Está en la página 1de 29

1

Carl Gustav Jung:


Mandalas, un viaje al interior
de “uno mismo”.
Haroldo Basoalto Zúñiga

Primer Semestre Psicopedagogía, UAC.


Bases de Formación Profesional
Profesora Paola Neira Durán
Linares, Agosto 2012.
2

TABLA DE CONTENIDOS:

Capítulo Página
Tabla de Contenidos. 2
Tabla de Láminas e Ilustraciones. 3
Introducción. 4
I. Carl Gustav Jung: Breve biografía. 6
II. Carl Gustav Jung: Su encuentro con los Mandalas. 7
III. Concepto de “uno mismo”: la estructura de la mente, según C. G. 11
Jung.
IV. El Inconsciente Colectivo y los Arquetipos. 13
V. Mandalas, término de origen sánscrito a terapia jungiana. 14
VI. Terapias: Relajación y Meditación. 16
VII. Dicotomía entre Cultura Occidental y Oriental: visión de Jung. 17
VIII. Viaje al interior de “uno mismo”: Diferencias culturales. 20
IX. Visión personal: Hermann Hesse, viaje al fondo de sí mismo. 22
X. Conclusiones. 25
Citas Bibliográficas. 27
Bibliografía. 28
Anexo. 29
3

TABLA DE LÁMINAS E ILUSTRACIONES:

Láminas Página
Portada libro El Hombre y sus Símbolos de Carl Gustav Jung. 4
Collage digital. 5
Carl Gustav Jung, presentación de Mandala. Imagen blanco y negro/ LIFE. 7
Carl Gustav Jung, presentación de Mandala de Nepal. Imagen color. 8
Carl G. Jung, Sigmund Freud y grupo de psicoanalistas, U. de Clark / 1909 9
Calendario Maya (precolombino) y Mandala de un paciente de Jung 15
C. G. Jung en Africa / 1938 18
Portada hindú de Kama Sutra y Templo de Kandariya Mahadev. 19
Imagen Lobo Estepario. 22
Lámina 15 del texto Méthode Scientifique Moderne de Magnétisme, 23
Hypnotisme, Suggestion” de Paul C. Jagot,
Certificado Universidad autónoma de Madrid, España. 29
4

INTRODUCCION

La presente investigación, se acerca introspectivamente a un ensayo; un raconto que me


traslada hacia mediados de 1974, fecha que en una librería del centro de Santiago, capital de
Chile, descubrí el texto “El Hombre y sus Símbolos” de Carl Gustav Jung, psiquiatra suizo que a
partir del psicoanálisis, profundiza sobre el conflicto interior de la psique humana y de sus
experiencias como actividades de esta, las relaciones entre el consciente versus el
inconsciente; el bien frente al mal en las concepciones religiosas y otros conflictos inherentes
al ser humano que solo pueden ser superado integrando los opuestos, según su teoría.

El “Hombre y sus Símbolos, ese maravilloso libro que a mis 24 años como estudiante de
psicología, en la Universidad de Chile, abre un portal a mi mente que muestra la estrechez de
mi pensamiento; una conceptualización centrada y enraizada en los cánones de la cultura
occidental, cristiana, apostólica y románica. El texto y sus numerosas láminas, facilita la
comprensión que la energía psíquica, una vez satisfechas las necesidades básicas, utiliza el
exceso de energía sobrante en la formación de símbolos. En este contexto, el símbolo no es
como se supone una especie de metáfora que sustituye a algo conocido, sino que resultan de
una condensación de varios elementos que aportan analogías o representaciones del
inconsciente. En síntesis, el símbolo puede entenderse como una representación de un
complejo, es decir, es el complejo proyectado en forma de imagen.

Consecuentemente, en la conceptualización de
Jung, el símbolo es una unidad sintética de
significado entre dos polos opuestos -lo manifiesto
y lo oculto-. Así, lo simbólico se puede expresar
tanto en el arte gráfico o artístico como en las
formas dinámicas de las fantasías, las visiones y los
sueños de cualquier persona. En esta línea, los
símbolos representan también para Jung la
confluencia de los complejos del inconsciente
personal y los arquetipos del inconsciente
colectivo, como ejemplo, se puede considerar el
“símbolo de la cruz” como expresión del amor
divino a Jesús pero la interpretación de la cruz, es
simbólica, en el fondo como expresión de un
arquetipo.

Entre estos símbolos, se posicionan


atrayentemente en dicho libro, los Mandalas.
“Mandala” es un término de origen sánscrito que
designa al “círculo”.

Pero no se trata de una mera figura geométrica, sino de una herramienta para la práctica de la
meditación; en términos budistas es un sendero que conduce hacia la iluminación, dado que
ofrece una estructura ordenada, sintética y armónica en el contexto de un mundo caótico que
privilegia lo inmediato, lo veloz. Esta relación entre el centro y la región externa, es el
equivalente simbólico del individuo y el cosmos; este “círculo mágico-místico, propone un
recorrido desde lo más general a lo particular y viceversa. Así, el Mandala se convierte en foco
de meditación y contemplación.

Mi encuentro con los conceptos de Jung, en El Hombre y sus Símbolos, sumado a otras
publicaciones como los trabajos de Charcot, me indujo a leer sobre temas relacionados con la
5

sugestión e hipnosis. Así pude adquirir y leer en francés, el “Méthode Scientifique Moderne de
Magnétisme, Hypnotisme, Suggestion” de Paul C. Jagot, publicación contemporánea a Jung y
Charcot e ilustrada “avec gravures démostratives” (con grabados demostrativos).

Seis años después, aún embebido de las múltiples y complejas dudas sembradas en mi mente
por Jung y otros psiquiatras e investigadores de otras tendencias como Pavlov y Skinner,
realicé varios trabajos de investigación en etnohistoria, rayando en algunas hipótesis en los
métodos etnopsicológicos impulsados por Jung, en Licenciatura en Historia de la Pontificia
Universidad Católica de Chile, en Santiago. Bajo la guía de don Horacio Zapater, historiador
argentino y de don Carlos González y don Carlos Aldunate, actual Director del Museo
Precolombino de Santiago, realicé varias investigaciones sobre el pensamiento precolombino
en Mayas, Incas y Mapuches, recopilando sus mitos y simbologías cósmicas; material que fue
luego utilizado para estructurar un proyecto de tesis sobre “El encuentro de dos Mundos”,
haciendo alusión al quiebre en el mundo precolombino, tras la invasión y conquista española.

Hoy, vale esta oportunidad, no sólo de rememorar conocimientos adquiridos, sino de repensar
el camino transcurrido desde los 24 a los 61 años. Pudiendo comparar la vida a un gigantesco
círculo, en el cual no se camina ni en círculos, ni en espiral, sino en zigzagueantes hilos de plata
que fluyen hacia un futuro que se ha de construir, sobre cimientos inamovibles de un pasado
propio, particular, colectivo e individual. De esta forma, el efímero presente, es el escaso
tiempo de vívida realidad que nos permite tener conciencia de nuestro ser. Por lo expuesto,
releer a Jung, puede entregar renovadas herramientas para ser, al menos en el presente “uno
mismo”, en el contexto de nuestra cultura occidental que de de acuerdo a conceptos
jungianos, puede explicitarse simbólicamente, en el siguiente collage digital.

H. B.Z./2012.
6

l. CARL GUSTAV JUNG: BREVE BIOGRAFIA.

Carl Gustav Jung, nace en Kesswil, Suiza, el 26 de Julio de 1875; muere a la edad de 85 años, el
año 1961. En su periodo estudiantil, canaliza la inquietud de conocimiento hacia la filosofía y la
literatura; profundizando lecturas en los escritos de Pitágoras, Empedocles, Pitágoras,
Heráclito y Platón como en sus contemporáneos, Kant y Goethe. Su mayor descubrimiento, lo
hace en la obra de Arthur Schopenhauer (1788-1860); con la filosofía de Schopenhauer, se
inicia la crítica a la identidad entre el ser y el bien que domina la filosofía occidental de Platón a
Hegel. Su conceptualización filosófica, ha de ser entendida desde el prisma de un ataque al
cristianismo y como reacción contra el hegelianismo.

Jung, estudia medicina y tras leer una obra del psiquiatra Kraff-Ebing, decide orientarse
profesionalmente hacia la psiquiatría. Hacia el año 1900, ingresa a la clínica universitaria de
Burgholzli, en Zurich como ayudante de Eugen Bleuler, famoso psiquiatra por su concepción de
la esquizofrenia; profesional que completa sus estudios de formación en París con el neurólogo
Jean Martin Charcot y Magnan. A solicitud de Bleuler, estudia y defiende la obra de Freud "La
interpretación de los sueños" en diversos círculos médicos, medios en los cuales había sido
duramente criticada. Desde el año 1900 a 1907, continúa su trabajo en la clínica de Bleuler,
periodo en el cual desarrolla sus estudios sobre la asociación de palabras; escribe un manual
sobre la esquizofrenia y se constituye, en este contexto como seguidor de Sigmund Freud,
padre del psicoanálisis.

