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Neuropsicología

de la atención
PID_00241624

Anna Campabadal Delgado


Mercè Jodar Vicente
Genny Lubrini
Elena Muñoz Marrón
José A. Periáñez Morales
Marcos Ríos-Lago
Raquel Viejo Sobera

Tiempo mínimo de dedicación recomendado: 5 horas


CC-BY-NC-ND • PID_00241624 Neuropsicología de la atención

Anna Campabadal Delgado Mercè Jodar Vicente Genny Lubrini Elena Muñoz Marrón

Licenciada en Psicología por la Licenciada en Psicología y doctora Doctora en Psicología por la Uni- Doctora en Psicología por la Uni-
Universidad de Barcelona (UB), en Neuropsicología. Pertenece al versidad Complutense de Madrid. versidad Complutense de Madrid
maestría en Neuropsicología Clíni- Servicio de Neurología del Hospi- Trabaja como neuropsicóloga clí- y máster en Neuropsicología Cog-
ca Infantil y de Adultos por la UAB, tal de Sabadell (Parc Taulí). Es pro- nica en la Unidad de Neuroinmu- nitiva por la Universidad Complu-
y máster universitario en Neuro- fesora asociada en la Universidad nología Clínica y Esclerosis Múlti- tense de Madrid. A lo largo de su
ciencias por la UB. Ejerce su activi- Autónoma de Barcelona (UAB), ple del Hospital Universitario La carrera profesional ha combina-
dad laboral como neuropsicóloga donde dirige la maestría de Neu- Paz de Madrid, y colabora como do investigación, docencia e in-
en la Asociación de Parkinson del ropsicología Clínica Infantil y de investigadora en la Unidad de In- tervención neuropsicológica clí-
Maresme, y es becaria predoctoral Adultos desde 1999. Su interés se vestigación Proyecto Alzheimer nica en pacientes con daño cere-
del Departamento de Psiquiatría y ha centrado en los procesos rela- (UIPA) de la Fundación CIEN - bral. En la actualidades profeso-
Psicobiología Clínica en la facultad cionados con el envejecimiento y Fundación Reina Sofía de Madrid. ra de los Estudios de Ciencias de
de medicina de la UB. Actualmen- las demencias, y fue miembro del la Salud de la UOC (Universitat
te su actividad investigadora se Comitè d’Experts per a l’Elaboració Oberta de Catalunya) y directora
centra en el estudio de los “Cam- del Pla Integral de la Gent Gran en del máster Universitario en Neu-
bios de la conectividad cerebral Cataluña y del Consell Assessor en ropsicología. Su actividad investi-
durante el proceso degenerativo Psicogeriatria de la Generalitat de gadora está centrada en el estu-
de la enfermedad de Parkinson”. Cataluña. Ha participado en varios dio de las bases neurales de los
proyectos de investigación en el procesos cognitivos, sus alteracio-
ámbito de las demencias y es au- nes y su recuperación mediante
tora de numerosas publicaciones la técnica de estimulación magné-
en revistas científicas. Durante los tica transcraneal. Actualmente es
últimos años, ha centrado su inte- codirectora del grupo de investi-
rés investigador en la aplicación gación reconocido por la AGAUR
de las nuevas tecnologías y la in- Neurociencia Cognitiva y Tecnolo-
novación en rehabilitación cogni- gías de la Información (2014 SGR
tiva. 1483) y codirectora y cofundado-
ra del laboratorio Cognitive Neuro-
lab (www.cognitiveneurolab.org).

José A. Periáñez Morales Marcos Ríos-Lago Raquel Viejo Sobera

Doctor en Psicología por la Uni- Doctor en Psicología y máster en Licenciada en Psicología, actual-
versidad Complutense de Madrid. Neuropsicología por la Universi- mente se encuentra en la fase de
En la actualidad es profesor titu- dad Complutense de Madrid. Pro- investigación de sus estudios de
lar del Departamento de Psico- fesor del Departamento de Psi- doctorado en Neurociencia por la
logía Básica II (procesos cogniti- cología Básica II (UNED) y neuro- Universidad Complutense de Ma-
vos) de la Universidad Compluten- psicólogo coordinador de la Uni- drid. Su actividad investigadora se
se de Madrid. Su línea de trabajo dad de Daño Cerebral del Hospital centra en el estudio de los déficits
consiste en armonizar la investiga- Beata María Ana (Madrid). Inves- cognitivos resultantes de un trau-
ción básica sobre las bases neuro- tigador de la Unidad de Investiga- matismo craneoencefálico, prin-
fisiológicas del control atencional ción del Proyecto Alzheimer (Fun- cipalmente en las alteraciones en
mediante electroencefalograma, dación CIEN - Fundación Reina So- las distintas fases del procesamien-
magnetoencefalografía y resonan- fía). Desarrolla su actividad inves- to de la información y la atención.
cia magnética con la aplicación de tigadora empleando fundamental- Colabora con el servicio de neuro-
estos hallazgos a la evaluación de mente técnicas de neuroimagen logía del Hospital 12 de Octubre
pacientes neurológicos y psiquiá- para el estudio del control atencio- de Madrid, así como con la Uni-
tricos. nal, la velocidad de procesamien- dad de Investigación del Proyecto
to y la plasticidad cerebral. Es au- Alzheimer (Fundación CIEN – Fun-
tor de obras nacionales e interna- dación Reina Sofía).
cionales acerca de las técnicas de
neuroimagen, las lesiones cerebra-
les y los procesos cognitivos.

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CC-BY-NC-ND • PID_00241624 Neuropsicología de la atención

Índice

Introducción............................................................................................... 5

1. Los procesos atencionales y sus alteraciones.............................. 7


1.1. Breve revisión histórica sobre el estudio de la atención ............. 7
1.2. Modelo de tres componentes atencionales ................................. 10
1.2.1. Red de alerta .................................................................. 10
1.2.2. Red de orientación ........................................................ 13
1.2.3. Red ejecutiva .................................................................. 17
1.3. Modelos clínicos .......................................................................... 20
1.4. Alteraciones de los diferentes componentes de la atención ....... 22
1.4.1. Alteraciones de la alerta y de la atención focalizada ..... 24
1.4.2. Alteraciones de la vigilancia y de la atención
sostenida ........................................................................ 24
1.4.3. Alteraciones de la atención selectiva ............................. 24
1.4.4. Alteraciones de la atención alternante .......................... 25
1.4.5. Alteraciones de la atención dividida ............................. 26
1.4.6. Alteraciones de la velocidad de procesamiento de
información ................................................................... 26
1.5. Trastornos de la atención ........................................................... 27
1.5.1. El síndrome confusional agudo ..................................... 27
1.5.2. Síndrome de heminegligencia unilateral ....................... 33

2. Evaluación neuropsicológica de la atención.............................. 37


2.1. Evaluación de la atención sostenida ........................................... 39
2.2. Evaluación de la atención selectiva ............................................ 40
2.3. Evaluación de la atención alternante y el rastreo visual ............. 41
2.4. Evaluación de la velocidad de procesamiento ............................ 41
2.5. Evaluación de la atención visual ................................................ 42

3. Rehabilitación neuropsicológica de las alteraciones de la


atención................................................................................................ 43
3.1. Aspectos generales para la estimulación de la atención ............. 43
3.1.1. Estimulación y entrenamiento directo de los
procesos atencionales .................................................... 43
3.1.2. Efectividad y generalización de los resultados de la
intervención ................................................................... 45
3.2. Rehabilitación neuropsicológica de las alteraciones de la
atención ....................................................................................... 46
3.2.1. Rehabilitación de las alteraciones de atención
focalizada y selectiva ..................................................... 46
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 Neuropsicología de la atención

3.2.2. Rehabilitación de las alteraciones de atención


sostenida ........................................................................ 56
3.2.3. Rehabilitación de las alteraciones de atención
dividida .......................................................................... 59
3.2.4. Rehabilitación de las alteraciones de atención
alternante ....................................................................... 61

Bibliografía................................................................................................. 65
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 5 Neuropsicología de la atención

Introducción

De entre todos los procesos cognitivos que tienen lugar en el cerebro humano,
quizá la atención sea uno de los que ocupa un lugar más central. Cuando los
mecanismos atencionales resultan alterados como consecuencia de lesiones
estructurales del sistema nervioso o bien a consecuencia de alteraciones fun-
cionales, como aquellas ligadas a determinadas patologías psiquiátricas, la in-
tegridad de otros procesos cognitivos, tales como la percepción, la memoria
o el lenguaje, puede resultar también comprometida. Sin duda, la atención
supone un prerrequisito funcional para el desempeño de la mayoría de activi-
dades de nuestra vida cotidiana. A la hora de abordar el estudio de la atención
existen al menos dos problemas fundamentales: el conceptual y el funcional.
Por un lado, la atención es un constructo multifacético y no unitario que a
menudo se utiliza para describir fenómenos muy diversos que comprenden
desde mecanismos automáticos hasta los aspectos más controlados del proce-
samiento de la información, por lo que se hace difícil su operativización. El
segundo problema viene marcado tanto por la dificultad experimental como
por la aplicada de desligar la atención del resto de procesos con los que inter-
actúa, así como también por los problemas a la hora de establecer límites entre
los diferentes mecanismos atencionales que interactúan entre sí.

La confluencia de estas dos circunstancias ha tenido repercusiones históricas


directas sobre los intentos de integrar en una visión unitaria la gran dispersión
existente en este campo de estudio. Hoy en día debemos reconocer que no
existe ni una definición única ni tampoco una teoría que pueda aunar todos
los datos disponibles. Desde una perspectiva pragmática, distintas áreas de
investigación en psicología y neurociencia cognitiva han tratado de fraccionar
este constructo en sus componentes más simples para, así, simplificar la labor
de comprensión de sus propiedades y relaciones mutuas.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 7 Neuropsicología de la atención

1. Los procesos atencionales y sus alteraciones

Concepto

Lo primero en lo que muchos piensan al hablar de atención es en la capaci-


dad de selección de un estímulo o de una característica dada dentro de un
conjunto, que será procesado en mayor medida que el resto, inhibiendo la in-
formación irrelevante. Sin embargo, si profundizamos un poco más en lo que
entendemos por atención, podemos incluir además aspectos como el mante-
nimiento de la concentración sobre una tarea, la toma de decisiones y la reso-
lución de conflictos durante la realización de la misma, la planificación de las
respuestas necesarias para completar dicha toma de decisiones, etc.

El amplio rango de actuación de la atención en todas las actividades de la vi-


da cotidiana así como su estrecha interacción con funciones cognitivas como
la percepción, las funciones ejecutivas o la memoria operativa, hacen que la
atención sea difícil de definir y no pueda ser entendida como un concepto
unitario. Sin embargo, a pesar de no gozar de un acuerdo unánime en cuanto
a su definición y límites, sí que se considera un proceso cognitivo de gran im-
portancia ya que es una capacidad necesaria para que la mayoría de procesos
pueda llevarse a cabo. La regulación transversal sobre otros procesos se produ-
ce desde las primeras fases del procesamiento de la información (orientación,
percepción y selección de los estímulos del entorno), hasta fases posteriores
relacionadas con la resolución de conflictos, el cambio de tarea o el control
inhibitorio.

Junto al desarrollo y perfeccionamiento de los modelos cognitivos sobre la


atención, la aparición de las técnicas de neuroimagen y el refinamiento de la
metodología en los estudios neuropsicológicos y lesionales han posibilitado
una aproximación al estudio de las bases neuroanatómicas de la atención.
Así, se ha propuesto que la atención es una función distribuida en distintas
redes a lo largo de todo el cerebro, entre las cuales existiría cierto grado de
solapamiento anatómico y funcional.

1.1. Breve revisión histórica sobre el estudio de la atención

Desde el inicio del estudio de la atención en el campo de la psicología experi-


mental por parte de William James en 1890, se han descrito multitud de mo-
delos teóricos y reformulaciones basados tanto en datos clínicos como experi-
mentales y de neuroimagen. Esto ha provocado solapamientos en cuanto a los
distintos tipos de atención postulados por diferentes autores, así como falta de
acuerdo en cuanto a qué hacían referencia cada uno de los tipos atencionales
propuestos.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 8 Neuropsicología de la atención

La siguiente tabla resume a modo de revisión histórica algunas de las ideas


clave sobre las principales aportaciones teóricas que han ido añadiéndose al
estudio cognitivo de la atención.

Autores Año Principales aportaciones

William Ja- 1890 Distinción entre:


mes • Atención�sensorial (dirigida por los estímulos).
• Atención�voluntaria (dirigida por el sujeto).

Cherry 1953 Paradigma de escucha�dicótica y sombreado. Pone de manifiesto la rele-


vancia de los atributos del estímulo en el procesamiento atencional.

Broadbent 1958 Modelo de filtro: la información relevante es seleccionada en las primeras


fases del procesamiento de la información, incluso antes de que esta sea
identificada.

Treisman 1960 Propone un modelo de filtro�jerárquico en dos fases:


• Filtro inicial de las características físicas del estímulo.
• Filtro posterior basado en el reconocimiento semántico del mismo.

Deutsch y 1963 Filtro de selección tardío en función de la importancia relativa del mensa-
Deutsch je, la situación y otros factores como la motivación y la emoción.

Neisser 1964 Trata de explicar los mecanismos que determinan qué información será
seleccionada (metas, expectativas, experiencias previas, contexto, etc.).

Norman 1968 Prescinde del filtro atencional. Propone un modelo basado en una canti-
dad de recursos�de�procesamiento�limitados y la necesidad de meca-
nismos supervisores que asignen los recursos disponibles a los distintos
sistemas de procesamiento.

Schneider 1977 Distinción entre:


y Shifrin • Procesamiento�automático, para acciones bien aprendidas y que no
consumen recursos de procesamiento.
• Procesamiento�controlado, para situaciones novedosas y que sí que
consumirían recursos.

Duncan 1986 Propone el modelo�ejecutivo�del�lóbulo�frontal (FLE), de corte anatómi-


co, a partir de datos neuropsicológicos en el que el control de la conduc-
ta implicaría la participación de tres componentes principales:
• Listas de metas.
• Procedimientos de análisis medios-fines.
• Estructuras de acción.
Los dos primeros componentes dependerían de los lóbulos frontales.

Norman y 1980, Sistema�atencional�supervisor: mecanismo que se pone en marcha


Shallice 1986 cuando se requiere un procesamiento controlado o cuando existe un
conflicto entre varios esquemas de actuación. Este sistema estaría imple-
mentado en el lóbulo frontal como mostrarían los datos neuropsicológi-
cos en presencia de lesión de dichas regiones.

Sholberg y 1987 Modelo�clínico: atención como una serie de funciones jerárquicas, sien-
Mateer do necesarias las básicas para el correcto funcionamiento de las superio-
res.

Mesulam 1990 La atención como una red neural distribuida formada por tres redes loca-
les en las que se sustentan los componentes:
• Perceptivo
• Motor
• Límbico
Estos están controlados a su vez por dos subsistemas:
• La matriz atencional, que regula la capacidad general de procesamien-
to.
• El canal atencional, que determina su dirección.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 9 Neuropsicología de la atención

Autores Año Principales aportaciones

Posner y 1990 Modelo�de�tres�redes:


Petersen • Vigilancia
• Orientación
• Red ejecutiva
Funcional y anatómicamente independientes pero en interacción.

Van Zome- 1994 Distinguen entre:


ren y Brou- • Componentes�intensivos (alerta y atención sostenida).
wer • Componentes�selectivos (atención focalizada y atención dividida).
Postulan además la existencia de un tercer factor de control atencional
supervisor.

Nobre 2001 Recopila los resultados de neuroimagen en tareas de orientación tipo Pos-
ner (en condiciones de orientación endógena y exógena) y en tareas de
búsqueda para concluir que ambas redes comparten representaciones
neuroanatómicas en una red�frontoparietal�dorsal, que incluye princi-
palmente el surco intraparietal, el área motora suplementaria y los cam-
pos oculares frontales.

