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‫פרשת אחיי קדשים‬

PARASHA AJARE - KEDOSHIM


Nuestra parashá empieza en el capítulo 16 del libro de Vayikra cuando El Eterno hablo a Moshe, para decirle: Habla a los
Hijos de Israel, y diles: Yo soy el Eterno, su Dios. Conforme a las prácticas de la tierra de Mitzraim donde ustedes habitaron,
no harán; y conforme a las prácticas de la tierra de Kenaan adonde Yo los llevo no harán, y no sigan sus costumbres. Llevaran
a cabo Mis juicios y guardaran Mis decretos para andar en ellos; Yo soy el Eteno, su Dios. Guardaran Mis decretos y Mis
juicios los cuales el hombre hará. y vivirá por ellos; Yo soy el Eterno. Levítico 16:1, debemos entender que el Eterno es
Santo, la santidad es el principio de la moral judaica. Ello consiste en subordinar los elementos inferiores a los superiores;
los sentidos al corazón, el corazón al raciocinio, el egoísmo al deber. La persona que frena sus pasiones las domina y se
torna dueño de sí mismo, se aproxima a la santidad.

El Talmud (Tratado de Yomá), expresa esta idea en una máxima significativa en que dice: Kadesh atzmaj bemutar laj
(santifícate aun en lo que te fue permitido). Este concepto original de la santidad es específico de la ética judaica. Verdad
es que la Ley no fue dada a los ángeles, sino a los seres humanos de carne y hueso, sujetos a pecado según lo explica el
Talmud (Berajot 25:); pero, aun así, el hombre puede santificarse en sus actos por más simples que sean, equilibrando sus
inclinaciones, moderando sus deseos; esto lo puede hacer observando los preceptos de la Torah y de la moral, para poder
llegar a “ser santos” que significa apartarse de cierto tipo de actos juzgados como demasiado bajos.

Rambam, sin embargo, entiende esta exhortación a “ser santos” no referida exclusivamente a separarse de la promiscuidad
sexual o limitada a una categoría particular de preceptos, sino como una exhortación general a regular la vida propia con
moderación y sobriedad, incluso en áreas donde la Tora permitió ciertos actos. Por ejemplo, aun cuando la Tora permitió
tener relaciones sexuales con la esposa, estos actos deben ser llevados a cabo con “santidad”, esto es, con moderación y
control de uno mismo. En caso contrario, Rambam afirma, uno se convertiría en un “degenerado con permiso de la Tora”
si no ejerce control sobre sí mismo incluso en los actos que le están permitidos, de nada vale que se cuide de no transgredir
los mandamientos.

Por su parte, el Maharal de Praga comenta que aquí Dios nos manda “ser santos” porque, siendo que el concepto de
“santidad” siempre se refiere a la separación de todo relacionado con la materialidad y deseos del cuerpo, es precisamente
con respecto a la promiscuidad sexual que es preciso controlarse, ya que el deseo sexual es la pasión material más fuerte
(Gur Arye).

Rashi enfatiza esto porque en hebreo la frase comienza con un sustantivo en singular [ ‫] איש‬, pero concluye con el verbo en
plural [ ‫ תיו־או‬, lit. “respetaran”]. Esta utilización del singular y el plural en la misma frase significa que la Tora se está

En aquel día sucederá que brotarán aguas vivas de Jerusalén - Zacarías 14:8
El que cree en mí, como ha dicho la Escritura: ``De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva” – Yeshuá / Yohanan 7:38.
refiriendo a cada individuo del conjunto, y por ello es gramaticalmente correcto en hebreo utilizar el verbo en plural (Gur
Arye).

Los poetas sefaraditas de la Época de Oro en España, imaginando el esplendor del sumo sacerdote cuando hacía el servicio
sagrado de Yom Kipur en el 'Templo, hicieron su descripción con lindos versos, los cuales fueron introducidos en la liturgia
de este día.

Ibn Gabirol escribe:

¡Bienaventurados los ojos que vieron todas estas cosas!


¡Bienaventurados los ojos que vieron a los levitas y al pueblo atentos a la Gloria Divina resplandeciendo con viva
luz, y al sumo sacerdote anunciando al pueblo que acudía a él: ¡De todos vuestros pecados ante el Eterno,
estaréis limpios! ¡Bienaventurados los ojos que vieron los muros del 'santuario amado, la Gloria Divina irradiando
con luminosa claridad; ¡y al sumo sacerdote distribuyendo la palabra santa como el rocío benéfico, rodeado de los
sacerdotes y del pueblo semejantes a las plantas de olivo, acompañándolo con la exaltación con que se acompaña
a un rey!
Y nosotros en la actualidad recordamos que un mismo Rey pronuncio su discurso siglos atrás con sus palabras:

“Y al ver las multitudes, subió al monte, y cuando se hubo sentado, se acercaron a Él sus discípulos, y abriendo su
boca, les enseñaba diciendo:

¡Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos!

