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Julio Gamba1
I.- Introducción.
1
Universidad Central de Venezuela
1
Además, es una descripción incorrecta que produce confusión. Si bien
las relaciones de poder concretas pueden presentarse dentro de lo jurídico (a
veces, efectivamente, un mandato respaldado por amenaza puede formar parte
del derecho), este no es un rasgo que baste para identificarlo. Se puede decir,
a partir de Ross2, que si el derecho fuese un conjunto de órdenes respaldadas
por amenazas, el delincuente que obliga a que le entreguen lo ajeno, se estaría
comportando jurídicamente.
2
ROSS, Alf. Lógica de las normas. Granada, 2000, Editorial Comares, p.104
3
RUIZ MANERO, Juan, Jurisdicción y normas. Madrid, 1990, Centro de Estudios
Constitucionales, p.108
2
basado en la norma entendida como un enunciado que vincula un caso con
una solución, a partir del cual elaboran su matriz de casos y su concepción de
las lagunas, parte de una visión normativa fundamentalmente clásica. Aunque
hay notables diferencias respecto a la propuesta original. Dentro del sistema
del súbdito, hay enunciados que combinan casos con casos, y soluciones con
soluciones4. El sistema del juez, por su parte, cuenta con un tipo distinto de
enunciados. Además, las normas vinculan casos con soluciones en forma
abstracta, sin alusión a una relación concreta entre la autoridad y el súbdito, tal
como parece sostener Austin.
14
GUIBOURG, Ricardo, MENDONCA, Daniel, Permisión, protección y libertad. Material no
impreso, suministrado por uno de los autores.
15
RAZ, Ob Cit p.96
5
incluyen inicialmente los mandatos o prohibiciones implícitos en las
permisiones, si se entienden dirigidos a una autoridad normativa inferior,
respecto a no impedir una conducta autorizada por un superior. Estas últimas
permisiones se entenderán, en la tipología siguiente, como parte del grupo de
enunciados de competencia.
Sin embargo, hay muchos enunciados sin sanción que figuran en textos
legales, con funcionamiento relevante. Al igual que Bentham, la primera
solución que ensaya Kelsen, que Alchourrón y Bulygin llaman la “teoría de la
norma incompleta”, fue considerar a los enunciados no normativos como
fragmentos de normas. Esto lleva, también como en Bentham, a la distinción
entre los enunciados tal como aparecen en los textos legales, y las normas,
que son la combinación de varios enunciados en estructuras complejas. El
problema, que al parecer no se planteó Bentham, es que resulta difícil conocer
qué conjunto de enunciados componen determinadas normas, y saber cuántas
normas hay, ya que hay muchas posibilidades de combinación.
16
ALCHOURRON y BULYGIN, Ob Cit pp.97-98, pp.103-107
6
que prescriben conductas sin establecer sanciones; las que permiten
conductas; las de competencia, que confieren potestad jurídica autorizando a
dictar otras normas; las derogatorias que limitan o suprimen el ámbito de
validez de otras; y las que aclaran el sentido de otras normas, al definir un
concepto que aparece en ellas. Todas estas normas no independientes sólo
tienen carácter jurídico porque están en una conexión esencial con las normas
que establecen sanciones17.
19
ALCHOURRÓN y BULYGIN, Ob Cit pp.106-107
8
III.A.- Entenderlos como imperativos hipotéticos o reglas técnicas, que
se formulan en forma diferente a las prescripciones acompañadas de
sanciones. Esta idea se ampliará al tratar la tipología de Hart.
20
ROSS, Ob Cit. pp.116-17
21
BOBBIO, Norberto, Teoría de la norma jurídica. Bogotá, 1992, Temis, pp.160-161
9
conductas indeseadas22. Como la permisión no puede ser incumplida por su
beneficiario, en el sentido de que ni la acción, ni la omisión, ocasionan una
sanción, no requiere el respaldo de una amenaza. Sin embargo, es un
planteamiento cuestionado. La noción de competencia como permisión ha sido
criticada por Atienza y Ruiz Manero, porque no puede dar cuenta del uso
irregular de la competencia, que no es irrelevante, en tanto produce una
reacción del ordenamiento jurídico23.
22
VON WRIGHT, Georg, Norma y acción. Madrid, 1971, Tecnos, p.198
23
ATIENZA y RUIZ MANERO, Ob Cit p.47 y p.49
24
ROSS, Ob Cit p.153
25
HERNANDEZ MARIN, Rafael, Compendio de filosofía del derecho. Madrid, 2012, Marcial
Pons, p.88. El autor critica la concepción de la competencia como permisión, porque conduce
a resultados absurdos o superfluos. Si la norma de competencia es una prescripción, y en su
ejercicio se dicta una norma no prescriptiva, representaría una orden de imposible
cumplimiento. Y si en ejercicio de la competencia, se dicta otra prescripción, resulta superflua.
