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Nombre del alumno: Contreras Mariana, Muñoz Sofía y Sánchez Florencia.

Curso: 3º1º PEI


Profesora a cargo: Cristina Atencio
Parcial: “Número y Sistema de Numeración”
1-¿Cómo se caracteriza el Sistema de Numeración Decimal? Explique
Un sistema de numeración es aquel formado por símbolos y reglas que permiten combinar esos símbolos.
A lo largo de la historia, el hombre, ha empleado distintos sistemas de numeración, por ejemplo, el
Romano, el egipcio, el Babilonio. etc. El sistema de numeración que empleamos es el DECIMAL, pues está
formado por 10 símbolos. (0; 1; 2; 3; 4; 5; 6; 7; 8; 9) y las reglas que los vinculan: cada unidad está formada
por diez unidades del orden inferior, es decir 1 decena está formada por 10 unidades simples; 1 centena
por 10 decenas; 1 unidad de mil por 10 centenas; etc. La característica principal del Sistema de
Numeración Decimal, es la de ser posicional, es decir cada cifra ocupa un lugar determinado. Ejemplo: en
el número 4.876, el 6 ocupa el lugar de las unidades simples, el 7 el de las decenas, el 8 el de las centenas y
el 4 el de las unidades de mil. Si cambiamos el orden de las cifras cambia el valor del número. Así 6.487
será distinto que 4.876. Esto no sucede de la misma forma en un sistema no posicional, por ejemplo, el
romano, el número XV representa al 15 y si permutamos los símbolos VX, no obtenemos ningún nuevo
número. Estos sistemas son denominados ADITIVOS. El romano, CCCXXIV y el decimal, 324. Podemos
observar que, un sistema del tipo aditivo es sencillo de interpretar, sólo se necesitan sumar los valores de
los símbolos utilizados. Pero requieren de gran cantidad de símbolos para representar números mayores.
El posicional, es más económico, con sólo diez símbolos podemos continuar la serie numérica
indefinidamente, pero, es menos trasparente. El número 324, está formado por 300+ 20+ 4.
2. ¿Es lo mismo recitar la serie numérica y realizar el conteo?
No, porque el conteo se realiza contando objetos mientras que en la recitación solo se nombran los
números.
3. ¿Qué competencias pueden desarrollarse con el recitado de la serie?
Recitar la serie a partir del 1 y detenerse cuando ya no sabe más; recitar y detenerse en el número que se
le ha solicitado; recitar intercalando palabras (por ejemplo: un elefante, dos elefantes...); recitar a partir de
un número diferente de 1 (5, 6, 7...); recitar de manera ascendente de 2 en 2, de 5 en 5, de 10 en 10;
recitar de manera descendente de 1 en 1, de 2 en 2, etcétera.
4.Mencione los tres principios que se necesitan para contar. Explíquelos y ejemplifique.
Principio de adecuación única: Es asignarle a cada uno de los objetos una y solo una palabra – numero,
respetando al mismo tiempo el orden convencional de la serie. Ejemplo: Si vamos a contar los caramelos
el primer caramelo que cotamos es el primero y no puede asignársele otro lugar en el conteo.
Principio de cardinalidad: Es la adquisición de la noción de que el ultimo numero en contar representa la
cantidad del conjunto. Ejemplo: En estas imágenes seria identificar al 5 y al 4 como cantidad del con junto
al terminar el conteo.
Principio de inferencia del orden: Se refiere a que el niño comprenda que el oren del conteo es
irrelevante para el resultado. Ejemplo: Si contamos 3 botones es lo mismo comenzar el conteo por el
caramelo del medio que por el de derecha o izquierda.
5 ¿Para qué sirven los números? ¿Cómo cuando se usan?

Los números sirven para memorizar una cantidad: esta función remite a uno de los primeros usos, saber
cuántos hay y recordar esa cantidad sin necesidad de tener que trasladar o transportar esos objetos. Los
niños pueden, después de contar una pequeña colección de fichas, comunicar a otro cuántas hay, sin
necesidad de llevarlas, tan solo recordando el número final y enunciándolo. Cuando las cantidades son
muchas, por ejemplo, los puntajes de tres jugadores, se recurre a la escritura de las mismas para recordar.
Esta función remite al aspecto cardinal del número, es decir, a la cantidad.
Los números para comparar: si es posible guardar en la memoria una cantidad, es posible también
compararla con otra y así establecer relaciones respecto a si es “mayor o menor que”. Así los niños podrán
comunicar “en esta caja hay más fichitas que en esta otra” observando ambas cajas; o decir “Juan tiene 8,
Ana tiene 5. Juan tiene más figuritas que Ana”, etcétera.

