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ÍNDICE

INTRODUCCION

CAPITULO I

MANDO Y CONDUCCION

AMBIENTE

NATURALEZA

CARACTERISTICAS DEL MANDO Y CONDUCCION

CAPITULO II

COMPONENTES DEL MANDO Y CONDUCCION

CAPITULO III

TIPOS DEL MANDO Y CONDUCCION

LIDERAZGO ASERTIVO

LIDERAZGO TRANSFORMACIONAL

LIDERAZGO AUTOCRATA

LIDERAZGO PARTICIPATIVO

LIDERAZGO LIBERAL

CAPITULO IV

PRINCIPIOS DE CONDUCCION O DEL DON DE MANDO

CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFIA
INTRODUCCIÓN

“La historia nos dice que el hombre se ha preocupado por diferenciar sus actitudes
sean estas buenas o malas, pacificas o amenazadoras. Es así como sus primeras
manifestaciones de moral van parejas con sus primeras manifestaciones religiosas y
culturales, reflejando tal vez lo que podría llamarse una inquietud social que le dictaría las
normas éticas en el grupo en el cual actuaba”. Es así como, “posteriormente, se define la
ética como el estudio teórico y científico de los actos morales, esto es, el conjunto de
normas y principios que rigen nuestra conducta”; valores estos que debe poseer, sinecua
non, todo Líder.

Del estracto anterior, tomado del manual EL MILITAR COMO LÍDER, de la


Escuela Superior del Ejercito “Simón Bolívar”, podemos entender que el liderazgo
CASTRENSE, es aquel que tiene la capacidad de influir y dirigir a los miembros de la
institución, de tal forma que pueda lograr de ellos el alcance de los objetivos y el
cumplimiento de la misión. Para ello es indispensable que quien ejerza este liderazgo,
cuente con incuestionable moral y probada ética, ya que El liderazgo en nuestra institución,
se fundamenta en el conjunto de normas que tiene como base, La DECLARACION DE
DERECHOS HUMANOS DE LA ONU, la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, así como el Marco Legal vigente en la Republica y los Reglamentos, Normas y
Procedimientos de la UNEDU-ONU; y esta modalidad de Liderazgo es lo que se conoce
como Mando y Conducción de tropas; objeto del presente trabajo.
“No es lo mismo comandar que liderizar. La acción de comandar va más allá de la
acción de liderizar; gracias a la formación característica del militar aceptamos que un
Comandante para serlo debe primero ser un Líder. Esta es la norma por seguir. Se infiere
que es esencial la preparación continua del Oficial en los diferentes niveles de comando a
fin de poder lograr un desarrollo profesional adecuado que le permita asumir las
responsabilidades crecientes que le impone la Defensa de los Derechos Humanos de los
hombres en el mundo.

Es de especial importancia el que los profesionales entiendan esta situación y actúen


en concordancia con ella, ya que son frecuentes las situaciones contradictorias donde los
Comandantes quieren asumir el rol de los Líderes en el terreno, interfiriendo con los
responsables de hacerlo. En la Guerra de Vietnam fue frecuente este tipo de acciones que a
la larga repercutieron de forma muy negativa en la conducción de las operaciones.
Asimismo se presentan los caos de extraordinarios Líderes que a la hora de desempeñarse
como Comandantes han fallado por no ser capaces de entender la complejidad de la tarea y
sobre todo la preparación y capacidad intelectual requerida para cumplirla.

