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Una aproximación a la función de los tribu- efectuada por otros actores (públicos o priva-
nales constitucionales (y del Tribunal Consti- dos), por lo que se le califica, casi de manera
tucional peruano, en particular) permitiría ca- consensuada, como “Supremo Intérprete de la
lificarlo como un organismo jurisdiccional de Constitución”, y es la que vincula a los demás
carácter especializado, lo que se deriva de que poderes públicos (competencia otorgada por
cuenta con atribuciones para resolver contro- los artículos VI y VII del Título Preliminar del
versias y develar incertidumbres de relevan- Código Procesal Constitucional).
cia en materia constitucional, como la única
Sin embargo, pese a reconocer la prevalencia
o última instancia (según el proceso del cual
de su interpretación, no puede perderse de vis-
se trate1).
ta que, en último término, como todo órgano
Adicionalmente, no se trata solo de que emite u organismo que ejerce funciones jurisdiccio-
decisiones sobre materia constitucional, sino nales, se encarga de resolver controversias y,
que su interpretación de los dispositivos cons- en ese sentido, realiza las mismas operaciones
titucionales es la que prevalece respecto de la (de interpretación, aplicación y, desde ciertas
* Abogada por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Miembro de Constitucionalismo Crítico, grupo de investigación y
discusión en Derecho Constitucional. Asesora y ex coordinadora del Equipo de Derecho Constitucional del Taller de Derecho de
la PUCP.
1 En el caso del proceso de inconstitucionalidad y el proceso competencial, será instancia única; mientras que en el proceso de
hábeas corpus, amparo, hábeas data y cumplimiento será última y definitiva instancia en el ámbito nacional.
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posturas, creación del Derecho) y debe cum- En ese sentido, este trabajo tratará, en primer
plir con las mismas exigencias (como la im- término, sobre los alcances de aquellas ope-
puesta por la obligación de motivar cada uno raciones que deben realizar los órganos juris-
de sus pronunciamientos). diccionales, con especial incidencia en el Tri-
En ese sentido, justamente al resolver diversos bunal Constitucional. Como correlato de ello,
conflictos, podría encontrarse en un momento aquellas obligaciones que deben cumplir en el
determinado ante un caso nuevo que resulte si- supuesto de que pretendan modificar un crite-
milar a uno decidido previamente por él (bien rio previamente adoptado. También lo referen-
con su misma composición o con una diferen- te a si genera o no vinculación un pronuncia-
te2); la pregunta inmediata que surge entonces miento contradictorio emitido por el Tribunal
es: ¿debe resolverse este nuevo caso necesaria- Constitucional. Finalmente, se ilustrarán estas
mente en el mismo sentido y bajo los mismos contradicciones con algunos ejemplos de pro-
argumentos que el anterior? ¿Puede el Tribunal nunciamientos emitidos por el Tribunal Cons-
Constitucional variar de criterio sin incurrir en titucional peruano.
una contradicción jurídicamente relevante? De
I. Interpretación y aplicación de
ser así, ¿bajo qué condiciones o requisitos? la normativa aplicable: ras-
Incluso, luego de superar ese primer nivel gos especiales de la interpre-
tación constitucional
de cuestionamiento podría surgir uno nuevo:
¿Qué pasa si llega a emitir estos pronuncia- La interpretación jurídica implica dar un de-
mientos contradictorios? La segunda decisión, terminado sentido a un enunciado jurídico3 4
opuesta a la anterior, ¿vincula jurídicamente a y, en ejercicio de ella, los órganos jurisdiccio-
las partes? Y, más allá de eso, ¿vincula jurídi- nales llevan a cabo una “interpretación prácti-
camente a los terceros? ¿Puede ser vinculante ca u operativa” como sujetos que deben deci-
para todos los poderes públicos y privados? dir para resolver un determinado caso que se
Estas son las interrogantes respecto de las cua- les presenta (por oposición a la interpretación
les el presente trabajo plantea algunos ensa- teórica, que efectúa el jurista teórico o dogmá-
yos de respuesta, a efectos de propiciar la re- tico o la que propone el abogado para defender
flexión sobre las materias involucradas. los intereses de su patrocinado)5.