¡Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados!

¡Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra!

¡Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados!

¡Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia!

¡Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios!

¡Bienaventurados los que procuran la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios!

¡Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos! ¡

¡Bienaventurados sois cuando os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros por causa de
mí! Alegraos y gozaos, pues vuestro galardón es grande en los cielos, porque así persiguieron a los profetas antes
de vosotros.

En aquel día sucederá que brotarán aguas vivas de Jerusalén - Zacarías 14:8
El que cree en mí, como ha dicho la Escritura: ``De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva” – Yeshuá / Yohanan 7:38.
Debemos entender que en la época en la que fue entregada la torá, no se determina con claridad quién es el que hará la
expiación de los pecados por el pueblo, aun cuando la torá especifica que era Aharon a quien se le confirió la tarea después
de la muerte de sus hijos, muchos comentaristas dicen que no puede ser que sea el “Sumo Sacerdote” quien tenga esta
tarea o este mérito de limpiar a los hombres sus pecados o transgresiones. Es por ello por lo que Rabí Akivá afirma que esto
hace referencia únicamente a Dios, Rabbí Akiba dijo: Tú, sí eres feliz, Israel ¿Ante quién te purificas? ¿Quién te purifica? ¡Tu
Padre que está en el cielo! Así como está escrito (Ezequiel 36:25): “Y rociaré agua pura sobre vosotros y seréis puros…” Y
está escrito (Jeremías 14:8): “Di-s (HaShem) es la Mikveh de Israel. Al igual que la Mikveh purifica al impuro, del mismo
modo Di-s purifica a Israel”. Mishná Yoma 8:9 (85b). Estas palabras son extraordinarias en muchos aspectos. Proclaman el
acceso directo a Dios, ¿pero como llegar ante Dios?, ¿Cómo presentarnos ante él? ¿Cómo hacerlo si cada día tropezamos y
caemos?, a menos que necesitemos de su mismo mediador, no hombre que pueda ser corruptible, ni de un ángel
incorruptible que no conoce lo que es corrupción. He ahí el ministerio y la obra de nuestro amado Yeshuá “Si no hago las
obras de mi Padre, no me creáis; pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis, y sigáis
conociendo que el Padre está en mí y Yo en el Padre”, siendo confirmadas estas palabras por Rabbí Shaúl de Tarso, cuando
afirmo “Esto es bueno y aceptable delante de Dios nuestro Salvador, el cual desea que todos los hombres sean salvos y
lleguen al pleno conocimiento de la verdad, pues hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres: Yeshuá el
hombre, el Mesías, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, cuyo testimonio fue dado en sus propios tiempos”.

Es por ello por lo que ante la pregunta que se plantea, de ¿Quién puede estar ante Dios y no morir? el Talmud interpreta
las palabras "ante el Eterno" como si se dijera "contra el Eterno". Con esto nos quiere decir que el día de Yom Kipur (día de
la expiación por los pecados) anula las faltas que comete el hombre contra Dios, y no las cometidas contra sus semejantes.
Estas sólo pueden ser perdonadas después de haber reparado el perjuicio que se causó y pedido disculpas por las ofensas
"Si ofendéis a vuestro compañero, implorad su perdón; si os rechaza, pídanle hasta tres veces que os perdone; y si aún así
se rehúsa a perdonar, vosotros ya cumplisteis con vuestro deber" (Tratado de Yomá 87). "El hombre que no perdona cuando
se le piden disculpas hasta por tres veces, es considerado cruel" (Midrash), por eso cumpliendo las costumbres de aquel
tiempo, y siendo fiel a los proverbios frecuentados, Yeshuá nos enseña

“Cuando pues hubieron comido, Yeshuá le dice a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? Le
dice: Sí, Señor, Tú sabes que te quiero. Le dice: Apacienta mis corderos. De nuevo le dice por segunda vez: Simón,
hijo de Juan, ¿me amas? Le dice: Sí, Señor, Tú sabes que te quiero. Le dice: Pastorea mis ovejitas. Le dice la tercera
vez: Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se entristeció de que la tercera vez le preguntara: ¿me quieres?, y le
dijo: Señor, Tú lo sabes todo; Tú conoces que te quiero. Le dice: Apacienta mis ovejitas. Juan 21:15

