Está en la página 1de 7

República bolivariana de Venezuela

Ministerio del poder popular para la educación


Vicerrectorado Académico Mención: Aduana
Universidad Nacional Experimental “Rafael María Baralt”

El Dialogo

Profesora: Estudiantes:
Dra. Magalis Romero de Conde Angel Jiménez
¿Qué es el diálogo?
Comúnmente, por diálogo entendemos al intercambio recíproco de
información entre un emisor y un receptor a través de un medio oral u
escrito. Es decir, es a una conversación entre dos interlocutores que se
turnan en sus roles respectivos de emisor y de receptor, de manera
ordenada.

La palabra diálogo proviene del latín “dialogus” y éste a su vez del griego
diálogos (dia-: “a través”, y logos: “palabra”), que literalmente significa “a
través de la palabra”. Esto nos da ya una idea de lo importante que han sido
los diálogos en la historia de la humanidad, como herramienta del mutuo
entendimiento, generalmente como reemplazo de la violencia.

De manera similar, los diálogos forman parte de los recursos literarios que
posee una obra para mostrarnos a dos o más personajes, o para hacernos
saber parte de la información que intercambian, como si fuéramos sus
testigos. Por eso, es común hallarlos en la mayoría de las representaciones
artísticas narrativas.

Por otro lado, en la Antigüedad, constituían el método idóneo de enseñanza


y aprendizaje entre maestro y alumno, puesto en práctica por la escuela de
los socráticos, es decir, los alumnos del filósofo Sócrates.
Tipos de diálogo:
La clasificación de los diálogos es compleja, pues depende de en qué contexto
se produzcan.
En principio, podemos distinguir entre los diálogos orales y los escritos. Los
primeros ocurren mediante el uso de la voz y son efímeros, o sea, pertenecen
al instante en que ocurren. Por su parte, los segundos ocurren mediante la
escritura y permanecen durante más tiempo, pues pueden leerse una y otra
vez.
Una segunda distinción separaría los diálogos literarios (aquellos que
aparecen en obras artísticas) y los diálogos no literarios (el resto), lo cual
abarca la siguiente clasificación:
Diálogos literarios. Aquellos que hallaremos en relatos, cuentos, novelas,
obras teatrales e incluso películas, y que pueden ser:
Diálogos internos. Que ocurren en la cabeza de un personaje, en su
imaginación o en su recuerdo, o incluso pueden tener lugar entre el personaje
y su yo interno.
Diálogos externos. Aquellos que tiene un personaje con otros personajes, y
que constituyen parte de la trama de la obra.
Diálogos no literarios. Aquellos que no tienen una clara intención artística, o
que no forman parte de una obra poética, sino de situaciones de la vida real,
o de transcripciones de la misma. En ese sentido, pueden ser:
Diálogos formales. De tipo planificado, en ausencia de afecto o relaciones
cercanas entre los interlocutores, suele responder a fórmulas y protocolos de
respeto.
Diálogos informales. Se dan de forma no planificada o entre personas de
mucha confianza, echando mano con frecuencia al argot y a las expresiones
coloquiales, las groserías, es decir, sin necesariamente conservar los modales.
El diálogo directo y diálogo indirecto

Dentro de las posibilidades del diálogo escrito, sea o no de carácter literario,


hallamos una distinción importante, que tiene que ver con el discurso directo
y el discurso indirecto. Nos referimos, similarmente, a:

Diálogo directo. Es aquél en el cual podemos constatar lo que dice cada


interlocutor. Suelen emplear líneas de diálogo para separar y marcar cada
intervención de los interlocutores, como en el siguiente caso:
─ ¿Ya comiste, hijo?

─ No, mamá. No tengo hambre.