Miller y 2001 Integrando datos de experimentación animal, neuroimagen en humanos


Cohen y modelos computacionales, proponen el córtex�prefrontal como la se-
de del control cognitivo encargado de la selección y mantenimiento de
los patrones de actividad para la consecución de metas y objetivos.

Corbetta y 2002 A partir de datos de la neurofisiología animal y neuroimagen funcional en


Shulman humanos, proponen un modelo de control atencional con dos�redes par-
cialmente independientes:
• Dorsal, implicada en la atención dirigida a metas.
• Ventral, implicada en la atención orientada por los estímulos.

Ríos y Pe- 2004 Basándose en el análisis�factorial de datos conductuales, proponen cua-


riañez tro�componentes: control de la interferencia, flexibilidad cognitiva y me-
moria operativa, agrupados como control atencional, y velocidad�de
procesamiento, esta última como propiedad básica del sistema.

En un primer momento, desde la psicología cognitiva, la atención se concep- Referencia bibliográfica


tualizó como un filtro de la información percibida (Broadbent, 1958). Este fil-
D. E. Broadbent (1958). Per-
tro se hizo cada vez más complejo, incorporando mecanismos que controla- ception and communication.
ran la información en distintas fases del procesamiento, incluyendo también Nueva York: Oxford Univer-
sity Press.
un límite en la capacidad de recursos del sistema. Así, se fue dando cada vez
una importancia mayor a los mecanismos de control y selección de estímulos
atendidos, tratando de determinar en base a qué se producía dicha selección
y cómo se manejaba la distribución de recursos. Esto propició también que
se incorporaran a los modelos atencionales datos procedentes de modelos de
función ejecutiva y prefrontal.

En 1990, Posner y Petersen proponen un modelo de tres redes distribuidas en Referencia bibliográfica
el cerebro, funcional y anatómicamente independientes, que darían cuenta
M. I. Posner y S. E. Petersen
del mantenimiento del estado de alerta, la orientación y la selección de la (1990). The attention system
atención, así como de las funciones de control ejecutivo. Esta clasificación, así of the human brain. Annual
Review of Neuroscience, 13,
como la distribución de la atención en redes a lo largo del cerebro, ha sido 25-42.
ampliamente aceptada y tomada como referencia para estudios posteriores.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 10 Neuropsicología de la atención

Actualmente, pocos modelos tratan de dar cuenta de forma sistemática de to-


dos los aspectos de la atención desde sus niveles más básicos, como la selec-
ción de estímulos o la vigilancia, hasta los superiores, como la resolución de
conflictos o el control inhibitorio. La tendencia es más bien construir mode-
los que expliquen cada uno de estos subprocesos a partir de la integración de
datos procedentes de experimentación animal, estudios de neuroimagen, es-
tudios neuropsicológicos y modelos computacionales; para finalmente poder
integrar estos hallazgos con otros que describan procesos complementarios.

1.2. Modelo de tres componentes atencionales

Tal y como se ha dicho en la sección anterior, el modelo de Posner y Peter-


sen de 1990 constituye uno de los que ha gozado de mayor aceptación desde
su formulación inicial. Tras 40 años de investigación sobre los tipos de aten-
ción, hoy en día existe relativo acuerdo en mantener la existencia de tres redes
atencionales anatómica y funcionalmente distintas: la red�de�alerta, la red
de�ejecutiva, que se encuentran distribuidas por el córtex cerebral anterior, y
la red�de�orientación, situada principalmente en regiones posteriores, como
explican Raz y Buhle y Ríos-Lago Periañez.

Referencias bibliográficas

M. I. Posner y S. E. Petersen (1990). The attention system of the human brain. Annual
Review of Neuroscience, 13, 25-42.

A. Raz y J. Buhle (2006). Typologies of attentional networks. Nature Reviews Neuroscience,


7 (5), 367-379.

M. Ríos-Lago y J. A. Periañez. (2010). "Attention and Speed of information processing".


En G. Koob, R. F. Thompson y M. Le Moal (Eds), Encyclopedia of Behavioral Neuroscience.
Boston: Elsevier.

Estas tres redes serían funcional y neuroanatómicamente independientes, aun- Referencia bibliográfica
que trabajan en estrecha coordinación. Cada una de ellas cumpliría funciones
D. Fernández-Duque y M. I.
específicas y se relacionaría con las demás de distinta forma a la hora de res- Posner (2001). Brain imaging
ponder a los estímulos. Pese a que muchas de las ideas iniciales han sido re- of attentional networks in
normal and pathological sta-
cientemente reformuladas a partir de las nuevas evidencias existentes, como tes. Journal of Clinical and Ex-
perimental Neuropsychology,
explican Fernández-Duque y Posner, sin duda este modelo nos proporciona
23 (1), 74-93.
un marco didáctico idóneo, que nos permitirá describir de forma coherente
algunos de los hallazgos más recientes en la investigación de la atención, in-
cluyendo información procedente de otros modelos que tienen como fin am-
pliar y completar el conocimiento sobre el funcionamiento de los mecanismos
atencionales.

1.2.1. Red de alerta

La red de alerta está relacionada con el incremento y mantenimiento


del estado de vigilancia y preparación para dar respuesta ante un posible
estímulo inminente.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 11 Neuropsicología de la atención

Muchos autores consideran que esta capacidad es la base necesaria sobre la


que se apoyan otros mecanismos atencionales. Los términos arousal, vigilancia
y atención sostenida se han utilizado de forma intercambiable para definir la
atención a largo plazo. Sin embargo, hallazgos procedentes de la neuroimagen
funcional y de la investigación animal y clínica sugieren la existencia de diso-
ciaciones neuroanatómicas entre los circuitos subyacentes a estas tres capaci-
dades atencionales.

El término arousal se ha definido como un continuo de capacidad de reac- Referencia bibliográfica


ción fisiológica, siendo el sueño y la excitación los dos extremos del mismo.
A. Raz y J. Buhle (2006). Ty-
El nivel de arousal (también llamado alerta tónica o intrínseca) representa una pologies of attentional net-
función atencional básica que determina la eficacia de los sistemas atenciona- works. Nature Reviews Neuros-
cience, 7 (5), 367-379.
les corticales de más alto nivel y la capacidad cognitiva general. A diferencia
de la atención sostenida y la vigilancia, se trata de una capacidad inespecífica,
no dirigida a ningún estímulo en particular, aunque sí puede verse incremen-
tada mediante mecanismos de control ejecutivo, como explican Raz y Buhle.
La capacidad para mantener un nivel de arousal adecuado se ha asociado tra-
dicionalmente a la integridad de la formación reticular; sin embargo, hoy sa-
bemos que se trata de un sistema más complejo en el que interviene además
una red corticosubcortical lateralizada en el hemisferio derecho. En concreto,
el mantenimiento del nivel de arousal se produce a través de las proyecciones
noradrenérgicas desde el locus coeruleus al tálamo y el prosencéfalo basal y su
mantenimiento voluntario está mediado por el córtex cingulado anterior.

Este esquema representa los principales componentes de la red de alerta y sus principales
interconexiones con la red ejecutiva y la red de orientación. Se describen también las principales
vías de neurotransmisión que sustentan e interrelacionan las redes.

El constructo psicológico atención�sostenida es la capacidad para mantener


la atención sobre un estímulo, localización o tarea determinados, durante pe-
riodos prolongados de tiempo. También es conocida como atención o alerta
fásica, en oposición a la alerta tónica antes descrita. Las áreas implicadas en
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 12 Neuropsicología de la atención

este proceso parecen hallarse, según estudios neuropsicológicos y de neuro-


imagen, en una red talámica frontoparietal, donde las señales del tálamo es-
tarían ligadas a la influencia del nivel de arousal.

Por otro lado, la vigilancia, considerada un proceso a largo plazo, es la capa-


cidad de mantener el nivel de alerta durante periodos de minutos y horas,
siendo la atención sostenida un proceso más a corto plazo, que se mantiene
durante segundos y minutos. Estos estados de mantenimiento de alerta se aso-
cian también con una actividad frontoparietal lateralizada en el hemisferio
derecho.

Mediante estudios de neuroimagen funcional durante la realización de tareas


de vigilancia, se ha podido comprobar que a medida que aumenta el tiempo
de la tarea se produce un descenso en la activación de áreas frontales derechas,
haciéndose también más lentos los tiempos de reacción.

Tareas experimentales

El nivel de arousal puede ser operativizado en términos del grado de sincroni-


zación/desincronización del los campos eléctricos del cerebro medidos a tra-
vés de un electroencefalograma (EEG). En general, cuando el estado de arou-
sal aumenta, se observa una desincronización en la actividad del registro de
EEG (es decir, amplitudes pequeñas y ritmos de alta frecuencia). En la prácti-
ca neuropsicológica y clínica, la alerta ha sido medida con diferentes tareas y
escalas conductuales. Entre las más usadas para su evaluación después de un
daño cerebral se encuentran la escala�de�coma�de�Glasgow (GCS, siglas en
inglés de Glasgow coma scale) la Galveston orientation and amnesia test (GOAT),
la escala Westmead de amnesia postraumática o la subescala de control mental
de la escala de memoria de Wechsler.

Las tareas�de�vigilancia implican la detección de estímulos con una baja tasa


de aparición en tareas monótonas de larga duración. Generalmente, las tareas
de vigilancia o con señal de alerta/advertencia evalúan la velocidad a la que
un sujeto puede responder a ciertas señales de alerta visuales o auditivas.

Las tareas�de�atención�sostenida implican responder a un estímulo con alta


tasa de aparición, de manera que los sujetos deben permanecer respondiendo
al estímulo de forma monótona. En el contexto clínico se utilizan diferentes
versiones del continuous performance test (test de ejecución continua), y el sym-
bol digit modality tests (SDMT, o clave de números).
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 13 Neuropsicología de la atención

1.2.2. Red de orientación

Este es el componente más estudiado. Trata de determinar en qué se basa la Referencia bibliográfica
selección de la información a la que se atiende y aquella que será ignorada o
M. I. Posner y S. E. Petersen
inhibida. En modelos como el de Posner y Petersen, la habilidad para seleccio- (1990). The attention system
nar información específica entre multitud de estímulos o características de un of the human brain. Annual
Review of Neuroscience, 13,
estímulo sería una función de la red de orientación. Dentro de este concepto 25-42.
se incluiría la atención selectiva, que implica, además de la orientación a un
estímulo o característica estimular, que esta se realice en detrimento de otra
u otras.

Corbetta y Shulman, en su modelo de control atencional, hablan de meca- Referencias


nismos de atención endógena (goal directed), es decir, dirigida por represen- bibliográficas

taciones mentales, conocimientos, expectativas u objetivos, lo que se conoce M. I. Posner y S. E. Petersen


también como la activación de mecanismos top-down. Estos mecanismos se (1990). The attention system
of the human brain. Annual
corresponden en gran medida con los hallazgos referentes a la red de orienta- Review of Neuroscience, 13,
25-42.
ción. Por otro lado, exponen cómo la atención puede orientarse además de
M. Corbetta y G. L. Shulman
forma exógena (stimulus driven o bottom-up), esto es, dirigida por la estimula- (2002). Control of goal-direc-
ción sensorial recibida desde el exterior, la que procede del estímulo y/o sus ted and stimulus-driven at-
tention in the brain. Natu-
características, especialmente cuando este y/o estas son novedosos o relevan- re Reviews Neuroscience, 3 (3),
201-215.
tes. Los cambios exógenos (espaciales) en la orientación de atención, promo-
verían la activación de la red de orientación descrita por Posner y Petersen.

La atención a estímulos novedosos o inesperados refleja la interacción


con la atención endógena en la medida en que la atención dirigida a
un estímulo exógeno repentino está mediada por factores endógenos,
como la experiencia previa, los conocimientos almacenados, o las ins-
trucciones recibidas para la realización de una tarea.

La interacción entre estas dos formas de control atencional determinarán no Referencia bibliográfica
solo a qué prestamos atención en un momento dado, sino también dónde y
A. C. Nobre (2001). The at-
cómo lo hacemos, por lo que se trata de un modelo no solo de orientación tentive homunculus: now
sino también de control. Ambas formas pueden localizarse en redes neurales you see it, now you don't.
Neuroscience and Biobehavioral
independientes pero en permanente interacción. Nobre demuestra la existen- Reviews, 25 (6), 477-496.
cia de solapamiento en las áreas cerebrales asociadas a la atención endógena y
exógena. Estas redes parecen poder disociarse a juzgar por datos procedentes
de estudios lesionales y comportamentales, pero los estudios de neuroimagen
parecerían indicar lo contrario. Además, el hecho de que las áreas se solapen
no implica necesariamente que los mecanismos involucrados sean los mismos.

La atención�endógena estaría localizada principalmente en una red fronto-


parietal dorsal, en áreas que se encargan de la selección de la información
sensorial y las respuestas. En concreto, estudios con tomografía de emisiones
de positrones (PET, siglas del inglés positron emission tomography) y resonancia
magnética funcional (fMRI, siglas del inglés functional magnetic resonance ima-
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 14 Neuropsicología de la atención

ging) muestran una activación inicial de regiones occipitales ante estímulos


visuales y, posteriormente, a lo largo del surco intraparietal, lóbulo parietal
superior y áreas frontales, como el córtex cingulado anterior, áreas motoras
suplementarias y los campos oculares frontales.

(1)
Esta extensa red frontoparietal dorsal, y en particular estructuras como el surco Los sets�atencionales son con-
juntos programados estimulo-res-
intraparietal y los campos oculares frontales, tendrían la función de generar
puesta, dirigidos a completar me-
sets� atencionales1 y de aplicar dichos sets durante el procesamiento de los tas concretas.

estímulos. Esto produce una facilitación a través del incremento de la activi-


dad neural en la región en la que está representada la información relevante
para la tarea. Estas señales top down hacen que ciertos objetos o características
percibidas aumenten su contraste frente a las no relevantes, desde las primeras
fases del procesamiento, permitiendo así una respuesta más rápida y una me-
nor tasa de errores. Por tanto, el sistema frontoparietal dorsal sería además el
responsable del establecimiento de conexiones entre la información sensorial
relevante y las representaciones motoras adecuadas.

Desplazamiento del foco de atención

Como explican Fernández-Duque y Posner, el foco de atención puede desplazarse de un


estímulo o característica estimular a otro de dos formas distintas:

• Abierta: cuando se produce un movimiento visible de la cabeza y/o los ojos para
dirigir la atención hacia un punto en concreto.
• Encubierta: cuando el foco de atención se desplaza sin necesidad de un movimiento
visible.

Tanto en la orientación abierta como en la encubierta se produce la activación de las mis-


mas áreas: el giro precentral del lóbulo frontal y estructuras parietales. La investigación
animal avala estos datos e indica, además, la activación de los campos oculares frontales,
el córtex parietal lateral inferior, así como los colículos superiores y el tálamo.

D. Fernández-Duque y M. I. Posner (2001). Brain imaging of attentional networks in


normal and pathological states. Journal of Clinical and Experimental Neuropsychology, 23
(1), 74-93.

