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BIOLOGIA

Animal a Describir: CECILIA

Nombre y apellido: Barreiro Martina

Curso: 1er año “B” Fecha:22/11/19

 Nombre común: Cecilia


 Nombre científico: Caeliidae

 Reino: Metazooa
 Clase de animal: Anfibio (gimnofiones)

IMAGEN…

 Habitat: Esta especie habita bosques tropicales y subtropicales así


como bosques de montaña. También puede llegar a encontrársele
en plantaciones agrícolas, jardines urbanos y en bosques
secundarios muy degradados. Caecilia thompsoni es
un anfibio gimnofione de hábitos terrestres y subterráneos.

 Lugar del planeta donde habitan: Estos anfibios viven en las


regiones tropicales del planeta, sobre todo se encuentran en
América del Sur, pero también en América Central, la parte má s
meridional de América del Norte, el sudeste asiá tico y en una
pequeñ a parte de Á frica

 Cuerpo-Tamañ o (medida)-Forma: as cecilias presentan


tamaños que van desde los 98-104 mm en los adultos de la
especie Idiocranium russeli, hasta 1,5 m 

 Cubierta del cuerpo, Temperatura del cuerpo: Los sapos y algunas


ranas tienen la piel protegida por glándulas venenosas. ... Las
glándulas mucosas de la piel de los anfibios, que secretan mucus, la
mantienen húmeda para permitir la respiración cutánea. De ahí que
los anfibios necesiten que su piel se mantenga siempre
húmeda
Organismo Poiquilotermo Los poiquilotermos son
los organismos llamados ectotérmicos o “de sangre fría”, que no
pueden regular significativamente su temperatura corporal
generando calor.

Esqueleto=cuantos huesos tiene: Aun siendo la familia


más diversificada del orden Gymnophiona, las especies asignadas a ella
presentan rasgos comunes que las diferencian del resto de las cecilias:

 En particular, el cráneo consta de pocos huesos en comparación con los


de otras cecilias. Los huesos craneales presentes en Caeciliidae
están fundidos de manera que el cráneo entero es como
un ariete destinado a excavar y remover la tierra en la que viven estos
animales.

 La boca está retraída bajo el hocico.

 Los animales de estas especies no tienen cola.1


La longitud de los individuos adultos de esta familia de cecilias oscila entre los
9 cm de Idiocranium russeli y los 160 de Caecilia thompsoni.
Los ojos están recubiertos de piel, y, en los casos de algunas especies,
de escamas óseas. Las escamas dérmicas pueden estar presentes o ausentes.
Unos pliegues de la piel que forman anillos recubren el cuerpo parcial o
totalmente. Los anillos primarios se disponen por encima de las vértebras, y
entre ellos puede haber anillos secundarios y terciarios. Careciendo de cola
todas las especies de esta familia, algunas presentan en su lugar una escama
terminal. La coloración en la mayoría de las especies es negra o gris ; en
algunas, azulada o rosada.
Locomocion (descripción): Anfibios fosoriales

Hay otro tipo de anfibio que aunque habita en la tierra no es


precisamente en la superficie, en este caso nos referimos a los
anfibios fosoriales, que son las cecilias. El desplazamiento de los
anfibios en este grupo tiene una peculiar forma de abrirse paso
en la tierra, al tratarse de organismos sin extremidades, es decir,
carecer de patas, por lo que suelen confundirse con
las serpientes.

Las cecilias utilizan su cabeza, la cual en muchos casos se


encuentra muy bien osificada y reforzada para poder cavar y
enterrarse por completo, esta habilidad la utilizan tanto para
mantenerse oculta durante la mayor parte del día, así como para
llegar hasta su alimento, el cual está compuesto
primordialmente por animales invertebrados.

 Alimentacion: Las cecilias maduras se alimentan primordialmente


de insectos y otros invertebrados, especialmente gusanos,
escarabajos, etc. Aunque menos frecuente, se ha descrito que
ciertas especies de anfibios del orden Gymnophiona
pueden alimentarse de pequeños anfibios y reptiles.

Respiracion (mecanismo de resiracion) Respiración cutánea de los


anfibios

La piel de los anfibios es considerada un importante órgano de


respiración, gracias a su estructura altamente permeable y vascularizada
que permite la difusión de los gases, y que ofrece la mayor superficie para
el intercambio gaseoso. Comprende un importante aporte suplementario
de oxígeno para la mayoría de los anfibios, este tipo de respiración se
puede apreciar tanto en salamandras, cecilidos y ranas.

