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Casos:
Apelada que fuera esta sentencia, por fallo de veintisiete de octubre de dos mil siete,
que se lee a fojas 38, el Honorable Tribunal de Propiedad Industrial la confirmó.
Contra esta última decisión la solicitante dedujo recurso de casación en el fondo
para cuyo conocimiento se ordenó traer estos autos en relación.
Segundo: Que en esta misma sección, el recurrente afirma que los antecedentes
permitían corroborar que la marca es de aquellas consideradas evocativas o
sugestivas. Hace presente que la expresión traducida es ?verdadero brillo?, la que
al se r contrastada con los productos a distinguir permite demostrar que respecto de
ninguno de ellos es posible establecer que tenga como cualidad o característica
especial la correspondiente a la expresión referida.
Tercero: Que siempre en este primer capítulo, el recurso asevera que la expresión
?true? significa verdad o verdadero, que es un sustantivo común y un adjetivo,
respectivamente, mientras que ?glow? es brillo o resplandor, que es un sustantivo
común. De esta manera, asegura el recurrente, la única expresión apta para revelar
una cualidad es el adjetivo ?verdadero?, ya que la expresión brillo al ser sustantivo
común impide que sea apta para ser usada como cualidad. Por ello, se desatendió
la experiencia atendido que las reglas gramaticales plantean que sólo mediante
adjetivos se pueden predicar las características de las cosas.
Undécimo: Que en lo que se refiere a la causal aplicada en la especie, cabe
considerar que se está frente a una marca indicativa cuando ella se refiere
directamente a la cualidad y destinación del producto que se desea distinguir con la
marca.
Duodécimo: Que, en el fallo en estudio, la conclusión que la marca es indicativa de
la cualidad de los productos a distinguir, no aparece debidamente fundada en
alguna situación concreta establecida en la causa; siendo así, la aplicación de la
causal de irregistrabilidad que hicieron los sentenciadores -que supone el
establecimiento previo de estos presupuestos que se e chan de menos- carece de
sustento, lo que hace que la decisión esté desprovista del debido marco fáctico-
jurídico que la justifique. En efecto, tal como ha argumentado el recurrente de
casación, la expresión solicitada corresponde a lo que en doctrina se conoce como
?marca evocativa o sugestiva?, esto es, aquellas expresiones originales que
sugieren o dan una idea acerca del campo operativo que identifican sus cualidades
o características, siendo marcas completamente registrables. En consecuencia, no
es aplicable la causal de irregistrabilidad invocada, por cuanto se ha demostrado
que no es una expresión carente de novedad respecto de los productos a distinguir.
Cuarto: Que en el motivo segundo del fallo recurrido, que confirmó el de primer
grado, se estableció como hecho de la causa que el signo pedido corresponde a
expresiones de uso general en el mercado para designar servicios como los que
pretende el solicitante; asimismo, que éste, analizado como conjunto, aumenta su
carácter genérico, destacando las cualidades comunes que suelen atribuirse a una
feria de belleza para mujeres.
IV. En este procedimiento especial N° 20402 -2016, regido por la Ley N° 19.039,
la oponente “BEVERLY HILLS POLO CLUB” recurre de casación en el fondo
contra la sentencia de segunda instancia del Tribunal de Propiedad Industrial,
de veinticuatro de febrero de dos mil dieciséis, escrita a fojas 258, que
confirmó la decisión de primer grado, por la que se rechazó la demanda de
oposición y concedió el registro solicitado para la marca mixta “ROYAL
COUNTY OF BERKSHIRE POLO CLUB”, para distinguir en la clase 15,
prendas de vestir, calzado y sombrerería.
SEXTO: Que, de acuerdo con lo anterior, no cabe duda que el fallo impugnado,
al acoger el registro de la marca pedida, no aplicó en su estudio y apreciación
de las probanzas los parámetros propios de estas materias, pues para ello no
analizó la marca mixta solicitada en términos globales, esto es, no sólo la
denominación sino también las figuras o gráficas que la integran.
En efecto, para determinar la distintividad de una marca, ésta debe ser analizada
como un todo y en consecuencia, si bien la denominación que compone la marca
mixta puede contener elementos distintivos, tal como consignó el fallo recurrido,
ésta como conjunto puede ser irregistrable, pues no debe olvidarse que la
protección marcaria se confiere a la integridad de lo pedido y no a los diversos
componentes aisladamente considerados.
Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que la distintividad es un concepto flexible
y dinámico en el tiempo, que varía de acuerdo al uso que se le dé al signo marcario.
En ese sentido, la forma de cómo se usa el signo condiciona su distintividad, sea
para crear, aumentarla o incluso para perderla, lo cual a su vez puede cobrar
incidencia en el registro marcario.
Pues bien, pese a la cada vez mayor integración que presentan los
mercados, esa tendencia hacia la globalización se ve limitada en materia de
propiedad industrial, donde cada uno de estos derechos son concedidos por
las respectivas autoridades nacionales, dentro del espacio sujeto a su
jurisdicción, autoridades que, por lo demás, suelen formar parte de la
administración del Estado, como es en Chile el caso del INAPI.
Citas SCD
ROL:114-15, MJJ42771
“Se acoge el recurso de apelación interpuesto contra la sentencia de primer grado
dio lugar a la acción por indemnización de perjuicios por uso no autorizado de
repertorio, interpuesta por la Sociedad Chilena del Derecho de Autor, toda vez que
el peso de la prueba corresponde al que alega los hechos que pretende dar por
establecidos. De este modo si, en la especie, la actora afirma que en el
establecimiento de la demandada se utilizan obras musicales del repertorio
representado por la Sociedad Chilena del Derecho de Autor, el onus probando recae
sobre ella. Si bien existe una definición de hechos genéricos en la demanda, se
observa que la prueba rendida por la demandante es tan insuficiente que no logra
acreditar en forma mínima los presupuestos de hecho de la acción en la forma
general que fueron deducidos”
ROL:4640-13, MJJ35926
1.- Se rechaza el recurso de casación en el fondo, toda vez que en relación a los
reproches en que se sustenta el arbitrio en estudio, se observa que los
sentenciadores han hecho una correcta aplicación de la normativa atinente al caso
de que se trata, toda vez, que la jurisprudencia de esta Corte ha sostenido que la
Ley n° 17.336, en sus artículos 19 y 78 , grava la ejecución pública del repertorio
de obras musicales y fonogramas, por lo que al no haber obtenido el demandado la
autorización previa de la referida Sociedad, incurre en la infracción alegada en el
caso sub lite, pues la contratación de servicio por cable no lo habilita para ejecutar
en público dicho repertorio.
2.- Para utilizar el repertorio de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor, debe
existir autorización previa al inicio de la utilización, la cual según la ley N° 17.336 se
otorga mediante la concesión de una licencia específica y ello en relación con lo que
dispone el Convenio de Berna, y en el presente caso, según lo expresado por la
demandante ésta solo puede otorgar la autorización o licencia bajo contraprestación
del pago de una tarifa general aplicable al local o bien aplicando una tarifa especial
pactada con la respectiva asociación de usuarios que corresponde a la tarifa
especial y que en el caso de autos la parte demandante no ha solicitado firmar dicha
licencia que la habilitaría para comunicar públicamente obras musicales del
repertorio SCD a cambio del pago de la tarifa especial.