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ACTUALIZACIÓN

Cáncer de hígado
y vía biliar PUNTOS CLAVE

Carcinoma hepatocelular. Es el quinto tumor más


B. Martínez-Amores Martínez, J.L. López González, frecuente del mundo, con tres categorías de
M. Martín Angulo y M. Álvarez-Mon Soto
incidencia según el desarrollo económico. La
Servicio de Enfermedades del Sistema Inmune y Oncología.
mayoría de los pacientes tienen cirrosis
Hospital Universitario Príncipe de Asturias. Unidad Asociada I+D al Consejo
subyacente como principal factor causal. La estirpe
Superior de Investigaciones Científicas (Centro Nacional de Biotecnología).
Departamento de Medicina. Universidad de Alcalá. Madrid. más frecuente es el adenocarcinoma. Cursa de
forma asintomática hasta etapas avanzadas. Es
importante realizar cribado en pacientes con
factores de riesgo para establecer un tratamiento
precoz: son útiles los niveles de alfafetoproteína y
la ecografía. El diagnóstico se realiza por pruebas
de imagen, siendo la tomografía computarizada
(TC) abdominal fundamental. La estadificación
Carcinoma hepatocelular permite la valoración pronóstica individual según
factores reconocidos. Los tumores resecables
Epidemiología con buena función hepática se intervienen con
hepatectomía parcial; si la reserva hepática es
El carcinoma hepatocelular (CHC) supone el 6% de todos moderada o mala la mejor opción es el trasplante.
los cánceres, siendo la quinta neoplasia maligna más frecuen- Los tumores irresecables son incurables; entre
te en el mundo1, y calculándose su incidencia en medio mi- las modalidades terapéuticas destaca el
llón de casos al año con una tasa de mortalidad equiparable. tratamiento molecular con sorafenib, que
La incidencia varía según la región geográfica, dividiéndose demuestra un aumento en la supervivencia.
en tres categorías: alta, intermedia y baja. El sureste de Asia
Cáncer de vesícula biliar. Es un tumor poco
y África subsahariana son las de incidencia más elevada, con
frecuente. El antecedente de litiasis biliar es el
un pico máximo en Tailandia. En Sudamérica y el sur de Eu-
principal factor de riesgo. Mayoritariamente son
ropa se estima una incidencia intermedia, entre la que se si-
adenocarcinomas con inicio clínico inespecífico,
túa España. Por último, Norteamérica se clasifica como re-
predominando el dolor en el hipocondrio derecho.
gión de baja incidencia, aunque ha presentado en los últimos
La TC es la prueba diagnóstica de referencia,
años un aumento espectacular debido sobre todo a infección aunque precisa confirmación histológica. La
creciente por el virus de la hepatitis C (VHC)2. Oceanía y el estadificación es característica, dado que la
norte de Europa también se incluyen en este grupo. vesícula carece de mucosa y músculo, lo que
condiciona su rápida progresión local. La cirugía
con margen óptimo es la única opción curativa.
Etiología y patogenia La quimioterapia no logra mejorar la
supervivencia.
El 60-80% de los pacientes con diagnóstico de CHC tienen
cirrosis por hepatopatía parenquimatosa subyacente, sobre Colangiocarcinoma. La colangitis esclerosante
todo debida a infección por hepatitis vírica crónica B o C. El primaria es el principal factor de riesgo. Según la
riesgo de desarrollo de CHC en pacientes con cirrosis rela- localización existen varios tipos. El más frecuente
cionada con el virus de hepatitis B (VHB) es aproximada- es el tumor de Klastkin (hilio hepático) que
mente de 0,5% al año3, mientras que en el caso de VHC al- comienza como ictericia indolora. La TC
canza hasta el 5% al año4, generalmente a edades más tardías abdominal proporciona la mayor información
que en el caso previo. diagnóstica. La enfermedad localizada es curable
Se ha establecido una relación de mayor incidencia de con cirugía (cualquier localización). En tumores
CHC en mujeres en tratamiento con anticonceptivos orales, avanzados la quimioterapia y la radioterapia no
consumidores de alimentos contaminados por Aspergillus demuestran ventaja en la supervivencia.
(presencia de aflatoxina) y en fumadores por inhalación de
NKK, carcinógeno presente en el humo del tabaco.

