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TEMA 2: TEORÍAS LINGÜÍSTICAS ACTUALES

ÍNDICE

1. Introducción.
2. La reflexión lingüística en la historia.
2.1. La lengua como objeto de estudio.
2.2. El estructuralismo.
3. Teorías lingüísticas en la actualidad.
3.1. Gramática generativa transformacional.
3.2. Lingüística del texto.
3.3. Otras corrientes actuales de los estudios lingüísticos.
4. Teorías de la comunicación en la actualidad.
4.1. Pragmática.
4.2. Otras corrientes actuales de los estudios sobre la comunicación.
5. Los estudios sobre el uso de la lengua.
6. 5.1. La competencia comunicativa.
5.1.1. Competencia lingüística.
5.1.2. Competencia sociolingüística.
5.1.3. Competencia pragmática.
5.1.4. Competencia psicolingüística.
7. Conclusión y Aplicación didáctica.
8. Bibliografía.

1. INTRODUCCIÓN

En el presente tema recorreremos los estudios más relevantes que sitúan a la lengua como
objeto de estudio de la lingüística, así como las grandes corrientes de la lingüística y la
comunicación contemporáneas.

Pese a que podemos considerar los estudios lingüísticos como relativamente recientes, la
preocupación por la lengua nace en la Antigüedad clásica, donde ya Aristóteles consideraba
la palabra como medio de relación del hombre con el mundo. Tras la evolución de la gramática
en el siglo XVIII y los estudios comparatistas e históricos del XIX, la lingüística científica
nacerá con Saussure, quien sentará las bases del estructuralismo, desarrollado más tarde
por diversas escuelas europeas y americanas. También en Norteamérica tendrá lugar una
revolución radical de la gramática: el generativismo de Noam Chomsky. Y ya en los últimos
años han aparecido nuevas teorías como la lingüística del texto o la pragmática, que superan
el ámbito oracional y se centran en elementos extraoracionales y de finalidad comunicativa.

2. LA REFLEXIÓN LINGÜÍSTICA EN LA HISTORIA.


2.1. La lengua como objeto de estudio.

A diferencia de la lingüística precientífica, basada en presupuestos como la superioridad de


la lengua escrita sobre la hablada, la falta de rigor metodológico entre otros; la lingüística
moderna se plantea como objetivo el estudio científico del lenguaje, con una metodología
experimental y empírica. Como características principales de la lingüística moderna podemos
destacar:

- Da prioridad a la lengua hablada, debido a que es anterior en el tiempo a la escrita y


por ello está más desarrollada; se asimila antes en el proceso de aprendizaje, es
mucho más utilizada por los hablantes y posee mayor riqueza expresiva y naturalidad.
- Realiza un análisis descriptivo, no prescriptivo: mientras la gramática tradicional
parte de la idea de que existe un estado perfecto de la lengua que debe ser imitado
y protegido por medio de normas, la lingüística moderna se preocupa solo de
descubrir el funcionamiento de la lengua tal como es, es decir, cómo la usa el
hablante, por lo que se acepta la lengua en estado “corrupto”, esto es, de continua
evolución.
- Da primacía a los estudios sincrónicos: si una lengua está siempre en transformación
sólo podemos aspirar a describirla en un momento determinado, sin tener en cuenta
consideraciones de tipo histórico o evolutivo.

Los inicios del siglo XIX se suelen considerar el momento clave para la formación y desarrollo
de la lingüística como hoy la entendemos.

La lingüística históricocomparativa fue el fundamento para un método científico que tenía


como principal labor el estudiar los cambios de la lengua, y dar una explicación histórica de
sus diferentes estadios, esto es, proporcionar claridad en las etimologías de las palabras y
en las derivaciones de las formas y de las construcciones.

El principal defensor de la idea de que todas las explicaciones de la lengua debían ser de tipo
histórico fue el lingüista alemán Hermann Paul, cuyos seguidores fueron llamados
neogramáticos, y que aseguraban la infalibilidad de las normas fonéticas.

El estudio, hasta ese momento, estaba enfocado a las lenguas conocidas. Se omitía la
descripción. Sin embargo, al enfrentarse con las lenguas indígenas de los diferentes lugares
del mundo, que nunca habían sido descritas, se advirtieron las deficiencias del enfoque
mantenido hasta el momento.