2 Si bien tratar este tema excede los alcances del presente trabajo, no debe perderse de vista que no es uno de menor importancia.
Sin duda, es más fácil afirmar que un órgano que resolvió un caso con una determinada conformación de magistrados debe –si
ninguno de ellos ha cambiado– resolver una controversia similar en los mismos términos en el futuro (con las atingencias que se
formularán en este artículo). Sin embargo, no resulta igual de sencillo establecer si ello sería así en el supuesto en que la compo-
sición del órgano se haya visto modificada e incluso, de manera decreciente, si este cambio se ha producido en la minoría, ma-
yoría o totalidad de sus integrantes.
3 Para Wróblewski, la interpretación puede entenderse desde diversos sentidos. El primero de ellos, la interpretación sensu largí-
simo se define como la comprensión de un objeto al ser un fenómeno cultural. Por su parte, la interpretación sensu largo implica
atribuirle un sentido a un determinado enunciado lingüístico. Finalmente, la interpretación sensu estricto se describe como aque-
lla que se produce para determinar el significado de una expresión lingüística únicamente cuando existen dudas en un “caso con-
creto de comunicación”. Esta última habría sido la que tradicionalmente se habría entendido como la predominante en el discurso
jurídico. Así, WRÓBLEWSKI, Jerzy. Constitución y teoría general de la interpretación jurídica. Civitas, Madrid, 1988, pp. 21-24.
Sin embargo, adoptamos el segundo sentido por considerarlo más comprensivo del proceso interpretativo de índole jurídica.
4 También es posible entender la interpretación desde dos ideologías: estática y dinámica. La primera “la ideología de la interpre-
tación estática” apunta a preservar la certeza, estabilidad y predictibilidad de las normas, acudiendo a la voluntad del legislador
para descubrir el sentido interpretativo que debe otorgarse a determinado texto. En oposición a esta, se presenta la ideología di-
námica de la interpretación legal, en la que se hace alusión al concepto de “legislador actual” adaptando los enunciados norma-
tivos a las ideas vigentes en la sociedad (con los caracteres estructurales y funcionales que resulten relevantes para la interpre-
tación), constituyéndose entonces en una actividad creativa. Es ella la distinción efectuada por Ibídem, pp. 69-80.
5 Sobre los alcances de la interpretación operativa y la teórica, nos remitimos a lo señalado por SEGURA ORTEGA, Manuel. So-
bre la interpretación del Derecho. Santiago de Compostela, Universidad Santiago de Compostela - Servicio de Publicaciones e
Intercambio Científico, 2003, p. 16-17. Ver también lo indicado por Wróblewski al hacer referencia a una interpretación doctrinal
y a una operativa en WRÓBLEWSKI, Jerzy. Ob. cit., pp. 27-29 y 35-56.
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6 Es preciso destacar la distinción entre disposición y norma, entendiendo la primera como el enunciado lingüístico en los textos
jurídicos y la segunda como aquella que surge como producto de la interpretación. En ese sentido, como uno de los pioneros
de esta concepción, es posible referirse a CRISAFULLI. Voz: “Disposizione (e norma)”. En: Enciclopedia del Diritto. Tomo XIII,
Giuffrè, Milán, 1964, p. 165 y ss. Citado por BERNAL PULIDO, Carlos. El derecho de los derechos. Escritos sobre la aplicación
de los derechos fundamentales. Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 2005, p. 210.
Dicha distinción también es remarcada por GUASTINI, R. “Disposizione v. norma”. En: Giurisprudenza costituzionale, 1989, II,
p. 4 y Le fonde del diritto e l’interpretazione. Giuffrè, Milán, 1993, p. 18, el que es citado y sus planteamientos desarrollados por
DÍAZ REVORIO, F. Javier. La interpretación constitucional de la ley. Las sentencias interpretativas del Tribunal Constitucional.
Palestra, Lima, 2003, pp. 52-55.
7 Ello independientemente de que se reconozca que la distinción entre casos fáciles y difíciles no puede efectuarse indubitable-
mente de manera previa al conocimiento del caso y a pretender formular soluciones para él.