De allí que sea importante distinguir la sutil diferencia que existe entre gerenciar,
liderizar y comandar”.
CAPITULO I

MANDO Y CONDUCCIÓN

El Mando es la autoridad y poder del superior sobre sus subordinados, en tanto que
la autoridad es la potestad de mandar y de gobernar, y el poder es el dominio, imperio,
facultad y jurisdicción que se tiene para ordenar o hacer una cosa. De acuerdo con la idea
de que el mando bien ejecutado trasciende en la conducción, razonamos que esta última
puede iniciarse cuando el que ejerce el primero no se conforma con hacerlo de cualquier
modo, sino que busca mandar bien y cada vez mejor. El mandoneo es realizado por el
mandón o sea aquella persona que es demasiado aficionada a mandar, pero que no se
preocupa sobre los modos o formas de hacerlo. Por otra parte, no hay conducción posible si
se omite el ejercicio del mando. Confundiendo mandar con mandoneo o por simple
inexperiencia, algunos creen que no conducen al mandar, y que los que conducen no deben
mandar. Conducir es “inspirar mas que exigir, dirigir más que mandar”.

La Conducción de Personal requiere cierto esfuerzo. Esta se define como “el arte
de inducir a los hombres a volcar todo su entusiasmo en lograr el cumplimiento de una
misión”. Resumiendo, la conducción es considerada como el arte de inducir a los hombres
a volcar todo su entusiasmo en el cumplimiento de la misión; es buena cuando hay un
correcto asumir de responsabilidades y una adecuada delegación de autoridad; y no es un
fin en sí misma; es un medio para cumplir una misión preestablecida, lo que constituye su
objetivo final. Al ser la conducción un arte, es de gran importancia el talento, aptitudes,
comportamiento, valores asumidos y motivaciones del conductor.

La conducción encuentra su más alta justificación ética en el servicio a la


comunidad, en los proyectos y realizaciones que benefician a sus miembros. La conducción
no es solamente fuerza o poder, esfuerzo o energía. La guía o dirección tras objetivos
valiosos y deseables es una aptitud y actitud de dar, trasmitir y multiplicar beneficios. La
conducción es una vocación particular de hacer el bien con magnanimidad, por lo que
desde nuestro punto de vista conducir es ayudar, conllevar, con todas sus consecuencias e
implicaciones.
AMBIENTE

El BOINA AZUL enfrenta hoy desafíos y objetivos diferentes a los que enfrentaron
sus colegas o superiores en años anteriores. Las armas modernas con que ha sido dotados
los Estados, junto con las modificaciones técnicas producidas e incorporadas con el
transcurso de los años, han cambiado la imagen y la realidad del combate moderno y han
dado lugar al nacimiento de un nuevo tipo de conflictos, aunado a esto, la irresponsabilidad
de los estados en su contribución con el medio ambiente, la falta de preocupación de todos
en la conservación del medio ambiente y el alto grado de contaminación ambiental, han
conllevado a la proliferación de fenómenos naturales, cada vez mas catastróficos y letales
para nuestro planeta; generando, cada día, situaciones de desastres con consecuencias cada
vez mas apremiantes para las poblaciones.

La ausencia de la supervivencia es el trabajo en equipo, actitud y procedimiento de


empleo técnico muy diferente de la lucha personal, espontánea, usada como táctica de
empleo en el pasado. Esta evolución ha producido un cambio de valores entre los hombres
y se piensa que es el origen de la actitud de espíritu más moderado, que caracteriza a los
miembros de la UNEDU de nuestros días.

Por añadidura el mundo en que la Institución debe sobrevivir está en constante


evolución. Esto exige que la organización se haga cada día más compleja en estructura y
en operación. Su interacción con el entorno y con el exterior más lejano, obliga a una
dinámica de funcionamiento cada día más escrupulosa.

Es por ello que el Líder BOINA AZUL debe afrontar estas dos realidades y es el
quien, por medio de una actuación profesional acertada, debe dirigir la organización en
cada uno de los diferentes niveles estructurales, hacia el logro de las metas que puedan
garantizar en forma integral el éxito institucional presente y del futuro.