2.2. El estructuralismo

Con el curso de “Lingüística general” (1916) del teórico suizo Ferdinand Saussure la vigencia
de la lingüística histórica imperante hasta ese momento queda sustituida por la de lingüística
general. Para Saussure, el lenguaje es una facultad humana que tiene su organización
sistémica en la lengua. EL “Curso” establece un manifiesto pragmático para la lingüística
futura: “La lingüística tiene por único y verdadero objeto la lengua considerada en sí misma
y por sí misma”.

El libro de Saussure sienta las bases de lo que será toda la lingüística posterior. No prescribe
cómo debiera ser la lengua, sino que describe su funcionamiento a partir de algunas premisas
fundamentales:

- Establece la diferencia sustancial entre lengua (langue) y habla (parole), entendida


la una como un código sistémico y la otra, como sus realizaciones afectivas, como las
variantes concretas del repertorio que constituye cualquier lengua.
- Afirma la interrelación necesaria entre los elementos del sistema que constituye la
lengua, y la doble articulación de ese sistema de signos en u n eje sintagmático o de
combinación y un eje paradigmático o de selección.
- Saussure parte de considerar el signo lingüístico como elemento central del sistema,
y establece su existencia como entidad con dos planos simultáneos de significante y
significado.

Para Saussure el campo de la lingüística es descriptivo, no prescriptivo. Está compuesto por


todas las manifestaciones del lenguaje humano, todas las formas expresivas, sin discriminar
entre “buenos” y “malos usos” y sin considerar el grado de civilización de sus hablantes.

Toda ciencia ha de tener un objeto de estudio. Con la idea de conferir a la lingüística el


carácter de ciencia, Saussure acuña la dicotomía lengua y habla. Lengua y haba entendidos
como dos aspectos del lenguaje diferentes entre sí. La lengua es un hecho social, un producto
social de la facultad del lenguaje y un conjunto de convenciones adoptadas por la comunidad,
para permitir el ejercicio de la facultad lingüística entre los individuos. El habla, tiene un
carácter esencialmente individual, se trata de un acto de voluntad e inteligencia de los
hablantes. Incluye los aspectos físicos y fisiológicos, y contrariamente a la lengua es algo
“accesorio” (un individuo privado del habla por determinada patología puede seguir poseyendo
su lengua).

De esta manera, Saussure consigue construir un objeto de estudio homogéneo, distinto del
habla, que puede estudiarse separadamente: un sistema de signos en el que es esencial la
unión del sentido y la imagen acústica (El signo lingüístico)

Por lo tanto, la lingüística del siglo XIX se dedicó, sobre todo, a proporcionar claridad a los
parentescos entre lenguas y sus evoluciones en la historia, y la moderna lingüística tiene como
labor primordial la de definir de manera científica la lengua en sí y analizar los mecanismos
mediante los cuales los individuos se comunican con su entorno,

Varias escuelas llevarían las ideas de Saussure a términos extremos. En Europa aparecieron
diferentes escuelas, como la fonológica, con sede en Praga, la glosemática (con sede en
Dinamarca). También Suiza, Alemania y otros tantos países estuvieron influidos por el
pensamiento de Saussure. Todas estas secuelas se aglutinaron bajo el estructuralismo.

Podemos resumir las aportaciones y resultados del estructuralismo en la segunda mitad del
siglo XX en los siguientes puntos:

- Predominio de los paradigmático y superación del formalismo. Estudio descriptivo.


- Fonología: sistemas fonológicos como paradigmas organizados en oposiciones
distintivas.
- Morfosintaxis: análisis descriptivo (funcional o distribucional) de categorías,
funciones y unidades.
- Semántica: forma del contenido, campo léxico, rasgos distintivos léxicos, relaciones
de significado.

