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Los primeros Homínidos que poblaron la Península Ibérica hace 800.000 años, fueron
los Homo antecesor y sus restos han sido encontrados en la Sierra de Atapuerca
(Burgos). Son los restos humanos más antiguos de Europa Occidental. En ese mismo
lugar se han localizado restos de 32 individuos De Homo Heidelbergensis, de hace
350.000 años. Los restos de Homo Neardenthalensis (45.000 años de antigüedad) son
más abundantes. El Homo Sapiens llegó a Europa hace 40.000 años y quedó como única
especie de homínido tras la desaparición de los neardenthales hace 15.000 años. Todos
estos primeros pobladores de la Península eran nómadas y se dedicaban a la caza, la
pesca y la recolección, tenían una organización social colectiva.
Desde el s.V la Península Ibérica queda dividida en dos zonas culturales, donde vivían
pueblos indígenas. Estos tenían una organización tribal, en ocasiones las tribus estaban
enfrentadas, predomina la economía pastoril y se practica la exvotio ibérica. Estos
pueblos son:
Los celtas que ocupaban el norte, centro y oeste peninsulares, introdujeron el hierro y la
incineración.
Los iberos, situados al sur y oeste peninsular, hablan una variante de lengua
preindoeuropea.
Los griegos dejaron constancia en sus escritos de un pueblo, que se extendía desde
Huelva a Cartagena, llamado Tartessos(s.VII-VI a.C.) con una cultura muy rica y
desarrollada. Se relacionaron con griegos y fenicios.
Por la costa mediterránea llegan unos pueblos que crean colonias y factorías al este y
sur peninsular, tienen intereses comerciales. Estos pueblos aportan escritura, moneda,
avances en la agricultura y en el arte, y gastronomía.
Los fenicios(s.X-VIII a.C.), provenientes del actual Líbano, ocupan el Mediodía
peninsular y fundan Gadir (Cádiz).
Los griegos(s.VII-VI a.C.) se extienden por la costa oriental, al llegar los cartagineses se
van al norte mediterráneo. Comercian con los Tartessos.
Los cartagineses o púnicos(s.VI-218 a.C.) controlan el sur mediterráneo tras echar a los
griegos. Fundan Ebussum(Ibiza) y Cartago Nova(Cartagena). Expulsados por los
romanos.
Etapas de la conquista de la Península por Roma
La monarquía visigoda abarca desde el año 507 al 711, con la invasión musulmana y
concibe la Península Ibérica como unidad política por primera vez. La sucesión al trono
se realiza por vía electiva, debido a esto los reyes, aunque tienen poder absoluto, suelen
ser muy débiles, pero hay algunos que hacen notar su poder y son más
fuertes(Leovigildo, Recadero, Chindasvinto, Wamba). El Estado es patrimonio personal
del rey y puede hacer lo que le plazca con las tierras. El ejército no es permanente, cada
noble tiene sus caballeros y el rey los convoca cuando le hace falta. La Iglesia tiene un
gran poder.
La Península Ibérica en la Edad Media: la conquista musulmana y los
pueblos invasores.
La conquista musulmana (711-732) fue tan veloz gracias a las vías romanas, la
tolerancia religiosa, los pactos con los reyes godos y a que solo conquistan las ciudades.
Sin embargo les limita el clima húmedo, la reducción de los conquistadores y el
despoblamiento de las montañas. La Península Ibérica era una zona más de expansión,
venían buscando el botín. Primero entra Tariq, con un contingente y posteriormente
Muza con otro contingente. Los distintos grupos conquistadores son: árabes, sirios y
egipcios, en minoría, y un grupo grande de bereberes con Tariq. Estos últimos se
asientan en la Meseta, mientras que las minorías se quedan con el valle de Ebro y el sur
mediterráneo. Este reparto será elemento de conflictos internos.
Los reinos de Taifas son el resultado de la disgregación del Califato, son de extensión
variable y pueden ser de bereberes, muladíes o árabes. Caben destacar Toledo, Málaga y
Sevilla. Tienen relación con los cristianos del norte, a los que pagan parias para evitar
ataques y tener su protección frente a los otros reinos. Se apoyan en los impuestos para
pagar las parias, lo que les debilita más, ya que el pueblo se levanta. Cuando los
cristianos avanzan demasiado, llaman a los pueblos norteafricanos para contenerlos.
Con lo cual habrá invasiones amorávides y almohades alternando con los reinos de
Taifas.
La crisis del s.XI: los imperios norteafricanos.
Los imperios norteafricanos son aquellos a los que acuden los reinos de Taifas cuando
los cristianos avanzan demasiado. Estos pueblos organizan el territorio aunque de forma
efímera. Cuando Alfonso VI DE Castilla ocupa Toledo, los Taifas llaman a los
almorávides hasta la conquista de Zaragoza, cuando se retiran. Tras unas segundas
Taifas, llega la invasión almohade, después de los nuevos avances cristianos. Los
almohades son derrotados en Las Navas de Tolosa en 1212. El territorio musulmán
queda dividido en tres reinos: Murcia, Valencia y Granada.
La reconquista es el proceso por el cual los cristianos recuperan las tierras perdidas y
restablecen el cristianismo. Las etapas siguen un proceso lento e irregular:
1ª SiglosVIII-X. Es de predominio islámico y se organizan los núcleos de resistencia
cristianos.
2ª Siglos XI-XIII. El avance cristiano es arrollador (Reinos de Taifas, aumento de la
población y el espíritu de Cruzada). Castilla ocupa el valle del Tajo y, junto con Aragón,
los altos ríos del Guadiana, el Turia y el Júcar. El núcleo oriental llega al valle del Ebro
y Cataluña a su desembocadura. En el 1212 los cristianos derrotan a los almohades en
Las Navas de Tolosa y se ocupan dos tercios más dela Península.
3ª Siglos XIV-XV. Fin de la reconquista para Aragón y Portugal. A Castilla le queda
Granada.
