Está en la página 1de 2

Díaz Álvaro (2002). La argumentación Escrita. Editorial Universitaria Antioquia.

Medellín

Álvaro Díaz Rodríguez nació en Soledad Atlántico. Estudió una licenciatura en filología e
idiomas en la universidad del atlántico (Barranquilla Colombia) y un magister en lingüística
y español en la universidad del Valle (Colombia). Profesor del área de la lingüística ben la
universidad del Atlántico. Autor de aproximación al texto escrito (Editorial Universidad
de Antioquia 1999) y de numerosos escritos de enseñanzas de la composición escrita los
cuales han sido publicados en revistas especiales. La argumentación escrita está organizada
en 10 partes, de los cuales se reseña la primera; argumentación, persuasión, demostración.

En la primera parte Díaz (2002) sostiene, el hombre vive inmerso en un contexto


argumentativo. Lo cual es la argumentación parte de su vida cotidiana, es decir, todo lo
relacionado a diferentes tipos de diálogos con diferentes personas lo cual busca tratar de
convencer y sostener lo que dice o piensa. Pero que a pesar de vivir en una sociedad no
significara que de que todos deberían pensar de la misma manera. Esto muestra que al
encontrarse en ocasiones en lugar donde al ser rodeado por personas distintas intenta
convencer y presentar sus perspectivas en la manera como las ve buscando modo que sean
aceptados los pensamientos que se le ocurra. Pero como bien se dice son análisis
espontaneo que se le ocurren en el momento y siente la necesidad de hablar porque son
ocurridos en el momento en un juego de ajedrez si ocurre una mala jugada solo existirán
críticas constructivas o destructivas los cuales unos aportan para bien por haber ganado y
otros para mal por haber perdido. Entre otras hay formas o maneras de convencer con
estrategias y por alguna razón o necesidad a manera de escribir textos, ensayos entre otras.

En la segunda parte Díaz encuentra diferencias entre persuasión y argumentación el cual


nos da a conocer de manera en que los términos persuasión y argumentación son muy
parecidos. Tendrán conceptos que se parecen pero establecen sus diferencias necesarias
para un estudio de argumentación discursiva. La persuasión es un acto intencional la cual
quiere lograr una acción apelando a conseguir una determinada conducta en medio de
persona o grupo acudiendo en seguir emociones, deseos, temores, prejuicios, y todo lo
relacionado al mundo de afecto sintiendo esa necesidad, el persuasor solo quiere que el
persuadido haga y no haga lo que quiere que sienta o piense. La persuasión es una manera
de tratar de manipular los comportamientos de un grupo de personas incluso recurriendo a
la mentira o apariencia. Nos muestra un claro ejemplo de propaganda el cual un grupo de
niños que están agotados y quieren ir a jugar pero que no tienen un buen estado físico para
resistir al juego y de repente aparece el ciclista Rigo a decirles que con frutiño frutos rojos
obtendrán un mayor y mejor estado físico. Los políticos profesionales es otro claro ejemplo
siendo que ellos campañas, prometiendo cosas a la comunidad lo que lo que buscan es
ganar así sea que les toque recurrir a mentiras. Para esto muchos llegan hasta el límite de
entrar en una coacción, acto por el cual una persona busca apoyo en la autoridad o fuerza
para obtener su beneficio a diferencia de la coerción que sería movimiento contrario. Las
técnicas de persuasión utilizadas por los medios de información son, a todas luces,
deshonestas cuando se aprovechan de esta particularidad de los seres humanos. La
argumentación es una manera de convencer o una adhesión de un determinado auditorio ya
que esta apela a que los oyentes entren a criterios racionales es por eso que argumentar es
mucho más difícil que persuadir, con la argumentación lo que más se busca es convencer y
que se acepte a manera de interpretar un hecho o una situación y no propiamente la
manipulación. Por esta razón la argumentación no puede ser cohesiva mientras la
persuasión apunta a las emociones del destinatario la argumentación apunta a su raciocinio.
Viendo y teniendo conocimiento la relación existente entre persuadir y argumentar
podemos concluir que una persona o grupo de persona puede ser persuadido y convencido,
persuadido pero no convencido y convencido pero no persuadido. Para quien esté
preocupado por el carácter racional de la argumentación, convencer es mucho más que
persuadir.

Por ultimo

También podría gustarte