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UNIVERSIDAD AMAZÓNICA DE PANDO

ÁREA DE CIENCIAS BIOLÓGICAS Y NATURALES


CARRERA DE INGENIERÍA AGROFORESTAL

“FRUTICULTURA”

UNIVERSITARIO: FABRICIO DA SILVA


ASIGNATURA: CULTIVOS II
DOCDENTE: ING. RONNY SILVER BALCAZAR SOSA

COBIJA 06/11/2019
¿Qué es fruticultura?
La fruticultura es la ciencia que estudia el cultivo de especies leñosas y
semileñosas productoras de frutas, aplicando tecnologías basadas en principios
biológicos y fisiológicos, para obtener un rédito económico de la actividad.
También se entiende por fruticultura, a la ciencia que estudia el mejoramiento
genético de los árboles frutales y la elaboración o adecuación de las técnicas de
producción; con este significado se cuenta, además, con la palabra "Pomología",
muy usada en otros idiomas como el inglés y el francés, pero poco utilizada en
nuestra lengua.
La fruticultura es, por lo tanto, una actividad planificada y sistemática realizada
por el ser humano que abarca todas las acciones que realiza con relación al
cultivo para el beneficio de todas aquellas plantas que producen frutos.
Ventajas de la fruticultura
 Comerciales
Los negocios de frutas tropicales son rentables, se estima que en promedio cada
kilómetro cuadrado de árboles frutícolas bien manejados producirá ingresos
brutos anuales de alrededor de medio millón de dólares después del séptimo año
sin incluir valor agregado. Por ejemplo, con tecnología adecuada (riego,
fertilización, control de plagas y otras tecnologías) el limón pérsico, aguacate,
melocotón, ciruela y mango son cultivos de alta rentabilidad, con una tasa interna
de retorno del 30 al 40%.
En relación a las oportunidades para la agroindustria de frutas, se reduce el
escalonamiento arancelario. Con la suscripción del DR-CAFTA existe una
motivación adicional para darle valor agregado a pulpas de frutas, jaleas, jugos,
concentrados, etc. en Centroamérica, lo cual redundará en mayor empleo y
distribución del ingreso.
Estudios realizados por el Programa MAG-FRUTALES indican una acentuada
"tropicalización" en el consumo de frutas y hortalizas en el mercado
estadounidense, lo que representa oportunidades comerciales. Lo mismo ocurre
con los mercados canadiense, europeo y japonés.
También, la producción de frutas genera muchas oportunidades para sustituir
importaciones provenientes de Guatemala, Honduras, Chile y México.
 Ambientales
Los bosques resultan cada vez más importantes ante el escenario del cambio
climático.
Plantar árboles provee cobertura vegetal contribuyendo a mitigar la erosión, en
suelos de laderas. Plantaciones bien manejadas de frutales contribuyen a
preservar y restablecer los escasos recursos naturales, como agua y suelo.
Los bosques aportan a la generación de agua, energía hidroeléctrica y oxígeno.
Los árboles frutales tienen la capacidad de actuar como tanques de absorción
de dióxido de carbono.
Los sistemas de producción con árboles, como los frutales, suelen ser más
resistentes y se recuperan con más rapidez y facilidad a desastres naturales.
Plantar árboles es crucial para el país ya que la vulnerabilidad hacia este tipo de
fenómenos se ha incrementado.
Aparte de los beneficios ambientales, se puede contribuir a una adecuada
gestión ambiental y revalorización del agro al dar origen a la implementación de
esquemas de pago por servicios ambientales, que remunere y permita ingresos
sostenidos a las comunidades.
 Sociales
Por tratarse de rubros que permiten encadenamientos, desde la fabricación de
insumos muy específicos para la producción, hasta la comercialización o
exportación, las oportunidades de generar empleo en este subsector son
comparativamente mayores que en otros. Estos encadenamientos repercuten
positivamente en las economías domésticas, incluso rurales.
La agroindustria rural es otro sector que está creciendo en el país dando
alternativas para el aprovechamiento de las frutas por grupos de pequeños
empresarios, especialmente mujeres organizadas, quienes obtienen ingresos de
las actividades de procesamiento de las frutas. Estas actividades tienen un
impacto directo en la vida de muchas mujeres de las comunidades rurales,
quienes en un alto porcentaje son jefas de hogar.
Las actividades de la fruticultura además son muy congruentes con la
responsabilidad social empresarial. Los consumidores internacionales
demandan el cumplimiento de condiciones sociales y están dispuestos a pagar
un sobreprecio por los productos que demuestren cumplir con esos estándares.
Modelo de diseño de producción de fruticultura
La elaboración completa de un proyecto exige un consumo de tiempo del
proyectista, o el equipo que lo desarrolla, y unos gastos más o menos
importantes, según sus necesidades, tanto para recabar la información
necesaria como para la propia redacción.
Esto hace que antes de llevar a cabo la redacción definitiva del proyecto ejecutivo
se desarrollen una serie de etapas que permitan dar al promotor la información
suficiente en cada momento para decidir la conveniencia o no del proyecto, o
bien la modificación de la idea original, sin que ello le suponga un gasto
importante, como puede ser el de redacción definitiva del proyecto.
El conjunto de las etapas (incluyendo las de elaboración) en que se desarrolla el
proyecto recibe el nombre de “ciclo del proyecto”. Ello es debido a que partiendo
de una realidad o situación sin proyecto se vuelve a esa realidad al final del
proceso, pero con una situación transformada una vez ejecutado el proyecto.
En cada una de las etapas se desciende a un grado de definición mayor y se
profundiza más en el análisis de los diferentes factores que condicionan la
elección de soluciones para la explotación. Se tiene de esta forma un proceso
de planificación en el cual se van tomando decisiones a partir de una serie de
elementos de juicio suficientes para decidir en cada una de las fases la viabilidad
o no de las opciones presentadas, o bien la incorporación de nuevas opciones,
o incluso desechar la propuesta de llevar a cabo la plantación, al detectar la
existencia de un factor excluyente o altamente limitante.
En conclusión, se va descendiendo en análisis y evaluación de soluciones, de
una forma progresiva, dedicando el tiempo y recursos precisos en cada fase
hasta que se llega a la solución definitiva, que si el grado de complejidad de la
plantación o explotación planificada lo requiere se plasmará en la elaboración de
un proyecto de ingeniería, a partir del cual se ejecutará la explotación planificada.
El número de etapas de la elaboración dependerá del carácter de la
transformación y de su envergadura. En el caso más complejo se consideran las
cuatro etapas que a continuación se describen.
Comparación de la fruticultura en Colombia, Venezuela y Brasil
 Colombia