8 Aunque limitados a los casos difíciles (pues, a su criterio, los casos fáciles solo implican una justificación deductiva, esto es, el
proceso de selección de la regla válida directa y fácilmente aplicable a los hechos probados para obtener la conclusión o sentido
del fallo), estos son los problemas que expone MACCORMICK, Neal. Legal reasoning and legal theory. Segunda edición, Oxford
University Press, Oxford, 1995, pp. 100-128.
9 La propia labor de fijar los hechos aceptados como ciertos por el juez y que serán los que le permitirán decidir entre las versiones
que propongan las partes y sus representantes es una labor que reviste complejidad. Establecer la denominada premisa fáctica
que permitirá llevar a cabo el razonamiento para obtener el sentido del fallo es también una labor en la que el juez cuenta con
discrecionalidad, aun cuando sometido a ciertos límites (como la pertinencia de presentar determinados medios de prueba o los
plazos para hacerlo). Existen incluso quienes alegan que estos límites normativos no son tales y que al final el juez cuenta con
absoluto subjetivismo para determinar los hechos. Ver en ese sentido, lo sustentado por SEGURA ORTEGA, Manuel. “Sobre la
interpretación”. Ob. cit., pp. 34-62.
10 Estas peculiaridades son las descritas en WRÓBLEWSKI, Jerzy. Ob. cit., pp. 102-114.
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órganos del Estado (reglas de organización re- existen quienes comprenden más bien que la
unidas en su parte orgánica), reglas que esta- Constitución solo cobra sentido real cuando
blecen los fines que deberían realizar los des- es aplicada, es decir, cuando debe enfrentar-
tinatarios de estas normas (reglas teleológicas) se a la resolución de alguna situación especí-
y reglas que establecen funciones que debe- fica, debiendo dar sentido a las normas según
rían realizarse o unos determinados valores los eventuales requerimientos de la realidad
que deberían conseguirse (reglas directivas). concreta (perspectiva tópica). Finalmente, es-
Adicionalmente, estos dispositivos pueden te- tán quienes efectúan labores de interpretación
ner términos valorativos disímiles: valorativos tomando como criterio determinante el privi-
(que reflejan determinados juicios de valor); legiar los sentidos que favorezcan a aquellos
cuasi descriptivos (aquellos que son prima fa- sectores tradicionalmente postergados (pers-
cie descriptivos, pero en su estructura profun- pectiva del uso alternativo del Derecho).
da reflejan un carácter valorativo); y descripti-
Todo lo expuesto abona a que la interpretación
vos (que solo reflejan la realidad). Por ello, la
jurídica, y en particular la interpretación cons-
interpretación constitucional debe adecuarse a titucional, sea una labor compleja, que deriva
esta diversidad, lo que la hace distinta de la en distintas soluciones posibles según se esta-
interpretación de las leyes o normas con ran- blezca que determinado hecho ocurrió o no, si
go legal. este es subsumible en una u otra disposición
Incluso, aunque los métodos de interpretación aplicable, si se opta por una interpretación en
constitucional no difieren sustancialmente de concreto y no por otra del dispositivo, y en
los de la interpretación legal11, sí existen una mayor medida cuando la norma objeto de in-
serie de criterios que pueden resultar distintos, terpretación es la Constitución (con los diferen-
tales como la presunción de constitucionali- tes tipos de dispositivo, valoraciones, criterios
dad, la concordancia o coherencia interna, la y perspectivas que se considere en cada caso).
razonabilidad, la previsión de consecuencias,
la preferencia por los derechos fundamentales II. ¿Es posible que el Tribunal
Constitucional cambie de cri-
y tener presente la fórmula política que con- terio? Exigencias constitucio-
sagra la Constitución12. De igual manera, di- nales
versas perspectivas para su interpretación: En el apartado anterior se ha concluido que el
hermenéutica, tópica y uso alternativo del De- juez se encuentra ante un panorama comple-
recho. En ese sentido, algunos aluden a que se jo al efectuar sus labores interpretativas y de
trata de buscar el sentido de la norma frente a aplicación13 del Derecho.
la situación que se viene conociendo con base
en determinados métodos, pautas o paráme- Entonces, ¿un órgano jurisdiccional puede
tros prefijados para valorar su constitucionali- cambiar de opinión en el sentido de sus pronun-
dad (perspectiva hermenéutica). Por otro lado, ciamientos? La respuesta a esta interrogante
11 Nos referimos a los métodos que en su momento introdujo Savigny, a saber: método gramatical, método sociológico, método his-
tórico y método sistemático.