3. TEORÍAS LINGÜÍSTICAS EN LA ACTUALIDAD


3.1. Gramática generativa transformacional

En 1957, Noam Chomsky publica “Estructuras sintácticas”, punto de partida de un nuevo


planteamiento en el campo de los estudios lingüísticos, la gramática generativa, llamada
originariamente transformacional. Este nuevo planteamiento pretende llegar a un perfecto
conocimiento de la lengua y de las posibilidades que ofrece, y a través de ella llegar al
pensamiento. Los postulados del generativismo chomskiano pueden ser resumidos en los
siguientes conceptos básicos:

- El abandono del método inductivo por el deductivo propio de otras ciencias: una vez
obtenidos todos los datos se debe pasar a la construcción de modelos de
funcionamiento y predicción.
- El aprendizaje de la lengua se basa en una capacidad innata del ser humano, idea
opuesta al conductismo. El lenguaje no será más que un conjunto finito de mecanismos
capaz de generar un conjunto infinito de mensajes.
- La teoría lingüística debe dar cuenta de la capacidad creativa inconsciente e innata
del hablante, su competencia, plasmada en cada acto de habla o actuación. La
competencia puede ser definida como el conocimiento innato y con frecuencia
inconsciente que os individuos tienen de la estructura de su lengua para producir e
interpretar un número potencialmente infinito de enunciados. Relacionando con la
actuación, que es el modo en el que los individuos utilizan la lengua diariamente, la
manifestación de la competencia está el concepto de aceptabilidad, es decir, el hecho
de que un determinado enunciado, además de ser gramatical, debe ser aceptable para
la actuación lingüística del hablante.
- La gramática será un conjunto de reglas que darán cuenta del conjunto finito de
mecanismos, o incluso un modelo de competencia, que, gracias a un conjunto de reglas,
dé cuenta de todas las estructuras gramaticales, y solo de ellas, excluyendo todas
las estructuras no gramaticales (Gramaticalidad y agramaticalidad)
- Esta gramática generativa deberá ser explícita, en cuanto a que enumere claramente
las reglas gramaticales y las condiciones en las que actúan, y proyectiva, porque
partiendo del estudio de un corpus finito de enunciados será capaz de prever todos
los posibles en una lengua dada.
- Está gramática generativa está compuesta de una estructura profunda, reglas de
transformación y de la estructura superficial.

El objetivo chomskiano era básicamente de descripción sintáctica, pero a partir de su libro


“Aspectos de la teoría de la sintaxis” (1965) plantea que la gramática debe contener un
componente fonológico y componente semántico. Aún así, esta gramática sería básicamente
sintáctica, pues fonología y semántica serían disciplinas puramente descriptivas, pero no
generativas, al no poder generar oraciones por sí mismas. Sin embargo, esta inclusión de la
semántica en el modelo generativista propició el desarrollo de las teorías chomskianas e
impidió su estancamiento.

En un primer momento, Chomsky no tiene en cuenta el componente semántico en sus


descripciones gramaticales: “La gramática es autónoma e independiente del significado”, pero
los estudios de Katz y Postal apuntaron hacia la integración de estudios rigurosos sobre la
estructura del significado en el marco de la gramática generativa, pues el cambio en el orden
de las palabras puede modificar el significado o crear ambigüedad. Por la ambigüedad que
comentaban Katz y Postal, Chomsky desarrolló el concepto de que cada frase tiene dos
niveles distintos de representación: una estructura profunda y una estructura superficial.
La primera contiene el sentido mismo del mensaje y determina el contenido semántico, la
segunda, es el último elemento en el proceso transformacional de la frase.

Las aportaciones de la lingüística generativa han tenido una profunda repercusión en la


psicología y el desarrollo del cognitivismo y del constructivismo, pues han centrado todas
cuestiones de pensamiento, percepción y conocimiento en el interior del sujeto.

3.2. Lingüística del texto.

En la década de los 70 una nueva forma de acercarse al estudio del lenguaje vio la luz y
adquirió un rápido desarrollo: la lingüística del texto. Al nacimiento y fundamentación de esta
nueva corriente lingüística se encuentran asociados nombres como los de W. Dressler, E.
Coseriu, S.J. Schmidt, H. Weinrich, T. A. van Dijk, etc. Esta nueva corriente lingüística,
propone unos principios básicos:

- El texto, unidad de la lengua sin extensión fija, pero con unidad semántica y
estructural es la unidad lingüística objeto de estudio.
- Las reglas propias del nivel textual (según E. Bernárdez, en “Introducción a la
gramática del texto en español”, 1982) serán adecuación, coherencia y cohesión. La
adecuación consiste en el ajuste formal y semántico del texto a la situación de
comunicación, la coherencia contribuirá a dar un sentido global al texto (estructura
profunda) y la cohesión es la propiedad de la estructura superficial que consigue que
los elementos conformantes del texto no aparezcan inconexos, sino que formen una
unidad tanto morfosintáctica como semántica.

