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Las aberrantes confesiones del “Guatón” Romo, el torturador más

sádico de la dictadura de Pinochet


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En entrevista realizada el 11 de abril de 1995 por Mercedes Soler, periodista de Univisión, Romo
explica cómo se aplicaba electricidad a las mujeres detenidas por la DINA: “Mira, la corriente se aplica
de la siguiente manera: se aplica en la punta de los senos, en los pezones, dos ‘perritos’ aquí, punto, y
dos ‘perritos’ en la vagina. Y le vas dando vuelta a la maquinita y ahí la corriente choca.”

1. ¿Por qué los pezones, por qué la vagina?

“Si tú le pones corriente en la cabeza, en la cara, en cualquier parte


del cuerpo, quedan marcas. Si tú bates a una persona, si tú le pegas
coon un ‘churro’ o un ‘tonto’ de goma y le pegas en una parte del
cuerpo, van a quedarle marcas. Pero si tú lo bañas primero, lo mojas
bien mojadito, colocas el ‘churro’ con otras cosas que son más
importantes y dejas por ahí un paño mojado y le das dos o tres, no va
a quedarle nada. Las personas se van a reír de ti.”

“Mira, la mujer aguanta para tener una guagua… el hombre nunca ha


tenido una guagua… Un hijo… Entonces, con eso te digo todo. Si la
mujer es capaz de tener un hijo, de 70 centímetros, sin cesárea, la
mujer puede aceptar todo, porque la mujer no entrega, no da, no
entrega nada. No es tan débil. La mujer es más firme.”

2. La electricidad ¿qué les producía a las torturadas, a las presas


políticas?

“Sed, mucha sed… Ganas de tomar agua.”

3. -¿Y eso era bueno o malo?

“No, pss. Si tú les das agua se mueren.”

4. -¿Por qué?

“Se produce un choque interno, pss.”

5. ¿Violaciones sexuales?

“No, pss. Violación sexual no existió. Yo invito, yo desafío a las


mujeres que estuvieron presas en la DINA: ¿quién fue violada por mí?
¡Nadie!”

Luego de negar haber cometido asesinatos, Romo admitió:

“Yo creo que el homicidio, el asesinato de Dagoberto Pérez, en la


parcela de Malloco, puede haber tomado parte porque estaba muy cerca
mío. Disparé y todo el mundo disparó. Así es la guerra, ahí está la
guerra sucia, era yo primero, yo segundo, yo tercero.”

6. ¿Volverías a hacerlo?… ¿Lo harías igual?

“Lo haría igual y peor aún.”

7. ¿Lo harías igual y peor?


“Claro, y no dejaría a periquito vivo. Todo el mundo pa’ la jaula. Ese
fue un error de la DINA, yo se lo discutí hasta última hora con mi
general: ‘No deje a esas personas vivas’. Fue terrible. Ahí están las
consecuencias.”

Se han hecho denuncias que indican el destino de los desaparecidos


allá en Argentina.

8. “¿Ese que dijo que habían tirado los cadáveres al mar?”¿Te parece
buena idea eso de tirar de un avión la gente al mar?

“Yo creo que pudo ser cierto, creo que sí. Cuando tú no tienes
cementerios, no tienes nada, hay que tirarlos dentro del mar no más.
Primero hay que dar comida a los pescados.”

9. ¿Hay otra manera?

“Químicamente, químicamente.”

10. ¿Ah, cómo?

“Químicamente. Tienes que destruir dos o tres cosas con el individuo


para que si reaparece no vayan a pescar la identificación con él. Con
un ‘napoleón’. Ya está muerto y… el otro, olvídate. Y… la ingle, cosa
que él, si está en el agua, el cadáver sube, claro que va a subir
porque va a flotar. Hay que aplicarle algún método químico, para que
no suba más. Ahora, Chile no es un mar para tirar cadáveres. El mar de
Chile es correntoso, es violento.”

11. Entonces, ¿había que buscar un método mejor?

“Ahora, tirar cadáveres en un volcán ¿no sería mejor? Claro, tú vas


volando en un helicóptero: todos pa’ bajo. ¿Quién va a buscarlos en el
fondo de un volcán? ¡Nadie pss!”

12. En Chile ¿cuál sería el mejor volcán para desaparecer presos


políticos?

“El Llaima, yo creo que es bueno, el Llaima. El Villarrica sería bueno


también.”

13. ¿Por qué crees que no se logra ubicar a los desaparecidos?

“Yo soy una persona que estudió con alta Inteligencia y no voy a
hablar de Inteligencia con personas que también son inteligentes. Pero
yo haría el trabajo de otra manera. Pero yo no se lo voy a entregar
tan en bandeja, porque mire…”

14. El día de la muerte, Romo, ¿qué epitafio querrías? ¿Aquí


descansa el verdugo, el torturador, el asesino?

“Podría decir, podría decir, lo acepto, el torturador, ¡ya!, para mí


es una cosa buena, pero no podrían decir que he sido un sinvergüenza,
un hombre que personalmente me haya aprovechado de las mujeres, no, de
nadie. Lo que sí puedo decir es que yo cumplí una etapa y bien
cumplida. Limpio con mi conciencia y limpio con mis creencias. Yo creo
que lo que hice lo volvería a hacer.”

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