La activación del córtex parietal y frontal se produce además de en el caso de la Referencia bibliográfica
orientación espacial, en el de la orientación temporal o incluso en cambios del
A. C. Nobre (2001). The at-
foco de atención no espaciales, como de unas características a otras; lo que su- tentive homunculus: now
giere que el sistema de orientación cuenta con algunas regiones supramodales, you see it, now you don't.
Neuroscience and Biobehavioral
es decir, que no estarían sujetas a las características del estímulo. Sin embargo, Reviews, 25 (6), 477-496.
Nobre advierte sobre cierta especificidad en función del foco de atención. En
el caso de la atención motora (atención asociada, por ejemplo, a la respuesta
concreta que debe emitirse) y la atención temporal (atención a un momento
concreto en el que va a aparecer un estímulo, por ejemplo), parece producirse
una mayor activación de áreas frontoparietales del hemisferio izquierdo, en
concreto el lóbulo parietal inferior y regiones premotoras inferiores.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 15 Neuropsicología de la atención

La atención�exógena se halla lateralizada en el hemisferio derecho en áreas Ejemplo


del córtex temporoparietal y del frontal ventral, encargadas de la percepción
Por ejemplo, al ir caminan-
de estímulos relevantes y/o sorprendentes, especialmente cuando estos no es- do por la calle con un amigo
tán siendo atendidos (no se activaría, por ejemplo, ante la presentación de un manteniendo una conversa-
ción y se escucha de repente
estímulo poco frecuente pero irrelevante). La detección de este tipo de estímu- una sirena de policía, la con-
versación se verá interrumpi-
los funcionaría como un mecanismo de alerta o como un mecanismo de cor- da por el estímulo inesperado
y probablemente se tratará de
tocircuito del primer sistema, cuando dichos estímulos son detectados fuera averiguar dónde se encuentra
del foco de procesamiento. el coche de policía.

Se sabe, además, que la actividad de esta red puede verse interrumpida cuando
Ved también
se produce un cambio atencional provocado por la aparición de un estímulo
Veremos estos aspectos con
novedoso, independientemente de su localización, de su modalidad sensorial
mayor profundidad en el apar-
o la respuesta requerida. tado "Red ejecutiva".

Áreas implicadas en la red de orientación de la atención exógena y endógena, y principales vías de conexión entre dichas áreas.
Los números refieren las áreas de Brodmann.

La lateralización de esta red tiene importantes implicaciones en el caso de le- Ved también
siones del hemisferio derecho, provocando frecuentemente heminegligencia.
Veremos estos aspectos con
mayor profundidad en el apar-
Las proyecciones noradrenérgicas del locus coeruleus implicadas en la alerta y tado "Síndrome de heminegli-
gencia unilateral".
vigilancia parecen tener también un papel relevante en la atención selectiva,
interviniendo en el citado mecanismo de cortocircuito. A nivel de sustancia
blanca cerebral, parece que la rama del fascículo longitudinal superior que
conecta el lóbulo parietal inferior y regiones occipitoparietales (visuoespacial
y ocular) con las áreas prefrontales dorsolaterales, es uno de los haces de fibra
más importantes en la regulación de la atención espacial visual.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 16 Neuropsicología de la atención

Tareas experimentales

Una tarea clásica para medir la atención selectiva es el paradigma�oddball,


que consiste en la presentación de una serie de estímulos en el centro de la
pantalla, a los que se debe responder o ignorar en función de características
perceptivas predeterminadas (como el color o la forma). Las variables más fre-
cuentemente manipuladas en este paradigma son el tipo de estímulo y la fre-
cuencia. Así, los estímulos objetivo, aquellos que requieren una respuesta (en
inglés, target), son infrecuentes, y los estímulos estándar, aquellos que deben
ser ignorados, son frecuentes. Además pueden incluirse otro tipo de estímu-
los infrecuentes, que actúan como distractores, que pueden ser similares a los
target (deviants) o novedosos, ya que no se ha informado al participante de su
aparición. Esto permite una gran variedad de manipulaciones experimentales.
Se ha comprobado que el tiempo de reacción a los estímulos objetivo se ve
incrementado si estos aparecen después de un estímulo infrecuente, novedoso
o similar al target.

En las tareas típicas de orientación�espacial el experimentador proporciona


una clave al participante para dirigir la atención a una localización específica
de la pantalla antes de que aparezca el estímulo. Esto puede hacerse median-
te un punto de fijación, un flash periférico o incluso un estímulo auditivo
en dicha localización (clave exógena), o bien mediante una flecha que señale
hacia esa localización (clave endógena). En una condición válida, el estímulo
aparece en el lugar previamente señalizado, lo que no ocurre en las condicio-
nes inválidas. (La puntuación de eficacia se deriva de sustraer el tiempo de
reacción en la condición válida del de la condición inválida) Los tiempos de
reacción son menores en las condiciones válidas respecto a las no señalizadas
(sin clave), las claves inválidas suponen un coste mayor respecto a la ausencia
de clave en términos de tiempos de reacción.

Las tareas de búsqueda�visual implican la exploración activa de una escena o


representación visual de objetos en la que se debe encontrar alguno de ellos
con determinadas características. En caso de que el estímulo objetivo venga
definido por una sola característica distinta de las de los demás (por ejemplo,
el color distinto del resto), puede ser fácilmente detectado sin tener que ir uno
por uno explorando todos los estímulos, por lo que este mecanismo podría
ponerse en marcha sin necesidad de un proceso atencional. De esta manera, un
aumento en el número de estímulos distractores no repercutiría en un mayor
tiempo de reacción. Sin embargo, cuando el estímulo objetivo viene definido
por dos o más características (como el color y la orientación de las líneas),
será más difícil de detectar, requiriendo una búsqueda serial; en estos casos
sí que aumenta el TR a medida que lo hace el número de distractores. Esto
sugiere que la integración de las características en los objetos es un proceso
que depende de la atención.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 17 Neuropsicología de la atención

1.2.3. Red ejecutiva

Esta red atencional está implicada en la regulación de funciones como la pla-


nificación, toma de decisiones, detección de errores, respuesta a tareas nove-
dosas o que no están bien aprendidas, manejo de situaciones difíciles o peli-
grosas, regulación de pensamientos y sentimientos, distribución de los recur-
sos atencionales y supervisión de conductas habituales.

La red ejecutiva se pone en marcha en situaciones que requieren un


control�activo�del�comportamiento o el procesamiento de la informa-
ción.

Todas estas funciones se llevan a cabo mediante la puesta en marcha de una


serie de mecanismos:

• Proporcionar una fuente de actividad que pueda ser desviada y extendida


a otras estructuras.

• Acceder a un amplio rango de representaciones situadas en otras regiones,


lo que permite ejercer una influencia sobre las mismas.

• Mantener la información activa en la memoria operativa evitando las dis-


tracciones hasta que se ha completado el objetivo; pero además, tiene que
ser lo suficientemente flexible para actualizar las representaciones que es-
tán siendo utilizadas cuando sea necesario.

• Detectar los conflictos que se dan cuando se produce una activación si-
multánea de representaciones o vías de procesamiento que compiten.

Esta amplitud de funciones requiere la interacción de distintos subcomponen-


tes del procesamiento, así como la intervención e interacción de distintas áreas
cerebrales. Estas se encuentran en su mayoría en los lóbulos prefrontales, ade-
más de en estructuras subcorticales como los ganglios basales y el tálamo.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 18 Neuropsicología de la atención

Principales áreas implicadas en la red ejecutiva y porciones de sustancia blanca implicadas en la intercomunicación ente dichas
áreas. El número hace referencia a las áreas de Brodmann.

En concreto, distintas regiones del córtex�cingulado�anterior parecen tener


especial relevancia en la detección de errores, atención dividida, manejo de
conflictos, generación de palabras y ejecución durante los cambios de tarea.
El córtex cingulado anterior interviene en la detección y manejo de conflictos
entre distintas vías de procesamiento. Algunos autores defienden que el córtex
cingulado anterior sería el encargado de la resolución del conflicto, mientras
otros argumentan que las "señales de conflicto" proporcionadas por el córtex
cingulado anterior permiten que se pongan en marcha otras regiones prefron-
tales para la resolución del conflicto.

Además del córtex cingulado anterior, el córtex�prefrontal�lateral se encar-


garía de la creación y mantenimiento de los sets atencionales. Esto concuerda
con los hallazgos en memoria operativa, según los cuales esta región en su área
dorsal se encarga de la manipulación y mantenimiento de la información que
está siendo utilizada. Sin embargo, las áreas implicadas en memoria operativa
parecen depender del tipo de información procesada. Dentro del córtex pre-
frontal lateral, el área 46 de Brodman parece estar directamente relacionada
con la selección de la información en la memoria.

El córtex�frontal�inferior también ha sido relacionado con la red ejecutiva en


virtud de sus conexiones con regiones temporoparietales. En los mecanismos
de atención exógena, esta área del córtex prefrontal ventral parece activarse
cuando estímulos de baja frecuencia inesperados o claves relevantes previa-
mente aprendidas ejercen de cortocircuito en el procesamiento en curso. Entre
las porciones de sustancia blanca relevantes para esta red, destacan el fascículo
frontooccipital y el fascículo uncinado. Por un lado, las conexiones frontooc-
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 19 Neuropsicología de la atención

cipitales ponen en relación las áreas occipitales visuales con las áreas 8 y 9/46
prefrontales, constituyendo una vía directa de entrada de información visual
al córtex prefrontal (visión periférica). Por otro lado, el fascículo uncinado co-
necta las áreas anteriores del lóbulo temporal con las regiones prefrontales in-
feriores, proporcionando una entrada de información sobre la identificación
de objetos (o vía del "qué") a las áreas 11 y 47/12 del córtex prefrontal inferior.

Tareas experimentales

La atención ejecutiva es medida habitualmente mediante tareas en las que


existe una incompatibilidad entre las dimensiones del estímulo o la respues-
ta. Esto ocurre, por ejemplo, en la tarea clásica de Stroop, en la que se pone
de manifiesto uno de los aspectos fundamentales del control cognitivo y del
comportamiento dirigido a metas, esto es, la habilidad para seleccionar una
respuesta débil pero relevante para la tarea, frente a otra que está más fuerte-
mente condicionada, pero que debe ser inhibida. En concreto, los participan-
tes tienen que nombrar el color de la tinta en que está escrita una palabra cuyo
significado es incongruente con dicho color.

Al presentar la palabra rojo escrita en tinta verde, el participante tendrá que inhibir la
respuesta automática, que sería leer la palabra rojo, en favor de verde, que es el color de
la tinta; esta última respuesta no es automática, sino que requiere un procesamiento
controlado.

De forma similar, en la tarea�de�flancos de Eriksen los participantes tienen


que responder de forma tan rápida y precisa como les sea posible indicando la
dirección de una flecha presentada brevemente en el centro de la pantalla. La
flecha central está rodeada a derecha e izquierda por otras flechas que señalan
en la misma dirección ('> > > > >' en la condición congruente) o en dirección
opuesta ('< < > < <' en la condición incongruente). Las respuestas son más
lentas en las condiciones con mayor incongruencia, en las que se actúa bajo
condiciones conflictivas, que en aquellas con una incongruencia menor o sin
ella, en las que no intervendrían mecanismos de atención ejecutiva.

Por otro lado, los experimentos de cambio� de� tarea permiten investigar la
flexibilidad del sistema y cómo este es capaz de reconfigurarse en cada uno de
estos cambios. En este tipo de paradigmas, los participantes tienen que cam-
biar de forma rápida y continuada entre dos o más tareas simples, como por
ejemplo, cambiar entre los atributos del estímulo (clasificar tarjetas en función
del color y después cambiar el criterio de clasificación a forma), categorías abs-
tractas, objetivo de la tarea o ejecución de la misma. Esto genera un "coste
de cambio de tarea", es decir, una ralentización de los TR y un aumento en
el número de errores en la condición de cambio respecto a la de repetición.
Esto reflejaría el tiempo empleado por los mecanismos de control para reali-
zar el cambio/reconfiguración de set atencional antes de producir una nueva
respuesta.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 20 Neuropsicología de la atención

La tarea Go/No-go permite explorar la capacidad de inhibición ante respuestas


competitivas. Consiste en responder presionando un botón a los estímulos
considerados Go y no pulsarlo ante la aparición de un estímulo No-go, gene-
ralmente infrecuente. La capacidad inhibitoria se mide mediante el número
de no respuestas, el de falsas alarmas y los TR.

La tarea novelty�oddball se ha empleado en el estudio de las respuestas neu-


rales y comportamentales ante situaciones novedosas. En este paradigma se
presentan series improbables de estímulos únicos, novedosos e inesperados,
además de estímulos objetivo y distractores estándar. Mediante los estímu-
los inesperados se simulan situaciones de la vida real que generan un cambio
atencional. La aparición de estos estímulos incrementa los TR de las respuestas
posteriores, así como el número de errores.

1.3. Modelos clínicos

Basándose en la observación de los síntomas de pacientes con lesión cerebral y


las quejas subjetivas de estos, se han propuesto otros modelos y componentes
de la atención más funcionales, que pretenden dar cuenta de los fenómenos
observados en la clínica, así como servir de herramienta teórica para la eva-
luación y el diseño de programas de tratamiento en el contexto de la rehabi-
litación.

Dentro de este tipo de modelos queremos destacar el propuesto por Sohlberg y Referencias
Mateer. Este modelo tiene su base en conceptos teóricos del modelo atencio- bibliográficas

nal de Posner y Petersen, y el de memoria operativa de Baddeley y Hitch, pero M. M. Sohlberg y C. A. Ma-
sobre todo, ha sido postulado basándose en la observación de los síntomas de teer (2001). Cognitive Reha-
bilitation. Nueva York: The
pacientes con daño cerebral durante la realización de tareas. Por este motivo, Guilford Press.
más que de una explicación del funcionamiento real de los procesos atencio- M. I. Posner y S. E. Petersen
(1990). The attention system
nales, se trata de un modelo heurístico, que describe con claridad aspectos fe- of the human brain. Annual
nomenológicos de los procesos atencionales. Review of Neuroscience, 13,
25-42.
A. D. Baddeley y G. Hitch
Según Sohlberg y Mateer, la atención estaría dividida en cinco componentes (1974). Working memory. En
G. Bower (Ed.), The psycho-
que pueden verse afectados de forma diferencial por una lesión cerebral: logy of learning and motivation
(pp. 47-90). Nueva York: Aca-
demic Press.
• Atención�focalizada. Habilidad para responder de forma específica a un
estímulo (táctil, visual, auditivo, etc.). Sería el nivel más básico de atención
y podría verse alterado en los primeros momentos tras la salida del coma.

• Atención�sostenida. Se corresponde con la red�de�alerta, ya que se refie-


re a la habilidad para mantener una respuesta constante durante la reali-
zación de una actividad continua y repetitiva. Las autoras incluyen una
división en dos subcomponentes:
– La vigilancia, que es la capacidad para realizar una tarea durante un
periodo prolongado de tiempo.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 21 Neuropsicología de la atención

– El control�mental o memoria operativa, que permite mantener y ma-


nipular mentalmente la información necesaria para la realización de
la tarea.

• Atención�selectiva. Se refiere a la capacidad de mantener una actividad


(set) cognitiva o comportamental frente a la presencia de estímulos com-
petitivos o distractores tanto externos (sonidos, imágenes) como internos
(preocupaciones, pensamientos rumiativos). Como se ha mencionado an-
tes, este tipo de atención se relaciona con la red� dorsal del modelo de
Corbetta.

• Atención�alternante. Se refiere a la flexibilidad mental que permite cam-


biar�el�foco�de�atención�y�moverlo�entre�tareas con demandas cognitivas
distintas, controlando, por tanto, qué información será procesada en cada
momento. Es una de las funciones de la red�de�atención�ejecutiva e im-
plicaría procesos de memoria operativa. Este tipo de atención está presente
en muchas de las actividades de la vida diaria, como tomar apuntes, en la
que la atención debe alternar entre escuchar al profesor y anotar las ideas
más importantes. También es necesaria cuando se está realizando una ac-
tividad (como leer) que se ve interrumpida de forma inesperada (por una
llamada telefónica, por ejemplo) y tiene que volver a reanudarse después.

• Atención�dividida. Implica responder�simultáneamente�a�múltiples�ta-


reas o múltiples demandas�cognitivas. La realización de este tipo de ta-
reas puede concebirse como una forma rápida y continua de atención al-
ternante o como la realización de dos tareas, requiriendo al menos una de
ellas un procesamiento más automático e inconsciente. El hecho de tratar
este tipo de atención como un componente separado del modelo refleja
su importancia en el contexto de la rehabilitación.