Van Dijk, uno de los creadores de esta corriente, distingue dos niveles en el texto: el macro
componente (estructura profunda textual), y el microcomponente (estructura superficial).

Mencionaremos nuevamente a E. Bernández, quien incluye el componente social en el texto


como unidad comunicativa básica.

3.3. Otras corrientes actuales de los estudios lingüísticos.

Nombraré otras corrientes actuales de los estudios lingüísticos, son las siguientes:

- Gramática de dependencias de Tesnière (1959).


- Gramática sistémica de Halliday, de los años 70.
- Neurolingüística.
- Psicolingüística.
- Lingüística matemática.
- Lingüística aplicada.
- Lingüística clínica.
- Lingüística judicial o lingüística legal y forense.

El aspecto capital de la lingüística reciente está centrado en el análisis del discurso y recoge
conceptos de muy variadas disciplinas: teorías del texto, análisis de la conversación,
semiótica y hermenéutica, principalmente la Pragmalingüística, que investiga los aspectos
iniciales e instrumentales del lenguaje, las situaciones en que se dan los discursos y los
efectos que éstos promueven.

4. TEORÍAS DE LA COMUNICACIÓN EN LA ACTUALIDAD.

4.1. Pragmática.

El objeto de estudio de la pragmática es el acto de la enunciación (no el enunciado). En


palabras del semiótico CH. Morris (1954), estudia la relación de la lengua con sus hablantes,
por lo que para interpretar una enunciación no debemos solo tener en cuenta las unidades
lingüísticas sino también sus significados explícitos e implícitos, producidos por el contexto
de enunciación (espacio físico y temporal, relación social emisor-receptor, intención y
actitud, etc.) y los elementos de la comunicación que intervengan en la creación e
interpretación del mensaje.

Según el estudio de los actos de habla, iniciado por la obra de Austin “Cómo hacer cosas con
palabras” (1962), y desarrollada por Searle en “Actos de habla” (1968), un acto de habla será
la actualización de un enunciado en un contexto particular de enunciación; por tanto, un acto
de hablar será básicamente una acción cuya finalidad es la comunicación. Hay tres tipos de
actos de habla: locutivos (acto físico de producir una emisión), ilocutivo (acto que se realiza
por medio de la emisión) y perlocutivo (consecuencias que tiene el acto, es decir, la producción
de un efecto a través de la elocución y la ilocución). Austin llegó a la conclusión de que todas
las expresiones del lenguaje deben considerarse como actos.

Pero la Pragmática no se ha reducido al estudio de los actos de habla, sino que también ha
tratado otros aspectos como la presuposición, la deixis, la estructura del diálogo, etc.

4.2. Otras corrientes actuales de los estudios sobre la comunicación.

- Lingüística cognitiva (nacida a finales de los 80 y principios de los 90) centrada en la lengua
como representación del conocimiento.

- Antropología lingüística o etnolingüística: estudia las variaciones del lenguaje en relación


con los esquemas culturales y las creencias.

- Sociolingüística: estudia la lengua en interacción con la sociedad.

5. LOS ESTUDIOS SOBRE EL USO DE LA LENGUA.

El uso de la lengua se refiere al empleo de esta en tanto que práctica social, destacando de
este modo la que se concibe como su función fundamental, que es la comunicación. En
lingüística, el uso de la lengua se ha concebido de modos muy distintos. Así, suelen
considerarse dos perspectivas diferentes a la hora de acercarse al estudio de la lengua:

- Una perspectiva formal: (estructuralismo y generativismo), cuyo objeto de estudio


es la descripción de la lengua como un sistema autónomo, abstracto o virtual.
- Una perspectiva funcional, cuyo objeto de estudio es el uso de la lengua en contexto,
en situaciones reales de comunicación. Desde esta perspectiva, se considera que el
uso de la lengua va más allá del empleo correcto del código lingüístico, pues supone
tener competencia comunicativa, y no solo lingüística.

