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INTRODUCCIÓN

El Profesional de la Medicina pone al servicio de sus pacientes el conjunto de conocimientos,


habilidades y actitudes que le permiten brindar una excelente práctica médica, en continuo
perfeccionamiento, adecuada al contexto social en que se desarrolla.

A través del día a día, en el intento de ejercer una práctica médica asertiva y segura, e ir avanzando
al lado con los notables avances técnicos y científicos el acto médico no puede conceptualizarse
como un hecho aislado e individual. El sistema de atención médica lo incluye, en un entorno muy
complejo; en el que intervienen desde pilares esenciales, como son la infraestructura, el recurso y
los procesos, hasta una multiplicidad de personajes y elementos que contribuyen activa o
pasivamente en los resultados. Cuando ocurre un resultado desfavorable; en la casi totalidad de
los casos, es porque se ha presentado una cadena de incidentes en donde muy probablemente todo
y, todos tuvieron participación en la consecuencia.

La prudencia, la objetividad y el rigor que, de ordinario deben acompañar a la actuación pericial


médica, dada la presencia, siempre constante, del factor biológico como causa modificadora del
nivel de respuesta en cada caso, lo que equivale en la práctica a un análisis individualizado, sin
que puedan dictarse pautas de carácter global, que pudieran ser aplicables a la generalidad de los
casos.

Durante el ejercicio, el médico, obviamente, puede comprometer su responsabilidad civil y/o


penal, pudiendo ser parte de un proceso judicial desde varios puntos de vista. El médico
compromete su responsabilidad civil por lo que él causa cuando la prestación la hace por cuenta
propia, y la responsabilidad civil correrá por los empleadores.

La asistencia médica de la que se deriva una reparación de daños y perjuicios puede arrastrar
consigo responsabilidad penal y dicha responsabilidad penal es de aplicación exclusiva al
facultativo como agente activo, según el concepto de que la pena es personal como lo contempla
el Derecho Común para conocer los casos de negligencia e imprudencia de los profesionales de la
salud.

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EL EXPERTICIO DE LA ASISTENCIA MEDICA

1.1 LA MALA PRÁCTICA MEDICA

La mala práctica médica básicamente es una suma de actos realizados por profesionales de salud
y cuyas consecuencias son las lesiones en las personas e incluso, la muerte del paciente, a pesar
de que en nuestro sistema no está prevista esta actuación, en el Derecho dominicano existen
legislaciones que regulan estas actuaciones, definiendo a la tarea de los médicos como lesiva en
contra del bien jurídico salud.

Todo error médico debe ser sancionado ya que no se puede dejar en impunidad a las personas que
han obrado en contra de los bienes jurídicos protegidos, en este caso siendo la vida, y, por lo
tanto, se debe determinar el grado de responsabilidad del médico que intervino al momento en
que se produjo la falla médica.

1.1.1 Antecedentes de la Mala Práctica Medica

En diferentes épocas y culturas del mundo, la medicina ha ido variando en cuanto a su enfoque y
a su apreciación, por lo tanto, la responsabilidad de los médicos por sus errores debido a la falta
de preparación en unos casos y al ejercicio doloso de la medicina en otros, ha dado paso para que
actualmente se juzgue, pero de manera muy diferente a la que forma en lo hacían las civilizaciones
del pasado.

Aproximadamente en el año 1760 A.C., se creó el Código de Hammurabi, en donde se encuentra


plasmada como una de sus principales instituciones, aquella por la cual se establecían reglas claras
sobre la responsabilidad de los médicos en el ejercicio de sus actividades.

En este sentido, las penas impuestas para los infractores como consecuencia de presuntos errores
profesionales, tenían un carácter basado en la extrema severidad, Estas penas constituían
sanciones radicales para una acción derivada de la mala práctica profesional, en donde el médico
no solo perdía sus manos al cometer esta infracción, sino que también debía remediar el daño
resultante de la actividad profesional.

En los tiempos de Hipócrates y hasta siglos después, el médico era impune a la ley. Cuando él
violentaba las normas de su ejercicio, podía ser sometido a un tribunal disciplinario moral; pero
nunca a uno de Derecho.

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El desempeño médico de hoy requiere de, una alta competencia, lo que resulta de alto costo, pero,
además, con pacientes con más conciencia del valor de su salud y vida.

