Está en la página 1de 1

A falta de e s ta s máquinas excelentes

que p o se e la industria de p a n a d ería y


confitería para disp o n e r la p a s ta , las
buenas am as de c a sa am asan la mezcla
con las manos. T a r e a p esad a , pero t r a ­
dicional y que proporciona a los buñuelos
e s te sa b o r ca se ro inconfundible. Recuer­
do a es te respecto que, en n u es tro hogar,
hacíamos la operación a cuatro manos;
Los b u ñ u e l o s las de mi herm ana, muy blanquitas, y las
de un se rvido r que, como siem pre, p e ­
dían a gritos un paq uete de Libel. Mi
* tADA mejor que hablar, en es ta ex iste d esde el comienzo de los siglos. buena m adre dábam e, al notarlo un p ro ­
/ época, de los buñuelos. Duran- Es algo íntim mente ligado a los actos longado tirón de o reja s y no me dejaba
te el tiempo cuaresm al y más hum anos. C o n c re ta ndo , afirmo que el proseg uir. Yo p ro te sta b a y les decía que
aun en su s últimos días, la gente a c o s­ prim er p o stre de este tipo se e s tre n ó en precisam ente allí e s ta b a lo b ueno de la
tum bra a se g u ir la tradición y en cada el P araíso, a cargo de n u e s tro s primeros ta re a, lo mejur. No me convencí del er r o r
h ogar d éjase sentir el olorcillo ca ra c te ­ p ad re s Y conste que r esu ltó un g r a n ­ h asta que mis familiares me dejaron un
rístico del sa b ro so postre. dioso buñuelo de manzana, nada menos. poco de p a s ta para que la trabajara por
S e conocen muchas clases de buñuelos: mi cuenta S u m ergí mis extrem idades en
Por creerlo de interés, mis com pañeros
de viento, de fruta, etc , según sean los la m asa y la b e ré d urante muchísimo rato,
de redacción me rogaron que a p o rta ra
productos básicos de la fabricación. concienzudam ente. Al term inr, mis ma­
unos datos so b re el particular, basan d o
nos p re se n ta b a n un asp ec to maravilloso
las probabilidades de éxito del artículo Los de viento son elem en tales: d e s ­
pero el dulce había ennegrecido conside­
en mi especialidad sobre la materia. Ya pués de p r e p a ra d a una p a s ta razonable
rablem ente. Hube de freirle yo a falta de
dicen ellos., ¡la de buñuelos que nos hace a b ase de harina, azúcar, huevos y leche,
usted! L es doy la razón; pocos mortales voluntarios. Los buñuelos crecían que
se dispone un recipiente lleno de aire
daba gusto y p re se n ta b a n muy buen a s ­
pueden presum ir, como si tal cosa, del atmosférico. Fn la cocina, tó u ftn se cu­
pecto.
complejo de buñuelos que yo poseo. charadas de es te aire env asado, e n v u é l­
R ealm ente es extraordinario y ahora que v anse con un poco de p a s ta y pón ganse P e r o , si les parece, dejarem os lo
el mundo se pirra por los com plejos e s ­ a freir. Según sea el aire que domina en del sa b o r p ara otro día. Hubim os de
toy más que satisfecho. P ero no filosofe­ la región así toman e s to s d u lc e s nom bres echarlos a la b as u ra y los gatos del v e ­
mos y vayam os al grano. diferentes. Los que se p reparan con v ie n ­ cindario qne acudieron al cubo nos m o ­
to de tram on tana se llaman del Ampur- lestaron durante v aria s noches con unos
Los enten d id o s opinan que esto de los
buñuelos e s antiquísimo. Algunos histo­ dán y han conseguido fama allende las maullidos muy triste s y prolongados.
riad o res sitúan su origen en el norte de fronteras. D esd e aquel día, lo» buñuelos se p r e ­
Africa. Según ellos, los moros fueron sus P a ra las a c tu a les circunstancias les paran en c a sa a dos manos solam ente.
descubridores llegando, el dulce a n u e s­ brindo una experiencia sencilla y ec o n ó ­
tra península duran te la invasión A seg u ­ mica; me refiero a los modernos buñuelos
ran, adem ás, que uno de sus caudillos a l sifó n , invención reciente de un amigo No quiero ac abar e s ta s líneas sin a p o r­
recibió un nombre especial debido a es te leridano, y que revolucionarán la técnica tar una fórmula que dedico, en especial,
p o stre , pues-, habiendo llegado a un po­ en lo sucesivo. Con harina, azúcar y a las se ñ o ra s que tienen la desgracia de
blado andaluz donde vivían varios c a ta la­ sifón se hace la p i s t a El ag ua de S e ltz p r e p a r a r es te p o stre con falta de dulzor.
n es, trab ó con ellos am istad y les invitó actúa q la vez de disolvente y levadura. Ahí va:
a comer. P roba ro n los co m en sa les los Yo los probé en los alb o re s del invento 1 kilo de harina; 1 kilo de azúcar;
buñuelos y cuando el caid pregu ntóles su d esp u és de cuatro horas de camino por 2 litros de leche; 1 libra de miel de ro­
p a r e c e r co n testaro n: «M uz agrad en molt» los Pirineos y los enc on tré riquísim os. mero; 5 g otitas de agua; 1 cuartillo de
Y Muza se llamó desde entonces aquel Pepe, mi buen amigo, me confesó que «barreja»; y 1/2 libra de bicarbonato.
famoso g u e rre ro , en recuerdo de tan m e­ p robaría una solución para ab a r a ta rlo s
morable hecho. co n siste n te en reducir en lo sucesivo los U n a aclaración: el agua es sólo para
d e s p ista r y se echa cuando el marido
Hay muchas dudas, em pero, y los s a ­ dos prim eros ing red ien te s, con el fin de
j - opina que la cosa sa ld rá dem asiado cara.
bios se lanzan a to da clase de conjeturas o b te n e r buñuelos únicamente de sifón.
El último artículo p rep á re n lo j ia r a el e s ­
y cébalas so b re el particular. U n os m e se s d e s p u é s le en contré enfla­
tómago; podría precisar.
F re n te a sus ab s u rd a s teorías, yo s o s ­ quecido y mal afeitado y me dijo que
tengo una te sis lógica y cierta; el buñuelo había conseguido muy buenos resultados- T r ig l if o

.«(» viLAiinne» cassa

También podría gustarte