Dentro de la lingüística moderna se diferencian dos vertientes con origen en los estudios de
Saussure. La de lingüistas americanos, cuya aportación principal fue la de proponer una
definición científica de la lengua y del fenómeno lingüístico, que abrió el camino para el
tratamiento numérico de la programación del hecho lingüístico, y sentó las bases p ara la
traducción automática.

La de Menéndez Pidal, que considera el lugar de la lengua dentro del marco de las estructuras
culturales y sociales. Para estos estudiosos, la lengua no puede ser aislada del compendio de
reglas, normas y costumbres que conforman una sociedad. La lengua evoluciona integrada en
ese ámbito y se somete a los cambios que allí suceden.

5.1. La competencia comunicativa (se puede ampliar en el tema 1)

Para Hymes (1971), se entiende como el conjunto de habilidades y conocimientos que


permiten que los hablantes de una comunidad lingüística puedan entenderse y, por tanto,
comunicarse.

Para Fishman (1970), todo acto comunicativo entre dos o más personas en cualquier situación
de intercambio está regido por reglas de interacción social, las que define como “quién habla
a quién” (interlocutores), qué lengua (variedad regional, variedad de edad, sexo o estrato
social), dónde (escenario), cuándo (tiempo), acerca de qué (tópico), con qué intenciones
(propósito) y consecuencias (resultados)

La competencia comunicativa está compuesta por la competencia lingüística, la competencia


sociolingüística, la competencia pragmática y la psicolingüística.

5.1.1. Competencia lingüística (se puede ampliar en el tema 1)

Es la capacidad para producir enunciados en una lengua, se ha definido como el conocimiento


implícito que tienen los hablantes de las lenguas; conocimiento que posibilita codificar,
comprender y saber si son correctos gramaticalmente o no los mensajes. Se puede dividir a
su vez en seis tipos de competencias: léxica, gramatical, semántica, fonológica, ortográfica
y ortopoética.

5.1.2. Competencia sociolingüística

Es la capacidad de las personas para comprender y producir enunciados en un determinado


contexto de uso, en donde influyen factores extralingüísticos como la edad, la profesión y la
relación entre los participantes o la situación en la que se produce el intercambio.

Esta competencia incluirá conocer y dominar los siguientes aspectos:

- Las reglas de interacción social: la competencia sociolingüística es una descripción en


términos culturales de los usos pautados de la lengua y el habla, o sea, las reglas de
interacción social de un grupo, institución, comunidad o sociedad particular.
- Modelo Speaking: Hymes desarrolla este modelo fundamentado en la teoría de que
para hablar correctamente además de conocer la gramática y el vocabulario es
necesario tener en cuenta el contexto. El modelo comprende 16 componentes que se
pueden aplicar a muchos tipos de discurso: forma del mensaje, contenido del mensaje,
ambiente escena, hablante/emisor, remitente, oyente/receptor/audiencia,
destinatario, propósito, código, canales, formas de habla, normas de interacción,
normas de interpretación y géneros. Para facilitar su aplicación los agrupó en 8
categorías, que corresponden a las reglas de interacción social y que forman el
acrónimo SPEAKING: situación (S) ¿dónde y cuándo?, participantes (P) ¿quién y a
quién?, finalidades (E) ¿para qué?, actos (A) ¿qué?, tono (K) ¿cómo?, instrumentos
(I) ¿de qué manera?, normas (N) ¿qué creencias? y género (G) ¿qué tipo de discurso?
- Competencia interaccional. Trata de cómo iniciar, continuar y manejar las
conversaciones y negociar el significado con otras personas; el tipo de lenguaje
corporal apropiado (el lenguaje no verbal); el contacto visual y la proximidad entre
los hablantes y el actuar en consonancia con esas reglas.
- Competencia cultural. Capacidad para comprender las normas de comportamiento
desde el punto de vista de los miembros de una cultura, y actuar de modo que pueda
ser entendido por dichos miembros y en que se espera que dichas normas sean
entendidas. La competencia cultural incluye la estructura social, los valores y
creencias de la gente y el modo en que asumen que se deben hacer las cosas.