El líder deberá enfrentar múltiples y variados retos: como Líder de la UNEDU, él


deberá atender toda la problemática general de la organización como también deberá
afrontar la propia realidad existente en el campo de su especialidad. Es así como estos
retos conforman una gama muy amplia que cubre el recurso humano, su bienestar, su
formación y su entrenamiento la formación de los Líderes futuros de la organización, el
desarrollo de doctrinas de acuerdo con las realidades y con las amenazas presentes y
futuras, y hasta la institucionalización de la innovación.

NATURALEZA

El mando y conducción no es una condición que puede estar presente en un solo


individuo. Más bien puede encontrarse en la relación existente entre las personas. El
juicio, la iniciativa, la preparación, la audacia y la valentía son todos los rasgos que
comúnmente se usan para describir los mejores líderes de toda organización. Estos tienen
la habilidad convencer a los que nos rodean para compartir una visión del compromiso
adquirido y a unirse en forma colectiva.

Igualmente podemos decir, que tienen la habilidad de comprender a la gente, sus


motivos, sus problemas, sus fuerzas y sus debilidades. Es la fuerza de no comprometer la
verdad. Es el entusiasmo y la vitalidad. Para que el mando y la conducción sea efectiva el
responsable o conductor debe querer su misión y su tarea.

Lo anteriormente mencionado son los atributos necesarios y que son clave para el
éxito de la UNEDU.

La necesidad constante del conductor es la de influir sobre el comportamiento de


sus subordinados para lograr mediante el esfuerzo de todos el bienestar integral.

En resumen, podemos decir que es conductor debe ser capaz de dirigir la acción, de
ser el iniciador de la conducta social dentro del campo operacional, y debe tener la
habilidad para organizar o regular los esfuerzos de los miembros de la organización en sus
diferentes instancias.

CARACTERÍSTICAS DEL MANDO Y CONDUCCIÓN


Las características del Mando y Conducción están enmarcadas dentro de liderazgo
del BOINA AZUL, y entre estas podemos mencionar:

 Coraje: Es la disposición para afrontar el peligro contra la integridad física o moral.

 Disciplina: Es el deseo de aceptar, en convicción y sin reserva, la necesidad de una ley


común que rija y coordinen el esfuerzo.

 Decisión: Es la determinada a la acción. No se consigue un líder pusilánime, debe ser


capaz de tomar las decisiones y tener la suficiente habilidad para transmitirlas a sus
subalternos.

 Desinterés: Se entiende como el sacrificio personal por una causa superior. La


disposición permanente de trabajar por el logro de la misión, el cuidado y el bienestar
de los hombres y en ningún caso, colocar los intereses personales de índole profesional
o privados por delante de ella.
 Competencia profesional: Deberá tener una preparación adecuada para las funciones
que le son inherentes. Tener un buen conocimiento de su trabajo y en caso de
incursionar en un campo diferente a su especialidad, dedicarse a lograr la información
mínima requerida, para desempeñar sus funciones de la forma más eficiente posible y
después, continuar estudiando para obtener un nivel de competencia que le permita
manejar con suficiencia los problemas de su empleo.

 Humanidad: consiste en percibir a los hombres como seres humanos, sujetos a los
sentimientos y emociones características de nuestra especie. El líder debe entender la
circunstancia, capacidades y limitaciones de los subalternos y demostrar con sus
acciones un genuino interés por los problemas que le presenten.

 Confianza en si mismo: Estar consiente de sus capacidades y limitaciones. Derivar de


ese conocimiento una apreciación real de si mismo, que le brinde la seguridad y la
firmeza requerida para actuar y decidir.
 Lealtad: El compromiso sincero y fiel con la institución y con los hombres. El líder
debe entender la lealtad con los hombres como un enfoque tridimensional que conlleva
ser leal con los superiores, con los iguales y con los subalternos.

 Entrega: Estará dada por una completa devoción al deber humanitario, demostrar cabal
dedicación a sus hombres, a la unidad y a la UNEDU.

 Voluntad: Es la facultad de determinarse a ciertos actos y el ejercicio efectivo de esa


facultad. Ella es preeminente, pues para llegar hacer un líder, es necesario antes que
nada, querer serlo y aplicar la voluntad para lograrlo.

