Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
de Roland Barthes
Poder
Lengua
No es que alguien ejerce el poder hablando, sino que el poder está en la palabra;
no favorece al que habla, sino que el que habla es dominado por el poder.
-Autoridad de la aserción: el uso del lenguaje suele ser para afirmar algo. Ahí hay
una cierta autoridad. En términos generales, no dudamos o preguntamos, sino que
afirmamos.
El hombre pasa a ser esclavo de la lengua, nadie puede escapar a su poder, porque
no es posible pensar o comunicarnos si no es mediante el uso de la lengua.
Literatura (creatividad)
Esos momentos de revolución creativa duran un corto tiempo, hasta que comienzan
a ser repetidos, y se cae otra vez bajo el dominio del poder (por ejemplo, cuando
las mujeres comenzaron a usar pantalón o cuando se estrenó la famosa escena de
matrix; luego se convirtieron en habituales, pero en su momento fueron
novedosas).
1) Mathesis
La lengua alberga todos los saberes, habla de todas las ciencias. No asume el saber,
sino que los saberes circulan por ella. No dice que sepa algo, sino que sabe de algo.
La escritura hace posible los saberes porque las palabras permiten la existencia de
las cosas tal como son.
2) Mímesis
Para lograr escapar del poder el escritor debe obcecarse (recurrir a la parte de la
lengua que aún resiste a los discursos estandarizados) o desplazarse (colocarse en
un lugar inesperado o inusual para la lengua).
3) Semiosis
Semiología
Barthes estudia semiología porque quería criticar la moralidad de su época. Quería
desarmar la lengua para modificar el pensamiento de su época. Luego funda una
semiología no solo crítica, sino iniciadora de ideas.
Negativa o apofántica porque niega que el signo sea positivo, fijo, ahistórico y
acorporal, en resumen, niega que el signo sea científico. Los signos no se definen
por lo que son sino por lo que no son. Un signo por sí mismo no es nada.
Este apofantismo (apofántico es que afirma o niega algo) tiene dos consecuencias:
Activa porque es una disciplina de segundo orden. Su razón de ser es ayudar a otras
disciplinas. No constituye una ciencia en sí misma, sino que tiene por objeto prestar
servicios a las ciencias ayudándolas a comprender la realidad.