Los números como memoria de la posición: alude a la posición que adquieren los objetos en una serie
ordenada y a la posibilidad de recordar la posición de los mismos sin tener necesidad de recordar las
demás. Así, se podrá expresar “quiero el libro que está en el segundo estante de la biblioteca” sin tener
que recordar dónde están ubicados los otros. De este modo, las palabras-número, primero, segundo,
tercero, serán las que propician el tratamiento de este aspecto –ordinal– del número.
Los números también sirven para calcular: remite a la posibilidad que tienen los números de anticipar, de
calcular transformaciones que pueda hacerse a una colección de objetos. Una colección se puede ver
transformada porque se le agregan, se quitan, se parte en partes iguales, se reparte una colección de
objetos. Se hace mención a la anticipación ya que se 10
puede comunicar a otro cuánto se tendrá si se agregan 2 objetos, aun cuando estos objetos no hayan sido
efectivamente dados. Por ejemplo, un niño que posee 2 figuritas puede anticipar que va a tener 4 figuritas
si le regalan 2 más.
Por último, los números también se usan como identificación, como es el caso de los números de líneas
colectivos, los códigos de barras en los objetos, los números de teléfonos, etc. En estos casos no
representan cantidades (aspecto cardinal) ni un orden (aspecto ordinal).

Los números sirven para una infinidad de tareas en el mundo. En la mayoría de procesos, objetos y lugares
están involucrados los números, aunque no siempre de manera evidente. Su uso principal es que permiten
contar objetos. Se utilizan para medir, contar, para realizar operaciones matemáticas, como representación
del dinero etc.
6. ¿Cuáles son posibles procedimientos que utiliza el niño para contar?

Algunos niños sólo podrán encontrar el nuevo valor de su tesoro sacando los 3 porotos de la caja, agregando
tantos como puntos hayan salido en el dado y contándolos todos uno a uno. Estos niños no han comprendido
aún que pueden anticipar la respuesta o no saben cómo hacerlo.

Otros harán tantas marcas en el papel como porotos tienen o usarán los dedos para luego contarlos
uno a uno.

Algunos (si el número que salió en el dado es bajo) hacen una representación mental de la situación.
Es decir, "ven" los porotos "en sus cabezas" y los cuentan uno a uno sin manipular el material ni
hacer ninguna representación gráfica.

Otros podrán hacer sobre conteo, es decir, retendrán el 3 y seguirán contando, apoyándose en los
dedos o tocando los puntos del dado (3, 4, 5, 6,7). e) Por último, algunos alumnos -dependiendo de
la cantidad que salga en el dado- podrán hacer uso de resultados memorizados (por ejemplo, 3 + 3
= 6) o realizar transformaciones sobre los números para obtener el resultado. Por ejemplo, 3 + 2
pueden pensarlo como "dos más dos es cuatro y uno más de tres es cinco".

7-Describa cada uno de los tipos de representaciones posibles de las cantidades con lápiz y papel
que utilizan los niños para un problema.

Idiosincrásicas: Estas producciones no dan cuenta ni de la cantidad ni de la cualidad de los objetos.


Es decir que no informan qué ni cuántos hay. En este momento, los chicos sólo cubren la hoja con
"garabatos".

Pictográficas: La mayoría de los niños de 3 años ya disponen de este nivel de representación. Dan
cuenta de la cantidad exacta dibujando lo más fielmente posible cada uno de los objetos
involucrados en la situación. En el caso del problema planteado, hacen círculos para representar los
porotos. Si lo que hay que expresar es cantidad de flores, dibujarán flores. Aun en los casos en los
que no tienen la posibilidad de determinar el cardinal de la colección, pueden representar la
cantidad exacta, estableciendo una correspondencia término a término entre cada objeto y su
dibujo.

