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I. ANTECEDENTES
El estudio recogerá información que permita registrar los siguientes criterios de identificación
establecidos en el artículo 1 del Convenio 169 de la OIT, recogidos posteriormente en el artículo
7 de la Ley Nº 29785 y en el artículo 3 de su Reglamento. Los mismos que se detallan a
continuación:
Criterios objetivos:
o Continuidad histórica: Da cuenta de la existencia de sociedades desde tiempos
anteriores a la época de la conquista, colonización o a las actuales fronteras
estatales.
o Conexión territorial: Da cuenta de sociedades cuyos ancestros habitaban el país
o región.
o Instituciones distintivas: Da cuenta de sociedades que conservan algunas o
todas sus instituciones propias.
Criterios subjetivos:
o Auto-identificación: Hace referencia a la conciencia del grupo colectivo de
poseer una identidad indígena u originaria.
II. ANÁLISIS
2.1 En el marco de los procesos de consulta, para definir el ámbito de la medida a consultar, la
entidad promotora debe considerar lo establecido en el artículo 3 del Reglamento de la Ley Nº
9785, sobre afectación directa y ámbito geográfico. El citado artículo presenta las siguientes
definiciones:
• Ámbito geográfico.- Área en donde habitan y ejercen sus derechos colectivos el o los pueblos
indígenas, sea en propiedad, en razón de otros derechos reconocidos por el Estado o que usan
u ocupan tradicionalmente
2.3 Definida por la ubicación del área de influencia directa de los Proyectos más una localidad
fuera de dicha ámbito:
Departamento: Ayacucho
Provincia: Lucanas
Distritos: Lucanas y Lucanas
Comunidades campesinas: Lucanas, Acola y Lucanas
2.6 Tales criterios deben interpretarse de manera conjunta en el caso a analizar. De ahí que en
el marco normativo se establezca que las comunidades campesinas y las comunidades nativas
pueden ser identificadas también como pueblos indígenas u originarios conforme a los criterios
de identificación.
2.7 Para establecer si una población o colectivo cuenta con atributos que se relacionan con los
criterios previamente descritos, es necesario contar con información suficiente, actualizada y
confiable en concordancia con lo que establece la Directiva Nº 001-2014-VMI/MC,
"Lineamientos que establece instrumentos de recolección de información social y fija criterios
para su aplicación en el marco de la identificación de los pueblos indígenas u originarios'' (RVM
Nº 004-2014-VMI- MC) y la Guía Metodológica de la Etapa de Identificación de Pueblos Indígenas
u Originarios del Ministerio de Cultura.
2.8 El presente informe se sustenta en la recopilación de información secundaria y la recolección
de información primaria a través de un trabajo de campo. Siendo el objetivo principal de estas
actividades recolectar información social que permita determinar la presencia de pueblos
indígenas u originarios en el ámbito de la solicitud de información.
2.9 Con la finalidad de recabar información primaria se realizó un trabajo de campo en el ámbito
de la solicitud de información entre los días 10 y 21 de noviembre de 2018, en las comunidades
campesinas de Lucanas, Acola y Lucanas.
• Guía de mapa parlante: 01 mapa parlante realizado por autoridades y población local de las
comunidades campesinas designadas.
• Ficha comunal: 01 ficha comunal aplicada en base a información proporcionada por las
autoridades comunales.
• Grupo focal: 01 grupo focal realizado con autoridades y población local de las comunidades
campesinas designadas.
2.11 Como resultado del trabajo de campo realizado, el análisis de información secundaria y la
información oficial provista por la Base de Datos de Pueblos Indígenas u Originarios y,
considerando los criterios objetivos y el criterio subjetivo de identificación de pueblos indígenas
u originarios, se concluye que la comunidad campesina de Lucanas es originaria.
2.12 La comunidad campesina de Lucanas está habitada por aproximadamente 580 personas.
De esta población, la comunidad cuenta con más de 350 comuneros y comuneras inscritas, de
los cuales alrededor 150 están considerados como calificados o activos.
