Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Lección 1 Logica
Lección 1 Logica
Proposiciones Categóricas
Estos tipos de enunciados (sujeto-predicado) son los que encontramos en una forma de lógica,
conocida como aristotélica, tradicional, o de silogismos categóricos.
Como se dijo antes, una proposición categórica es un enunciado que relaciona dos clases, o
categorías. Las dos clases en cualquier proposición categórica se colocan en una relación de
sujeto-predicado. Algo es predicado, o dicho acerca de, un sujeto. Lo que se dice es que una clase
(el sujeto) está incluida o excluida de la clase del predicado. Así, para referirnos a uno de los
ejemplos de arriba, "Ningún soltero está casado" dice que la clase de los solteros (el sujeto) está
completamente excluida de la clase de los casados (el predicado). De manera semejante, decir que
todos los chimpancés son primates es afirmar que cualquier sujeto que sea un chimpancé estará
incluido en la clase de los primates (el predicado).
Existen cuatro clases de proposiciones categóricas. Usando "S" y "P" como símbolos, estas son:
Las palabras "todo" y "algún" se llaman "cuantificadores" porque indican la cantidad del sujeto.
Esto es, especifican cuánto elementos de la clase del sujeto están incluidos en la clase del predicado.
("Ningún" indica cero miembros.) El verbo en una proposición categórica correctamente expresada,
es siembre alguna forma del verbo "ser", y se conoce como "cópula". Tenemos, entonces, el
siguiente esquema:
Este análisis, sin embargo, no indica claramente si una proposición es afirmativa o negativa en
calidad. Una proposición afirmativa es aquella que sostiene que el sujeto está incluido en la clase
del predicado; una negativa, aquella que afirma que el sujeto está excluido del predicado. De
manera que un esquema más completo agregaría:
Cualificador negativo: no
Ya que las cuatro proposiciones categóricas básicas tienen un sujeto, un predicado y una cópula,
una forma de distinguirlas es pro su cantidad y cualidad. Cada proposición será universal o
particular (y se distinguirá por la cantidad), y afirmativa o negativa (y se distinguirá por la calidad).
De manera que podemos distinguir las proposiciones como sigue:
Existe otra forma de distinguir estas cuatro proposiciones. Podemos poner en un cuadrado de
oposiciones. Éste indica que la universal afirmativa y la particular negativa son contradictorias, así
como la universal negativa y la particular afirmativa. Esto es, que si una es verdadera, la otra debe
ser falsa. Veamos la tabla:
AFIRMATIVA NEGATIVA
UNIVERSAL A E
PARTICULAR I O
Lección 2
Silogismos Categóricos
Un silogismo está compuesto de dos enunciados, de los cuales se infiere un tercero, o conclusión.
Silogismos categóricos son silogismos compuestos por tres proposiciones categóricas. Son un tipo
de argumento deductivo, es decir, un argumento en el cual la conclusión se sigue necesariamente de
las premisas (suponiendo que el argumento es válido). Dos ejemplos:
Los griegos fueron los primeros en formular argumentos como estos, y desde entonces se han usado
en lógica.
Los dos silogismos categóricos anteriores tienen la misma forma. Cada uno tiene dos premisas y
una conclusión. La primera premisa se llama premisa mayor, y la segunda, menor. Las dos premisas
comparten un mismo término, llamado término medio. En el primer ejemplo, el término medio es
"romanos"; en el segundo, "mamíferos". Dado que cada uno tiene el término medio en común, no
podemos distinguir las premisas por el término medio. Lo que nos indica cuál de las dos premisas es
la mayor es la presencia del predicado de la conclusión: "mortales", en el primer ejemplo;
"animales", en el segundo. De manera semejante, la premisa menor contiene el sujeto de la
conclusión: "romanos" y "humanos", respectivamente. La forma de estos dos silogismos (y de todos
los demás de la Figura 1), se puede mostrar de esta manera:
Note que cada una de las proposiciones en los ejemplos anteriores es de la forma A: Todo S es P.
De esta forma, podemos representar la forma de nuevo, no solamente tomando en cuenta la posición
de los términos, sino también la clase de proposición que se usa:
Modo y Figura
Todo silogismo categórico tiene tres términos, y cada uno de ellos se usa dos veces en las tres
proposiciones que componen el silogismo. El predicado se usa en la premisa mayor y en la
conclusión. El sujeto, en la premisa menor y en la conclusión. El término medio se usa en las dos
premisas. Dependiendo de la clase de proposiciones (A, E, I, O) de que conste el silogismo, así será
el modo. Un silogismo que conste sólo de proposiciones universales afirmativas, por ejemplo, será
del modo AAA. Uno con proposiciones de clase E como premisas, y conclusión de clase I, será del
modo EEI. Dado que hay cuatro clases de proposiciones categóricas y tres proposiciones en cada
silogismo, existen 4x4x4=64 modos posibles.