Desde la invasión musulmana (711) hasta la monarquía de los RRCC (s.XV) conviven
en la Península tres culturas distintas: musulmanes, cristianos y judíos. Las tres son
religiones monoteístas y de libro. Los cristiano tienen la mayor pretensión de
universalidad, seguidos por los musulmanes y, por último, los judíos no tienen este
sentimiento. Hay enfrentamientos bélicos fluctuantes entre culturas que alternan con
periodos de convivencia. En el mundo árabe conviven musulmanes, mozárabes y judíos
(en ocasiones perseguidos). En el mundo cristiano conviven mudéjares, cristianos y
judíos, que son perseguidos en el s.XIV como resultado de la crisis.
El mundo musulmán estaba más avanzado, pero en el s.XI se estanca y en los s.XIV y
XV empieza a predominar la España cristiana. Cabe destacarla Escuela de Traductores
de Toledo (Alfonso X).
Organización política e instituciones en la Baja Edad Media: El Reino
de Castilla.
La primera mitad del s.XIV se caracterizó por una sucesión de malas cosechas, por los
métodos agrícolas rudimentarios y la mala climatología, que provocó un periodo de
hambre. Esto unido a la Peste Negra haría descender vertiginosamente la demografía de
los reinos cristianos, sobretodo de Cataluña, dejando casa y terrenos despoblados. Todo
esto creó un malestar social que provocó revueltas por el fin de los señoríos. En
Cataluña hubo una movilización general(conflicto remensa) y en Castilla se orinaron
pequeños levantamientos(irmandiños). El malestar social llegó a las ciudades dónde se
culpaba alas minorías u oligarquías municipales(judíos) de los males que les acechaban.
La baja Edad Media: La expansión de la corona de Aragón en el
Mediterráneo.
Desde su matrimonio una de las metas de los RRCC había sido la conquista de Ganada,
para completar la reconquista de Castilla. Se ofrecieron gracias a los que participaran en
este proyecto, que duró 10 años. Fue presentada por Fernando como una cruzada contra
los infieles islámicos que fue apoyada por la nobleza y el clero. En 1492 se consigue la
Capitulación de Granada y se les promete la conservación de su religión, con la
esperanza de que con el contacto acaben convirtiéndose. Ante los escasos resultados,
obligan a los musulmanes a bautizarse apareciendo los moriscos(árabes bautizados).
Finalmente fueron expulsados en 1502.
Los RRCC pretendieron crear una monarquía autoritaria que se impusiera sobre las
fuerzas que habían hecho disminuir su poder en la Edad Media(clero y nobleza). Una
figura importante es la del corregidor en Castilla y el virrey en Aragón( uno en cada
reino), representantes locales del rey. Estas funciones se complementaban con el
Consejo Real de Castilla (asesoría), los secretarios y otros Consejos como el de Aragón,
el de Navarra, el de la Inquisición y el de las Ordenes Militares. En 1480 se crean la
Administración de Justicia y la Chancillería y se reorganizan las Audiencias.
La proyección exterior bajo los RRCC: Política italiana y
norteafricana.
Durante el reinado de los RRCC se consolidaron las bases del vasto imperio español del
s XVI. En el mediterráneo se toma la política de Aragón y destaca la habilidad de
Fernando. En Italia se continúa con la misma línea que en el s XIII. Aprovechan un
momento bajo para entrar y enfrentarse allí con Francia, enemigo secular de Aragón.
La política en el norte de África es más castellana, Isabel se dedica a intentar evitar que
los musulmanes entren de nuevo por Gibraltar. Para ello se crean plazas fuertes de
defensa contra los turcos en el norte de África, como Trípoli, Argel, Túnez, Melilla...
El descubrimiento de América.
Cristóbal Colón estaba buscando una nueva ruta para llegar a la India. Tras la negativa
de la monarquía portuguesa, los RRCC Se interesaron por este proyecto. Después de
firmar las Capitulaciones de Santa Fe, entre los RRCC y Colón, y conseguir la
financiación, salieron tres barcos de Palos(Huelva). Tocaron tierra el 12 de octubre de
1492 y se dieron cuenta de que no era la India, sino unas nuevas tierras. Se hicieron
diversas expediciones para conquistar este Nuevo Mundo. Destacan los conquistadores
Hernán Cortés(conquista la civilización azteca) y Francisco Pizarro(conquista el
Imperio Inca).
El Imperio de Carlos V: Conflictos internos. Comunidades y
Germanías.
Cuando el emperador Carlos V abdica, Felipe II, su hijo, hereda la parte española y
borgoñona del Imperio. Ya no recibe el título de emperador, aunque España seguía
siendo la primera potencia europea. A Europa ha legado una nueva oleada de
protestantismo y Felipe II lucha contra ella en Inglaterra, donde es derrotado; y en
Francia donde vence. Los Países Bajos no querían ser gobernados por España, además
hay una división entre el norte protestante y el sur católico. El norte continúa en
conflicto tras la muerte de Felipe II. En el interior del país había problemas con los
moriscos, que protagonizaron una insurrección en las Alpujarras. Antonio Pérez,
secretario de Felipe II, fue acusado de asesinato y se refugió en Aragón, donde provoca
disturbios hasta que Felipe manda su ejército.
El Renacimiento en España.
El Renacimiento es una consecuencia de l humanismo, con él, las culturas griega y
latina se transforman en referencias obligadas. Se desarrollan ampliamente el
pensamiento y las artes, favorecidas por las clases privilegiadas. Entre los humanistas
cabe destacar a Luis Vives, Antonio de Nebrija y el cardenal Cisneros(Biblia políglota y
Universidad de Alcalá) Se realizaron importantes estudios sobre geografía, cartografía y
navegación. En literatura se inicia una época dorada(Lazarillo de Tormes y la poesía de
Garcilaso). En arquitectura destaca el estilo herreriano(El Escorial), que ha sido
precedido por otros estilos como el plateresco y el renacentista purista. En escultura se
impone la influencia italiana; y en pintura hay que destacar a El Greco.