Esto ocurrió después de ser entregado en manos de un sanedrín no oficial, donde se cumplió lo hablado por el profeta Isaías
cuando profetizo por dirección del Eterno:

En aquel día sucederá que brotarán aguas vivas de Jerusalén - Zacarías 14:8
El que cree en mí, como ha dicho la Escritura: ``De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva” – Yeshuá / Yohanan 7:38.
Con violencia, mediante juicio, fue quitado, Y de su generación, ¿quién consideró que fue cortado de la tierra de
los vivientes y llagado por la transgresión de mi pueblo? Y dispusieron su sepultura con los impíos, Pero con el rico
fue su tumba. Y aunque nunca hizo maldad ni hubo engaño en su boca, Plugo a YHVH quebrantarlo y someterlo a
padecimiento. Cuando se haya puesto su vida en sacrificio expiatorio, verá a su descendencia, Vivirá por días sin
fin, y la voluntad de YHVH triunfará en su mano. Gracias a la aflicción de su alma, verá la luz y quedará satisfecho.
Por su conocimiento, mi Siervo, el Justo, justificará a muchos, Y cargará con los pecados de ellos. Por tanto, Yo le
daré parte con los grandes, Y con los fuertes repartirá despojos, Por cuanto derramó su vida hasta la muerte, Y fue
contado entre los pecadores, Habiendo cargado el pecado de multitudes y orado por los transgresores. Isaías 53:8

El término caret que traducimos por "segregación", tiene varias acepciones según los casos, y todas ellas fueron clasificadas
en el Talmud, tratado Keritot, donde a veces significa pena de muerte por parte de Dios; muerte prematura; muerte de su
progenitura; muerte sin tener hijos; pérdida completa del alma, o sea que no tiene parte en el más allá.

Y fue justamente en pro de aquellos que no lo conocían, aquellos a quienes en un futuro iban a ser salvados, ya que la
ciencia y la virtud no son privilegio de nadie, sea este pequeño, o grande, rico o pobre, israelita o no, puesto que el versículo
dice: "el hombre vivirá por ellos"; "el hombre" significa aquí cualquier persona, no importa su raza, credo o color. "El pagano
virtuoso he instruido tiene tanto mérito cono el cohén gadol (sumo sacerdote). Un sabio, aún mamzer (bastardo) debe ser
más considerado que un cohén gadol ignorante" (Bamid. R.6).

En el Libro de Salmos (l 18, 20) está escrito: "Esta es la puerta del Eterno; por ella entrarán los justos". No se dice: los
sacerdotes, los levitas o los israelitas entrarán, sino los "justos", sin distinción de raza o credo. Por eso Yeshuá actuó así con
todos

“Entonces le fueron llevados unos niños para que pusiera las manos sobre ellos y orara, y los discípulos los
reprendieron, pero Yeshúa dijo: Dejad a los niños, y no les impidáis venir a mí, porque de los tales es el reino de los
cielos. Y después de poner las manos sobre ellos, partió de allí.

Con ese ejemplo y simpleza, y reafirmando sus palabras

Y lo expresa el Apóstol Yaakov “Si en verdad cumplís la ley real conforme a la Escritura: AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI
MISMO, bien hacéis”. (Santiago 2:8) Ya que el principio fundamental del judaísmo se resume en estas palabras: "Amarás a
tu prójimo como a ti mismo". El famoso Hilel, el anciano, dictó este precepto con otros términos: "No hagas a tu compañero
lo que no quieres que te hagan". Esta norma se refiere también al no israelita.

La Torah, que es la fuente de la justicia humana, no podría enseñar amor para unos y odio para otros. Así mismo Yeshuá
dijo

En aquel día sucederá que brotarán aguas vivas de Jerusalén - Zacarías 14:8
El que cree en mí, como ha dicho la Escritura: ``De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva” – Yeshuá / Yohanan 7:38.
“Porque si amáis a los que os aman, ¿qué galardón tenéis? ¿Acaso no hacen también lo mismo los publicanos? Y si
sólo saludáis a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de más? ¿Acaso no hacen también así los gentiles? Vosotros pues
sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.

