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Análisis a la Carta Democrática Interamericana

la carta democrática de la OEA

Esta no es mas que, una medida que invita a iniciar gestiones diplomáticas con el país involucrado o que,
en última instancia, abre la puerta a la suspensión del organismo... cabe resaltar que la aplicación de
este instrumento no genera intervención militar, tampoco intervencionismo y mucho menos una salida
inmediata del gobierno causante de la opresión.

El golpe de estado

Esta figura se refiere a la toma del poder político de manera radical por parte de un grupo que rompe el
orden constitucional, mismo que fue electo de manera democrática.

De acuerdo a la historia, no fue, sino , hasta los años 90 cuando se comienza a presentar un fenómeno
en las Américas, en el que los poderes del Estado comienzan a imponerse y a tomar el control frente a
los otros. Es decir, se pierde la independencia entre dichos poderes , por tanto surge una dependencia y
empoderamiento total de uno frente al otro, en otras palabras , el poder ejecutivo comienza a
adueñarse del poder legislativo y del poder judicial, citando un ejemplo conciso relacionado a este caso
tenemos la situación por la que atravesó perú en el año 1992 y porque no mencionar el golpe de Estado
al profesor Juan Bosch, el 25 de septiembre de 1963 que cambió el rumbo de República Dominicana por
las implicaciones que representó.

Normas vigentes

Esta situación le daba un giro importante a la historia que, hasta ahora, desestabilizaba la democracia de
los pueblos a través del golpe de estado, en la que los militares tomaban el poder.

Frente a los nuevos fenómenos, las normas anteriores estipuladas por la OEA no tenían respuesta, pues
estaban previstas únicamente para el golpe militar clásico, lo que llevó a la Asamblea General de la OEA a
aprobar la resolución de la Carta Democrática Interamericana, el 11 de septiembre de 2001 en Lima.

La creación de la carta fue necesaria, entonces, para reforzar “los instrumentos de la OEA para la defensa
activa de la democracia representativa", como cita la organización. Es decir, son medidas que tienen
como objetivo restablecer el orden democrático y contiene herramientas de negociación para adoptar
con los países que incumplan con las obligaciones allí contenidas.

“Estas medidas están de acuerdo con las normas aprobadas por todos los miembros de la organización
(…) No se trata de castigar, se trata de restablecer y fortalecer las instituciones”.

El objetivo es evitar la violación de derechos humanos, promover el respeto a la libertad de expresión, a


la separación de poderes, a la libertad de circulación, el debido proceso, la no existencia de tortura, la no
existencia de presos políticos y erradicar aquellas situaciones que ponen en riesgo la seguridad y la paz
de los países de la región.

Cuatro hipótesis que prevé la carta

La primera es cuando se produce una situación que pone en peligro la estabilidad democrática en un
país, el cual pide ayuda a la OEA.

La segunda es muy similar y es que, cuando se presenta una crisis democrática en un país, la OEA
resuelve ayudarlo, con consentimiento de ese gobierno. Venezuela, en 2002, y Nicaragua, en 2004 y
2005, pidieron asistencia a la organización, a través de la Carta.

Artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana de la OEA

En caso de que en un Estado Miembro se produzca una alteración del orden constitucional que afecte
gravemente su orden democrático, cualquier Estado Miembro o el Secretario General podrá solicitar la
convocatoria inmediata del Consejo Permanente para realizar una apreciación colectiva de la situación y
adoptar las decisiones que estime conveniente.

El Consejo Permanente, según la situación, podrá disponer la realización de las gestiones diplomáticas
necesarias, incluidos los buenos oficios, para promover la normalización de la institucionalidad
democrática.

Si las gestiones diplomáticas resultaren infructuosas o si la urgencia del caso lo aconsejare, el Consejo
Permanente convocará de inmediato un período extraordinario de sesiones de la Asamblea General para
que ésta adopte las decisiones que estime apropiadas, incluyendo gestiones diplomáticas, conforme a la
Carta de la Organización, el derecho internacional y las disposiciones de la presente Carta Democrática.

Durante el proceso se realizarán las gestiones diplomáticas necesarias, incluidos los buenos oficios, para
promover la normalización de la institucionalidad democrática.

La tercera hipótesis es muy diferente, y ocurre cuando se altera el orden constitucional y democrático en
un país, pero contrario a las dos primeras, el gobierno no pide ni acepta ayuda. Es allí, cuando se invoca
el Artículo 20, como ha ocurrido en el caso de Venezuela. De esta manera, convocan al Consejo
Permanente para evaluar la situación y tomar medidas.

la cuarta hipótesis es la prevista en las normas anteriores; cuando ya no hay gobierno y solo un golpe de
estado.

Normas vigentes

La Carta Democrática siempre está vigente, no solo cuando un país está en crisis. Al contrario, su función
es prevenirla. Cuando se pone en marcha, simplemente hace un llamado para cumplir un conjunto de
obligaciones que han sido libremente acordadas, negociadas y aceptadas por miembros de la
organización.
“El problema es cuando un estado deja de cumplir una de esas obligaciones, entonces lo que se pone en
marcha son algunos mecanismos previstos en la propia norma obligatoria para hacer que se cumplan por
uno de los socios de la comunidad”,

La Carta tampoco significa que un gobierno sea expulsado de inmediato.El Artículo 20 prevé que hecha
la apreciación colectiva, el Consejo Permanente de la OEA o la Asamblea General pueden tomar una
serie de medidas escalonadas y ofrecer alternativas que van desde gestiones diplomáticas, de buenos
oficios, asistencias, observaciones, la convocatoria a nuevas elecciones bajo observación internacional,
etc. La medida máxima es la suspensión.

