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UN ESPAÑOL HABLA DE SU TIERRA

Las playas, parameras Contigo solo estaba,


Al rubio sol durmiendo, En ti sola creyendo;
Los oteros, las vegas Pensar tu nombre ahora
En paz, a solas, lejos; Envenena mis sueños. 20

Los castillos, ermitas, 5 Amargos son los días


Cortijos y conventos, De la vida, viviendo
La vida con la historia Sólo una larga espera
Tan dulces al recuerdo, A fuerza de recuerdos.

Ellos, los vencedores Un día, tú ya libre 25


Caínes sempiternos, 10 De la mentira de ellos,
De todo me arrancaron. Me buscarás. Entonces
Me dejan el destierro. ¿Qué ha de decir un muerto?

Una mano divina


Tu tierra alzó en mi cuerpo en “Las nubes” (1937-1940)
Y allí la voz dispuso 15
Que hablase tu silencio.

1. Identifique las ideas del texto y exponga esquemáticamente su organización.

De manera esquemática, las ideas más destacadas que aparecen en el poema son las
siguientes:

1. Evocación nostálgica de los lugares que se han dejado atrás.


1.1.Espacios naturales.
1.2.Construcciones humanas (historia)
2. Destierro obligado del poeta tras la derrota.
3. Encargo de dar voz al dolor de España.
3.1.Amargura del presente
3.2.Esperanza de un futuro libre, aunque el poeta ya no esté. Comentado [RS1]: Ideas que aparecen en el texto.

La división del poema en estrofas de cuatro versos heptasílabos arromanzados (con


rima asonante entre los versos pares) permite organizar la distribución de las ideas
señaladas. Así, las dos primeras estrofas (vv. 1-8) suponen un recuerdo, grato para la voz
del poeta, de la tierra española (idea 1), comenzando por la soledad de los lugares en la
primera estrofa (1.1) para seguir con la huella que la historia ha dejado en ellos (1.2). La
tercera estrofa (vv. 9-12) supone un contraste brusco con esa idealización, al introducir la
victoria [en la Guerra civil] del bando que el poeta no deseaba ver como vencedor, derrota
también personal que lo ha conducido al exilio (idea). Verse desterrado lo lleva a constatar
un presente infeliz para su tierra, por eso siente una llamada de la tierra para darle voz a
quienes, como él, han sido derrotados (vv. 13-20, idea 3). El dolor presente se prevé largo
(sexta estrofa, idea 3.1), tanto que, pese a la esperanza de que el tiempo de los vencedores
también tocará a su fin, es posible que la voz del poeta ya no esté para cantar a su tierra
(última estrofa, 3.2). Comentado [RS2]: Distribución de las ideas en el texto y
El poema de Cernuda parece avanzar en dos direcciones, una cronológica (la relaciones entre ellas.
evocación del pasado choca con la triste realidad de una España donde la guerra está
recién terminada y aboca a un futuro donde escasea el optimismo) y otra de intensidad
del dolor personal (el dulce recuerdo estalla contra la amargura de una condición presente
que, teme el poeta, perdurará hasta su muerte), luego la emoción en el tiempo va
cargándose de pesimismo, en una estructura lírica anticlimática (basta fijarse en la última
palabra del poema). Comentado [RS3]: Tipología textual (progresión temática).

2. Indique y explique la intención comunicativa del autor, y comente dos


mecanismos de cohesión distintos que refuercen la coherencia textual.

La honda tristeza del poeta por la derrota bélica de los suyos en España puede ser el Comentado [RS4]: Formulación del tema.
tema que expresa la intención de Cernuda. El sentimiento de pérdida del autor, roto
bruscamente el vínculo que lo unía a su país al verse forzado al exilio, le hace recordar lo
que ha dejado atrás; no obstante, el dolor por la patria usurpada lo lleva a intentar
expresarla (o al menos evocarla), con el doloroso presentimiento de que no volverá a pisar
su tierra. Comentado [RS5]: Explicación de esa intención
comunicativa.
De entre los múltiples mecanismos de cohesión que podrían destacarse (puesto que
casi podrían demostrar la división en partes establecida en la pregunta anterior), me
centraré en comentar el uso de la persona gramatical y el campo semántico del espacio,
la isotopía de los lugares.
El título del poema (“Un español habla de su tierra”) ya señala su marco
comunicativo, el yo lírico hablará sobre la España que ha dejado atrás. Pero, además,
convertirá al país en su interlocutor. En un poema no es de extrañar encontrar la voz de
su autor en primera persona (“me arrancaron”, “me dejan”, “mi cuerpo”, “mis sueños”,
“me buscarás”),1 y, en consonancia con el tema propuesto, se dirige a una patria a la que
nombra en segunda persona (“tu tierra”, “tu silencio”, “en ti”, “tu nombre”), que alcanza
la mayor intensidad en la última estrofa (“tú, ya libre / […] me buscarás”). Fuera de este
ámbito de confidencia del poeta, la tercera persona (del plural) la utiliza Cernuda para
referirse a quienes han alejado al “yo” del poema (su autor) del “tú” (España), a quienes
han roto esa comunicación íntima: “ellos, los vencedores” (cf., la oposición semántica
con “la mentira de ellos”); a esa victoria mentirosa se le añade una marca bíblica, la de
Caín.2 Comentado [RS6]: Primer mecanismo de cohesión.
En cuanto a la mención a los espacios, estos solo aparecen en los ocho primeros
versos, y se recopilan en el posterior grupo “tu tierra” (v. 14). Dentro de estas referencias,
los términos de la primera estrofa (“playas”, “parameras”, “oteros”, “vegas”) se refieren

1
No deja de ser interesante apuntar que la condición de víctima de Cernuda se expresa incluso en el
tratamiento de estas formas de primera persona, que nunca funcionan como sujeto (cuando el “yo”
debería serlo aparece omitido, como en “Contigo solo estaba”), antes prefiere utilizar pronombres
átonos o determinantes posesivos, ahondando en la condición de receptor del sufrimiento afligido.
2
La figura del primer homicida bíblico es recurrente en la literatura española de la primera mitad de
siglo; basta recordar Abel Sánchez, la nivola de Unamuno, o “un trozo de planeta / por donde cruza
errante la sombra de Caín”, versos de “Por tierras de España” (en Campos de Castilla) de Antonio
Machado. En la rivalidad de los hijos de Eva y Adán parece verse un símbolo de las dos Españas
(oposición que se remonta, al menos, a la primera guerra carlista).
a espacios naturales que actúan como escenarios de los que se predican tres cualidades en
el verso 4: “en paz, a solas, lejos”. La imagen idílica (contrapuesta a la dureza de la guerra
en las ciudades, continuando la tópica del locus amoenus) se ve truncada por el adverbio
final, que marca la distancia del poeta de esos lugares del recuerdo. La acción humana
sobre el paisaje, ausente en la primera estrofa, se manifiesta en la enumeración de los
versos 5 y 6: “castillos”, “ermitas”, “cortijos y conventos” construcciones todas ellas más
vinculadas al pasado (acaso idealizado) del país, que encajan dentro de los espacios que
se señalaban antes, al tiempo que recogen “la vida con historia” (v.7). Comentado [RS7]: Segundo mecanismo de cohesión.

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