 Energía: Es el entusiasmo para dirigir y tener la iniciativa. El líder debe ser un


iniciador por excelencia y tener la habilidad para transmitir ese entusiasmo, esa
disposición en sus hombres.

 Inteligencia: Es la facultad de comprender y conocer. El líder debe desarrollar su


inteligencia y mantener una aptitud de mente abierta ante las nuevas ideas y conceptos,
analizándolos y buscando su aplicación a las realidades de la institución.

 Probidad: La rectitud en la conducta, la inclinación natural de hacer el bien. El hombre


probo es a su vez honesto, decente y mesurado en su persona, acciones y palabras. Su
presentación es impecable, circunspecto y procede con dignidad y decoro.

 Firmeza: La entereza en la adversidad, estabilidad, seguridad, fortaleza, solidez en las


ideas, tenacidad en la defensa, fuerza moral de quien no se deja dominar ni abatir. El
líder deberá practicar la firmeza como un medio de preservar la conducta seleccionada
para el logro de los objetivos propuestos.
CAPITULO II

COMPONENTES DEL MANDO Y CONDUCCIÓN

La acción de comandar puede llegar a significar hasta la disposición de la vida de


los involucrados. Comandantes como por ejemplo Simón Bolívar, han pasado a la historia
por haber interpretado a plenitud las serias demandas que les imponía el ejercicio del
Mando y Conducción. Entre sus componentes podemos mencionar:

- El Imperativo de la Majestad del Mando: A pesar de que el Comandante cuenta con


un cuerpo de asesores, estado mayores y comandantes subordinados que le asisten y
colaboran en la toma de decisiones, él y solamente él es quien tiene la responsabilidad
de decidir. Es por ello que los Comandantes se vean distanciados de sus subordinados,
para poder armar en su mente el rompecabezas y tomar la decisión correcta. El
Comandante al hacer pleno uso de esa majestad, debe ser muy cuidadoso para evitar un
distanciamiento que corte su contacto con la realidad de la organización.

- El Imperativo de la Comunicación: El estrecha relación que debe existir entre el


Comandante y sus subordinados dependerá de la capacidad comunicacional de este, de
su habilidad para transmitirle su mensaje elevando sus espíritus cuando haya
adversidad, inspirándoles a luchar en tiempos de crisis y congratulándolos en la
victoria. El Comandante debe dominar el arte de la escena y la oratoria, y ser capaz de
proyectar con fuerza su imagen a través de las palabras que sirvan para conjurar
temores, estimular sus espíritus, potenciar sus capacidades y orientales en pro del
cumplimiento de la misión.

- El Imperativo de la Recompensa: Estas acciones tiene mayor impacto en los hombres.


El Comandante debe hacer uso juicioso de ellas para incrementar la inspiración,
motivación o estimulo que rinden sus palabras. Estas son una herramienta para elevar la
moral de quienes la merecen y son debidamente reconocidos. Es por ello que para el
BOINA AZUL el hecho de recibir una condecoración constituye un honor.

- El Imperativo de la Acción: Los comandantes tienen que ser hombres de acción por
excelencia. De allí que sean necesarios como pre-requisitos a la acción, tanto la
inteligencia como el control. Los Comandantes deben tener un profundo conocimiento
de lo que se proponen antes de actuar, una vez que lo ha hecho atender y controlar lo
que ocurre como consecuencia de sus actos.

- El Imperativo del Ejemplo: El Comandante debe ser vivo reflejo de lo que la


organización plantea a los hombres como modo de vida. El dar ejemplo es una difícil
tarea que demanda una perfecta identificación con los valores institucionales y una
disposición conciente por seguirlos. Es por ello que los Comandantes debe trabajar para
corregir las deficiencia y hacer sus perfiles cada vez concientes con la imagen que de
ellos se espera, realizando ejercicios de introspección para evaluar sus fortalezas y
debilidades al respecto.