En versiones anteriores del modelo de estas mismas autoras se incluía además Referencia bibliográfica
el componente de arousal, que haría referencia al estado general de activación
M. M. Sohlberg y C. A. Ma-
del organismo, a la capacidad de alerta y al seguimiento de estímulos y órde- teer (1987). Effectiveness of
nes. Este sería el nivel más básico de atención, podría tomarse como un nivel an attention-training pro-
gram. Journal of Clinical and
atencional imprescindible para que se pueda trabajar a nivel terapéutico sobre Experimental Neuropsychology,
9 (2), 117-130.
los demás.

Como ya se ha mencionado, este modelo está orientado al desarrollo de pro-


gramas de tratamiento, de manera que las actividades programadas en la te-
rapia deberían estar jerárquicamente organizadas. Para empezar, deberían uti-
lizarse tareas sencillas, en las que están más implicados los primeros compo-
nentes atencionales descritos y, de forma progresiva, se irían implementando
tareas más complejas con una mayor implicación de los componentes descri-
tos después.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 22 Neuropsicología de la atención

La atención es un proceso cognitivo difícil de definir y delimitar debido


a su implicación en la mayoría de funciones cognitivas, desde las fases
iniciales del procesamiento hasta los niveles superiores. Participa en la
selección de estímulos relevantes en el contexto, en la capacidad para
ejecutar de forma continua una tarea así como la de interrumpirla y
reanudarla más tarde, en la selección de las respuestas adecuadas, en la
resolución de conflictos, en la distribución de recursos de procesamien-
to, etc. Esto ha provocado la falta de un modelo consolidado que per-
mita explicar tanto su funcionamiento de forma global como sus bases
neuroanatómicas. Sin embargo, sí que existe acuerdo en considerar que
la atención se encuentra distribuida en tres redes principales:

• La red de alerta, localizada en regiones posteriores y subcorticales.


• La red de orientación, localizada en regiones frontoparietales.
• La red ejecutiva, localizada en áreas prefrontales.

Estas tres redes son funcional y anatómicamente independientes pero


están en permanente interacción.

Además de los modelos neuroanatómicos, existen modelos clínicos


orientados a explicar de forma fenomenológica la conducta de los pa-
cientes con lesión cerebral que presentan alteraciones atencionales. Es-
tos modelos son útiles en la evaluación y diseño de programas de tra-
tamiento.

A pesar de la falta de acuerdo en los límites de la atención, la investiga-


ción tanto en animales como en humanos, así como los estudios lesio-
nales y la neuroimagen, han permitido establecer las bases neuroanató-
micas de la atención en forma de redes distribuidas. Futuras investiga-
ciones permitirán establecer con mayor precisión las áreas implicadas
en los distintos procesos atencionales.

1.4. Alteraciones de los diferentes componentes de la atención

A la hora de describir de forma sistemática algunas de las principales alteracio-


nes de la atención, resulta de especial utilidad hacer referencia a los modelos
teóricos derivados de la investigación clínica. En este sentido, el modelo�de
Sohlberg�y�Mateer�(1987�y�1989) ofrece una visón funcional de la atención
inspirado, en buena medida, por la observación directa de los déficits de los
pacientes y de sus quejas subjetivas.

Estas autoras señalan que, desde el punto de vista rehabilitador, el modelo


más adecuado es aquel que mejor puede caracterizar la naturaleza de las alte-
raciones, los componentes conservados de la atención y su impacto en la vida
cotidiana, puesto que permitirá la organización de una intervención efectiva.
Este modelo se ha aplicado a la evaluación y tratamiento de las alteraciones
producidas por el daño cerebral y sirve como marco teórico para el desarrollo
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 23 Neuropsicología de la atención

de distintos materiales y programas diseñados para la rehabilitación de estos


pacientes. Más que una explicación del funcionamiento real de los procesos
atencionales, este modelo ha mostrado una utilidad heurística y describe con
claridad aspectos fenomenológicos de los procesos atencionales. El modelo es
jerárquico y asume que cada nivel atencional requiere el funcionamiento co-
rrecto del nivel anterior. A su vez, la noción de jerarquía implica la asunción
de que cada componente es más complejo que el que le precede. El modelo
propone seis componentes, que se describen en la tabla siguiente.

Arousal Capacidad de estar despierto y de mantener la alerta. Implica la ca-


pacidad de seguir estímulos u órdenes. Es la activación general del
organismo.

Atención�focal Habilidad para enfocar la atención a un estímulo visual, auditivo o


táctil. No se valora el tiempo de fijación al estímulo. Se suele recu-
perar en las fases iniciales tras un traumatismo craneoencefálico. Al
principio puede responderse exclusivamente a estímulos internos
(como el dolor o la temperatura).

Atención�sostenida Capacidad de mantener una respuesta de forma consistente duran-


te un periodo de tiempo prolongado. Se divide en dos subcompo-
nentes:
1)�Se habla de vigilancia cuando la tarea es de detección y de con-
centración, cuando se refiere a otras tareas cognitivas.
2)�La noción de control mental o memoria operativa se aplica en ta-
reas que implican el mantenimiento y la manipulación de informa-
ción de forma activa en la mente.

Atención�selectiva Capacidad para seleccionar, de entre varias posibilidades, la infor-


mación relevante que se debe procesar o el esquema de acción
apropiado con la inhibición de la atención a unos estímulos mien-
tras se atiende a otros. Los pacientes con alteraciones en este nivel
sufren numerosas distracciones, ya sea por estímulos externos o in-
ternos.

Atención�alternante Capacidad que permite cambiar el foco de atención entre tareas


que implican requerimientos cognitivos diferentes y que controla
qué información es procesada en cada momento. Las alteraciones
de este nivel impiden al paciente cambiar rápidamente y de forma
fluida entre tareas.

Atención�dividida Capacidad para atender a dos cosas al mismo tiempo. Es la capa-


cidad de realizar la selección de más de una información a la vez o
de más de un proceso o esquema de acción simultáneamente. Es el
proceso que permite distribuir los recursos atencionales en diferen-
tes tareas o requisitos de una misma tarea. Puede requerir el cambio
rápido entre tareas o la ejecución de forma automática de alguna de
ellas.

Modelo clínico de la atención (Sohlberg y Mateer, 1987 y 1989)

A continuación describiremos algunos de los déficits neuropsicológicos aso-


ciados a la alteración de cada uno de estos componentes. Así mismo, mencio-
naremos las dificultades en la velocidad de procesamiento, por su relación di-
recta con el correcto funcionamiento de la atención, así como la heminegli-
gencia, por ser uno de los síndromes cuya nuclearidad se centra de forma más
clara sobre la alteración de determinados mecanismos atencionales.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 24 Neuropsicología de la atención

1.4.1. Alteraciones de la alerta y de la atención focalizada

Como hemos venido mencionando, la alerta hace referencia a una función ba-
sal. Puede venir desencadenada por un estímulo interno o externo y se acom-
paña de respuestas fisiológicas, tales como cambios en la tasa cardíaca, en la
conductancia de la piel, en el tamaño de la pupila y, por supuesto, en la acti-
vidad cerebral. Las alteraciones de este sistema de alerta varían desde el coma
hasta el estado de respuesta normal en la vigilia, pasando por la desorienta-
ción, la baja respuesta a la estimulación, la ausencia de reflejos de orientación
o la somnolencia.

1.4.2. Alteraciones de la vigilancia y de la atención sostenida

En general, las personas sin lesión cerebral no muestran dificultades de aten-


ción sostenida en tareas interesantes y con dificultad moderada, mientras que
se puede observar una cierta fatiga en tareas monótonas y muy exigentes (en
cuanto a la dificultad y a la alta tasa de estimulación). Por el contrario, los pa-
cientes con alteraciones cerebrales pueden mostrar una dificultad marcada en
mantener la atención a una tarea durante periodos de tiempo prolongados. Se
cansan con facilidad y requieren periodos de descanso. Sin embargo, conviene
distinguir entre los términos vigilancia y atención sostenida.

Por un lado, la vigilancia hace referencia al proceso que se pone en marcha


para detectar estímulos de escasa aparición, difíciles de discriminar y en tareas
monótonas y de muy larga duración. La mayoría de pacientes con lesión ce-
rebral no muestra importantes dificultades en la realización de este tipo de
tareas. Además, en la vida cotidiana, el impacto de esta dificultad no es muy
marcado, ya que el tipo de tareas que ponen en marcha estos mecanismos no
es frecuente en la vida diaria.

Estas situaciones de vigilancia difieren claramente de aquellas que se caracte-


rizan por una alta tasa de estimulación, que requieren una mayor demanda
de recuerdos para el paciente y que podemos encuadrar dentro de la denomi-
nada atención�sostenida. Éstas sí tienen un impacto en la vida diaria de los
pacientes, ya que la alta tasa de estimulación es la norma en el entorno en el
que vivimos. Incluso en tareas de corta duración (pocos minutos), pero con
una alta tasa de presentación de estímulos, la disminución del rendimiento
es muy marcada.

1.4.3. Alteraciones de la atención selectiva

Clínicamente, estas alteraciones pueden manifestarse de dos formas diferen-


tes:

• Por un lado, una atención guiada en exceso por la estimulación externa


lleva a un aumento de la distractibilidad, típica en pacientes con lesión
frontal. Podría decirse que estos pacientes viven guiados por la estimula-
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 25 Neuropsicología de la atención

ción externa, sin capacidad para seleccionar adecuadamente qué estímulos


o metas son los apropiados en cada situación: allí donde haya un estímulo
con capacidad para atraer su atención, irá su conducta. El caso extremo
de alteración son las llamadas conductas de utilización, consistentes en usar
repetidamente, de manera impulsiva y sin ninguna finalidad, los objetos
que tiene delante aunque sea inapropiada o innecesaria dicha utilización
en ese momento.

Ejemplo

Un ejemplo de estas conductas de utilización sería el de un paciente que comienza a


peinarse en presencia de un cepillo de pelo sin que tal acción haya sido decidida de forma
intencional por el sujeto o indicada por el evaluador.

• Por otra parte, las dificultades de atención selectiva pueden manifestarse


mediante una conducta rígida, inflexible o perseverativa. Tanto las altera-
ciones del componente ejecutivo de la atención como las del componente
de orientación pueden estar en la base de las manifestaciones clínicas de
la atención selectiva descritas.

1.4.4. Alteraciones de la atención alternante

Las alteraciones de la atención alternante consisten en la incapacidad para


cambiar el foco de atención ente atributos de la estimulación atendidos, tareas
o metas de acción y es una de las alteraciones neuropsicológicas más frecuen-
tes. Muchos pacientes tienen dificultades para abandonar momentáneamen-
te una tarea, realizar otra acción y volver a la tarea que habían abandonado
justo donde la dejaron. Se manifiesta en aquellos pacientes con dificultades
para adaptar la conducta a las necesidades cambiantes del entorno, en aquellas
situaciones en las que hay que reorientar las metas y los patrones de acción
cuando el modo activo de actuación no lleva a la consecución del objetivo.
Muriel Lezak señaló que los problemas en este componente implican un ras-
treo defectuoso del entorno y dificultades para cambiar la atención de un lu-
gar a otro (Lezak, 1983).

Por otro lado, la rigidez conceptual derivada de las alteraciones de atención


alternante conlleva abordajes rígidos en la comprensión y solución de proble-
mas. Dicho de otro modo, aparece una dificultad para situar la atención fue-
ra de los propios pensamientos, donde queda fijada, por lo que los pacientes
muestran una conducta estereotipada, perseverativa y poco adaptativa. Por lo
tanto, parece que también es necesaria la participación de múltiples procesos
cognitivos (como la memoria operativa) para el correcto funcionamiento de
esta capacidad.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 26 Neuropsicología de la atención

1.4.5. Alteraciones de la atención dividida

Las situaciones cotidianas que requieren dividir la atención son la norma, no la


excepción. Las dificultades para realizar simultáneamente varias tareas cons-
tituyen uno de los principales problemas en pacientes con lesión cerebral y
condicionan, en gran medida, la readaptación laboral y la reincorporación a
la vida cotidiana. Tareas que antes eran automáticas para el paciente deben ser
realizadas de manera controlada, lo cual limita considerablemente la veloci-
dad y la eficacia de la ejecución. Algunos autores dudan de la existencia de una
habilidad específica para dividir la atención. Por el contrario, postulan que se
trata de una capacidad de atención alternante muy rápida entre varias tareas.
Más recientemente algunos modelos teóricos sobre el control cognitivo han
señalado que las situaciones multitarea podrían requerir de un nivel de control
atencional incluso superior al control necesario para el cambio de tarea. Este
nivel se ha denominado control de binding e implicaría la capacidad de reto-
mar, en el punto adecuado, una actividad dada cuando ha sido interrumpida
por una segunda tarea. A este respecto resultará relevante de cara a la labor
clínica discriminar en cada paciente si las dificultades observadas se deben a
una limitación en la capacidad de procesamiento o si se pueden explicar por
una reducción de la flexibilidad cognitiva.

1.4.6. Alteraciones de la velocidad de procesamiento de


información

En este apartado conviene recordar que, tal y como ha sido demostrado por
diversos autores, la lentitud en el procesamiento de la información subyace
a la explicación de muchas de las dificultades atencionales que muestran los
pacientes en los tests de evaluación neuropsicológica que tienen en cuenta el
tiempo de ejecución (por ejemplo Stroop, TMT; Ríos, Periáñez y Muñoz-Cés-
pedes, 2004). El neuropsicólogo tiene como labor separar qué parte de las al-
teraciones del paciente se debe a la lentitud y qué parte es consecuencia de la
alteración específica de un componente atencional. Sólo si se realiza esta di-
sociación se podrán seleccionar adecuadamente los objetivos del tratamiento.
Si un paciente presenta dificultades en la velocidad de procesamiento exclusi-
vamente, no será necesario focalizar los objetivos del tratamiento al entrenar
un componente atencional (ya que puede funcionar correctamente). Por el
contrario, habrá que llevar a cabo, por ejemplo, un programa de manejo de
la presión del tiempo o valorar la capacidad de recuperación de la velocidad
perdida. Por último, la lentitud puede ser una expresión de una reducción en
la alerta tónica, pero también puede deberse a una alteración más específica
para un proceso cognitivo y estar vinculada sólo con él.

Así, por ejemplo, muchos pacientes con traumatismo craneoencefálico pueden mostrar
tiempos de reacción muy rápidos en tareas de detección de estímulos, pero estos tiempos
aumentan considerablemente cuando es necesaria la toma de decisiones (y la participa-
ción, por ejemplo, de los lóbulos frontales).
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 27 Neuropsicología de la atención

1.5. Trastornos de la atención

1.5.1. El síndrome confusional agudo

El síndrome confusional agudo (SCA), también denominado delirio, puede


definirse como un cambio abrupto del estado mental de la persona en el que
se produce una alteración en el nivel de conciencia y un déficit grave en la
atención, la memoria y las funciones cognitivas en general.

Es un síndrome que puede manifestar diversos signos y síntomas, y más que


una enfermedad en sí mismo, representa una manifestación de otra enferme-
dad o alteración subyacente que está afectando al sistema nervioso central.
El SCA, por tanto, siempre indica gravedad, puesto que su aparición alerta al
clínico de la presencia de disfunción cerebral. Se trata de una urgencia médica
en la que resulta fundamental la realización de un diagnóstico lo más rápido
posible para poder encontrar su causa y comenzar el tratamiento médico al
paciente.

Aunque se trata de un síndrome cuyo abordaje y manejo es estrictamente mé-


dico, resulta imprescindible que el neuropsicólogo se familiarice y sea capaz de
diferenciar y de detectar este síndrome dada su frecuencia entre los pacientes
neurológicos, con el fin de orientar y redirigir a estos pacientes a una consulta
médica urgente. La exploración neuropsicológica no puede realizarse cuando
alguien padece un síndrome confusional, y este es un argumento contundente
para saber detectarlo y no cometer errores graves de interpretación del déficit
cognitivo.