En Colombia durante las últimas cuatro décadas el área sembrada en frutas


expresa una dinámica de constante crecimiento, consiguiendo así aumentar su
participación tanto en el área dedicada a cultivos no transables, como en el total
del área de la agricultura sin café. Así, mientras en 1970 la participación del área
frutícola en los no transables era del 1,6%, en el 2005 ésta era del 12,6%.

La promoción y desarrollo del sector frutícola representa para Colombia una


importante fuente de crecimiento de la agricultura, de generación de empleo rural
y de desarrollo con equidad para las distintas regiones puesto que las frutas
pueden asentarse en los diversos pisos térmicos de que dispone el país, a la vez
que conforma una producción administrada con criterios de eficiencia y
sostenibilidad en escalas que van desde micro, pequeños y medianos
productores hasta grandes productores y empresas (PFN, 2006).

El Plan Frutícola Nacional - PFN, constituye una propuesta estratégica


conformada por conjunto coherente de objetivos, estrategias y programas que,
con base en una visión de futuro, buscan la meta inicial de duplicar el área de
producción frutícola nacional, asegurar las condiciones tecnológicas y de
innovación para una producción sostenible y de calidad, agregar valor en la
cadena frutícola, y lograr una vinculación plena en los mercados internacionales
(PFN, 2006).

 Venezuela

Durante la conquista (alrededor del año 1500), la producción de frutas formó


parte de las pequeñas unidades de producción agrícola, en forma de cultivos
asociados. Mucho más tarde se consolidaron huertos un poco más específicos,
con superficie menor de 10 Ha. Las unidades de producción frutícola
venezolanas se pueden agrupar en: 1) Huertos caseros (plantas aisladas
adyacentes a la vivienda, baja tecnología); 2) Pequeñas unidades de producción,
específicas o no (<10 Ha cultivos asociados, alta heterogeneidad, baja
tecnología, mano de obra familiar); y 3) Medianas y grandes unidades (una o dos
especies, alta tecnología, mano de obra especializada). La fruticultura en el país
se caracteriza por ser una actividad dirigida al mercado nacional, con algunas
excepciones como el mango y la lima 'Tahití' (LEAL y AVILÁN, 1997; AULAR,
2006).

La fruticultura en Venezuela se ha caracterizado por presentar: a) Inadecuados


sistemas de información en cuanto producción, mercado y precio; b) Inexistencia
de normas de selección y clasificación de frutas; c) Ausencia de mecanismos
formales de inspección y control de la calidad para el mercado interno; d)
Reducido número de organizaciones de productores; e) Escasos vínculos entre
los centros de investigación y los productores; f) Limitación de recursos humanos
para la extensión; y g) Escasez de personal especializado en el área de pos
cosecha (SERGENT y LEAL; 1996; LEAL y AVILÁN, 1997). A lo anterior
debemos sumarle la reducción del consumo de frutas, incrementos de costos de
producción y escasa inversión, tanto nacional como foránea, quizás como
producto de no haber sido atendida esta área como una prioridad para la
seguridad alimentaria del país.

El manejo pos cosecha de las frutas es deficiente y la calidad de la fruta va de


media a baja. La pérdidas pueden ser mayores al 30 %, y los principales
problemas que caracterizan el manejo de las frutas en el país son: a) inadecuada
aplicación de los indicadores de cosecha, b) realización precaria de la cosecha,
c) selección y clasificación inadecuada, d) uso de embalajes y transportes
impropios, d) ausencia de tratamientos fitosanitarios, e) carencia y fallas en la
cadena de frío, y f) aplicación inadecuada de las prácticas de reducción de
pérdidas (AULAR, 2006).

 Brasil
La fruticultura es uno de los segmentos de la economía brasileña que la mayoría
sí se ha distinguido en los últimos años y está todavía en evolución, tanto en lo
que respecta a la producción de frutas en la naturaleza, como en la fabricación
de jugos y néctares. Brasil es el tercer mayor productor de fruta del mundo, solo
superado por China y Chile, produciendo alrededor de 40 millones de toneladas
/ año en 2,3 millones de hectáreas.
La producción sirve al mercado interno (que consume más del 95% de la
producción total) y ha ido ganando más espacio en el extranjero aumentando el
volumen de exportaciones, el número de empresas exportadoras, las variedades
de frutas y los países de destino de exportación.
Europa es un importante comprador de frutas brasileñas, importando alrededor
del 63% del volumen total de producción. Además, Brasil se destaca como uno
de los mayores proveedores de mango, papaya y melón a la Unión Europea.

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