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RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL

(Esto es aparte)
Cuando una persona no tiene hijos ni padres, teniendo hermanos y pareja, e hijos de algún
hermano premuerto. Quien hereda si no hace testamento (pareja de hecho no hereda). En
defecto de ascendientes y ascendientes, y antes de lo colaterales, hereda en todos los
bienes el cónyuge superviviente (art 975 CC). Esté en gananciales o en separación de
bienes, se lo lleva todo el viudo/a. Cuando alguien le deja el usufructo universal vitalicio a su
marido, el usufructo alcanza a todo tipo de bienes, privativos y gananciales, sobre TODOS.

Responsabilidad contractual

La responsabilidad contractual, también conocida como responsabilidad civil contractual, es


el conjunto de obligaciones legales que surgen de la firma de un contrato. Las partes se
vinculan por este documento, que legalmente celebrado tiene efecto de ley. Cualquiera que
no cumpla con el contrato tiene el deber de resarcir a la otra parte.

Qué responsabilidad nace de los contratos?

En el Art. 1091 estipula que "Las obligaciones que nacen de los contratos tienen fuerza de
ley entre las partes contratantes, y deben cumplirse a tenor de los mismos." Igualmente, en
el Art. 1101, se contempla que "Quedan sujetos a la indemnización de los daños y perjuicios
causados los que en el cumplimiento de sus obligaciones incurrieren en dolo, negligencia o
morosidad, y los que de cualquier modo contravinieren al tenor de aquellas.

Qué responsabilidad nace de los contratos?

En relación con el Art. 1.256 que establece que: "La validez y el cumplimiento de los
contratos no pueden dejarse al arbitrio de uno de los contratantes."

Y con el Art. 1.258 del mismo texto legal que prescribe que: "Los contratos se perfeccionan
por el mero consentimiento, y desde entonces obligan, no sólo al cumplimiento de lo
expresamente pactado, sino también a todas las consecuencias que, según su naturaleza,
sean conformes a la buena fe, al uso y a la Ley

¿Qué elementos han de concurrir?

a) La existencia de una relación jurídica o contrato entre las partes.


b) Que dicha relación se haya incumplido total o parcialmente en alguna de sus
obligaciones.
c) Que dicho incumplimiento se haya producido por una falta de diligencia o previsión
del deudor.
d) Que exista nexo o relación de causa efecto entre el hecho y el resultado

Tipos de Incumplimiento

a) Incumplimiento unilateral
b) Incumplimiento unilateral pasivo
c) Incumplimiento unilateral activo
d) Incumplimiento recíproco

Motivos de incumplimiento de la relación contractual

a) Dolo.
b) Culpa o negligencia.
c) Morosidad

Dolo

El Art. 1102 dispone que "La responsabilidad procedente del dolo es exigible en todas las
obligaciones. La renuncia de la acción para hacerla efectiva es nula.

Segundo, el Art. 1107 dispone que "En caso de dolo, responderá el deudor de todos los
daños y pervicios que conocidamente se deriven de la falta de cumplimiento de la obligación

Culpa

En relación con ella el Art. 1104 dispone que "La culpa o negligencia del deudor consiste en
la omisión de aquella diligencia que exija la naturaleza de la obligación y corresponda a las
circunstancias de las personas, del tiempo y del lugar.

Segundo, el Art. 1103 dispone que "La responsabilidad que procede de negligencia es
igualmente exigible en el cumplimiento de toda clase de obligaciones pero podrá moderarse
por los tribunales según los casos.

Y el Art. 1104.2 establece que "Cuando la obligación no exprese la diligencia que ha de


prestarse en su cumplimiento, se exigirá la que correspondería a un buen padre de familia.

Morosidad. La mora del deudor

En relación con ella el Art. 1100 la define al señalar que "Incurren en mora los obligados a
dar o hacer alguna cosa desde que el acreedor les exija judicial o extrajudicialmente el
cumplimiento de la obligación.

Requisitos:

a. Que el retraso se produzca en una obligación de dar o de hacer.


b. Que el retraso sea imputable al deudor en concepto de dolo o culpa
c. Que el contrato esté vencido y la prestación sea líquida y exigible.

En cuanto a la mora en las obligaciones reciprocas, el mismo precepto dispone "que en las
obligaciones reciprocas, ninguno de los obligados incurre en mora si el otro no cumple o no
se allana a cumplir debidamente lo que le incumbe. Desde que uno de los obligados cumple
su obligación, empieza la mora para el otro.

Morosidad. Efectos de la mora Resarcimiento de daños y perjuicios:

El Art. 1101 dispone que "Quedan sujetos a la indemnización de los daños y perjuicios
causadas los que, en el cumplimiento de sus obligaciones, incurrieren en dolo, negligencia o
morosidad, y los que de cualquier modo contravinieren el tenor de aquéllas.

Perecimiento fortuito de la cosa:


El Art. 1096.3 dispone que: "Si el obligado se constituye en mora o se halla comprometido a
entregar una misma cosa a dos o más personas diversas, serán de su cuenta los casos
fortuitos hasta que se realice la entrega.

Por su parte, el Art. 1182 dispone que: "Quedará extinguida la obligación que consista en
entregar una cosa determinada si ésta se perdiere o destruyere sin culpa del deudor y antes
de haberse éste constituido en mora.
Morosidad. La mora del acreedor

El Código Civil no ofrece un concepto de lo que deba entenderse por ella. En este sentido,
podemos definirla como la omisión por el acreedor del comportamiento indispensable para
que se produzca el cumplimiento de la prestación.

Requisitos de la mora del acreedor, distinguimos los siguientes:

a. Que la obligación esté vencida y sea líquida y exigible.


b. Que el deudor dirija un ofrecimiento de pago al acreedor.
c. Que la prestación coincida con la que el deudor estuviere obligado a prestar.