Características clínicas

El paciente con un síndrome confusional agudo es un paciente que inicia de


forma abrupta o subaguda un cuadro en el que rápidamente va mostrando
una alteración en el contenido de su discurso acompañado de desorientación
en tiempo, espacio y persona, una incapacidad para retener información y, a
veces, un estado de agitación. Las alucinaciones pueden acompañar al cuadro,
y cuando están presentes, suelen ser normalmente de tipo visual o somato-
sensorial. El cuadro instaurado no es estable, sino que fluctúa a lo largo del
día, mostrando cambios que van desde los cuadros de agitación e hipercine-
sia, hasta estados de somnolencia y baja actividad motora. Incluso durante la
exploración del estado mental del paciente, se puede observar cómo su alerta
es cambiante y cómo fluctúa su capacidad de interacción y de respuesta a las
preguntas del examinador. Si el clínico se entretiene con el paciente, observará
cómo a veces es capaz de responder correctamente lo que hace un momento
no sabía contestar.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 28 Neuropsicología de la atención

Ejemplo

Es posible que un compañero visite al paciente de la habitación 8 aproximadamente a


las 15 h y al volver nos explique que es un paciente imposible de explorar porque se
muestra agresivo, agitado, grita y no hay forma de que pueda ser explorado. Tres horas
después, cuando subimos nosotros para visitar al mismo paciente, creemos que nuestro
compañero se refiere a otro enfermo distinto, porque la persona que ocupa la habita-
ción 8 es alguien silencioso, ausente, que lentamente y con dificultades va contestando
a nuestras preguntas. Aunque no ha dejado de ser incoherente en el contenido de sus
respuestas, mantiene la alteración del nivel de conciencia y los déficits cognitivos son
los mismos, parece alguien muy diferente al que nos contó el compañero que lo visitó
antes que nosotros.

Las principales características del síndrome confusional agudo pueden resu-


mirse en las siguientes:

• Alteración del nivel de conciencia.

• Trastorno atencional grave que impide al paciente centrar y dirigir su aten-


ción para la realización de cualquier tarea.

• Desorientación en tiempo, espacio y persona.

• Alteración grave de la memoria inmediata, de la memoria reciente y de


la memoria remota. Normalmente el paciente tiende a la fabulación, aun-
que se trata de una fabulación poco creíble, variable y sin estructuración
alguna.

• Déficit global en el funcionamiento cognitivo.

• Alteraciones perceptivas que son más frecuentes por la tarde. Habitual-


mente se presentan en forma de alucinaciones visuales o somatosensoria-
les.

• Alteración del ritmo sueño-vigilia, con oscilaciones en las que el paciente


presenta somnolencia e hipocinesia o bien hipercinesia y agitación.

Criterios diagnósticos DSM-IV para el síndrome confusional agudo

• Dificultad para mantener la atención ante estímulos externos y para dirigir la aten-
ción de forma apropiada a estímulos nuevos.

• Pensamiento desorganizado que se manifiesta a través de un lenguaje vago, irrele-


vante e incoherente.

• Al menos dos de los siguientes síntomas:


– Alteraciones del ciclo sueño-vigilia, con insomnio o somnolencia durante el día.
– Desorientación en tiempo, espacio y persona.
– Aumento o disminución de la actividad motora.

• Síntomas clínicos que se desarrollan en un corto periodo de tiempo (habitualmente


horas o días) y que tienden a fluctuar en el curso del día.

• Cualquiera de los siguientes:


CC-BY-NC-ND • PID_00241624 29 Neuropsicología de la atención

– Demostración a través de la historia, del examen físico y de las pruebas de labora-


torio de una causa orgánica específica que se estima etiológicamente relacionada
con la alteración.

– En ausencia de tal evidencia, puede presuponerse un factor etiológico orgánico si


la alteración no puede atribuirse a ningún tipo de trastorno mental no orgánico.

Fisiopatología

Todavía se desconocen los mecanismos fisiopatológicos que producen un sín-


drome confusional, aunque es evidente que el sistema reticular ascendente es
el responsable de la alteración y de las fluctuaciones en el nivel de alerta. En
el SCA se producen cambios en diferentes sistemas de neurotransmisores, que
son responsables de una parte de la clínica del mismo; entre estos cambios
destacan:

• El déficit colinérgico central.


• Un aumento de la función dopaminérgica.
• Una reducción de la serotonina y del GABA.
• Un aumento de los niveles de glutamato.

Algunos estudios han sugerido que la disfunción glutamatérgica puede ser, in-
cluso, la responsable de la presencia de déficits a largo plazo en los pacientes
que padecen un síndrome confusional. Las endorfinas pueden estar aumenta-
das en estos pacientes, lo que justificaría un elevado grado de anestesia durante
el cuadro y podría ser una explicación para el elevado número de autolesiones
que suelen observarse en estos pacientes.

Se han propuesto modelos explicativos como la hipótesis de la inflamación


asociada a sepsis, la baja perfusión sanguínea cerebral o la presencia de un
patrón de ondas lentas en el electroencefalograma (EEG), aunque probable-
mente necesitemos de un modelo multifactorial para explicar todo el cuadro.
Algunos estudios realizados con técnicas de neuroimagen funcional han de-
mostrado que durante el SCA se observa una hipoperfusión significativa en
regiones de los lóbulos frontal, temporal y en los ganglios basales.

Recientemente se han descrito algunos posibles biomarcadores del SCA, entre


los que destacan un aumento de melatonina en suero, la presencia de altos
niveles de actividad anticolinérgica y la presencia de una proteína denomina-
da S100B. Se trata de biomarcadores en estudio que todavía no se utilizan en
la práctica clínica habitual con estos pacientes.

Factores predisponentes y causas

Algunos factores actúan de predisponentes para padecer un síndrome confu-


sional, entre los que destacan tener una edad avanzada, haber tenido una le-
sión o enfermedad cerebral previa, o antecedentes de abuso crónico de alcohol
u otras drogas. Algunos autores añaden que otros factores psicosociales como
la depresión, el estrés o incluso la falta de apoyo familiar, pueden actuar co-
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 30 Neuropsicología de la atención

mo predisponentes. También son factores que pueden predisponer al cuadro


todos aquellos que están relacionados con la propia hospitalización: desde la
inmovilización, la deprivación de sueño, hasta la sobreestimulación (ruidos,
personal, conversaciones, sonidos de otros pacientes, etc.).

Las causas que pueden generar un SCA son diversas. Prácticamente cualquier
enfermedad moderadamente grave puede ser responsable de su aparición, bien
se trate de una infección, una alteración iónica, patología neurológica, pul-
monar, cardiaca, o bien una toma inapropiada o una retirada abrupta de de-
terminados fármacos o sustancias tóxicas. A continuación aparecen algunas
de las causas más frecuentes que provocan un síndrome confusional:

• Patologías�neurológicas:
– Ictus.
– Encefalopatía hipertensiva.
– Hematoma subdural.
– Hemorragia subaracnoidea.
– Hidrocefalia normotensiva.
– Meningoencefalitis y encefalitis.
– Enfermedad degenerativa.
– Lesión ocupante de espacio: hemorragias, tumores, abscesos.

• Alteraciones�metabólicas:
– Disfunción renal.
– Disfunción hepática.
– Anemia.
– Hipoxia.
– Hipoglucemia.
– Déficit de tiamina, ácido fólico y vitamina B12.

• Cambios�hidroelectrolíticos:
– Deshidratación.

• Enfermedades�cardiopulmonares:
– Infarto agudo de miocardio (IAM).
– Arritmias.
– Insuficiencia respiratoria.

• Enfermedades�sistémicas:
– Infecciones: sepsis, neumonía, VIH, encefalitis...
– Neoplasias.
– Fiebre o hipotermia.

• Post�operatorios.

• Consumo�prolongado�o�abstinencia�de:
– Alcohol.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 31 Neuropsicología de la atención

– Anfetaminas.
– Cannabis.
– Cocaína.
– Alucinógenos.
– Opiáceos.
– Fenciclidina.
– Sedantes.
– Hipnóticos.

• Intoxicación�por�tóxicos:
– Metales pesados.
– Anticolinesterásicos.
– Insecticidas órgano fosforados.
– CO y CO2.
– Fuel o solventes orgánicos.

• Intoxicación�por�fármacos�o�retirada�abrupta�de�fármacos:
– Antidepresivos tricíclicos.
– IMAOS.
– Corticoides.
– Anticolinérgicos.
– Neurolépticos.
– Betabloqueantes.
– Etc.

Diagnóstico

Es importante el diagnóstico temprano del síndrome confusional, puesto que


se trata de un síndrome que, aunque indica gravedad, es reversible si se trata
la causa. Para realizar un diagnóstico son imprescindibles:

• Una anamnesis completa en la que los familiares informen acerca del es-
tado basal del enfermo, de su capacidad cognitiva previa y de su inde-
pendencia en el funcionamiento cotidiano. Debe recogerse información
acerca de la forma en que se inicia el cuadro (aguda, progresiva, etc.), y
también de todos los antecedentes médicos y farmacológicos del pacien-
te. Una buena cronología del proceso es fundamental para establecer un
diagnóstico y poder diferenciarlo de otras patologías con las que comparte
el deterioro cognitivo, como es el caso de las demencias.

• Una exploración física, en la que se valora el estado de las constantes vi-


tales y se descarta la presencia de patología neurológica focal. Se incluye
la realización de pruebas de laboratorio o de neuroimagen como el TAC o
la RM, necesarias para descartar alteraciones estructurales.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 32 Neuropsicología de la atención

• Una exploración del estado mental del enfermo, en el que será imprescin-
dible valorar la capacidad atencional, la orientación temporoespacial y en
persona, la memoria tanto a corto como a largo plazo, la coherencia del
contenido del pensamiento, que se altera como consecuencia de la inca-
pacidad de mantener la atención, y la percepción, sobre todo, la presencia
de alucinaciones somatosensoriales y/o visuales. Es de especial interés va-
lorar la presencia de fluctuaciones que se produzcan a lo largo del día o
incluso durante la propia exploración, se trate de fluctuaciones en el ren-
dimiento cognitivo o conductual (agitación-somnolencia).

El síndrome confusional agudo podría llegar a confundirse con algún tipo de


demencia y también con alguna patología psiquiátrica como una depresión
grave, un trastorno disociativo o la esquizofrenia. Además de las diferencias
clínicas entre ellas, la anamnesis y los antecedentes previos de patología psi-
quiátrica resultan fundamentales en el diagnóstico diferencial. En la tabla si-
guiente se puede observar cuáles son las principales diferencias entre un SCA
y la demencia tipo Alzheimer, que es la causa más frecuente de demencia.

S. confusional Alzheimer

Inicio Agudo Insidioso

Nivel de conciencia Alterado Normal

Orientación Alterada Alterada

Atención Gravemente alterada Normal o alteración leve

Memoria Alteradas todas las memorias Al principio, solo alterada la


memoria reciente

Lenguaje Incoherente Afasia

Alucinaciones Frecuentes visuales o somato- Poco frecuentes


sensoriales

Fluctuación Presente Ausente

Evolución Reversible Irreversible

Tratamiento

El abordaje del síndrome confusional es estrictamente médico. El paciente


recibirá tratamiento para paliar los síntomas (agitación o alucinaciones, por
ejemplo), y también un tratamiento orientado a eliminar la etiología del cua-
dro.

Como medidas de tratamiento deben contemplarse también aquellas inter-


venciones ambientales que pueden contribuir a la orientación del paciente.
Entre ellas, podemos destacar la presencia de objetos familiares al paciente,
la presencia de una persona familiar que se mantenga cerca del enfermo en
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 33 Neuropsicología de la atención

sus despertares, la presencia de luz, la limitación del número de visitas, etc.


Diversos estudios han relacionado la presencia de síndrome confusional du-
rante la estancia en los centros hospitalarios y la presencia posterior de déficit
cognitivo, sobre todo de trastorno atencional y déficit de memoria. Las inter-
venciones tempranas orientadas a reducir la presencia y duración del SCA so-
bre estos pacientes podrían paliar los efectos a largo plazo sobre las funciones
cognitivas.

En la actualidad, muchas unidades de cuidados intensivos tienen en cuenta


el posible efecto de las variables ambientales sobre la duración del síndrome
confusional y llevan a cabo pequeños protocolos de actuaciones dirigidas a
orientar al paciente, tales como apagar la luz durante la noche, mantener a
un familiar cercano al lado del enfermo y propiciar un ambiente agradable sin
exceso de ruidos.

Secuelas cognitivas

En principio, el síndrome confusional es un trastorno reversible en el que los


pacientes afectados vuelven a recuperar su estado cognitivo normal. No obs-
tante, algunos pacientes pueden presentar secuelas a medio y largo plazo. Es
el caso de los pacientes de edad avanzada o de los pacientes que han estado
ingresados en la UCI y que se han mantenido en estados prolongados de sín-
drome confusional. En estos pacientes es muy frecuente observar la presencia
de quejas subjetivas y de déficits de memoria a medio y a largo plazo. Aunque
esta relación está todavía poco estudiada, sabemos que en estos pacientes se
producen cambios estructurales, como una reducción del tamaño ventricular,
un aumento de la atrofia cortical o lesiones en la sustancia blanca cerebral.
De todas las variables que pueden influir en la aparición de déficit cognitivo
en los pacientes post-UCI, la duración del síndrome confusional es la que más
se ha relacionado con la presencia de alteraciones neuropsicológicas en estos
pacientes.

Algunas personas, sobre todo pacientes vulnerables de edad avanzada, pueden


no volver a recuperar su estado mental previo y quedar permanentemente en
un estado confusional. Cuando un paciente mantiene este síndrome durante
un periodo que sobrepasa los 6 meses, se entiende que el SCA ya no va a ser
reversible y se presentará de forma crónica. En estos casos, la secuela cognitiva
del paciente es equivalente a la de un estado de demencia avanzado, en el que
la persona es completamente dependiente de los demás para sus autocuidados
y para realizar las tareas de la vida diaria.

1.5.2. Síndrome de heminegligencia unilateral

El síndrome de heminegligencia unilateral consiste en una alteración de la ca-


pacidad de atender a la información ubicada en el hemiespacio o hemicuerpo
contralateral del hemisferio cerebral en el que se produce la lesión que la pro-
voca. Habitualmente, las lesiones que producen este trastorno se localizan en
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 34 Neuropsicología de la atención

el hemisferio derecho, por lo que la heminegligencia se produce generalmente


con relación a la información del lado izquierdo de la persona. En general, la
heminegligencia que se produce por una lesión en el hemisferio izquierdo es
más leve que cuando la lesión se localiza en el lado derecho, y este es uno de
los hallazgos que llevó a M. Mesulam a hipotetizar que el hemisferio derecho
es dominante para el control atencional visual.

Los pacientes con este trastorno actúan como si su lado izquierdo no existie-
ra, ignorando la presencia de objetos, personas, e incluso de su propia mano
izquierda. La heminegligencia se manifiesta de formas diversas y puede obser-
varse desde un déficit leve, hasta un trastorno verdaderamente incapacitante.
En casos graves, estos pacientes llegan a comer solamente la mitad derecha del
plato, o pueden peinarse o pintarse solamente la mitad de su rostro. Aunque
la heminegligencia visual es la más estudiada, también es posible observar una
heminegligencia de tipo somatosensorial o auditiva, en la que el paciente no
responde a estímulos táctiles y auditivos cuando estos se presentan en el lado
izquierdo del cuerpo.

Dibujos realizados por pacientes afectados de heminegligencia, en los que se observa que ha omitido la parte izquierda de la
copia de una casa y donde ha distorsionado la distribución de las horas en el reloj tendiendo a colocarlas en el hemiespacio
derecho.

Clínicamente podemos observar las siguientes manifestaciones:

• Hemi-inatención: el paciente no responde a estímulos que son presenta-


dos en el lado contralateral a la lesión, o bien no dirige la atención hacia
el hemiespacio de ese lado.