1.1.2 Consecuencias De La Mala-Práctica Médica

Como ya hemos visto, la mala práctica médica ocurre cuando una persona sufre graves daños
como puede ser la muerte, siendo el resultado de una mala conducta profesional, falla en la
selección de tratamiento adecuado o falta de habilidad para prestar servicios médicos por lo que
no pocas veces surge un conflicto médico-paciente o familiar que puede conllevar diversas
consecuencias.

Cuando médicos, enfermeros u otros proveedores de cuidados y tratamiento de salud dejan de


desempeñar sus funciones que se encuentren dentro del “patrón de cuidado” necesario, estos
proveedores y los hospitales que los emplean puede ser considerados como legalmente
responsables del resultado obtenido.

Para evitar precipitación es conveniente que antes de acudir a la vía de derecho o hacer público
la inconformidad, el afectado o sus parientes acudan a un perito médico con suficiente
conocimiento especializado en la cuestión para conocer todo lo concerniente al hecho y que emita
una consideración en cuanto al quehacer; si el afectado o los parientes acuden directamente a un
abogado para que los represente en justicia, la labor del jurista se concreta a la verificación de la
mala práctica médica como resultado de una conducta culposa, pero caber la posibilidad de que el
médico realice actos dolosos durante el ejercicio de su profesión.

Los temas vinculados a los temas de mala práctica médica y a la documentación clínica han tenido
varias formas de tratamiento dentro de los tribunales del país, ya que no existen criterios
uniformes sobre este tema.

1.1.3 Doctrina sobre la mala práctica médica

Dentro de la doctrina, para analizar los casos de mala práctica médica, el enfoque básicamente es
sobre la relación causa, cuya principal base es el estudio de la responsabilidad, pudiendo ser
directa. Sin embargo, si se une algún factor extraño a ella, y se agravan las consecuencias, todo
este particular es lo que en derecho conocemos como con causa.

La importancia del médico entonces con los conocimientos profundos del Derecho lo llevan a
constituirse en un factor determinante para el análisis de los casos en los que se presume si actúo

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con culpa o dolo, por esta razón existe la Medicina Legal en varios países, que permiten hacer
peritajes acertados dentro de este tema para que no existan confusiones y conocer de qué manera
actúo el galeno.

Así mismo se debe considerar que el peritaje médico legal es uno de los principales mecanismos
para encontrar de manera clara y precisa la responsabilidad del galeno frente a sus actos.

El peritaje del médico legal es una exigencia en los países que lo aplican, así ayuda a la justicia a
resolver los conflictos, determinando que paso y quien fue responsable del hecho ocurrido.

El valor de los estudios médicos legales ésta determinado por la forma en la cual debe procederse,
de forma particular se impulsa por la certeza, y que la verdad sea expuesta dentro de los informes,
además de que se deba saber la forma en la que se debe explicar, de tal forma que la doctrina
considera como fundamentales la verdad que es un problema científico y la manera en que se
expone.

El médico en su labor trata de equilibrar su trabajo, obrando siempre apegado a la ética y a la


moral, y también teniendo en cuenta los reglamentos que regulan su trabajo.

1.1.4 El Perito y el Historial Clínico en el Proceso de Litigio

En cuanto al perito médico, él actúa como un testigo o más bien informante en el proceso. Para
que el perito médico pueda emitir una opinión con conocimiento de causa, tiene que cerciorarse
de todo lo acontecido antes, durante y después de la asistencia médica que es objeto de
contestación. Para ello recurre a la historia clínica en su conjunto como el instrumento más idóneo
para hacer las conclusiones médicas. Como la historia clínica en su conjunto está contenida en el
expediente médico del paciente porque en él se anota la patografía del paciente y los detalles de
la enfermedad actual, cómo se llegó al diagnóstico, el plan diagnóstico y terapéutico seguidos,
resulta condicionante que el médico escriba con claridad y por completo todo lo acontecido.

El contenido de la historia clínica puede absorber al médico y también lo puede condenar. De


todas maneras, ha de subrayarse que la historia clínica debe ser un documento fidedigno del
contenido porque un análisis del perito podría detectar falsedades y empeorar las aspiraciones del
demandado. Una historia no debe tener borrones ni tachaduras, su presencia llevaría a suspicacia.
Un error al hacer una descripción debe enmendarse poniendo un llamado y escribiendo

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correctamente al margen o en párrafo más adelante en el mismo texto. La detección de un fraude
es una agravante.

1.1.5 Consecuencias de las Demandas por Mala Practica Medica para el Servicio de Salud

Por razones diversas la relación médico-paciente se ha deteriorado y similar curso ha seguido el


número de demandas. Cada día hay más demanda con poca sustentación.