Gracias a las Reformas Borbónicas, que pretendían entre otros cambios, restarle poder a la
iglesia en la administración de la población indígena y fortalecer económicamente al estrato
español, los vecinos españoles pudieron expulsar al sacerdote y apropiarse de los recursos
agrícolas, ganaderos de Lucanas. Ya a inicios de la República, luego de la independencia del
Perú, se estableció por ley la provincia de Lucanas, siendo Lucanas uno de los anexos de la
capital Villa San Juan. Este proceso permitió la emergencia de un nuevo sistema de haciendas
que imperaría hasta el largo proceso de reforma agraria vivido a mediados del siglo XX.
Durante el siglo XIX Lucanas pasa por un proceso de pugna por mejorar su status político en
el espacio regional. Hacia 1860 gana el status de distrito y se separa de Villa San Juan,
ganando por primera vez su autonomía política. Luego de algunos años siendo distrito,
Lucanas degrada su categoría al ser denominado sólo anexo. Finalmente, en 1911, Lucanas
es elevado nuevamente a la categoría de distrito en la que se mantiene hasta la actualidad.
A inicios del SXX la clase dominante en Lucanas eran los denominados mistis o qalas, que
habitaban en el actual casco urbano. En su mayoría, mestizos descendientes del estrato
español. Mientras, la clase dominada estaba compuesta por las familias indígenas que vivían
en el campo, quechuahablantes, quienes se dedicaban a trabajar para los mistis como
cuidadores de vacas o mano de obra para el cultivo de sus tierras. Los recuerdos de los
comuneros al respecto de esta época expresan los diferentes abusos que sufrían los
indígenas por parte de los mistis, quienes imponían castigos físicos y violentaban psicológica
y simbólicamente a todo este estrato de la población.
Este sistema comienza a flaquear hacia los años 40 y 50, cuando la última generación de
mistis comienza a salir hacia la capital para realizar una vida profesional. De esta manera las
haciendas quedan fragmentadas entre diferentes arrendatarios quienes controlan de
manera más dividida también, la fuerza de trabajo indígena. A la par, el auge de la actividad
minera en el valle permitió que las familias lucaninas participaran de una dinámica comercial
excluida del control gamonal, y se familiarizaran con plataformas de reivindicación locales
como lo fue el sindicato minero.
El territorio actual de la comunidad de Lucanas fue presuntamente habitado por los linajes
dominantes de la macro-etnia Rukana. Hacia el siglo XVIII y XIX, el pueblo pertenecía a la
doctrina de Lucanas y estaba organizado bajo el poder de la iglesia, la que administraba el
espacio y la mano de obra de la población a través de su sacerdote. Desde el SXIX hacia
mediados del SXX observamos la consolidación del sistema hacendatario – gamonal liderado
por los mistis (españoles y sus descendientes mestizos) quienes siguieron a la iglesia en el
dominio sobre la población. Finalmente, con la RA la comunidad atraviesa un proceso de
formación y reconstitución de sus territorios en pugna con las comunidades campesinas
colindantes. La comunidad sostiene en la actualidad la titularidad de su territorio, el cual es
administrado comunalmente, siendo los comuneros posesionarios de parcelas del mismo de
manera individual.
Entre las principales fuentes de agua, la comunidad cuenta con dos quebradas importantes
que bajan desde las punas y atraviesan de su territorio: la quebrada Saisa y la quebrada de
Pumayari, las cuales vienen desde la puna y son las que irrigan las tierras de la comunidad.
Durante la fiesta del agua, realizada en agosto de cada año, los comuneros van a agradecer
al origen ñawi de estas quebradas por el agua brindada para su riego. Asimismo, otra gran
fuente de agua es el río San José, que establece la frontera entre la comunidad de Lucanas y
la comunidad de San Juan. Esta agua se desvía también para irrigar las terrazas más bajas, y
además, es fuente de peces para la alimentación de las familias.