La mayoría de las salamandras de la familia Plethodontidae carecen de


pulmones y de branquias, así que la respiración es principalmente es a
través de la piel. De igual forma, algunos anfibios incrementan su
capacidad de respiración cutánea por medio de capilares que penetran la
piel o por proyecciones epidérmicas, como es el caso de Trichobatrachus
robustus, cuyas proyecciones incrementan la superficie para la
respiración. Otro tipo de adaptaciones para la respiración cutánea de los
anfibios, son las de la salamandra Cryptobranchus alleganiensis, quién
cuenta con extensos pliegues de piel vascularizados que permiten el 90%
de la absorción de oxígeno. O el caso de la Rana de Titicaca, Telmatobius
culeus, cuyos pulmones se han reducido y cuenta con numerosos pliegues
en su cuerpo para el intercambio gaseoso. Sin embargo, algunas ranas
sacrifican su capacidad de respirar por la piel para evitar la desecación por
falta de agua en ambientes terrestres o secos.

Las larvas de los anuros (renacuajos) presentan algún grado de respiración


cutánea en todas las especies. Cuentan con una piel altamente permeable,
frecuente en bufónidos y en algunas especies de ranas que no desarrollan
pulmones hasta la metamorfosis. De igual forma, las larvas de
salamandras que carecen de branquias, se ven obligadas a utilizar la piel
como principal órgano respiratorio.

Reproduccion (sexualidad, fecundación y desarrollo) Durante el


estudio, los investigadores se han centrado en una de las características
más peculiares de las cecilias: su diversidad reproductiva.
Hay especies ovíparas cuyas larvas salen de los huevos al agua donde
sufren la metamorfosis que las convierte en adultos; ovíparas con
desarrollo directo, que salen del huevo como individuos ya formados, y
vivíparas.
Cada grupo presenta, además, diversas formas de cuidado parental que
van desde “la protección de los huevos a la alimentación con la piel de los
progenitores o dermatofagia materna”, explica el investigador del Museo
Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) Rafael Zardoya. Durante el estudio, los
investigadores se han centrado en una de las características más peculiares de las
cecilias: su diversidad reproductiva.
Hay especies ovíparas cuyas larvas salen de los huevos al agua donde sufren la metamorfosis
que las convierte en adultos; ovíparas con desarrollo directo, que salen del huevo como
individuos ya formados, y vivíparas.
Cada grupo presenta, además, diversas formas de cuidado parental que van desde “la
protección de los huevos a la alimentación con la piel de los progenitores o dermatofagia
materna”, explica el investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) Rafael
Zardoya.
En 2006, expertos en cecilias del Museo de Historia Natural de Londres, entre otros, hablaron
por primera vez de la dermatofagia materna en la revista Nature.
Ahora, este estudio analiza la evolución de este comportamiento en el contexto filogenético
(origen y desarrollo evolutivo de las especies, y en general, de las estirpes de seres vivos).
Para ello, los investigadores han usado métodos comparativos para reconstruir los modos de
reproducción de los ancestros de las especies actuales de cecilias.
“Hemos descubierto que la dermatofagia materna, que evolucionó en algunos grupos de
cecilias, podría ser el precursor del viviparismo de otros linajes actuales”, aclara Diego San
Mauro, primer autor del trabajo, formado en el MNCN, que desarrolló esta investigación en el
Museo de Historia Natural de Londres.
El análisis filogenético ha permitido descubrir que las cecilias de las Islas Seychelles
“reinventaron la larva de vida acuática, lo que significa que, a pesar de proceder de ancestros
ovíparos con desarrollo directo (que no sufren metamorfosis), las cecilias de las Seychelles
volvieron a un modo de reproducción ovíparo como el de las familias de cecilias más antiguas,
aquellas cuyas larvas permanecen en el agua hasta transformarse en adultos”.
El orden de las cecilias cuenta con unas 200 especies, aunque es muy posible que queden muchas por
descubrir.

En 2006, expertos en cecilias del Museo de Historia Natural de Londres,


entre otros, hablaron por primera vez de la dermatofagia materna en la
revista Nature.
Ahora, este estudio analiza la evolución de este comportamiento en el
contexto filogenético (origen y desarrollo evolutivo de las especies, y en
general, de las estirpes de seres vivos).
Para ello, los investigadores han usado métodos comparativos para
reconstruir los modos de reproducción de los ancestros de las especies
actuales de cecilias.
“Hemos descubierto que la dermatofagia materna, que evolucionó en
algunos grupos de cecilias, podría ser el precursor del viviparismo de otros
linajes actuales”, aclara Diego San Mauro, primer autor del trabajo,
formado en el MNCN, que desarrolló esta investigación en el Museo de
Historia Natural de Londres.
El análisis filogenético ha permitido descubrir que las cecilias de las Islas
Seychelles “reinventaron la larva de vida acuática, lo que significa que, a
pesar de proceder de ancestros ovíparos con desarrollo directo (que no
sufren metamorfosis), las cecilias de las Seychelles volvieron a un modo de
reproducción ovíparo como el de las familias de cecilias más antiguas,
aquellas cuyas larvas permanecen en el agua hasta transformarse en
adultos”.
El orden de las cecilias cuenta con unas 200 especies, aunque es muy
posible que queden muchas por descubrir.

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