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ADSCRIPCIÓN O INCARDINACIÓN

Incardinación es el vínculo jurídico que se da entre el clérigo y una entidad religiosa, una
institución de vida consagrada o sociedad que tenga la capacidad de incardinar. Según
Carvajal y Álvarez: “por la incardinación que se concreta el vínculo de dependencia jerárquica
y la responsabilidad y el derecho al sustentamiento del clérigo, junto a los demás derechos y
obligaciones respectivos. En el caso de la Iglesia particular y la prelatura personal, la
incardinación determina el ámbito de ejercicio del ministerio al servicio de una porción del
Pueblo de Dios”(Carvajal y Álvarez, 2015)

El Vaticano en el DIRECTORIO PARA EL MINISTERIO Y LA VIDA DE LOS


PRESBÍTEROS menciona que:

La incardinación en una determinada «Iglesia particular o en una prelatura personal, o en un


instituto de vida consagrada o en una sociedad que goce de esta facultad constituye un
auténtico vínculo jurídico que tiene también valor espiritual, ya que de ella brota la relación
con el Obispo en el único presbiterio, la coparticipación en su solicitud eclesial, la
dedicación al cuidado evangélico del Pueblo de Dios en las condiciones concretas históricas
y ambientales. (Vaticano, 1994)

Según el Código de Derecho Canónico (1983) en sus CANONES 265-272 establece:

En el canon 265 se indica que los clérigos han de estar incardinados en una entidad
jurisdiccional (Iglesia particular o en una prelatura personal). Queda prohibido, por lo tanto, el
clérigo acéfalo, esto es, el clérigo que no está incardinado en ninguna entidad. 

En el CANON 266 se establece que:


1. Por la recepción del diaconado, uno se hace clérigo y queda incardinado
2. El miembro al recibir el diaconado queda incardinado como clérigo un ese
instituto o sociedad.
3. Por la recepción del diaconado, el miembro de un instituto secular se
incardina en la Iglesia particular

CANON 267

1. Para que un clérigo ya incardinado se incardine válidamente en otra Iglesia


particular, debe obtener de su Obispo diocesano y del Obispo diocesano de
la iglesia a la que quiere incardinarse, letras de excardinación por ellos
suscritas.
2. La excardinación concedida de este modo no produce efecto si no se ha
conseguido la incardinación en otra Iglesia particular.

CANON 268

1. El clérigo que se haya trasladado legítimamente a otra Iglesia particular,


queda incardinado a ésta en virtud del mismo derecho después de haber
transcurrido un quinquenio.
2.  El clérigo que se incardina a un instituto o sociedad conforme a la norma
del c. 266, queda excardinado de su propia Iglesia particular

En el CANON 269 se habla de los criterios que ha de tener en cuenta el Obispo


diocesano que debe conceder la incardinación:

1. que lo requiera la utilidad de su Iglesia particular.

2. le conste la excardinación, y haya obtenido los informes convenientes acerca de la


vida, conducta y estudios del clérigo.

3. el clérigo le haya declarado por escrito su voluntad de quedar adscrito al servicio de la


nueva Iglesia particular.
El CANON 270 ofrece los criterios que debe seguir el Obispo que concede la excardinación.
Son los siguientes:

1. sólo puede concederse por justas causas, como es la utilidad de la Iglesia o el bien del
clérigo.

2. sólo puede denegarse por causa grave. En este caso el clérigo puede interponer el
recurso jerárquico contra esta decisión.

CANON 271

1. El Obispo diocesano no ha de denegar la licencia de traslado a otro lugar a los


clérigos que él sepa están dispuestos y considere idóneos para acudir a
regiones que sufren grave escasez de clero para desempeñar en ellas el
ministerio sagrado
2. El Obispo diocesano puede conceder a sus clérigos licencia para trasladarse a
otra Iglesia particular por un tiempo determinado, que puede renovarse
sucesivamente
3. El clérigo que pasa legítimamente a otra Iglesia particular quedando
incardinado a su propia Iglesia, puede ser llamado con justa causa por su
propio Obispo diocesano, con tal de que se observen los acuerdos convenidos
con el otro Obispo y la equidad natura. Como también puede denegar con
justa causa a ese clérigo la licencia de seguir permaneciendo en su propio
territorio.

CANON 272
El Administrador diocesano no puede conceder la excardinación o incardinación, ni
tampoco la licencia para trasladarse a otra Iglesia particular.

REFERENCIAS

VATICANO. (1994). Directorio para el ministerio y la vida de los presbíteros. Vaticano:


Libreria editrice vaticana. Fecha de consulta: 27 de Mayo del 2020. Recuperado de:
http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cclergy/documents/rc_con_cclergy_
doc_20130211_direttorio-presbiteri_sp.html

CARVAJAL, J. Y ALVAREZ, S. (2015). Incardinacón. Lexicon canonicum. Fecha de


consulta: 27 de Mayo del 2020. Recuperado de: https://www.lexicon-
canonicum.org/materias/derecho-canonico-de-la-persona/incardinacion/

PAPA JUAN PABLO II. (1983). Código de derecho canónico. Recuperado de:
https://www.vatican.va/archive/ESL0020/_INDEX.HTM.

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