Efectos de la mora del acreedor, hay que destacar los siguientes:

Primero, la mora del acreedor excluirá la del deudor.


Segundo, el riesgo derivado de caso fortuito pasará a recaer sobre el acreedor si antes
hubiese recaído sobre el deudor.
Tercero, el deudor podrá liberarse mediante la consignación de la cosa.(Art.1176)

Consecuencias jurídicas de la relación contractual

El incumplimiento deriva en una serie de acciones que tiene por finalidad exigir el
cumplimiento del contrato y/o resarcir los daños o perjuicios ocasionados:

1) Ejecución forzosa.
2) La ejecución forzosa de prestaciones de dar/hacer/no hacer.
3) indemnización de perjuicios

Cumplimiento forzoso

Las obligaciones de dar, el Art. 1096 dispone que "Cuando lo que deba entregarse sea una
cosa determinada el el acreedor independientemente del derecho que le otorga el articulo
1101, puede compeler al deudor a que realice la entrega. Si la cosa fuere indeterminada o
genérica, podrá pedir que se cumpla la obligación a costa del deudor.

En cuanto a las obligaciones de hacer, distinguimos según se trate de actos personalísimos


o no personalísimos del deudor

En cuanto a los actos no personalísimos, el Art. 1098 dispone que "Si el obligado a hacer
alguna cosa no la hiciere se mandara ejecutar a su costa. Esto mismo se observará si la
hiciere contraviniendo el tenor de la obligación. Además, podrá decretarse que se deshaga
lo mal hecho.

En cuanto a los actos personalísimos, hay que señalar que el deudor no podrá ser
compelido a ejecutar la prestación por lo que e incumplimiento dará lugar únicamente al
resarcimiento de daños y perjuicios.

En este sentido, si el acto consistiere en la emisión de una declaración de voluntad el


art.708 de la Ley de Enjuiciamiento Civi contempla los siguientes supuestos:

En primer lugar, si los elementos esenciales del negocio estuviesen plenamente


determinados y el ejecutado no emitiere la declaración de voluntad en el plazo de veinte
días, el Tribunal podrá acordar tener por emitida dicha declaración. En segundo lugar, si los
elementos no esenciales del negocio no estuviesen plenamente determinados, el Tribunal
podrá determinarlos en la resolución en la que tenga por emitida la declaración de voluntad
conforme a lo que sea usual en el tráfico jurídico y con audiencia de las partes. Por último,
si los elementos esenciales del negocio no estuviesen plenamente determinados y el
condenado no hubiere emitido la declaración de voluntad, la ejecución proseguirá para
resarcir al ejecutante de los daños y perjuicios causados.

En cuanto a las obligaciones de no hacer, hay que señalar que tampoco la persona podrá
ser
constreñida o violentada para cumplir la prestación por lo que el incumplimiento sólo dará
lugar al resarcimiento de daños y perjuicios. En cuanto a las obligaciones pecuniarias, el
incumplimiento dará lugar al embargo y venta en pública subasta de bienes suficientes con
arreglo a la Ley de Enjuiciamiento Civil.

RESARCIMIENTO DE DAÑOS Y PERJUICIOS

El Art. 1101 dispone que "Quedan sujetos a la indemnización de los daños y perjuicios
causadas los que, en el cumplimiento de sus obligaciones, incurrieren en dolo, negligencia o
morosidad, y los que de cualquier modo contravinieren el tenor de aquéllas.

En cuanto a los requisitos del resarcimiento, distinguimos los siguientes:

Primero, que se haya producido un incumplimiento culpable de la obligación.


Segundo, que no pueda obtenerse el cumplimiento en forma especifica.
Tercero, que se hayan originado daños y perjuicios al acreedor.
Cuarto, que exista un nexo causal entre el incumplimiento y los perjuicios
causados.

En cuanto a la extensión del resarcimiento, cabe entender que son indemnizables tanto los
daños presentes como los daños futuros y tanto los daños materiales como los morales. Sin
embargo, sólo serán indemnizables los daños ciertos pero no los hipotéticos o eventuales.
Por su parte, el Código Civil contiene las siguientes reglas:

El Art. 1106 dispone que "La indemnización de daños y perjuicios comprende no solo el
valor de la pérdida que haya sufrido sino también el de la ganancia que haya dejado de
obtener el acreedor, salvas las disposiciones contenidas en los artículos siguientes.

El Art. 1107 dispone que "Los daños y perjuicios de que responde el deudor de buena fe
son los previstos o que sean consecuencia necesaria de su falta de cumplimiento. En caso
de dolo, responderá el deudor de todos los que conocidamente se deriven de la falta de
cumplimiento de la obligación."

En cuanto al daño emergente y lucro cesante, se entiende por daño emergente la pérdida o
disminución patrimonial experimentada por la víctima como consecuencia del acto dañoso y
por lucro cesante la pérdida de oportunidades o ganancias que la víctima deja de obtener.
En este sentido, conviene advertir que la jurisprudencia se muestra restrictiva en cuanto a la
apreciación del lucro cesante de modo que no serán indemnizables las ganancias
puramente hipotéticas o fundadas en meras esperanzas sino que será necesaria una
probabilidad cierta de obtenerlas según el curso normal de los acontecimientos.

En cuanto al daño futuro y el daño sobrevenido, son daños futuros aquéllos que pudieron
preverse al tiempo de ejercitar la acción y sobrevenidos los que no pudieron preverse en
dicho momento ya se manifiesten en el curso del procedimiento o una vez dictada
sentencia.
¿En qué casos se exonera la responsabilidad?