La España de los Austrias menores: Los validos.
Con los Austrias menores(s. XVII), Felipe III, Felipe IV y Carlos II, llega la decadencia
de España debido a la falta de personalidad de los reyes y a que todo el dinero de
América iba destinado al Imperio. La falta de personalidad de los reyes se refleja en la
figura de los validos, que son quienes toman las decisiones del gobierno aunque no son
figuras institucionales. Pertenecen a la nobleza y son amigos personales del rey. El
pueblo y la mayoría de la nobleza no les soportaba, pero tenían sus apoyos entre amigos
y familia. Los validos más destacados son El duque de Lerma(Felipe III) y el conde-
duque de Olivares que intentó formar la Unión de Armas e hizo frente a la guerra de los
Treinta Años.
Con los Austrias menores(s. XVII), Felipe III, Felipe IV y Carlos II, llega la decadencia
de España debido a la falta de personalidad de los reyes y a que todo el dinero de
América iba destinado al Imperio. En esta época los moriscos no eran demasiado
aceptados a causa de sus costumbres y como se temía que estuvieran en contacto con los
turcos, el duque de Lerma(Felipe III) decretó su expulsión en 1609. El hecho de que
Castilla soporte el peso del Imperio, supone la sangría de hombres y dinero, se inicia la
decadencia. Se manifiesta en la organización de Estado polisinovial, que presupone la
desconexión de los distintos reinos que lo forman. El conde-duque de Olivares pretende
reformarlo, de sus proyectos destaca la Unión de Armas(ejército permanente), que
fracasará y será el mayor exponente de la crisis de 1640.
La crisis de 1640
El conde-duque de Olivares fue una figura política muy relacionada con la crisis. Este
valido de Felipe IV, pretendió regresar al esplendor de Felipe II. Para ello puso en
marcha la Unión de Armas, en la que todos los reinos debían aportar hombres y dinero,
sin valorar la riqueza o población. Esto creó un gran descontento en Cataluña que
desembocó en una rebelión. Esta culmina con el Corpus de Sangre de Barcelona en
1640. Cataluña buscó el apoyo de Francia. Finalmente, Barcelona se rinde al ejército
real en 1652. También en 1640, Portugal proclamó rey al duque de Braganza, ya que
Castilla tenía el propósito de asimilarlo a ella. La situación de guerra dura hasta 1652,
cuando Portugal es declarada independiente. Por esas mismas fechas hubo alteraciones
en Andalucía y el País Vasco.
La España de los Austrias menores: La política exterior. El ocaso de la
hegemonía de los Habsburgo.
El siglo XVII se caracterizó por una crisis demográfica, que disminuyó la población de
los reinos hispánicos. Esto fue causado por la migración a América, las guerras, la
expulsión de los moriscos, las epidemias y las malas cosechas(cambios climáticos). A
todo esto hay que unirle una decadencia económica. La agricultura empeoró,
quedándose despoblados los núcleos rurales, la ganadería se vió afectada(problemas de
exportación de lana), se redujo la actividad artesanal y desciende la llegada de plata
americana. Como consecuencia se produjo la bancarrota de las finanzas estatales. Como
último recurso se comenzó a emitir masiva y continuamente una moneda de mala
calidad, el vellón. La sociedad es estamental, habiendo tres clases sociales cerradas:
nobleza, clero(alto y bajo) y pueblo o tercer estado, que era el más numeroso.
La cultura española del Siglo de Oro tuvo unos rasgos muy acusados: estaba
íntimamente ligada a la defensa del catolicismo(buena parte de los escritores y
pensadores pertenecen al clero); y el esplendor cultural coincidió con la decadencia
política y socioeconómica. Los teólogos españoles(Francisco Suárez y Melchor Cano)
fueron los artífices del pensamiento de la Contrarreforma. En este siglo destaca la
ausencia de la ciencia española. Respecto a la literatura; la novela está representada por
Cervantes y la novela picaresca, la poesía por Góngora, Quevedo y Gracián; y el teatro
por Lope de Vega, Tirso de Molina y Calderón de la Barca.
La guerra de Sucesión y el sistema de Utrecht.
En 1700 muere Carlos II, último Austria, sin descendencia directa. Los candidatos a
ocupar el trono eran Felipe d’Anjou nieto de Maria Teresa de Austria, designado por
testamento y proclamado rey en 1701; y el archiduque Carlos de Habsburgo. En Europa
se temía la unión de España y Francia. Todo esto provoca una guerra civil en España, ya
que Castilla apoya a Felipe V y Cataluña al candidato austriaco. La guerra se desarrolló
en Italia, Alemania, Flandes y España. Dentro de España, al principio, la guerra es
desfavorable a los Borbones, mientras el archiduque se proclama rey de Valencia y Gran
Bretaña ocupa Gibraltar y Menorca. Con la muerte de José I de Austria, Carlos se
convierte en emperador, y las derrotas borbónicas en Europa, hacen que se firma la paz.
Los tratados de Utrecht reconocen a Felipe V como rey, además se liquida el Imperio
español de Europa y Gran Bretaña obtiene grandes ventajas en el comercio americano.
España entra en el siglo XVIII despojada de su Imperio, pero realiza grandes esfuerzos
por adecuarse al progreso general de Europa. Aunque las reformas no llegaron a
transformar sustancialmente el sistema productivo ni cambiar las viejas estructuras
estamentales, España consigue una recuperación general de la crisis del s. XVII. Los
Borbones y sus ministros se afanaron por fortalecer el poder real. Algunos de los
cambios llevados a cabo fueron: los Decretos de Nueva Planta(abolición de los Fueros
de Aragón, para conseguir la centralización); la reforma de la Hacienda, creando el
Banco de San Carlos(futuro Banco de España); en la Administración Central aparecen
cuatro Secretarías con la función de los antiguos Consejos(Guerra; Marina e Indias;
Estado; y Justicia), se crea la Junta Suprema de Estado(Consejo de Estado) y se
establece la ley sálica( las mujeres no podían heredar el trono).