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Cáncer de hígado y vía biliar

Anatomía patológica es habitual, por lo que pruebas analíticas de función hepática


sistemáticas no son adecuadas.
La forma más frecuente de CHC es de origen epitelial tipo
Alfafetoproteína. Las concentraciones séricas de AFP son
adenocarcinoma, que puede ser unifocal o multifocal en el
relativamente sensibles en presencia de CHC. Una concen-
momento del comienzo. Estos tumores pueden alcanzar un
tración de AFP superior a 20 ng/ml en un paciente con una
gran tamaño antes de detectarse y existe frecuentemente in-
masa hepática es muy sensible, pero poco específica para el
vasión vascular, signo considerado de mal pronóstico. Ade-
diagnóstico de CHC6. Las concentraciones de AFP superio-
más puede presentarse, en una minoría de casos, con patrón
res a 500 son diagnósticas de CHC y un índice mayor de
mixto hepatocelular-colangiocarcinoma o como una variante
2.000 es factor de mal pronóstico, con supervivencia nula a 5
fibrolamelar que se origina en el seno de una función hepá-
años7.
tica normal.
Otras estirpes menos frecuentes son hepatoblastoma,
Ecografía. La ecografía para el cribado en pacientes con ci-
carcinoma epidermoide, cistoadenocarcinoma y angiosarco-
rrosis se ha empleado extensamente y ha demostrado ser efi-
ma.
caz en pacientes de alto riesgo, aunque está por determinar
Mayoritariamente se desarrolla a nivel locorregional, lu-
el intervalo de realización. La sensibilidad y especificidad de
gar más frecuente de recaída a pesar de una resección óptima
la ecografía en población de alto riesgo se estiman en un 75
completa. En ocasiones y de forma tardía, metastatiza al hue-
y 90% respectivamente8.
so y al pulmón.
Pruebas diagnósticas
Biología molecular Laboratorio. Deben realizarse pruebas serológicas de hepa-
titis (antígeno de superficie de la hepatitis B y reacción en
Se han identificado cambios moleculares subyacentes a este
cadena de la polimerasa para VHC). Según el grado de lesión
tumor tales como inactivación de los genes supresores tumo-
hepática subyacente, las pruebas de función hepática y el
rales p53 y Rb, y la activación/sobreexpresión de determina-
tiempo de protrombina pueden estar alterados, aunque se
dos oncogenes, tales como TGFa, GFII, N-ras y C-Myc. La
trata de datos inespecíficos. Debe realizarse una valoración
alteración de p53 se relaciona con bajo grado de diferencia-
de la función hepática, generalmente a través de la puntua-
ción, niveles altos de alfafetoproteína (AFP), mayor tamaño
ción de Child-Pugh (tabla 1).
tumoral y peor supervivencia5.
Imagen. Ecografía. Es el primer método para estudiar el hí-
gado en pacientes con sospecha de CHC, pero no permite
Manifestaciones clínicas caracterizar adecuadamente las lesiones hepáticas de los pa-
cientes con cirrosis, en los que los nódulos de regeneración
La mayoría de los pacientes con CHC tiene pocos síntomas
pueden confundirse con fibrosis. Su sensibilidad alcanza el
hasta una fase tardía de la enfermedad. Los pacientes suelen
71% aproximadamente.
presentar malestar general, anorexia, dolor abdominal en hi-
pocondrio derecho, plenitud abdominal y aumento del perí-
Tomografía computarizada abdominal dinámica. Permite
metro secundario a presencia de ascitis.
detectar lesiones tumorales basándose en su condición de
Dado que la mayor parte de casos de CHC aparecen en
hipervascularización en las diferentes fases de administración
pacientes con cirrosis previa, cualquier empeoramiento de la
del contraste (fig. 1). Además evalúa la extensión local y a
función hepática en los mismos debe conducir a la realiza-
distancia.
ción de pruebas de imagen que detecten un CHC oculto.
En la exploración física es habitual encontrar hepatome-
galia, circulación colateral, ascitis, esplenomegalia y, en casos
avanzados, ascitis. TABLA 1
El único marcador analítico del que disponemos a día de Clasificación Child-Pugh
hoy en la práctica clínica es la AFP, aunque su sensibilidad
Asignación de puntos
para el diagnóstico precoz es escasa.
Parámetro 1 2 3
Ascitis Ausente Ligera Moderada
Bilirrubina (mg/dl) < 2 2-3 >3
Diagnóstico
Albúmina (g/dl) > 3,5 2,8-3,5 < 2,8
Tiempo de protrombina (INR) < 1,7 1,7-2,3 > 2,3
Detección precoz-cribado de población general Encefalopatía No Grado 1-2 Grado 3-4
Es extremadamente importante una prueba fiable de cribado Grado Supervivencia Supervivencia
a un año a dos años
en pacientes con factores de riesgo para desarrollar CHC
con objeto de detectar la enfermedad en una fase precoz y A: 5-6 puntos (enfermedad bien compensada) 100% 85%

con posibilidades de resección. Dado que la cirrosis está pre- B: 7-9 puntos (compromiso funcional hepático)   80% 60%
C: 10-15 puntos (enfermedad descompensada)   45% 35%
sente en la mayoría de estos pacientes, la disfunción hepática

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enfermedades oncológicas (III)

como prueba diagnóstica, aunque sí en casos terapéuticos


como veremos más adelante.

Tomografía por emisión de positrones con fluodesoxiglucosa.


No ha demostrado actualmente tener una función para esta-
dificar pacientes con CHC primario ni recurrente.