CAPITULO III

TIPOS DEL MANDO Y CONDUCCION

Dado a que el Mando y Conducción es ejercido por hombres, sus tipos estarán
dados por el estilo de liderazgo que se ejerza, entre estos tenemos:

 Liderazgo Asertivo.
Los comportamientos asertivos se consideran como productivos. Muchos líderes
creen que la convicción es el elemento clave del éxito. Se puede definir la aserción
como la "expresión socialmente aceptable de los derechos y sentimientos personales".
Su éxito es comprobado por la frecuencia con que se menciona en las reuniones de los
jefes de empresas, seminarios sobre liderazgo y encuentros sociales de los líderes del
futuro.

El carácter asertivo es una parte de los estilos de liderazgo desde hace mucho. Sin
embargo, la audacia, franqueza y determinación en defender una proposición poco
popular pueden costar promociones, comisiones y ascensos en el mando. Este tipo de
comportamiento asertivo todavía no es muy popular.

Un líder totalmente asertivo no es la antítesis del líder totalmente agresivo. Revela


un conjunto de comportamientos que teóricamente es deseable pero que,
institucionalmente, no es fomentado.

Un líder asertivo goza de confianza propia. Esto significa que la posibilidad de un


fracaso no restringe sus acciones. Sus desarrolladas habilidades sociales muestran una
autoconfianza que, con frecuencia, se interpreta como "potencia consultora". El líder
asertivo suele tomar la iniciativa. Al igual que el líder agresivo, tiende a iniciar las
actividades y a mantener las cosas funcionando. Está siempre en condiciones para
defender una decisión o proposición. La defensa de sus derechos (su posición) es un
comportamiento clave. No se intimida con rangos o posiciones, las ideas merecen ser
oídas justamente sin el prejuicio del rango.

La comunicación del líder asertivo se caracteriza por su franqueza. Es conocido


porque expresa claramente sus sentimientos, creencias y opiniones, aunque sean
impopulares. Cuando trata con otros, no tiene dificultad alguna en comunicarles una
respuesta negativa apropiada. Puede recibir y dar elogios sin dificultad. El líder asertivo
no teme pedir ayuda ni vacila en rehusar demandas ilógicas. Es especialmente adepto en
responder con un firme "no, gracias".
Este líder es un ejemplo excelente del impetuoso oficial ejecutivo que es admirado
tanto por los empleados como los accionistas. Su estilo sencillo y simple tiene un lugar
garantizado en la mayoría de las compañías y hasta en el ejército. Sin embargo, hay una
diferencia en el ambiente militar, donde el líder asertivo no siempre halla la oportunidad
para ser franco o para defender abiertamente su posición.

 Liderazgo Transformacional.

“Un hombre no se hace matar por unas pocas monedas al día o por una
distinción llamativa. Es necesario llegar a sus almas a fin de entusiasmarlos”
Napoleón Bonaparte

Las palabras de este distinguido comandante líder, capturan la diferencia entre el


liderazgo transaccional, que se orienta hacia el premio y castigo y el liderazgo
transformacional, que se orienta hacia la inspiración y el cambio. Obviamente,
Napoleón sí comprendía la importancia de la aplicación del premio y castigo. Sin
embargo, también comprendía que la teoría de la zanahoria y el garrote por sí solos, no
inspiraban a los hombres hacia la excelencia.

Como lo indica el término, el estilo transformacional “transforma” a los


subordinados desafiándolos a superarse sobre sus necesidades e intereses inmediatos.
Este estilo es desarrollista: enfatiza el desarrollo individual (profesional y personal) y el
mejoramiento organizacional. Las características claves de lo transformacional incluyen
el potenciamiento y la estimulación mental de los subordinados: primero motivarlos
como individuos y luego como grupo. En todo caso, es necesario considerar que los
beneficios a menudo son retrasados hasta que se cumpla con la tarea o misión.