• Extinción: el paciente no responde a estímulos presentados en el hemi-


espacio contralateral a la lesión, pero solamente cuando se presentan dos
estímulos simultáneos, uno en cada hemiespacio visual. Ante la presenta-
ción bilateral simultánea, el paciente extingue la presencia del estímulo
presentado contralateralmente a la lesión.

• Hemiasomatognosia: negligencia relacionada con el propio cuerpo en la


que el paciente actúa como si solamente tuviera la mitad de sus extremi-
dades. No utiliza su mano izquierda porque el paciente no parece tener
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 35 Neuropsicología de la atención

una representación sensorial de su extremidad como tal. A veces, puede


mostrar indiferencia hacia su mitad del cuerpo, pero en algunos casos pue-
de observarse incluso negación de que esa extremidad le pertenezca.

• Hemiacinesia: el paciente no utiliza la mano contralateral a la lesión, o


reduce su movilidad. En casos más leves, puede observarse solamente lo
que denominamos impersistencia�motora, es decir, una pérdida del mo-
vimiento de la mano contralateral a la lesión cuando se pide al paciente
que mantenga ambas manos en un movimiento persistente.

• Heminegligencia�representacional: se refiere a la capacidad de imaginar


el espacio ubicado en el lado contralateral a la lesión. Bisiach y Luzzati
describieron, en 1978, una forma de heminegligencia en la cual los pa-
cientes no solo presentaban un trastorno consistente en dirigir la atención
hacia su hemiespacio izquierdo, sino que tampoco eran capaces de imagi-
nar mentalmente su lado izquierdo. En la actualidad, nadie discute este
aspecto representacional de la heminegligencia.

Sacks y la hemiasomatognosia

El neurólogo y escritor O. Sacks describe en uno de sus libros el caso de un paciente


que ingresa en el hospital para que los médicos puedan estudiar su pierna izquierda que
desde hacía unos días se mostraba torpe. Durante su estancia en el hospital, el paciente
se despertó a media noche y encontró una pierna en su cama. Al principio creía que le
habían gastado una broma desagradable, pero poco a poco se fue asustando tanto que
con su pierna y mano derechas, la lanzó al suelo, con la consiguiente caída inexplicable
del resto del cuerpo. Una vez en el suelo, todavía se horrorizó más, pues esa pierna que
estaba en su cama se había pegado a su cuerpo. El paciente no reconocía como propia
su pierna izquierda y no podía entender qué hacía en su propia cama una pierna ajena.
Presentaba un cuadro de hemiasomatognosia.

O. Sacks (2004). El hombre que confundió a su mujer con un sombrero. Barcelona: Anagrama.

Fisiopatología

La heminegligencia se observa tras lesiones en el lóbulo parietal, en el tálamo


o en el lóbulo frontal del hemisferio derecho, aunque también es posible ob-
servar este trastorno con lesiones en la sustancia blanca, en el caudado, en el
putamen y en la formación reticular, siendo estos últimos menos frecuentes.

Según Mesulam, en el fenómeno de la heminegligencia se ponen de manifiesto


distintos componentes que determinan directamente la clínica del trastorno
y que, en definitiva, implican distintos circuitos pertenecientes a una misma
red neuronal que se activan para la organización de la atención selectiva y del
control del espacio extrapersonal:

• Un componente sensorioperceptivo y representacional en el que inter-


vienen el córtex parietal y el tálamo (n. pulvinar).
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 36 Neuropsicología de la atención

• Un componente motor, que permite la exploración y búsqueda visual,


en el que estarían implicados el córtex frontal, el estriado y el colículo
superior.

• Un componente límbico, en el que juega un papel fundamental el córtex


cingular.

• Un componente de activación o arousal, en el que participan la formación


reticular en el mesencéfalo y el núcleo intralaminar del tálamo.

Según donde se localice la lesión, la clínica que se observará afectará a uno o


varios de estos componentes y los trastornos variarán de un paciente a otro.
Este es el motivo por el que podemos diferenciar un tipo de heminegligencia
sensorial, motora o representacional y por el que se explica el hecho de que
la clínica sea variada en los pacientes, pudiendo encontrar un componente
alterado o, en los casos más graves, todos los componentes alterados simultá-
neamente.

Además de Mesulam, otros autores han elaborado teorías explicativas para este
trastorno:

• K. M. Heilman entendía que la heminegligencia se produce por una alte-


ración o interrupción del circuito límbico reticular cortical, que es el que
mediatiza la respuesta de orientación al espacio extrapersonal. La interrup-
ción de este circuito en el hemisferio lesionado produciría una reducción
de la activación o arousal y, como consecuencia, una reducción de la in-
tencionalidad para actuar en el hemiespacio contralateral a la lesión.

• Para M. Kinsbourne, el origen de la heminegligencia se encuentra en una


alteración que se localiza en el tronco encefálico y que origina un desequi-
librio en los mecanismos de control de la atención.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 37 Neuropsicología de la atención

2. Evaluación neuropsicológica de la atención

Independientemente de cuál sea el motivo de consulta en la exploración neu-


ropsicológica deberían utilizarse siempre pruebas para explorar la capacidad
atencional en sus diferentes dimensiones. La atención es una función cogni-
tiva imprescindible para el buen rendimiento en otros procesos cognitivos. El
rendimiento atencional, así como la posible fluctuación a lo largo de la explo-
ración neuropsicológica se�tendrán�en�cuenta�para�interpretar�el�resto�de
las�pruebas�neuropsicológicas.

Deberá interpretarse con cautela aquellas tareas que se han realizado


con niveles bajos de atención, pues los resultados no son generalizables
a situaciones en las que el paciente tiene el nivel atencional más pre-
servado.

A continuación se plantean dos situaciones en las que tener en cuenta el as-


pecto atencional puede cambiar la conclusión de la exploración neuropsico-
lógica.

Situación número 1

Estamos valorando la lectura en voz alta de un paciente y nos damos cuenta de que
comete errores. En este punto hemos de hacer varias cosas: a) observar el tipo de
errores y la perseverancia de estos; b) valorar de forma cualitativa el estado atencio-
nal del paciente durante la prueba; c) obtener medidas atencionales objetivas. Si hay
dificultades atencionales objetivables, y además nos damos cuenta de que los errores
del paciente son omisiones de palabras e incluso letras, salta líneas enteras y pierde
el hilo, probablemente nos encontremos ante un paciente con errores en la lectura
explicados por un déficit atencional. Mientras que si no interpretamos estos errores
atendiendo al nivel atencional del paciente, seguramente concluiremos que existen
dificultades y errores en los procesos de lectura. Estas dos conclusiones llevan a diag-
nósticos clínicos muy distintos.

Situación número 2

En esta otra situación imaginemos que estamos valorando la capacidad de compren-


sión de un paciente mediante el Token Test. Esta prueba valora la comprensión au-
dioverbal mediante distintas consignas verbales que da el examinador, en las que se
pide al paciente que haga determinados movimientos con unas fichas. En este caso
el paciente comete varios errores por lo que obtiene una puntuación que lo sitúa en
la categoría de alterado. Si no tenemos en cuenta aspectos atencionales, nos queda-
ríamos con esta conclusión. Si valoramos la atención mediante pruebas objetivas,
puede suceder que se trate de un paciente con una alteración moderada-grave de la
capacidad atencional, e incluso de la memoria de trabajo, que le impidan retener las
consignas que ha de realizar posteriormente, sobre todo las más largas, y que por
tanto no pueda realizar lo que le pedimos. En este caso, nuevamente, no tener en
consideración aspectos atencionales nos puede llevar a conclusiones erróneas y, en
definitiva, a diagnósticos clínicos muy distintos.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 38 Neuropsicología de la atención

En toda exploración neuropsicológica, pero especialmente en la valoración


de las funciones atencionales, debe evitarse la presencia de ruido ambiental o
posibles distractores.

Aunque la atención la mediremos con pruebas neuropsicológicas estandari-


zadas, no debe descuidarse la valoración de sus aspectos más cualitativos. La
observación�del�comportamiento del examinado nos dará mucha informa-
ción acerca de su estado atencional y de alerta: ¿pierde el hilo de la conversa-
ción?, ¿necesidad de repetición constante de las consignas, y no por proble-
mas de comprensión?, ¿desconexiones espontaneas?, ¿fluctuación de la aten-
ción?, ¿reducción del nivel de alerta? etc. Todos estos aspectos nos aportan
información imprescindible del funcionamiento atencional del paciente.

Es importante que la elección de los tests que se utilizarán se realice atendien-


do�a�la�patología que se va a valorar. En el caso de evaluar la atención sosteni-
da y la velocidad de procesamiento en un paciente con Parkinson, por ejem-
plo, deberá evitarse utilizar pruebas con un componente motor, como el sub-
test de claves del WAIS. En su lugar, será más apropiado la utilización de otras
formas orales como la del Symbol Digit Modalities Test.

Además, como ocurre en toda la exploración neuropsicológica, es imprescin-


dible adaptarse a variables�personales�o�socioculturales como por el ejemplo
el analfabetismo, que obliga a escoger pruebas independientes de la educación.

Muchas pruebas que valoran la atención no lo hacen de manera aislada,


incluyen también aspectos ejecutivos, motores, de velocidad de proce-
samiento e incluso implican distintos tipos de atención.

Algunas de las pruebas que se utilizan habitualmente para valorar la atención

Principales pruebas de atención

Auditiva

Atención�selectiva�y�focalizada Tiempo de reacción por elección de estímulo verbal


Test de cancelación de letras
N-Back Task

Atención�sostenida Paced Auditory Serial Addition Test

Atención�alternante Control mental (WMS)

Atención�dividida PASAT: Paced Auditory Serial Addition Test


Secuencia alfanumérica
Tareas de escucha dicótica

Velocidad�de�procesamiento Symbol Digit Modalities Test

Visual

Debe tenerse en cuenta que muchas de las pruebas deberían ubicarse en diversas casillas al mismo tiempo, puesto que implican
distintos aspectos atencionales y de velocidad, al mismo tiempo. Fuente: información extraída de Lezak y otros (2012).
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 39 Neuropsicología de la atención

Principales pruebas de atención

Atención�selectiva�y�focalizada Tareas de tiempo de reacción con elección de estímulo vi-


sual
D2
Test de Stroop (inhibición respuesta automática)
Trail Making Test (inhibición y flexibilidad)
Test de atención breve (Schretlen, PAR, Inc.)

Atención�sostenida Continuos Performance Test (CPT).


Tareas de cancelación de dibujos
California Computerized Assessment Package

Atención�dividida TAP: prueba atención dividida estimulo visual

Atención�alternante Trail Making Test-B

Velocidad�de�procesamiento Búsqueda de símbolos


Clave de números

Debe tenerse en cuenta que muchas de las pruebas deberían ubicarse en diversas casillas al mismo tiempo, puesto que implican
distintos aspectos atencionales y de velocidad, al mismo tiempo. Fuente: información extraída de Lezak y otros (2012).

2.1. Evaluación de la atención sostenida

El nivel de vigilancia está ligado a procesos de mantenimiento o sostenimiento


de la atención en los que el sujeto debe focalizar y mantener la atención du-
rante largos períodos de tiempo. La atención�sostenida es necesaria para ob-
tener un buen rendimiento en muchas pruebas cognitivas. Los tests que valoran
atención sostenida requieren que el paciente sea capaz de focalizar y mantener
la atención para detectar estímulos concretos durante un tiempo. La atención
sostenida puede medirse con pruebas sencillas como los tests de cancelación
o con pruebas más complejas y variadas como el Continuos Performance Test
(CPT).

El Continuos Performance Test valora la atención�sostenida y otras funciones


cognitivas de tipo ejecutivo, como la capacidad de inhibición de respuesta. En
pruebas de atención sostenida, acostumbra a observarse una caída en el ren-
dimiento de la tarea tras los primeros minutos. Este es un fenómeno normal
que ocurre en la mayoría de las personas, se conoce como decremento de la
vigilancia, expresada como una caída en la curva atencional ante tareas mo-
nótonas y repetitivas. Se trata de uno de los índices más utilizados para anali-
zar el rendimiento en la ejecución de este tipo de tarea, indica el declive en el
número de estímulos detectados correctamente a lo largo del tiempo. En los
pacientes con alteración en la atención sostenida, la reducción en la vigilancia
aparece mucho más pronto, se cometen más errores por omisiones (estímulos
objetivo que no son detectados) y se reduce el número de respuestas correctas.

Los errores por comisión (ítem que es reconocido erróneamente como estímu-
lo objetivo) sugieren dificultades en la inhibición de respuestas.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 40 Neuropsicología de la atención

En general, este tipo de pruebas son muy utilizadas para valorar la atención
sostenida en pacientes con trastorno con déficit de atención, puesto que son
tareas muy monótonas en donde el componente motivacional es muy redu-
cido.

En pruebas de atención�sostenida la mayoría de los sujetos tienden a


reducir el rendimiento a lo largo del tiempo. Los pacientes con déficit
atencional suelen reducir el rendimiento antes de lo esperado, además
de cometer más errores por omisión o comisión.

2.2. Evaluación de la atención selectiva

La atención selectiva se podrá valorar utilizando pruebas que requieran una


respuesta del paciente ante un elemento seleccionado de entre al menos dos.
La manera más sencilla de valorar la atención selectiva es utilizar programas
de ordenador en los que se recoge el tiempo de reacción del individuo ante
la selección de un determinado estímulo. Las más típicas son las pruebas en
que el sujeto debe estar atento a la aparición de un determinado estímulo y
responder a este. Los tests de cancelación de letras o dibujos valoran la aten-
ción selectiva.

Una tarea clásica para medir la atención selectiva es el paradigma de oddball,


que consiste en la presentación de una serie de estímulos en el centro de la
pantalla, a los cuales debe responder o ignorar en función de características
determinadas (el color o la forma).

El test de Stroop y el Trail Making Test (TMT), aunque son pruebas que implican
atención selectiva, son específicas para valorar aspectos ejecutivos específicos.
El test de Stroop se diseñó para para valorar la capacidad del individuo para
la inhibición de la respuesta automática, y por tanto, debe utilizarse con esa
finalidad. En esta prueba el sujeto tiene que inhibir el estímulo prepotente,
que funciona como distractor (la palabra escrita), y focalizar su atención en el
estímulo diana (color de la tinta). El Trail Making Test es una prueba de función
ejecutiva, que aunque implica atención selectiva y velocidad de rastreo visual,
es una prueba elaborada con el objetivo de valorar la flexibilidad mental o la
capacidad de cambio.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 41 Neuropsicología de la atención

2.3. Evaluación de la atención alternante y el rastreo visual

Las tareas de rastreo�visual pueden requerir que el sujeto rastree dos o más
estímulos o ideas a la vez, de manera alternante o secuencial. Pacientes con
daño cerebral pueden tener muchas dificultades en el rastreo complejo. El Bell
test y el TMT son pruebas que precisan rastreo visual para poder ser realizadas.
Por un lado el TMT-A mide atención sostenida, atención selectiva, velocidad
de procesamiento y control visuomotor. En esta prueba el paciente ha de ir
uniendo de forma ascendente mediante una línea números que están dibuja-
dos en un papel. Por otro, el TMT-B requiere procesos atencionales más com-
plejos. En este caso el examinado ha de alternar y poner en orden números y
letras. Valora la atención alternante, atención selectiva, memoria de trabajo y
el control visuomotor. La substracción del TMT-A al TMT-B resta los aspectos Test�Making�Test�parte�B

comunes como la velocidad y el rastreo visuoespacial y permite obtener me-


didas prefrontales de inhibición de una secuencia y de flexibilidad cognitiva.

2.4. Evaluación de la velocidad de procesamiento

Aunque muchas de las pruebas que valoran la atención implican velocidad de


procesamiento y aunque muchas de ellas disponen de mecanismos que nos
permiten aislar el componente de velocidad, existen también pruebas neu-
ropsicológicas más específicas que permiten evaluar la velocidad de procesa-
miento.