Punción-aspiración con aguja fina/biopsia. La confirmación


diagnóstica de lesiones malignas requiere la obtención de
histología mediante citología (punción-aspiración con aguja
fina [PAAF]) o biopsia (con aguja gruesa) guiada a través de
tomografía computarizada (TC) o ecografía, aunque este
concepto se ha ido sustituyendo progresivamente en los al-
goritmos diagnósticos debido a que las imágenes permiten
obtener una certeza diagnóstica muy alta, como se ha co-
mentado previamente. No obstante, y de forma estricta, sería
necesaria su realización en tumores potencialmente reseca-
bles y altamente sugestivos por técnica radiológica, en los
Fig. 1. Caracterización de un hepatocarcinoma por tomografía computarizada. que el marcador AFP resulte no diagnóstico. En estos casos
es previsible una tasa de complicaciones nada despreciable
que incluye hemorragia, rotura o siembra tumoral en el tra-
yecto de retirada de la aguja. Además, cuando la lesión asien-
TABLA 2 ta sobre un hígado cirrótico avanzado, es posible la obten-
Clasificación TNM de tumores hepáticos y colangiocarcinoma periférico ción de material no tumoral en algunos casos. Si el tumor es
T: Tumor primario
no resecable, pero el paciente puede beneficiarse de trata-
Tx No se puede evaluar el tumor primario
miento paliativo, debe procederse también a la confirmación
T1 Tumor solitario sin invasión vascular histológica. Considerando el riesgo que conlleva esta técnica,
T2 Tumor solitario con invasión vascular. Múltiples tumores limitados a un lóbulo   y el porcentaje de fiabilidad diagnóstica, es preferible en to-
  menor de 5 cm dos los casos realizar PAAF guiada frente a biopsia.
T3 Múltiples tumores de más de 5 cm o tumor que envuelve la rama mayor  
  de la vena portal o hepática
T4 Tumor(es) con invasión de órganos adyacentes diferentes de la vesícula biliar  
  o perforación del peritoneo visceral Estadificación
N: Ganglios linfáticos regionales
Nx No se pueden evaluar La clasificación más utilizada es la del grupo AJCC utilizan-
N0 No se demuestran metástasis ganglionares do parámetros como tamaño, invasión vascular y afectación
N1 Metástasis ganglionares regionales metastásica como factores pronósticos, según se muestra en
la tabla 2.
M: Presencia de metástasis a distancia
Mx No se pueden evaluar
M0 No hay metástasis
M1 Presencia de metástasis a distancia
Pronóstico
Estadios
En pacientes operados no cirróticos las tasas de superviven-
Estadio I T1N0M0
cia a 5 años alcanzan hasta el 50%; sin embargo, en pacientes
Estadio II T2N0M0
con enfermedad irresecable la supervivencia media no supera
Estadio IIIa T3N0M0
el año de vida aun con tratamiento9. Se estima que la tasa de
Estadio IIIb T4N0M0
recurrencia es del 30 al 60% a los 5 años, más frecuente en
Estadio IIIc Cualquier T, N1M0
Estadio IV Cualquier T, cualquier N, M1
cirróticos previos y generalmente en el hígado, aunque como
se ha mencionado, también puede metastatizar a distancia.
Los factores de riesgo de recurrencia más importantes
son: tamaño tumoral, invasión vascular, concentraciones
Resonancia magnética nuclear hepática. Permite distinguir preoperatorias elevadas de AFP, grado de diferenciación,
el CHC de lesiones benignas como hemangiomas y nódulos multifocalidad y cirrosis previa10.
de regeneración. Además identifica si el tumor presenta ex-
tensión a vasos principales locorregionales, datos de multifo-
calidad o presencia de afectación extrahepática. Tratamiento
Angiografía. El aspecto angiográfico del CHC es caracterís- Tumores resecables. Tratamientos curativos
tico por ser un tumor hipervascular, pero al tratarse de un Representan la única opción curativa para en CHC. Dentro
estudio invasivo no suele recomendarse de primera intención de este grupo se incluyen:

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Cáncer de hígado y vía biliar