Diálogo indirecto. La figura de un narrador nos refiere lo que cada


interlocutor dice. Es decir que todo el contenido comunicativo nos es referido
por un tercero, de la siguiente manera:
“La madre le preguntó al hijo si había comido, y éste le respondió que no,
pero que no tenía hambre tampoco.”
Importancia del Dialogo

Podríamos describir al diálogo como la acción que se da entre dos o más


personas y que supone un intercambio de ideas, expresiones, palabras y
puntos de vista. El diálogo es una capacidad que sólo tiene el ser humano y
esto es así ya que a pesar de que los animales pueden comunicarse a través
de sonidos, de la expresión corporal o los sentidos, no poseen un sistema
comunicacional organizado y con símbolos y significados específicos. El hecho
de que el diálogo sea una característica inherente al ser humano nos muestra
una primera instancia de lo importante que el mismo es.

El diálogo es una de las formas más desarrolladas y complejas que tiene el ser
humano para comunicarse y aunque no es la única, sin duda es la más
utilizada y central. De este modo, la noción de diálogo está directamente
relacionada con la idea de sociedad humana ya que la misma no puede existir
si las personas que la componen no pueden comunicarse entre sí.

Hoy en día la idea de diálogo se utiliza mucho en el contexto de la sociedad


toda en lo que respecta a la tolerancia y respeto por las diferencias de los
otros miembros de la sociedad. El diálogo supone siempre el ejercicio de
escuchar al otro y conocer su forma de opinión, su pensamiento, sus ideas.

El diálogo es muy importante en todo momento. Sin embargo, hay


situaciones sociales en las que el diálogo gana un poder preeminente y es
realmente útil para resolver problemas: esto es así cuando hablamos de
conflictos (armados o no), de peleas entre personas o incluso países, de que
sea necesario llegar a un acuerdo, etc. En todos estos casos, el problema a
resolver siempre llegará a mejores resultados si esa solución se busca a
través del diálogo y de la puesta en común de los elementos que la
componen.
Ejemplos de diálogos
A continuación, se colocarán tres ejemplos de diálogos.
1. Literario
Los muertos somos nosotros –dijo Winston.
Todavía no hemos muerto –replicó Julia prosaicamente.
Físicamente, todavía no. Pero es cuestión de seis meses, un año o quizá cinco.
Le temo a la muerte. Tú eres joven y por eso mismo quizá le temas a la
muerte más que yo. Naturalmente, haremos todo lo posible por evitarla lo
más que podamos. Pero la diferencia es insignificante. Mientras los seres
humanos sigan siendo humanos, la muerte y la vida vienen a ser lo mismo.
Extracto del libro “1984” de George Orwell.
2. Espontáneo
Francisco: Buenas tardes, señora Lupe. ¿Cómo me le va hoy?
Lupe: Qué te cuento, mijo, me está matando este resfriado, necesito
tomarme algo.
Francisco: Tómese este remedio de hierbitas, le va a sentar mejor.
Lupe: Gracias, mijo, Dios te lo pague.
3. Literario para televisión
Chilindrina: ¡Vieja grosera!
Quico: ¿Oíste eso, mami? ¡Te dijo vieja y grosera! (Doña Florinda hace un
gesto de desinterés) ¡Pero es que grosera no eres!
Doña Florinda: ¡Tesoro!
Chilindrina: ¡Sí es grosera! Porque le dijo burro a mi papá.
Chavo: Pos no le hagas caso porque tu papá no es ningún burro.
Don Ramón: Gracias, Chavo.
Chavo: Es más, ni siquiera se parece mucho, mucho, mucho, mucho a los
burros… No más tantito en el hocico…
Mi Dialogo

Juan: ¿De quién es este paraguas?


Ana: No lo sé, mío no es.
Juan: ¿Alguien olvidó un paraguas en el pasillo?
Alberto: Yo no.
Diana: Yo no.
Juan: ¿Entonces quién lo dejó?
Ana: Margarita estuvo aquí más temprano.
Probablemente sea de ella.
Juan: Voy a llamarla para avisarle que está aquí.

También podría gustarte