Icónicas: Estas representaciones dan cuenta de la cantidad exacta de objetos, pero a través de
marcas que no brindan ninguna información acerca de su cualidad. Dibujan en general "palitos",
tantos como objetos hay. Poder utilizar esas marcas independientemente de si lo que representan
son porotos, chicos, flores, o cualquier otra cosa, supone un salto conceptual muy grande. Es el
indicio de que ese sujeto ha comenzado a comprender que la expresión matemática requiere
centrarse en las propiedades cuantitativas dejando de lado las propiedades cualitativas (al número
10, por ejemplo, no lo escribimos de una manera si da cuenta de una cantidad de porotos, de otra si
da cuenta de una cantidad de flores, etcétera).

Simbólicas: Utilizan símbolos convencionales para representar las cantidades. Si bien utilizan más
comúnmente las cifras, también es posible encontrar producciones en donde hayan escrito el
nombre de los números. Antes de poder comprender que una sola cifra puede expresar una cantidad
de objetos, suelen escribir tantas cifras como cantidad de objetos tienen para representar, es decir
que realizan nuevamente una correspondencia término a término.

8- ¿Qué diagnostico para el preescolar se puede realizar, en el Campo Numérico?

1 - Conocimiento del recitado de los números 1.1. Número anunciado "¿Hasta qué número sabes
contar?" 1.2. Recitado de los primeros números: Pedirles que cuenten. El maestro le ayuda a
continuar cada vez que sea necesario (anotándolo) hasta que: - no quiera seguir más - o diga una
sucesión no convencional -o vuelva a retomar números ya dichos (ej. 11. 12. .... 19. 11. 12. ...) - o
supere el 30 (en Preescolar) o el 100 (1er. grado).

2- Conteo: Verificación del principio de adecuación única y del principio cardinal (es decir atribuir un
número a cada objeto sin repeticiones y sin omisiones, y asignar a la colección el último número
pronunciado) El maestro prepara una colección de objetos idénticos y desplazables (con una
cantidad menor del máximo número al que sabe contar): "¿Me podés decir cuántos objetos hay?"
En el caso en que el niño no haga nada se le puede decir. "Si queréis podés moverlos". Si el niño no
concluye con un número se le puede preguntar: "Entonces, ¿cuántos hay?"

3 - Utilización del recitado para crear una colección: El maestro prepara una colección de
aproximadamente 10 objetos más de los números que sabía contar, así como una caja vacía. “Poné
en esta caja 'tantos’ objetos" (mencionar un número inferior a 10 en el preescolar o inferior a 20 en
1er. grado). Si el niño sobrepasa el número pedido el maestro lo interrumpe cuando pasó 2 por lo
menos del número pedido. "¿Te acordás lo que te pedía? Tenés que poner en esta caja justo....
objetos”.

4 - El sucesor: El maestro muestra la caja: "¿Te acordás que acá había justo... cubos? Ahora pongo
uno más, ¿cuántos cubos hay?". Anotar si el niño retoma al recitado desde 1 o si dice el siguiente
inmediatamente.

5-Lectura y escritura de números: Preparar un juego de cartones con un número del 0 al 10 escrito
en cada una (en primer grado hasta 30). Presentar al niño las tarjetas en desorden y preguntar:
"¿Conoces algo de lo que está escrito sobre los cartones?" Anotar las cartas en el orden en que las
dice el niño y lo que dice (por ejemplo, si para 12 dice 21). Si los lee en orden, desde 0 hasta 10 darle
algunas cartas separadas para asegurarse si puede leerlos. Pedirle que escriba algunos números. Si
los escribe en orden dejarlo que siga y anotar hasta qué número llega. Luego pedirle que escriba
algunos números aislados por ej. 23, 8, 12, etc.

6 - Contar a partir de...: Proponerle entre 10 y 15 objetos para contar, luego agregarle 3 y
preguntarle el número total de objetos. Si no sabe contar hasta esos números proponerle 5 objetos
y agregarle 3 más. Anotar si es capaz da contar a partir del primer número, sin necesidad de empezar
de 1 nuevamente.

