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Enunciación: Para una mayor precisión es necesario entrar a estudiar la mala fe porque esta en íntima
relación con el dolo, pero ojo no hay que confundir.
Concepto El código civil no define la mala fe, sin embargo, en doctrina se conceptualiza como “La
convicción íntima de que los hechos o actos se ejecutan por medio de fraude o medios ilegítimos”.
Diferencias entre la mala fe y el dolo
1. La mala fe es un estado psicológico en que el sujeto cree valerse de algún tipo fraude. En
cambio, el dolo supone la ejecución de un hecho ilícito y que en esta materia consiste en no
cumplir la obligación.
2. La mala fe tiene por objeto el provecho propio, y no busca, por regla general, producir el
daño (al autor no le interesa producir o no daño). En cambio, el dolo exige o supone
necesariamente daño ajeno.
3. La mala fe puede revestir múltiples formas y la ley la sanciona de diversas maneras, por
ejemplo en la posesión la mala fe produce la perdida de los frutos o en los matrimonios nulos
produce el matrimonio putativo. En cambio, el dolo, en esta materia, agrava la
responsabilidad contractual.
Ejemplo: Como ejemplo de sanción para el que actúa de mala fe encontramos el artículo 1849
que establece que “el vendedor de mala fe será obligado aun al reembolso de lo que
importen las mejoras voluptuarias”, lo que se alegara, probando, el comprador, que el
vendedor conocía el vicio de la cosa vendida, para así anular el pacto que lo eximia de la
evicción, pero no de la indemnización.
1) Semejanzas:
1) Si el asignatario ha sido requerido judicialmente para que se pronuncie sobre la asignación, deberá
pronunciarse en el plazo de cuarenta días contados desde la notificación de la demanda. Este término
legal, que es fatal y corrido, se denomina “plazo para deliberar” (artículos 1232, Código Civil). Si
transcurre el plazo y el asignatario nada dice, la ley interpreta su silencio entendiendo que
repudia (artículo 1233, Código Civil).
El juez puede ampliar este plazo, pero no por más de un año, en los siguientes casos: A) en
caso de ausencia del asignatario; B) si los bienes están situados en lugares distintos; o C) en
caso de otro motivo grave.
Durante este plazo, el asignatario puede hacer uso de diversas facultades que le concede la
ley. Dichas facultades son las siguientes:
- Inspeccionar el objeto asignado.
- Implorar las providencias conservativas que le conciernan.
- No será obligado al pago de ninguna deuda hereditaria o testamentaria, pero podrá serlo el
albacea o curador de la herencia yacente en sus casos.
- Inspeccionar las cuentas y papeles de la sucesión.
El mismo artículo 1232 del Código Civil, en su inciso final, se coloca en el caso de que el
asignatario requerido para pronunciarse respecto de su asignación se encuentre ausente. La
ley, al respecto, dispone que “si el asignatario ausente no compareciere por sí o por legítimo
representante en tiempo oportuno, se le nombrará curador de bienes que le represente, y
acepte por él con beneficio de inventario”.
1) En cuanto a su origen.
La Responsabilidad Extracontractual
En la responsabilidad contractual existe un vínculo jurídico previo entre las partes, cual es el contrato que
se ha incumplido.
2) En materia de capacidad.
En cambio, en la responsabilidad extracontractual existen reglas especiales, tratadas en los artículos 2317
y siguientes del Código Civil.
En la materia contractual la responsabilidad es distinta según exista dolo o culpa porque el dolo agrava la
responsabilidad del contratante incumplidor.
En cambio, en la responsabilidad extracontractual no tiene mayor importancia que se actúe con dolo o con
culpa porque ambos casos la responsabilidad es la misma.
En la responsabilidad contractual, para que surja la responsabilidad se requiere que el deudor esté
constituido e mora.
En la responsabilidad contractual se presume la culpa del deudor, luego, a él corresponderá probar que
empleo la debida diligencia y cuidado. Así surge del artículo 1547, conforme al cual “La prueba de la
diligencia o cuidado incumbe al que ha debido emplearlo; la prueba del caso fortuito al que lo alega.”
Durante mucho tiempo se enseñó que existía una diferencia entre ambas pues en la responsabilidad
extracontractual, conforme al artículo 2329 todo perjuicio debe ser indemnizado, lo que incluye el daño
moral; mientras que en materia contractual solo corresponde indemnizar el daño material en cuanto la ley
se refiere tan solo al lucro cesante y daño emergente.
8) En cuanto a la solidaridad.
En cambio, en materia extracontractual, si un hecho ilícito es cometido por dos o más personas, ellas
responden solidariamente según el artículo 2317 que señala : “si un delito o cuasidelito ha sido cometido
por dos o más personas, cada una de ellas será solidariamente responsable de todo perjuicio procedente
del mismo delito o cuasidelito salvas las excepciones de los artículos 2323 y 2328.”
9) En materia de prescripción.