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(Esto es aparte)
Cuando una persona no tiene hijos ni padres, teniendo hermanos y pareja, e hijos de algún
hermano premuerto. Quien hereda si no hace testamento (pareja de hecho no hereda). En
defecto de ascendientes y ascendientes, y antes de lo colaterales, hereda en todos los
bienes el cónyuge superviviente (art 975 CC). Esté en gananciales o en separación de
bienes, se lo lleva todo el viudo/a. Cuando alguien le deja el usufructo universal vitalicio a su
marido, el usufructo alcanza a todo tipo de bienes, privativos y gananciales, sobre TODOS.
Responsabilidad contractual
En el Art. 1091 estipula que "Las obligaciones que nacen de los contratos tienen fuerza de
ley entre las partes contratantes, y deben cumplirse a tenor de los mismos." Igualmente, en
el Art. 1101, se contempla que "Quedan sujetos a la indemnización de los daños y perjuicios
causados los que en el cumplimiento de sus obligaciones incurrieren en dolo, negligencia o
morosidad, y los que de cualquier modo contravinieren al tenor de aquellas.
En relación con el Art. 1.256 que establece que: "La validez y el cumplimiento de los
contratos no pueden dejarse al arbitrio de uno de los contratantes."
Y con el Art. 1.258 del mismo texto legal que prescribe que: "Los contratos se perfeccionan
por el mero consentimiento, y desde entonces obligan, no sólo al cumplimiento de lo
expresamente pactado, sino también a todas las consecuencias que, según su naturaleza,
sean conformes a la buena fe, al uso y a la Ley
Tipos de Incumplimiento
a) Incumplimiento unilateral
b) Incumplimiento unilateral pasivo
c) Incumplimiento unilateral activo
d) Incumplimiento recíproco
a) Dolo.
b) Culpa o negligencia.
c) Morosidad
Dolo
El Art. 1102 dispone que "La responsabilidad procedente del dolo es exigible en todas las
obligaciones. La renuncia de la acción para hacerla efectiva es nula.
Segundo, el Art. 1107 dispone que "En caso de dolo, responderá el deudor de todos los
daños y pervicios que conocidamente se deriven de la falta de cumplimiento de la obligación
Culpa
En relación con ella el Art. 1104 dispone que "La culpa o negligencia del deudor consiste en
la omisión de aquella diligencia que exija la naturaleza de la obligación y corresponda a las
circunstancias de las personas, del tiempo y del lugar.
Segundo, el Art. 1103 dispone que "La responsabilidad que procede de negligencia es
igualmente exigible en el cumplimiento de toda clase de obligaciones pero podrá moderarse
por los tribunales según los casos.
En relación con ella el Art. 1100 la define al señalar que "Incurren en mora los obligados a
dar o hacer alguna cosa desde que el acreedor les exija judicial o extrajudicialmente el
cumplimiento de la obligación.
Requisitos:
En cuanto a la mora en las obligaciones reciprocas, el mismo precepto dispone "que en las
obligaciones reciprocas, ninguno de los obligados incurre en mora si el otro no cumple o no
se allana a cumplir debidamente lo que le incumbe. Desde que uno de los obligados cumple
su obligación, empieza la mora para el otro.
El Art. 1101 dispone que "Quedan sujetos a la indemnización de los daños y perjuicios
causadas los que, en el cumplimiento de sus obligaciones, incurrieren en dolo, negligencia o
morosidad, y los que de cualquier modo contravinieren el tenor de aquéllas.
Por su parte, el Art. 1182 dispone que: "Quedará extinguida la obligación que consista en
entregar una cosa determinada si ésta se perdiere o destruyere sin culpa del deudor y antes
de haberse éste constituido en mora.
Morosidad. La mora del acreedor
El Código Civil no ofrece un concepto de lo que deba entenderse por ella. En este sentido,
podemos definirla como la omisión por el acreedor del comportamiento indispensable para
que se produzca el cumplimiento de la prestación.
El incumplimiento deriva en una serie de acciones que tiene por finalidad exigir el
cumplimiento del contrato y/o resarcir los daños o perjuicios ocasionados:
1) Ejecución forzosa.
2) La ejecución forzosa de prestaciones de dar/hacer/no hacer.