Aunque Jung, estaba de acuerdo con Freud en la importancia del inconsciente, no lo estaba en
la concepción del mismo; para Jung la teoría de la libido sexual de Freud era restrictiva e
incompleta. El concepto de libido para Jung, comprendía el conjunto de energía vital -
concepto que toma de Enrí Bergson-, indiferenciada y que contenía entre otras motivaciones
a la sexual. Para Jung, junto al inconsciente personal existía en la psique humana el
inconsciente colectivo o universal, lo que contenía finalmente, el conjunto de la herencia
espiritual de la evolución de la humanidad; con ello reintroduce en la psicología el concepto de
alma, entendida psíquicamente, no religiosamente.

Al romper intelectualmente con Freud sigue sus estudios psiquiátricos, manifestados en la


práctica profesional privada en psicoterapia y psiquiatría, además viaja a conocer las antiguas
culturas orientales como forma de profundizar su conceptualización del arquetipo, estos son
viajes que podemos clasificar como etnopsicológicos; viajando a África septentrional, Nuevo
México, Kenia, Oriente y otros lugares que mostraban diferencias culturales. Finalmente, sus
estudios los continúa con la exploración de su propio inconsciente; a través de distintos
sueños que va registrando, los clasifica en "premonitorios" y "simbólicos”, que los reconfigura
como expresiones del inconsciente colectivo. Sus estudios posteriores se centran en el
descubrimiento del simbolismo y de los arquetipos del inconsciente colectivo, en áreas tan
diversas como la psicoterapia, la psiquiatría, los sueños, la alquimia, la historia de las
religiones, la mitología, los platillos voladores (Ovnis) y la parapsicología.

La psicología de Jung, se denomina "psicología analítica", concepción que gira en torno al


estudio de las polaridades y su integración; y al inconsciente colectivo como fuente potencial
del crecimiento humano.

En breve exposición, podemos apreciar la capacidad intelectual de Carl Gustav Jung que
manteniendo una idea motriz central -entender al ser humano como fruto de complejas
contradicciones culturales-, tiene la capacidad para abrir su mente más allá de los cánones
científicos de su época para explorar sobre las imágenes arquetípicas universales.
7

II. CARL GUSTAV JUNG: SU ENCUENTRO CON LOS MANDALAS.

Carl Gustav Jung, postula que los Mandalas


son representaciones de la mente, dado
que se trata de arquetipos en los que
confluían los aspectos conscientes e
inconscientes de los seres humanos. En
este contexto, emplea la pintura o dibujo
de Mandalas como recursos terapéuticos,
en la identificación de desórdenes
emocionales en sus pacientes y a partir de
ello, trabajar en recuperar la integridad de
la psiquis. Jung, consideraba que el
comportamiento de los individuos se
formaba a partir de dos estructuras básicas
de consciencia -la individual y la colectiva-.

La primera, era resultado de las experiencias vitales de las personas, en tanto que la segunda,
se heredaba del medio circundante o ambiente social de las personas.

Desde esta perspectiva, el centro del Mandala se asocia con la manifestación de la


individualidad -concebido como objetivo destinado a perfeccionar- y los contornos de estas
figuras cósmicas, representan el marco social en el que ese rasgo único se desarrolla.

Los Mandalas entonces, son símbolos de gran significado para sus creadores y de aquellos que
los utilizan como instrumento o medio de meditación. Los estudios de Jung sobre el
simbolismo del Mandala, lo condujeron a definirlo como la expresión psicológica de la
totalidad del ser.

Según Jung, en el interior de la psiquis del individuo existe un núcleo relativamente protegido
de la influencia de los miedos, las obsesiones u otros elementos que generan caos y malestar.
De acuerdo con esta teoría, el Mandala constituía una imagen circular que detentaba un
centro difusor de orden que compensaba, la confusión presente en el estado psíquico del
sujeto. Consecuentemente, a través de ese núcleo se establece la construcción de un punto
central con el que todo lo demás se relaciona.

Para Jung, la producción de símbolos mandálicos, era un medio eficaz para alcanzar la unidad
simbólica, dado que permite al sujeto, llevar a cabo la conciliación entre la esfera consciente y
el inconsciente, teniendo en cuenta que la simbolización es el mecanismo fundamental por el
cual se manifiesta el inconsciente. Así, desde su perspectiva terapéutica, la producción de
dibujos mandálicos, era más eficaz que el proceso mismo del análisis (psicoanálisis freudiano).

Jung, ve en el círculo del Mandala, la expresión de los antagonismos y polaridades psíquicas,


siendo el inconsciente, el centro rector que gobierna a los opuestos. El nombre psicológico de
esta dialéctica es lo que denomina -ambivalencia-. La presencia de lo masculino y de lo
femenino, el yin y el yang, lo consciente y lo inconsciente, son a la vez recíprocos y
excluyentes, se hacen uno (se fusionan) y luego vuelven a separarse.
8

Carl Gustav Jung, es un prototipo de un ser humano iluminado; hombre intelectualmente


inquieto que embebido con las investigaciones de sus maestros, continúa más allá que sus
formadores en dilucidar la estructura de la psiquis. Gran importancia en sus conceptos de
sugestión e hipnosis como sus estudios finales en parapsicología, emanan de una de las
eminencias de su siglo, el neurólogo francés Jean Martin Charcot, pionero en neuropatología;
entre sus numerosos estudios sobre las enfermedades mentales, cabe destacar su análisis de
la histeria, largamente considerada como una afección derivada de la malformación del útero
femenino; Charcot desveló su origen tanto psicológico como neurológico. Entre otros
descubrimientos pioneros, consiguió definir con precisión todos los síntomas y distinguir entre
el caso normal de histeria y la que denominó “crisis general de histeria”, clasificada
posteriormente como esquizofrenia paranoide. Charcot muere cuando Jung, tenía alrededor
de 18 años por lo que su influencia en él, es indirecta, más recibe su influencia a través de
Freud.

Charcot, fue maestro del psiquiatra Sigmund Freud quien también incursiona en el fenómeno
de la hipnosis. Como método de investigación y de terapia, Freud desarrolló el psicoanálisis;
sistema psicológico donde la narración relajada del paciente, acostado sobre un diván y el
médico situado detrás de él, sin ser visto, de manera que en dicha forma fuera liberando el
subconsciente, descubrir las represiones y facilitar así su curación. Con posterioridad, Freud
aplica sus tesis a temas como la religión y la antropología, publicando su libro “Totem y Tabú”
en 1912, propone nuevos conceptos como el instinto de la muerte (Tánatos) o el superego,
entre otros.

Lo significativo de esta época, fue que surgen nuevas formas y métodos de aproximarse a las
enfermedades mentales pero el descubrimiento mayor, se orienta a las dimensiones
subconscientes en la personalidad de los seres humanos, la idea de que el hombre -lejos de ser
un individuo guiado por la razón y el orden-, estaba sujeto a la fuerza de instintos y emociones
desordenadas, complejas y a menudo ajenas a su control. La paradoja era, pues que a medida
que el hombre avanzaba en el conocimiento de la realidad física, e incipientemente de la
personalidad psíquica, menor o casi nulo, era la seguridad que tenía ante los problemas
fundamentales de su existencia.
9

Abraham A. Brill; Ernest Jones; Sándor Ferenczi

Carl Gustav Jung

Sigmund Freud; Stanley Hall; Carl G. Jung

Sigmund Freud

En ese mundo de continuos descubrimientos neuropsicológicos, tiene cabida la formulación de


múltiples preguntas, sean estas de carácter físico, psíquico o parapsicológico; como también
las múltiples respuestas, eran generalmente ajenas a los conocimientos tradicionales e
incursionaban irreverentemente en temas tabúes como el sexo o libido. Así Jung, moldea su
mente inquisitiva con numerosas teorías y metodologías pioneras como las de Charcot, Freud,
Adler o las del filósofo Arthur Schopenhauer. Más sus interrogantes, le obligan a viajar en la
búsqueda del conocimiento in situ de culturas ancestrales.

En la síntesis de sus conocimientos, para Jung los Mandalas representan la conciliación de lo


opuesto -del bien (lo divino) y del mal (lo demoniaco)-, de lo consciente y lo inconsciente del
ser humano. En este contexto, el punto central de la mandala representa para Jung la meta del
sí mismo; la producción de un nuevo centro de la personalidad. Jung llega a identificar las
visiones de los ovnis en su obra con la necesidad del Mandala que llevamos dentro, un
Mandala interno. Los Mandalas vienen de la edad media, en el mundo occidental, aunque se
encuentran en los arquetipos de todas las épocas. Los Mandalas del Cristianismo presentan a
Cristo en el centro con los cuatro evangelistas o sus símbolos, en los puntos cardinales.