12 Sobre los criterios de interpretación constitucional, nos remitimos a lo señalado por: “La interpretación constitucional como proble-
ma”. En: José Palomino Manchego y Ricardo Velásquez Ramírez (coordinadores). Modernas Tendencias del Derecho en Améri-
ca Latina. I Convención Latinoamericana de Derecho, Grijley, Lima, 1997, pp. 124-127.
13 No se incluye en este texto, por exceder el tema tratado, la discusión sobre si el juez crea o no Derecho al resolver controversias
jurídicas, y si esta creación es solo de normas particulares o de normas con alcance general. Baste aquí señalar que se conside-
ra que toda labor interpretativa genera como correlato la creación de una norma aplicable al caso que, de interpretar de manera
general un dispositivo, constituye un criterio que debe servir como pauta general de interpretación en el futuro. Sin embargo, no
debe perderse de vista la particular regulación de este tema en el caso peruano, según el cual, al menos en materia constitu-
cional, solo adquiere calidad de precedente lo resuelto por el Tribunal Constitucional (artículo VII del Título Preliminar del Códi-
go Procesal Constitucional).
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debe ser afirmativa. El ejercicio de sus atri- la regla fijada, por lo que es posible la aplica-
buciones, a nuestro entender, reconoce que ción analógica de dicho criterio previo.
el órgano jurisdiccional (incluido el Tribunal
Constitucional) cuenta con un margen de dis- Sin embargo, también, en la línea de habili-
crecionalidad que debe enmarcarse dentro del tar el cambio de posición adoptada, es posible
ordenamiento jurídico14, el cual impone, des- distinguir17 los elementos presentes en el caso
de la Constitución, también límites materiales respecto de la controversia previa y, por ello,
a su accionar15. sentar un nuevo criterio. También transfor-
mar18 lo previamente decidido, esto es, enten-
Por ello, el órgano jurisdiccional, en ejercicio der sus alcances de manera distinta según se
de la precitada discrecionalidad, puede decidir privilegie un rol más activista o más restricti-
un determinado conflicto en un sentido 1, en vo de la actividad judicial, se considere que se
un primer momento, y luego en un sentido 2, adoptan criterios más generales o más especí-
en un momento posterior. ficos del caso (posturas maximalistas o mini-
Dicha afirmación incluso resulta válida en un malistas, respectivamente), se empleen pautas
esquema de vinculación fuerte a un preceden- más o menos abstractas como parte del argu-
te emitido por un órgano superior o del mismo mento del precedente (reglas, principios, es-
rango, con reflexiones que es posible extender tándares) o la decisión haya generado un ma-
a todo criterio previamente adoptado por un ór- yor o menor consenso en el órgano encargado
gano jurisdiccional de jerarquía superior. Ello, de adoptar la decisión (en el supuesto de órga-
puesto que la correcta comprensión de la exis- nos colegiados). Incluso, se habilita a una so-
tencia del precedente o del criterio vinculante lución más determinante en sentido contrario,
no conlleva su aplicación acrítica y silogística. pues es posible revocar19 el sentido previo de
Lo que permite, además de su interpretación, la decisión, esto es, cambiarlo completamente
es que el órgano jurisdiccional, al conocer un debido a una serie de circunstancias distintas
caso con elementos fácticos similares que el an- suscitadas posteriormente al momento en el
terior, pueda decidir entre aplicar, seguir, distin- que fue adoptado, lo que puede realizarse con
guir, transformar o revocarlo16. efectos para el caso concreto o hacia el futu-
ro (incluso fijando un momento determinado
Aplicar implica adoptar el criterio sentado en posterior para la vigencia del nuevo criterio).