7 - Conteo espontáneo: Esta prueba debe ser propuesta varios días después de la otra parte del
protocolo. Se presenta al niño x dibujos (el número x elegirlo en función del número hasta el que
sabe contar). "Aquí tengo un cartón con dibujos y allá hoy cubos. Tenés que poner un cubo sobre
cada dibujo y será necesario que cada dibujo tenga su cubo. Ahora vas a ir a buscar justo lo que sea
necesario. Atención: es necesario que sea justo, ni más ni menos. Tenés que hacer un solo viaje".
Hacer un ensayo, si fracasa, hacer constatar el fracaso y rehacer un segundo ensayo. Anotar el
método de conteo del niño delante del cartón y luego lo que hace delante de la caja de cubos y
finalmente cómo realiza la correspondencia.

8 - Uso Social del número: Preguntar: "¿Para qué sirven los números? ¿Dónde usas los números? Si
dice en la escuela, preguntar si los usa también fuera de la escuela.

9- ¿Cuáles son las funciones del número?

El número como memoria de la cantidad. Poder recordar una cantidad determinada sin que ésta
esté presente. Ejemplo de actividades: Los niños están sentados en grupos de 5 (cinco) niños. Un
compañero deberá repartir las hojas de trabajo. Podrá hacerlo llevando las hojas una a una. (Método
propio de los niños más pequeños, para asegurarse de dar una a cada niño). Le pedimos que lo haga
empleando el menor número de viajes. (Podrá llevar un montón). Se le pedirá que no tenga la
necesidad de volver a guardar las que sobraron. De esta forma comprenderá la ventaja de recordar
la cantidad. Registro de la información Registrar la información de alguna forma para no olvidarla o
poder comunicarla a otro. Ejemplo de actividades: Permitir a los niños buscar la forma de registrar
la información de los puntos obtenidos en algún juego. Conversar con ellos sobre distintas formas
de hacerlo. Será importante que los niños observen que hay una forma de registrar la información.
Para representar al número cinco, podemos colocar cinco palitos, cinco redondeles o bien el numeral
5. Registrar la información de las distintas posiciones obtenidas en algún juego. Empleando tablas.
El número como memoria de la posición. Los niños deberán comprender la utilidad de recordar una
posición y no la lista completa. Ejemplo de actividades: ¿Quien llegó primero a la meta? (En algún
juego.) Colocar los útiles en la tercera caja, etc.
10-Capacidades que se deben trabajar en el eje Sistema de numeración

• Recitado de la sucesión ordenada de números.


• Lectura de números.
• Comparación de escrituras numéricas: mayor que, menor que o igual que.
• Uso de escrituras numéricas en contextos significativos.

11. ¿Qué se entiende por recitado de números?


El recitado de los números constituye uno de los primeros aprendizajes que los niños realizan en el terreno
de lo numérico. Desde pequeños, los niños lo aprenden al interactuar con otros e intentan otorgar sentido
a estas palabras “uno, dos, tres…”, que los adultos utilizan. Se entiende por recitado una serie de palabras-
número, diferentes en cada cultura, que se suceden en un orden convencionalmente establecido y
constituye un conocimiento relevante en el momento de elaborar las primeras estrategias de conteo de
objetos, reconocimiento y producción de escrituras numéricas. Se diferencia del conteo de objetos porque
en situaciones de recitado no hay objetos para contar; es decir, el recitado refiere solamente a las palabras
que designan números, no hay referencia a objetos; en el conteo, aunque se usan las palabras, están
referidas a los objetos que se cuentan. Estas palabras son diferentes según los lenguajes de cada
comunidad y guardan diferentes relaciones según el idioma que se trate. En español, los números once,
doce, trece, catorce, quince son palabras que no siguen la regularidad establecida posteriormente
(veintiuno, veintidós, etc.), por ello en ocasiones podemos observar que los niños extienden esa
regularidad numérica denominando a esa franja irregular como dieciuno, diecidos, diecitres, para los
números once, doce, trece, y veinte y diez o treinta y diez para treinta y cuarenta respectivamente.
12-Orientaciones Didácticas para el recitado de la sucesión ordenada de números. Describir
diferentes propuestas

Orientaciones didácticas para el recitado de la sucesión ordenada de números


Los niños aprenden el recitado a partir de diversas situaciones en las que escuchan mencionar los números
ordenados y, también, en las que son ellos mismos los que pongan en funcionamiento ese recitado.
Algunas propuestas para abordar este contenido pueden ser:
• Las canciones para contar pueden ser un inicio en el conocimiento del recitado de la serie. El docente
enseñará estas canciones y puede proponer el uso de los dedos cada vez que se enuncien los números. El
pedido de usar los dedos implica un desafío interesante porque hay que hacer coordinar el enunciado de la
palabra-número con la posición de los dedos de las manos. Es decir, la palabra está controlada por el gesto,
iniciándose un proceso de representación de cantidades. Por ejemplo, la canción de la gallina Turuleca; Yo
conozco una vecina
que ha comprado una gallina
que parece una sardina enlatada.