La Ilustración en España
En el año 1812, tras la gran derrota de Arapiles, Napoleón devuelve el trono a Fernando
VII. El reinado de este, que dura hasta su muerte en 1833, se divide en tres etapas, que
son:
-Una primera etapa en la que se regresa al absolutismo. Al llegar Fernando VII a España
los liberales le hacen un recorrido para que llegue cuanto antes a Madrid y firme la
Constitución de 1812. Pero el rey se da cuenta de que tiene apoyos suficientes para
restaurar el absolutismo borbónico. Estos apoyos eran de los diputados, mediante el
Manifiesto de los Persas, y de los militares. Este hecho le lleva firmar el Decreto de
Valencia, por el cual anula la Constitución y restaura el Antiguo Régimen. Todos los
gobiernos de esta época fracasan, ya que hay que reconstruir un país devastado por la
guerra. La oposición a este sistema se manifestó en la burguesía liberal, en las clases
medias urbanas y parte del campesinado. El coronel Rafael Riego se subleva en 1820
hasta que consigue que Fernando VII se convierta en un monarca constitucional,
comenzando la segunda etapa.
-Trienio liberal: mediante un decreto, Fernando VII transforma el Estado en liberal,
restaurando la Constitución de 1812. Se pretendía acabar con el feudalismo del campo,
liberalizar la industria y el comercio, modernizar la política y la administración, se creó
la Milicia Nacional para garantizar el orden y defender las reformas constitucionales.
Pronto se vio la oposición de la monarquía, apoyada por el clero, la nobleza tradicional
y los campesinos (que querían conservar la protección de los señores). Todo esto dio
lugar a la división de los liberales en moderados y exaltados. Fernando VII hace uso del
derecho a veto que le proporciona la Constitución en numerosas ocasiones. Hasta que en
1823 entran en España los Cien Mil Hijos de San Luís enviados por la Santa Alianza
que reponen a Fernando VII como monarca absolutista. Así comienza la tercera etapa.
-Década ominosa: una vez repuesto como monarca absolutista, Fernando VII hará una
feroz represión contra los liberales. Pero tendrá que ir acercándose a los burgueses
moderados de Madrid debido a los problemas económicos. De esta forma este
absolutismo, tenderá más hacia los sectores moderados que el de la primera etapa.
Tras al muerte de Fernando VII habrá grandes problemas por la sucesión al trono. Por
herencia debería ser para su hija Isabel, pero los conservadores querían que el nuevo
monarca fuera Carlos María Isidro. El problema era que Fernando VII había derogado la
Ley Salica antes de morir.
Durante el reinado de Fernando VII aparece otro problema: la Independencia de
América. Los criollos (españoles nacidos en América) tuvieron las primeras ideas de
emancipación. No querían continuar con el pacto colonial, ya que no tenían libertad de
comercio. Estas ideas fueron extendiéndose por todos los territorios americanos,
azuzadas por Gran Bretaña. La derrota de Ayacucho fue el hecho que marcó el fin de la
presencia española en América. Dos personajes importantes que propiciaron la
independencia americana fueron Simón Bolívar y José San Martín.
Tras al muerte de Fernando VII habrá grandes problemas por la sucesión al trono. Por
herencia debería ser para su hija Isabel, pero los conservadores querían que el nuevo
monarca fuera Carlos María Isidro. El problema era que Fernando VII había derogado la
Ley Sálica antes de morir. Los absolutistas que apoyan a Carlos se llamarán carlistas.
Dado que Isabel es una niña de tres años comienza un periodo de regencias, primero su
madre, María Cristina; y, posteriormente, Espartero. La reina María Cristina se ve
obligada a aliarse con los liberales, para ello firma un Estatuto Real.
En este momento, surge la primera guerra carlista, entre carlistas e isabelinos (liberales).
Los carlistas alegan una cuestión dinástica que encierra una cuestión ideológica.
Defienden el catolicismo inquisitorial y atacan a la monarquía constitucional y los
cambios de la revolución liberal. Eran apoyados por las zonas de campo del norte
peninsular (aún conservaban fueron que el liberalismo pretendía abolir), parte de la
aristocracia y el bajo clero. Algunos de sus militares son Zumalacarregui, Cabrera,
Maroto…
Todas las ciudades eran liberales, ya que los burgueses lo eran, al igual que las clases
medias ilustradas. Su militar más importante fue Espartero.
El conflicto estuvo caracterizado por la violencia y la crueldad. La gente que va a la
guerra son pobres, por el sistema de Quintas. El ejército estaba dividido y la gran
mayoría era liberal, aunque se forman partidas carlistas muy grandes. La guerra termina
con el abrazo de Vergara entre Maroto y Espartero. Los carlistas entregan las armas y
sus militares son aceptados en el ejército liberal conservando su graduación.
Además de esta hay otras dos guerras carlistas, pero no tienen tanta importancia como
esta.
La diferencia entre derecho común y foral proviene, en sus orígenes históricos más
remotos, de la inicial distinción entre el derecho romano y los fueros municipales y usos
de cada comarca, que tenían preferencia sobre el derecho romano.
Esta situación disgregadora en el campo del derecho, sólo será remediada y no de una
manera total en Castilla cuyo derecho había evolucionado mejor que el resto de los
derechos peninsulares. Así la aplicación de los derechos forales se mantendrá en Aragón
(1711), en Baleares (1715) en Cataluña (1716), no así en Valencia, donde fueron
derogados. Los casos vasco y navarro son distintos, ya que no es hasta el Convenio de
Vergara, en 1839, por el que finaliza la primera guerra carlista, cuando pierden su
potestad legislativa propia, manteniendo únicamente Navarra y el País Vasco sus leyes
forales.