Hepatectomía parcial. Los resultados de la cirugía depen- Inyección de etanol. Consiste en la inyección de alcohol
den del estado funcional hepático previo a la misma. La ci- absoluto en el tumor hepático por vía percutánea y bajo con-
rrosis, que como se ha comentado con anterioridad preexiste trol ecográfico, dando lugar a necrosis tisular. Resulta muy
en la mayoría de los pacientes, influye adversamente, ya que útil en tumores de pequeño tamaño con tasas de superviven-
induce el desarrollo de fibrosis hepática dificultando la téc- cia a los 3 años del 60%16.
nica quirúrgica, puede provocar mayor tasa de hemorragias
operatorias y determina una drástica reducción de la capaci- Ablación por microondas. Consiste en la coagulación per-
dad regenerativa del hígado. Por todo ello los pacientes con cutánea con microondas de las lesiones hepáticas. Es una
cirrosis y CHC son de alto riesgo quirúrgico con tasas de técnica relativamente nueva que requerirá más estudios so-
mortalidad operatoria que alcanzan el 10%11. En relación bre seguridad y eficacia antes de implantarla de rutina.
con la funcionalidad hepática previa se considera la cirugía
sólo en aquellos pacientes cirróticos con reserva funcional Quimioterapia sistémica. Es poco eficaz, y por el momento
hepática Child-Pugh A. no se dispone de ningún tratamiento estándar. Con escasa
Sin embargo, en los pacientes no cirróticos el pronóstico tasa de respuesta y corta duración se han ensayado adriami-
a 5 años es excelente tras la cirugía y la mortalidad quirúrgi- cina, sales de platino, gemcitabina o terapias hormonales ta-
ca es escasa. les como tamoxifeno o antiandrógenos.

Hepatectomía total y trasplante. Se indica en pacientes Dianas moleculares. En el año 2007 se publican los prime-
Child-Pugh B o C con CHC único menor de 5 cm de tama- ros resultados de un ensayo clínico17 aleatorizado e interna-
ño o con menos de tres tumores, todos ellos menores de 3 cional sobre la aplicación de dianas moleculares en el CHC
cm. Con estos criterios se ha conseguido una supervivencia a avanzado, que ha llevado a la aprobación de tratamiento bio-
5 años del 70% con una posibilidad de recurrencia del 15%12. lógico con sorafenib, una pequeña molécula inhibidora de
Es una muy buena opción si puede llevarse a cabo, ya que tirosín-quinasas oral que bloquea la quinasa raf, en pacientes
cura potencialmente tanto el cáncer como la cirrosis subya- no tratados previamente estadio Child A o B, consiguiendo
cente, y en los pacientes con disfunción hepática representa un aumento de supervivencia global absoluto de unos tres
la única opción curativa. El riesgo de recurrencia depende meses. Este estudio ha supuesto un gran avance en el trata-
sobre todo del tamaño tumoral y de la presencia de invasión miento del CHC.
vascular13.

Tumores irresecables. Tratamientos paliativos


Cáncer de vesícula biliar

Embolización de la arteria hepática. Consiste en invalidar,


Epidemiología
mediante embolización, el flujo arterial aferente que nutre el
tumor. Se trata de una opción posible y racional que puede Se trata de un tumor poco frecuente en nuestro medio, más
frenar la progresión de la enfermedad, teniendo en cuenta habitual en mujeres que en hombres, que aumenta con la
que se trata de tumores hipervascularizados por definición. edad en todas las poblaciones y presenta una alta variabilidad
Administrada sola o en combinación con quimioterapia tipo geográfica, con zonas de alta incidencia como Sudamérica e
adriamicina o cisplatino (quimioterapia en perfusión intraar- India. Esta variabilidad se correlaciona claramente con áreas
terial) puede conseguir tasas de respuestas globales en torno de mayor prevalencia de formación de cálculos biliares18.
al 60% con beneficios en la supervivencia en algunas se-
ries14.
Etiopatogenia
Criocirugía (crioablación). Introducción en el tumor de
sondas enfriadas en nitrógeno o argón líquido, seguido de Los principales factores de riesgo asociados son los cálculos
congelación bajo control ecográfico hasta tratar adecuada- biliares, infecciones crónicas de la vesícula biliar, la exposi-
mente el volumen tumoral con margen de seguridad. De este ción ambiental a sustancias químicas específicas como el
modo se permite dañar lo mínimo posible el parénquima no dióxido de torio (Thorotrast), la presencia de quistes en
tumoral, por lo que podría ser aplicado en casos de cirrosis, el colédoco, la edad avanzada y la obesidad. Sin duda alguna
aunque tiene la limitación de precisar una cirugía abierta15 y la colelitiasis es el factor más importante con aumento del
del tamaño tumoral, ya que a grandes volúmenes las compli- riesgo hasta 10 veces superior en pacientes con cálculos ma-
caciones aumentan exponencialmente. yores de 3 cm19. Está presente en alrededor del 80% de los
casos diagnosticados.
Ablación por radiofrecuencia. Consiste en la aplicación
intratumoral directa de sondas radiactivas para tratamiento
local, con la ventaja de poder aplicarse de forma percutánea Anatomía patológica
a pacientes con cirrosis estadio C. Se obtienen tasas acepta-
bles de control local, pudiendo repetirse en enfermedad re- Más del 80% son adenocarcinomas, con varios subtipos his-
currente15. tológicos como papilar, nodular y tubular.