La búsqueda de conocimiento de este médico, psiquiatra, etnopsicólogo, filósofo y literato


creativo, llega incluso a la astrología, dado que para él, representa mandalas similares a los
que los hombres de diversas culturas hace con fines cósmicos o en la búsqueda del equilibrio
de su ser.

Jung tras finalizar la Primera Guerra Mundial, inicia un proceso de viajes hacia diversas culturas
que le llaman la atención y que difieren en sus patrones culturales con los considerados
normales en Europa. A comienzos de 1920, recorre Africa del Norte; en el otoño de 1925,
recorre Kenia y Uganda. Viaja a India el año 1938, invitado por la Universidad de Calcuta, en la
celebración de sus primeros veinticinco años de existencia; ceremonia en la cual es nombrado
Doctor en Medicina y Ciencia Anglo-India.

En estas culturas, encuentra diversos elementos culturales que refuerzan su concepción sobre
los símbolos y arquetipos e imágenes primordiales de la humanidad. Jung define los Mandalas
como: “Mándala significa círculo, círculo especialmente mágico. Las mándalas se han difundido
no sólo por todo el Oriente sino que está ampliamente comprobada su existencia también
entre nosotros en la Edad Media. Mándalas especialmente cristianas se encuentran a principios
de la Edad Media, la mayoría de veces con Cristo en el centro de los cuatro evangelistas o sus
10

símbolos en los puntos cardinales. Este símbolo ha de ser muy antiguo, pues ya Horus se
representaba así en Egipto con sus cuatro hijo”1.El Secreto de la Flor de Oro, 1957, pág. 22.

El Mito, constituye para Jung, fuente de información que le permite visualizar diferentes
arquetipos e imágenes primordiales de la humanidad; imágenes que vienen desde el origen de
la humanidad misma y que continúan presentes.

En su autobiografía, denominada “Recuerdos, sueños, pensamientos”, iniciada a fines de 1957


y finalizada hacia 1960, plantea “El mito de Horus es la historia de la luz divina nuevamente
renovada. Se contaba después de que a partir de las tinieblas de los tiempos prehistóricos se
había manifestado por vez primera la salvación por medio de la cultura, es decir, por medio de
la consciencia. Así, el viaje desde el interior de África a Egipto se convirtió para mí como en un
drama del nacimiento de la luz, lo que estaba íntimamente vinculado conmigo, con mi
psicología”2.1961, pág. 322.

“Las mándalas se presentan, según la experiencia... en situaciones que se caracterizan por su


confusión o carácter enigmático. El arquetipo constelado de este modo representa un
esquema de orden que en cierto modo se sitúa sobre el caos psicológico como retículo
psicológico o como círculo dividido en cuatro partes, por medio de lo cual cada contenido
asume su lugar y mantiene coherente el todo que tiende a dispensarse en lo indeterminado,
por medio del círculo guardián y protector”3. Un mito moderno. De cosas que se ven en el
cielo, 1958, pág. 115.

El viaje a la India, realizado en 1938, relata Jung en su autobiografía que “…no surgió por mi
propia voluntad sino que he de agradecerlo a una invitación del Gobierno indio-británico a
participar en las festividades que tenían lugar con ocasión del jubileo de los 25 años de la
Universidad de Calcuta”4. Recuerdos, sueños, pensamientos, 1961, pág. 322.

“Por entonces había leído ya mucho acerca de la filosofía india y la historia de la religión y
estaba profundamente convencido del valor de la sabiduría oriental. Pero debía viajar, por así
decirlo, como un ser autárquico y permanecí en mí mismo como un homúnculo en el
alambique. La India me impresionó como un sueño, pues buscaba y me busco a mí mismo, a
mi propia verdad. Así, pues, el viaje constituyó un intermezzo en mi preocupación intensiva de
entonces por la filosofía alquímica”5. 1961, pág. 323.
11

III. CONCEPTO DE “UNO MISMO”: LA ESTRUCTURA DE LA MENTE, SEGÚN C. G. JUNG.

En el modelo de Jung, la psique consta de tres partes -la conciencia, el inconsciente personal y
el inconsciente colectivo-. En este enfoque, la conciencia tiene un papel secundario respecto a
los dos inconscientes. Su función fundamental es servir al sujeto para adaptarse al ambiente. El
"ego" es la parte central de la conciencia y tiene la función de otorgar el sentido de
continuidad e identidad personal a través de la vida, el sentido de "sí mismo". Esta parte de la
mente que es la conciencia, es la única parte que el individuo conoce directamente. El “Yo”
(ego) por lo tanto, no es idéntico a la totalidad de la Psique. Esta actividad “yoica” organiza la
actividad consciente que consta de los pensamientos, recuerdos, percepciones y sentimientos
conscientes.

Además, el yo juega el rol de guardián del umbral de la conciencia, de modo de que todo lo
que no entre en su actividad, permanece inconsciente. El papel selectivo del yo permite que el
individuo mantenga su sentido de identidad y continuidad personal, pues a través de la
selección y eliminación de ciertos materiales psíquicos, el sujeto se siente organizado y
portador de una identidad; identidad que se ve amenazada por la irrupción de la
desorganización personal si la función del yo desapareciera por completo. Sin embargo las
funciones del yo cuando son en exceso preponderantes, desequilibran la homeostasis con los
elementos inconscientes de la psique, y producen determinados trastornos psicológicos.

El inconsciente personal, abarca aquellos aspectos de la mente que han sido reprimidos y los
recuerdos aparentemente olvidados; también contiene las funciones de la "percepción
subliminal" y la actividad de los sueños y fantasías relacionadas con recuerdos, deseos y
experiencias personales reprimidas u olvidadas.

La libido o energía psíquica inconsciente que guía las motivaciones humanas tiene para Freud
una finalidad sexual, mientras que para Jung, tiene un componente indiferenciado al estilo de
la “energía vital”. La libido para Jung, es una energía vital comparable al soplo de la misma
"alma", concebida psicológicamente. También, el inconsciente personal, puede contener
experiencias personales olvidadas o reprimidas por otras motivaciones, destacando el
fenómeno de los "Complejos". El inconsciente personal, a diferencia de los procesos
conscientes que pueden ser conocidos directamente al percatarnos de ellos, solo puede ser
inferido a través de ciertas actividades humanas como los síntomas, los complejos y los
símbolos.

Jung, propuso que su "test de asociación de palabras" puede detectar los complejos vinculados
al inconsciente personal; sistema similar al método de “asociación libre” de Freud. En el
método de la asociación de palabras se le pide al sujeto que conteste a una palabra,
seleccionada de una lista de unas cien palabras, con la primera palabra que se le venga a la
mente. El examinador toma nota de la respuesta junto al tiempo que se tarda en responder.

El concepto de inconsciente colectivo, postulado por Jung, explica la existencia de un lenguaje


compartido por los seres humanos de todo los tiempos y lugares. Esta herencia de la
humanidad, estaba formada por símbolos primitivos o imágenes primordiales que permitían la
expresión del contenido de la psiquis que trasciende el marco de la razón. Por lo tanto, la
humanidad posee un sustrato común de contenido inconsciente.

Las imágenes primordiales son para Jung, los arquetipos; definiéndolos como formas o
imágenes de naturaleza colectiva, que casi universalmente son constituyentes de los mitos.
12

Así, los arquetipos, son los patrones fundamentales de la formación de símbolos que se
repiten en los contenidos de las mitologías de todos los pueblos de la historia de la
humanidad. De los arquetipos, dependen las últimas y más profundas motivaciones de la
mente y la conducta humana, tanto individual como colectiva.

En este contexto, las pautas culturales en última instancia, dependen de los arquetipos.

Jung creía ver en el círculo del Mandala a la expresión de los antagonismos y polaridades
psíquicas, siendo el inconsciente el centro rector que gobierna a los opuestos. El nombre
psicológico de esta dialéctica es llamada “ambivalencia”.

La presencia de lo masculino y de lo femenino, el yin y el yang, lo consciente y lo inconsciente


son a la vez recíprocos y excluyentes, se hacen uno y luego vuelven a separarse. La represión
de este núcleo hace que su fuerza resulte más persistente e ingobernable.

El concepto del sí mismo deriva de otro concepto jungiano el de ánima. En las primeras obras
de Jung, el ánima era la parte oculta o sombra del inconsciente femenino del hombre. En sus
últimas obras cuando el ánima se hace consciente, es equiparada al proceso alquimista donde
se unen los elementos conscientes e inconscientes. Esta comparación, va más allá de una
simple metáfora, es la expresión de un concepto donde estos opuestos son uno y pueden en
sí, separarse manteniendo sus propias estructuras.