3) indemnización de perjuicios
Cumplimiento forzoso
Las obligaciones de dar, el Art. 1096 dispone que "Cuando lo que deba entregarse sea una
cosa determinada el el acreedor independientemente del derecho que le otorga el articulo
1101, puede compeler al deudor a que realice la entrega. Si la cosa fuere indeterminada o
genérica, podrá pedir que se cumpla la obligación a costa del deudor.
En cuanto a los actos no personalísimos, el Art. 1098 dispone que "Si el obligado a hacer
alguna cosa no la hiciere se mandara ejecutar a su costa. Esto mismo se observará si la
hiciere contraviniendo el tenor de la obligación. Además, podrá decretarse que se deshaga
lo mal hecho.
En cuanto a los actos personalísimos, hay que señalar que el deudor no podrá ser
compelido a ejecutar la prestación por lo que e incumplimiento dará lugar únicamente al
resarcimiento de daños y perjuicios.
En cuanto a las obligaciones de no hacer, hay que señalar que tampoco la persona podrá
ser
constreñida o violentada para cumplir la prestación por lo que el incumplimiento sólo dará
lugar al resarcimiento de daños y perjuicios. En cuanto a las obligaciones pecuniarias, el
incumplimiento dará lugar al embargo y venta en pública subasta de bienes suficientes con
arreglo a la Ley de Enjuiciamiento Civil.
El Art. 1101 dispone que "Quedan sujetos a la indemnización de los daños y perjuicios
causadas los que, en el cumplimiento de sus obligaciones, incurrieren en dolo, negligencia o
morosidad, y los que de cualquier modo contravinieren el tenor de aquéllas.
En cuanto a la extensión del resarcimiento, cabe entender que son indemnizables tanto los
daños presentes como los daños futuros y tanto los daños materiales como los morales. Sin
embargo, sólo serán indemnizables los daños ciertos pero no los hipotéticos o eventuales.
Por su parte, el Código Civil contiene las siguientes reglas:
El Art. 1106 dispone que "La indemnización de daños y perjuicios comprende no solo el
valor de la pérdida que haya sufrido sino también el de la ganancia que haya dejado de
obtener el acreedor, salvas las disposiciones contenidas en los artículos siguientes.
El Art. 1107 dispone que "Los daños y perjuicios de que responde el deudor de buena fe
son los previstos o que sean consecuencia necesaria de su falta de cumplimiento. En caso
de dolo, responderá el deudor de todos los que conocidamente se deriven de la falta de
cumplimiento de la obligación."
En cuanto al daño emergente y lucro cesante, se entiende por daño emergente la pérdida o
disminución patrimonial experimentada por la víctima como consecuencia del acto dañoso y
por lucro cesante la pérdida de oportunidades o ganancias que la víctima deja de obtener.
En este sentido, conviene advertir que la jurisprudencia se muestra restrictiva en cuanto a la
apreciación del lucro cesante de modo que no serán indemnizables las ganancias
puramente hipotéticas o fundadas en meras esperanzas sino que será necesaria una
probabilidad cierta de obtenerlas según el curso normal de los acontecimientos.
En cuanto al daño futuro y el daño sobrevenido, son daños futuros aquéllos que pudieron
preverse al tiempo de ejercitar la acción y sobrevenidos los que no pudieron preverse en
dicho momento ya se manifiesten en el curso del procedimiento o una vez dictada
sentencia.
¿En qué casos se exonera la responsabilidad?
Por un lado el Art. 1096.3 dispone que "si el obligado se constituye en mora o se halla
comprometido a entregar una misma cosa a dos o más personas diversas, serán de su
cuenta los casos fortuitos hasta que se realice la entrega."
Por otro lado, el Art. 457, relativo a la liquidación de estados posesorios, dispone "que el
poseedor de mala fe responderá del deterioro o perdida de la cosa en todo caso e incluso
por fuerza mayor cuando hubiera retrasado maliciosamente la entrega de la cosa al
poseedor legítimo.
Por otro lado, el Art. 457, relativo a la liquidación de estados posesorios, dispone "que el
poseedor de mala fe responderá del deterioro o perdida de la cosa en todo caso e incluso
por fuerza mayor cuando hubiera retrasado maliciosamente la entrega de la cosa al
poseedor legítimo.