Ya que las palabras que significan en hebreo compañero, prójimo y hermano que se encuentran en la Torah, son las
siguientes: rea, amit, ben- am y aj. Entre estos cuatro términos, el que más puede dar idea de definir solamente al israelita
es aj, cuya traducción literal es "hermano"; pero cuando vemos en muchos lugares de la Biblia que esta palabra se emplea
para designar a cualquier hombre, como por ejemplo: "Y de la mano del hombre, de la mano del hermano de cada uno,
requeriré la vida del hombre" (Génesis IX, 5), y que Jacob califica de ajim (hermanos) a unos pastores idólatras, sin tener
con ellos parentesco alguno ni igual nacionalidad: "Hermanos míos, ¿de dónde sois vosotros? " (Génesis XXJX, 4), no cabe
duda alguna de que la Torah, al citar estos cuatro términos, uno tras otro, (vers. 17 y 18) quiso designar con ellos a cualquier
hombre sin distinción de raza, color y credo, por eso, cada mandamiento que Dios nos da es una frase, si se juntan todas
las frases en un texto, y al final tenemos un contexto.

¡Que tengan un maravilloso Shabbath Shalom!

Imanuel Ben Yohanan

En aquel día sucederá que brotarán aguas vivas de Jerusalén - Zacarías 14:8
El que cree en mí, como ha dicho la Escritura: ``De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva” – Yeshuá / Yohanan 7:38.
CARTA DE UN PADRE A SUS HIJOS

Queridos hijos, recuerden que es bueno temer al padre y a la madre, ya que no les ayuda el dirigirse hacia un ídolo en
pensamiento o en palabra, porque no es bueno fabricar un ídolo para uno mismo o para otro.

Recuerden que no es bueno comer los restos de carne de una ofrenda.

Pero si es bueno dejar para el pobre la esquina de un campo de cultivo, sin cosecharla, porque no es bueno cosechar un
campo hasta sus esquinas, ya que es mejor dejar al pobre las espigas que se caen en el momento de cosechar, porque no
es bueno recoger las espigas que se caen en el momento de cosechar, pero si es bueno dejar al pobre una parte del viñedo
sin cosechar, porque no es bueno cosechar todo el fruto del viñedo, pero si es bueno dejar al pobre las uvas que se caen en
el momento de cosechar, porque no beneficia recoger las uvas que se cayeron en el momento de cosechar.

Porque no es bueno robar, ya que no beneficia negar a su dueño algún objeto que se halle en nuestra posesión, ya que no
es bueno jurar sobre un falso testimonio conveniente a un objeto de valor, porque ayuda jurar en falso, o retener cualquier
objeto que pertenezca a otra persona, o asaltar [robar con violencia], ya que no es bueno retener la paga de un trabajador.

No les beneficia maldecir a un judío, ya sea hombre o mujer, porque no es bueno proporcionar un consejo perjudicial a
otro, provocándole que yerre.

No es bueno para un juez de pervertir el juicio, por qué no beneficia a un juez de honrar a una persona prominente durante
un juicio. Pero si es bueno para el juez de juzgar correctamente.

No es bueno de hablar mal de un judío y no ayudar a un judío cuando se encuentra en peligro, porque no es correcto odiar
a un hermano judío, pero si es correcto de amonestar a un judío cuando actúa equivocadamente.

Recuerden que no les beneficia avergonzar a un judío y cobrarse venganza, o sentir rencor, pero si les favorece de amar al
prójimo, porque no es bueno de cruzar a dos animales de diferente especie o sembrar dos especies de semillas juntas.

No les ayuda el comer de los frutos de un árbol los tres primeros años, pero si les favorece el fruto de un árbol en el cuarto
año.

Tampoco les beneficia comer o beber del modo en que lo hace un glotón o un borracho, o prestar atención a augurios, ni
hacer pronósticos adivinatorios.

No les beneficia de rasurar las extremidades del cabello de la cabeza ni de rasurar las extremidades de la barba, ni les
beneficia de hacerse tatuajes, pero si les es bueno de tener temor al Santuario.

No les beneficia practicar el espiritismo de médium, igual de practicar el espiritismo de visionario, pero si les es bueno de
honrar a los Sabios, ni de engañar con cualquier clase de medida, pero si es bueno que las balanzas, pesos y medidas estén
correctas.

No es bueno maldecir al padre o a la madre y está permitido para la Corte de Justicia de quemar a una persona que lo
merezca, pero no les ayuda seguir las costumbres de los extranjeros.

En aquel día sucederá que brotarán aguas vivas de Jerusalén - Zacarías 14:8
El que cree en mí, como ha dicho la Escritura: ``De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva” – Yeshuá / Yohanan 7:38.

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