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org • 3/16/2005
La congregación en la que Boaz Michael sirve, A'M Segulah en Phoenix, AZ, intentó
mantener las fiestas según el cómputo de la cebada de Aviv y la observación de la Luna
Nueva durante dos años. Boaz reporta que el intento resultó en una constante
incertidumbre en la comunidad. Incluso el cómputo de la cebada de Aviv estuvo lleno de
problemas en tanto la comunidad debatía si se establecería su calendario por la cebada del
sur de Israel, del norte de Israel, o incluso del área de Phoenix. Boaz establece que el
método caraíta resultó en un amplio sentido de separación de la comunidad judía y fue
alimentado con una arrogancia latente que permanece profundamente arraigada en los
Mesiánicos; a saber, que nosotros sabemos cumplir la Torá mejor que nadie – incluso mejor
que la comunidad judía. Recuerde que Pablo, en Romanos 11, exhorta a los no-judíos
injertados en Israel a que no crezcan arrogantemente contra las ramas naturales. Él estaba
hablando de asuntos de halajá y aplicación. Las ramas naturales de las que estaba hablando
eran de los judíos tradicionales.
Si un debate calendario como por el método de la cebada de Aviv fue levantado en la era
apostólica, parece más probable que el Maestro y los Apóstoles habrían seguido la
interpretación mayoritaria con el fin de mantener la continuidad con la comunidad en
general. Podemos basar con seguridad esta opinión sobre la participación de la comunidad
apostólica en la tradición judía normativa en general y su participación en Shavu’ót en
particular. Shavu’ót es un excelente caso de prueba.
En los días del Maestro, las sectas caraítas (Saduceos y Sumos sacerdotes) estaban
siguiendo la lectura más literal de Levítico 23:10-16, en la que Shavu’ót ocurrió en el día
después del 7º shabat semanal contando desde el shabat semanal durante los Panes Sin
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Levadura. De acuerdo a esta interpretación, Shavu’ót siempre debería ser un domingo. Sin
embargo, la lectura de los fariseos del mismo pasaje, coloreada por su interpretación
tradicional, rindió el calendario diferentemente, para que el día de Shavu’ót pueda caer en
cualquier día de la semana.
Si los creyentes eran híper-literales, rompiendo las tradiciones de los hombres con el fin
de ser puristas, deberían haber seguido el método Saduceo. Sin embargo, las dos veces que
los creyentes son representados en la celebración de Shavu’ót (Hechos 2 y 21), ellos lo
están haciendo junto con todo Israel. En otras palabras, lo mantenían según la tradición
judía, y lo mantenían de acuerdo con la mayoría.
Ostensiblemente, los creyentes que están calculando sus calendarios de acuerdo con el
método de Aviv lo hacen porque creen que es más bíblico. Sin embargo, el cálculo por la
cebada de Aviv no es en realidad una institución bíblica en primer lugar. Es cierto que la
palabra significa "frescas jóvenes espigas de grano." Pero también es el nombre del mes.
Es el nombre del mes en que los israelitas salieron de la esclavitud (Éxodo 13:4) y el mes
en que vamos a observar la Pascua y la fiesta de los Panes Sin Levadura (Éxodo 23:15;
34:18). Aviv es el nombre del mes, no el método por el que se determina el mes.
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Nuestros Rabinos enseñaron: Un año podría intercalarse [por el Sanedrín] por tres
motivos: a cuenta del estado prematuro de los cultivos de maíz [cebada]; o el de los
árboles frutales; o a cuenta de lo tardío de la [temporada]. Cualquiera de estas dos
razones puede justificar la intercalación, pero no una sola... [El grano y el fruto de las
siguientes] tres regiones [son tomadas como estándar] para decidir sobre la
declaración de un año bisiesto: Judea, Trans-Jordania, y Galilea. Los requisitos de dos
de estas regiones podrían determinar la intercalación, pero no una sola de estas.
