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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

ESCUELA DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS

TAREA II

PARTICIPANTE:

CARLOS H. DE JESUS VERAS


100053754

ASIGNATURA: DERECHO CONSTITUCIONAL Y SUS


PROCEDIMIENTOS

FACILITADOR:
LIC. ALDO DE JESUS PERALTA LENDOF

29 Octubre 2022
INTRODUCCIÓN

La Constitución vigente de la República Dominicana fue promulgada el 26 de enero del


2010, mediante la gaceta oficial no. 10561.1. Esta nueva Constitución usa una técnica
legislativa más depurada que sus versiones anteriores. Está estructurada en 15 títulos,
precedidos de un preámbulo. Sus subdivisiones son los capítulos, secciones hasta el
detalle de los 277 artículos y 20 disposiciones. Cada artículo tiene su propia
denominación o epígrafe.

Tiene un orden temático mejor elaborado. El título I se refiere al Estado, gobierno y los
principios generales. El Título II se refiere a los derechos, garantías y deberes
fundamentales. Los derechos están mejor catalogados y más compatibles con el
derecho internacional. Los títulos III, IV, V y VI se refieren a los poderes del Estado.

El VI confirma al Consejo Nacional de la Magistratura y le asigna las nuevas facultades


de los nombramientos del Tribunal Constitucional ( Titulo VII) y Tribunal Superior
Electoral ( Titulo X).

El VIII da rango constitucional al Defensor del Pueblo. El IX se refiere a los territorios


locales y gobiernos municipales.

El XI se refiere al regimen economico y financiero y a la Cámara de Cuentas, cuyas


ternas ahora son formuladas por la Cámara de Diputados.

El XII se refiere a seguridad y defensa. XIII detalla los estados de excepción. El XIV
trata sobre las reformas constitucionales. Por último, el XV detalla las disposiciones
transitorias.
TARE
A2
1. A partir de la vista del video de orientación sobre la Constitución y su
contenido, del

Dr. Ricardo Rivera Aldunate. https://www.youtube.com/watch?


v=VTNDPqGdXv8

Realice un un resumen de lo aprendido sobre el Derecho Constitucional


y La Constitución.

Poder constitucional es la denominación del poder que tiene la atribución de


establecer la norma fundamental de un ordenamiento jurídico, definiendo la forma de
gobierno o la forma de estado de un estado. Esta facultad es ejercida al constituir una
nueva reorganización de un Estado y al reformar la Constitución vigente. Por lo
anterior, habitualmente se distingue un poder constituyente primario u originario y
un poder constituyente derivado.

El poder constituyente ha sido definido como la «voluntad política creadora del orden,
que requiere naturaleza originaria, eficacia y carácter creadora» y como la «voluntad
originaria, soberana, suprema y directa que tiene un pueblo, para constituir un Estado
dándole una personalidad al mismo y darse la organización jurídica y política que más
le convenga». De todos modos, existen concepciones que consideran que el poder
constituyente originario puede recaer en el pueblo o en la nación.

Se considera que el poder constituyente existe en los regímenes de Constitución rígida,


en el que la elaboración de las normas constitucionales requiere un procedimiento
diferente al de las leyes públicas.
El poder constituyente es la facultad que posee un determinado pueblo para
constituirse como Estado. De esta forma, pudiendo adoptar, libremente, las leyes y la
organización política que más le convenga.

Cuando los ciudadanos de un determinado territorio se organizan, y se les dota de las


herramientas necesarias para constituir un nuevo Estado o una nueva reformulación
del mismo, como ocurre en las transiciones democráticas, denominamos poder
constituyente a la capacidad que tienen estos pueblos para llevar a cabo todo esto.
Naturaleza del poder constituyente
El poder constituyente originario no puede encontrar su base fundamental en
ninguna norma jurídica escrita y por tanto, su naturaleza jurídica se deriva del derecho
natural, sobre el cual se hayan escrito, o no, normas jurídicas, doctrina, o
jurisprudencia. Pese a esto se ha afirmado que la tarea del poder constituyente
es política, no jurídica. El poder constituyente, al ser origen del Derecho, no puede
tener dicha naturaleza.

