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TIPICIDAD: una acción ha de ser típica, o sea, ha de coincidir con una de las
acciones del delito, la estricta vinculación a la tipicidad es una consecuencia del
principio NULLUM CRIMEN SINE LEGE por consiguiente no es posible
derivar acciones punibles de principios jurídicos generales y sin un tipo fijado,
como ocurre en algunas consecuencias jurídicas civiles.
CLAUS ROXIN:
FUNDAMENTOS POLITICOS CRIMINALES DEL DERECHO PENAL.
PAG 425.
A partir de 1906, año en que por obra de Ernest Von Beling surge en el ámbito
de la dogmática penal el genial apotegma “no hay delito sin tipicidad”, la
doctrina ha lucubrado un exuberante y magnífico desarrollo de la teoría del tipo
y de la tipicidad en todos los aspectos. De ahí no solo la terminología, sino
también el concepto de las principales esencias de que se compone esta rama
de la teoría del delito han variado a través del tiempo.
este fenómeno no se produce por casualidad, sino que gira en torno a una
palabra “tatbestand”, expresión que aparece en el artículo 59 del código penal
alemán, con referencia a los efectos de los errores en la conducta humana, que
la hacen no punible, especto de este término, Prieto Castro y Aguirre Cárdenas
dicen en su traducción de Die Lehre vom Tatbestand de Beling1 que es
imposible encontrar una palabra castellana que corresponda a la versión de
Tatbestand.
por medio de la palabra “tipicidad”, avalando este término frente a sus críticos
con la opinión del insigne Franz Von Liszt y Eberhard Schmidt, que público y
reformo en partes el Lehrbuch de aquel. Agrega el maestro español que no se
ponen de acuerdo los autores para verter ese concepto del alemán, y así
observa que los italianos hablan de “fattispecie” (especie de hecho; que
Antolisei escoge “figura abstracta (tipo o modelo) de un delito”, y que en la
Argentina Ricardo Núñez lo traduce por “hecho”.
Antes de la revolución liberal, que surgió con los albores del siglo XVIII, el
arbitrio judicial era tan amplio que cualquier comportamiento considerado lesivo
de intereses humanos, a juicio del juzgador, era susceptible de sanción. La
inseguridad jurídica que una tal concepción implicaba, creo una beligerante
reacción que se concretó más tarde, por obra de juristas y pensadores liberales,
en la normativización de ciertas conductas (matar a alguien, sustraer cosa
ajena, etc.), a las cuales se les adscribió determinada sanción, fue este el
comienzo de una corriente de humanización del derecho penal que cada vez
amplio, o mejor, concreto aquellos hechos humanos susceptibles de punición.
Por esta vía se llegó, hasta los comienzos del siglo XIX, a la conquista de dos
principios fundamentales, a saber:
TIPICIDAD Y TIPO:
Los hechos cometidos por el hombre, para que se puedan sancionar con una
pena , deben estar descritos en la ley penal.
Esa descripción legal, desprovista de carácter valorativo, constituye la tipicidad
de este modo, el tipo legal es la abstracción concreta que ha trazado el
legislador, descartando detalles innecesarios, para la definición del hecho que
se cataloga en la ley como delito.
Beling, Die Lehre von Verbrechen (la teoría del delito) 1906,
Baumgartem der Aufbau der Vebrechenslehre (La construcion de la teoría del
delito) 1913.
Hay que quedarse con esta definición nominal, ya que los elementos del tipo
legal son tan variados que una determinación conceptual que fuera a la vez
objetiva y sintética no seria de ayuda alguna.