El sí mismo, es finalmente, el resultado de la confluencia en la psique de la parte inconsciente


del ser y la conciencia. La armonía de la parte inconsciente y consciente del sujeto se
encuentra en el sí mismo, verdadero núcleo de la entropía psicológica.

Esta integración de la personalidad está muy bien representada en la cultura oriental por el
símbolo de la "Mandala" que reviste la forma de un cuadrado o círculo con un punto central.

El sí mismo (self), es lo opuesto al yo; el yo es un complejo, en el que el ego es su parte más


consciente. En cambio el self es un arquetipo equilibrador de las partes conscientes e
inconscientes del sujeto. Aquí anotamos la influencia del concepto del self en la psicología más
actual como la constructivista y las nuevas tendencias del psicoanálisis y la psicología
humanista-experiencial. Si las experiencias del inconsciente no son adecuadamente atendidas
y simbolizadas, se produce malestar emocional, anomalías. En este punto, Jung se adelantó a
los psicólogos humanistas como Carl Rogers y la terapia Gestáltica.
13

IV. EL INCONSCIENTE COLECTIVO Y LOS ARQUETIPOS.

A partir de comprender la estructura de la mente, según Jung, se perfila la existencia de un


fenómeno colectivo, propio y particular de la cultura de los diferentes grupos humanos en el
mundo. Fenómeno inserto en dichos grupos a través del tiempo, la historia y presente a través
de la evolución humana.

Este fenómeno forma parte del inconsciente colectivo de la humanidad, conteniendo toda la
herencia espiritual de la evolución de la humanidad, las grandes imágenes primordiales de
como las cosas han sido para la humanidad y aparece nuevamente en la estructura cerebral de
los sujetos. Posibilitando así que el sujeto se ponga en contacto con las fuerzas cósmicas supra-
individual.

El inconsciente colectivo, al contener la misma información heredada para todos los sujetos, es
objetivo; y el inconsciente personal es de tipo subjetivo, al contener las experiencias y deseos
personales de la vida particular de cada uno por lo que es propio, particular y diferente para
cada persona.

Los arquetipos, los define Jung como formas o imágenes de naturaleza colectiva que son casi
universalmente, constituyentes de los mitos. Los arquetipos son los patrones fundamentales
de la formación de símbolos que se repiten en los contenidos de las mitologías de todos los
pueblos de la historia de la humanidad. Las pautas culturales en última instancia dependen de
los arquetipos. El significado del contenido de los arquetipos, no son definibles por ser
esencialmente inconscientes por lo que sólo se pueden circunscribir la forma de sus contornos
a través de los mitos, leyendas, religiones y otras actividades humanas colectivas e históricas.
Las imágenes primordiales son en sí, los arquetipos.

Consecuentemente, en la concepción de Jung, los arquetipos no se refieren tanto a contenidos


específicos de la mente, sino más bien a tendencias dominantes que estructuran
intrínsecamente la mente inconsciente. De este modo se entiende, la existencia de diferentes
religiones pero con arquetipos o imágenes primordiales similares. Lo que se hereda en los
arquetipos son los patrones subyacentes a la formación de símbolos, no los mismos símbolos.
Los símbolos, expresan conscientemente la parte de configuración de los arquetipos
inconscientes subyacentes.

Jung, identifica varios arquetipos en la humanidad; entre los cuales está el arquetipo de Dios.
Esta imagen primordial nace de la adoración al “Dios Sol” que da calor y luz; y a partir de ello,
las religiones han simbolizado de manera distinta a Dios. Para Jung el hecho de que existan los
arquetipos como universales inconscientes, no determina la no existencia real de lo
simbolizado en los mismos. El arquetipo del héroe o de Dios, no niega o afirma la existencia
misma de los héroes o de Dios. El problema para Jung, no era confirmar o negar los símbolos
como algo con realidad externa a la mente, sino como la mente ya lleva preconfigurada la
posibilidad de creación de símbolos a partir de los arquetipos del inconsciente colectivo.
14

V. MANDALAS, TERMINO DE ORIGEN SANSCRITO A TERAPIA JUNGIANA.

La palabra “Mandala”, es de origen hindú y proviene del sánscrito, teniendo como significado -
Círculo Sagrado-. En sí, es un símbolo de sanación, de totalidad, de unión, integración,
involucrando lo absoluto.

En la cultura egipcia, eran utilizados como instrumento de meditación profunda y


conceptuados como fuentes de energía, de fuerza cósmica, la que permitía transmutar la
energía negativa en positiva.

En China, aún en la actualidad, se utilizan para generar abundancia y prosperidad, además de


fortalecer la salud.

En las tribus aborígenes americanas, culturas precolombinas, los mandalas se manifiestan en


coloridos bordados adornados con plumas y pieles de animales; siendo protectores contra los
malos espíritus y amuleto que entrega energía para promover el coraje y valentía. Los Navajos,
habitantes del oeste norteamericano, celebraban diversas ceremonias con representaciones
de mandalas dibujados con arena y pinturas. En México o en las culturas del sur de
Latinoamérica como la Mapuche, se encuentra presente el círculo como manifestación de un
mandala, de amuleto o elemento estructural de las ceremonias místicas.

Desde una conceptualización psicológica, representan la totalidad del ser, dado que reflejan la
psique humana, concepción aceptada a partir de los trabajos de investigación de Jung.

Como se deriva de lo expuesto, la simbología del mandala, independientemente de su origen


cultural o religioso, es en sí, el encuentro de lo humano con lo divino. Así, hindúes, budistas,
taoístas, culturas precolombinas o cristianos, utilizan el mandala, perfilando ello que es un
concepto universal e imagen primordial que toca la esencia de la condición humana.

La presencia del círculo, en la evolución de la cultura humana, marca en sí un símbolo religioso


esencial, cuyo significado enmarca al mundo y cuyo centro se refiere a Dios, punto de origen y
en torno al cual se mueve y manifiesta la vida. Así, el centro se refiere a la divinidad, al “único”,
el origen, al misterio, a lo metafísico, es decir, al centro de toda naturaleza visible.

“Ninguna ciencia sustituirá jamás al mito, y no se puede crear un mito a partir de ninguna
ciencia. Porque no es que “Dios” sea un mito, sino que el mito es la revelación de una vida
divina en el hombre. No somos nosotros quienes inventamos el mito, sino que éste nos habla
como una Palabra de Dios”6. El Significado del Mito, Baltimore, 1975, pág. 373.

Recordando la definición dada por Jung, los Mandalas, tienen el significado de “…círculo,
círculo especialmente mágico. Las mándalas se han difundido no sólo por todo el Oriente sino
que está ampliamente comprobada su existencia también entre nosotros en la Edad Media”7.
El Secreto de la Flor de Oro, 1957, pág. 22.

Sus primeros escritos sobre estos “círculos mágicos”, los realiza en 1938, coincidente con su
viaje a India; su siguiente estudio sobre el tema fue en 1950. Replanteando nuevamente estos
conceptos, en 1955.

Así, se conforma el “Simbolismo del Mandala”, una colección con estas tres obras; traducida
por Hull, Princeton University Press, Nueva Jersey, 1973.
15

Jung, en el prefacio editorial de esta publicación, plantea que “Sólo poco a poco descubro lo
que el mandala es en realidad: "Formación, Transformación, creación eterna, Mente Eterna”
Y ese es el mismo, la totalidad de la personalidad, que si todo va bien es armoniosa, pero que
no pueden tolerar autoengaños”8.

Contínua más adelante, señalando que “La mayoría de los mandalas tienen un carácter
intuitivo e irracional y, a través su contenido simbólico, ejercen una influencia retroactiva
sobre el inconsciente”9. pág. 77.

Calendario Maya (precolombino) Mandala de un paciente de Jung.

A partir de estos estudios y conclusiones emanadas desde sus observaciones in situ en India y
conversaciones sostenidas con el astrólogo védico (hindú), Dr. V. Subramanya Iver, gurú
además del maharajá de Mysore, personaje que conoce a Jung en sus disertaciones y
conferencias astrológicas que realiza en Europa; conversaciones que motivan a Jung a viajar
finalmente a India. A partir de esta amistad, mantienen correspondencia por muchos años.

A Jung mismo, por tanto, el mandala se le representó en sueños, y esto mismo es lo que suele
acontecer universalmente, de manera espontánea. Fue en particular, el encuentro con el
orientalista R. Wilhem, el hecho decisivo que permite a Jung iniciar un estudio sistemático de
los mandalas, en tanto factibles objetos terapéuticos.