Quedan exceptuados de estas sanciones los deudores cuyos incumplimientos sean el


resultado de hechos que no podía preverse o que, aun siendo previstos, fueran inevitables.
El art. 1105 dispone que "fuera de los casos expresamente mencionados en la ley y de los
que así lo declare la obligación, nadie responderá de aquellos sucesos que no hubieran
podido preverse, o que, previstos, fueran inevitables.

En cuanto a sus efectos, su efecto esencial consiste en liberar de responsabilidad al deudor


salvo que la ley o el convenio dispongan otra cosa. En este sentido, el Código Civil
contempla algunos casos específicos como son los siguientes:

Por un lado el Art. 1096.3 dispone que "si el obligado se constituye en mora o se halla
comprometido a entregar una misma cosa a dos o más personas diversas, serán de su
cuenta los casos fortuitos hasta que se realice la entrega."

Por otro lado, el Art. 457, relativo a la liquidación de estados posesorios, dispone "que el
poseedor de mala fe responderá del deterioro o perdida de la cosa en todo caso e incluso
por fuerza mayor cuando hubiera retrasado maliciosamente la entrega de la cosa al
poseedor legítimo.

Quedan exceptuados de estas sanciones los deudores cuyos incumplimientos sean el


resultado de hechos que no podía preverse o que, aun siendo previstos, fueran inevitables.
El art. 1105 dispone que "fuera de los casos expresamente mencionados en la ley y de los
que así lo declare la obligación, nadie responderá de aquellos sucesos que no hubieran
podido preverse, o que, previstos, fueran inevitables.

En cuanto a sus efectos, su efecto esencial consiste en liberar de responsabilidad al deudor


salvo que la ley o el convenio dispongan otra cosa En este sentido, el Código Civil
contempla algunos casos específicos como son los siguientes: Por un lado el Art. 1096.3
dispone que "si el obligado se constituye en mora o se halla comprometido a entregar una
misma cosa a dos o más personas diversas, serán de su cuenta los casos fortuitos hasta
que se realice la
entrega."

Por otro lado, el Art. 457, relativo a la liquidación de estados posesorios, dispone "que el
poseedor de mala fe responderá del deterioro o perdida de la cosa en todo caso e incluso
por fuerza mayor cuando hubiera retrasado maliciosamente la entrega de la cosa al
poseedor legítimo.

Prescripción de la responsabilidad civil contractual

Plazo de prescripción antes: 15 años


Actualidad: 5 años

Existe un plazo de prescripción de la responsabilidad contractual determinado por el


Art.1964 del Código Civil. Este periodo ha sido modificado con la reforma del año 2015, con
el fin
de agilizar los trámites y fomentar la Ley de Segunda Oportunidad.

RESPONSABILIDAD OBJETIVA

Los supuestos de responsabilidad objetiva.


Los sistemas de responsabilidad objetiva responden al principio romano cuius commoda,
eius incommoda que supone que la persona que se beneficia de una actividad lucrativa
debe soportar los daños causados a terceros por su actuación. Estos sistemas de
responsabilidad objetiva conducen a un fenómeno de socialización del riesgo a través del
deber legalmente impuesto a los potenciales responsables de contratar seguros obligatorios
de responsabilidad civil.

El Código Civil contempla algunos supuestos de esta clase como son los siguientes: Por un
lado, el art. 1905 dispone que "el poseedor de un animal, o el que se sirve de él es
responsable de los daños que causare, aunque se le escape o extravíe. Sólo cesará esta
responsabilidad en el caso de que el daño proviniera de fuerza mayor o de culpa del que lo
hubiere sufrido.

Por otro lado, el art. 1910 dispone que "el cabeza de familia que habita en una casa o parte
de ella es responsable de los daños causados por las cosas que se arrojen o cayeran de la
misma. Por otra parte, también las leyes especiales contemplan supuestos de
responsabilidad objetiva en los supuestos que señalaremos a continuación.

La Navegación aérea

En cuanto a los daños causados por la navegación aérea, el art. 115 de la Ley de
Navegación Aérea de 1960 establece un sistema de responsabilidad objetiva por los
siguientes daños:

Primero, los daños causados a los viajeros a bordo de aeronaves o como consecuencia de
operaciones de embarque y desembarque.

Segundo, los causados a las mercancías o equipajes desde el momento de la entrega y


salvo el tiempo en que permanezcan en poder de los servicios aduaneros.

Tercero, los causados a las personas o bienes situados en la superficie por la acción de una
aeronave en vuelo o en tierra y por cuanto se desprenda o arroje desde ella.

Por otra parte, el art. 120 dispone que el deber de indemnizar existirá aunque el accidente
se debiere a caso fortuito o el transportista, el operador o sus dependientes justificaren
haber empleado toda la diligencia debida para prevenir el daño.Sin embargo, el empresario
no estará obligado a responder con más cantidad que los límites por aeronave o accidente
legalmente previstos salvo que el propio empresario o sus dependientes hubieren actuado
por dolo o culpa grave.

Finalmente, el art. 119 dispone que si la suma total de las indemnizaciones excediere del
límite legal, las indemnizaciones por daños personales tendrán carácter preferente y, si los
perjudicados fueren varios, las cuantías se reducirán proporcionalmente.

Por otra parte, el art. 124 dispone que la acción para exigir el pago de las indemnizaciones
prescribirá a los seis meses de la fecha del daño

En cuanto a los vuelos internacionales, la materia viene regulada en el Convenio de Roma


de 1952 que extiende su ámbito de aplicación a los daños producidos en el territorio de un
Estado parte por las aeronaves matriculadas en otro Estado parte.

