de comprensión y la memoria. De esta forma, logro encontrar para cada grupo de
edad sus problemas característicos a través de la interpretación de imágenes.
Vale la pena aclarar, que al hablar de inteligencia definida como constructo no
podemos dejar de mencionar autores como lo son Binet y Simón, quienes desarrollaron el
clásico Test de la edad mental que permitió diferenciar la rapidez que tenían los niños para
aprender dada por el resultado del test y la edad real de la persona, multiplicado por cien para
obtener el coeficiente intelectual del individuo. En otras palabras, este test lo que pretendía era
relacionar el rendimiento de un individuo con el de otros comparables. Es decir, los que están
en la misma categoría de edad y la misma cultura que permiten partir de una serie de
puntuaciones en la prueba para una edad determinada y así el coeficiente intelectual se toma
como medida de un individuo comparado con el rendimiento de otros que son como él o ella.
Continuando sobre posturas acerca de dicho constructo, en 1960 autores como Jenssen
y Eysenck demuestran a través de investigaciones basadas en estudios realizados por Burt, en
gemelos que habían sido educados por separado en donde demuestra que, pese a las
diferencias de sus medios y entornos, el factor hereditario genético es gran responsable de
dicha inteligencia. Contraponiéndose a estudios en donde se constataba que los gemelos
reaccionaban solo en función de la estimulación obtenida y no a su genética. De esta manera
se empezaría a tener una postura más determinista considerando que la herencia influiría en
gran manera sobre la inteligencia de los individuos. En otras palabras, estos autores dirían que
el coeficiente intelectual se debería a sus genes y que su capacidad ha evolucionado desde los
tiempos primitivos, y esta aptitud no sería posible sino fuera heredable, entonces ¿como se
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explica la diferencia de nuestros colegas, amigos o padres? ¿tienen más materia blanca, menos
astrocitos o sus neuronas son más rápidas?
En la actualidad investigadores como Robert Plomin y Sophie Von Stumm (2018),
darían respuesta a las preguntas planteadas anteriormente desde investigaciones con test en
gemelos mencionando que tienen la particularidad de ser clones teniendo los mismos genes,
siendo completamente idénticos no solo en lo perceptible a simple vista como lo es similitud
en pelo, ojos, boca sino también obteniendo casi las mismas respuestas, con resultados más
parecidos que los de otros hermanos. De esta forma indica que sin ser completamente
determinante los genes si representan un papel crucial. Estos autores mencionan que la
inteligencia está influenciada por la interacción de muchos miles de genes que conforman una
red increíblemente compleja. Además, producen efectos distintos en la región del cerebro
donde actúen. Este psicólogo, menciona que, desde un punto de vista genético, se aprecia más
claro dicha interacción ya que la mayoría de los genes que actúan en el cerebro de igual forma
lo hacen sobre muchas regiones del mismo. Sin embargo, resalta que los genes influencian
más no determinan. Es decir, los genes nos dan el potencial, pero el entorno decide el
resultado final.
Por último, otro autor que sobre sale es Robert Sternberg (1990), el cual propuso la
teoría triarquica, compuesta por tres factores diferentes como: la inteligencia analítica,
referida a la facultad para resolver problemas. La inteligencia creativa que consiste en la
capacidad que tenemos para hacer frente a las nuevas situaciones que se nos presenten
utilizando las experiencias pasadas y las habilidades que tengamos actualmente y la
inteligencia practica enfocada a la capacidad que tiene el individuo para adaptarse a un
entorno cambiante. Es así como para este autor, una persona es considerada como inteligente
de forma exitosa si logra adaptarse a distintos ambientes, tarea de suma importancia debido a
que en la vida nos enfrentamos a una gran cantidad de cambios constantes, como por
ejemplificar una de esas situaciones puede ser el paso del colegio a la universidad, y
posteriormente a un ambiente laboral en donde todos estos contextos tienen diferencias
significativas debido a las experiencias que nos exponen.
Como podemos ver, con el pasar del tiempo los científicos poco a poco han ido
ensamblando las diferentes piezas de un rompecabezas que han desarrollado bajo el
constructo de inteligencia, teniendo en cuenta que el mundo y el cerebro evoluciona y a su vez
la forma en la que se adapta a los problemas o situaciones por múltiples y variados que estos
sean.
Estas teorías lo que nos permiten entender es que la verdadera inteligencia humana no
está en pensar de forma plural sino en las distintas formas de entender el mundo a nivel
individual. Por lo tanto, la ciencia ha desempeñado una función no solo en decir si somos más
o menos inteligentes que nuestros vecinos o nuestros antepasados, sino el de ayudarnos a
comprender lo funcionales que somos con nuestro entorno y así cuidar, nutrir y mejorar
nuestro conocimiento tejiendo hilos de unión entre nosotros y la diversidad que nos rodea.
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Referencias

Rice, F. P (1997). Desarrollo humano: estudio del ciclo vital. Segunda edición.Mexico D.F.
Pearson Prentice Hall.
Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografia de Hans Jürgen Eysenck. En Biografías
y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Barcelona (España). Recuperado de
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/e/eysenck
Plomin, R. (2018). The new genetics of intelligence. Nature Reviews Genetics, 19, 148-159
https://doi.org/10.1038/nrg.2017.104
Davies, G., Tenesa, A., Payton, A., & Yang, J. (2011). Genome- wide association studies
establish that human intelligence is highly heritable and polygenic. Molecular
Psychiatry,16 (10), 996- 1005. DOI: 10.1038/mp.2011.85
Tortosa, Francisco, and Civera, Cristina. Historia de la psicología (2000). McGraw-Hill España.
(1a. ed.). All rights reserved. Recuperado de
http://www.iztacala.unam.mx/carreras/psicologia/psiclin/vol9num3/art7vol9no3.pdf
Detterman, Dk., Sternberg, RJ (1992). ¿Qué es la inteligencia?: enfoque actual de su naturaleza y
definición. Dialnet. 123-130.

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