El estilo transformacional permite tomar ventaja de las destrezas y conocimientos


de subordinados con experiencia, los que pueden tener mejores ideas en cuanto al
cumplimiento de la misión.

Los líderes que emplean este estilo normalmente informan las razones de sus
decisiones o acciones y en el proceso, crean en los subordinados un mejor
entendimiento y capacidad para aplicar iniciativa y operar con efectividad.
Sin embargo, no todas las situaciones llevan al liderazgo transformacional. Lo
transformacional es más efectivo durante períodos que llaman al cambio o presentan
nuevas oportunidades. Normalmente sus resultados se observan en el largo plazo.
También es útil cuando la organización enfrenta una crisis, inestabilidad, mediocridad o
desencantamiento. Puede no ser tan necesario cuando los subordinados carecen de la
experiencia requerida o no están motivados y cuando la tarea permite sólo poca libertad
de acción en los procedimientos establecidos.

El emplear sólo el estilo transformacional, limita la habilidad para influenciar a


los individuos.

El conocimiento de los estilos de liderazgo, resultantes de la aplicación de los


Principios Básicos, permite al Líder disponer de una herramienta flexible para
desarrollar una forma particular de conducir a sus subordinados. Además contará con
un panorama general sobre cómo resolver los problemas de liderazgo, para alcanzar sus
metas y misiones, en la forma más eficiente y con el menor desgaste.

Un líder agudo y flexible, puede adoptar distintos estilos de liderazgo de acuerdo


a la situación, a los seguidores y a la misión, sin rigidizarce en uno solo.

Estos estilos permiten la solución de diversos casos. El problema del líder es saber
emplear los Principios Básicos, que lo lleven al o los estilos correctos, con inteligencia
y criterio.

A pesar que no siempre es posible compartir con otros subordinados las


decisiones finales (metas, objetivos, fines o propósitos), generalmente sí es posible
incluir a otros en menor o mayor medida, en las decisiones intermedias (métodos,
técnicas, condiciones y planes).

Se puede determinar que no existe un estilo mejor que otro; cualquiera que lleve
finalmente al buen cumplimiento de la misión, será el correcto; pero la elección de un
estilo, una combinación personal o una sucesión, es problema de percepción y no de
adivinanza. El o los estilos pueden cambiarse sin que se produzca una anarquía.
 Liderazgo Situacional: Es un enfoque dinámico para la conducción de hombres y
organizaciones, cuya eficacia depende primordialmente del convencimiento personal
del líder sobre la importancia del cumplimiento de la misión y el bienestar de los
hombres, que están bajo su responsabilidad.

 EL Liderazgo Autócrata: en el liderazgo autócrata el líder asume toda la


responsabilidad de la toma de decisiones, inicia las acciones, dirige, motiva y controla
al subalterno. La decisión y la gula se centralizan en el líder. Puede considerar que
solamente él es competente y capaz de tomar decisiones importantes, puede sentir que
sus subalternos son incapaces de guiarse a sí mismos o puede tener otras razones para
asumir una sólida posición de fuerza y control. La respuesta pedida a los subalternos es
La obediencia y adhesión a sus decisiones. El autócrata observa los niveles de
desempeño de sus subalternos con la esperanza de evitar desviaciones que puedan
presentarse con respecto a sus directrices.

 El Liderazgo Participativo: Cuando un líder adopta el estilo participativo, utiliza la


consulta, para practicar el liderazgo. No delega su derecho a tomar decisiones finales y
señala directrices específicas a sus subalternos pero consulta sus ideas y opiniones sobre
muchas decisiones que les incumben. Si desea ser un líder participativo eficaz, escucha
y analiza seriamente las ideas de sus subalternos y acepta sus contribuciones siempre
que sea posible y práctico. El líder participativo cultiva la toma de decisiones de sus
subalternos para que sus ideas sean cada vez más útiles y maduras.

