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ESCUELA DE DERECHO
PROYECTO DE TESIS
CICLO: IX
ALUMNOS:
TRUJILLO – PERÚ
2023
TAREA N° 1 : TRABAJO COLABORATIVO
En primer lugar, abordaremos el porqué consideramos que el Derecho califica como una
ciencia. Para ello, es necesario saber que la Real Academia de la Lengua Española
define a la ciencia como: “es un conjunto de conocimientos obtenidos mediante la
observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se
deducen principios y leyes generales con capacidad predictiva y comprobables
experimentalmente”.
Al iniciarse la década de los años cincuenta, segunda mitad del siglo XX, Alf Ross
propuso la construcción de una Ciencia Jurídica. Él concibe a la Ciencia del Derecho
como un conjunto de proposiciones verificables empíricamente que requieren verse
avaladas por las decisiones de superiores como jueces y magistrados, constituyendo
así el comportamiento de los tribunales. García (2011) añade que:
Las proposiciones de la Ciencia del Derecho, según Ross, no pueden pretender
nunca una absoluta certeza, sino que tan solo pueden sostenerse con un mayor
o menor grado de probabilidad, que puede ir desde la virtual certeza a la
probabilidad escasa. La probabilidad será alta y la aserción poseerá un
correspondiente alto grado de validez, si la predicción se basa en una doctrina
muy asentada y se sustenta en una serie continua de precedentes
jurisprudenciales indiscutidos.
Por otro lado, Mario Bunge (2006), a través de “La filosofía tras la pseudociencia”,
señala cuatro características distintivas en toda ciencia auténtica:
1. La mutabilidad, como la primera condición, deriva del hecho de que no existe
ninguna ciencia “viva” sin investigación, y la investigación suele enriquecer o
corregir el fondo de conocimientos. En suma, la ciencia se va modificando, es
eminentemente mutable.
2. La compatibilidad con el grueso de los conocimientos precedentes, segunda
condición, se basa en que para que una idea merezca la atención de una
comunidad científica, no puede ser ni tan obvia ni tan extravagante que rompa
(aunque sea parcialmente) con los conocimientos previos. Efectivamente, la
validez de una hipótesis de un diseño experimental está parcialmente
determinada por su grado de conformidad con los conocimientos previos
razonablemente consolidados
3. La intersección parcial con alguna otra ciencia, tercera condición, usa o alimenta
a otras áreas de investigación, deriva del hecho de que la clasificación de las
ciencias genuinas es, de algún modo, artificial.
4. El control por parte de la comunidad científica, cuarta condición, se puede
entender cuando se toman prestados problemas o descubrimientos, y se pide
que se les critique y si tienen algo interesante que decir, reciben opiniones, hasta
sin haberlas solicitado.
Al considerar al Derecho como ciencia, Ross (1994), asigna a la misma, el estudio de
los siguientes temas:
1. La interpretación del Derecho: que consiste en establecer el verdadero sentido
y alcance de una o varias normas jurídicas.
2. La integración del Derecho: mediante las construcciones jurídicas para las
relaciones sociales no previstas expresamente en el Derecho Positivo.
3. La sistematización: consistente en la ordenación coherente y lógica de acuerdo
con ciertos criterios clasificatorios del conjunto de normas jurídicas.
4. La Aplicación del Derecho.
Al considerar al Derecho como ciencia, se le atribuye que, como toda ciencia, posee un
objeto propio y un método de estudio para cumplir con el mismo. Asimismo, considerar
que, el conocimiento obtenido con el estudio respectivo se sistematiza dando lugar a un
conocimiento ordenado.
Orna (2011) señala que: “La ciencia del Derecho es aquella cuyo objeto es el Derecho
entendido como Derecho en sentido lato. Es la disciplina que estudia el Derecho”. Es
decir, que el objeto de estudio de la ciencia del Derecho es el mismo Derecho, pues
dependiendo el punto de vista en el que se observa, sea material, jurídico, político o
valorativo, se puede llegar a conclusiones muy diferentes.
Vázquez-Potomeñe (2021) precisa que: “su relevancia para el Derecho pasa por que
haya sido usada para engañar e inferir perjuicios, cosa que (esta sí) determinadas
normas prohíben y castigan”. Asimismo, añade que la pseudociencia, junto a su falsa
apariencia de rigor y veracidad científica, puede alimentar las conductas que están en la
base de transgresiones legales, haciendo referencia delitos como la estafa, la publicidad
ilícita o ciertas infracciones de consumo.
Para efectos del presente trabajo, tomaremos como apoyo al Tercer Pleno Casatorio
Civil, de modo que, desarrollaremos en qué medida este precedente vinculante posee
cientificidad.
Ahora bien, la doctrina jurisprudencial adquiere relevancia científica y se relaciona con
la ciencia en la medida que el legislador (tomado como miembros de las instituciones
jurisdiccionales elabora una previa investigación jurídica, haciendo que el producto de la
misma, sea precisamente dicha jurisprudencia, que adquiere un carácter de precedente
vinculante.
