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Medición de la respiración: Método nanométrico

I. INTRODUCCION.

La tasa de respiración es un excelente indicador de la actividad metabólica del tejido y


por tanto, es muy útil la precisión del potencial de almacenamiento del producto. Según
Neves Filho (1991), en el proceso de la respiración ocurre una pérdida de sustrato que
en frutas y hortalizas cogidas, no son repuestos, dando inicio el proceso de deterioro del
producto. La respiración que ocurre en presencia de oxígeno es un excelente indicador
de la actividad metabólica del tejido, por tanto, puede ser usada como guía de la vida
útil del producto. La respiración es un proceso complejo, afectado por un gran número
de factores. La mayor parte de los métodos empleados para medir la intensidad de la
respiración requieren determinaciones cuantitativas del CO2 producido o del oxígeno
consumido (Devlin, 1982). Para las determinaciones cuantitativas de la tasa de
respiración existen métodos de medida tipo sistema abierto y los métodos de medida
tipo sistema cerrado.

II. OBJETIVOS.

Determinar el consumo de oxigeno

III. MATERIALES

 Material biológico
Semillas de lenteja
Capolar
Azul de metileno
Plastilina
Vaselina
Matras
Manguera de 0.4cm
 Reactivo
Hidróxido de sodio NaOH (20%)

IV. MARCO TEORICO


En vegetales la respiración es algo más que la síntesis de ATP, es esencial para
conseguir gran cantidad de productos intermediarios; precursores de metabolitos esenciales
para el vegetal (clorofilas, carotenoides, flavonoides, lignina…).

Distinguimos 4 vías metabólicas en la respiración: degradación del almidón y la


sacarosa, glucólisis, ciclo de las pentosas fosfato y ciclo de Krebs.

Las fuentes de carbono reducido son: la sacarosa, el almidón, el ciclo de las triosas
fosfato, la fructosa (fructanos), otros azúcares, los lípidos, ácidos orgánicos y proteínas.

Degradación del almidón y de la sacarosa

Ambos nos van a rendir fructosa-1,6-bifosfato a nivel de citoplasma. Hay dos enzimas
principales:

α-amilasa hidroliza el
almidón rompiendo
enlaces α( 1→4) de
manera indiscriminada.
∞ β-amilasa es más
selectiva, empieza por el
extremo no reductor, es
decir, hidroliza de
manera alterna.
α-amilasa hidroliza el almidón rompiendo enlaces α (1→4) de manera indiscriminada.
β-amilasa es más selectiva, empieza por el extremo no reductor, es decir, hidroliza de
manera alterna.
β-amilasa es más selectiva, empieza por el extremo no reductor, es decir, hidroliza de
manera alterna.
De este modo, el producto de la hidrólisis son dos glucosas (maltosa).
Degradación del almidón
y de la sacarosa
V. METODO.

VI. RESULTADOS

VII. DISCUSIÓN

VIII. CONCLUSIONES

IX. BIBLIOGRAFIA

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