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*Poder
Cuando se habla de poder, tendemos a pensar en el poder político o
económico, el cual detentan unos pocos dominantes mientras que
existen muchos dominados. Sin embargo, existe una pluralidad de
poderes que se encuentran dentro de todas las áreas de la vida social:
CUERPO DEL en el deporte, en los juegos, en las conversaciones cotidianas, etc.
TRABAJO Esto se debe a que el poder se encuentra en la lengua, y la lengua está
presente en todas las interacciones sociales. Por eso, el poder nunca se
termina, siempre está presente.
*Lengua
Según Barthes, el poder está inscripto en la lengua, es una
característica propia de la lengua. En ella habita un poder que nos
obliga a pensar/decir del modo que es más usual para una sociedad, no
nos permite pensar otra cosa. Por ejemplo: si alguien dice que se
sospecha de que un diputado robó dinero de los ciudadanos,
rápidamente tendemos a pensar que es verdad; no lo ponemos en duda,
sino que hay un poder que nos domina y nos lleva a aceptar que es
cierto. Otro caso es cuando hablamos de comunicación y lo primero que
se nos viene a la cabeza es “depende del contexto”
No es que alguien ejerce el poder hablando, sino que el poder está en la
palabra; no favorece al que habla, sino que el que habla es dominado
por el poder.
El hecho de utilizar la lengua implica realizar una clasificación. En este
sentido, la lengua es fascista porque nos obliga a decir, nos obliga a
clasificar. Por ejemplo: uno está siempre obligado a elegir entre
masculino y femenino, no está permitido lo neutro. También estamos
obligados a marcar nuestra relación con el otro mediante el tú o el usted,
se nos niega la suspensión afectiva o social.
Si bien no es la lengua en si la que nos condiciona, somos prisioneros
de las estructuras mentales que solo son posibles desde la lengua.
¿Cómo ingresa el poder en la lengua? Mediante dos operaciones:
-Autoridad de la aserción: el uso del lenguaje suele ser para afirmar
algo. Ahí hay una cierta autoridad. En términos generales, no dudamos
o preguntamos, sino que afirmamos.
-Gregariedad de la repetición: (gregario=grupo) no solo afirmamos,
también repetimos lo que dicen otros. Tendemos a parafrasear las
sentencias que nos parecen ciertas. Por ejemplo: si uno vive en una
casa donde se compra La Nación, para uno eso es un diario. En cambio,
si crecimos con Crónica, La Nación nos va a parecer un diario de la
clase alta.
El hombre pasa a ser esclavo de la lengua, nadie puede escapar a su
poder, porque no es posible pensar o comunicarnos si no es mediante el
uso de la lengua.
Solamente se puede escapar al dominio de la lengua mediante trampas
que son posibles en el campo de la literatura.
*Literatura (creatividad)
1) Mathesis
La lengua alberga todos los saberes, habla de todas las ciencias. No
asume el saber, sino que los saberes circulan por ella. No dice que sepa
algo, sino que sabe de algo. La escritura hace posible los saberes
porque las palabras permiten la existencia de las cosas tal como son.
2) Mímesis
Es la fuerza de la representación. La literatura intenta mimetizarse con
lo real, pretende representar la realidad. Sin embargo, le resulta
imposible porque la literatura es unidimensional, solo cuenta con
palabras; mientras que la realidad es pluridimensional, tiene sonidos,
colores, aromas, etc.
La literatura posee una función utópica, todo el tiempo intenta alcanzar
la coincidencia con lo real y nunca lo logra. Pero justamente porque
nunca lo alcanza, el hombre sigue haciéndola crecer. Si la literatura
alcanzara la realidad, en ese mismo momento perdería su sentido.
Para lograr escapar del poder el escritor debe obcecarse (recurrir a la
parte de la lengua que aún resiste a los discursos estandarizados)
o desplazarse (colocarse en un lugar inesperado o inusual para la
lengua).
3) Semiosis
La tercera fuerza es propiamente semiótica porque se enfoca en los
signos de la lengua (o sea, las palabras). Consiste en actuar los signos,
es decir, cambiar su sentido, en lugar de destruirlos.
Semiología
Barthes estudia semiología porque quería criticar la moralidad de su
época. Quería desarmar la lengua para modificar el pensamiento de su
época. Luego funda una semiología no solo crítica, sino iniciadora de
ideas.
Para Barthes, la semiología surge a partir de la deconstrucción de la
lingüística.