Todo ello, conforme ha sustentado Dora García Fernández, los legisladores son
considerados como creadores del Derecho, pero también son quienes aplican el
Derecho; en consecuencia, a través de preceptos jurídicos generales, pueden encajar lo
concreto (elementos, situaciones o conductas), apoyándose en técnicas específica de la
interpretación. (2015) Si se habla de la interpretación, la autora considera que “no se
puede aplicar el Derecho, sin antes haberlo interpretado”, así pues, considerando lo
expresado por el autor Luis Ramos, la interpretación será aquella interpretación
intelectual por medio de la cual, se logra atribuirle sentido o un significado a algo. Por
otro lado y. en consideración a lo sostenido por Witker y Larios, el legislador tendrá tres
métodos de interpretación a su disposición (2006):
En este sentido, es preciso señalar que el tercer pleno casatorio fue convocado en aras
de constituir un precedente vinculante en materia de familia, en lo que respecta a la
indemnización en los casos de divorcio por causal de separación de hecho;
considerando que, existían ejecutorias de distinto criterio o eran contradictorias entre sí,
en tanto que, mientras algunos órganos jurisdiccionales consideraban que en estos
casos debía fijarse una indemnización al cónyuge que consideraban perjudicado, otros
tenían un criterio distinto y no fijaban indemnización alguna.
Fijada esa tarea y considerando que el Derecho es una ciencia que debe emplear en
sus estudios y tiene una metodología que le posibilita abordar al ser humano en su
entorno para entender la subjetividad de sus acciones, describirlas e interpretarlas,
queda claro que en momento en que el Pleno Casatorio fue conformado por la Sala
Suprema Civil, de conformidad con el artículo 400° del Código Procesal Civil, aquellos
magistrados que lo conformaron, primero tuvieron que analizar el caso en concreto
generador de la convocatoria. De esta manera, se tendrán en cuenta los aspectos
principales que se desprenden del caso, de modo que, si bien como profesionales del
Derecho, tiene muchos conocimientos, en vano no se pide que se analice la realidad
concreta:
a) Casación N° 208 – 2004 – Piura: “El juez tiene la obligación de velar por la
estabilidad económica del cónyuge que resulte perjudicado a causa de la
separación de hecho. En este sentido, éste establecerá un monto de
indemnización por daños, el cual debe incluir el daño personal, e incluso deberá
ordenar la adjudicación preferentemente de un bien social. Por su parte, la
pensión alimenticia es un concepto independiente respecto a la indemnización”.
c) Casación N° 2178 – 2005 – Lima: “Si bien los jueces deben pronunciarse
necesariamente, aun cuando no haya sido solicitado, respecto del cónyuge que
ha resultado más perjudicado por la separación, a efectos de fijar una
indemnización a cargo de la parte menos afectada; sin embargo, en este caso se
advierte que la demandada no acredita su condición de cónyuge perjudicada,
además que su conducta procesal no hizo notar esa condición a efectos de
verse beneficiada con alguna indemnización”.
d) Casación N° 2449 – 2006 – Cusco: “La norma imperativa es aquella que exige
a su destinatario un comportamiento definido en determinado sentido. Siendo
que, el segundo párrafo del artículo 345 – A del Código Civil, le exige al juez de
forma imperativa el velar por la estabilidad económica del cónyuge que resulte
perjudicado por el daño personal o moral que se le cause (todo ello debidamente
probado), con la finalidad de cuantificarlo vía indemnización; por lo tanto, es
cierto que el juzgador tiene la obligación de fijar una indemnización, siempre y
cuando se acredite el daño ocasionado”.
Podemos colegir que, en las casaciones antes indicadas, se evidencia que, a pesar de
que fueron emitidas en procesos de divorcio por la misma causal de separación de
hecho, poseen orientaciones diferentes. Sin embargo, antes de interpretar el artículo
345 A del Código Civil, el Pleno Casatorio analiza la naturaleza de los procesos de
familia y concluye en que estos procesos no solo tienen la finalidad de resolver un
conflicto de intereses o de eliminar una incertidumbre jurídica y lograr la paz social en
justicia, sino que además debe aplicarse el principio de socialización del proceso, para
evitar que las desigualdades puedan afectar el proceso en su tramitación o en la
decisión final. Empero, se considera que en estos procesos, deben superarse los
formalismos y las cuestiones técnicas, para dar paso a los componentes flexibles y es
así como los principios de congruencia, preclusión y eventualidad deben flexibilizarse en
los procesos de familia, y específicamente en los procesos de indemnización. La
consecuencia de dicha flexibilización en torno a los principios procesales, determina
que, si la parte interesada en cualquier etapa del proceso expresa hechos claros y
concretos referidos al supuesto perjuicio sufrido como consecuencia de la separación o
del divorcio, la tarea del Juez es reconocer que se encuentra frente a un pedido
explícito, por lo que debe emitir pronunciamiento sobre ese extremo en la sentencia
final.
REFERENCIAS