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LOS SIETE PECADOS CAPITALES DE LA ADMINISTRACION EN EDUCACION SUPERIOR

Por: Judith Aliaga Ramos

La administración educativa podría definirse como el conjunto de teorías, técnicas, principios y


procedimientos, aplicados al desarrollo del sistema educativo, a fin de lograr un óptimo rendimiento
en beneficio de la comunidad a la cual sirve, hace referencia también a la ordenación de esfuerzos, a
la determinación de objetivos académicos y de política externa e interna, a la creación y aplicación
de una adecuada normatividad para los actores que la componen, todo ello con la finalidad de
establecer en la institución educativa las condiciones para que se desarrolle un adecuado proceso de
enseñanza-aprendizaje y un co-gobierno eficiente y exitoso, en el caso de las universidades.

El desenvolvimiento de la administración educativa en nuestro país, se ve limitado por una serie de


problemas y definitivamente son transversales que debilitan las acciones proyectivas de las casas de
estudios superiores, particularmente en el ámbito público. Muchas universidades estatales
desarrollan sus actividades batallando con distintas falencias que en el presente documento se las
presentará como pecados capitales, por el hecho de ser limitaciones para una buena administración.

Los Siete Pecados Capitales de la Educación Superior

1.- La Burocratización

Esta se caracteriza por la rigidez y la responsabilidad que genera toda esa complicada red de
trámites y papeleos. Prioriza más los medios y técnicas que al aspecto humano y los fines y
objetivos; por lo tanto, la educación se planifica como si fuera una empresa, con base en tres
elementos: insumos, proceso y productos.

Se requieren, pues: profesores, estudiantes, aulas, libros, etc., los cuales son sometidos a un proceso
(selección, método, evaluación) para producir individuos educados, aptos para desempeñar un papel
dentro de un sistema social, político, económico y cultural; donde se condiciona al hombre y se le
automatiza, quitándole su creatividad y dinamismo. Este pecado capital burocratiza a los
educadores, tornándolos en simples empleados "establecidos" y haciendo de su profesión sólo un
medio para el propio sustento, por ello, y con razón los estudiantes califican tal educación como
impersonal, autoritaria, carente de experiencias significativas, ya que el docente se convierte en
mero técnico automatizado por un ente regulador administrativo de la casa superior de estudios.

2. La Elitización

Se observa mucho más en ámbitos de educación superior privada, donde se asume que la
planificación de la educación es realizada por grupos de doctos, expertos y técnicos, teorizante, ósea
de la élite, sin embargo, son desconocedores de la realidad educativa, que subestiman la capacidad
de los grupos demás actores educativos, en ese entendido, la administración educativa de una casa
de estudios se presume solo es de capacidad para los directivos, entre cuatro paredes detallan los
procesos administrativos a su parecer.

3. La Improvisación

Se escucha hablar de que la improvisación en algunos casos es buena, pero se puede pecar por
defecto o por exceso. En nuestro país con la gestión de gobierno anterior, se fueron observando
algunos atisbos de la Ley 070 “Avelino Siñani-Elizardo Pérez”, misma que en niveles inferiores al
parecer tuvo sus avances, pero en educación superior al parecer no corresponden a las necesidades
reales del conglomerado social.
El estado adoptó procesos de control y evaluación demasiado laxos hacia las universidades, en
respeto a la mentada autonomía, ciñéndose a un paradigma incoherente sobre la demanda de
profesionales, y se sigue un anárquico criterio mercantilista; en muchos de los casos la
administración educativa de algunas universidades velan más por obtener más matriculados
improvisando aulas, recursos, técnicas, etc , solo por garantizar fuentes de trabajo administrativos.

4. La Domesticación

El contexto educativo en nuestro país desde hace años fue variante gracias a la promulgación de
reformas educativas nacionales, hasta los estatutos de las universidades, sin desarrollar
instrumentos de validación tanto en su planificación como en su desarrollo y evaluación, debe ser
obra de las fuerzas vivas de la sociedad: familia, educadores, jóvenes, técnicos, políticos, etc,
quienes visualicen el impacto de dichas acciones administrativas en la sociedad.

En varias Universidades se mantienen mallas curriculares con un formato del siglo pasado, donde la
obediencia es una forma de domesticar, no solo a la disidencia de docentes sobre las acciones de la
administración, sino también, a los estudiantes que se dan cuenta de dicho hecho al momento de
indagar sobre otros contenidos actualizados que deberían aprender.

5. La Repetición

Partiendo del concepto de “mejor lo viejo conocido que lo nuevo por conocer”, la administración
educativa de las universidades en muchos casos se convierte en mero calco de antiguas formas de
planificación, totalmente jerárquico; de dirección vertical; de control son sentido y evaluación de
resultados que derivan en tan solo estadísticas de ingreso y graduación. La repeticion de los
métodos que no favorecen a una administración eficiente, sino, deshumanizante.

6. La Teorización

Dentro de la administración educativa sobre todo en la planificación donde recae la teoría, ésta debe
ser interesante y aplicable; en muchos casos la planificación en teoría, de las acciones
administrativas se pierden en el camino y se queda en solo papel, sin aplicabilidad, a veces carece de
análisis de la realidad y las proyecciones puestas teóricamente se esfuman. El análisis de la realidad
vivida vale más que muchas explicaciones y lecturas. El libro del estudiante es la realidad vivida, y la
energía motora del aprendizaje es su inquietud creadora.

7. Jerarquización vertical

En la mayoría de las universidades se tiene un diagrama de administración jerarquizada que en


muchos casos limita, burocratiza, deshumaniza; los procesos de toma de decisiones se hacen mucho
más largos, un ejemplo cercano, la suspensión de actividades por la pandemia, no podía hacerse sin
la decisión jerárquica de un HCU, y mientras se llamaba a reunión, se debatía por ello, y otros
procesos el tiempo pasaba y generaba descontento y confusión.

Los errores que se presentan en la planificación administrativa, denominados en esta ocasión como
pecados capitales, se pueden corregir en cada una de las etapas que se requieran, tomando las
decisiones coherentes, sin otro fin más que el de cualificar la institución en base al control y
evaluación a cada aspecto planificado, para obtener mejores resultados. La administración educativa
implica el logro de objetivos por parte de personas que aportan sus mayores esfuerzos, y de acuerdo
con acciones que de antemano se pre establecen, situación que puede presentarse tanto en el
sector educativo privado como en el gubernamental.

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