RESPONSABILIDAD OBJETIVA
El Código Civil contempla algunos supuestos de esta clase como son los siguientes: Por un
lado, el art. 1905 dispone que "el poseedor de un animal, o el que se sirve de él es
responsable de los daños que causare, aunque se le escape o extravíe. Sólo cesará esta
responsabilidad en el caso de que el daño proviniera de fuerza mayor o de culpa del que lo
hubiere sufrido.
Por otro lado, el art. 1910 dispone que "el cabeza de familia que habita en una casa o parte
de ella es responsable de los daños causados por las cosas que se arrojen o cayeran de la
misma. Por otra parte, también las leyes especiales contemplan supuestos de
responsabilidad objetiva en los supuestos que señalaremos a continuación.
La Navegación aérea
En cuanto a los daños causados por la navegación aérea, el art. 115 de la Ley de
Navegación Aérea de 1960 establece un sistema de responsabilidad objetiva por los
siguientes daños:
Primero, los daños causados a los viajeros a bordo de aeronaves o como consecuencia de
operaciones de embarque y desembarque.
Tercero, los causados a las personas o bienes situados en la superficie por la acción de una
aeronave en vuelo o en tierra y por cuanto se desprenda o arroje desde ella.
Por otra parte, el art. 120 dispone que el deber de indemnizar existirá aunque el accidente
se debiere a caso fortuito o el transportista, el operador o sus dependientes justificaren
haber empleado toda la diligencia debida para prevenir el daño.Sin embargo, el empresario
no estará obligado a responder con más cantidad que los límites por aeronave o accidente
legalmente previstos salvo que el propio empresario o sus dependientes hubieren actuado
por dolo o culpa grave.
Finalmente, el art. 119 dispone que si la suma total de las indemnizaciones excediere del
límite legal, las indemnizaciones por daños personales tendrán carácter preferente y, si los
perjudicados fueren varios, las cuantías se reducirán proporcionalmente.
Por otra parte, el art. 124 dispone que la acción para exigir el pago de las indemnizaciones
prescribirá a los seis meses de la fecha del daño
En este sentido, cualquier persona que sufra daños en la superficie tendrá derecho a ser
indemnizada hasta las cuantías previstas en el Convenio siempre que provengan de
aeronaves en vuelo o de las personas o cosas que cayeren de las mismas. Sin embargo, no
habrá lugar a la indemnización si los daños no fueren consecuencia directa del hecho que
los hubiere originado o se debieren al mero paso de la aeronave a través del espacio aéreo
de
conformidad con las normas de tránsito aplicables.
En cuanto a los seguros aéreos, hay que señalar que la Ley de Navegación Aérea exige a
todo empresario aéreo la contratación de un seguro con las siguientes coberturas:
Primero, el seguro de aeronaves que garantiza los daños causados a la aeronave mientras
se halle en vuelo, marchando por tierra o amarrada.
Segundo, el seguro de mercancías que garantiza los daños causados en la carga por su
caída, colisión, incendio u otras circunstancias relativas a la navegación aérea.
Tercero, el seguro de pasajeros que garantiza los daños causados a los viajeros y su
equipaje.
La energía nuclear
El art. 4 de la Ley sobre responsabilidad civil por daños nucleares o producidos por
materiales radiactivos dispone que el explotador de una instalación nuclear responderá
hasta las cuantías previstas legalmente y con independencia de la existencia de dolo o
culpa por los daños producidos durante el almacenamiento, transformación, manejo,
utilización o transporte de sustancias nucleares. Por otro lado, el mismo precepto establece
la cuantía máxima de las indemnizaciones según afecten a Estados parte del Convenio de
Paris de 1960 y del Convenio de Bruselas de 1963 o bien a Estados que sólo sean parte del
primero de estos convenios o no tengan instalaciones nucleares en su territorio.
Por otro lado, el importe de esta garantía será igual al limite máximo de las indemnizaciones
a que se refiere el art 4.
La caza.
En cuanto los daños causados por la caza, el art. 33 de la Ley de Caza de 1970 dispone
que todo cazador estará obligado a indemnizar los daños causados con motivo de la caza a
menos que el daño sobreviniere por fuerza mayor o culpa exclusiva del perjudicado. No
obstante, no se considerarán fuerza mayor los defectos o fallos de las armas de caza, sus
mecanismos o municiones.