el caso previo, mientras que seguirlo apunta,
en estricto, a que las diferencias existentes no Por ello, es posible el cambio (real o apa-
guardan la suficiente relevancia para cambiar rente20) de criterio bajo el empleo de figuras
14 Esto implica descartar la ideología o modelo de aplicación judicial de la “libre decisión judicial” y, en todo caso, adscribirse al mo-
delo de la “decisión legal y racional”, como expone WRÓBLEWSKI, Jerzy. “Ideología de la aplicación judicial del Derecho”. En:
Sentido y hecho en el Derecho. Universidad del País Vasco, San Sebastián, 1989, p. 56 y ss.
15 Esto último, en estricto, no forma parte de la comprensión de Wróblewski de la “ideología de la decisión legal y racional”. Sin em-
bargo, consideramos que se condice con la naturaleza de las funciones del órgano jurisdiccional.
16 Para una sistematización de las operaciones jurídicas a las que habilita la institución del precedente, puede revisarse nuestro tra-
bajo “Breves reflexiones sobre los actuales alcances y límites de la actividad judicial y su compatibilidad con el precedente”. En:
Eloy Espinosa-Saldaña Barrera y Gustavo Gutiérrez Ticse (directores). Limitación del poder y estructura del Estado. Grijley, Lima,
2008, pp. 157-199.
17 Sobre la revocación del precedente (o “derogación por sustitución”), MONROY GÁLVEZ, Juan. “Apuntes sobre la doctrina del
precedente y su influencia en el civil law”. En: Hechos de la Justicia. N° 4, setiembre-diciembre de 2004 (http://hechosdelajusti-
cia.org/cuarta/12.rtf), pp. 25-27.
18 Estos factores de transformación del precedente han sido resaltados por MAGALONI, Ana Laura. El precedente constitucional en
el sistema judicial norteamericano. Mc Graw Hill, Madrid, 2001, pp. 117-155.
19 Sobre la revocación del precedente (o “derogación por sustitución”), MONROY GÁLVEZ, Juan. Ob. cit., pp. 19-25.
20 Se hace referencia a un “cambio aparente” de criterio porque, en estricto, el distinguir los hechos de un precedente de otro no es
cambiar el criterio previamente establecido, sino, a lo sumo, encontrar factores lo suficientemente determinantes entre los casos
para no justificar la aplicación de una nueva pauta interpretativa.
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21 ATIENZA, Manuel. Las razones del Derecho. Teorías de la argumentación jurídica. Palestra, Lima, 2004, p. 31-36.
22 “‘Motivar una ‘decisión’ significa ‘indicar el motivo por el que ha sido dictado una decisión’. Y, siendo obligación de los jueces dic-
tar decisiones que sean conformes al derecho, hay que presumir que el motivo por el que ha sido dictada una determinada deci-
sión D, en vez de otra decisión distinta, consiste en que el juez que ha dictado D considera que dicha decisión es conforme con
el derecho”. HERNÁNDEZ MARÍN, Rafael. Las obligaciones básicas de los jueces. Marcial Pons, Madrid, 2005, p. 145.
23 Sobre la exigencia de motivación como rasgo que permite diferenciar las tareas de interpretación, aplicación y creación del De-
recho cuando son realizadas por los jueces y que además se relacionan con los rasgos de lo jurídico, recomendamos revisar
DE ASÍS ROIG, Rafael. El juez y la motivación en el Derecho. Dykinson, Madrid, 2005, pp. 72-76.
24 Sobre la distinción entre justificación interna y justificación externa, cfr. ALEXY, Robert. Teoría de la argumentación jurídica.
Palestra, Lima, 2007, pp. 306-319.
25 Esto último parece exceder la distinción entre justificación interna y externa, para incorporar una justificación material de la co-
rrección de las premisas (excediendo lo meramente procedimental).