Debido al gran numero de demandas por mala practica medica ha hecho que los médicos estén
realizando los procedimientos siempre a la defensiva, en detrimento de la beneficencia que debería
de regir el comportamiento profesional del mismo, y además ha provocado el encarecimiento de
los servicios de salud a expensa de los gastos de prima de seguro.

Ya la litis sobre la mala práctica médica en nuestro país envuelve tantos intereses ajenos a los
protagonistas (médico y centro de salud por un lado y afectado y/o pariente por el otro) que no
podemos obviar que estamos inmersos en el neoliberalismo y la presencia de decenas de empresas
aseguradoras y la cantidad de tantos abogados involucrados que ya la demanda por mala práctica
dejo de ser un control para la negligencia, imprudencia e impericia del médico.

Hoy día, las Administradoras de Riesgos de Salud y los administradores de centro asistenciales,
exigen a sus afiliados que tengan un seguro de responsabilidad civil, para cuya obtención hay que
erogar un alta suma. Por las razones antes expuestas, los médicos muestran cierto temor y están
recurriendo a las aseguradoras a obtener una prima de malpraxis y en algunas clínicas les exigen
un seguro para poder admitirlos como empleados.

1.2 ASPECTOS LEGALES SOBRE LA MALA PRÁCTICA MEDICA

La legislación sobre derecho común penaliza la mala práctica médica. El legislador es explícito
en la tesitura y en ese sentido ha creado el Art. 201 del Código de Salud es cual establece que el
profesional que ejerza acciones de salud es responsable legal, profesional y moralmente de los
actos que realice de acuerdo con las disposiciones de la Ley. El propietario de un establecimiento
de salud es responsable de que los profesionales que actúen en el mismo estén debidamente
provistos de los documentos exigidos por las leyes de la materia para el ejercicio de sus
respectivas profesiones. El incumplimiento de este requisito hará del propietario pasible de ser
co-responsable civil y administrativamente.

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Cuando el acto médico se sigue de resultados indeseados y el paciente o sus familiares creen que
el mismo no siguió los parámetros de la práctica médica normal, surge una desavenencia que
puede llegar a los tribunales, en demanda de reparación de daños y perjuicios.

1.2.1 El Experticio Medico-Legal

Al ser la relación médico-paciente de naturaleza contractual en las más de las veces, o


extracontractual en las excepciones, es de derecho, que al paciente le corresponde el fardo de las
pruebas y para que resulte ganancioso en el proceso judicial debe demostrar: a) que el médico
estaba obligado, b) que rompió o incumplió la obligación, c) que se sufrió un daño y d) que existe
una relación causa-efecto entre el efecto y el daño.

A solicitud del ministerio público el médico forense se apresta a practicar el experticio a la


asistencia médica que recibió el reclamante o el representado legal del paciente. La asistencia
médica puede haber sido mediante un procedimiento clínico o quirúrgico; aunque la cirugía por
ser una especialidad más agresiva a la autonomía del paciente deriva más complicaciones y por
ellas más demandas. Conviene señalar que las desavenencias médico-pacientes no sólo están
conectadas a los procedimientos terapéuticos sino también a los diagnósticos, en especial cuando
son invasivos.

El experticio médico-legal a practicarse puede hacerse a una persona fallecida o a una persona
viva dependiendo del caso. En el caso de un fallecido, el dictamen requerirá de una autopsia lo
que ofrecería información más fidedigna o del análisis que debe hacerse al expediente médico.

Cuando el dictamen a emitir es sobre la asistencia médica que se practicó en una persona que está
viva el médico legista debe dividir el experticio exactamente como se hace en la historia clínica,
esto es: a) el interrogatorio y b) el examen físico. Pero en el caso en cuestión al interrogatorio se
le adiciona el expediente médico en su conjunto que estaría elaborado por datos generales,
motivos de la solicitud de la asistencia médica, historia de la enfermedad por la que se acude al
facultativo.

A veces el examen físico hecho por el forense médico no es confiable o concluyente porque se hace
sobre tejido externo que apenas presenta el indicio de cicatriz o la secuela de la asistencia por
haber transcurrido largo tiempo del hecho médico; lo mismo es válido para dictaminar resultados
insatisfactorios obtenidos sobre estructuras u órganos internos (hueso, intestino, fascia, etc.). En
estas circunstancias se utilizan los estudios como el rayo X, sonografía y la Anatomía Patológica.