Por otro lado, tratándose de daños a las personas provocados con armas de caza, la
responsabilidad se exigirá al autor del daño y, si éste no pudiere individualizarse, la misma
se extenderá solidariamente a todos los integrantes de la partida de caza. No obstante, el
Reglamento de la Ley de Caza de 1971 dispone que sólo se considerarán miembros de la
partida quienes la hayan practicado en el tiempo y lugar en que se haya producido el daño y
hayan utilizado armas de la clase de la que lo provoco.
En cuanto al seguro del cazador, el Reglamento del Seguro de Responsabilidad civil del
cazador dispone que todo cazador con armas deberá estar asegurado.
SUJETOS RESPONSABLES
Por otro lado, el art. 1 contempla la concurrencia de culpas al disponer que si la víctima
capaz de culpa civil contribuyera a la producción del daño, las indemnizaciones se reducirán
en atención a la culpa concurrente y hasta un máximo del 75% De este modo, se entenderá
que la víctima contribuyó a la producción del daño cuando incumpla la normativa de
seguridad o provoque la agravación del daño por la falta de uso o uso inadecuado de
cinturones, casco u otros elementos protectores.
Finalmente, también procederá la reducción cuando la víctima incumpla su deber de mitigar
el daño como cuando abandona el proceso curativo de forma injustificada o cuando omite
una conducta generalmente exigible que habría evitado la agravación del daño sin riesgo
para su salud o integridad fisica. Por otra parte, se establece que la culpa exclusiva o
concurrente del perjudicado no conductor no suprimirá ni reducirá la indemnización cuando
se trate de secuelas o lesiones temporales causadas a menores de catorce años o
personas que sufran un menoscabo físico, intelectual, sensorial u orgánico que les prive de
la capacidad de culpa civil. Los perjudicados no tendrán acción de repetición contra los
padres, tutores y demás personas físicas que deban responder de aquéllos. Sin embargo,
se exceptúa la aplicación de estas reglas si el menor o alguna de las personas
mencionadas hubieran contribuido a la producción del daño con dolo.
En este sentido, el art. 7 dispone que en virtud del seguro obligatorio de responsabilidad
civil, el asegurador se obliga a pagar la indemnización debida a un tercero por los daños
sufridos en su persona y bienes con motivo de la circulación del vehículo asegurado.
Por otro lado, el mismo precepto dispone que el perjudicado o sus herederos tendrán acción
directa para exigir al asegurador el pago de la indemnización y la acción estará sometida al
plazo de prescripción de un año. Por su parte, el asegurador sólo quedará exonerado si
demuestra que el hecho no está incluido en la cobertura del seguro obligatorio por lo que no
podrá oponer las cláusulas que excluyan de cobertura la utilización del vehículo por las
personas que carezcan de permiso de conducir o que incumplan las obligaciones legales
relativas a la seguridad del vehículo o que utilicen ilegítimamente un vehículo ajeno o no
estén autorizadas expresa o tácitamente por su propietario, salvo en caso de robo.
Finalmente, el asegurador gozará de un derecho de repetición frente a las personas a que
se refiere el art. 10 que prescribirá por el transcurso de un año desde la fecha en que se
hubiese realizado el pago al perjudicado. Por otro lado, el art. 5 excluye de la cobertura del
seguro obligatorio los siguientes daños:
Primero, los derivados del fallecimiento o lesiones del conductor del vehículo
causante.
Segundo, los causados al propio vehículo, las cosas transportadas en él o los bienes
de que sean titulares el tomador, asegurado, propietario, conductor o los cónyuges o
parientes de cualquiera de ellos hasta el tercer grado de consanguinidad o afinidad.
Tercero Los derivados de la circulación del vehículo causante si hubiera sido robado.
VEHÍCULO A MOTOR
Pasando a ocuparnos del concepto de vehículo a motor, el art. 1 del Reglamento del seguro
obligatorio de responsabilidad civil en la circulación de vehículos a motor se refiere a
aquellos vehículos idóneos para circular por la superficie terrestre e impulsados a motor,
incluyendo los ciclomotores, vehículos especiales, remolques y semirremolques cuya
puesta en circulación exija autorización administrativa conforme a lo dispuesto en la
legislación vigente.