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o incluso –en relación con el tema del presente una decisión resulta razonable si se presentan
trabajo– con decisiones previas sobre la mate- argumentos que acreditan la adecuada valora-
ria (“coherencia externa extra sentencia”). En ción (“ponderación”) de las reglas y principios
este punto, debe precisarse, en la línea de lo generalmente contrapuestos involucrados en el
antes señalado, que se coincide con la afirma- caso y, por tanto, se cuenta con la aceptación
ción que cumplir con la coherencia externa en de los destinatarios de la decisión y de quienes
la segunda de sus dimensiones “(...) en modo conforman la comunidad (no necesariamente a
alguno genera un vínculo inamovible a la hora modo de una conformidad real con el sentido
de tomar decisiones y justificarlas apartándo- del acto, sino, a tal caso, a modo de un audito-
se de su praxis anterior, siempre que expresa- rio ideal que, como titular de razón, responde
mente el juez motive las razones para disentir de manera favorable a argumentos que reflejen
de la opinión precedente”32. la valoración antes descrita). Ello apunta a que
la eventual aplicación no uniforme del Derecho
Por su parte, la razonabilidad33 exige que el no resulte arbitraria35, lo que implica, desde la
juez indique el criterio adoptado para decidir jurisprudencia del Tribunal Constitucional es-
entre las alternativas posibles para resolver el pañol, que se cumplan tres requisitos:
caso, que este parámetro de decisión ha sido
aplicado de manera uniforme a todas las po- “(...) a) interpretación fruto de reflexión no
sibles soluciones para optar por una de ellas discriminatoria (es decir, que no sea fru-
y que este criterio de decisión adoptado haya to de un mero voluntarismo selectivo fren-
tomado en cuenta las concretas circunstancias te a caso anteriores resueltos de un modo
del caso que se viene conociendo. distinto; b) razonada y razonable (es decir,
motivada y fundada en razones jurídica-
En esa línea, se puede alegar que una decisión mente atendibles), y c) genérica y consis-
es “razonable”34 si representa el punto de equi- tente (es decir, con vocación de universa-
librio entre las exigencias contrapuestas que lidad, válida no solo para la resolución del
necesariamente deben tenerse en cuenta en el caso en cuestión, sino para decidir casos
caso concreto y, además, es considerada admi- semejantes, con un mínimo de continui-
sible por la comunidad, criterios que se impli- dad, independientemente de que luego sea
can recíprocamente. En términos más simples, aceptada así (...))”36.
32 Ibídem, p. 305. Incluso el Tribunal Constitucional español habilita a ello mas exigiendo lo que se denomina una “motivación refor-
zada”, como hace en la sentencia 116/1998.
Sin embargo, también es cierto que en algunos casos ha permitido la “motivación implícita”, es decir, no exige justificar las razo-
nes para el cambio del criterio previo, siempre que sí se cumpla con argumentar las que sustentan el nuevo criterio.
En ese sentido ver, por ejemplo, la sentencia 166/1985 que señala lo siguiente: “(...) El cambio de criterio en la aplicación de la
ley por un mismo órgano judicial no puede ser arbitrario, sino fundado y motivado. Debe ser también manifiesto, aunque no nece-
sariamente de forma expresa, con tal de que pueda inferirse con certeza o, al menos, con relativa seguridad que el cambio obje-
tivamente perceptible es consciente y que de él queda excluida tanto la arbitrariedad como la inadvertencia, quedando bien en-
tendido que como lo naturalmente exigible es la motivación expresa, la tácita solo podrá admitirse cuando se dé respecto a ella
ese alto grado de certeza evocado (Sentencias 63 y 64 de 1984, de 21 de mayo, y 49/1985, de 28 de marzo)”.
Esta motivación implícita, desde nuestro parecer, no cumple de manera suficiente con la exigencia de explicar las razones para
adoptar un criterio divergente del establecido con anterioridad en otra decisión del mismo órgano.
33 Cfr. Ibídem, pp. 319 y 320. Este es el escenario para las decisiones discrecionales porque en las no discrecionales la razonabili-
dad se equipararía a la racionalidad (en esa línea, las páginas 307-319).
34 En este punto, los alcances del denominado “criterio de razonabilidad” se siguen de lo planteado por BERNAL PULIDO, Carlos.