Entre otros recursos valiosos en el territorio de la comunidad son la leña y las plantas
medicinales. En cuanto a la primera, los comuneros identificaron que los árboles de eucalipto
están dispersos por todo el territorio de la comunidad, y por tanto no es bien escaso que
requieran cultivar. Mientras que sobre las segundas, éstos mencionaron que las plantas
medicinales más comunes también están disgregadas entre los bosquecitos de eucalipto;
pero que las plantas más especiales y que son utilizadas para curar enfermedades más
complejas se encuentran en las alturas cerca a los cerros padres de la comunidad.
Efectivamente, los lucaninos guardan un reconocimiento muy grande a su cerro padre o apu,
el cerro Orccopata. A este se le hace pagos, siendo el más importante el realizado durante la
fiesta del agua cuando los comuneros y comuneras se reúnen para subir al apu a realizar este
ritual. Como lo afirma el antropólogo Rodolfo Sánchez, los apus son deidades locales o
regionales que perduraron con autonomía a la religión cristiana, con las cuales se establece
una comunicación con ellos a través de las oraciones, pagos e invocaciones (Sánchez, 2015).
Instituciones distintivas: El uso del idioma quechua aún permanece en la comunidad, tanto
en la esfera privada como en la esfera pública. No obstante, todos los entrevistados
identifican que existe un proceso de desplazamiento de dicho idioma originario en las nuevas
generaciones. Esto debido principalmente, a la violencia simbólica sufrida en el pasado por
parte de los mistis y los migrantes de otras regiones hacia Lucanas quienes condenaban de
‘indígenas’ o ‘indios’ a quienes tenían como lengua materna al quechua. En la actualidad,
esta violencia se mantiene cuando los jóvenes migran hacia las ciudades costeras y reciben
también comentarios negativos o sornas por su idioma. A pesar de esta carga negativa
asociada al quechua, esta lengua resiste y se mantiene en la comunidad de Lucanas, y es
utilizada por ejemplo, durante las fiestas, los rituales de pagos, las actuaciones en la escuela,
y en la vida cotidiana de las personas.
Otra institución distintiva de los comuneros de Lucanas es el ayni. Esta se define como el
intercambio recíproco de fuerza de trabajo entre familias y/o vecinos con el fin de colaborar
en el avance de tareas agrícolas. Es necesario precisar que esta reciprocidad no tiene por qué
ser satisfecha inmediatamente, sino que por el contrario, se trata de intercambios que se
ejecutan a largo plazo. En Lucanas el ayni es usualmente utilizado para el periodo de
preparación del terreno y siembra, que es cuando se requiere la mayor cantidad de mano de
obra. Existen además dos modalidades de ayni: el ayni por medio día, para labores sucintas;
o el ayni de jornada entera que requiere que la familia que solicita la mano de obra dote a
los parientes de bebida y comida.
Por tanto, las instituciones descritas en este segmento del texto, explican que las
comunidades y los comuneros mantienen saberes y formas de vida colectivas que
reproducen cotidianamente y los distinguen de otros pueblos.
• El derecho a conservar parte o todas sus instituciones distintivas está vinculado al uso del
territorio, la continuidad de instituciones distintivas como las que se manifiestan en la actividad
agrícola, el culto a los apus o cerros tutelares, festividades en torno al agua, relaciones de
reciprocidad y formas colectivas de trabajo.
III. CONCLUSION
3.2 Dichas comunidades campesinas ejercen el derecho colectivo de la tierra y el territorio, así
como a conservar sus costumbres y a elegir sus prioridades de desarrollo.
3.3 Se debe considera lo establecido en el artículo 3 del Reglamento de la Ley Nº 29785, sobre
afectación directa y ámbito geográfico. Para lo cual, el Ministerio de Energía y Minas deberá
analizar si los derechos colectivos mencionados pueden verse afectados directamente por algún
componente del proyecto.
IV. RECOMENDACION