Jung, constata que muchas personas dibujaban espontáneamente estos círculos, sin haber
tenido ningún conocimiento sistemático previo; los niños por ejemplo, espontáneamente,
trazan círculos reiterados con lápices o tizas. Este descubrimiento, permite a Jung, descubrir en
el mandala un posible germen de sanación psíquica, o al menos, una vía de exploración
terapéutica. Su fundamento, se basa en la búsqueda de la totalidad o conciliación de los
opuestos.

Para Jung, dibujar mandalas, es una manifestación de liberación del inconsciente, donde el yo
de la persona, tiende a ubicarse en el centro. Constituyen así, una manifestación del ser
humano que se manifiesta desde comienzos de la humanidad.
16

VI. TERAPIAS: RELAJACION Y MEDITACION.

La terapia, es una parte de la medicina que se ocupa del tratamiento de las enfermedades, es
en sí, el tratamiento o medicamentación para combatir una enfermedad o afección. En este
contexto, las técnicas de relajación y meditación, desde la perspectiva occidental, constituyen
una herramienta curativa.

La relajación, es un estado somatopsíquico que se logra en forma voluntaria por las personas
para experimentar sus consecuencias beneficiosas, principalmente la distensión muscular. Su
metodología es sencilla, la respiración profunda con lenta exhalación, es una simple pero
potente técnica de relajación. Un nivel mayor, es la relajación muscular progresiva; es un
proceso en dos etapas donde sistemáticamente, se tensan y distensionan (relajan) los
músculos, progresivamente por ejemplo desde los pies a la cabeza. Esta toma de conciencia
muscular, facilita reconocer y contrarrestar los síntomas de tensión muscular, origen del estrés
y consecuente al estado de relajación muscular, se logra distención mental.

La meditación, cultiva la atención plena, cualidad de estar plenamente comprometidos en el


momento presente, sin analizar o sobrepensar la experiencia en sí. La meditación consciente
cambia el enfoque sobre lo que está pasando la persona. El efecto de la meditación, es
producir un estado somatopsíquico y adicionalmente de tipo espiritual. Es un esfuerzo para
mantener la concentración y volver al momento presente voluntariamente que con la práctica
habitual, la meditación consciente produce cambios en el cerebro, lo que se puede medir o
evaluar, registrando los cambios a nivel de las ondas cerebrales.

La distinción entre relajación y meditación para nuestra visión occidental, es relativa, en la


primera un hecho más físico y en la segunda, más trascendente y espiritual.
17

VII. DICOTOMIA ENTRE CULTURA OCCIDENTAL Y ORIENTAL: VISION DE JUNG.

Aunque en la actualidad, se camina en la construcción de un mundo globalizado, donde la


economía, es la red madre que enlaza las acciones productivas y de servicios, sin que para ello
existan fronteras infranqueables. La economía mundial y su gran aliado “internet”, han
generado una gran malla de complejas interrelaciones, en que hoy, las dificultades o
desaciertos de las economías locales, afectan a grandes áreas, países o continentes. El ejemplo
más claro de ello, es la desaceleración y diferentes efectos recesivos que actualmente enfrenta
la economía mundial, tras el derrumbe de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos, hacia el
año 2007.

A quedado atrás, el mayor periodo de opuestos políticoculturales, entre occidente y oriente,


surgido tras la Segunda Guerra Mundial y conocido como la “Guerra Fría”; periodo en que
chocan dos ideologías que sintiéndose verdad absoluta, se proyectan a liderar y gobernar el
mundo. La órbita o bloque de países comunistas como antagonismo de un occidente
mayoritariamente capitalista y en que ambos disputan, la conquista ideológica de los países
subdesarrollados, principalmente ubicados en Africa y Latinoamérica.

Pero nuestro interés, en esta investigación, se centra en la figura de Carl Gustav Jung, de su
particular, compleja, revolucionaria e innovadora visión del mundo, de su mundo, de su
tiempo. Para Jung, Oriente y Occidente, no son opuestos sino complementarios. En esta línea,
a sus 85 años, escribe que “Una concepción racionalista aborda sólo un aspecto del mundo,
pero no abarca, ni con mucho, todas las posibilidades de la vida. Las experiencias psíquicas no
tienen sus raíces sólo en el exterior, y los contenidos espirituales no derivan únicamente de la
percepción sensible. Hay una vida psíquica irracional, interna, la llamada vida “espiritual”, de la
cual, a excepción de algunos místicos, nadie sabe casi nada, o no quiere saberlo. La mayoría de
las veces la “vida interior” es considerada como un sin sentido y, de ser posible, debe hacérsela
cesar. Evidentemente, ello vale hoy tanto para Oriente como para Occidente. Sin embargo, en
el interior del hombre se halla el origen y la fuente inagotable del yoga, del Zen y de muchos
otros movimientos espirituales de Oriente y de Occidente”10.

En el tomo XI de sus Obras Completas, se encuentran sus trabajos sobre Oriente, bajo el título
de “Acerca de la psicología de la religión occidental y oriental”. En un discurso que pronunció
en Munich, el 10 de mayo de 1930, planteó que “como condición para comprender la cultura
espiritual de Oriente, la superación de los prejuicios y, al mismo tiempo, una apertura a la
espiritualidad ajena”11.

Tras su viaje a India, en 1938, plantea que “El objetivo del indio no es la perfección moral, sino
el estado de nirvana. Quiere liberarse de la naturaleza y, por consiguiente, quiere alcanzar en
la meditación el estado de indiferencia y de vacío. Yo, por el contrario, quiero perseverar en la
concepción viva de la naturaleza y de las imágenes psíquicas. No deseo ni liberarme de los
hombres, ni de mí, ni de la naturaleza, pues todo ello constituye para mí prodigios
indescriptibles. La naturaleza, el alma y la vida se me muestran como la divinidad
manifestándose. ¿Qué otra cosa podría imaginarme? El supremo sentido del ser no puede
consistir para mí sino en que es y no en que no es o deja de ser”12. pág. 325.

Jung, en la praxis de sus numerosos viajes de posguerra, no visualiza dicotomías entre Oriente
y Occidente; lo que realmente descubre, a partir de estas vivencias, es la existencia de
arquetipos o estructuras psicoculturales que están presentes en las culturas de todo el orbe.
Sea en Africa, India, Europa o Estados Unidos, regiones que visita e investiga incluso en los
aborígenes americanos como los indios pueblo en América del Norte (Nuevo México), o los
mayas de la península de Yucatán, actual México.
18

De estas experiencias, descubre que lo gestual, los ritos de estos grupos humanos, conforman
una sumatoria de significados arquetípicos; así, una frase de un ritual africano, dice “Yo ofrezco
a Dios mi alma viva”, alusión lingüística próxima a “Señor, en tus manos encomiendo mi
espíritu”. Plantea Jung que se explicita una preexistencia arquetipal, independiente del lugar y
del tiempo, al existir estas correlaciones entre el culto solar de pueblos africanos y el
cristianismo.

El sol como la luna y las estrellas, forman parte de estas figuras o imágenes universales, los
arquetipos; el amanecer y consecuente salida del sol, marca el renacer de la vida y del bien, en
contrapuesto de la noche, alusión de muerte y del mal.

Desde una visión actual de las diferencias de


pensamiento, entre Oriente y Occidente, el Dr.
Kimio Kase, docente y experto en estrategia
corporativa del IESE de España, ha comprobado
como en Oriente predomina un estilo de
dirección de las empresas de tipo inductivo, es
decir, que se analizan las situaciones a través de
contextos que no obedecen necesariamente a
una lógica previa.

En contraposición, el ejecutivo occidental,


heredero del pensamiento cartesiano, lógico,
racional, intenta solucionar los problemas a
través de una detallada planificación y de la
previsión de los riesgos inherentes.

Así, mientras en Asia confían en la


improvisación o en las estrategias sociales
(guanxi); el pensamiento occidental valora los
hechos; el ejecutivo oriental sigue más bien la
intuición. En Europa o Estados Unidos, escogen
Año 1938 la mejor alternativa entre las previstas,
mientras que en Asia se prueban varias
soluciones para ver cual funciona mejor.

El concepto guanxi, palabra que proviene del chino mandarín, de los términos “guan” que
significa puerta y “xi” que significa lazos. El concepto en sí, es puerta que genera lazos de
relaciones. Así, se genera familia, equipos, socios, lazos recíprocos de lealtad y amistad,
centrando la fuerza y dinámica en el grupo, en las relaciones y sobre el individuo como tal.

Comparativamente, un ejecutivo occidental recurre a ejemplos para especificar los objetivos


que desea alcanzar; el oriental en cambio, es más proclive a emplear metáforas. En síntesis, el
pensamiento de Occidente es deductivo, examina la realidad material mientras que el oriental
tiene en cuenta las circunstancias cambiantes y las distintas interacciones sociales;
características que siguen vigentes, aún en un mundo que tiende a la globalización.