En este sentido, cualquier persona que sufra daños en la superficie tendrá derecho a ser
indemnizada hasta las cuantías previstas en el Convenio siempre que provengan de
aeronaves en vuelo o de las personas o cosas que cayeren de las mismas. Sin embargo, no
habrá lugar a la indemnización si los daños no fueren consecuencia directa del hecho que
los hubiere originado o se debieren al mero paso de la aeronave a través del espacio aéreo
de
conformidad con las normas de tránsito aplicables.

En cuanto a los seguros aéreos, hay que señalar que la Ley de Navegación Aérea exige a
todo empresario aéreo la contratación de un seguro con las siguientes coberturas:

Primero, el seguro de aeronaves que garantiza los daños causados a la aeronave mientras
se halle en vuelo, marchando por tierra o amarrada.
Segundo, el seguro de mercancías que garantiza los daños causados en la carga por su
caída, colisión, incendio u otras circunstancias relativas a la navegación aérea.
Tercero, el seguro de pasajeros que garantiza los daños causados a los viajeros y su
equipaje.

La energía nuclear

El art. 4 de la Ley sobre responsabilidad civil por daños nucleares o producidos por
materiales radiactivos dispone que el explotador de una instalación nuclear responderá
hasta las cuantías previstas legalmente y con independencia de la existencia de dolo o
culpa por los daños producidos durante el almacenamiento, transformación, manejo,
utilización o transporte de sustancias nucleares. Por otro lado, el mismo precepto establece
la cuantía máxima de las indemnizaciones según afecten a Estados parte del Convenio de
Paris de 1960 y del Convenio de Bruselas de 1963 o bien a Estados que sólo sean parte del
primero de estos convenios o no tengan instalaciones nucleares en su territorio.

En cuanto a los supuestos excluidos, el art. 6 dispone que sin perjuicio de la


responsabilidad del explotador de la instalación, no serán indemnizables con cargo a la
garantía financiera prevista en la ley los siguientes daños:

Primero, los causados a la instalación nuclear o a otra instalación nuclear situada en el


mismo emplazamiento o a los bienes situados en dicho emplazamiento y que deban ser
utilizados en relación con las citadas instalaciones. Segundo, los causados a los
trabajadores de las instalaciones nucleares o empresas de transporte de sustancias
nucleares siempre que sean calificados como accidente de trabajo o enfermedad
profesional. Por otro lado, el mismo precepto dispone que los Tribunales podrán exonerar al
explotador de su obligación resarcitoria frente a una determinada persona si acreditare que
el daño se debió total o parcialmente al dolo o negligencia grave de la misma.

Finalmente, el explotador tampoco responderá de los daños producidos por un accidente


nuclear si se debiere a actos de conflicto armado, hostilidades, guerra civil o insurrección.

En cuanto a los plazos de garantía y prescripción, el art. 15 dispone que el explotador de la


instalación responderá por los daños a las personas durante un plazo de treinta años y, por
los demás daños, durante un plazo de diez años desde la fecha del accidente nuclear. Por
otra parte, la acción para exigir el pago de las indemnizaciones prescribirá a los tres años
desde que el perjudicado conoció o debió razonablemente conocer el daño y el explotador
responsable siempre que no hubieran trascurrido los plazos de garantía citados. En cuanto
al seguro por daños nucleares, el art. 12 dispone que todo explotador de una instalación
nuclear deberá constituir una garantía financiera para hacer frente a las posibles
responsabilidades derivada de los daños producidos por un accidente nuclear.

Por otro lado, el importe de esta garantía será igual al limite máximo de las indemnizaciones
a que se refiere el art 4.
La caza.

En cuanto los daños causados por la caza, el art. 33 de la Ley de Caza de 1970 dispone
que todo cazador estará obligado a indemnizar los daños causados con motivo de la caza a
menos que el daño sobreviniere por fuerza mayor o culpa exclusiva del perjudicado. No
obstante, no se considerarán fuerza mayor los defectos o fallos de las armas de caza, sus
mecanismos o municiones.

Por otro lado, tratándose de daños a las personas provocados con armas de caza, la
responsabilidad se exigirá al autor del daño y, si éste no pudiere individualizarse, la misma
se extenderá solidariamente a todos los integrantes de la partida de caza. No obstante, el
Reglamento de la Ley de Caza de 1971 dispone que sólo se considerarán miembros de la
partida quienes la hayan practicado en el tiempo y lugar en que se haya producido el daño y
hayan utilizado armas de la clase de la que lo provoco.

En cuanto al seguro del cazador, el Reglamento del Seguro de Responsabilidad civil del
cazador dispone que todo cazador con armas deberá estar asegurado.

Responsabilidad civil en la circulación de vehículos a motor

La materia viene regulada en el Texto Refundido de la Ley sobre Responsabilidad Civil y


Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor de 2004, modificado por la Ley 35/2015.
En este sentido, nos referiremos entre los sujetos responsables, el vehículo a motor, el
hecho de la circulación y los daños y perjuicios.

SUJETOS RESPONSABLES

En cuanto a los sujetos responsables, éstos incluyen al conductor, el propietario no


conductor, el asegurador y el Consorcio de Compensación de Seguros.

En cuanto a la responsabilidad del conductor, el art. 1 dispone que el conductor de


vehículos a motor es responsable, en virtud del riesgo creado por la conducción de éstos,
de los daños
causados a las personas o en los bienes con motivo de la circulación.

En cuanto a los daños en las personas, el Texto Refundido establece un sistema de


responsabilidad objetiva al disponer que el conductor sólo quedará exonerado de
responsabilidad por la prueba de que los daños se debieron a la culpa exclusiva del
perjudicado o a fuerza mayor extraña a la conducción o funcionamiento del vehiculo, si bien
no se considerarán como fuerza mayor los defectos del vehículo ni la rotura o fallo de sus
piezas o mecanismos.