Tales señalamientos pasan por alto que el destinatario de la norma de competencia es distinto
del destinatario de la norma producida por ella.
10
como reglas conceptuales. Esto se verá con mayor claridad al tratar la tipología
de Hart.
En una obra posterior escrita junto con Mendonca 26, Bulygin introduce
una variación creando el sub-grupo V C, admitiendo que un enunciado
normativo (de contenido prescriptivo) puede afectar la aplicabilidad de otro
enunciado normativo.
26
BULYGIN, Eugenio, MENDONCA, Daniel, Normas y sistemas normativos. Madrid, 2005,
Marcial Pons.
11
IV.- Las concepciones de la regla de reconocimiento de Hart.
No es del todo exacto decir, a partir de Hart, que unas reglas se refieran
a cambios físicos y las otras a cambios normativos. Las primeras se refieren
sólo a cambios en el mundo físico, mientras que las segundas tratan de hechos
que constituyen cambios tanto en el mundo físico, como en el normativo. Sólo
aceptando que los cambios normativos están acompañados de cambios físicos,
es posible entender cómo opera la nulidad, destruyendo la apariencia de
derecho que se desprende de un acto físico (la materialidad del documento,
que se mantiene a pesar de que su contenido ha sido anulado), que ahora
resulta jurídicamente irrelevante.
28
HERNANDEZ MARIN, Ob Cit p.96
29
RUIZ MANERO, Ob Cit, p.100
13
Esta última diferencia debe subordinarse a anterior, en atención a la
función que tienen las reglas secundarias de servir como pautas o criterios de
conducta para la apreciación crítica de acciones determinadas 30. Dos actos
distintos, naturales y normativos, deben ser evaluados en forma diferente.
Mientras la apreciación crítica de la acción independiente del ordenamiento
normativo social o jurídico, pero regulada por éste, puede producir el reproche
o la sanción, la apreciación crítica de la conducta creadora de normas y actos
jurídicos puede llevar a la nulidad, es decir, a negar tales efectos normativos.
En el primer caso se intenta prevenir o corregir los efectos del acto ilícito; en el
segundo, de no reconocer los efectos de un acto inválido.
Considero por tanto inadecuado el ajuste que propone Ruiz Manero, que
pretende incluir dentro de las reglas secundarias no solo las disposiciones que
confieren poderes, las que guían su ejercicio y las que establecen
compensaciones o castigos para el caso de incumplimiento de las reglas de
deber, sino también aquellas que estipulan el deber de cumplir las reglas
30
HART, Herbert, El Concepto de Derecho. Buenos Aires, 1963, Abeledo Perrot, p.41
31
RUIZ MANERO, Ob Cit p.102
14
establecidas de acuerdo con una determinada regla que confiere poder para
establecerlas.32
Tenemos así en Hart una tipología con cuatro clases de reglas, que
pueden entenderse como tipos de enunciados jurídicos, agrupadas en dos
niveles. En el nivel primario se encuentran las normas que regulan conductas,
las prescripciones. No parecen ofrecer nuevas dudas, ni mayores variaciones,
respecto a lo ya hecho en la tipología en construcción. El nivel secundario está
compuesto por las reglas de reconocimiento, de creación-modificación y de
aplicación de normas primarias. Dentro de este segundo grupo abundan, en
cambio, las novedades y las dificultades.
34
Idid p. 119
35
Ibid p. 120
36
ROBLES, Gregorio, Teoría del Derecho. Navarra, 2010, Editorial Thomson Civitas, p.236
16
perteneciente al ámbito normativo correspondiente, es decir, su inexistencia o
nulidad. En cambio, el incumplimiento de una prescripción conlleva,
habitualmente, la imposición de una sanción. El acto correctamente elaborado,
y el acto debido, parecen tener distinta naturaleza, sin que termine siendo
relevante para explicar la diferencia entre reglas de cambio y reconocimiento, el
que se formulen en forma escrita o consuetudinaria.
20
1.- Reglas de cambio y adjudicación de segundo grado, que son
enunciados de competencia y procedimiento entendidos conceptual o
configurativamente.
21
I.- Reglas primarias, similares a las prescripciones de Bentham, por lo
que se agrupan bajo el mismo tipo. No hay nada que agregar aquí al respecto.
En relación a las reglas determinativas, von Wright destaca tres usos del
término ley: aplicado a la naturaleza, al Estado y a la lógica. Las leyes de la
naturaleza describen regularidades que existen en el mundo, son por tanto
verdaderas o falsas según capten adecuadamente o no dicha regularidad. Las
leyes del Estado no tienen valor veritativo, no describen, sino que prescriben.