Retomando la época de Jung, contrasta más aún, la percepción y vivencia de la sexualidad,


entre estas dos culturas. Para Europa, las teorías de Sigmund Freud sobre la libido o impulso
sexual como base del psiquismo, eran rechazadas por los círculos médicos europeos; tema en
sí, tabú en la sociedad europea.
19

El tabú, se genera por varias causas, entre las cuales se puede citar la aparición en Europa de
las enfermedades de transmisión sexual (ETS), a finales del siglo XV; lo que fue considerado un
castigo de Dios. En consecuencia, la sexualidad es considerada durante siglos como un mal
necesario que emanaba del instinto animal de los seres humanos. Ejemplo de esta represión,
es el caso del marqués de Sade, en Francia, cuya obra es considerada como producto de la
locura, terminando encarcelado en la Bastilla y varios manicomios.

Lo visionario de Jung, tema que finalmente le hace perder la amistad con Freud, es que percibe
que el impulso sexual no constituye en sí, toda la fuerza que mueve la psiquis humana, sino
que aunque importante, es sólo un elemento más.

En la antigua China y en el Japón ancestral, proliferaban manuales que cantaban el éxtasis del
goce sexual y sus variedades. Los textos más conocidos se extendieron en la India, como el
libro sagrado del erotismo hindú, el Kama Sutra, escrito por Vatsyayana. Texto del periodo
Gupta, entre el 240 y 550 d.C. que enseña las maneras de convertir el goce de la sexualidad en
una experiencia mística, uniendo el placer sexual al bienestar físico y espiritual.
Por lo que a la época del viaje de Jung, 1938, encuentra
numerosos templos de fuerte contenido erótico para la
visión occidental, en el norte de India. Templos
construidos en honor de Shiva, entre los años 950 y
1050 por los Chandelas; gobernantes independientes
de la región de Bundelkhand que reina unos trescientos
años.

El templo de Kandariya Mahadev presenta 872 estatuas


de escenas eróticas, dioses, bestias mitológicas y un
montón de figuras talladas en piedra en las más
variadas posiciones y actos sexuales, sexo tántrico.

Kama Sutra

Estas escenas para la cultura


oriental, no tienen morbosidad ni
representan un mal necesario
como lo concebía la sociedad
europea. En este contexto,
Nietzsche, Schopenhauer, Hesse y
el mismo Jung, visualizan que la
concepción occidental, radica en la
idea preconcebida de la
culpabilidad, herencia emanada del
pensamiento judeocristiano. Para
oriente, la unión del macho con la
hembra, supone la unión de todas
las fuerzas de la naturaleza.
20

VIII. VIAJE AL INTERIOR DE “UNO MISMO”: DIFERENCIAS CULTURALES.

Entendido los conceptos de Meditación y Relajación, se puede inferir que incursionar en un


viaje interior hacia sí mismo o “uno mismo”, difieren entre oriente y occidente. La cultura y
educación como soporte de mantención de dicha manifestación del hombre, no sólo influyen
en el pensamiento sino también en el proceso neuropsicológico de la percepción del mundo y
de sí mismo.

En este sentido, Takahiko Masuda, japonés, profesor asociado de la Universidad de Alberta en


Canadá, ha conducido numerosos experimentos en el ámbito de la percepción. Masuda,
investigador que subraya que fisiológicamente todos somos iguales, ha pedido a grupos de
occidentales y orientales que se sometieran a distintas pruebas. En una, los participantes
tenían delante una imagen que representaba un grupo de personas. Debían fijarse en
la expresión del sujeto que estaba situado en primer plano. Se pudo comprobar que los
asiáticos dedicaban más tiempo a examinar las figuras del fondo que los norteamericanos. Ello
demostraría que en Occidente, cuando los individuos tratan de ver lo que siente esta persona,
se centran en la expresión facial del sujeto principal, mientras que los japoneses están más
pendientes de lo que siente cada uno en el grupo. En este sentido, las personas asiáticas
perciben a la gente en términos de relación con los demás, por lo que las expresiones faciales
de la gente de alrededor, son una fuente de información para entender la emoción particular
del personaje principal, que se considera inseparable de los sentimientos del resto del grupo.
Se puede inferir finalmente que el mundo occidental, presenta un sentido de individualidad
(ego), fuerte y estructurado; lo que le hace ser competitivo, en la base del sentido de
competitividad individual. Al contrario, los sujetos asiáticos, tienden a privilegiar el sentido de
grupo, el colectivo, versus la realidad del individuo.

Masuda, menciona otro estudio que va en esta misma dirección; se pidió a orientales y
occidentales que agruparan distintas imágenes, mientras que estos últimos, pusieron en el
mismo grupo -el mono y el panda- dado que ambos son animales. Los sujetos asiáticos,
mayoritariamente asociaron el mono con el plátano, razonando que el mono come plátanos.
La interpretación coincide con las pruebas anteriores, reforzando que los asiáticos privilegian
más los nexos o relaciones entre los objetos por sobre las características intrínsecas de los
mismos. Los occidentales dividen la realidad en categorías y los asiáticos en términos de
relaciones. Un ejemplo más, para los orientales el perro no es sólo un animal de la familia de
los caninos, sino más bien el amigo del hombre y el enemigo de los gatos.

Consecuente con lo expuesto, tanto la visión de uno mismo como las acciones que se realizan,
pende las emociones de las personas. Así el control de las emociones, según la concepción
occidental, siempre son las expresiones de uno y por lo tanto no hay que controlarlas, dado
que finalmente puede afectar la salud psíquica y/o física; siendo el rostro el lugar central de
la expresividad de la vivencia emocional. Los asiáticos al contrario, creen que las emociones
son el fruto de las distintas relaciones.

El mundo asiático, cree firmemente que no son el reflejo de cada uno, dado que no se pueden
separar de las emociones del grupo. En este sentido, expresar demasiado una emoción se ve
negativo, dado que se considera mucho más apropiado, adaptarse a la expresividad del grupo.
En este sentido, los asiáticos creen que los comportamientos están condicionados por la
exigencia de mantener buenas relaciones con los demás y es menos probable para ellos, que
un comportamiento determinado sea el reflejo de su personalidad. En Oriente, las personas
controlan sus emociones por lo que para interpretar el estado de ánimo de un oriental, uno
debe fijarse más en sus ojos; en cambio, en las culturas occidentales, donde se da rienda
suelta a las emociones, el centro visual de interpretación, se centra en la boca.
21

Queda de manifiesto por lo expuesto que, el control de las emociones, las motivaciones, las
percepciones, el concepto de sí mismo y las acciones de búsqueda del ser interior, de nuestra
propia y particular configuración mental, varía radicalmente entre el pensamiento oriental y
occidental.

Nuestra cultura, se enmarca en la racionalidad (Descartes), en la lógica, primando el individuo


sobre el colectivo. El éxito, es individual, diferenciador que clasifica en buenos y malos,
inteligentes y tontos, pobres y ricos y así, en todo. La cultura occidental, está puntualizada a
través de su historia de superhombres, héroes, razas dominantes, personajes líderes. Pero
Oriente es mucho más complejo que lo que se supone generalmente en occidente; de hecho
existen grandes diferencias entre los pueblos denominados orientales, así en el Oriente Lejano
-India, China, Japón, Corea y otros-, presentan diferencias con los pueblos del Cercano Oriente
u Oriente Medio. Clasificación que finalmente, lo de “Lejano” o “Cercano”, está en referencia a
Europa. Recordemos que occidente domina el mundo, entre el los años 1500 al 1900, periodo
de fuerte colonialismo, tras el descubrimiento de América y el dominio de los mares por parte
de las grandes potencias, encabezadas por Inglaterra, España, Portugal y en menor grado por
Francia. En este contexto, Europa hereda los conceptos de oriente y occidente de la antigua
cultura griega.

Podemos considerar en este sentido que el neoliberalismo y la globalización actual, son obras
de superhombres occidentales que han dominado las economías en estas últimas décadas. Es
la expresión pragmática de la voluntad de poder como plantea Nietzsche, el triunfo del
individuo sobre el colectivo.
22

IX. VISION PERSONAL: HERMANN HESSE, VIAJE AL FONDO DE SI MISMO.

Como expuso en un principio, el libro coordinado por Carl Gustav Jung, “El Hombre y sus
Símbolos” junto a otros como el “Méthode Scientifique Moderne de Magnétisme,
Hypnotisme, Suggestion” de Paul C. Jagot, “El Lobo Estepario” de Hermann Hesse o escritos de
Friedrich Wilhelm Nietzsche, entre otros, son los que han estructurado mi pensamiento y
búsqueda de mi ser.