“Racionalidad, proporcionalidad y razonabilidad en el control de constitucionalidad de las leyes”. En: El Derecho de los derechos.
Escritos sobre la aplicación de los derechos fundamentales. Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2005, pp. 68-70.
35 La jurisprudencia del Tribunal Constitucional español ha establecido cuatro requisitos para que la eventual aplicación de un crite-
rio divergente no genere vulneración alguna a la igualdad en la aplicación de la ley (como igualdad formal), que son los siguien-
tes: a) debe tratarse del mismo órgano judicial; b) deben ser supuestos de hecho sustancialmente idénticos; c) el término de
comparación debe consistir en criterios insertos en resoluciones anteriores que constituyan una línea jurisprudencial; y d) debe
producirse una diferencia de trato arbitraria. Cfr. DE ASÍS ROIG, Rafael. Jueces y normas ... Ob. cit., pp. 264-265.
36 Ibídem, p. 265.
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Entonces, el órgano jurisdiccional –y, por ello, lo sumo, requerir una aclaración (que en algu-
también el Tribunal Constitucional– puede nos casos ha llevado a “repensar”, “matizar” e
válidamente variar de criterio, pero debe ex- incluso “responder” a cuestionamientos formu-
poner –a nuestro criterio, explícitamente– de lados) o acudir a la jurisdicción supranacional
manera racional, coherente y razonable los ar- para que evalúe la eventual vulneración de la
gumentos que lo han hecho adoptar esta nue- Convención Americana sobre Derechos Huma-
va posición respecto a un tema visto y resuel- nos u otros tratados en materias específicas.
to previamente37. Un pronunciamiento del Tribunal Constitucio-
III. ¿Vinculan los pronunciamien- nal, aunque carezca de motivación, vincula a
tos contradictorios? las partes del proceso constitucional en el que
ha sido emitido. Incluso, aunque no cumpla
Al haber establecido que resulta coherente con las pautas mínimas de razonabilidad y propor-
el ordenamiento jurídico que cualquier órgano cionalidad en el criterio adoptado o en su mo-
jurisdiccional, categoría dentro de la que in- tivación, su ejecución cuenta con el apoyo de
gresa el Tribunal Constitucional, se aparte de mecanismos coercitivos (como los que habili-
aquello decidido previamente siempre que se ta el artículo 22 del Código Procesal Constitu-
cumpla con la obligación de motivar, se dedu- cional) o efectos generales expresos (tal como
ce que el segundo pronunciamiento –que cam- señala el artículo 81 del Código antes citado).
bia el criterio anterior– es uno emitido de ma-
nera regular. Es justamente la posibilidad de que estos efec-
tos se extiendan más allá de las partes lo que
Sin embargo, frente a ello pueden surgir nue- nos lleva a la segunda interrogante, ¿qué so-
vas cuestiones a dilucidar: ¿La ausencia de lución se puede esbozar a la obligatoriedad
motivación genera la invalidez del cambio de de los pronunciamientos del Tribunal Cons-
criterio? Y, tal vez de manera más determi- titucional si se emiten pronunciamientos con-
nante, ¿cuál de las dos interpretaciones es la tradictorios? Ello en mayor medida, como se
que vincula? Esto segundo cobra especial re- adelantó, ante la vigencia del artículo VI del
levancia al ser aplicado al marco jurídico pe- Título Preliminar del Código Procesal Cons-
ruano, pues ¿cómo debe procederse frente a titucional que, en su último párrafo, señala lo
estos dos (o más) pronunciamientos contra- siguiente:
dictorios ante lo dispuesto por el Título Preli-
minar del Código Procesal Constitucional so- “Artículo Vl.- Control Difuso e Interpreta-
bre esta materia? ción Constitucional
(...) Los jueces interpretan y aplican las le-
Ahora bien, respecto a la primera interrogan-
yes o toda norma con rango de ley y los
te debe señalarse que aun cuando se conside-
reglamentos según los preceptos y prin-
ra que la motivación trasciende la sola exigen-
cipios constitucionales, conforme a la in-
cia de exponer cualquier tipo de razón en los
terpretación de los mismos que resulte de
fundamentos de una decisión de carácter juris- las resoluciones dictadas por el Tribunal
diccional, poco se puede hacer frente a la au- Constitucional”.
