Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Capítulo IX
1) Efectuar una reflexión escrita acerca del siguiente texto de Julio Cueto
Rúa:
«Cuando se dice que sentencia es la decisión de un juez poniendo término a un litigio, se puede querer aludir tanto al
hacer mismo del Juez, cuanto a lo hecho por el Juez. Lo que el Juez hace es tomar conocimiento de un conflicto de
intereses, escuchar a las partes, observar las pruebas que producen en apoyo de sus pretensiones, estudiar el Derecho
aplicable, y determinar cuál es la conducta recíprocamente debida por las partes. Lo que el Juez deja hecho con su deber
es una manifestación expresa, generalmente escrita, señalando qué prestación debe una de las partes hacia la otra, o bien,
qué sanción se debe sufrir por el demandado o acusado».
Admite que la sentencia constituye la decisión-acción de un juez efectuado luego de informarse y conocer el conflicto
entre las partes, a partir de lo que determina que corresponde a cada una de las partes y quien debe ser retribuido por la
parte que se encuentra en falta.
3) Establecer en qué consiste la operación de «reconstrucción intelectual del hecho» que efectúa el juez en la aplicación
jurídica.
Consiste en la conceptualización desde un punto de vista jurídico, para darle una significación que posibilite la aplicación
de la solución prevista en la norma jurídica, cuya determinación debe efectuar en una actividad circular que va y vuelve
del hecho a la norma hasta que logra la subsunción normativa necesaria en todo proceso de aplicación.
5) Expresar la idea principal que se infiere del siguiente texto de Rafael de Asís:
«En la tradición jurídica la aplicación del Derecho se ha descripto a través de la idea de la subsunción. Esta idea ha
servido para caracterizar el «método jurídico» desde la Revolución francesa, que no es otra cosa que la forma con la que
presumiblemente se resuelven los problemas jurídicos mediante la utilización de las normas. El método jurídico
tradicional, apoyado, como acabamos de decir, en la subsunción, venía a decir que la solución de los problemas jurídicos
podía ser representada como la realización de un silogismo perfecto, en el que la premisa mayor estaba constituida por la
norma jurídica y la premisa menor por los hechos que se enjuiciaban. Así la solución del silogismo (representado en el
ámbito judicial por el fallo) era el resultado de la subsunción de la premisa menor en el supuesto de hecho de la premisa
mayor, y por tanto estaba constituida por la consecuencia presente en ésta. Evidentemente, aunque con carácter general
puede seguir siendo válida esta forma de representar la aplicación jurídica, el proceso es mucho más complejo».
La subsunción sirvió a lo largo del tiempo para caracterizar el método jurídico y realización de un silogismo perfecto
constituye la solución de los problemas en el cual la premisa mayor seria la norma y la premisa menor serían los hechos
que se enjuician.
7) Enunciar razones por las que podemos diferenciar los «casos fáciles o rutinarios» de los casos «difíciles o críticos».
Los casos fáciles se distinguen de los casos la justificación (es interna) está destinada a verificar si la decisión se sigue
lógicamente de las premisas. A diferencia de los casos difíciles en los cuales una justificación externa que pretende
mostrar el carácter más o menos fundamentado de las premisas.
10) Enunciar las exigencias que plantea la racionalidad práctica en la toma de decisiones jurídicas.
Las exigencias que plantea la racionalidad práctica en la toma de decisiones jurídicas podrían reducirse a los principios
enunciados por MacCormick:
• Principio de universalidad o de justicia formal: los casos iguales han de tratarse de la misma manera. El juez debe
considerar de igual modo los casos que mantengan las mismas propiedades relevantes para garantizar la justicia de su
resolución.
• Principio de consistencia: las premisas normativas y fácticas sobre las que se asienta la decisión no deben contradecir
las demás normas válidamente establecidas en el ordenamiento jurídico, así como la información fáctica disponible.
• Principio de coherencia: normativa y narrativa. La coherencia normativa impone que las premisas normativas puedan
subsumirse bajo principios generales o valores que resulten aceptables, en el sentido que configuren una forma de vida
satisfactoria en determinado contexto social, conforme a la estructura de valores que sustentan al sistema jurídico. Por
ejemplo, una norma que regulara la velocidad de circulación de los automotores puede subsumirse en valores que unifican
a un ordenamiento jurídico como el orden, la seguridad pública y la salud y vida de las personas. La coherencia narrativa
determina que los hechos no comprobados por prueba directa deben resultar compatibles con los otros hechos aceptados
como probados, y deben poder explicarse de acuerdo con los principios y leyes que rigen en el mundo fenoménico.
• El argumento consecuencialista: a los tres principios señalados, el autor citado agrega el argumento consecuencialista
que consiste en que el juez valore las consecuencias normativas que derivan de su decisión, es decir, las acciones
permitidas y prohibidas que se aplicarían a futuros casos análogos conforme al principio de justicia formal.