Las pruebas de tiempo�de�reacción simple y complejo proporcionan informa-


ción sobre la velocidad de procesamiento. El tiempo de reacción se encuentra
frecuentemente enlentecido cuando hay daño cerebral (sobre todo daño cere-
bral adquirido severo).

Los tests de sustitución de símbolos son muy utilizados para medir velocidad
de procesamiento. Además, requieren rastreo visual, atención sostenida, velo-
cidad de respuesta y coordinación visuomotora. El hecho de que este tipo de
tests suela realizarse en un tiempo límite y ponga en juego la velocidad motora
requiere que el evaluador preste atención a los posibles problemas motrices
del examinado. Ejemplo de este tipo de test, son clave de números y búsqueda de
símbolos de las escalas Wechsler, y el Symbol Digit Modalities Test. Este último
tiene, además, una versión oral y una escrita o visuomotora. La versión oral,
como se adelantaba antes, puede ser útil para valorar la velocidad de proce-
samiento cuando existe déficit motor, como por ejemplo, en pacientes con
enfermedad de Parkinson o con enfermedad de Huntington. Tener ambas ver-
siones del Symbol Digit Modalities Test nos permite compararlas. Obtener una
puntuación menor en alguna de las modalidades nos da información sobre la
afectación de esta.

En cuanto a la velocidad de procesamiento la veremos típicamente alterada en


personas con daño cerebral difuso y en enfermedades que cursen con lesiones
en la sustancia blanca como la esclerosis múltiple, o enfermedades cerebrales
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 42 Neuropsicología de la atención

vasculares. También puede verse afectada en pacientes con consumo crónico


de alcohol, con epilepsia o con algún tipo de encefalopatía. Pacientes con
daño en la velocidad de procesamiento pueden tener un buen rendimiento
en tareas de atención focalizada y afectación de procesos atencionales más
complejos, aunque a menudo los déficits en la velocidad de procesamiento
esconden problemas de atención.

2.5. Evaluación de la atención visual

La valoración de la atención visual es relevante ante pacientes con lesiones


parietotemporales posteriores, talámicas o frontales del hemisferio derecho,
puesto que pueden presentar heminegligencia unilateral izquierda. Para va-
lorar este tipo de trastorno, se pueden utilizar tareas de cancelación de ítems
como el test de las campanas (The Bells Test), el test de Albert u otras pruebas
como el Line Bisection Test.

En 1987 B. Wilson diseñó una prueba específica para valorar la heminegligen-


cia basada tanto en pruebas de papel y lápiz como en la respuesta a cuestiona-
rios comportamentales: Behavioural Inattention Test (BIT).

Lámina�del�test�de�Albert
Lámina del test de Albert utilizada para la
valoración de la heminegligencia, en donde se
observa la alteración grave en la atención visual
de un paciente con lesión parietal derecha.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 43 Neuropsicología de la atención

3. Rehabilitación neuropsicológica de las alteraciones


de la atención

Los diferentes aspectos de la atención descritos en apartados anteriores pueden


ser concebidos como el sustrato básico necesario para la ejecución de cualquier
tarea, por lo que su rehabilitación debe constituir un elemento indispensable
en cualquier programa de tratamiento que tenga como objetivo facilitar la re-
incorporación de los pacientes a las diferentes actividades cotidianas, sociales
y laborales.

La importancia de la recuperación de la atención en pacientes con alteraciones


neuropsicológicas de diferente índole es ampliamente reconocida, puesto que
el nivel de dificultad que los pacientes encuentran en la ejecución de tareas que
requieren atención parece ser un factor predictor de la posibilidad de volver
al trabajo y a realizar otras actividades funcionales significativas.

3.1. Aspectos generales para la estimulación de la atención

3.1.1. Estimulación y entrenamiento directo de los procesos


atencionales

A la hora de abordar la rehabilitación neuropsicológica de la atención, el en-


foque que cuenta con mayor aceptación es el que propone trabajar los aspec-
tos atencionales alterados de forma específica y directa, partiendo del princi-
pio según el cual para que haya mejoría es necesario abordar los componentes
concretos de la atención a través de entrenamientos específicos.

En los años 70, Ben-Yishay y sus colaboradores (Ben Yishay, Piasetsky y Rat-
tok, 1987) fueron los primeros en desarrollar una serie de ejercicios específicos
para el reentrenamiento de las capacidades atencionales, y la aceptación de la
distinción entre componentes de la atención ha sido incorporada en muchos
programas de entrenamiento (p. ej. Sohlberg y Mateer, 1987) en los cuales las
tareas que se proponen requieren diferentes tipos de atención. Desde este en-
foque, se pueden destacar dos procedimientos estructurados: el Attention pro-
cess training (APT) y el modelo de rehabilitación de la atención (ORM).

El programa Attention process training, de Sohlberg y Mateer, consta de un con-


junto de ejercicios dirigidos a rehabilitar la atención sostenida, selectiva, alter-
nante y dividida, ordenados jerárquicamente por su nivel de dificultad (Sohl-
berg y Mateer, 1987). En una de las tareas más sencillas que incluye el progra-
ma se requiere a los participantes que presionen un timbre todas las veces que
oigan el número tres. En un nivel más avanzado, se encuentran tareas en las
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 44 Neuropsicología de la atención

que, por ejemplo, se presentan a los sujetos los meses del año, de uno en uno,
y se les requiere que presionen un timbre siempre y cuando el mes recién pre-
sentado sea el mismo que el mes aparecido inmediatamente antes.

El modelo de Rehabilitación de la orientación (ORM) de Ben-Yishay, tam-


bién se desarrolla dentro del planteamiento específico del entrenamiento de
la atención (Ben Yishay y otros, 1987). Tanto la aproximación teórica como el
manejo práctico del programa se basan en el modelo de atención propuesto
por Posner y Petersen (1990). El entrenamiento pretende abordar las dificulta-
des atencionales siguiendo un orden hipotéticamente jerárquico e intentando
conseguir cinco objetivos diferentes:

1) La primera fase del programa persigue el aumento del nivel de alerta del
paciente.

2) A continuación se emplean ejercicios con tiempos de reacción, con la in-


tención de mejorar la velocidad de procesamiento.

3) El control atencional y la conciencia sobre los procesos de atención son los


objetivos de la tercera etapa.

4) Por último, en la siguiente fase se enseña a mantener la atención interna-


mente a través de ejercicios de estimación del tiempo.

5) La última finalidad es conseguir la interiorización de lo aprendido y el con-


trol atencional.

En nuestro país se encuentran comercializados programas de ordenador que


incluyen módulos dedicados a la estimulación de la atención. Los estudiaréis
en el módulo de las TIC en la rehabilitación neuropsicológica.

Un enfoque alternativo a la rehabilitación de la atención a través de estimu-


lación cognitiva para su restauración es la compensación, estrategia que pre-
tende paliar las dificultades del paciente.

La compensación de los déficits atencionales es un tipo de intervención que


abarca diferentes estrategias de tratamiento: entrenamiento de habilidades
atencionales específicas, aprendizaje de estrategias metacognitivas para ges-
tionar las dificultades atencionales, modificación del entorno y utilización de
ayudas externas. Dichas estrategias están destinadas a minimizar los déficits.

No nos detendremos en el análisis detallado de cada una de estas estrategias,


pero su simple denominación nos obliga a enfrentarnos con una de las clási-
cas cuestiones que se plantean a la hora de hablar sobre rehabilitación neuro-
psicológica: ¿Cuál es el mejor modo de proceder en la rehabilitación de los
procesos cognitivos como la atención? La respuesta es el resultado de un es-
tudio atento de cada paciente, en el que un buen profesional debería tener
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 45 Neuropsicología de la atención

en consideración diferentes factores: el tipo de paciente, la fase del proceso


de recuperación, el estado cognitivo general del paciente y la respuesta a la
intervención.

3.1.2. Efectividad y generalización de los resultados de la


intervención

Los pocos estudios de investigación existentes sobre la eficacia de los distintos


tipos de intervención dirigidos a las dificultades atencionales han llegado a
conclusiones divergentes. Los resultados obtenidos varían entre la ausencia
de cualquier tipo de efecto positivo sobre la ejecución en tareas que requie-
ren atención y la presencia de mejorías significativas. A pesar de estos incon-
venientes, dichos estudios han permitido extraer algunas conclusiones de im-
portancia para la estimulación y la rehabilitación.

En general, los resultados más favorables parecen derivar de los estudios que
emplean un proceso de estimulación secuencial y jerárquico dirigido a meca-
nismos atencionales específicos (Park y Ingles, 2001; Leclercq y Sturm, 2002),
frente a las intervenciones “no focalizadas”. Sin embargo, parece que la supe-
rioridad de los entrenamientos específicos solo resulta evidente si tiene lugar
durante la fase posaguda de la recuperación (Cicerone y otros, 2000). Por úl-
timo, cabe señalar que los mayores beneficios en el entrenamiento de la aten-
ción se obtienen en tareas más complejas que requieren atención selectiva o
dividida, frente a las de vigilancia y de tiempo de reacción (Sturm y Willmes,
1991; Sturm y otros, 1997).

Otro aspecto ampliamente indagado en los estudios sobre la efectividad de


la rehabilitación es la generalización de los aprendizajes a tareas que no han
sido directamente probadas y que requieren, por su correcta ejecución, bien
capacidades atencionales, bien otras habilidades cognitivas. Algunos autores
señalan una mejoría significativa y generalizada (Sturm y otros, 1997; Gray
y otros, 1992); otros aportan datos en contra (Ponsford y Kinsella, 1992). Sin
embargo, el objetivo principal de la rehabilitación no puede ser la mejoría del
paciente en el funcionamiento cotidiano.

La existencia de efectos favorables de los tratamientos sobre la vida cotidiana


de los pacientes ha sido objeto de un número limitado de estudios (Ben-Yishay
y otros, 1987; Sohlberg y Mateer, 1989). La aparente falta de interés por este
aspecto crucial se puede en parte atribuir a la escasa disponibilidad de instru-
mentos fiables y válidos para valorar las capacidades atencionales en la vida
diaria, lo que es indispensable para excluir la posibilidad de que la mejoría
observada en los pacientes esté relacionada solamente con la ejecución en los
test empleados en la evaluación neuropsicológica. Además, la gran mayoría de
las situaciones de la vida cotidiana se caracteriza por requerir un conjunto de
múltiples capacidades atencionales que dificulta o impide distinguir déficits
específicos en las actividades cotidianas. Sin embargo, esto no implica que no
sea necesario intentar desenredar los componentes atencionales y buscar difi-
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 46 Neuropsicología de la atención

cultades específicas en los pacientes para poder dirigirse a ellas con métodos
terapéuticos concretos, lo que hace el trabajo de los profesionales de la reha-
bilitación tanto complejo cuanto apasionante.

3.2. Rehabilitación neuropsicológica de las alteraciones de la


atención

En el presente módulo trabajaremos una serie de tareas dirigidas a la estimu-


lación cognitiva de los diferentes componentes de la atención, las cuales no
constituyen en sí mismas un programa de rehabilitación neuropsicológica de
la atención, sino que pretenden servir de base para la elaboración de nuevas
tareas por parte de los neuropsicólogos, siendo una guía para el desarrollo de
nuevas y eficaces tareas de estimulación cognitiva y rehabilitación neuropsi-
cológica.

3.2.1. Rehabilitación de las alteraciones de atención focalizada y


selectiva

Cancelación

Material: láminas con diferentes letras, números o símbolos.

Instrucciones: la tarea consiste en requerir al paciente una respuesta ante cier-


tos estímulos presentados visualmente. Se le proporciona una hoja en la que
aparecen estímulos de varios tipos (letras, números o símbolos) y se le indica:
“Te voy a dar una hoja en la que aparecen diferentes letras. Debes tachar todas
las letras R que encuentres.”

Figura 1
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 47 Neuropsicología de la atención

Variantes:

• La dificultad de la tarea puede aumentar en función de varios factores. Por


un lado, el número de estímulos que debe buscar: se puede pedir al sujeto
que busque un solo estímulo (“Tacha todas las R que encuentres”) o varios
a la vez (“Tacha todas las R y todas las S que encuentres). En este segundo
caso, por ejemplo, si asignáramos un color diferente a cada estímulo, se
añadiría complejidad a la tarea (“Tacha todas las R con el lápiz de color
rojo y las S con el de color verde”). Dependiendo de los recursos cogniti-
vos del sujeto y del objetivo prioritario del entrenamiento se decidirá si
dejar disponibles o no las instrucciones de la tarea durante su ejecución,
requiriendo o no una implicación de la capacidad de memoria operativa.
Otra variante posible es indicar al paciente que tache todas las R y las S
pero solo cuando aparecen consecutivamente (ved la figura 2).

• Se puede variar la forma de distribución de los estímulos en la hoja de tra-


bajo. Se facilitará la tarea si se presentan las letras o los números ordena-
dos en filas paralelas, como si constituyeran un texto. Se instruirá al sujeto
para que empiece por la primera fila, vaya procediendo en la búsqueda de
izquierda a derecha, para luego pasar a la segunda fila y así sucesivamente.
Al contrario, la distribución aleatoria de los estímulos en la hoja de trabajo
requiere, para que no haya errores de omisión, cierta capacidad de rastreo
visual planificado y organizado.

• Los elementos que debe buscar pueden ser letras, símbolos o elementos
cotidianos. Por ejemplo, se puede realizar una tarea de cancelación en un
catálogo de ropa (“Tacha todas las prendas que encuentres de color blan-
co”), en un catálogo de productos de supermercado (“Tacha todos los pro-
ductos lácteos que veas”), etc.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 48 Neuropsicología de la atención

Figura 2

Tiempo�requerido�para�ejecutar�la�tarea: se puede permitir que sea el pacien-


te el que determine el ritmo de ejecución de la tarea, o requerirle que complete
la actividad en un intervalo determinado de tiempo. En este segundo caso, y
disminuyendo gradualmente la amplitud del intervalo de tiempo a lo largo
del entrenamiento, se trabajaría también la velocidad de procesamiento de la
información.

Presencia�de�estímulos�distractores: las tareas de cancelación se pueden di-


señar de tal forma que el paciente tenga que buscar y atender a determinados
estímulos presentados entre otros que, por su semejanza visual con los estí-
mulos diana, constituyen una distracción (ved la figura 2). Así, una ejecución
libre de errores y de omisiones dependería en gran medida de la capacidad
de atención selectiva del sujeto. Otra posibilidad es colocar encima de la hoja
de trabajo un dibujo (líneas rectas, onduladas, cuadriculadas...) que también
actuaría como distractor, dificultando la tarea de búsqueda (ved la figura 3).
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 49 Neuropsicología de la atención

Figura 3

Variantes:

• Las tareas de cancelación que se han descrito hasta el momento implican


procesos como la atención sostenida, el rastreo visual, la atención selec-
tiva, la memoria de trabajo y la velocidad de procesamiento. Aportando
algunas modificaciones, es posible emplear los ejercicios de cancelación
también para entrenar la atención alternante. Un ejemplo de instrucción
podría ser el siguiente: “Tacha todas las letras R y las letras S pero de forma
alterna. Empieza por la letra R; cuando oigas la palabra «cambio» tendrás
que dejar de buscar las R y empezar a tachar las S y así sucesivamente.”

• Las tareas de cancelación pueden constituir también parte de un ejerci-


cio dirigido principalmente a entrenar la atención dividida: se puede, por
ejemplo, pedir al sujeto que tache todos los números cuatro que aparezcan
en una hoja y, al mismo tiempo, que atienda a una serie de estímulos ver-
bales, por ejemplo, respondiendo con un golpe en la mesa todas las veces
que oiga la palabra “casa”.

Búsqueda�de�símbolos

Material: lámina con símbolos y dibujos con números asignados y la misma


lámina sin los números.