Características del poder constituyente


Son siete las características del poder constituyente:

 Originario: Es quien inicia el nuevo proceso, tanto legislativo como político. Al


ser la primera fuerza, no deriva de ninguna otra anterior, y en su mano está la
redacción y aprobación de la nueva Constitución.
 Permanente: Aunque se apruebe la Constitución, este poder sigue en titularidad
popular, llegándose a activar cuando se diesen las circunstancias.
 Único e indivisible: El pueblo que constituye una nación no puede dividirse. Es
único, ya que pertenece al total de los ciudadanos.
 Eficaz: Es tal la legitimidad que respalda la Constitución emergida que es de
cumplimiento obligatorio por todos los individuos. Garantizado por los tribunales.
 Intransferible: Solamente los cargos electos por los ciudadanos ejercen, de
forma temporal, el ejercicio del poder. Pero, una vez acaba su mandato, vuelven
a ser parte común del pueblo.
 Inalienable: No puede ser enajenado. En caso de golpe de Estado, no lo
detentaría el nuevo gobernante, sino que desaparecería. Así como
la legislación que lo acompañaba.
 Imprescriptible: Aunque haya hecho su función, no es perecedero. Se
reactivará en caso necesario.

El proceso constituyente

El poder constituyente es el elemento principal que opera dentro de un proceso, el


proceso constituyente. Y, de forma general, sigue una serie de pasos y requisitos:

1. El proceso constituyente se inicia con la elección, de forma democrática, de los


cargos que se encargarán del mismo. Serán elegidos de entre los que posean
la ciudadanía.
2. Los cargos elegidos deliberarán, redactarán y aprobarán el documento
constitucional, aunque en última instancia tendrá que ser ratificado por el
conjunto de la población. Documento que establece las bases sobre las que se
sostendrá el régimen acordado.
3. El partido o personas encargadas de este trabajo son siempre removidos de
forma democrática. Cuando se acaba una transición, en los que se ha delegado
para hacerla suelen ser removidos en las urnas por otro partido, el cual
gobernará en el “nuevo” Estado.

CONCLUSIÓN

Cabe destacar que los dominicanos históricamente habían acordado que el gobierno
debería ser representante y vagamente democrático, que debería
haber civiles y derechos políticos, separación de poderes, y controles y equilibrios.
Más allá de eso, sin embargo, el consenso se rompió. El país en realidad había sido
dominado alternativamente a lo largo de su historia por dos tradiciones
constitucionales, una relativamente democrática y la otra autoritaria. Rara vez hubo
intentos de cerrar la brecha entre estos opuestos diametrales.

Todos Nosotros, representantes del pueblo dominicano, libre y democráticamente


elegidos, reunidos en Asamblea Nacional Revisora; invocando el nombre de Dios;
guiados por el ideario de nuestros Padres de la Patria, Juan Pablo Duarte, Matías
Ramón Mella y Francisco del Rosario Sánchez, y de los próceres de la Restauración de
establecer una República libre, independiente, soberana y democrática; inspirados en
los ejemplos de luchas y sacrificios de nuestros héroes y heroínas inmortales;
estimulados por el trabajo abnegado de nuestros hombres y mujeres; regidos por los
valores supremos y los principios fundamentales de la dignidad humana, la libertad, la
igualdad, el imperio de la ley, la justicia, la solidaridad, la convivencia fraterna, el
bienestar social, el equilibrio ecológico, el progreso y la paz, factores esenciales para la
cohesión social; declaramos nuestra voluntad de promover la unidad de la Nación
dominicana, por lo que en ejercicio de nuestra libre determinación adoptamos.

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