No obstante, para llegar a este último recurso;

1- primero la Carta debe ser invocada.

2-luego, el Consejo Permanente debe votar para decidir si de verdad se está agrediendo el orden
democrático y apelar a la vía diplomática.

si la gestión no funciona;

3-el tercer paso es que la Asamblea General debe someter a votación la suspensión del país en la
organización.

Si es aprobada;

4-el país recibe fuertes sanciones.

5-Luego, si así lo amerita la organización, se debe abrir otro proceso de convocatoria y votos para
levantar la suspensión.

En los casos, por ejemplo, de Venezuela y Nicaragua, cuando se han recogido pruebas de violaciones a
los derechos humanos, asesinatos, entre otros, entendemos que estos son los elementos que la OEA
debe tomar en consideración para adoptar un abanico de medidas posibles.

La Carta tampoco contempla ninguna intervención militar. La única organización que puede disponer de
recursos armados son las Naciones Unidas.

NOTA

Para aprobar la suspensión, son necesarios 24 votos, de los 34 países miembros, en una Asamblea
General Extraordinaria.

Un proceso de varios años

La Carta, impulsada por Perú desde el gobierno de transición del año 2000, aunque no es el principio de
la defensa de la democracia en el sistema interamericano, sí es un eslabón de una cadena que se inicia
en la Carta de la OEA del 48, que ya señalaba como una obligación de los estados el tener un régimen
democrático.
Lo que no existían eran instrumentos para hacer que esa obligación existente se hiciese efectiva. En la
reforma de 1985, se introdujo que era obligación, no solo de los estados sino de la OEA promover y
consolidar la democracia representativa de los miembros.

“A partir de la década de los 90, al lograr restablecer la democracia en Las Américas, se contempló ¿Qué
pasa si se produce la ruptura? Y ahí se aprobó la Resolución 1080 y luego un protocolo de Washington,
en el año 92, que se incorporó a la carta de la OEA, que establece sanciones en caso de ruptura”.

Este es el principal antecedente de la Carta Democrática, en 1991, “que por primera vez habilitó a la
OEA, en caso de ruptura del orden constitucional, o golpe de Estado, a tomar las sanciones y las medidas
que considerase adecuadas.

Así mismo sucede si un estado miembro se quiere retirar de la organización, como ha venido reiterando
Venezuela, "son principios acordados mucho más allá de la situación coyuntural del malhumor o buen
humor del gobierno de turno de un país. (...) Es lo mismo que decir: 'Yo maté a una persona, no quiero
que me apliquen el código penal; por lo tanto, me salgo del país', ESO No resuelve el problema".

Antecedentes Históricos

En la Declaración de Québec (abril de 2001), los Presidentes y Primeros Ministros de la Región, reunidos
durante la III Cumbre de las Américas, reafirmaron su compromiso compartido con la democracia, e
instruyeron a sus Ministros de Relaciones Exteriores para que prepararan una Carta Democrática
Interamericana con el fin de reforzar los instrumentos de la OEA que ya existían en materia de defensa
de la democracia representativa. Los instrumentos que existían en ese momento eran: la Carta de la
OEA (1948); el Protocolo de Cartagena (1985); la resolución de la Asamblea General AG/RES. 1080 (XXI-
O/91) adoptada en Santiago, Chile, en 1991; y el Protocolo de Washington (1997).

¿Qué es la Carta Democrática Interamericana?

Es la afirmación que la democracia es y debe ser la forma de gobierno compartida por los pueblos de las
Américas y que ella constituye un compromiso colectivo de mantener y fortalecer el sistema
democrático en la región. El artículo 1 establece claramente que "Los pueblos de América tienen
derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla".

¿Cuál es su propósito?

El propósito principal de ese instrumento interamericano es fortalecer y preservar a las instituciones


democráticas de las naciones de las Américas. La Carta define los elementos esenciales de la democracia
y su relación al desarrollo integral y al combate a la pobreza; también establece cómo debería ser
defendida cuando está bajo amenaza. Además, promueve una cultura democrática, así como las
misiones de observación electoral.
Valores Democráticos de la Carta

La Carta define un conjunto de valores y derechos esenciales, entre los cuales se encuentran:

Respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales;

Elecciones periódicas, libres y justas;

Transparencia, probidad y respeto por los derechos sociales;

Ejercicio del poder sobre la base del estado de derecho;

Sistema plural de los partidos y organizaciones políticas, separación e independencia de los poderes
públicos;

Eliminación de todas las formas de discriminación;

Derecho y deber de todos los ciudadanos de participar en decisiones relativas a su propio desarrollo.

¿Cuándo fue aprobada?

La Carta Democrática Interamericana fue aprobada por los Estados Miembros de la OEA durante una
Sesión Extraordinaria de la Asamblea General que se llevó a cabo el 11 de septiembre de 2001 en Lima,
Perú.

Durante los años 60 y 70, casi todos los países de América Latina estaban gobernados por dictaduras
militares. Hoy en día, existe un amplio consenso en la región sobre la democracia.

Países miembros ;

1. Antigua y Barbuda

2. Argentina

3. Barbados

4. Bahamas

5. Brasil

6. Belize

7. Bolivia

8. cuba

9. chile

10. canadá
11. costa rica

12. Dominica

13. Estados unidos

14. Ecuador

15. el salvador

16. Grenada

17. Guatemala

18. guyana

19. guatemala

20. Honduras

21. haiti

22. jamaica

23. paraguay

24. panamá

25. perú

26. Mexico

27. república dominicana

28. san vicente y las granadinas

29. santa lucia

30. saints kitts y nevis

31. suranime

32. triniday y tobago

33. Uruguay

34. venezuela

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