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Conceptos básicos
Introducción.
Las parasitosis intestinales engloban aquellas infecciones que afectan al intestino y que son
producidas por protozoos y por helmintos, ya sean nematodos, trematodos o cestodos. Estas
enfermedades tienen una enorme importancia mundial, fundamentalmente en países
tropicales y subtropicales dónde son más prevalentes. Con frecuencia la parasitación es
múltiple.
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Amebiasis (Entamoeba histolytica o Entamoeba dispar)
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Parasitosis intestinales producidas por helmintos.
Nematodos.
Es el nematodo de mayor tamaño, constituyendo una infestación muy frecuente sobre todo
en áreas tropicales. El mecanismo de transmisión es por la vía fecal-oral. Cuando huevos
fértiles son ingeridos, se produce la eclosión de las larvas que atraviezan la mucosa
intestinal, alcanzan la circulación portal llegando a la circulación pulmonar, y desde ahí
invaden los alveolos pulmonares pasando a los bronquios. Mediante la tos y la deglución
reaparecen en el intestino delgado transformados en adultos, dónde viven uno o dos años,
durante los cuales dan lugar a la excreción de huevos en heces. Tras la muerte son
expulsados espontáneamente. Durante la fase migratoria pulmonar fugaz de las larvas, los
pacientes pueden presentar tos, fiebre, disnea, hemoptisis, sibilancias e infiltrados
pulmonares (neumonitis eosinófilica o síndrome de Loeffler). Durante la fase intestinal de
los adultos, los pacientes pueden estar asintomáticos o presentar diarrea leve intermitente,
dolor abdominal, náuseas y vómitos. En esta fase los parásitos pueden originar
complicaciones mecánicas tales como oclusión biliar o intestinal, pancreatitis,
invaginación, apendicitis y granulomas viscerales. La eosinofilia en sangre periférica es la
regla. A veces aparecen gusanos enteros de 20 a 40 cm de longitud en las heces. En todos
los casos es posible identificar los huevos en heces por examen directo entre porta y cubre,
sin necesidad de técnicas de concentración dado el elevado número de huevos. Las larvas
pueden identificarse en esputo y en aspirado gástrico. En ocasiones se aprecian
radiológicamente por estudio baritado que puede demostrar el tracto digestivo del gusano.
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En las infestaciones activas por Ascaris se han descrito anticuerpos inmunes antigalactosa,
así como IgG específica mediante técnicas de ELISA. El tratamiento de elección es el
mebendazol. Tratamiento alternativo: Albendazol o pamoato de pirantel.
Los huevos ingeridos (a través de agua, alimentos, tierra y manos) llegan al intestino
delgado, se convierten en larvas y al llegar al colon ascendente son ya adultos. Allí infiltran
la mucosa del ciego dando lugar a inflamación, edema y hemorragia. Los pacientes pueden
estar asintomáticos o presentar diarrea sanguinolenta con dolor cólico, pujo, tenesmo y a
veces prolapso rectal. El diagnóstico se basa en la observación de huevos con aspecto típico
en tonel. El tratamiento de elección es el mebendazol o albendazol.
Trematodos
Cestodos
Las tenias adultas tienen una cabeza o escólex provisto de ventosas de fijación y un cuerpo
formado por anillos o proglótidos, cada uno de ellos dotado de órganos masculinos y
femeninos repletos de huevos fecundados. Los humanos parasitados eliminan en sus heces
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proglótidos cargados de millares de huevos que contienen en su interior un embrión
hexacanto ya formado. Ingeridos los huevos por un bovino (Taenia saginata) o por un
cerdo (Taenia solium), el embrión se libera en su tubo digestivo, atraviesa la pared
intestinal, alcanza la circulación sistémica, atraviesa el pulmón y termina en los músculos
dónde se enquista formando un cisticerco que a los 3 ó 4 meses ya es infectante. Cuando el
humano ingiere carne poco cocida con cisticercos, se liberan las larvas en el estómago, el
escólex se fija en el intestino delgado e inicia la formación de anillos que 2 ó 3 meses
después empiezan a eliminarse por las heces. La clínica es escasa (puede haber diarrea,
adelgazamiento, anemia
leve, molestias abdominales) o nula. A veces los pacientes refieren la eliminación de los
anillos por las heces. En ocasiones el humano se convierte en huésped intermediario de la
Taenia solium, mediante la ingestión de huevos, tras lo que presentará el cuadro de
cisticercosis en músculos, cerebro, ojos, etc. El diagnóstico se hace mediante la
visualización de proglótidos en muestras fecales (la visualización de los huevos no permite
realizar un diagnóstico definitivo), detección de coproantígenos en heces, técnicas
serológicas y técnicas de imagen. El tratamiento de elección es el praziquantel. Tratamiento
alternativo: niclosamida.
Es la infección por cestodos más frecuente. Se trata de un cestodo pequeño con un ciclo
biológico complejo en el que intervienen roedores, moscas, cucarachas y diversos insectos
que van a contaminar las aguas con quistes o embriones. Los pacientes permanecen
asintomáticos o presentan diarrea no sanguinolenta, dolor abdominal, astenia, anorexia y
cefalea. Su diagnóstico se basa en la observación de huevos en heces. El tratamiento de
elección es el praziquantel. Tratamiento alternativo: Nitazoxanida.
Estas dos especies de Echinococcus son dos tenias pequeñas que parasitan el intestino del
perro. El humano, mediante la ingestión de huevos eliminados con las heces del perro,
puede constituirse en huésped intermediario, desarrollando un quiste hidatídico de
localización hepática, pulmonar o cerebral. Los pacientes presentarán síntomas generales
como pérdida de peso, anorexia, fiebre, prurito y urticaria recidivante. Además, habrá
síntomas específicos dependientes de la localización del quiste. En los quistes hepáticos el
hallazgo de mayor valor es la hepatomegalia indolora de borde redondeado, pudiendo
referir el paciente dolor abdominal, estreñimiento o ictericia obstructiva. El quiste de
localización pulmonar suele ser asintomático, aunque puede dar tos, dolor torácico y
hemoptisis. Los quistes cerebrales dan sintomatología neurológica. La ruptura de los
quistes que puede ocasionar un shock anafiláctico. La eosinofilia es la regla. El tratamiento
es fundamentalmente quirúrgico. Para su diagnóstico se utilizan pruebas serológicas, tales
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como la reacción de desviación de complemento de Weinberg, hemaglutinación indirecta,
test de aglutinación de látex e inmunoelectroforesis. Ninguna de estas pruebas es específica,
pero en conjunto son muy útiles, sobre todo en los quistes hepáticos. La intradermoreacción
clásica de Cassoni es poco sensible y específica. Como es lógico las técnicas de imagen son
de gran ayuda al diagnóstico. El tratamiento de elección es el albendazol. En ocasiones se
recomienda albendazol más prazicuantel
Bibliografía.