Está en la página 1de 2

Lengua y Literatura 2º Bachillerato

Prueba de suficiencia (junio).

Nombre________________________________________________________________
Instrucciones: a) Duración: 1 hora y 45 minutos.
b) Antes de contestar, lea atentamente las dos opciones, A y B, que se le proponen.
c) Elija una de estas opciones: la opción A o la opción B.
d) La puntuación de cada cuestión está indicada junto al enunciado de la misma.

OPCIÓN A

Por un puñado de votos

Debería estar prohibido por ley que los políticos hicieran el ridículo en las campañas
electorales haciendo todo aquello que no hacen normalmente, esto es, visitar los mercados,
andar en bicicleta, […] participar en verbenas y fiestas populares y saludar a todo aquel que se
cruzan, lo conozcan o no. Que una persona que jamás se baja del coche entre campaña y
campaña electoral se dedique a abrazar a todo el mundo con esa efusión que dan el aire libre y
el contacto con la tierra firme produce en los que lo observan más vergüenza que otra cosa,
salvo, claro está, entre sus seguidores más entregados. […] Y es que en campaña electoral, en
la que parece que está permitido todo, los candidatos llegan a creerse que la sociedad está
pendiente de ellos y por eso hablan y hablan sin cesar, diciendo muchas veces lo primero que
les viene a la cabeza […].
Por otra parte, debería estar también prohibido a los candidatos, esto con mayor pena si
cabe, vestirse fuera de su costumbre, esto es, de manera diferente a como visten normalmente
[…], sobre todo a los que ya ejercen de gobernantes en ese momento. Ver a personas que
habitualmente visten de traje y corbata descamisados y ataviados de modo informal produce una
sensación mezcla de patetismo y de vergüenza ajena parecida a la que provocan esas personas
que, al separarse después de años de matrimonio, cambian de atuendo y hasta de color de pelo
intentando aparentar lo que ya no son. Aunque es mucho más patético, es verdad, ver a esos
candidatos que, sin renunciar a su adusto terno o a su traje chaqueta y sus tacones, se suben a
una bicicleta o saludan en el mercado a los carniceros y a las floristas aparentando la mayor
naturalidad del mundo. Por principio, hay que desconfiar de la gente que no tiene sentido del
ridículo o que, teniéndolo, traga con él tanto si lo hace por intentar triunfar nuevamente en el
mercado de los corazones rotos o por un puñado de votos.

Julio Llamazares, El País, 21 de mayo de 2015.

Cuestiones

1. Señale y explique la organización de las ideas contenidas en el texto. (Puntuación máxima:


1,5 puntos).
2. a. Indique el tema del texto. (Puntuación máxima: 0,5 puntos).
b. Resuma el texto. (Puntuación máxima: 1 punto).
3. Realice un comentario crítico del contenido del texto. (Puntuación máxima: 3 puntos).
4. Analice y comente los valores de las formas subrayadas en el texto. (Puntuación máxima: 2
puntos).
5. Exponga las principales características del lenguaje periodístico. (Puntuación máxima: 2
puntos).
Lengua y Literatura 2º Bachillerato
Prueba de suficiencia (junio).

OPCIÓN B

Con aquel régimen de guardarlo todo, Alcolea gozaba de un orden admirable; sólo un
cementerio bien cuidado podía sobrepasar tal perfección.
Esta perfección se conseguía haciendo que el más inepto fuera el que gobernara. La ley
de selección en pueblos como aquél se cumplía al revés. El cedazo iba separando el grano de la
paja, luego se recogía la paja y se desperdiciaba el grano.
Algún burlón hubiera dicho que este aprovechamiento de la paja entre españoles no era
raro. Por aquella selección a la inversa, resultaba que los más aptos allí eran precisamente los
más ineptos.
En Alcolea había pocos robos y delitos de sangre: en cierta época los había habido entre
jugadores y matones; la gente pobre no se movía, vivía en una pasividad lánguida; en cambio los
ricos se agitaban, y la usura iba sorbiendo toda la vida de la ciudad. […]
La política de Alcolea respondía perfectamente al estado de inercia y desconfianza del
pueblo.
Era una política de caciquismo, una lucha entre dos bandos contrarios, que se llamaban el
de los Ratones y el de los Mochuelos; los Ratones eran liberales, y los Mochuelos
conservadores.
En aquel momento dominaban los Mochuelos. El Mochuelo principal era el alcalde, un
hombre delgado, vestido de negro, muy clerical, cacique de formas suaves, que suavemente iba
llevándose todo lo que podía del municipio.
El cacique liberal del partido de los Ratones era don Juan, un tipo bárbaro y despótico,
corpulento y forzudo, con unas manos de gigante; hombre, que cuando entraba a mandar,
trataba al pueblo en conquistador. Este gran Ratón no disimulaba como el Mochuelo; se
quedaba con todo lo que podía, sin tomarse el trabajo de ocultar decorosamente sus robos.
Alcolea se había acostumbrado a los Mochuelos y a los Ratones, y los consideraba
necesarios. Aquellos bandidos eran los sostenes de la sociedad; se repartían el botín; tenían
unos para otros un “tabú” especial, como el de los polinesios.

Pío Baroja, El árbol de la ciencia.

Cuestiones

1. Señale y explique la organización de las ideas contenidas en el texto. (Puntuación máxima:


1,5 puntos).
2. a. Indique el tema del texto. (Puntuación máxima: 0,5 puntos).
b. Resuma el texto. (Puntuación máxima: 1 punto).
3. Realice un comentario crítico del contenido del texto. (Puntuación máxima: 3 puntos).
4. Analice sintácticamente el siguiente fragmento: Esta perfección se conseguía haciendo que
el más inepto fuera el que gobernara. (Puntuación máxima: 2 puntos).
5. Exponga las características de las principales tendencias de la narrativa anterior a 1939. Cite
los autores y obras más representativos. (Puntuación máxima: 2 puntos).

También podría gustarte