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1=PMS
2=PMI
A: Admisión
B: Compresión
C: Combustión
D: Escape
Se denomina avances y retrasos de válvulas a los cambios en los momentos en que abren y cierran
las válvulas en los motores de combustión interna de cuatro tiempos, con relación al momento
teórico para hacerlo. El momento teórico para abrir y cerrar las válvulas es en el PMS y en el PMI (las
válvulas de admisión abren en el PMS y cierran en el PMI, mientras que las válvulas de escape lo
hacen a la inversa; ver Ciclo Otto), pero al adelantar las aperturas y retrasar los cierres, se consigue
aumentar en forma significativa el rendimiento y las prestaciones del motor, al mejorar la velocidad
con la que se vacía el cilindro de los gases de la combustión, y aumentar la cantidad de mezcla
aire/combustible que ingresa al cilindro.
Avances y retrocesos
Estos cambios son calculados por los ingenieros al diseñar el motor, y están relacionados con la
posición de las levas en el árbol de levas. Para cambiar los avances y retrocesos de las válvulas, por
ejemplo para aumentar la potencia en un motor destinado a competiciones, es necesario reemplazar
el árbol de levas completo. Tanto el avance como el retroceso se mide en los grados que gira el
cigüeñal antes o después de que el pistón alcance el PMS (punto muerto superior) o el PMI (punto
muerto inferior). Los avances y retrocesos son cuatro, a saber:
Si analizamos el funcionamiento de un motor de cuatro tiempos, vemos que el mejor momento para
abrir la válvula de admisión es cuando el pistón se encuentra en el punto más alto de su recorrido
(llamado punto muerto superior). Sin embargo, debido a que la mezcla aire/combustible se
encuentra en movimiento, al abrir la válvula de admisión antes que el pistón llegue al PMS, permite
que esta ingrese por más tiempo al cilindro, consiguiendo un mejor llenado.
Por la misma razón, debido a la inercia que mantiene la mezcla aire/combustible, si mantenemos la
válvula de admisión abierta un tiempo después que el pistón alcanzó el PMI, incluso cuando este
está ya subiendo, permitimos que continúe entrando la mezcla, lo que permite un llenado aun
mayor del cilindro, con el consiguiente aumento del rendimiento del motor. Otro motivo es el
aumento de rendimiento o de aprovechamiento del trabajo que puede producir el motor al
conseguir una carrera de expansión más larga que la de admisión, sin embargo construir un motor
que consiga esto mecánicamente requiere muchísima complejidad y además de ello las perdidas
mecánicas serían incluso mayores al aprovechamiento, por no hablar de que la carrera de
compresión también sería más larga, así que no sería rentable. Al retrasar el cierre de la admisión la
carrera de compresión es más corta que la de expansión, consiguiendo este mayor
aprovechamiento.
Suele ser de unos 40-45° antes del PMI, lo que permite vaciar el cilindro más rápidamente.
Teóricamente, con esto se pierde potencia al estar los gases de la combustión haciendo presión
sobre el pistón durante menos tiempo, pero esta pérdida es muy baja y se compensa con creces al
aumentar la velocidad de vaciado del cilindro.
Al igual que en los casos anteriores, debido a la inercia que mantienen los gases de escape, éstos
continúan saliendo por su válvula, incluso cuando el pistón pasó el PMS e inició la carrera
descendente. La apertura de la válvula de admisión se efectúa momentos antes del cierre del
escape, para optimizar, nuevamente debido a la inercia que presentan los gases frescos y quemados,
el intercambio de los mismos dentro del cilindro
El "cruce de válvulas"
Este "solapamiento" en las aperturas de las válvulas de admisión y escape, llamado o cruce de levas
o cruce de válvulas, consiste en el espacio, medido en grados sexagesimales de giro del cigüeñal, en
el que la válvula de escape y la de admisión se encuentran abiertas en forma simultánea. Suele ser
de unos 20° a 25° para motores normales de uso urbano o carretera, y en el caso de los motores de
altas prestaciones, para competición, puede llegar a 35° o incluso más. Un cruce de válvulas amplio
permite al motor alcanzar unas RPM más altas, pero su funcionamiento a bajas velocidades reducirá
drásticamente el rendimiento del motor, entregando menos potencia y un par motor menor. Por el
contrario, un cruce de levas corto, permitirá al motor obtener un buen rendimiento a regímenes
bajos, pero por arriba de las 3.500/4000 RPM (dependiendo del diseño del motor) sus prestaciones
decaen.