Estos 64 modos se pueden distribuir en cuatro figuras. Cada figura está determinada por la posición
del término medio. Ya que el término medio no puede aparecer en la conclusión, hay solamente
cuatro posibles formas de distribución de los términos:
M P P M M P P M
(1) S M (2) S M (3) M S (4) M S
------------ ------------- ------------ ------------
S P S P S P S P
Dado que para cada figura hay 64 modos posibles, tenemos un total de 256 silogismos posibles.
Cada silogismo se distingue de los demás por su modo y figura. Los ejemplos de arriba, son AAA-
Lección 3
Existen varios métodos para comprobar la validez de los silogismos. Un método popular es el de los
diagramas de Venn. Otros hacen uso de reglas que dependen de la noción de distribución.
El método que usaremos aquí es el de la refutación por analogía lógica. Lo hacemos así porque ese
método hace uso de un concepto central de la lógica deductiva: el de la validez. Se dice que un
argumento es válido si es imposible que tenga premisas verdaderas y conclusión falsa. Con otras
palabras, si existe algún argumento que tenga premisas verdaderas y conclusión falsa, su forma
necesariamente es inválida.
Identificar ejemplos de patrones argumentativos inválidos es hacer uso del procedimiento del
contrajemplo. Si encontramos un solo caso en el cual a partir de premisas verdaderas obtenemos
una conclusión falsa, probamos que la forma de ese silogismo es inválida. Significa que no
podemos confiar en él el 100% de las veces.
No siempre pasa que todo argumento inválido contenga una combinación de premisas verdaderas y
conclusión falsa. Existen otras posibilidades:
Estas son sólo algunas posibilidades. Sólo se da una situación una imposible: forma válida,
premisas verdaderas y conclusión falsa. Si uno encuentra un argumento que tiene premisas
verdaderas y conclusión falsa --incluso si algunas veces la misma forma tiene otra combinación de
premisas y conclusión verdaderas y falsas--, entonces uno sabe que su forma es inválida. Basta con
una vez en que tengamos premisas verdaderas y conclusión falsa para mostrar que la forma del
argumento es inválida. Veamos cómo trabaja este método. Supongamos el siguiente modelo:
Todas las proposiciones son verdaderas. Puede que el silogismo sea válido. Pero, experimentando,
podemos producir el siguiente silogismo análogo. Tiene exactamente la misma forma —EEE-1—,
pero diferentes términos:
En este caso tenemos premisas verdaderas, pero conclusión falsa. No es cierto que ninguna Jersey
sea vaca.
La promesa de un argumento deductivo (válido) es que uno puede confiar en que si tiene premisas
verdaderas, obtendrá una conclusión verdadera. Pero, como este caso muestra, la forma EEE-1 ha
incumplido esta promesa. Basta con un contrajemplo para mostrar que la forma es inválida.
Recuerde que se espera un cien por ciento de confiabilidad. De manera que si falla una sola vez, es
inválida. Funciona algunas veces, tal vez la mayoría; pero no todas las veces.
Con suficiente imaginación y paciencia, uno podría probar los 256 posibles silogismos categóricos,
y descubrir cuáles son inválidos. El resto serían los válidos. Pero ésta es la limitación del método. A
menudo se requiere mucha imaginación y persistencia para descubrir que un silogismo es inválido.
Puede que a uno se le ocurra un contraejemplo a la primera, pero puede que no...
Lección 5
Lógica Proposicional
Hasta aquí hemos visto la lógica tradicional. Vamos a ver ahora la lógica proposicional,
desarrollada a partir del siglo XVIII por autores como Boole, Frege, Peano, Russell, Wittgenstein,
Peirce, Cantor y otros.
A cualquier proposición, sea que tenga la forma sujeto-predicado o no, se le puede asignar un valor
de verdad y se puede en poner en relación lógica con otras proposiciones. Por supuesto, esto
complica un poco las cosas, porque la proposición puede ser muy compleja, y sin embargo su valor
de verdad solamente es uno: verdadera o falsa.