Hesse en El Lobo Estepario, plantea un diálogo donde se


expone en forma literaria, conceptos psicoanalíticos
jungianos, el cual expongo a continuación:
-¿Es usted Pablo? -pregunté.
-No soy nadie -declaró amablemente-. Aquí no tenemos
nombres, aquí no somos personas. Yo soy un jugador de
ajedrez. ¿Desea usted una lección acerca de la
reconstrucción de la personalidad?
-Sí, se lo suplico.
-Entonces tenga la bondad de poner a mi disposición un
par de docenas de sus figuras.
-¿De mis figuras...?
-Las figuras en las que ha visto usted descomponerse su llamada personalidad. Sin
figuras no me es posible jugar.
Me puso un espejo delante de la cara, otra vez vi allí la unidad de mi persona
descompuesta en muchos yos, su número parecía haber aumentado más. Pero las
figuras eran ahora muy pequeñas, aproximadamente como figuras manejables de
ajedrez, y el jugador, con sus dedos silenciosos y seguros, cogió unas docenas de ellas y
las puso en el suelo junto al tablero. Luego habló como el hombre que repite un discurso
o una lección dicha muchas veces:
-La idea equivocada y funesta de que el hombre sea una unidad permanente, le es a
usted conocida. También sabe que el hombre consta de una multitud de almas, de
muchísimos yos. Descomponer en estas numerosas figuras la aparente unidad de la
persona se tiene por locura, la ciencia ha inventado para ello el nombre de
esquizofrenia. La ciencia tiene en esto razón en cuanto es natural que ninguna
multiplicidad puede dominarse sin dirección, sin un cierto orden y agrupamiento. En
cambio, no tiene razón en creer que sólo es posible un orden único, férreo y para toda la
vida, de los muchos sub-yos. Este error de la ciencia trae no pocas consecuencias
desagradables; su valor está exclusivamente en que los maestros y educadores puestos
por el Estado ven su trabajo simplificado y se evitan el pensar y la experimentación.
Como consecuencia de aquel error pasan muchos hombres por «normales», y hasta por
representar un gran valor social, que están irremisiblemente locos, y a la inversa, tienen
a muchos por locos, que son genios. Nosotros completamos por eso la psicología
defectuosa de la ciencia con el concepto de lo que llamamos arte reconstructivo13. pág.
83.

Esta novela, contiene numerosos pensamientos filosóficos que son consecuencia de largas
meditaciones y estudios del autor, escritor, poeta y humanista; en sí, es una autobiografía.
Texto que le valió el Premio Nobel de Literatura, en el año 1946.

En la novela “Demian”, 1919, Hesse, plantea las interrogantes de búsqueda de


identidad, el texto está lleno de ideas o creencias que se enmarcan dentro de una especie
de panteísmo al estilo oriental, al afirmar que los hombres no somos una creación de Dios
23

propiamente tal, sino de la “naturaleza”, es decir, como dice la introducción: “una proyección
de la naturaleza hacia el hombre”.

Nietzsche por su parte, anuncia su aforismo “Dios ha muerto”, mostrando así su juicio
anticristiano sobre la transformación cultural en occidente. La consecuencia de la muerte de
Dios según Nietzsche, es que los valores vigentes en la sociedad occidental se vienen abajo por
sí mismos o porque los hombres los destruyen, con la intención de poner en ese lugar nuevos
valores. Así, la moral de los poderosos que dominan, se basa en la fe en sí mismo, el orgullo
propio y al contrario, la moral de los esclavos nace de los oprimidos, de los débiles y comienza
por condenar los valores y las cualidades de los poderosos. Una vez denigrado el poderío
existente, el esclavo procede a decretar como «buenas» las cualidades de los débiles; entre
ellas, la compasión, el servicio, la paciencia, la humildad, todos ellos valores cristianos.
Consecuentemente, los esclavos, los débiles, inventan una moral que haga más llevadera su
condición de esclavos.

Nietzsche, propone finalmente destruir los valores de los hombres para poner en su lugar los
valores del superhombre quien ocuparía el lugar de Dios. Al respecto Jung, plantea que -a un
hombre puedes quitarle sus dioses, pero sólo para darles otros a cambio-.

Estas lecturas, generan redes de preguntas y respuestas que facilitan y motivan el deseo de
estudiar psicología; pero también, incursionar en la praxis, al no encontrar las respuestas
adecuadas, entre los docentes universitarios que permanecen tras el 11 de septiembre de
1973. La Escuela de Psicología, pierde a sus principales investigadores, la mayoría pioneros en
impulsar estos estudios en Chile; siendo sustituidos por personas pasivas, tradicionales,
carentes de todo espíritu de investigación que pueda generar algún tipo de conflicto.

Este camino de búsqueda de conocimiento, es en sí, el inicio de un viaje al fondo de mi yo


interior. Así, entra en el escenario de mi vida, el escritor francés Paul C. Jagot, aportando varios
textos de índole práctica que impulsan a la experiencia personal. Entre ello, se lee y practica el
“Méthode Scientifique Moderne de Magnétisme, Hypnotisme, Suggestion”, luego “La
Memoria: Método práctico para aprender, retener y recordar exactamente y con rapidez”.

Los grabados demostrativos que


trae el texto sobre Magnetismo,
Hipnosis y Sugestión, incitan a
seguir estudiando y practicando,
tratando de lograr los efectos
presentados.

Repetir el fenómeno de
catalepsia, generando tal tensión
y rigidez muscular que soporte a
una persona sentada, a la altura
del vientre del sujeto hipnotizado.
Hoy, tras casi cuatro décadas,
releer estos textos, genera nuevas
reflexiones y nuevas preguntas. A
la luz, del actual conocimiento adquirido, especialmente en el campo de la psiconeurología,
mucho de lo leído ya no tiene asidero científico pero fue el abono mágico que me permitió
crecer en humanidad.
24

El azar, lo casual, es tal vez como lo plantea Albert Einstein que tras ello, está la mano de Dios.
No lo digo sólo desde el umbral de mi mente por mi experiencia, sino por Jung, quien anhelaba
estudiar arqueología pero como su familia carecía de los recursos económicos necesarios para
ello, dado que la Universidad que impartía dicha carrera, se encontraba muy distante del lugar.
Por lo que se motiva a estudiar medicina en Basilea, muy cerca de su hogar paterno. Estudios
que realiza entre los años 1894 y 1900; tras nuevos estudios con luminarias de la época, en
1906, redacta y da a conocer su obra sobre demencia precoz que luego se conocería como
esquizofrenia. Un par de años antes, sobre su base de experiencia clínica, diseña la Prueba de
Asociación de Palabras que se usa hasta hoy en el medio clínico psicoanalítico.

En lo personal, el viaje hacia mi interior, sigue vigente y creo que en mí caso, su fin será
coincidente con el fin de mi existencia. Mi osadía es tal que no me puedo cerrar a un espacio
tiempo de conocimiento, en otras palabras y relacionado con lo laboral -jubilar-. El hombre
nace para crecer, desarrollo que va de la mano con el aprender y aprehender todo lo que
ofrece la vida.

Tengo siempre presente que los límites, sólo se los fija uno mismo.

Mi encuentro con Oriente, se remonta a comienzos de 1980, manteniendo vínculos culturales


y comerciales con la Oficina Cultural y Comercial de Taiwán, en Santiago de Chile. Relaciones
que se manifiestan en negocios y exposiciones de pinturas orientales, en la ciudad de Talca y
Linares y prosperan durante unos catorce años. Mi interés por China, Japón, India y el oriente
en general, surge durante mis estudios de psicología, en la década de 1970 y continúan
posteriormente en mis estudios de historia, centrando investigaciones en lo cultural y
religioso. Finalmente, en proyección de negocios, perfecciono y formalizo conocimientos en la
Universidad Autónoma de Madrid (adjunto en anexo, certificado respectivo), a fines del año
2010.
25

X. CONCLUSIONES.

De lo expuesto, debo diferenciar dos tipos de conclusiones; primero las referidas a Carl Gustav
Jung, su encuentro y uso de las mandalas; y como derivación, lo referente a mi vida personal,
en la cual este psiquiatra, etnopsicólogo y alquimista, se posiciona como referente en mi
juventud física y niñez intelectual.

1.- Carl Gustav Jung: Mandalas, un viaje al interior de “uno mismo”.

Jung, es un visionario intelectual que logra dominar y encauzar su pensamiento, saltando todas
las barreras y tabúes de su sociedad. Junto a Freud, canalizan y maduran el método del
psicoanálisis; separándose luego, al diferir en que la libido, es la única fuerza que actúa sobre
la psiquis humana.

Jung, integra al impulso sexual, las fuerzas inherentes a la cultura y agrega un nuevo concepto
sobre las fuerzas de las figuras o imágenes primordiales que dominan el inconsciente colectivo.
Fuerzas que están presentes desde el origen de la humanidad y tienen carácter universal,
hasta nuestros días.