Impulsa también a sus subalternos a incrementar su capacidad de auto control y los


insta a asumir más responsabilidad para guiar sus propios esfuerzos. Es un líder que
apoya a sus subalternos y no asume una postura de dictador. Sin embargo, la autoridad
final en asuntos de importancia sigue en sus manos.

 El Liderazgo Liberal: Mediante este estilo de liderazgo, el líder delega en sus


subalternos la autoridad para tomar decisiones Puede decir a sus seguidores "aquí hay
un trabajo que hacer. No me importa cómo lo hagan con tal de que se haga bien". Este
líder espera que los subalternos asuman la responsabilidad por su propia motivación,
guía y control. Excepto por la estipulación de un número mínimo de reglas, este estilo
de liderazgo, proporciona muy poco contacto y apoyo para los seguidores.
Evidentemente, el subalterno tiene que ser altamente calificado y capaz para que este
enfoque tenga un resultado final satisfactorio.

Desde luego, existen diversos grados de liderazgo entre estos estilos; sólo se
analizaron tres de las posiciones más definidas. Las tendencias más recientes enfatizan la
necesidad de adaptación y flexibilidad en el uso de los estilos de liderazgo, como oposición
al perfeccionamiento de uno solo de dichos estilos.
CAPITULO IV

PRINCIPIOS DE CONDUCCIÓN O DEL DON DE MANDO

De acuerdo con el Manual de la Escuela Superior de la Fuerza Aérea Venezolana,


por Don de Mando se entiende: El arte de imponer nuestra voluntad sobre otros en forma
tal de obtener obediencia, confianza, respeto y cooperación leal; y sus principios son los
que a continuación se mencionan:

1. Conozca su Trabajo: Para conocer su trabajo, el jefe debe poseer un amplio ampo de
conocimientos y tratar constantemente de mejorarlos mediante el estudio y la
experiencia. Es importante que los métodos y procedimientos de organización,
administración e instrucción del personal sean comprendidos. Para el conocimiento de
su trabajo, el jefe debe poseer un entendimiento claro de las Relaciones Humanas.
Debe tener conocimiento de los deberes, responsabilidades y problemas de sus
subordinados. Debe lograr saber tanto de su trabajo como humanamente le sea posible
aprender.

2. Conózcase a sí mismo y preocúpese por su propio mejoramiento: Un autoanálisis


objetivo es el primer requisito para el jefe. Este no puede dirigir a otro si no se domina
a sí mismo. No es suficiente para el jefe el estar meramente enterado de sus
capacidades y limitaciones. Una vez que éstas han sido determinadas, debe hacerse un
esfuerzo sincero para retener y mejorar sus capacidades, eliminar sus limitaciones y
debilidades.

3. Conozca a sus hombres y preocúpese por el bienestar de ellos: Por medio de la


observación y el contacto personal, el Líder reconoce las diferencias entre los
individuos, y está más capacitado para saber como sus hombres reaccionarán en
diversas circunstancias. El conocimiento y comprensión de cómo actuarán sus hombres
lo capacita para un empleo más efectivo de ellos. Mediante este conocimiento, el Líder
puede anticiparse a proveer sus necesidades y ganar su confianza, respeto y
cooperación, si hace un esfuerzo sincero en pro de su bienestar.

4. Mantenga a sus hombres informados: Los miembros de la organización desean, por


lo regular, saber lo que van a hacer y qué tal lo hicieron una vez que su tarea ha sido
ejecutada. El ejecutante es mucho más efectivo cuando comprende su misión, la
situación y el objetivo de la tarea que le ha sido asignada. La información motiva a los
hombres y los capacita para ejercitar una mayor iniciativa en cualquier situación que
pueda presentarse. El estar informado aleja los rumores.