Su finalidad es influir en la conducta de los destinatarios. En relación con las
leyes de la lógica, no está claro si describen, prescriben, hacen otra cosa, o
hacen más de una cosa, o qué es lo que hacen.
46
Sin embargo, hay dudas en relación a los tipos ideales que no se relacionan con un hacer,
sino con un ser
47
VON WRIGHT, Ob Cit, p. 24
23
Para desempeñar la llamada función prescriptivo-evaluativa, las leyes de
la lógica deben previamente describir cómo están constituidas las entidades
lógicas, a fin de que puedan determinar como correcto el pensamiento que
procede de conformidad con ellas. Esta posibilidad de descripción implica la
existencia, como objeto ideal, de lo descrito, lo que lleva al platonismo, posición
muy cuestionada. Sin embargo, asumir el punto de vista opuesto, considerar a
las leyes lógicas y matemáticas convenciones libremente modificables por
acuerdo, tampoco resulta muy plausible, porque no parecen establecerse en
forma arbitraria.
Von Wright señala para las reglas de los juegos, algo aplicable a las de
la lógica, donde se combina la dimensión determinativa y un efecto similar al
prescriptivo. Se podría decir que, desde el punto de vista del juego mismo [y de
la lógica], las reglas determinan cuáles son los movimientos [y razonamientos]
correctos y, desde el punto de vista de la actividad de jugar [o razonar], las
reglas determinan cuáles son los movimientos [y razonamientos] permitidos.
Se entiende que los movimientos [y razonamientos] incorrectos les están
prohibidos a los jugadores del mismo juego [y a los pensadores que emplean la
lógica], y que un movimiento [o razonamiento] que es el único movimiento [o
razonamiento] correcto en una situación específica del juego [o pensamiento]
es obligatorio49
48
VON WRIGHT, Ob Cit, p.25
49
VON WRIGHT, Ob Cit, p.26
24
El otro tipo de norma principal, junto con las reglas que determinan un
objeto, y las prescripciones que regulan la conducta bajo amenaza de sanción,
son las directrices o normas técnicas que señalan los medios para lograr un fin
deseado. Las directrices se fundamentan en una proposición anankástica que
describe una regularidad de la naturaleza, vinculando dos fenómenos: un
antecedente, que lleva a la aparición de un consecuente. La proposición
anankástica es una ley de la naturaleza. Y la directriz es un enunciado
construido a partir de la proposición anankástica, intentando su manipulación.
El esquema del modelo es que si se desea el consecuente, debe producirse el
antecedente. Aplicado a los enunciados jurídicos, es el fundamento teórico de
la regla técnica que, a partir de Robles, toma Ruiz Manero para explicar el
enunciado de reconocimiento de Hart.
50
Von WRIGHT, La diversidad de lo bueno. p.185
25
las aplica. En este segundo caso, por silogismo práctico se puede también
entender un esquema en el cual de una premisa normativa y una premisa
fáctica se sigue una conclusión normativa. Por ejemplo: Todos los ladrones
deben ser colgados. Este hombre es un ladrón. Este hombre debe ser
colgado51.
53
SUCAR, Germán, Ob Cit p. 494
54
Sin embargo SUCAR considera que no se entiende cómo regulan la conducta humana, sin
sanción. Las únicas posibilidades para interpretarlas, según SUCAR, son verlas como
permisiones, mandatos o normas que confieren potestades. (p.497) Esto a pesar de que trata
pormenorizadamente de la tipología de von Wright que permite otra lectura, a través del fracaso
por la nulidad.
27
La norma moral se relaciona con distintas normas principales. Puede
ser un caso semejante a la regla determinativa, como sucede con la obligación
de cumplir las promesas, en el sentido de que es algo inherente a la institución
de hacer las promesas. Esta primera acepción tal vez arroje luz sobre la
naturaleza de las costumbres. La promesa parecería un buen ejemplo de una
regla determinativa que, sin embargo, puede ser violada.
55
SEARLE, John R., Actos de habla. Ensayo de filosofía del lenguaje. Madrid, 1986, Editorial
Cátedra, p. 190
28
como acto ilocucionario de prometer. No existe ningún significado literal de
`prometer` en el cual todo lo que signifique sea emitir ciertas palabras 56 .
Así, según Searle, en una tesis que ha sido cuestionada por von Wright
y Mendonca, entre otros, se vinculan hechos y valores en un mismo fenómeno,
lo que permite una lectura descriptiva y una comprensión evaluativa, vinculadas
dentro de un mismo silogismo práctico que bien puede denominarse
“institucional”. Su estructura es: 1.- Juan ha expresado “prometo x” en las
circunstancias adecuadas; 2.- Juan ha emitido una promesa; 3.- Juan se ha
comprometido a x.