Cuando en 1851 se vislumbra la posibilidad de promulgar un único Código Civil en
España, dicho proyecto fracasa por que las propuestas del proyecto isabelino no hacían
más que exacerbar a los foralistas al pretender hacer tabla rasa de sus derechos.
Este problema permanecerá hasta final de siglo, ya que la burguesía industrial pretendía
abrir el mercado interior de España y un cierre proteccionista respecto a los grandes
Estados industriales, esto se enfrentaba con la defensa foral. Ya en 1889 se parte de la
persistencia de esos derechos forales y de su mantenimiento. Una vez aprobado el
Código Civil éste se aplicará a la mayor parte del territorio nacional mientras que, en los
territorios forales, regirán las disposiciones civiles propias.
A finales del siglo XIX aún le quedaban a España dos colonias americanas, Cuba y
Filipinas.
En Cuba se abolió la esclavitud y los cubanos tuvieron representación propia en las
Cortes. España ponía fuertes aranceles para dificultar el comercio de la isla con Estados
Unidos que amenazaba con cerrar sus puertas al mercado cubano.
En 1892 se formó el Partido Revolucionario Cubano, que comenzó una insurrección en
1895 que se fue extendiendo por la isla. El gobierno, presidido por Canovas envió un
ejército mandado por Martínez Campos, pero hubo que sustituirlo ante la falta de
resultados. El general Valeriano Weyler llegó a la isla con la idea de terminar con la
insurrección por la fuerza, pero lo único que se consiguió fue una elevada mortandad
entre soldados y civiles, y una caída de la economía cubana debido a la guerra. Tras el
asesinato de Cánovas, el nuevo gobierno concedió autonomía a Cuba, pero ya era tarde,
los independentistas contaban con el apoyo estadounidense.
Además también se produjo la insurrección de Filipinas, aunque la presencia española
era más débil. El levantamiento filipino fue duramente reprimido.
En 1898 Estados Unidos declaró la guerra a España responsabilizándola del
hundimiento de uno de sus buques. La guerra terminó con la derrota española y la Paz
de Paris por la cual España abandona Cuba, Filipinas y Puerto Rico que quedan bajo
dominio estadounidense.
La derrota española de 1898 tuvo repercusiones en la sociedad, la economía y la
política.
No hubo una crisis económica, aunque se habían perdido los mercados coloniales y la
guerra había producido una deuda. Al comenzar el nuevo siglo se produjo una inflación
baja, una reducción de la Deuda Pública y una gran inversión proveniente de capitales
repatriados.
Tampoco hubo una gran crisis política. Los viejos políticos conservadores y liberales se
adaptaron a los nuevos tiempos y al regeneracionismo. Los movimientos
regeneracionistas eran respaldados por las clases medias, pretendían olvidar el antiguo
esplendor del Imperio y centrarse en la modernización del país.
Tras el desastre surge un grupo de intelectuales caracterizados por un profundo
pesimismo frente al atraso español, la Generación del 98.
También hay un cambio en la mentalidad de los militares que se inclinaron a posturas
autoritarias e intransigentes frente a las olas de antimilitarismo, esto comportó el regreso
del ejército a la vida política.
La Reina Regente sustituyó el gobierno desgastado y desprestigiado de Sagasti, por el
de Silvela, quien convocó elecciones. El nuevo gobierno se mostró voluntarioso frente a
la renovación, se inicia una política reformista. Como consecuencia aumentó el precio
de los artículos de primera necesidad y se crearon nuevos impuestos para pagar la deuda
de la guerra. Esto impulso a los contribuyentes a la huelga. Varios ministros dimitieron,
el espíritu de regeneración duró apenas un año. El gobierno se mantuvo en el poder
hasta 1901, cuando María Cristina ponía en el poder a los liberales. El sistema de la
Restauración había quedado casi intacto ante desastre.
La crisis fue fundamentalmente moral e ideológica, la sociedad española estaba en un
estado de desencanto y frustración. España era vista como una nación con un ejército
ineficaz, un sistema político corrupto y unos políticos incompetentes.
La estratificación social en este periodo seguía siendo desigual. Había una clase alta
formada por latifundistas, grandes propietarios y la alta burguesía. Las clases medias se
habían incrementado con los profesionales liberales, los funcionarios de la
Administración, los comerciantes medios de las ciudades y los propietarios medios de
ciudad y campo; también podríamos añadir a la clase media baja (oficiales del Ejército,
el clero…). El resto formaba las clases bajas, que seguían manteniendo condiciones y
modos de vida inhumanos. Entre las clases más pobres estaban los obreros industriales y
de servicios, pequeños agricultores y jornaleros…
En este periodo comienza la edad de plata de la cultura española con la Generación del
98. Este conjunto de intelectuales poseían una actitud muy crítica ante los problemas
sociales de España. Denunciaban la mediocridad y la corrupción existentes. Se
ocupaban, además de la cuestión social, denunciando la miseria y la explotación. Ya a
principios del siglo XX las elites intelectuales, formadas por Gregorio Marañón,
Unamuno, Manuel Azaña, Ortega y Gasset entre otros, buscaban ante todo la
modernización y europeización de España.
En esta época hay notables investigadores españoles. En medicina Jaume Ferrán obtuvo
la vacuna contra el cólera, Ramón y Cajal con sus descubrimientos sobre el sistema
nervioso recibió el Premio Nóbel en 1906… Julio Rey Pastor y Puig Adam fueron
matemáticos reconocidos. Blas Cabrera y Arturo Duperier destacan en Física y
Química.
La Ley de Instrucción Pública promovida en época de Isabel II por Claudio Moyano
dividía la enseñanza en tres niveles: enseñanza primario, enseñanza secundaria y
enseñanza superior. El sistema educativo era dual, en parte estatal (enseñanza
universitaria) y en parte privado (enseñanza primaria y secundaria). El sistema
educativo chocó en el siglo XIX con las limitaciones presupuestarias, la mayor parte de
los recursos para educación se destinaban a universidades, a la cuales acudía una
minoría.