En cuanto a los daños en los bienes, el Texto Refundido establece un sistema de


responsabilidad subjetiva al disponer que el conductor responderá frente a terceros cuando
sea civilmente responsable conforme al art. 1902 del Código Civil, a los arts. 109 y
siquientes del Código Penal y al propio Texto Refundido

Por otro lado, el art. 1 contempla la concurrencia de culpas al disponer que si la víctima
capaz de culpa civil contribuyera a la producción del daño, las indemnizaciones se reducirán
en atención a la culpa concurrente y hasta un máximo del 75% De este modo, se entenderá
que la víctima contribuyó a la producción del daño cuando incumpla la normativa de
seguridad o provoque la agravación del daño por la falta de uso o uso inadecuado de
cinturones, casco u otros elementos protectores.
Finalmente, también procederá la reducción cuando la víctima incumpla su deber de mitigar
el daño como cuando abandona el proceso curativo de forma injustificada o cuando omite
una conducta generalmente exigible que habría evitado la agravación del daño sin riesgo
para su salud o integridad fisica. Por otra parte, se establece que la culpa exclusiva o
concurrente del perjudicado no conductor no suprimirá ni reducirá la indemnización cuando
se trate de secuelas o lesiones temporales causadas a menores de catorce años o
personas que sufran un menoscabo físico, intelectual, sensorial u orgánico que les prive de
la capacidad de culpa civil. Los perjudicados no tendrán acción de repetición contra los
padres, tutores y demás personas físicas que deban responder de aquéllos. Sin embargo,
se exceptúa la aplicación de estas reglas si el menor o alguna de las personas
mencionadas hubieran contribuido a la producción del daño con dolo.

En cuanto a la responsabilidad del propietario no conductor, el art. 1 dispone que éste


responderá de los daños a las personas o en los bienes provocados por el conductor
siempre que esté vinculado con él por alguna de las relaciones previstas en los arts. 1903
del Código Civil y 120.5 del Código Penal. Sin embargo, la responsabilidad cesará mediante
la prueba de que el propietario empleó toda la diligencia de buen padre de familia para
prevenir el daño.
Por otro lado, tratándose de vehículos sin seguro de suscripción obligatoria, el propietario
no
conductor responderá con el conductor de los daños causados a las personas o bienes a
menos que demuestre que el vehículo le hubiera sido sustraído.
En cuanto a la responsabilidad del asegurador, el art. 2 dispone que todo propietario de
vehículos a motor con estacionamiento habitual en España deberá suscribir un seguro por
cada uno de los vehículos de que sea titular a menos que el seguro sea concertado por otra
persona con interés en el aseguramiento.

En este sentido, el art. 7 dispone que en virtud del seguro obligatorio de responsabilidad
civil, el asegurador se obliga a pagar la indemnización debida a un tercero por los daños
sufridos en su persona y bienes con motivo de la circulación del vehículo asegurado.
Por otro lado, el mismo precepto dispone que el perjudicado o sus herederos tendrán acción
directa para exigir al asegurador el pago de la indemnización y la acción estará sometida al
plazo de prescripción de un año. Por su parte, el asegurador sólo quedará exonerado si
demuestra que el hecho no está incluido en la cobertura del seguro obligatorio por lo que no
podrá oponer las cláusulas que excluyan de cobertura la utilización del vehículo por las
personas que carezcan de permiso de conducir o que incumplan las obligaciones legales
relativas a la seguridad del vehículo o que utilicen ilegítimamente un vehículo ajeno o no
estén autorizadas expresa o tácitamente por su propietario, salvo en caso de robo.
Finalmente, el asegurador gozará de un derecho de repetición frente a las personas a que
se refiere el art. 10 que prescribirá por el transcurso de un año desde la fecha en que se
hubiese realizado el pago al perjudicado. Por otro lado, el art. 5 excluye de la cobertura del
seguro obligatorio los siguientes daños:

 Primero, los derivados del fallecimiento o lesiones del conductor del vehículo
causante.
 Segundo, los causados al propio vehículo, las cosas transportadas en él o los bienes
de que sean titulares el tomador, asegurado, propietario, conductor o los cónyuges o
parientes de cualquiera de ellos hasta el tercer grado de consanguinidad o afinidad.
 Tercero Los derivados de la circulación del vehículo causante si hubiera sido robado.

En cuanto a la responsabilidad del Consorcio de Compensación de Seguros, el art. 11


dispone que éste asumirá pago de la indemnización hasta el límite del seguro obligatorio en
los siguientes casos:

 Primero, si el vehiculo causante de los daños fuera desconocido o hubiera sido


objeto
 Segundo, si el vehículo tuviera su estacionamiento habitual en España y no
estuviere asegurado.
 Tercero, si la entidad que hubiere concertado el seguro fuere declarada en concurso
o, habiendo sido disuelta por insolvencia, estuviera sujeta a liquidación intervenida o
ésta hubiera sido asumida por el propio Consorcio de Compensación de Seguros.
 Por último, si existiera controversia entre la entidad aseguradora y el Consorcio de
Compensación de Seguros en cuanto al sujeto obligado al pago de la indemnización.

VEHÍCULO A MOTOR
Pasando a ocuparnos del concepto de vehículo a motor, el art. 1 del Reglamento del seguro
obligatorio de responsabilidad civil en la circulación de vehículos a motor se refiere a
aquellos vehículos idóneos para circular por la superficie terrestre e impulsados a motor,
incluyendo los ciclomotores, vehículos especiales, remolques y semirremolques cuya
puesta en circulación exija autorización administrativa conforme a lo dispuesto en la
legislación vigente.