Instrucciones: se proporciona al sujeto una hoja en la que aparecen en la par-


te superior unos símbolos o unos dibujos a los que se ha asignado un núme-
ro. A continuación el sujeto encuentra los mismos símbolos o dibujos pero
sin el número correspondiente. La tarea consiste en verificar el número asig-
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 50 Neuropsicología de la atención

nado a cada estímulo y escribirlo en la casilla correspondiente. Indicaremos


lo siguiente: “Debes escribir debajo de cada símbolo el número que le corres-
ponda.”

Figura 4

Variantes:

• La dificultad de la tarea puede aumentar en función de la semejanza entre


los símbolos o dibujos, lo que puede requerir en mayor o menor medida la
implicación, la presencia o no de un intervalo de tiempo para completar
la ejecución de la tarea, etc.

• Los estímulos a los que debe atender pueden ser de diferente naturaleza
(objetos cotidianos y números, colores y letras, etc.) siempre y cuando se
produzca un emparejamiento.

• Modificando ligeramente las instrucciones es posible aumentar la impli-


cación en la tarea de los procesos de memoria de trabajo. Se puede pedir
al sujeto que proceda en la tarea de asignación de los números correspon-
dientes a los símbolos o dibujos considerando dos o más estímulos simul-
táneamente, en lugar de por separado.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 51 Neuropsicología de la atención

Figura 5

Sopa�de�letras

Material: lámina cuadriculada que contiene una letra en cada una de las cel-
das.

Instrucciones: la tarea consiste en encontrar una serie de palabras inmersas en


un conjunto de letras desordenadas. Es un ejercicio útil para el entrenamiento
de la atención sostenida, la atención selectiva y para el rastreo visual, ya que
es necesario proceder con cierto orden en la búsqueda de las letras que cons-
tituyen las palabras clave, evitando dejar espacios inexplorados. Indicaremos
lo siguiente: “Ahora vamos a hacer una sopa de letras. Debes buscar palabras
que indican diferentes tipos de deporte.”
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 52 Neuropsicología de la atención

Figura 6

Variantes:

• Se facilita la tarea si se le dan las palabras que debe buscar escritas (aje-
drez, atletismo, baloncesto, balonmano, boxeo, ciclismo, escalada, esquí,
fútbol, judo, golf, natación, pelota, remo, rugby, tenis, vela, waterpolo).

• Las sopas de letras son tareas a las que se puede acceder fácilmente, ya
que aparecen en numerosas publicaciones, tanto en las específicas de pa-
satiempos como en las que recogen los ejercicios de rehabilitación neu-
ropsicológica. Sin embargo, existen programas de ordenador que ofrecen
una serie de ventajas, puesto que permiten crear sopas de letras persona-
lizadas, con la posibilidad de elegir las palabras que se quieren buscar. De
tal forma, se puede implicar al paciente en la preparación de la tarea, pi-
diéndole que genere cierto número de palabras relacionadas con un tema
determinado, como por ejemplo el deporte (ved la figura 6). Así, se impli-
caría en la tarea, además de en los procesos atencionales, la capacidad de
fluidez verbal y de generación de ideas.

Detección�de�objetos

Material: láminas con diferentes objetos.

Instrucciones: “En la pantalla del ordenador aparecerán muchos objetos a la


vez. Debes prestar atención a la imagen de una llave. Debes decir sí si la llave
está presente en la pantalla y no si la llave no está presente.”
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 53 Neuropsicología de la atención

Figura 7. Diferentes objetos

Archivo pptx

Podéis acceder desde el enlace


siguiente al archivo pptx de la
tarea.

Variantes:

• La dificultad de la tarea puede aumentarse o disminuirse variando el nú-


mero de estímulos que aparezcan, el tamaño de los mismos, la similitud
de los distractores con el estímulo objetivo, la limitación en el tiempo de
presentación, el modo de responder (diciendo sí o no, o pulsando un bo-
tón), etc.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 54 Neuropsicología de la atención

• Un modo de dificultar las tareas y poder así estimular la atención selectiva


y mejorar la capacidad a la hora de inhibir estímulos distractores, es me-
diante la adicción de estímulos distractores durante la ejecución de tareas
simples. Por ejemplo, se puede introducir una emisora de radio, que po-
déis encontrar en diferentes páginas web.

Figura 8. Ejemplo de emisora de radio

Búsqueda�de�diferencias

Material: lámina en la que aparecen dos dibujos parecidos pero que se dife-
rencian en algún aspecto.

Instrucciones: “Ahora te voy a enseñar dos imágenes que son muy parecidas
pero no son exactamente iguales. Debes encontrar las diferencias que hay en-
tre ambas.”
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 55 Neuropsicología de la atención

Figura 9

Fuente: http://www.zaragoza.es/ciudad/policia/juegos/Ciclo_2/2_1a_EncuentralasDiferencias.htm

Variantes:

• Para agilizar la búsqueda y el rastreo visual, resulta útil proporcionar al su-


jeto las imágenes a confrontar divididas en cuadrículas numeradas. La ins-
trucción que se proporciona al paciente es que vaya procediendo de forma
ordenada en la comparación, empezando por detectar las diferencias entre
las secciones n.º 1 (arriba a la izquierda) de las dos figuras, pasando luego
a considerar las secciones n.º 2 y así sucesivamente.

• En lugar de pedir al sujeto que encuentre las diferencias entre dos imáge-
nes, se le puede requerir que busque, entre una serie de figuras diferentes
pero parecidas, la o las que son exactamente iguales a una imagen mode-
lo. La figura 11 muestra un ejemplo de este tipo de tarea. La complejidad
del ejercicio dependerá de la cantidad y del grado de semejanza entre las
imágenes a confrontar.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 56 Neuropsicología de la atención

Figura 10

Fuente: http://surmagico.cl/el_color_de_las_mariposas.htm

Juego�Shangai

Material: aplicación informática del juego.

Instrucciones: “Vamos a jugar a un clásico juego chino llamado Shangai. El


juego consiste en encontrar todas las parejas del tablero y pinchar sobre ellas
con el ratón para que se vayan eliminando del panel. Es importante tener en
cuenta que las fichas que se van a eliminar deben tener, al menos, un lateral
libre (es decir, deben estar en los extremos de cualquier nivel).” La tarea puede
hacerse más compleja en función de la cantidad de estímulos presentados. Este
juego también tiene una versión para niños.

Figura 11. Imagen del juego Shangai

Fuente: http://www.juegosagogo.com/logica/juego/1807-the-shangai

3.2.2. Rehabilitación de las alteraciones de atención sostenida

Identificación�de�números
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 57 Neuropsicología de la atención

Material: tarea informatizada de presentación de estímulos.

Instrucciones: “A continuación aparecerán en la pantalla del ordenador dife-


rentes números de uno en uno. Debes dar un golpe sobre la mesa cada vez
que aparezca el número siete. Si el número que aparece no es el siete no debes
hacer nada.”

Figura 12
Archivo pptx

Podéis acceder desde el enlace


siguiente al archivo pptx de la
tarea.

Variantes:

• El estímulo al que debe prestar atención el paciente puede ser visual o


auditivo, de la misma manera que la respuesta que debe dar puede ser
motora (dar un golpe sobre la mesa) o verbal (decir el número o alguna
otra palabra).

• Esta tarea también puede ser considerada para la estimulación de la aten-


ción focalizada, y si se incluyen distractores se convertiría en una prueba
de atención selectiva.

Rastreo�y�búsqueda�visual

Material: tarea informatizada de presentación de estímulos.

Instrucciones: en esta tarea aparece en la pantalla de un ordenador un cuadra-


do dividido en filas y columnas; cada celda está ocupada por un círculo blanco
que contiene una letra. Los círculos blancos, empezando por el primero arriba
a la izquierda y consecutivamente de izquierda a derecha o de arriba a abajo,
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 58 Neuropsicología de la atención

se vuelven rojos durante un intervalo de tiempo determinado. El sujeto tiene


que nombrar la letra correspondiente al círculo que cambia de color. Se dan
las instrucciones siguientes: “Ahora aparecerá en la pantalla del ordenador un
panel con un montón de letras. Una de esas letras aparecerá coloreada en rojo,
y esa letra irá cambiando. Tu tarea consiste en decirme la letra que aparece en
rojo en cada momento.”

Figura 13

Variantes:

• Empleando la misma cuadrícula descrita anteriormente, se puede modifi-


car la tarea de modo que los círculos rojos aparezcan en posiciones alea-
torias en lugar que obedecer al orden de las filas y de las columnas. El pa-
ciente tendrá que rastrear la cuadrícula, identificar la posición del estímu-
lo y nombrar la letra correspondiente.

• Otra variante posible es pedir al sujeto que, una vez que hay localizado el
círculo rojo, vaya encontrando en la cuadrícula todos los círculos blancos
que contienen la misma letra.

• Es posible añadir otra variable que puede incrementar las demandas de


la tarea desde el punto de vista de la capacidad de memoria operativa: a
diferencia de lo que ocurre en los ejercicios anteriores, se puede modificar
la tarea de modo que los círculos se puedan volver de cualquier color. El
paciente, además de localizar los estímulos y de nombrar la letra corres-
pondiente, tendrá que identificar sus colores.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 59 Neuropsicología de la atención

3.2.3. Rehabilitación de las alteraciones de atención dividida

Todas las tareas presentadas en apartados anteriores pueden ser fácilmente


transformadas en tareas para estimular la atención dividida: únicamente hay
que introducir una segunda tarea que requiera ser realizada o supervisada de
manera simultánea. Algunos ejemplos que se pueden emplear fácilmente con
este fin son los siguientes:

• Escucha de noticias a través de la radio que posteriormente el paciente


debe comentar con el fin de comprobar que ha atendido a ellas.

• Supervisión del reloj para avisar, por ejemplo, cada dos minutos.

• Supervisión y detección del final de una tarea secundaria (cuando acaba de


caer la arena de un reloj de arena, cuando termina de moverse un objeto
con cuerda, etc.)

Son múltiples las tareas que podemos utilizar con el fin de estimular la aten-
ción dividida, si bien es importante tener en cuenta que si ambas tareas re-
quieren una alta carga atencional y de memoria puede llegar a no ser posible
realizar ambas tareas de modo correcto. Además, se debe considerar la moda-
lidad sensorial de las tareas con el fin de evitar más interferencias de las que
ya de por sí implica la realización de tareas simultáneas. Por este motivo es
recomendable utilizar modalidades sensoriales diferentes para cada tarea (por
ejemplo una visual y la otra auditiva).

Atención�dividida�visual-auditiva

Material: una baraja de cartas y una lámina en la que aparecen grupos de letras
desordenadas que forman palabras.

Instrucciones: En esta tarea el sujeto tiene que clasificar una baraja de cartas
en función del valor y, simultáneamente, escuchar una presentación verbal de
cuatro letras que, ordenadas, forman una palabra. El sujeto deberá formular la
palabra mientras ordena las cartas.

Ejemplos de secuencias de letras que, ordenadas, forman una palabra

A-Z-A-L LAZO

A-Y-R-O RAYO

A-C-A-M CAMA

A-T-A-B BATA

S-A-B-O-L BOLSA

D-A-L-C-O CALDO

E-D-I-O-M MEDIO
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 60 Neuropsicología de la atención

S-A-O-C-S COSAS

R-O-E-B-S SOBRE

Variantes:

La dificultad de la tarea aumenta en función de la longitud de las palabras


estímulo (cuantas más letras, mayores demandas de memoria de trabajo), de la
rapidez con la que se presentan al sujeto las diferentes letras y de la velocidad
que se puede requerir en la ejecución de la tarea de clasificación de cartas.

Atención�dividida�visual-visual

Material: tarea informatizada de presentación de estímulos.

Instrucciones: “En la siguiente imagen aparecen ubicados los números del


uno al nueve asociados a una letra. La tarea consiste en ir colocando en la
plantilla inferior, con la ayuda del teclado, la letra que le corresponde a cada
número. Además, aparecerá un pequeño puntito de diferentes colores en la
parte inferior de la pantalla y debes avisarme cuando ese puntito sea de color
verde.”

Figura 14
Archivo pptx

Podéis acceder desde el enlace


siguiente al archivo pptx de la
tarea.

Atención�dividida�visual-auditiva

Material: tarea informatizada de búsqueda de diferencias y relatos cortos es-


critos.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 61 Neuropsicología de la atención

Instrucciones: “Se van a presentar dos tareas que debes realizar simultánea-
mente. Por un lado, se presentarán dos imágenes con una pequeña diferen-
cia entre ellas; debes encontrar la diferencia, y así irás completando diferentes
pantallas. Mientras realizas esta tarea escucharás una historia a la que debes
prestar mucha atención, ya que posteriormente deberás contármela.”

Figura 15. Imágenes con pequeñas diferencias

Fuente: http://9letras.wordpress.com/

3.2.4. Rehabilitación de las alteraciones de atención alternante

Emparejamiento�de�letras�y�números

Material: lámina en la que aparecen, distribuidos de forma desordenada, unos


círculos y unos cuadrados, cada uno de los cuales contiene un número.

Instrucciones: la tarea consiste en unir los números en orden creciente, em-


pezando por el número uno, alternando círculos y cuadrados. Así el número
uno enmarcado en un círculo se unirá al número dos enmarcado en un cua-
drado. El número tres tendrá que aparecer en un círculo y así sucesivamente.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 62 Neuropsicología de la atención

Figura 16

Variantes:

• Son numerosas las variantes que se pueden idear a partir de este tipo de
tarea. La dificultad puede aumentar en función del número de secuencias
que hay que alternar y de la longitud de las mismas. En el ejemplo que se
representa en la figura 16 se pide al sujeto que alterne entre dos tipos de
figuras, círculos y cuadrados. La figura 17 representa una tarea en la que
se requiere al sujeto que vaya alternando dos tipos de secuencias: número
y círculo, color rojo y azul del círculo. Así la secuencia final sería: número
uno, círculo rojo, número dos, círculo azul, número tres, círculo rojo, etc.

• La complejidad aumenta si se añade una tercera secuencia a alternar: círcu-


lo y cuadrado. En este caso el número uno se uniría al círculo rojo; el dos,
al cuadrado azul; el tres, al círculo rojo, etc. (ved la figura 18).

• También se puede jugar con la longitud de las secuencias, aumentando


la implicación de la memoria de trabajo en la ejecución de la tarea: una
posibilidad sería alternar entre número y círculo, pero respetando siempre
un orden determinado en cuanto al color de los segundos, por ejemplo
rojo, azul y verde (la secuencia sería: número uno, círculo rojo, número
dos, círculo azul, número tres, círculo verde, número cuatro, círculo rojo
etc.).
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 63 Neuropsicología de la atención

Figura 17

Figura 18

Interrupción�verbal�durante�la�lectura�(atención�dividida�y�alternante)

Material: lámina con un texto y hoja de anotaciones.

Instrucciones: se proporciona al sujeto un texto interesante para él (un artícu-


lo de revista o de periódico, etc.) indicándole que lo lea y que, sucesivamen-
te, tendrá que contestar a una serie de preguntas de comprensión. Durante la
lectura, aleatoriamente, se le van dando instrucciones sobre tareas que debe
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 64 Neuropsicología de la atención

realizar que irá apuntando en una hoja de notas y que tendrá que ejecutar a
una hora determinada (por ejemplo se puede indicar al sujeto que a las 11.20
salga del despacho y que vaya a pedir un libro en el despacho de al lado). La
lectura se irá entonces interrumpiendo todas las veces que el paciente tenga
que llevar a cabo una de las actividades que se le requieren.

Con dicha tarea se propone entrenar la capacidad de prestar atención contem-


poráneamente (se requiere atención dividida: el sujeto ha de leer y compren-
der el texto y, al mismo tiempo, estar pendiente del tiempo y de las tareas que
ha de realizar) y de forma alterna (se requiere atención alternante: el paciente
ha de tener la capacidad de oscilar entre la lectura del texto y la ejecución de
las tareas) a múltiples estímulos.
CC-BY-NC-ND • PID_00241624 65 Neuropsicología de la atención

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