5. Dé el ejemplo: Haga usted lo que espera de sus hombres. Estos, en una forma
instintiva, hacen de la conducta de sus jefes el patrón de la suya. Mediante el ejemplo
suyo, usted será capaz de establecer normas para su unidad y ganar el respeto y la
subordinación espontánea de sus hombres. Si el jefe ha destruido el respeto mutuo que
debe existir entre él y sus subordinados habrá poca oportunidad para que ejerza su Don
de Mando.

6. Cerciórese de que la tarea ha sido entendida, supervisada y cumplida: Pocas tareas


son apropiadamente cumplidas, si no han sido impartidas órdenes clara y precisar. No
es suficiente el solo hecho de entregar las órdenes. El jefe debe cerciorarse de que sus
órdenes han sido entendidas. Una vez que la dirección ha sido indicada, el jefe debe
cumplirla difícil tarea de supervisar. Debe emplear buen juicio para evitar demasiada o
muy poca supervisión. Debe interferir sólo cuando sea necesario, debido a errores
considerables. Si la supervisión no se realiza en forma eficiente, se corre el riesgo de
coartar al subordinado y hacerle perder la confianza.

7. Entrene a sus hombres para que trabajen en equipo: El trabajo en equipo es la llave
para el éxito de las operaciones. Por tanto, es deber de todo Líder desarrollar el trabajo
en equipo. Comenzando por los escalones más bajos y progresando en ascenso hasta
las unidades superiores; ello permitirá una operación eficiente y exitosa en su unidad.

8. Tome decisiones correctas y oportunas: La habilidad para tomar decisiones se basa en


la capacidad del jefe para pensar en forma lógica y ordenada. Requiere una
comprensión plena de la situación y un respaldo intelectual suficiente que lo capaciten
para reconocer y evaluar todos los aspectos de las circunstancias que enfrenten. Un jefe
alerta practica y hace estimaciones objetivas de todas las situaciones nuevas o
cambiantes. Se prepara así para reaccionar rápida y eficientemente cuando las
circunstancias lo requieran.

9. Busque responsabilidades y desarrolle el sentido de responsabilidad entre sus


subordinados: Con la búsqueda de responsabilidades, el jefe se capacita en su
profesión y desarrolla su habilidad potencial. Debe asumir con rapidez la iniciativa en
ausencia de instrucciones de la superioridad. Mediante la delegación adecuada de
autoridad, el jefe desarrolla un sentido de responsabilidad en sus subordinados. Debe
alentar la iniciativa en ellos y, aunque a menudo necesiten supervisión, no debe
interferirlos sino en caso de ser muy necesario.

10. Emplee su Comando de acuerdo a sus capacidades: Los objetivos que le sean
asignados serán logrados si la eficiencia y la moral de la unidad son desarrolladas y
mantenidas, y si el jefe conoce las capacidades y limitaciones de su unidad. La práctica
juiciosa en la asignación de objetivos, estimulará la confianza y el desarrollo de las
habilidades en la Unidad. En ocasiones, ciertas situaciones pueden hacer que el jefe
demande de sus hombres más de lo que ellos normalmente puedan dar. La eficiencia y
la moral no se perderán a menos que esa práctica se haga un proceder común.

CONCLUSIÓN

Dado lo investigado, se podemos llegar a la conclusión de que Mando y Conducción


de tropas no es más que el Liderazgo, esa condición inspira a los subordinados a que
realicen el trabajo lo mejor posible. Con este estilo de liderazgo, el jefe o Comandante es el
ejemplo a seguir de sus subordinados. Es de hacer notar que el carácter o intensidad del
Mando y Conducción varia o se adapta de acuerdo a la situación que se presente o a la
misión encomendada.

Es importante tener presente que el jefe o Comandante debe cumplir con una serie
de características, con la finalidad de que inspire respeto y confianza en sus seguidores,
mantener buena comunicación con los mismos y nunca dejar a un lado los principios y
valores por lo que deben regirse para alcanzar con éxito los objetivos planteados dentro de
cualquier Institución

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