La deficiencia de la educación primaria fue paliada por asociaciones privadas, los
maestros recibían sueldos muy bajos y, aunque el número de analfabetos disminuyó, el
50% de la población lo seguía siendo sobre todo las niñas y las áreas rurales.
Se creó del Ministerio de Instrucción Pública en 1900 que se responsabilizaba de los
pagos a profesores y del control de la red de escuelas primarias.
En la universidad el sistema era uniforme y centralista, los profesores no tenían libertad
de cátedra lo que provocó diversos conflictos; el gobierno retiró de sus cátedras a
Cautelar, Salmerón y algunos más. Esto encubría una persecución política religiosa
contra los catedráticos más liberales y partidarios del krausismo.
En 1876 se funda la Institución Libre de Enseñanza (ILE), dónde primaba el libre
pensamiento, el debate científico y la formación integral del individuo. Con el tiempo
obtuvieron gran número de cátedras por toda España. Adquiere su máxima importancia
a principios del siglo XX, cuando dio rango oficial a algunos de sus proyectos.
El reinado de Alfonso XIII llega con la sombra del desastre del 98. Aparece el
regeneracionismo. Los regeneracionistas pretendían purificar el sistema político del
turno de partidos que estaba viciado a causa del caciquismo. El más influyente de este
pensamiento fue Costa quien pretendía reformar el sistema electoral, mediante reformas
locales, que no se llevaron a cabo, ya que Maura (conservador) prefería la revolución
desde el poder. Por su parte Canalejas (liberal) estaba de acuerdo con Costa
El deterioro del turno de partidos viene dado por dos fechas 1909 y 1917. Los partidos
dinásticos comienzan a deteriorarse al desaparecer los líderes originales, pero esta
situación se agrava después de la “Semana Trágica” de Barcelona en 1909. Este hecho
estuvo provocado por el embarco de reservistas (padres de familia) hacia Marruecos.
Los revolucionarios (proletariado) tomaron la ciudad, quemaron conventos y tuvieron
conflictos con el ejército. La represión culminó con la condena a muerte del anarquista
Ferrer, acusado de promover los desórdenes. Todos estos acontecimientos obligaron a
Maura a presentar su dimisión.
El golpe definitivo al turno de partidos ocurre en 1917, cuando una profunda triple
(Juntas de Defensa, la Asamblea de Parlamentarios y la huelga general) crisis hace que
crezcan los partidos no dinásticos y entren en el Parlamento. Además aparecen los
gobiernos de Concentración y Gestión, se cuestiona el sistema de la Restauración y
empieza a haber disyuntiva entre partidos; todo esto es una muestra de la quiebra de los
dos partidos dinásticos.
España entra en Marruecos por una cuestión interna y otra externa. Pretendía renovar su
prestigio en Europa, había salido aislada y con desprestigio de los militares del 98, y
además había intereses económicos de la oligarquía financiera (minería de hierro y
ferrocarril). A partir de 1904 Francia e Inglaterra se habían aliado Alemania comenzaba
a ser un peligro... Los tres se estaban extendiendo por el norte de África y, por intereses
de estos, entra España con una opinión pública mayoritaria en contra
Desde 1904 la penetración española en Marruecos fue pacífica, basada en pactos con
Francia que lo dominaba. Esta política fracasó en 1909, ya que el pueblo marroquí no lo
aceptaba, iniciándose la Guerra de Melilla. En este periodo hay una gran división entre
los oficiales africanistas, que ascendían por méritos de guerra y los peninsulares, que lo
hacían por antigüedad. Además el pueblo no lo acepta ya que no es una guerra que les
interese y seguía estando vigente el sistema de Quintas.
El desastre de Annual (1921) fue el resultado trágico de un esfuerzo por establecer un
protectorado, provocando efectos negativos en la economía, la sociedad y la política.
Las consecuencias de Annual fueron dilatadas y profundas:
En el mismo mes de agosto de 1921 se abrió un Expediente(Picasso) Gubernativo sobre
las responsabilidades de los mandos militares y el propio Rey en la derrota. Aunque el
expediente no aclaró demasiado el asunto, parece que la acción de Fernández Silvestre
en Alhucemas contó con la aquiescencia del Gobierno y con el asentimiento del general
Dámaso Berenguer. Pero cuando iba a salir a la luz, ocurrió el golpe de Estado.
Otra consecuencia fue el descrédito de las Juntas Militares de Defensa, que
desaparecieron en 1922, y de los políticos.
Tras la victoria del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936 el descontento
entre los militares y políticos más conservadores fue creciendo. Comenzaron a preparar
una sublevación militar contra el gobierno de la II República. Entre los conspiradores
estaban un grupo de militares y algunos partidos de derechas, tradicionalistas,
falangistas y alfonsinos. En la cabeza se encontraban Mola, Goded y Franco con la
ayuda exterior de Sanjurjo.
Franco viaja en un avión ingles desde Canarias hasta Marruecos, el día 19 de julio tomó
el mando de las tropas españolas que se encontraban en África y cruzó el estrecho de
Gibraltar. Mola está en Navarra donde agrupa a las tropas carlistas. Por su parte Poded
estaba en Baleares tiene que ocupar Barcelona pero fracasa por la fuerza de la CNT.
A lo largo de los treinta y dos meses de duración (julio de 1936-abril de 1939), la guerra
civil española atravesó diversas fases militares.
Primero las batallas por los enlaces en el verano de 1936 para formar un continuo
espacial como el paso de Gibraltar y la toma de Badajoz.
Las tropas sublevadas se dirigieron hacia Madrid que permanecía leal a la República. La
toma de la capital de España, por su importancia política, su valor simbólico y
estratégico se convirtió en una prioridad para los insurgentes. Pero la estrategia fracasó.