HECHO DE LA CIRCULACIÓN
Por su parte, el art. 1 del Texto Refundido dispone que no se considerarán hechos de la
circulación los derivados de la utilización del vehículo a motor como instrumento de la
comisión de delitos dolosos contra las personas
DAÑOS Y PERJUICIOS
En cuanto a los daños y perjuicios, hay que señalar que la reforma del Texto Refundido de
la Ley sobre Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor
introducida por la Ley 35/2015 ha establecido un nuevo sistema de valoración de los daños
y perjuicios causados a las personas con motivo de accidentes de circulación.
En este sentido, el art. 1 dispone que los daños y perjuicios causados a las personas como
consecuencia del daño corporal provocado por hechos de la circulación se cuantificarán en
todo caso conforme a los criterios del Título IV y dentro de los límites indemnizatorios
previstos en su Anexo.
Por su parte, el art. 33 dispone que habrá lugar a la indemnización en los supuestos de
muerte, secuelas y lesiones temporales en los términos previstos en las tablas 1, 2 y 3 y del
citado Anexo. Por otro lado, cada una de estas tablas recoge de forma separada tres
conceptos como son los perjuicios personales básicos, los perjuicios articulares y los
periuicios patrimoniales.
En cuanto a los daños en los bienes, hay que señalar que éstos no están sometidos a un
sistema de valoración específico por lo que la cuantía de las indemnizaciones se ajustará a
lo alegado y probado por el perjudicado.
Responsabilidad Civil
El Art. 1089 del Código Civil dispone que: "Las obligaciones nacen de la Ley, de los
contratos y cuasicontratos y de los actos y omisiones ilícitos o en que intervenga cualquier
género de culpa o negligencia.
La responsabilidad civil se puede definir como la obligación de reparar el daño causado que
la ley impone a una persona cuando ésta vulnera un deber de conducta establecido en
interés
de otro.
Clases
Responsabilidad subjetiva y objetiva según se base en el dolo o culpa del agente productor
del daño o en la inexistencia de un deber jurídico de soportar el daño con independencia del
dolo o culpa del agente productor. Responsabilidad directa o indirecta según se exija a una
persona por sus actos propios o por hechos realizados por personas distintas.
Responsabilidad pricipal y subsidiaria según se exija al responsable primeramente
designado en la ley o a una tercera persona en el caso de que aquel no exista o no cumpla
su obligación.
Elementos
En cuanto a la acción u omisión culposa, ésta consistirá en cualquier hecho humano que
resulte imputable a su autor a título de dolo o culpa. En relación con él, se ha planteado la
cuestión de determinar si la acción u omisión deberán ser antijurídicas. En este sentido,
algunos autores como Diez Picazo y Lacruz se inclinan por la tesis negativa ya que la
responsabilidad extracontractual también se exige por ciertos actos lícitos como los
realizados en estado de necesidad o por los accidentes originados por caso fortuito en
supuestos de responsabilidad objetiva.
Causalidad material
En cuanto a la relación causal, se plantea la cuestión de determinar cuál sea la causa del
daño cuando éste viene precedido por varios antecedentes para lo cual distinguimos dos
planos:
Por un lado, el plano de la causalidad material que consiste en analizar si la conducta del
sujeto es un antecedente del resultado dañoso.
Por otro lado, el plano de la causalidad jurídica que parte de la causalidad material y que
consiste en analizar si el resultado es objetivamente imputable al autor de la acción. En
cuanto a la causalidad material, se han manejado distintas posturas doctrinales como las
que exponemos a continuación:
Pasando a ocuparnos de la prueba de la relación causal, hay que señalar que ésta
corresponde a la parte que solicita la reparación. En este sentido, la jurisprudencia sostiene
que será necesaria una prueba terminante de la relación causal y sin que basten las meras
conjeturas o deducciones derivadas de la concomitancia de hechos que induzcan a pensar
en una interrelación. Por otro lado, la misma jurisprudencia ha declarado que la prueba de la
relación causal es exigible en cualquier caso, incluyendo los supuestos de responsabilidad
objetiva y los de inversión de la carga de la prueba sobre la culpa en los que la presunción
de culpa no alcanza a la relación causal.
Presunciones de causalidad
Culpa
Pasando a ocuparnos de la culpa, hay que señalar que el art. 1902 del Código Civil
establece un sistema de responsabilidad subjetiva basado en el dolo o la culpa del agente
productor del daño.
