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LA FELICIDAD : DESCARTES A ELISABETH 4 DE AGOSTO DE 1645

En su carta a Elisabeth, Descartes esboza de manera muy prolija lo que es la felicidad y cómo
es posible alcanzar. Utiliza como base de su exposición la filosofía de los estoicos y Beata
vita de Séneca aunque aclara que difiere en algunos sentidos de aquella, y que no encuentra
entera claridad en esta. La felicidad, explica Descartes, consiste en un perfecto contento del
espíritu y en una satisfacción interior que no suele poseer los más favorecidos por la fortuna
y que los sabios adquieren sin ella. En resumen, vivir en felicidad no es más que tener el
espíritu perfectamente contento. Sin embargo se pregunta ¿Cuáles son los medios para
lograr la plenitud y el contento del espíritu? ¿Que hace bienaventurada la vida? Las cosas
que dependen de nosotros , comenta, son las más importantes para poder alcanzar la
felicidad como lo son las riquezas, honores, bienes, sabiduría, entre otros. Es claro que un
hombre virtuoso acompañado de riquezas, honores y bienes estará mucho más contento que
aquel que solo es un hombre virtuoso y sabio y carece de las demás, pero el más pobre y
desgraciado puede tener la misma plenitud que aquellos que tienen grandes riquezas siempre
que se coincida en que entendamos el contento como la plenitud y cumplimiento de nuestros
propios deseos. Así, el hombre pobre y desgraciado alcanzará la plenitud con menos que el
aquel que es dueño de grandes riquezas.

En el mismo sentido,Descartes concreta ,tomando como punto de partida a los estoico,3


reglas fundamentales para vivir felizmente : 1)Siempre tratar de emplear nuestro espíritu lo
mejor que podamos para conocer lo que debemos o no debemos hacer en todas las
circunstancia de la vida, esto es, discernir adecuadamente sobre las decisiones correctas e
incorrectas que se puedan presentar en cualquier situación a lo largo de nuestro existir;
2)Resolución firme y constante de ejecutar todo cuanto la razón nos aconseje sin que
nuestras pasiones o nuestros apetitos nos desvíen de ello. Esta firmeza es la virtud. Es decir,
dirigir nuestro comportamiento, decisiones y actitudes de manera racional, verbigracia,
eliminar cualquier sesgo que los sentimientos y pasiones puedan introducir en cualquier
situación, y por último; 3)Considerar que todo los bienes que no poseemos están por igual
fuera de nuestro alcance, a si nos acostumbramos a no desearlos. Eliminar el deseo tienen
como consecuencia un estado de plenitud con lo que nos pertenece. Descartes aclara que
no todos los deseos van en contra de la felicidad, solo aquellos que crean impaciencia y
tristeza. En definitiva, siempre que los bienes que no poseemos , pero deseemos no nos
causen algún tipo de impaciencia o tristeza, el vivir felizmente no se encontraría truncado.

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