Hubo dos nuevos intentos en noviembre de 1936 y en febrero de 1937. Ambos
fracasaron. Durante este periodo de tiempo las ciudades de San Sebastián, Irún y
Málaga fueron ocupadas por las tropas sublevadas.
Ante la imposibilidad de tomar Madrid, el objetivo del ejército franquista se centró en
controlar las regiones de Asturias, Cantabria y País Vasco. Se inició la ofensiva en
marzo de 1937 por el general Mola con la colaboración de la Legión Cóndor alemana.
En el mes de junio las tropas franquistas tomaron Bilbao y una de las primeras medidas
tomadas fue la supresión de la recién concedida autonomía vasca. Con el objetivo de
dispersar las fuerzas franquistas, el ejército republicano inició una contraofensiva en las
cercanías de Madrid y Aragón. En agosto de 1937 el ejército franquista junto con tropas
italianas tomó la ciudad de Santander, en octubre era ocupada Asturias.
A finales del año 1937 la zona republicana quedaba restringida a la franja oriental de
España. Tras la lucha por Teruel y su ocupación por las tropas franquistas, estas se
dirigieron al Mediterráneo y el Gobierno de la República se instaló en Barcelona. Se
inició entonces lo que se conoce como la Batalla del Ebro, uno de los episodios más
sangrientos de la contienda. A finales de enero de 1939 Barcelona era ocupada por las
tropas franquistas. El 28 de marzo de 1939 el ejército franquista entraba en Madrid y el
30 lo hacía en Alicante, la última ciudad republicana. El 1 de abril de 1939 la guerra
civil española finalizaba oficialmente.
El fracaso militar de los sublevados no impidió que la zona del país bajo su dominio se
estructurase política, económica, jurídica y socialmente. La unidad en el mando militar
y político, la creación de un estado totalitario y católico, así como la derogación de las
reformas llevadas a cabo por la II República son sus rasgos definitorios.
Por su parte, la zona leal al régimen democrático republicano siguió un desarrollo muy
distinto caracterizado por la falta de unidad militar y política, y el inicio de un proceso
de revolución social. Con los gobiernos de Largo Caballero y Negrín se crea el Ejército
Popular, se refuerza el poder del estado y hay un gran esfuerzo educativo y cultural.
En un contexto internacional crítico como es el de la década de los años treinta del siglo
XX la guerra civil española cobró un especial interés y protagonismo, a la vez que
produjo una profunda división en la opinión pública internacional. Las democracias
estaban muy debilitadas frente a la expansión del fascismo, únicamente quedan dos
países democráticos: Reino Unido y Francia. Ambos pretendían una pacificación y por
ello fueron reconociendo la expansión nazi.
Al estallar la Guerra Civil las democracias no querían internacionalizarlo y ara ello
crearon el Comité de No Intervención que tuvo grandes dificultades para mantener su
neutralidad, que se inclinaba hacia el bando nacional.
Hubo participación activa militar y económica de Italia y Alemania a favor del bando
franquista, con la Legión Cóndor. Los franquistas también recibieron ciertas ayudas de
Portugal y ciertas compañías estadounidenses.
Los republicanos intentaron obtener la ayuda de Francia, y, aunque estaba muy vigilada
por Inglaterra ayudó en menor medida; como México. Recibieron un gran apoyo de la
URSS y de ciertos intelectuales europeos. Aunque, quizá, el más importante de sus
apoyos fuesen la Brigadas Internacionales (voluntarios de todos los lugares de Europa
en lucha contra el fascismo), que fueron de gran ayuda en la defensa de Madrid,
Es necesario puntualizar que la ayuda recibida por los respectivos bandos fue muy
desigual tanto en el número de efectivos militares, de armamento y de recursos
económicos. La recibida por el bando franquista fue superior y mucho más regular.
Podemos concretar las graves consecuencias de la Guerra Civil en: sociales,
económicas, políticas y culturales.
Hubo un gran desastre demográfico debido a la gran cantidad de muertos durante la
guerra y en la inmediata postguerra, se habla de un millón. Socialmente, la dureza de la
guerra y la represión franquista hizo difícil la convivencia entre los supervivientes de
ambos bandos, además todos los avances jurídicos y sociales para las mujeres fueron
derogados por el nuevo régimen.
Económicamente, a parte de los destrozos materiales, del desastre en el campo y de la
perdida de mano de obra, el Estado estaba endeudado con las potencias de las que había
recibido ayuda.
Tras la derrota de los fascismos en la II Guerra Mundial, España se vio aislada
internacionalmente. Esto agravará los problemas políticos y económicos de los años
cuarenta y cincuenta. La situación cambiará en los años cincuenta con el contexto de la
Guerra Fría.
Hay una gran desolación en el panorama cultural por la muerte o el exilio de destacadas
figuras culturales españolas como Lorca, Miguel Hernández, Cernuda, Luís Buñuel…
Entre los años 1959 y 1969, la economía española entró en un rápido proceso de
modernización y transformación. En el año 1959, las ideas de los tecnócratas
permitieron a España unirse al proceso de crecimiento europeo. El Plan de
Estabilización de los tecnócratas en 1959 supone el despegue de la economía española.
Son una serie de medidas económicas y fiscales liberalizadoras que tienen como
objetivo lograr un desarrollo económico interior equilibrado y realizar la apertura hacia
el exterior. Se pretendía que España entrase en una economía de mercado. Ingresa en
organismos internacionales como el FMI, el Banco Mundial y la OCDE. Se fijó el dólar
en 60 pesetas y se concedieron préstamos. Comienza el desarrollismo de los años 60.
Los cambios económicos vinieron marcados por tres planes de desarrollo indicativos,
esto quiere decir que es orientativo para las empresas privadas y obligatorio para las
públicas. La industria despega, pero la agricultura cae, el campo se empobrece y se
abandona: éxodo rural.