sencia de motivación o a la motivación incom-
pleta o insuficiente si se trata de una sentencia Entonces, si el Tribunal Constitucional esta-
del Tribunal Constitucional38. En ese caso, a blece que un determinado dispositivo es o no
37 Debe destacarse que esta afirmación solo resulta válida en la medida en que se trate de un caso que admita más de una deci-
sión conforme a Derecho porque, de lo contrario, el órgano jurisdiccional “utiliza la motivación para encubrir la incorrección de su
decisión”. Cfr. HERNÁNDEZ MARÍN, Rafael. Ob. cit., p. 250.
38 En el caso de los pronunciamientos de los órganos jurisdiccionales ordinarios, es posible acudir a un amparo por la vulneración
del derecho al debido proceso, lo que ha sido expresamente descartado por el Tribunal Constitucional respecto de sus propios
pronunciamientos.
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C ontradicciones en la jurisprudencia del tribunal constitucional
39 Como presupuestos básicos para el establecimiento de un precedente vinculante, se indica que es posible emitir un precedente
vinculante en los supuestos siguientes: a) la constatación, a partir de un caso que ha sido sometido a la jurisdicción del Tribunal
Constitucional, de la existencia de divergencias o contradicciones latentes en la interpretación de los derechos, principios o nor-
mas constitucionales, o de relevancia constitucional; b) la constatación, a partir de un caso que ha sido sometido a la jurisdicción
del Tribunal Constitucional, de que los operadores jurisdiccionales o administrativos, vienen resolviendo con base en una inter-
pretación errónea de una norma del bloque de constitucionalidad; lo cual, a su vez, genera una indebida aplicación de esta; c)
cuando en el marco de un proceso constitucional de tutela de los derechos, el Tribunal constata la inconstitucionalidad manifies-
ta de una disposición normativa que no solo afecta al reclamante, sino que tiene efectos generales que suponen una amenaza
latente para los derechos fundamentales. En este supuesto, al momento de establecer el precedente vinculante, el Tribunal pue-
de proscribir la aplicación, a futuros supuestos, de parte o del total de la disposición o de determinados sentidos interpretativos
derivados de este; o puede también establecer aquellos sentidos interpretativos que son compatibles con la Constitución; y d)
cuando se evidencia la necesidad de cambiar de precedente vinculante. Cfr. STC Exp. N° 3741-2004-AA/TC de fecha 14 de no-
viembre de 2005, publicada el 11 de octubre de 2006, f. j. 41). En el mismo sentido, STC Exp. N° 0024-2003-AI/TC de fecha 10
de octubre de 2005 (–Presupuestos básicos para emitir un precedente–).
40 La primera condición se establece en las dos sentencias que venimos analizando, mientras que la segunda solo en la recaída
en la STC Exp. N° 0024-2003-AI/TC de fecha 10 de octubre de 2005” (“Condiciones del uso del precedente constitucional vincu-
lante”) y las dos siguientes en la STC Exp. N° 3741-2004-AA/TC (ff. jj. 44 al 46).
41 Se emplea esta afirmación en condicional porque en algunas ocasiones el Tribunal Constitucional ha e empleado la figura del pre-
cedente, pese a la ausencia de los presupuestos o condiciones que el mismo ha fijado para su dación.
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ESPECIAL
GACETA CONSTITUCIONAL N° 39 55
C ontradicciones en la jurisprudencia del tribunal constitucional
48 Dos sentencias de la misma fecha (6 de noviembre de 2007) deniegan y conceden dicho derecho a la pensión al sobreviviente
de la pareja de hecho (SSTC Exps. Nºs 06540-2006-PA/TC y 06572-2006-AA/TC, respectivamente).
49 SSTC Exps. Nºs 03955-2009-PA/TC, 3518-2009-PA/TC, 1383-2011-PA/TC, 01109-2002-PA/TC, entre otros casos.
50 STC Exp. N° 0024-2010-PI/TC.
51 STC Exp. N° 03113-2008-PHC/TC.
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