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enfermedades oncológicas (III)

Menos del 5% de los casos son carcinomas epidermiodes Resonancia magnética (colangiorresonancia y angiorre-
y el 10% restante son lesiones anaplásicas como carcinoma sonancia). Modalidad sencilla y no invasiva que permite una
microcítico, carcinosarcomas, angiosarcomas, linfomas o tu- valoración completa de la afectación vesicular, biliar, vascu-
mores carcinoides. lar, parenquimatosa hepática y ganglionar, así como de la
El cáncer de vesícula se disemina por vía hematógena a afectación de órganos adyacentes. Muy útil previa a cirugía.
nivel peritoneal y por vía linfática a ganglios regionales. Lo
más frecuente es la invasión directa del hígado por continui- Ecografía endoscópica. Refuerza la ecografía normal, per-
dad. La enfermedad a distancia extraperitoneal es bastante mite la toma de muestras y puede resultar más específica que
rara. la TC o la resonancia magnética (RM).

Colangiografía retrógrada endoscópica o percutánea.


Biología molecular Son técnicas agresivas que permiten, vía oral o percutánea, la
visualización directa del árbol biliar, toma de muestras y co-
Las alteraciones genéticas implicadas en este tipo de cáncer locación de prótesis.
incluyen, entre otras, mutaciones de p53, k-ras20 y CDKN2,
es decir, se producen alteraciones en la progresión del ciclo Laparotomía diagnóstica. Es ideal para la detección de me-
celular, actividades de proliferación descontrolada e inhibi- tástasis intraabdominales, demostrando enfermedad oculta
ción de la muerte celular programada que transforman la irresecable en el momento de la exploración hasta en la mi-
célula glandular normal en neoplásica. tad de los casos.

Manifestaciones clínicas Estadificación


Los síntomas son inespecíficos y generalmente atribuidos a Para valorar la capacidad de resecabilidad de un tumor de
litiasis biliar. Predomina el dolor en el hipocondrio derecho, vesícula biliar hemos de atender al subgrupo que le corres-
que es continuo y se agrava por la ingesta de predominio ponde de acuerdo con la clasificación TMN. Hay que tener
graso. También pueden consultar por anorexia, adelgaza- en cuenta que en este caso concreto hay una diferencia his-
miento y aumento del perímetro abdominal secundario a tológica respecto al resto del aparato digestivo, ya que la ve-
ascitis. sícula biliar carece de mucosa y submucosa. La clasificación
La aparición de ictericia obstructiva por infiltración de la se describe en la tabla 3.
vía biliar principal puede darse hasta en un 50% de los casos.
Otras opciones son náuseas y vómitos o la detección de una
TABLA 3
masa palpable en la región vesicular por exploración física.
Clasificación TNM del cáncer de vesícula biliar

T: Tumor primario
Tx No se puede evaluar el tumor primario
Diagnóstico Tis Carcinoma in situ
T1 Invade lámina propia o capa muscular
Pruebas analíticas T1a Invade lámina propia

Puede aparecer elevación de enzimas de colestasis, así como T1b Invade muscular

hiperbilirrubinemia en los casos con ictericia por obstruc- T2 Invade tejido conectivo perifibromuscular sin invadir serosa ni hígado
T3 Perfora serosa, invade órganos adyacentes o ambos
ción de la vía biliar. En estadios avanzados se pueden elevar
T4 Invade vena portal principal o arteria hepática o invade dos o más órganos  
los marcadores tumorales CEA y Ca 19.9 (75%), aunque este   adyacentes (estómago, colon, páncreas, conducto biliar extrahepático)
último es inespecífico en casos de colestasis.
N: Ganglios linfáticos regionales
Nx No se pueden evaluar
Pruebas de imagen
N0 No se demuestran metástasis ganglionares
N1 Metástasis ganglionares regionales
Ecografía abdominal. Objetiva una pared vesicular engro-
sada asimétrica o una masa vesicular que la desplaza. En oca- M: Presencia de metástasis a distancia
Mx No se pueden evaluar
siones también puede visualizar la invasión hepática, afecta-
M0 No hay metástasis
ción ganglionar adyacente e incluso un árbol biliar dilatado.
M1 Presencia de metástasis a distancia
Tiene una sensibilidad del 85%.
Estadios
Tomografía computarizada abdominal. La TC dinámica Estadio I T1N0M0
con contraste puede identificar una masa, la invasión del pa- Estadio II T2N0M0
rénquima hepático u otros órganos adyacentes. Su sensibili- Estadio IIIa T3N0M0

dad y especificidad son cercanas al 90%, sin embargo su ca- Estadio IIIb T4N0M0

pacidad para estadificar es limitada porque no describe bien Estadio IIIc Cualquier T, N1M0
Estadio IV Cualquier T, cualquier N, M1
la invasión linfática regional21.