Más allá del paso correcto o indebido entre el ser y el deber ser, lo que
interesa es que sin el cumplimiento del procedimiento institucional para
formular una promesa, la promesa no se realiza. Es en este sentido que la
regla determinativa de la promesa resulta inviolable. Pero el contenido de la
promesa es una conducta futura que resulta independiente de ella, por lo que
puede ser incumplida. Es necesario que esto sea así, ya que no tiene sentido
prometer algo que necesariamente va a suceder. Ese es, precisamente, uno de
los requisitos institucionales que debe satisfacer la formulación de una promesa
válida.
58
Aunque pueden existir dudas, ya que se puede pensar que un incumplimiento generalizado
también afectaría a la institución de la promesa, que se extinguiría. Sin embargo, la
consecuencia sería distinta respecto a la costumbre, en la que una conducta es desplazada por
otra conducta.
59
ATIENZA y MANERO, Ob Cit. P. 157
60
Esto en el caso en que exista una comunidad judicial prestigiosa que haga relevante
integrarla e importante el respeto y reconocimiento de sus miembros, lo que tal vez no siempre
suceda
30
Los tipos ideales, el último tipo de norma secundaria a considerar, tienen
un rasgo especial que los diferencia del resto: no se relacionan inmediatamente
con la acción, sino con cosas que deben, o pueden, o no tienen que ser. Se
refieren a un ser, no a un hacer. Y están estrechamente conectadas con el
concepto de bondad. Hay otras diferencias igualmente notables. La bondad
del tipo ideal admite grados y resulta inacabada, en tanto no es un estado de
cosas que una vez alcanzado permanezca, ni que se agote con su consecución
o logro.
El ser del tipo ideal se relaciona con el hacer desde dos puntos de vista.
De manera genética y externa, es un hacer conducente a un ser. Desde esta
perspectiva, los tipos ideales se asemejan a los objetivos de las reglas
técnicas, en que esforzarse por el ideal se parece a la persecución de un fin.
Pero a diferencia de las reglas técnicas asentadas sobre proposiciones
anankásticas que describen regularidades del mundo natural, las cualidades
que conforman el tipo ideal no están causalmente relacionadas con la acción.
La conexión es lógica, a partir de un concepto que determina tales cualidades.
Son por tanto una mezcla entre directrices y reglas determinativas. Pero por
otra parte, sus rasgos esenciales no pueden modificarse por falta de
observancia, a diferencia de lo que sucede con la costumbre. No necesitan,
por lo tanto, de la presión prescriptiva que protege una determinación social de
las conductas contrarias. Si bien no puede modificarse, sin embargo, su
posesión puede perderse. El tipo ideal motiva la conducta en tanto es un
estado de cosas deseado y no permanente, que implica una constante
actividad para su consecución y mantenimiento.
61
ROSS, Alf, Ob Cit., p.49
31
estado de cosas inacabado, del que se desprenden posibilidades de actuación
facultativas.
32
IV.B.- Enunciados prescriptivos que se añaden a los enunciados
jurídicos de competencia. Constituyen la aplicación o desarrollo de los
enunciados III-B y IV-B funcionan mediante reglas orientadas a mantener el
núcleo determinativo, que asumen la forma de:
VI.- Conclusiones
37
NINO, Santiago, Etica y Derechos Humanos. Buenos Aires, 1989, editorial
Astrea
RAZ, Joseph. El concepto de sistema jurídico. México, 1980, UNAM.
ROBLES, Gregorio, Teoría del Derecho. Navarra, 2010, Editorial Thomson
Civitas.
-------------------- “El Derecho como texto. En torno a la fundamentación de una
teoría comunicacional del Derecho.”, en El derecho como texto. Cuatro
estudios de la teoría comunicacional del Derecho. Navarra, 2006, Thomson
Civitas..
ROSS, Alf. Lógica de las normas. Granada, 2000, Editorial Comares.
RUIZ MANERO, Juan, Jurisdicción y normas. Madrid, 1990, Centro de Estudios
Constitucionales.
SEARLE, John R., Actos de habla. Ensayo de filosofía del lenguaje. Madrid,
1986, Editorial Cátedra.
SUCAR, Germán. Concepciones del derecho y de la verdad jurídica. Buenos
Aires, 2006, Universidad de Buenos Aires. Tesis Doctoral. (Existe edición
impresa de la Editorial Marcial Pons, Madrid, 2008)
VON WRIGHT, Georg, Norma y acción. Madrid, 1971, Tecnos.
--------------------------- La diversidad de lo bueno. Madrid, 2010, Marcial Pons,
38