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Administracion Al Estilo Disney
Administracion Al Estilo Disney
Guillermo Ruiz
Introducción
Walt Disney Company es presentada como la empresa del campo del
entretenimiento más grande del mundo. Ha logrado esta asombrosa fama por
medio de un control estricto de todas sus operaciones: control de la lluvia de
ideas, abierta, que tiene lugar las 24 horas del día; control de los ingenieros
que construyen los fabulosos paseos de sus parques; control de los animadores
que crean y diseñan los queridos personajes y aventurosos escenarios, y
control de los talentos que dan vida a muchos de los conceptos y los
personajes. Aunque el control permea a la empresa, no es una garra que
apriete demasiado. Los empleados de cada departamento están conscientes
de sus objetivos y de los parámetros establecidos para alcanzar dichos
objetivos. Además, de las responsabilidades determinadas con anterioridad, los
administradores de Disney fomentan las ideas independientes e innovadoras.
El personal de la empresa ha adoptado la frase «Soñar en equipo» para que les
recuerde que las ideas fantasiosas, las ideas aventuradas y los sueños
desbocados son la médula de la filosofía de empresa. El control general de
cada departamento es templado gracias a este concepto. Los directivos de
Disney luchan por delegar facultades en sus empleados, dándoles espacio para
que fluyan sus jugos creativos. De hecho, los directivos de Disney hacen
mucho más que fomentar las innovaciones. Las exigen. Proyectos asignados al
equipo de «imaginadores» parecen imposibles a primera vista. En Disney,
hacer lo que parece imposible es parte de lo que significa la innovación. Los
equipos de imaginadores se reúnen en sesiones de lluvias de ideas conocidas
como la fase del «cielo azul». Bajo el «cielo azul» un intercambio desinhibido
de ideas alocadas, lúdicas, descabelladas, «buenas» y «malas», tiene lugar
hasta que se encuentran soluciones y se logra lo imposible. Al demandar tanto
de sus empleados, los directivos de Disney impulsan, de hecho, a sus
empleados para que sean creativos. Michael Eisner, el líder de Disney desde
1984 hasta 2005, estableció el concepto de «soñar en equipo». Eisner se dio
cuenta de que los administradores de Disney tenían que dejar que sus
empleados tuvieran lluvias de ideas y crearan con apoyo. Como dice Fran Kells,
presidente de Disney: «Si una idea buena está ahí, uno la reconoce, la siente,
la lleva a cabo, sin importar de dónde procede».
Historia
La historia de Disney comienza con la compañía original de Walt Disney,
Laugh-O-Gram Studio, fundada en 1922 en Kansas City, Missouri. Disney
contrató a los pioneros de la animación de la época, pero la compañía fue un
fracaso comercial y para julio de 1923, tras haber filmado once películas, la
compañía se declaró en bancarrota. Walt Disney fue entonces a California para
trabajar con su hermano Roy y crear Disney Brothers Cartoon Studio. Este
estudio fue comisionado por M.J. Winkler Productions para crear y distribuir una
serie de cortos que combinaban acción en vivo y animación, llamados Alice
Comedies. Los cortos, 57 en total, fueron un éxito comercial. Walt Disney
procedió entonces a crear una serie de caricaturas, y para ello creó al Conejo
Oswaldo, distribuido por Winkler Pictures a través de Universal Pictures. Sin
embargo, el distribuidor se quedó con los derechos de Oswald, y Disney solo
hizo unos pocos cientos de dólares, y complete 26 cortos antes de perder el
contrato en 1928. Entonces Charles Mintz intentó comprar el estudio de
Disney, y al no lograrlo, contrató a cuatro de los animadores de Disney para
formar su propio estudio, Snappy Comedies.
Sin embargo, para 1980 esto colocó a Disney en una posición económicamente
endeble. El estudio estaba ahogado en deudas con sus accionistas y no tenía
éxitos comerciales: Reliance Group Holdings trató de comprar The Walt Disney
Company con el objetivo de disolver la compañía; sin embargo, fue la familia
de Sid Bass la que terminaría haciéndose con el control y contratando a
Michael Eisner para hacerse cargo de la dirección de la empresa. Eisner
comenzó una agresiva política de cambios internos que le permitió hacer que
Disney regresara a los primeros lugares de la recaudación en películas de
animación: dejó que sus empleados se divirtieran y crearan lo que a ellos les
hubiera gustado ver. Esto se puede ejemplificar en películas como ¿Quién
Engañó a Roger Rabbit?, La Sirenita y La Bella y La Bestia. Disney expandió de
nieva cuenta su mercado adquiriendo Miramax, Hyperion Press, y ABC, con la
cual se hizo además del control de ESPN y A&E Television Networks. Además
adquirió dos equipos deportivos, los Mighty Ducks de hockey sobre hielo y los
Angels de béisbol. Para redondear sus negocios., Disney compró su propia línea
de cruceros en el Caribe. Todo parecía asegurar que Disney sería una
superpotencia hasta que los ataques terroristas del 11 de septiembre hicieron
tambalear la economía de viajes: a partir de ese momento, Disney entró en
recesión.