Tiene las patas de alambre


porque pasa mucha hambre
y la pobre está todita desplumada.
Pone huevos en la sala
y también en la cocina
pero nunca los pone en el corral.
¡¡La Gallina!! ¡¡Turuleca!!
es un caso singular.
La Gallina!! ¡¡Turuleca!!
está loca de verdad.
La Gallina Turuleca
ha puesto un huevo, ha puesto dos, ha puesto tres.
La Gallina Turuleca
ha puesto cuatro, ha puesto cinco, ha puesto seis.
La Gallina Turuleca
ha puesto siete, ha puesto ocho, ha puesto nueve.
Donde está esa gallinita,
déjala a la pobrecita, déjala que ponga diez.
Yo conozco una vecina
que ha comprado una gallina
que parece una sardina enlatada.
Tiene las patas de alambre
porque pasa mucha hambre
y la pobre está todita desplumada.
Pone huevos en la sala
y también en la cocina
pero nunca los pone en el corral.
¡¡La Gallina!! ¡¡Turuleca!!
es un caso singular.
La Gallina!! ¡¡Turuleca!!
está loca de verdad.
La Gallina Turuleca
ha puesto un huevo, ha puesto dos, ha puesto tres.
La Gallina Turuleca
ha puesto cuatro, ha puesto cinco, ha puesto seis.
La Gallina Turuleca
ha puesto siete, ha puesto ocho, ha puesto nueve.
Donde está esa gallinita,
déjala a la pobrecita, déjala que ponga diez.

Situaciones de recitado para determinar quién inicia un juego: existen versos que son propicios para poner
en funcionamiento en estas ocasiones: “En la casa de Pinocho todos cuentan hasta ocho: pin uno, pin dos,
pin tres, pin cuatro [...].”
Por ejemplo:
En la casa de Andrés
todos cuentan hasta tres.
Uno, dos y tres.

***

En la casa de Renato
todos cuentan hasta cuatro.
Uno, dos, tres y cuatro.

***

En la casa de Francisco
todos cuentan hasta cinco.
Uno, dos, tres, cuatro y cinco.

***
En la casa de Periquete
todos cuentan hasta siete.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete.

***

En la casa de Pinocho
todos cuentan hasta ocho:
Pin uno, pin dos, pin tres,
pin cuatro, pin cinco, pin seis,
pin siete, pin ocho.

***

En la casa de Blancanieves
todos cuentan hasta 9
Uno, dos, tres, cuatro,
cinco, seis, siete,
ocho, nueve.

Juegos donde el recitado se use como control del tiempo:


Juego de la escondida: se recita la serie hasta determinado número para dar tiempo a que los demás se
escondan. El desafío aquí es lograr que el recitado sea convencional y detenerse en el número acordado.
Cuando el alumno se detenga o repita números ya anunciados, el docente ayudará a continuar el recitado
recordando hasta qué número tenía que contar. Por ejemplo, las escondidas.
- Juegos de postas: se recita la serie para controlar el tiempo de la posta. Quien recita la serie trata de
hacerlo en forma convencional y hasta el número mayor que pueda, ya que la posta se detiene en el último
número mayor que anuncie
Juegos de persecución en el patio: el docente o un niño que se encuentra de espaldas al grupo dice en voz
alta un verso del estilo “Un dos, tres, coronita es”, y los demás se desplazan hacia el lugar donde está quien
recita ese verso. El objetivo es tocar a quien recita para reemplazarlo en su función. Este juego podrá servir
de ejemplo para inventar otros que permitan ampliar la sucesión oral ya conocida.
Propuestas vinculadas con intervalos de la serie desconocidas3. Las propuestas de recitado de intervalos
de la serie aún no conocidas posibilitan la exploración, la investigación y la búsqueda de regularidades del
sistema. Así, el docente podrá proponer: “Hoy vamos a contar como lo hacen los chicos más grandes,
ustedes intenten continuar. Cien, ciento uno, ciento dos [...], mil, mil unos, mil dos […]”. Según el intervalo
del que se trate, los niños darán continuidad al recitado con esta “pista” otorgada por el docente.
Comienzan así a tomar conciencia que se antepone el prefijo mil o cien y se sigue contando igual. Otras
propuestas estarán referidas a proporcionarles el nombre de las decenas o nudos para que puedan
continuar el recitado como es el caso de los números diecinueve-veinte, veintinueve-treinta, treinta y
nueve-cuarenta. Otras pueden remitirse a observar la diferencia entre el nombre de algunos números
(como sesenta y setenta) que tienen semejanza sonora y que no se advierte fácilmente.
• Recitar la serie para conocer el anterior y el posterior de un número: el recitado de los números también
colaborará con el establecimiento de las primeras relaciones entre estas palabras que se suceden en un
orden determinado, es decir, con la idea de anterior y posterior. El docente podrá proponer actividades
que inviten a los niños a recitar hasta un determinado número, recitar desde un número diferente a uno,
continuar un recitado, etc. El juego de la escondida, numerarse cuando están en una ronda, adivinar qué
número se omite en un recitado, continuar el recitado en un juego de postas, ofrecerá oportunidades para
conocer el anterior y el posterior de un número. La reflexión posterior sobre los recitados permitirá que se
aproximen a las reglas que rigen el sistema de numeración dando sentido a aquellos intervalos de la serie
que no son regulares y a las particularidades de algunos nombres de los números.

13 ¿Cómo se desarrolla la lectura de números?


Los números escritos se presentan en múltiples contextos sociales y los niños intentan interpretar esas
marcas. Números en las casas, carteles de colectivos, precios, controles remotos, calculadoras, porteros
eléctricos, ascensores, de teléfonos, páginas de libros o revistas, paquetes de golosinas, números para que
los atiendan en un negocio, etc. Aprender a leer números, reconocerlos, investigar qué indican, saber
cómo se llaman, implica un trabajo que, si bien los niños vivencian cotidianamente en experiencias
extraescolares, tienen que ampliar, extender, poner a prueba, aprender más sistemáticamente. La
apropiación de las reglas que organizan el sistema de numeración y en este caso la lectura de los números,
no se realiza con la presentación de pocos números. Por el contrario, para interpretar la lectura de algunos
números que no son regulares –once, doce, trece, catorce, quince–, necesita de la existencia de otros. Si se
trabaja con los diez primeros números, los niños construyen conocimientos solo ligados a esa porción de la
serie. Para favorecer la interpretación de números escritos, el docente colocará en la sala calendarios,
centímetros, bandas numéricas, cuadro numérico, etc., que utilizará cotidianamente con diversas
finalidades. Estos elementos servirán de soportes a modo de consulta para propuestas de trabajo
vinculadas no sólo con la lectura sino también con la escritura, la comparación y el orden de los números.
Por ejemplo, el calendario para escribir una fecha de cumpleaños, para indicar la fecha de una salida que
se realizará en breve; la banda numérica para registrar hasta qué números llegan en el recitado o para
averiguar cómo se escribe un número o cuál es el siguiente; el cuadro numérico para anotar los números
que van saliendo en “La lotería” o para marcar qué figuritas salieron; etcétera. Cuando los niños intentan
sus primeras aproximaciones a la lectura de números, no necesariamente se apoyan en la cardinalidad; es
decir, en la cantidad que representa cada símbolo. Cuando los niños leen números de cualquier cantidad
de cifras, intentan reconocer cómo se llaman, cómo se nombran convencionalmente, qué datos de esa
escritura sirven para nombrar un número desconocido. Por ejemplo, frente al 37, si este –el 30– se llama
treinta este se dice “treinta y siete”
14-Orientaciones Didácticas para la lectura de números