Para todo esto era necesario un capital que se obtiene de las inversiones extranjeras, del
turismo y de la emigración a Europa. Se crean los polos de desarrollo, zonas
especialmente indicadas para la inversión, que si crecían económicamente serian los
centros motores del desarrollo hacia zonas de su alrededor. Los incentivos consistían en
desgravaciones fiscales, créditos cooficiales, ayudas para la formación profesional y
suelo industrial relativamente barato.
La sociedad española se moderniza y mejora su nivel de vida gracias al crecimiento de
la economía. El bienestar que ya llevaba tiempo instalándose en Europa viene dado por
en baby-boom, el éxodo rural, el despoblamiento del interior, el crecimiento urbano, el
inicio del consumo (el 600, los televisores, las salidas a Europa…) y un cambio de
mentalidad.
El régimen se vio en la necesidad de adecuar su aparato de estado a alas nuevas
reformas económicas y dar un maquillaje a la estructura política, produciéndose una
pequeña liberación, por ejemplo el nombramiento de don Juan Carlos como sucesor, la
ley de prensa o la ley de libertad religiosa. Sus últimos años (desde 1973) son de crisis,
el régimen termina con la muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975.
La oposición al Régimen tras la II Guerra Mundial se produce en dos áreas: en el propio
Régimen y desde la legalidad republicana vulnerada. En el primer caso, cabe destacar la
que se produce ya en 1936 desde los grupos políticos que no se avienen a la
Unificación: Falange (Hedilla), Carlistas (Fal Conde) y Cedistas (Gil Robles). Desde la
legalidad republicana, la oposición se inicia en 1941 con representantes del PSOE y
partidos republicanos y catalanistas de izquierdas. Comunistas y anarquistas
propusieron una tercera vía: el maquis. Esta fuerza se enfrentó con la Guardia Civil y el
Ejército hasta el año 1952 en que esta experiencia es extinguida por la falta de apoyo
nacional e internacional y por el cambio de estrategia de los grupos de oposición. La
oposición monárquica en el exterior se organizó en torno a D. Juan, hijo de Alfonso
XIII. Este pacto provocó discrepancias entre las fuerzas de la oposición en el exilio
(socialistas, republicanos) y perdió su efectividad cuando Franco, después de reunirse
en el Azor con D. Juan, aceptó que Juan Carlos, hijo de éste, estudiase en España.
A partir de 1959 se fortalece una oposición de masas en torno al Congreso de Munich,
los partidos políticos, el PC, CCOO, el movimiento obrero, los nacionalismos, el clero y
las comunidades cristianas de base.
El 22 de noviembre de 1975, dos días más tarde a la muerte de Franco, Juan Carlos de
Borbón asumía la jefatura del Estado a título de rey. Daba comienzo el reinado de Juan
Carlos I y un proceso político trascendental que llevaría a España de un régimen
dictatorial a una democracia parlamentaria.
Tras la dimisión de Carlos Arias Navarro en julio de 1976, el rey designa como nuevo
presidente del gobierno a Adolfo Suárez. La elección y apuesta personal del monarca no
fue muy bien recibida por algunos sectores de la sociedad española, debido a su
vinculación política con el régimen franquista.
El nuevo gobierno inició su mandato poniendo en marcha una serie de medidas
encaminadas a la reforma política del país. Los principales acontecimientos de esta
etapa son: la ley para la reforma política, las elecciones generales el 15 de junio de
1977, los Pactos de Moncloa, la Constitución de 1978, elecciones generales y
municipales en marzo de 1979 y la aprobación de los estatutos de autonomía de
Cataluña y el País Vasco. Con todos estos hechos se inicia la democracia española.
El año 1980 fue un año de crisis para Adolfo Suárez y la UCD. Los problemas
pendientes, el estancamiento de la vida política en algunos aspectos, la crisis
económica, la virulencia de ETA, entre otros, afectaron a la estabilidad del gobierno.
Las discrepancias en el seno de la UCD eran cada vez más graves. El Partido Socialista
presentó una moción de censura contra el gobierno en el Congreso de los Diputados. El
29 de enero de 1981 Adolfo Suárez dimitió como presidente del gobierno y renunció a
la dirección de la UCD.
En la sesión del día 23 de febrero de 1981 en el Congreso de los Diputados se votaba la
investidura de Leopoldo Calvo Sotelo, designado para sustituir a Adolfo Suárez, cuando
un grupo de guardias civiles al frente del teniente coronel Antonio Tejero irrumpió en el
hemiciclo. Por su parte, el capitán general de Valencia, Milans del Bosch sacó los
tanques a las calles de la ciudad del Turia. Se trataba de un intento de golpe de Estado
que finalmente fracasó.
La labor del nuevo ejecutivo estuvo marcada por este hecho. Entre sus realizaciones
cabe destacar: en política interior, el dialogo con la oposición, el juicio contra los
golpistas del 23F y la aprobación de la ley del divorcio(22-6-1981); y en política
exterior, la adhesión a la OTAN.
El resultado de las elecciones legislativas del 28 de octubre de 1982 otorgó la victoria al
Partido Socialista Obrero Español. Fue una victoria histórica al ganar por mayoría
absoluta. La llegada del PSOE al poder es entendida por muchos como un periodo de
estabilidad democrática y como el fin de la transición política española. Bajo la
presidencia de su líder, Felipe González, los socialistas permanecieron en el poder hasta
el año 1996, cuando Aznar (PP) toma la presidencia del gobierno, pudiendo establecer
las siguientes etapas dentro de su mandato:
De acuerdo al eslogan de la campaña electoral socialista para las elecciones de 1982,
“Por el cambio”, su gestión va a ser principalmente reformista.
Las consultas electorales de 1986 y 1989 nuevamente otorgaron la victoria al PSOE
aunque no con la rotundidad de 1982.
Una serie de factores –descontento social, presión de la oposición, casos de corrupción,
crisis en el PSOE- hacen que las elecciones generales se adelantaran al 6 de junio de
1993. El PSOE volvió a ganar pero está vez en minoría.