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Cáncer de hígado y vía biliar

Pronóstico no hay datos de afectación extrahepática. Se estima, según los


datos de los estudios publicados, que no hay diferencias en la
supervivencia global entre los pacientes tratados inicialmen-
La supervivencia a 5 años es menor del 5% en la mayor par-
te con resección no curativa y después reexplorados para una
te de las series, con una mediana de supervivencia de 6 me-
extirpación definitiva y aquéllos sometidos a una resección
ses22. Los factores de mal pronóstico son el grado histológi-
curativa inicial25.
co, la afectación vascular y linfática.
Tratamiento adyuvante
Es controvertido, ya que se han realizado pocos estudios con
Tratamiento una muestra escasa y poco homogénea. En un estudio publi-
cado por Takada et al26 en el año 2002 se demostró beneficio
Cirugía en la supervivencia y calidad de vida estadísticamente signi-
La única opción curativa es la resección quirúrgica completa. ficativo para el brazo de pacientes tratados con quimiotera-
Es esencial que los pacientes con cáncer de vesícula sean re- pia complementaria poscirugía basada en 5 fluorouracilo y
conocidos antes de realizar la colecistectomía laparoscópica mitomicina C frente a cirugía sola.
debido al riesgo de siembra en el punto de entrada y fuga de Dado que la mayoría de los tumores de vía biliar recu-
bilis. rren a nivel local a la vez que sistémico, una opción a consi-
Debido a su rápida progresión local, la operación de elec- derar es el tratamiento combinado con quimiorradioterapia.
ción debe ajustarse a la profundidad de penetración tumoral Se ha publicado un estudio retrospectivo27 en el que pacien-
medida por el sistema TNM. En los tumores limitados a la tes resecados de forma óptima recibieron un tratamiento
capa muscular (T1) de la vesícula biliar es adecuada una co- complementario con radioterapia externa y quimioterapia
lecistectomía simple23 con un índice de supervivencia cerca- concurrente basada en 5 fluorouracilo con beneficio en la
no al 100%. supervivencia.
Sin embargo, si la profundidad de la afectación es dudosa En ambos casos los resultados obtenidos parten de series
se debe realizar una técnica más agresiva para extirpar ade- pequeñas de pacientes, por lo que sería recomendable con-
cuadamente el tumor. En los tumores T2 la resección míni- trastarlo con otros estudios a mayor escala.
ma requerida es una colecistectomía radical con extirpación
de un anillo de 1-2 cm de hígado normal alrededor de la fosa Tratamiento paliativo
de la vesícula biliar, o la resección anatómica de los segmen- En este apartado se han probado varios regímenes de qui-
tos 4b y 5 hepáticos que contienen dicha fosa (disección más mioterapia sin que ninguno de ellos haya demostrado influir
controlada anatómicamente con menor tasa de hemorragia). definitivamente en calidad de vida ni en la supervivencia glo-
Además se debe realizar una resección ganglionar24 desde la bal. El fármaco más ampliamente utilizado es el 5 fluoroura-
bifurcación de los conductos hepáticos hasta el colédoco dis- cilo con tasa de respuesta del 10%. Gemcitabina en monote-
tal, consiguiendo de forma global tasas de supervivencia a 5 rapia tiene un buen perfil de toxicidad, aunque la mediana de
años del 80-90%. supervivencia no supera los 12 meses28. No se ha demostra-
En los tumores más avanzados existe una elevada proba- do, por el momento, beneficio para la asociación de dos o
bilidad de diseminación intraperitoneal y hematógena, por lo más agentes quimioterápicos.
que la técnica empleada habrá de ser aún más agresiva, inclu-
yendo una resección segmentaria hepática 4b y 5 sistemática
en los casos T3 o una hepatectomía derecha ampliada (seg-
mentos 4, 5, 6, 7 y 8) en los T4. A pesar de la radicalidad
Colangiocarcinoma
quirúrgica empleada, la tasa de largos supervivientes no su-
pera el 30%.
Epidemiología
La localización es también importante para determinar la
extensión de la resección; si hay sospecha de afectación del Es un tipo de cáncer infrecuente que supone menos del 3%
colédoco (bien por extensión directa tumoral o por la pre- de las neoplasias del tracto digestivo. Se origina en las células
sencia de ictericia obstructiva externa) debe realizarse una del epitelio biliar con una incidencia de menos de 4.500 pa-
resección de colédoco con reconstrucción posterior median- cientes por año en Estados Unidos29. Son ligeramente predo-
te hepatoyeyunostomía en Y de Roux. minantes en varones con una edad media de diagnóstico
El cáncer de vesícula biliar se descubre a menudo por entre 50 y 70 años.
estudio histológico tras una colecistectomía indicada por una
supuesta colecistitis benigna. Cuando un paciente tiene un
cáncer de vesícula biliar T1 descubierto tras una colecistec- Etiopatogenia
tomía simple, el patólogo deberá revisar exhaustivamente la
pieza para asegurar los márgenes libres, no estando indicado Aunque en muchos casos no está clara, parece existir una
ningún tratamiento adicional en este caso. Si el margen del relación con fenómenos de inflamación crónica del epitelio
conducto cístico fuese positivo debe realizarse, al menos, una biliar, como ocurre en el caso de la colangitis esclerosante
extirpación local amplia de la vía biliar. Si el tumor es T2 o primaria (CEP), que constituye el factor de riesgo más im-
mayor, el paciente debe someterse a una resección radical si portante en nuestro medio, ya que un 15% de casos desarro-