HECHO DE LA CIRCULACIÓN

En cuanto al concepto de hecho de la circulación, el art. 2 se refiere a los derivados del


riesgo creado por la circulación de vehículos a motor por garajes, aparcamientos, vías y
terrenos públicos y privados aptos para la circulación y vías o terrenos de uso común. De
este modo, no se considerarán hechos de la circulación los derivados de la celebración de
pruebas deportivas en circuitos destinados para ello ni los derivados de la realización de
tareas industriales o agrícolas por vehículos destinados para ello.

Por su parte, el art. 1 del Texto Refundido dispone que no se considerarán hechos de la
circulación los derivados de la utilización del vehículo a motor como instrumento de la
comisión de delitos dolosos contra las personas

DAÑOS Y PERJUICIOS

En cuanto a los daños y perjuicios, hay que señalar que la reforma del Texto Refundido de
la Ley sobre Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor
introducida por la Ley 35/2015 ha establecido un nuevo sistema de valoración de los daños
y perjuicios causados a las personas con motivo de accidentes de circulación.
En este sentido, el art. 1 dispone que los daños y perjuicios causados a las personas como
consecuencia del daño corporal provocado por hechos de la circulación se cuantificarán en
todo caso conforme a los criterios del Título IV y dentro de los límites indemnizatorios
previstos en su Anexo.

Por su parte, el art. 33 dispone que habrá lugar a la indemnización en los supuestos de
muerte, secuelas y lesiones temporales en los términos previstos en las tablas 1, 2 y 3 y del
citado Anexo. Por otro lado, cada una de estas tablas recoge de forma separada tres
conceptos como son los perjuicios personales básicos, los perjuicios articulares y los
periuicios patrimoniales.

En cuanto a los conceptos indemnizables, ya hemos señalado que éstos incluyen la


muerte,las secuelas y las lesiones temporales.

En cuanto a la muerte, el art. 62 distingue cinco categorias de perjudicados como son el


cónyuge viudo, los ascendientes, los descendientes, los hermanos y los allegados. En
cuanto a las secuelas, el art. 93 las define como las deficiencias físicas, orgánicas,
intelectuales sensoriales y los perjuicios estéticos que se derivan de una lesión y que
permanecen después de finalizar el proceso de curación.
En cuanto a las lesiones temporales, el art. 134 las define como aquéllas que padece el
lesionado desde el momento del accidente hasta el fin del proceso de curación o la
estabilización de la lesión y su conversión en secuela.

En cuanto a los daños en los bienes, hay que señalar que éstos no están sometidos a un
sistema de valoración específico por lo que la cuantía de las indemnizaciones se ajustará a
lo alegado y probado por el perjudicado.

RESPONSABILIDAD CIVIL EXTRACONTRACTUAL

Responsabilidad Civil

El Art. 1089 del Código Civil dispone que: "Las obligaciones nacen de la Ley, de los
contratos y cuasicontratos y de los actos y omisiones ilícitos o en que intervenga cualquier
género de culpa o negligencia.

La responsabilidad civil se puede definir como la obligación de reparar el daño causado que
la ley impone a una persona cuando ésta vulnera un deber de conducta establecido en
interés
de otro.

Clases

Responsabilidad subjetiva y objetiva según se base en el dolo o culpa del agente productor
del daño o en la inexistencia de un deber jurídico de soportar el daño con independencia del
dolo o culpa del agente productor. Responsabilidad directa o indirecta según se exija a una
persona por sus actos propios o por hechos realizados por personas distintas.
Responsabilidad pricipal y subsidiaria según se exija al responsable primeramente
designado en la ley o a una tercera persona en el caso de que aquel no exista o no cumpla
su obligación.

Elementos

Una acción u omisión culposa.


Un resultado dañoso.
Una relación de causalidad entre ambos.
La ausencia de un vínculo contractual entre el causante del daño y el que lo sufre.

Acción u omisión culposa

En cuanto a la acción u omisión culposa, ésta consistirá en cualquier hecho humano que
resulte imputable a su autor a título de dolo o culpa. En relación con él, se ha planteado la
cuestión de determinar si la acción u omisión deberán ser antijurídicas. En este sentido,
algunos autores como Diez Picazo y Lacruz se inclinan por la tesis negativa ya que la
responsabilidad extracontractual también se exige por ciertos actos lícitos como los
realizados en estado de necesidad o por los accidentes originados por caso fortuito en
supuestos de responsabilidad objetiva.

Causalidad material

En cuanto a la relación causal, se plantea la cuestión de determinar cuál sea la causa del
daño cuando éste viene precedido por varios antecedentes para lo cual distinguimos dos
planos:
Por un lado, el plano de la causalidad material que consiste en analizar si la conducta del
sujeto es un antecedente del resultado dañoso.

Por otro lado, el plano de la causalidad jurídica que parte de la causalidad material y que
consiste en analizar si el resultado es objetivamente imputable al autor de la acción. En
cuanto a la causalidad material, se han manejado distintas posturas doctrinales como las
que exponemos a continuación:

 Teoría de la Equivalencia de las Condiciones o la "conditio sine qua non"


 Teoría de la Causalidad adecuada.
 Teoría de la Causalidad próxima

Prueba de la Relación Causal

Pasando a ocuparnos de la prueba de la relación causal, hay que señalar que ésta
corresponde a la parte que solicita la reparación. En este sentido, la jurisprudencia sostiene
que será necesaria una prueba terminante de la relación causal y sin que basten las meras
conjeturas o deducciones derivadas de la concomitancia de hechos que induzcan a pensar
en una interrelación. Por otro lado, la misma jurisprudencia ha declarado que la prueba de la
relación causal es exigible en cualquier caso, incluyendo los supuestos de responsabilidad
objetiva y los de inversión de la carga de la prueba sobre la culpa en los que la presunción
de culpa no alcanza a la relación causal.

Presunciones de causalidad

 Doctrina del daño desproporcionado.