Se expresó la necesidad de colocar en la sala diversos portadores de números de uso social –teléfonos,
calculadoras, relojes, calendarios, centímetros, etc.– y recursos didácticos con diferentes intenciones de
enseñanza –como son la banda numérica y el cuadro numérico. El docente propondrá actividades que
permita a los niños, en principio, aprender a usar esos portadores y recursos numéricos. Si se trata de
portadores que se emplean en diversos contextos sociales, será importante que los presente como
herramientas útiles para resolver aquello para lo que sirven específicamente.
Por ejemplo:
• La balanza puede ser presentada en el marco de un proyecto de cocina, de Ciencias Naturales.
• En el marco de un juego para embocar, se puede usar el centímetro para determinar la distancia desde
dónde hay que pararse para lanzar la pelota.
• En dramatizaciones, el espacio puede tener un teléfono, una calculadora, una tira de números para
esperar turnos que se usan en los comercios
Posteriormente, frente al desafío de leer un número, los niños pueden recurrir a estos portadores sociales
que funcionaron en situaciones contextualizadas. Para averiguar cómo se leen, cómo se escriben, etcétera.
En cuanto a los recursos didácticos, el docente puede proponer investigar hasta qué número tienen,
compararlos, observar la organización de la información. Para que este trabajo pueda desarrollarse, estos
recursos deberán estar al alcance de los niños, a fin de que puedan utilizarlos permanentemente.
15- ¿Cuáles son las particularidades de los portadores sociales: ¿Almanaques, relojes, centímetros?

Los portadores sociales, son aquellos que tienen usos en diferentes contextos. Pueden formar parte de
proyectos o unidades didácticas en las que el docente esté trabajando.
• Almanaques, de pared, de agendas, de taco, de bolsillo, etc. El docente entrega los almanaques a los
niños para observar la información que portan y su organización. Por ejemplo, observar que todos tienen
el año, que hay 12 meses, que los meses tienen 28, 30 y 31 días. Algunos organizan los meses cada tres –
trimestres– otros por mes.
• Relojes, de pared, digitales, reloj pulsera, despertadores. Se puede indagar las diferencias entre ellos,
para qué se usan, cómo se usan, observar qué números tienen, si se repiten estos números en todos, cómo
están dispuestos en cada uno.
• Centímetros de pared y centímetros de costura. Es usual encontrar en la sala centímetros con cuales los
niños miden sus alturas. Es interesante que los niños se midan en diferentes momentos del año, de este
modo pueden observar su crecimiento. También pueden medirse sentados, y ver, por ejemplo, si el niño
que midieron de pie y era el más alto, es el más alto cuando lo miden sentado. Es importante trabajar
cómo se usa este instrumento. El centímetro tiene cero y es necesario medir desde este número. Aquí el
cero juega un rol importante, es el número desde donde hay que empezar a medir.
16. Describe y caracterice los siguientes recursos didácticos: Banda numérica, cuadro numérico.
• La banda numérica es una franja que representa la sucesión de números escritos y sigue la orientación
de la lectura y escritura (de izquierda a derecha). Permite que la misma se vaya extendiendo incorporando
nuevos números. Es importante que la banda comience en el número 1 y no en el 0, ya que cuando se
inicia el recitado, se empieza por el 1. Si los niños quieren averiguar cómo se escribe el 7, hacen
corresponder su “dedo” con el recitado para averiguarlo. Si empezaran desde el “cero”, esta
correspondencia haría que encontraran el número 6 en vez del 7. Se sugiere que la banda no tenga dibujos
expresando la cardinalidad de cada número, porque este no es el recurso apropiado para ello. Se
destinarán otras propuestas al trabajo sobre la cantidad que representa cada número.

• El cuadro numérico: se trata de un cuadro con una porción significativa de números, que puede variar
del 1 al 50, del 1 al 100, según el docente decida. La potencialidad de este recurso radica en la organización
que porta haciendo más notorias las regularidades de nuestro sistema. En ocasiones, cuando los niños
llegan al final de la primera fila, suelen no darse cuenta de que hay que bajar a la siguiente e iniciar su
lectura de izquierda a derecha, para continuar. En sus intentos por usar este portador, llegan hasta el 9 y
siguen diciendo 10, 11, 12, aunque su dedo señale el 19, 18, 17. Es parte de la tarea del docente trabajar
sobre cómo se lee este portador y la localización de los números en el mismo.

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