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Objetivos.
Preguntas orientadoras.
Reflexión:
Esa forma de dar solución a un problema ¿te permite resolverlo de forma efectiva?
Competencias a desarrollar.
Nota: Este taller fue elaborado por la psicóloga en formación Julieth Marcela Gil Quemba, en el marco de su
práctica de intervención psicológica de IX semestre de la Uptc, asesorada por el docente Jorge Arturo
Martínez Gómez. Todos los derechos reservados.
investigaciones han mostrado que cuando esta competencia no está bien
desarrollada, las personas pueden recurrir más fácilmente a resolver las situaciones
por la fuerza y la agresión porque no parecen contar con otras alternativas. Algunas
técnicas de creatividad como la lluvia de ideas, en la cual el objetivo es imaginarse
muchas alternativas diversas tratando de evitar emitir juicios sobre ellas, son útiles
para la práctica de esta competencia (Chaux, Lleras, & Velásquez, 2004).
Marco Teórico.
Para Aguirre, Mesa, Morales, & Saldarriaga (2008) las personas están
constantemente interrelacionadas con otros, en algunas ocasiones de éstas relaciones se
derivan situaciones angustiantes y conflictivas, que son potentes generadores de estrés y
pueden dificultar la implementación adecuada de la comunicación; es por esto, que en
muchas ocasiones la gente se corta al hablar, no sabe pedir un favor, le cuesta ir sola a
realizar actividades sencillas, no puede comunicar lo que siente, no sabe resolver
situaciones con los amigos o con la familia, o tal vez carezca de amistades, entre otras
situaciones.
La comunicación asertiva tiene que ver con la capacidad de expresarse verbal y pre
verbalmente en forma apropiada a la cultura y a las situaciones. Un comportamiento
asertivo implica un conjunto de pensamientos, sentimientos y acciones que ayudan a una
persona a alcanzar sus objetivos personales de forma socialmente aceptable. La
comunicación efectiva también se relaciona con la capacidad de solicitar consejo o ayuda
en momentos de necesidad (Mantilla, 2002; Organización Mundial de la Salud, 1999).
Según Viana (2013) las causas que dificultan la comunicación son muchas y
muy variadas. Casi todas tienen que ver con los roles que cada persona juega, con
las expectativas de ambas, con la autoimagen y con la imagen que se tiene de las
personas con las que nos estamos comunicando, con los prejuicios, estereotipos,
maneras de ver y valorar la realidad, los miedos, las emociones, los sentimientos.
Estilos de comunicación.
Los estilos pasivo y agresivo son los extremos opuestos de un continuo, en cuyo
punto medio se sitúa el estilo asertivo, que constituye el grado óptimo de utilización de los
diferentes componentes verbales, no verbales y paraverbales de la comunicación (Van der
Hofstandt, 2005)
El estilo pasivo es aquel que caracteriza a la persona que no defiende sus derechos,
con escaso humor, postura distante y contraída, volumen bajo de voz, poca claridad, tiempo
de habla igualmente escaso y que accede a las demandas de los demás sin importarle las
propias. Van der Hofstandt (2005) afirma que el estilo de comunicación agresivo implica,
como característica general, la agresión, y también el desprecio y dominio hacia los demás.
La persona que se expresa agresivamente por medio de gestos intimidatorios, utilizando
palabras de contenido imperativo y amenazador, defiende sus derechos faltando al respeto
hacia los derechos de los demás.
El estilo asertivo se refiere a comportarse tal y como uno es. Es decir, ser asertivo
significa dejar que los demás sepan lo que sientes y piensas de una forma que no les ofenda,
pero que al mismo tiempo te permita expresarte. Puedes reconocer y respetar los
sentimientos, opiniones y deseos de los demás de forma que no te impongas y que no te
permita que los demás se aprovechen de ti. También significa defender tus propios
derechos. Ser asertivo no es sólo una cuestión de “buenas maneras”, es una forma de
comportarse ante los demás de modo que les permite conocer tus sentimientos e ideas sin
atropellar o ignorar las suyas.
Descripción de actividades.
Materiales Específicos.
Dinámica de activación.
Con esta actividad se busca que los participantes se conozcan entre ellos y así
puedan interactuar mejor a lo largo del desarrollo del taller. La dinámica consiste en que los
participantes sentados forman un círculo, una persona de pie (seleccionada aleatoriamente)
es el cartero. El cartero dirigiéndose a la gente del círculo dice: "un, dos y tres", y entonces
todas las personas sentadas, a voz en grito, o según los tonos que haya demandado el
cartero gritan a la vez: ¡Que viene el cartero! Ante lo cual el cartero dice: "Traigo una carta
para todas aquellas personas que..." y se pueden decir cosas que afecten a varios de los
presentes (que lleven gafas, que les guste el color amarillo...). En ese momento todas las
personas que cumplan el requisito expresado por el cartero, deberán cambiar de sitio,
momento que aprovechará éste para sentarse. La persona que quede en pie será el nuevo
cartero.
Presentación de contenidos.
Sujeto 1. Oye, ¡tenemos que hablar! Es sobre el asunto de lavar y secar los platos. ¡O te
comprometes y me ayudas, o simplemente no te vuelvo a dejar salir con tus amigos!
Sujeto 1: Quisiera que fueras secando los platos mientras yo los lavo.
Sujeto 1: Bien, puedo esperarme un poco. ¿Me ayudarás cuando termine la película?
Sujeto 2: Te lo aseguro.
A continuación, se realiza una lluvia de ideas para reflexionar acerca de las escenas
representadas anteriormente. En la primera escena donde se representa el estilo agresivo, la
línea general es de ataque y que el sujeto 1 repite la cólera de anteriores enfados. Tales
escenas no tienen nunca un ganador porque la conducta agresiva sólo va dirigida a agredir
al otro, creando resentimientos e impidiendo la mejora de la situación. En la segunda
escena, se representa el estilo pasivo, al decir “Ah, bien, de acuerdo, yo lo hago.” El sujeto
1 está recompensando al sujeto 2 por desentenderse del asunto: Actuando de esta forma
pasiva, el sujeto 1 no sólo no consigue lo que quiere, sino que pierde un poco de su respeto
por sí mismo. Se va convirtiendo en un mártir callado que puede que más tarde intente
vengarse del sujeto 2 dejando, por ejemplo, que la comida se le queme un poco. En la
tercera escena, se observa que la conducta asertiva no necesita insultar para solucionar un
problema entre dos personas. La petición asertiva incluye un plan determinado a seguir y la
posibilidad de negociar de mutuo acuerdo la mejor solución al problema.
Aguirre, M., Mesa, J., Morales, H., & Saldarriaga, E. (2008). La comunicación asertiva:
Chaux, E., Lleras, J., & Velásquez, A. (2004). Competencias Ciudadanas: De los
Mantilla, L. (2002). Habilidades para la vida: una propuesta educativa para convivir mejor.
Steiner, C., & Perry, P. (1997). La educación emocional. Una propuesta para orientar