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enfermedades oncológicas (III)

llarán colangiocarcinoma. Se trata de una enfermedad auto- de tumores más frecuentes no se localiza el tumor original,
inmune que produce fibrosis y estenosis de los conductos en la mayoría de pacientes el diagnóstico es de colangiocar-
biliares. Suele aparecer en gente más joven como una afecta- cinoma intrahepático.
ción difusa y multifocal que empeora el pronóstico30.
Los quistes del colédoco son también factores de riesgo.
Se trata de dilataciones quísticas congénitas de los conductos Diagnóstico
biliares que suponen un aumento de riesgo variable entre el
1-15%. La enfermedad de Caroli es una variante del ante- Pruebas analíticas
rior, con múltiples dilataciones quísticas y un riesgo de co- En tumores de las vías pueden elevarse las enzimas anterior-
langiocarcinoma estimado en un 7%. mente referidas, así como la bilirrubina, con el resto de prue-
Las infecciones del sistema biliar por parásitos (Clonor- bas normales. Los colangiocarcinomas intrahepáticos no
quis sinensis y Opistorchis viverrini) constituyen el factor de suelen mostrar ninguna alteración. No hay marcadores espe-
riesgo más importante en Asia, ya que inducen la formación cíficos de diagnóstico.
de cálculos en las vías, que aumentan el riesgo de desarrollar
tumor en áreas endémicas con alta incidencia. Pruebas de imagen
Otras sustancias tóxicas como el radón, las nitrosaminas,
el asbesto, el caucho y el dióxido de torio aumentan el riesgo Ecografia abdominal. Puede establecer fácilmente el nivel
hasta 35 años después de la exposición. de la obstrucción biliar.

Tomografía computarizada abdominal. Suele revelar la


Anatomía patológica presencia de dilatación de las vías biliares intrahepáticas con
vesícula normal y dependiendo del nivel del tumor, el árbol
Más de un 95% son adenocarcinomas con diferentes varian- biliar extrahepático no dilatado o parcialmente dilatado.
tes histológicas: acinar, ductal, trabecular, alveolar y papilar, Además puede valorar la presencia de adenopatías hiliares, la
siendo este último el de mejor pronóstico. permeabilidad de la vena porta y la atrofia lobular hepática
Según la localización tumoral se distinguen varios subti- consecuente. Por todo ello, probablemente proporcione la
pos: mayor información y es la prueba más fácilmente accesible
1. Hilio hepático o tumor de Klastkin. para la estadificación.
2. Intrahepático.
3. Distal (porción de vías biliares por debajo de la bifur- Colangiorresonancia. Evalúa el parénquima hepático, afec-
cación hiliar). tación vascular, hiliar y ganglionar en una única prueba no
De ellos el más frecuente es el tumor de Klastkin (75%). invasiva31.
La localización influye en el pronóstico y en la posibilidad de
resección curativa. Colangiografía directa. Es una prueba invasiva que evalúa
Otros tumores menos frecuentes son cistoadenomas, car- la extensión de la afectación biliar y puede aportar tratamien-
cinomas, hemangioendoteliomas y carcinomas mucoepider- to paliativo para la ictericia colocando un catéter de drenaje
moides. o una endoprótesis. Además permite la recogida de muestra
El crecimiento del tumor debido a su localización causa para citología.
frecuentemente obstrucción de la vena porta, lo que origina
una atrofia lobular ipsilateral hepática acompañante. Las me- Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica. Eficaz
tástasis ganglionares también son frecuentes. La disemina- para visualizar lesiones distales.
ción a distancia no es habitual. La confirmación anatomopatológica es difícil en muchos
casos, excepto en aquellos muy avanzados, incluso a pesar de
la toma de muestras mediante colangiografía directa. En la
Manifestaciones clínicas mayoría de los casos se ofrece al paciente el abordaje quirúr-
gico ante la sospecha clínica y las pruebas de imagen.
En los tumores localizados en las vías extrahepáticas el pri-
mer síntoma de consulta suele ser ictericia indolora por obs-
trucción aunque, en ocasiones, pueden referir dolor leve en Estadificación
el hipocondrio derecho, prurito, malestar general o adelga-
zamiento. El patrón analítico de colangitis aparece en un 10- El sistema de estadificación TNM para los tumores de vías
30% de casos. Los pacientes pueden tener una vesícula pal- biliares se define en la tabla 4.
pable.
Si el tumor está localizado intrahepático suelen estar
asintomáticos. Pronóstico
En muchos pacientes puede encontrarse un tumor hepá-
tico casual en una prueba de imagen solicitada por otra ra- En el caso de colangiocarcinomas hiliares aproxidamente el
zón. En muchos casos la biopsia revelará que se trata de un 90% son irresecables al diagnóstico. En aquéllos susceptibles
adenocarcinoma sin primario conocido; si tras el despistaje de cirugía la mediana de supervivencia es de 35 meses frente