Toda su vida profesional, es un carrusel de aportes a las ciencias médicas y psicológicas, desde
los más variados temas; genera la primera Prueba de Asociación de Palabras como aporte al
psicoanálisis, como resultado de su experiencia psiquiátrica, escribe innovadoramente sobre la
Demencia Precoz, término que evoluciona posteriormente a Esquizofrenia.

Su aporte al estudio psicoanalítico del ego (yo), lo complementa con el concepto del
inconsciente colectivo, dinámica presente en el marco de la cultura.

Sus publicaciones, conferencias y trabajos de investigación, le reportan un soporte económico


que le permite viajar, primero al norte de Africa, luego a la India y Nuevo México, tal vez en
primera instancia para satisfacer sus deseos de juventud de estudiar arqueología.

Su amplio interés por el conocimiento, le lleva a estudiar astrología, alquimia e incluso sobre
los ovnis; esos desconocidos objetos voladores que Jung, asocia a la figura de los mandalas,
mandalas modernos.

De sus estudios y praxis in situ en India, genera una nueva terapia a partir de los mandalas; de
su experiencia en terreno en India, infiere que el hacer individualmente un mandala, permite
al dibujante, proyectar sus complejos, esas fuerzas que obstaculizan la libre y natural dinámica
de las energías naturales del ser humano.

De lo expuesto, la conclusión más válida es encontrar en él, un modelo de hombre que


enmarca su vida en un proceso de humanización, búsqueda de respuestas que como ser
humano le surgen. En su vida enfrenta muchos contratiempos, incluido algunas infidelidades
amorosas pero mantiene siempre un ideario en pro de la verdad; sea esta buscada incluso en
sus sueños y su correlacionada proyección en mandalas. Búsqueda que le hace pensar, incluso
de padecer esquizofrenia pero que no le hace perder hasta el final de sus días, la osadía de un
superhombre (Nietzsche) en el encuentro de las verdades, tras el pensamiento y psiquis del
hombre. Cruzada intelectual que le permite encontrar los elementos estructurales y
primordiales de la humanidad, símbolos ancestrales que unifican todas las culturas del orbe,
sean estas orientales u occidentales.
26

2.- Visión personal: Hermann Hesse, viaje al fondo de sí mismo.

Jung y Hesse, Hesse y Jung, figuras que abren mi mente hacia el pensamiento oriental, más allá
de un interés como pasatiempo; de lo cual ya ha trascurrido cuatro décadas. Aprendí a leer y
meditar, reflexionar contrastando argumentos y poder leer el Kama Sutra, más allá del
torbellino hormonal de la adolescencia.

Ellos, junto a otros investigadores de la mente humana, más allá de hoy haber sido superados
por verdades nacidas de la neuropsicología, abrieron mi mente hacia un portal amplio de luz y
sabiduría y así fui dejando lentamente la ignorancia de mi crisálida mental.

Nuevamente el sabio Jung, cual mago que enseña a su aprendiz, los saberes de la alquimia y la
astrología védica, aparece en mi vida para facilitar e impulsar un raconto sobre mi existencia,
mis vivencias y la forma en que las he integrado a mi ser físico y espiritual.

Hoy, estudiante de psicopedagogía, compartiendo como tal con mis pares universitarios, trato
nuevamente de ampliar y formalizar conocimientos que no deseo cuan avaro, atesorar sólo
para mi satisfacción personal, sino que como filántropo intelectual, compartir y repartir a
quien lo necesite y con más agrado a quienes lo soliciten.

Finalmente, he aprendido a no orientar mi vida en la búsqueda de la felicidad, sino del


equilibrio físico y mental, a disfrutar de cada momento que nos ofrece y muchas veces nos
regala la vida cotidiana. Tal vez, sin darme cuenta durante años y sólo al terminar esta
investigación-ensayo, logro darme cuenta sobre la diferencia fundamental entre el
pensamiento oriental y occidental, en lo referente a la felicidad.

Primero, la felicidad no se busca, tampoco constituye sólo momentos, contrastados de


infelicidad; la gran lección que ofrece el pensamiento oriental, es que la felicidad está en el
guanxi, en los vínculos sociales de amistad y familia, está en la relación con otros. La felicidad
se constituye así, en el equilibrio físico y emocional, sumado a saber dar y recibir; dar, sin
esperar reciprocidad obligada, sino agradecer la oportunidad de dar. Es algo que no se domina,
ni se adquiere para siempre, es algo que se construye segundo a segundo en relación a los
demás y que se disfruta y goza, en la plenitud y satisfacción de ir a descansar con la conciencia
en paz.

Oriente, desde lo profano de los templos a Shiva, entrega y reitera a occidente, el mensaje que
Cristo dejó al mundo -ama a tu prójimo como a ti mismo-, se pleno en el otro.
27

CITAS BIBLIOGRAFICAS.

1. JUNG, Carl Gustav. El Secreto de la Flor de Oro, 1957, pág. 22.


2. JUNG, Carl Gustav. Recuerdos, sueños, pensamientos, 1961.
3. JUNG, Carl Gustav. Un mito moderno. De cosas que se ven en el cielo, 1958, pág. 115.
4. JUNG, Carl Gustav. Recuerdos, sueños, pensamientos, 1961.
5. JUNG, Carl Gustav. Recuerdos, sueños, pensamientos, 1961.
6. JUNG, Carl Gustav. El Significado del Mito, Baltimore, 1975, pág. 373.
7. JUNG, Carl Gustav. El Secreto de la Flor de Oro, 1957, pág. 22.
8. JUNG, Carl Gustav. Simbolismo del Mandala, Princeton University Press, 1973, pág. 77.
9. JUNG, Carl Gustav. Simbolismo del Mandala, Princeton University Press, 1973, pág. 77.
10. JUNG, Carl Gustav. Tomo XI de sus Obras Completas.
11. JUNG, Carl Gustav. Tomo XI de sus Obras Completas.
12. JUNG, Carl Gustav. Tomo XI de sus Obras Completas, pág. 325.
28

BIBLIOGRAFIA.

1. HESSE, Hermann. El Lobo Estepario, Alianza Editorial.


2. JAGOT, Paul C. Méthode Scientifique Moderne de Magnétisme, Hypnotisme,
Suggestion, 1920.
3. JUNG, Carl Gustav. El Hombre y sus Símbolos, Paidos, 1964.
4. JUNG, Carl Gustav. El Secreto de la Flor de Oro, 1957.
5. JUNG, Carl Gustav. Un mito moderno. De cosas que se ven en el cielo, 1958.
6. JUNG, Carl Gustav. Recuerdos, sueños, pensamientos, 1961.
7. JUNG, Carl Gustav. El Significado del Mito, Baltimore, 1975.
8. JUNG, Carl Gustav. Simbolismo del Mandala, Princeton University Press, 1973.
9. JUNG, Carl Gustav. Tomo XI de sus Obras Completas,
10. NIETZSCHE, Friedrich. Así habló Zaratustra, Alianza Editorial, 1998.
11. MASUDA,Takahiko. Bosu dakewo miru obeijin, sono ka wo miru nihonjin
bunkashinrigaku-kara mita monono mikatano chigai, Tokio, 2010.

LINKS.
1. Los Mandalas y Jung; Luciana Romina Schill.
http://monografiayogakai-mandalas.blogspot.com/
2. El Mandala de Jung.
Los mandalas creativos
http://www.wikilearning.com/articulo/los_mandalas_creativos
el_mandala_de_jung/19771-2
3. Exhiben los mandalas realizados por pacientes de Jung durante su terapia.
http://pijamasurf.com/2012/02/exhiben-los-mandalas-realizados-por-pacientes-de-
jung-durante-su-terapia/
4. Documental “La Materia del Corazón: Un Extraordinario Viaje al Interior de C.G. Jung”
http://pijamasurf.com/2011/10/documental-la-materia-del-corazon-un-
extraordinario-viaje-al-interior-de-c-g-jung/
5. MANDALAS; María Cristina Ricagno
http://www.yogakai.com/ricagno.htm
6. Mandalas: articulación con Jung.
http://rferrari.wordpress.com/2008/02/15/mandalas-articulacion-con-jung/
7. TRABAJANDO LOS SUEÑOS Interpretaciones en Psicoterapia.
http://www.psicologia-online.com/ESMUbeda/Libros/Suenos/suenos3.htm
8. Pinturas del Lic. Alejandro Rubén Montero Sprovieri.
http://www.centrojung.com.ar/alejandro_pinturas_mandalas.htm
9. VIDEOS DE MANDALAS Y JUNG.
http://www.youtube.com/watch?v=6eGjJNJQKak
10. Jung and Mandala.
http://www.carl-jung.net/mandala.html
29

ANEXO.

También podría gustarte