Podemos, sin embargo, descomponer estas proposiciones. Por ejemplo, si decimos “Julio y Aura se
fueron al cine”, estamos diciendo que
Estas proposiciones “atómicas” se juntan para formar una más compleja. En lógica proposicional se
trata de descubrir el valor de verdad de las proposiciones moleculares, a partir del valor de verdad
de las proposiciones atómicas y de los conectivos lógicos (y, o, entonces, si y solo si, no). Por
ejemplo, si sabemos que es verdad que Julio fue al cine, y que es verdad que Aura fue al cine,
podemos afirmar que es verdad que Julio fue al cine y Aura fue al cine (es decir, que Julio y Aura
fueron al cine).
La lógica proposicional se basa en tres nociones clave: valor de verdad, operadores lógicos y
variables. Cada uno de estos conceptos puede ser simbolizado: V o F, >, P. La simbolización hace
que a esta lógica se le conozca también como lógica matemática.
Cada enunciado es o verdadero o falso. En el lenguaje ordinario, por supuesto, admitimos cierto
grado de verdad, o de indeterminación. Puede que algo no sea ni verdadero ni falso. Pero en lógica
proposicional no hay lugar para “tal vez”, o “es probable”, o “no se sabe”. Cada proposición tiene
un valor de verdad: o es verdadera, o es falsa. Si su valor de verdad es indeterminado, no se le pude
considerar una proposición atómica. Esto quiere decir que la lógica proposicional es una lógica
binaria. Es la misma que la que emplean las computadoras: 1-0, verdadero-falso, pasa-no pasa.
También se le llama álgebra booleana, en honor a George Boole.
La lógica proposicional hace uso de los operadores lógicos, esto es, símbolos que indican la relación
sintáctica precisa entre las proposiciones. Normalmente, se usan cinco operadores lógicos, que
corresponden a las relaciones de conjunción, disyunción, condicionalidad, bicondicionalidad y
negación.
Conjunción. Una forma de unir proposiciones es afirmando ambas. A veces, por ejemplo, decimos:
“Está lloviendo, y el sol brilla”, o bien: “Está lloviendo, pero el sol brilla”. Estas oraciones
compuestas contienen dos proposiciones que se afirman simultáneamente. Usaremos “&” para
representar esta relación.
Disyunción. Una proposición conjunta es verdadera, si y sólo si las dos proposiciones que la
componen son verdaderas. Pero algunas veces una proposición compuesta será verdadera, aun
cuando uno de sus componentes sea falso o posiblemente falso. Así, si decimos: “Jorge está en su
cuarto o en la sala”, la oración sería verdadera si está en cualquiera de los dos lugares. Usaremos
“v” para indicar la relación disyuntiva, que quiere decir “esto o esto, o ambos”. Por supuesto, Jorge
no puede estar a la vez en su cuarto y en la sala. Pero uno podría decir, por ejemplo, “Esta tarde iré
a la biblioteca, o estudiaré en la casa, o tal vez ambas cosas”. Seguramente me alcanzaría la tarde
para hacer ambas cosas, si me lo propusiera.
Condicional. Éste es el más raro de los operadores lógicos, porque se pude usar en enunciados que
parece que no tienen relación uno con otro. Vale decir que en lógica proposicional lo único que
cuenta es la relación sintáctica, con lo cual es válido formar un enunciado como “si la luna es de
queso, hoy es jueves”. El símbolo del condicional es >, y se lee: “si... entonces”.
○ Por otra parte, si digo “si estudio, gano el examen”, estoy estableciendo, aunque sea
equivocadamente, que estudiar es condición suficiente para ganar el examen. El evento
A (la condición suficiente) es todo lo que se necesita (ingenuo de mí) para que ocurra
el evento B (ganar el examen). En este caso, estudiar no es, en realidad, condición
suficiente para ganar el examen; hacen falta otras cosas: hacer el examen, llegar
puntualmente, no estar nervioso, haber dormido bien, etc. Lo que puedo decir, en todo
caso, es que estudiar es condición necesaria para ganar el examen. De manera que sería
mejor decir: “si ganó el examen, es porque —al menos— estudió” (suponiendo que sea
un individuo honrado, claro!). En este caso, estudiar es condición necesaria para que
ocurra el evento A: ganar el examen. ¿Cómo cambiar el orden? De esta manera: la
proposición anterior es equivalente a la siguiente: “si no estudia, no gana el examen”.
Note las negaciones. Para cambiar el orden de los elementos en una proposición
condicional, necesito introducir negaciones. Así, si antes decía: “si vivo, tengo aire”,
puedo también decir: “si no tengo aire, no vivo”. O bien, “si tengo catarro, me siento
mal”, es equivalente a “si no me siento mal, no tengo catarro”. Más adelante veremos
que P > Q = ~Q >
~P.
Note, además, que se acostumbra usar letras mayúsculas para representar las proposiciones
atómicas.