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Cáncer de hígado y vía biliar

TABLA 4 Colangiocarcinoma intrahepático. El tratamiento están-


Clasificación TNM del colangiocarcinoma extrahepático
dar es la resección hepática. Dado que estos tumores fre-
T: Tumor primario cuentemente son asintomáticos, el tratamiento paliativo pre-
Tx No se puede evaluar el tumor primario senta pocos problemas.
Tis Carcinoma in situ
T1 Tumor confinado al ducto biliar Colangiocarcinoma distal. Se tratan habitualmente como
T2 Invade la pared del ducto biliar los tumores del área periampular, con pancreatoduodenecto-
T3 Invade hígado, vesícula, páncreas y/o arterias secundarias de vena porta   mía (técnica de Whipple), alcanzando un índice de supervi-
  o arteria hepática
vencia cercano al 40%.
T4 Invade porta o secundarias, arteria hepática común o estructuras adyacentes  
  (colon, estómago, duodeno, pared proximal)
Enfermedad avanzada
N: Ganglios linfáticos regionales
Nx No se pueden evaluar
N0 No se demuestran metástasis ganglionares
Quimioterapia. Sólo hay datos publicados de estudios fase
N1 Afectación ganglionar del cístico, pericolédoco y/o hiliar II que incluyen una población no homogénea. Los fármacos
N2 Afectación ganglionar peripancreática (cabeza), periduodenal, periportal,   más ensayados son 5 fluorouracilo, mitomicina C y adriami-
  celíacos y/o mesentérica superior y/o pancreático duodenal posterior cina con tasas de respuesta discretas (alrededor del 30%),
M: Presencia de metástasis a distancia ninguna de ellas completa y una supervivencia mediana de
Mx No se pueden evaluar 3-6 meses. La gemcitabina se ha mostrado activa en este tu-
M0 No hay metástasis mor y su combinación con 5 fluorouracilo obtiene tasas de
M1 Presencia de metástasis a distancia respuesta de hasta del 40%. Otro fármaco con elevada tasa
Estadios
de respuestas es el oxaliplatino, de forma que su combinación
Estadio I T1N0M0
con gemcitabina obtuvo una tasa de respuestas del 36%, con
Estadio II T2N0M0 una toxicidad aceptable. A pesar de los datos mostrados, no
Estadio III T1-2N0M0 hay clara ventaja en la calidad de vida ni en la supervivencia
Estadio IVa T3 N0, M0 global de los pacientes tratados respecto de aquellos que rea-
Estadio IVb Cualquier T, cualquier N, M1 lizan sólo el mejor tratamiento de soporte34.

Quimioterapia intraarterial. Varios estudios han demostra-


do una interesante respuesta con tasas de toxicidad aceptable
a menos de 12 meses en los que no se pueden operar32. Los en poblaciones seleccionadas35, aunque deben comunicarse
principales factores de riesgo para la recurrencia son afecta- resultados de más estudios para definir mejor su papel en
ción ganglionar y margen quirúrgico afecto. estos tumores.
En el caso de los tumores intrahepáticos, si la enferme-
dad es irresecable, las tasas de supervivencia no difieren sig- Radioterapia. En pacientes resecados la radioterapia com-
nificativamente del caso anterior, pero si la cirugía es posible plementaria o adyuvante aislada no ha demostrado aumento
y óptima hay beneficio en la supervivencia hasta un 15% ma- de la calidad de vida ni de la supervivencia, sin embargo, en
yor que en el caso de tumores hiliares33. el apartado metastático la radioterapia intraoperatoria com-
binada con irradiación externa puede mejorar el dolor y des-
comprimir la vía biliar. También la radioterapia endoluminal
Tratamiento ha demostrado en algunas ocasiones paliativas una prolonga-
ción del tiempo de vida sin obstrucción de la endoprótesis.
Enfermedad localizada

Colangiocarcinoma proximal (hiliar). La resección qui- Bibliografía


rúrgica es claramente el tratamiento de elección. Debe com-
prender la extirpación del tumor y, frecuentemente, una re- •  Importante ••  Muy importante
sección hepática mayor con un adecuado drenaje biliar para ✔ Metaanálisis ✔ Artículo de revisión
un control local óptimo32. La tasa de resecabilidad compren-
de el 25-40% de los casos. La supervivencia a 5 años para
✔ Ensayo clínico controlado ✔ Guía de práctica clínica
este grupo es del 25-40%.
✔ Epidemiología
Los factores que convierten a estos tumores en irreseca-
bles son: invasión portal, extensión tumoral a ramas biliares ✔
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