Una cosa que todos los estilos de liderazgo en Disney han tenido fue la
exigencia de mantener un alto estándar en cuanto a la creatividad y calidad, la
insistencia en el valor del trabajo en equipo, la comunicación y la cooperación,
al grado de ser incorporados como los diez postulados base de la cultura
corporativa de la empresa y se inculcan en un programa de formación para
nuevos empleados en la Universidad de Disney. Las técnicas de
administración y gestión de la creatividad, llamadas «sesiones de gong» por
Eisner, eran auténticas tormentas de ideas que se expandían a todos los
niveles de la empresa, desde arriba, proponiendo retos que los demás niveles
pueden resolver, y recibiendo nuevas ideas desde la base. Los diez postulados
que permean la filosofía corporativa en Disney son:
10.El último aspecto es «Dedícale tiempo a los detalles». Walt Disney era
conocido por su búsqueda incesante de la perfección y creía que todo
podía ser mejorado. Esto le granjeó problemas con sus animadores al
principio, pero poco a poco demostró que era acertado. Pero Disney
también sabía que un exceso de atención a los detalles implicaba una
pérdida de tiempo y de dinero, así que buscaba un cuidadoso balance
entre la búsqueda de la perfección y el dinero de producción.
El cambio de paradigmas
Sin embargo, el enfoque de Eisner comenzó a asfixiar a Disney con su atención
a los detalles y a la comunicación institucional, en las cuales buscaba enterarse
de todo y de todos. Su sucesor, Robert Iger, reconoció que la
microadministración que Eisner estaba utilizando no era tan efectiva como él
creía, y al removerla, quitó aún más barreras en la creatividad de Disney.
Según Stanley Gold, accionista de Disney, la administración de Eisner se
trataba de creatividad, pero de _su_ creatividad, no la de sus empleados. En
cambio, Iger delega las decisiones creativas a su equipo de trabajo mientras él
se concentra en lo que mejor sabe hacer. Un ejemplo de esto es la adquisición
de Pixar por parte de Iger, lo que envió un mensaje a la comunidad creativa:
éste es el lugar donde apreciamos a quien piensa diferente. Otra de las cosas
que Iger impulse fue la desaparición de las prácticas de hacer secuelas baratas
de películas clásicas, como, por ejemplo, la secuela de «La Dama y el
Vagabundo» que salió directo a video y cuenta la aventura de uno de sus
cachorros, la cual es vista como el equivalente en Disney a la comida
congelada. Antes de la llegada de Iger, Disney parecía una fábrica de historias,
en las que el equipo creativo creaba y les buscaba directores a sus ideas. La
llegada de la administración de Pixar cambió el paradigma, en la cual el
director es el eje de la producción y el desarrollo, lo que le dio a Pixar sus más
grandes éxitos. La mejor prueba de ello es el éxito comercial que tuvo el filme
WALL•E, con todo Pixar trabajando para Disney.
Pero esto no significa que Iger haya reinventado Disney: muchos de sus
proyectos ya venían desde la era Eisner y algunos incluso desde antes. Iger, sin
embargo, ha dado muestras de saber cuándo retirarse de áreas en los que no
es un experto o no puede administrar adecuadamente: la venta de los Anaheim
Angels y los Anaheim Mighty Ducks así lo demuestran. En cambio, ha
concentrado esfuerzos en el mercado adulto y ha hecho crecer las cadenas de
televisión ABC y ESPN, las cuales han servido como el escaparate para otros
negocios. Por ejemplo, Disney trabajó muy duro para venderle a la BBC la
película «High School Musical», consciente de que lo que querían era tener
apoyo en la televisión abierta y que eso serviría para promover la venta de
películas, ropa, cuadernos, lápices y otros productos en la Gran Bretaña. Iger
es consciente de que su público objetivo son los niños, y que cuando ese
público crezca asociarán a Disney con entretenimiento y regresarán a ellos.