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También juegan un papel importante los documentos aportados por peritos médicos emitidos por
los centros de salud público o privado que ofertaron la asistencia médica o menos frecuentemente
el peritaje médico, que realizó un perito médico que asesoró al paciente o al apoderado legal del
paciente.

1.3 LA RESPONSABILIDAD CIVIL

Es inimaginable que una persona con tal grado de responsabilidad, como es el médico frente a su
paciente, no tenga que cumplir con ciertos derechos y obligaciones, por tal razón, el médico, al
ser un sujeto de derecho, debe cumplir con una normativa que conduzca su actuación, teniendo
una carga de derechos y obligaciones hacia el paciente.

Los médicos y todos los que sean considerados profesionales de la salud, no tienen la excusa de
actuar sin responsabilidad, es decir, en la medicina nadie tiene la libertad de realizar actos torpes,
porque el título otorgado supone que la persona es hábil y prudente en la carrera, siendo la
torpeza o ignorancia culpa.

El médico debe responder cuando a cometido actos u omisiones, ya sean voluntarios o


involuntarios contra las reglas establecidas, produciendo un daño a la salud. Es evidente que, en
materia de práctica médica, se debe analizar la conducta del profesional del galeno, para luego
establecer la relación que produce entre el acto y el daño que se ha ocasiona.

1.3.1 La Responsabilidad Medica Contractual

Se acepta que la responsabilidad de un médico clínico o cirujano frente a su paciente (cliente) es


de origen contractual y es una obligación de medios la que se genera entre el medico contra su
paciente. En su obligación de medio, el médico no se compromete con el paciente a la obtención
de una meta determinada; pero él sí se obliga a conducirse con diligencia y prudencia para tratar
de conseguir la finalidad deseada. Desde el punto de vista legal, la relación médico paciente es un
contrato del que se deriva una obligación general de diligencia y prudencia.

Siempre hay que tener pendiente que es el paciente como contratante quien en última instancia
debe decidir, decisión que el médico consiente y por ello, si se produce un daño (un resultado no
esperado, un resultado insatisfactorio) como consecuencia de una negligencia, una imprudencia o
una incapacidad profesional, debe considerarse como una falla del ejercicio que compromete la
responsabilidad civil por el daño y perjuicio causado con la concebida reparación que debe hacerse.

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1.3.2 Daño en el contrato médico

El daño es aquel que se produce a consecuencia de un evento determinado, el cual sufre una
persona, a consecuencia de una lesión de un interés legítimamente protegido. El daño no sólo es
un menoscabo a un bien material-personal (que lesiona el cuerpo de la víctima) o patrimonial
(bienes pecuniarios), sino que puede ser también moral. El daño físico a la persona puede ser
corporal y/o moral y al daño material se le denomina ocasionalmente patrimonial o pecuniario.

De lo arriba dicho se desprende que el daño que arrastra la responsabilidad civil es aquel daño
producido no por el simple incumplimiento del contrato, sino porque hay una relación de causa a
efecto, pues el daño producido por el incumplimiento es la lesión de un bien jurídicamente
protegido que faculta la aplicación de la regla de derecho: "Hay acción donde hay interés", en
otras palabras, sólo el interés legítimo pone en movimiento la acción.

Aparecido el daño o perjuicio determinando al que existe vínculo de causalidad habría que
determinar la culpa para que se produzca la secuencia culpa-vínculo-daño, requisitos
imprescindibles para que se pueda reclamar con éxito abono por el daño o perjuicio.

La culpa se configura, en la obligación médica, sobre una imprudencia, impericia o negligencia, lo


que es lo mismo, el autor del daño no actuó con intención de dañar toda vez que en derecho se
presume la buena fe, más aún en un profesional que se supone imbuido de una buena formación
humanística para ejecutar un acto que tiene como paradigma la beneficencia, la no maleficencia,
la justicia y la autonomía de quien recibe la atención.

1.3.3 Demanda en responsabilidad civil

La demanda en daño o perjuicio debe basarse sobre la existencia de un daño porque es el que
ofrece el interés de la acción y este daño debe ser padecido por la víctima (paciente), quien, al
momento del hecho dañoso, ilícito, tenía una relación de derecho (un contrato) con el victimario,
sujeto activo, en este caso el medico; pero todavía debe probar que existe una relación causa-
efecto con el daño.