En cuanto a su significado, la doctrina sostiene que la culpa puede definirse conforme al
Art.1104, relativo a la culpa contractual, que dispone que "La culpa o negligencia del deudor
consiste en la omisión de aquella diligencia que exija la naturaleza de la obligación y
corresponda a las circunstancias de las personas, del tiempo y del lugar. Cuando la
obligación no exprese la diligencia que ha de prestarse en su cumplimiento, se exigirá la
que correspondería a un buen padre de familia.
En cuanto a la responsabilidad por hechos ajenos, el Art. 1903 fija las siguientes reglas:
1ºLa obligación que impone el artículo anterior es exigible, no sólo por los actos u omisiones
propios, sino por los de aquellas personas de quienes se debe responder.
2ºLa responsabilidad de que se trata en este artículo cesará cuando las personas en él
mencionadas prueben que emplearon toda la diligencia de un buen padre de familia para
prevenir el daño.
En cuanto a la responsabilidad de los padres, el apartado 2° dispone que "los padres son
responsables de los daños causados por los hijos que se encuentran bajo su guarda.
En cuanto a la responsabilidad de los tutores, el apartado 3º dispone que "los tutores son
responsables de los perjuicios causados por los menores o incapacitados que están bajo su
autoridad y habitan en su compañía.
En primer lugar, el apartado 4° dispone que "las personas o entidades que sean titulares de
un Centro docente de enseñanza no superior responderán por los daños y perjuicios que
causen sus alumnos menores de edad durante los tiempos en que los mismos se hallen
bajo
control y vigilancia del profesorado del Centro, desarrollando actividades escolares o
extraescolares y complementarias.
En segundo lugar, el art. 1904 dispone que "los titulares de los Centros docentes de
enseñanza no superior podrán exigir de los profesores las cantidades satisfechas, si
hubieran incurrido en dolo o culpa grave en el ejercicio de sus funciones que fuesen causa
del daño.
En cuanto a la responsabilidad por los daños causados por los animales, el Código Civil
establece una regla general y una regla especial. En cuanto a la regla general, el art. 1905
dispone que "el poseedor de un animal, o el que se sirve de él es responsable de los daños
que causare, aunque se le escape o extravíe. Sólo cesará esta responsabilidad en el caso
de que el daño proviniera de fuerza mayor o de culpa del que lo hubiere sufrido.
En cuanto a la regla especial, el art. 1906 dispone "que el propietario de una heredad de
caza responderá del daño causado por ésta en las fincas vecinas, cuando no haya hecho lo
necesario para impedir su multiplicación o cuando haya dificultado la acción de los dueños
de dichas fincas para perseguirla.
Primero, el art. 1907 dispone que "el propietario de un edificio es responsable de los
daños causados por ruina de todo o parte de él si ésta sobreviniese por falta de
reparaciones necesarias."
Segundo, el art. 1909 dispone que "si el daño de que tratan los dos artículos
anteriores resultare por defecto de su construcción, el tercero que lo sufre podrá
repetir contra el arquitecto o, en su caso, contra el constructor dentro del tiempo
legal."
En cuanto a la responsabilidad por actividades industriales, el art. 1908 dispone que "será
responsable el propietario por los siguientes daños:
En cuanto a la responsabilidad civil del cabeza de familia, el art. 1910 dispone que "el
cabeza de familia que habita en una casa o parte de ella es responsable de los daños
causados por las cosas que se arrojen o cayeran de la misma.
EFECTOS DE LA RESPONSABILIDAD
EXTRACONTRACTUAL
DIFERENCIACIÓN Y DELIMITACIÓN
RESPECTO DE LA CONTRACTUAL
Viene regulada en el ámbito de la Unión Europea por el Reglamento "Roma II" de 11 de julio
de 2007 que se ocupa de la ley aplicable a este tipo de obligaciones. En cuanto a su ámbito
de aplicación, el art. 1 dispone que el Reglamento se aplicará a las obligaciones
extracontractuales en materia civil y mercantil que planteen un conflicto de leyes con
algunas excepciones como son las materias fiscal, aduanera y administrativa y la
responsabilidad del Estado por acciones u omisiones en el ejercicio de su autoridad.
En cuanto a los principios aplicables, el art. 4 dispone que la ley aplicable a las obligaciones
extracontractuales derivadas de un hecho dañoso será la del país donde se haya producido
el daño con independencia del país donde se hayan producido el hecho generador del daño
o las consecuencias indirectas del mismo