Iger ha demostrado que puede hacer esto desde antes de ser el CEO de
Disney. Iger trabajó antes en ABC, y sobrevivió a la compra de la misma por
parte de Cap Cities. Después, sobrevivió a la compra de Cap Cities por parte de
ABC. Pero si hay algo que definitivamente define su estilo como administrador
de Disney es que él es el artífice detrás de la compra de cuatro marcas
icónicas: Pixas, Marvel y Lucasfim. Iger sabía que las expectativas que se
ponían en sus hombros eran especialmente altas, quizá debido a su carrera.
Comenzó en 1974 como supervisor en un estudio de televisión en Nueva York y
comenzó a ascender en las áreas de deportes y entretenimiento. En Cap Cities
Iger ascendió meteóricamente hasta ser el sucesor del CEO Tom Murphy.
Entonces Disney compró a Cap Cities, en buena medida gracias a las gestiones
de Iger. Tan buenas fueron estas gestiones que Iger se convirtió pronto en el
sucesor de Eisner cuando la sólida carrera de éxitos de Eisner comenzó a
resquebrajarse. Iger administraba ABC cuando se volvió presidente de Disney
en el 2000, a pesar de las advertencias de Eisner que ése no era su trabajo. La
junta de accionistas buscó por fuera antes de darle el trabajo de CEO a Iger.
Stanley Gold y Roy E. Disney incluso interpusieron una demanda para dejar
fuera de la dirección a quien creían sería una extensión del estilo
administrativo de Eisner.
Iger demostró que todos estaban equivocados cuando, en la primera junta de
accionistas, mostró un plan para comprar Pixar, quien le había robado el primer
lugar a Disney como los reyes de la animación. Pixar fue creado por John
Lasseter (antiguo animador en Disney), Ed Catmull, y Steve Jobs (en ese
entonces, retirado de Apple). Pixar tenía una exitosa asociación con Disney
hasta que Eisner y Jobs tuvieron un conflicto de personalidades. Iger llamó a
Jobs el día que lo nombraron CEO y limaron asperezas. En la junta de
accionistas Iger presentó un panorama de los pasados 20 años en la animación
de Disney, y demostró de un vistazo que, desde el Rey León, Disney no había
tenido un éxito rotundo. Iger presentó tres soluciones al problema: seguir igual,
y esperar que el problema se corrigiera solo; contratar a alguien nuevo para
que dirigiera el estudio de animación; o comprar a Pixar. Entonces sugirió
comprar a Pixar.
Pero hay otras cosas que no parecen ser parte del estilo Disney. Un ejemplo es
ESPN, la cadena deportiva que Disney adquirió cuando compró Cap Cities. Por
ahora ESPN provee el 40% de las utilidades de Disney, pero, bien visto, es la
parte que menos tiene que ver con el estilo de entretenimiento que Walt y Roy
Disney fomentaban. Es prácticamente la antítesis de ese estilo. ESPN es
prácticamente deportes, prácticamente varonil, prácticamente en vivo, con un
prácticamente nulo valor de repetición; su elemento más fuerte es el futbol
americano, un deporte que es más probable que te de una contusión que hacer
que tus sueños se hagan realidad. Y sin embargo, sus empleados son
prácticamente todos fanáticos de la compañía, pero no de Disney. Sin embargo
son sus innovaciones las que están influenciando a Disney, y Iger lo sabe: la
tecnología de ESPN Mobile, que permite ver el canal en prácticamente
cualquier dispositivo conectado a internet, se está abriendo a otras subsidiarias
de Disney. El mismo Iger, que es aficionado a varios equipos, se ha encargado
de que ESPN tenga contratos lucrativos para continuar creciendo, al grado tal
de que ESPN acaba de cerrar un contrato multimillonario (15000 millones de
dólares) para transmitir el Monday Night Football hasta el 2021. Gracias a su
contrato en exclusiva y a los movimientos de ESPN y Disney en internet, Iger
recuperará su inversión con creces: incluso si los usuarios salen del cable y se
van a dispositivos móviles (el mayor temor actualmente de las empresas de
cable) ESPN seguirá transmitiendo los partidos y mantendrá cautivos a sus
clientes fieles no a su plataforma sino a su marca.
Y Iger no está conforme con lo que hace. Acaba de ser nombrado miembro de
la junta directiva de Apple, lo que puede pavimentar una fusión en el futuro;
acaba de comprar Lucasfilm y Lucasarts, con lo que agrega Star Wars a la lista
de propiedad intelectual de Disney; esta supervisando la creación de Shanghai
Disney; e incluso se dice que puede lanzarse de candidato a la gubernatura de
California en el 2014 o a la alcaldía de Nueva York en 2013. Sólo queda una
pregunta: «¿Y ahora a dónde va Disney?»
Conclusiones.
Regresamos entonces a nuestras tres preguntas originales, y tratemos de
responderlas.