Todos, sin embargo, nos alegramos cuando alguna de las dos era Judea, porque la
cebada para el Omer era obtenida [preferentemente] en Judea. (Talmud de Babilonia,
Sanedrín 11b)
Por lo tanto, parece un poco extraño para los creyentes y los judíos caraítas tomar una
postura iconoclasta contra el calendario judío tradicional al romper con el resto de la
comunidad judía, todo en aras de mantener la tradición judía, la cual sólo aparece en el
Talmud.
Un caso similar podría hacerse con respecto a la determinación de la Luna Nueva. La Torá
no proporciona ningún detalle sobre la determinación de la Luna Nueva o qué califica como
una Luna Nueva. Esos detalles provienen sólo de las tradiciones fariseas reportadas en la
Mishná. Cuán extraño, entonces, es que algunos de entre nosotros descartara el cálculo
judío tradicional del calendario con el fin de observar un cálculo judío tradicional diferente
del calendario. ¿Cuál es nuestra verdadera motivación? ¿Es para que sea más bíblico, o para
ser más iconoclasta? Probablemente lo último.
En los días del Maestro, había varios sistemas de calendario compitiendo, tal como lo es en
nuestros días. Los esenios mantuvieron un calendario solar. El calendario jubilar es aún
diferente. Pero la gran mayoría de los judíos del mundo siguió el cálculo farisaico (que era
el cálculo de la cebada de Aviv según lo determinado por el Sanedrín). Es de gran
importancia tener en cuenta que, a pesar de la presencia de varios atractivos, los
calendarios anti-tradicionales, calendarios de minoría de opinión, eran de fácil acceso, y
aun así Yeshúa y los Discípulos mantuvieron los festivales conjuntamente con la mayoría
de Israel. (Una posible excepción fue su temprano Séder – pero que estuvo en vista de la
circunstancia atenuante de su crucifixión inmanente.) La misma autoridad Farisaica sobre
Israel que comprobaba la madurez de la cebada para determinar el año en la época
apostólica, es la misma autoridad que nos dio el calendario fijo que ahora utilizamos. Si la
comunidad apostólica se apegó al tradicional, la determinación de la mayoría del
calendario, ¿por qué no habríamos de seguirlo?
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En lo que se refiere a las materias de la tradición judía, Pablo nos dice que, "Sed imitadores
de mí, así como yo del Mesías. Y os alabo, porque en todo os acordáis de mí y retenéis las
tradiciones tal como os las entregué” (1 Corintios 11:1-2). Y continúa en el verso 11
amonestando a la congregación de Corinto para conformar su halajá con otras sinagogas.
Si hemos de imitar a Pablo y Yeshúa, también debemos practicar las tradiciones que son
practicadas. Su observancia tradicional era generalmente consistente con la interpretación
farisaica. El mismo Pablo era un fariseo. El calendario fijado que tenemos es una institución
del antiguo fariseísmo. Este fue instituido por Hilel II para unificar a Israel en la ausencia
de un Sanedrín y para responder algunas de las preguntas difíciles que se plantean al
abordar las Escrituras para una aplicación apropiada. Consideramos que estamos en línea
con el modelamiento y la prescripción de Pablo de seguir el calendario tradicional. El
Maestro permaneció en silencio en los debates del calendario de Su época. Ni Yeshúa ni los
Apóstoles incluso ofrecen un reproche respecto a las cuestiones del calendario, con la
excepción del reproche de Pablo a los gálatas por "estar guardando escrupulosamente días,
y meses, y tiempos, y años." (Gálatas 4:10)
Por último, debemos ser conscientes de no juzgar a otros por diferencias de opinión en la
observación del calendario. Si nuestros hermanos y hermanas consideran apropiado
contar el calendario de una manera diferente a la del judaísmo tradicional, les deseamos
todas las bendiciones y la paz en ese empeño.
Así sea, rápidamente, pronto y en nuestras vidas cuando el Mashíaj regrese y nos
reclinaremos en el Séder con Él y comeremos del Pésaj de nuevo en el Reino de Su Padre,
el año que viene en Jerusalén.
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