5.1.3. Competencia pragmática

Se entiende por competencia pragmática (Martín Perís et alia, 2008) la capacidad de realizar
un uso comunicativo de la lengua en el que se tengan presentes no solo las relaciones que se
dan entre los signos lingüísticos y sus referentes, sino también las relaciones pragmáticas,
es decir, aquellas que se dan entre el sistema de la lengua, por un lado, y los interlocutores y
el contexto de comunicación por otro.

- Competencia funcional: es la capacidad la lograr los propósitos de comunicación en


una lengua (especular, rechazar, retractarse, negar, clasificar, preguntar, perdonar,
felicitar, saludar, agradecer, etc.).
- La implicatura: es un proceso de inferencia por el cual se extrae más información
de la que efectivamente se transmite. La noción de implicatura (Grice, 1975) se basa
en la distinción entre lo que se dice y lo que se implica al decir lo que se dice o lo que
no de dice. Grice distingue dos tipos de implicaturas: convencionales (depende de algo
adicional al significado normal de las palabras) y la conversacional (se deriva de
condiciones más generales que determinan la conducta adecuada en la conversación).
La teoría de la implicatura de Grice se sustenta esencialmente en cómo la gente usa
la lengua. Grice identifica cuatro máximas de conversación que son los principios
sobre los cuales se basa el uso cooperativo eficiente de la lengua: calidad (que su
contribución sea verdadera), cantidad (que la información no sea más informativa de
lo que se requiere), relevancia (que sea relevante) y modo (sea breve, ordenado y
evite la ambigüedad)
- La presuposición: es otro tipo de inferencia pragmática unida más estrechamente
con la estructura lingüística de las oraciones. Las presuposiciones no pueden
considerarse como semánticas, en el sentido literal del término, son muy sensibles a
factores contextuales y sus significados están implícitos en ciertas expresiones y
sirven para evaluar la verdad de la oración. Por ejemplo la expresión acabar de +
infinitivo lleva una presuposición, como en el ejemplo: acaba de terminar el partido,
donde la presuposición es que el partido ya no se está jugando.

5.1.4. Competencia psicolingüística

Incluye la personalidad del hablante, la sociocognición y el condicionamiento afectivo.

- La personalidad del hablante y de los interlocutores: incluye sus “cajas negras”,


cada uno con su nivel intelectual y cultural, su sistema de motivaciones, además del
sexo, edad, estrato social, prejuicios, educación, estado emocional, etc.
- Sociocognición: las representaciones mentales junto a las actitudes con que los
hablantes entran en una interacción y visualizan al otro, afectan la estrategia
discursiva por usar y la evaluación de cómo se desarrollará dicho intercambio.
- Condicionamiento afectivo: elemento compartido por los integrantes de una
comunidad, lo que no quiere decir que se anule la individualidad.

6. CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN DIDÁCTICA

Son muchos los autores que estudian el lenguaje desde diferentes puntos de actuación, lo
que hace imposible que en este tema se puedan mostrar todos ellos y sus correspondientes
teorías de manera desarrollada. Por ello, se ha intentado sintetizar en la medida de lo posible
y dar una visión general de lo que ha supuesto el estudio de la lingüística durante el siglo XX.

Actualmente, la enseñanza tiende a una combinación sabia entre las dos concepciones
indicadas al comienzo del tema. De esta forma, sin caer en un posicionamiento puramente
gramatical, es evidente que la asimilación plena de los fundamentos comunicativos de una
lengua deberá apoyarse en presupuestos gramaticales, en una gramática bien entendida.

Difícilmente tiene cabida este tema en cualesquiera de los ciclos educativos de la ESO; pero
el profesor como especialista que es, conozca las tendencias más importantes de la lingüística
durante todas las épocas en que esta fue sometida a la reflexión y al análisis.

7. BIBLIOGRAFÍA

- Bernárdez, E. (1987). Lingüística del texto. Madrid: Arco-Libros.


- Chomsky, N. (1957). Estructuras sintácticas. La Haya, Mouton.
- Escandell, M. Vª. (1996). Introducción a la pragmática. Anthropos: Madrid.
- Hjelmlev, L. (1968): “El lenguaje”. Madrid: Gredos.
- Martinet, A. (1974): “Elementos de lingüística general”. Madrid: Gredos.
- Saussure, F. (1983): “Curso de lingüística general”. Madrid: Alianza.

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