 Doctrina de la pérdida de oportunidad.

En cuanto a la presunción de causalidad, ésta procede en los casos en que se ignora la


causa del daño pero existe una probabilidad cualificada de que provenga de la conducta del
demandado con la consecuencia de que pueda admitirse una presunción iris tantum de
causalidad con la consiguiente inversión de la carga de la prueba.

Culpa

Pasando a ocuparnos de la culpa, hay que señalar que el art. 1902 del Código Civil
establece un sistema de responsabilidad subjetiva basado en el dolo o la culpa del agente
productor del daño.
En cuanto a su significado, la doctrina sostiene que la culpa puede definirse conforme al
Art.1104, relativo a la culpa contractual, que dispone que "La culpa o negligencia del deudor
consiste en la omisión de aquella diligencia que exija la naturaleza de la obligación y
corresponda a las circunstancias de las personas, del tiempo y del lugar. Cuando la
obligación no exprese la diligencia que ha de prestarse en su cumplimiento, se exigirá la
que correspondería a un buen padre de familia.

En cuanto a sus elementos, distinguimos el juicio de previsibilidad y el juicio de


evitabilidad. En este sentido, el juicio de previsibilidad exige comprobar que el sujeto pudo
prever el resultado de su conducta en función de sus circunstancias como su edad y
capacidad. Por su parte, el juicio de evitabilidad exige comprobar que el sujeto pudo
disponer de los medios necesarios para impedir el resultado en caso de haberlo previsto.

Resposabilidad por hechos propios


El Art. 1092 del Código Civil dispone que: "El que, por acción u omisión, causare daño a
otro interviniendo culpa negligencia está obligado a reparar el daño causado"

Resposabilidad por hechos ajenos

En cuanto a la responsabilidad por hechos ajenos, el Art. 1903 fija las siguientes reglas:

1ºLa obligación que impone el artículo anterior es exigible, no sólo por los actos u omisiones
propios, sino por los de aquellas personas de quienes se debe responder.

2ºLa responsabilidad de que se trata en este artículo cesará cuando las personas en él
mencionadas prueben que emplearon toda la diligencia de un buen padre de familia para
prevenir el daño.

En cuanto a la responsabilidad de los padres, el apartado 2° dispone que "los padres son
responsables de los daños causados por los hijos que se encuentran bajo su guarda.

En cuanto a la responsabilidad de los tutores, el apartado 3º dispone que "los tutores son
responsables de los perjuicios causados por los menores o incapacitados que están bajo su
autoridad y habitan en su compañía.

En cuanto a la responsabilidad del empresario, el apartado 4° dispone que "son igualmente


responsables los dueños o directores de un establecimiento o empresa respecto de los
perjuicios causados por sus dependientes en el servicio de los ramos en que los tuvieren
empleados, o con ocasión de sus funciones.

En cuanto a la responsabilidad de los titulares de centros de enseñanza destacamos los


siguientes preceptos:

En primer lugar, el apartado 4° dispone que "las personas o entidades que sean titulares de
un Centro docente de enseñanza no superior responderán por los daños y perjuicios que
causen sus alumnos menores de edad durante los tiempos en que los mismos se hallen
bajo
control y vigilancia del profesorado del Centro, desarrollando actividades escolares o
extraescolares y complementarias.

En segundo lugar, el art. 1904 dispone que "los titulares de los Centros docentes de
enseñanza no superior podrán exigir de los profesores las cantidades satisfechas, si
hubieran incurrido en dolo o culpa grave en el ejercicio de sus funciones que fuesen causa
del daño.

RESPONSABILIDAD POR DAÑOS


CAUSADOS POR ANIMALES

En cuanto a la responsabilidad por los daños causados por los animales, el Código Civil
establece una regla general y una regla especial. En cuanto a la regla general, el art. 1905
dispone que "el poseedor de un animal, o el que se sirve de él es responsable de los daños
que causare, aunque se le escape o extravíe. Sólo cesará esta responsabilidad en el caso
de que el daño proviniera de fuerza mayor o de culpa del que lo hubiere sufrido.

En cuanto a la regla especial, el art. 1906 dispone "que el propietario de una heredad de
caza responderá del daño causado por ésta en las fincas vecinas, cuando no haya hecho lo
necesario para impedir su multiplicación o cuando haya dificultado la acción de los dueños
de dichas fincas para perseguirla.

RESPONSABILIDAD POR DAÑOS


CAUSADOS POR COSAS INANIMADAS

En cuanto a la responsabilidad por los daños causados por cosas inanimadas,


distinguiremos entre la ruina de edificios y la realización de actividades industriales: En
cuanto a la ruina de los edificios, distinguimos las siguientes reglas:

 Primero, el art. 1907 dispone que "el propietario de un edificio es responsable de los
daños causados por ruina de todo o parte de él si ésta sobreviniese por falta de
reparaciones necesarias."
 Segundo, el art. 1909 dispone que "si el daño de que tratan los dos artículos
anteriores resultare por defecto de su construcción, el tercero que lo sufre podrá
repetir contra el arquitecto o, en su caso, contra el constructor dentro del tiempo
legal."

En cuanto a la responsabilidad por actividades industriales, el art. 1908 dispone que "será
responsable el propietario por los siguientes daños:

1. La explosión de máquinas que no hubiesen sido cuidadas con la debida diligencia y


la inflamación de sustancias explosivas que no estuviesen colocadas en lugar
adecuado y seguro.
2. Los humos excesivos que sean nocivos a las personas o a las propiedades.
3. La caída de árboles colocados en sitios de tránsito, cuando no sea ocasionada por
fuerza mayor.
4. Las emanaciones de cloacas o depósitos de materias infectantes, construidos sin las
precauciones adecuada al lugar en que estuviesen."