Producido el daño en el contrato médico, se debe determinar si el mismo arrastra consigo una
responsabilidad civil. En este caso hay que establecer si el médico no cumplió con la obligación
general de diligencia y prudencia. Hacer esta determinación no es fácil y evidentemente amerita
la participación del peritaje médico. No sólo la percepción de un comportamiento diligente y

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prudente liberaría al autor del daño de responsabilidad civil, sino que también lo liberaría cuando
el resultado que se pretendía obtener no se consiguió por causa de fuerza mayor o porque la
víctima se considera culpable.

El riesgo de responsabilidad médica no se excluye porque el paciente renuncie convencionalmente


a tal eventualidad ni tampoco está liberado de reparación de daños cuando la asistencia médica
que ofrece la hace título gratuito.

1.3.4 Elementos constitutivos de la responsabilidad civil

Para que el médico comprometa su responsabilidad civil este necesariamente tiene que ser un
médico en su desenvolvimiento profesional. En caso de que una persona no sea titulada o no esté
autorizada a ejercer la Medicina, ella es autora o culpable del ejercicio ilegal, además de ser
culpable del daño causado.

El elemento subjetivo está dado por la culpa del médico, cuya culpa a demostrar corre por cuenta
de quien alega el daño, pudiendo ser la misma víctima o quien jurídicamente pueda hacerlo por
ella mediante posesión de un interés legal. El acto profesional del que se derive la culpa
productora del daño (elemento objetivo), tiene que ser la consecuencia directa del acto médico,
estableciéndose una relación de causa a efecto.

La demanda en reparación de daños y perjuicios debe hacerse en un período no mayor a 1 año de


la producción del hecho dañoso, so pena de prescribir. Cuando el hecho del que se deriva el daño
es calificado como delito que mereciese pena correccional la prescripción será a los tres años.

En el caso del daño a un paciente consistente en una lesión temporal, la suma de dinero a abonar
equivaldría a los gastos extras que éste incurrió por causa de la lesión más los dineros que dejó
de ganar por la incapacidad fruto del daño.

El Codigo Penal le da la trayectoria al juez para la evaluación de los daños y así actúa nuestra
Suprema Corte de Justicia, ya que este alto tribunal toma en cuenta el espíritu de la ley para
calcular el monto de ascenso para compensar los daños.

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CONCLUSIÓN

Las consecuencias por el daño causado en virtud de la mala práctica médica, así como no prestar
la oportuna atención médica, son calificadas por organismos internacionales, como la Comisión
Nacional de Derechos Humanos de México, y la UNESCO, como hechos violatorios de los
derechos humanos.

La definición sobre la mala práctica médica, brinda varios puntos, que tienen gran importancia,
principalmente en la doctrina nacional e internacional se analiza la pérdida de la ética en los
procedimientos utilizados, como también las pésimas condiciones en la que viven ciertas
poblaciones del mundo, en donde el trabajo del doctor se hace imposible de realizarlo con mayor
tranquilidad.

Lamentablemente en muchas ocasiones la causa directa o indirecta del litigio es el poco tiempo
que se le dedica al paciente o a los parientes para conocer el historial de la enfermedad y lo que
se le va a hacer al enfermo. En lo particular puede subrayarse la observación en que
rutinariamente incurren las clínicas y hospitales privados al poner a firmar al paciente formularios
con espacios en blanco sin que se le dé oportunidad a que se lea y mucho menos preguntarles si
lo entiende, o darle la explicación pertinente, lo que hace que carezca de fuerza de ley en Medicina
porque contraviene el precepto bioético de otorgar el consentimiento luego de obtener
información válida.

El récord médico, es muy importante por cuanto éste contiene informaciones de gran valor para
que pueda absorber al imputado o condenarlo. La inexistencia de datos expone a las partes a
recurrir la memoria, lo que podría ser poco confiable y poco creíble, lo que podría desavenir en
un fallo desfavorable para la parte acusada.

El Médico Legista debe hacer el informe con mucha profesionalidad y certeza para lo cual debe
armarse con los instrumentos de las ciencias médicas, en particular, y de la salud en general,
sabiendo que la Medicina no es una ciencia exacta y que la evolución natural de un tratamiento
puede depender del acaso o la fuerza mayor.

De esta manera, hoy por hoy hay suficientes recursos intelectuales y tecnológicos para diferenciar
cuando una asistencia médica resultó indeseable por fuerza mayor o causa fortuita, o por
negligencia, imprudencia o impericia.

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