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Prevención especial negativa

Para la prevención especial negativa la pena también opera sobre la persona la pena también
opera sobre la persona criminalizada, pero no para mejorarla sino para neutralizarlos efectos
de su inferioridad. En general se la promueve en combinación con la anterior, según Zaffaroni
( ) “cuando las ideologías re fracasan, se apela a la neutralización y eliminación de los
incorregibles” (p. 48). En la realidad social, como las ideologías re fracasan, la neutralización
no es más que una pena impuesta por selección arbitraria.

3. TEORÍA MIXTA

La polémica entre teorías absolutas y relativas de la pena evidencia que existe más de un fin
de la pena ya que ninguna de las mencionadas concepciones agota el fundamento para su
explicación. De allí se derivan teorías de la unión que procuran articular una síntesis entre
las doctrinas en pugna y tienen el mérito de haber superado el excesivo parcialismos que late
tanto en las teorías absolutas como en las relativas. Para estas teorías lo fundamental sigue
siendo la pura retribución del delito culpablemente cometido y solo dentro de este marco
retributivo y, por vía de excepción, admiten que con el castigo se busque fines preventivos.
Según Muñoz Conde ( ):

la pena es retribución, en tanto que supone la imposición de un mal al hecho punible


cometido, sin embargo, no se agota en esta idea puesto que también cumple la función de
luchar contra el delito a través de su prevención: prevención general, intimidando a la
generalidad de los ciudadanos, amenazando con una pena el comportamiento prohibido pero
también demostrando la superioridad de la norma jurídica y los valores, así como
restableciendo la confianza de los ciudadanos; y a través de la prevención especial,
incidiendo sobre el delincuente ya condenado, corrigiéndolo y recuperándolo para la
convivencia (…)” (p.51)
Por tanto, se sostiene que el criterio unificador se concreta en la afirmación de que cada
concepción tiene influencia diversa según el momento en que se la considere. De modo que
el criterio preventivo general es el que más gravita a nivel legislativo, es decir cuando se
sanciona la norma que prevé sanción para todo aquel que realice determinado
comportamiento. Los puntos de vista retributivos pasarían a primer plano durante el proceso
y especialmente en la individualización judicial de la pena, ya que al sentenciar debe
establecerse considerando preferentemente la gravedad del hecho cometido y la culpabilidad
del autor. Pasarían a segundo plano consideraciones preventivas especiales vinculadas a la
personalidad del autor u al pronóstico de reincidencia, limitándose la influencia de la
prevención general a una función residual, relacionada con evitar la imposición de una pena
tan reducida que suponga efectos contraproducentes para el control social.

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