Responsabilidad del cabeza de familia

En cuanto a la responsabilidad civil del cabeza de familia, el art. 1910 dispone que "el
cabeza de familia que habita en una casa o parte de ella es responsable de los daños
causados por las cosas que se arrojen o cayeran de la misma.

EFECTOS DE LA RESPONSABILIDAD
EXTRACONTRACTUAL

En cuanto a los efectos de la responsabilidad extracontractual, su efecto esencial consiste


en determinar la obligación del agente de reparar el daño causado.
En cuanto a la distribución de responsabilidad, la cuestión se planteará en los casos en que
tales responsables fueren varios.
En este sentido, si sus comportamientos fueren individualizables, la responsabilidad se
exigirá separadamente a cada una de las personas a quienes el daño hubiere resulte
imputable. Sin embargo, si los comportamientos no fueren individualizables, la
responsabilidad será solidaria. En cuanto a la extensión de la reparación, la doctrina se
muestra favorable a la aplicación de los criterios previstos para las obligaciones
contractuales.
En este sentido, el art. 1106 dispone que "la indemnización de daños y perjuicios
comprende no sólo el valor de la pérdida que haya sufrido, sino también el de la ganancia
que haya dejado de obtener el acreedor, salvas las disposiciones contenidas en los
artículos siquientes. Por su parte, el art. 1107 dispone que "los daños y perjuicios de que
responde el deudor de buena fe son los previstos o que se hayan podido prever al tiempo
de constituirse la obligación y que sean consecuencia necesaria de su falta de
cumplimiento. En caso de dolo, responderá el deudor de todos los que conocidamente se
deriven de la falta de cumplimiento de la obligación.

En cuanto a la forma de la reparación, ésta podrá realizarse en forma especifica mediante la


reparación o sustitución de la cosa o por equivalente mediante la indemnización del daño
causado. No obstante, el agente productor del daño no tendrá derecho a elegir entre una y
otra sino que vendrá obligado al cumplimiento de su obligación en forma específica a menos
que ésta resultare imposible. En cuanto a la acción para hacer efectiva la responsabilidad,
el art. 1968. dispone que "ésta estará sometida a un plazo de prescripción de un año desde
que lo supo el agraviado."
Por su parte, la jurisprudencia ha establecido una presunción iuris tantum de que el
perjudicado conoce el daño cuando éste se produce de modo instantáneo. Sin embargo, si
el daño tuviere un carácter continuado, el cómputo del plazo no se iniciará hasta la
producción del resultado definitivo.

DIFERENCIACIÓN Y DELIMITACIÓN
RESPECTO DE LA CONTRACTUAL

 Primero, cuando la victima y el agente productor del daño no se encuentran


vinculadas por un contrato como sino por una relación jurídica de otra clase como la
comunidad de bienes o el llamado transporte de favor.
 Segundo, cuando el daño tiene lugar como consecuencia de la ruptura de unos
tratos preliminares encaminados a la celebración de un contrato en el caso de que
uno de los sujetos hubiere actuado con mala fe.
 Tercero, cuando el daño tiene lugar una vez extinguida la relación contractual entre
la víctima y el agente productor del daño como en el caso del profesional que
vulnera su obligación de sigilo o reserva sobre los secretos que hubiere conocido en
la empresa a la que prestó sus servicios anteriormente.

Por último, cuando concurren los requisitos de la responsabilidad contractual y


extracontractual como en el caso del depositario o el arrendatario que causan daños a la.
cosa depositada o arrendada.
La respuesta que se ofrezca a la cuestión es de la máxima relevancia ya que las acciones
fundadas en la responsabilidad contractual están sujetas al plazo general de prescripción de
las acciones personales de 5 años del art. 1964 del Código Civil mientras que las fundadas
en la responsabilidad extracontractual quedan sujetas a un plazo de prescripción de un año
desde que lo supo el agraviado conforme al art. 1968.
En este sentido, la jurisprudencia viene admitiendo el ejercicio conjunto de las acciones
fundadas en ambas clases de culpa ya sea con carácter alternativo o subsidiario al entender
que el carácter contractual o extracontractual de la responsabilidad puede ser libremente
apreciado por el Juez en aplicación del principio iura novit curia.

BREVE REFERENCIA A LAS


OBLIGACIONES EXTRACONTRACTUALES
EN EL DERECHO COMUNITARIO

Viene regulada en el ámbito de la Unión Europea por el Reglamento "Roma II" de 11 de julio
de 2007 que se ocupa de la ley aplicable a este tipo de obligaciones. En cuanto a su ámbito
de aplicación, el art. 1 dispone que el Reglamento se aplicará a las obligaciones
extracontractuales en materia civil y mercantil que planteen un conflicto de leyes con
algunas excepciones como son las materias fiscal, aduanera y administrativa y la
responsabilidad del Estado por acciones u omisiones en el ejercicio de su autoridad.
En cuanto a los principios aplicables, el art. 4 dispone que la ley aplicable a las obligaciones
extracontractuales derivadas de un hecho dañoso será la del país donde se haya producido
el daño con independencia del país donde se hayan producido el hecho generador del daño
o las consecuencias indirectas del mismo

No obstante, si el perjudicado y el agente productor del daño tuvieran su residencia habitual


en otro país al tiempo de la producción del daño, se aplicará la ley de ese país. Finalmente,
si el hecho dañoso presentare vínculos manifiestamente más estrechos con otro país
distinto de los indicados, se aplicará la ley de ese pais. Por otro lado, también se establecen
reglas específicas en determinados casos como los daños causados por productos
defectuosos, de daños medioambientales, daños derivados de competencia desleal,
infracción de derechos de propiedad intelectual y acciones de conflicto colectivo, entre
otros.

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