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RESUMEN DE RESPONSABILIDAD CIVIL EXTRACONTRACTUAL.

Todo hecho culpable o doloso que cause daño a otro da origen a la responsabilidad civil
extracontractual.

Art. 2314 Constituye el principio general de responsabilidad extracontractual. Se trata de una


responsabilidad subjetiva.
Art. 2314 y 2329 Todo daño que puede imputarse a malicia o negligencia debe ser reparado
(responsabilidad subjetiva).
Art. 2314 – 1698 Rige en materia extracontractual, por tanto, quien alega daño debe probarlo
(dolo o culpa, según corresponda.

Concepto de Responsabilidad: es la obligación que pesa sobre una persona, de colocar a


quien se ha causado daño por la violación de un deber jurídico, en la misma situación en que
éste se encontraba con anterioridad a dicho acto (Hugo Rosende Álvarez).
Fundamento: se encuentra en el incumplimiento del deber de cuidado, que causa daño. El objeto
es reparar el daño, por tanto, tiene una función principalmente reparatoria. Al respecto, cabe
destacar que debemos distinguir el daño privado – al que nos referimos – del daño social, que es
aquel que tiene lugar ante el incumplimiento de una norma legal, atentando contra los principios
de la sociedad. Tiene una sanción penal.

Nuestro ordenamiento solo reglamenta la responsabilidad civil delictual y contractual, no así la


precontractual, la responsabilidad legal y la cuasicontractual. En Chile impera la “tesis clásica
de dualidad de sistemas”: los artículos 1437 y 2284 oponen las fuentes de las obligaciones
contractuales de las extracontractuales. Diferencias:

Diferencias Contractual Extracontractual


Libro IV Titulo XII Libro IV Titulo XXXV
En cuanto a cómo se origina o Incumplimiento de una obligación No existe una obligación precedente al
nace.1 contractual. Existe un sujeto pasivo o hecho dañoso, nace por el
deudor determinado o determinable. incumplimiento de un deber de cuidado y
respeto para con el prójimo.
En cuanto a la culpa. El incumplimiento se presume culpable. Debe probarla el acreedor, la víctima, en
Art. 1547 inc. 3 la prueba de la diligencia virtud del art. 1698. Con todo no es un
o cuidado incumbe al que ha debido principio absoluto, ya que admite
emplearla (excepción a la regla del art. excepciones.
1698).
En cuanto a la graduación de la Art. 44 establece una graduación en la Doctrina mayoritaria: solo se responde
culpa. culpa, para determinar el grado de de culpa leve. Art. 94 la culpa o descuido
diligencia que se le exige al deudor a secas equivale a culpa leve.
según la utilidad que reporta el contrato Doctrina minoritaria: se responde de todo
para las partes (1547). tipo de culpa, aun de la levísima (Corral
y Alessandri).
En cuanto a la solidaridad. No se presume la solidaridad. La regla Art. 2317 si un delito o cuasidelito ha
general son las obligaciones simplemente sido cometido por 2 o más personas,
conjuntas, salvo pacto de solidaridad por cada una de ellas será solidariamente
convención, testamento o la ley en responsable de todo perjuicio. Salvo
contrario. artículos 2323 y 2328.
En cuando a la reparación del Se responde por los daños previstos (con Se reparan todos los daños, incluso los
daño. culpa) y por los imprevistos (por dolo). imprevistos, morales, etc. Para Corral los
Art. 1558 (siempre directos). Hoy en día daños imprevisibles no deben tenerse en
la Corte Suprema acoge la reparación del cuenta, debido a las exigencias del nexo
daño moral en sede contractual. de causalidad que debe haber entre el
hecho y el daño.
En cuanto a la mora. Art. 1551 para que exista responsabilidad No es necesaria la constitución en mora
contractual (salvo en el caso de las del deudor, se debe la indemnización

1
La responsabilidad civil contractual tiene un carácter secundario, ya que la obligación primaria es el
cumplimiento. En la aquiliana, en cambio, la responsabilidad es primaria.
obligaciones de no hacer), es necesaria la desde la perpetración del hecho dañoso.
mora del deudor.
En cuanto a la capacidad o Son capaces los mayores de 18 años. La capacidad está fijada en 16 años para
imputabilidad de las personas. cometer delito o cuasidelito.
En cuanto a la avaluación de Se permite la clausula penal. No es admisible, ya que no se concibe
los perjuicios. sin que se acredite el monto de los daños.
En cuanto a la prescripción Las acciones ordinarias prescriben en el Art. 2332 la acción prescribe en 4 años
extintiva. plazo de 5 años contados desde que la contados desde la perpetración del
obligación se hizo exigible. Art. 2514 y hecho. Es una prescripción especial.
2515.
En cuanto a la compensación No existe norma al respecto de la Art. 2330. La apreciación del daño está
de culpas. exposición imprudente del acreedor. La sujeto a reducción, si el que la ha sufrido
doctrina ha desarrollado una teoría se expuso a él imprudentemente.
respecto de la culpa del acreedor como
eximente de responsabilidad.
En cuanto a la responsabilidad No hay regla al respecto, pero el art. 2320. toda persona es responsable no
por el hecho ajeno (Pablo 1679 alude a una hipótesis similar a la solo de sus propias acciones, sino del
Rodríguez) o responsabilidad del 2320. En el hecho o culpa del deudor hecho de aquellos que estuvieren a su
indirecta. se comprende el hecho o culpa de las cuidado. (Por el hecho de tercero).
personas por quienes fuere responsable.
Art. 1679.
En cuanto al tipo de Es posible que configure una Hay lugar a una responsabilidad
responsabilidad. responsabilidad civil objetiva por medio subjetiva, como regla general.
de las obligaciones de resultado.
En cuanto a la ley aplicable. Se rife por la ley vigente en el lugar y en Se rige por la ley al tiempo y del lugar en
el tiempo en que fue celebrado (ley del que se perpetró el hecho.
contrato). Art. 22 de la LER.
OJO: siempre es importante recordar que ambos estatutos comparten un objetivo común: el dar lugar a una acción civil
de indemnización de perjuicios que persigue la reparación pecuniaria de los daños sufridos por el hecho de un tercero.

Etapas en la formación del contrato (Hugo Rosende Álvarez).


 Tratativas. En otro resumen.
 La oferta. El Código de Comercio autoriza a pedir indemnización en los casos de
retractación tempestiva (art. 100) y de omisión del aviso de retractación de la oferta en caso de
aceptación extemporánea (art. 98). El primer caso sería responsabilidad legal y el segundo,
responsabilidad extracontractual, ya que no hay vinculo y la oferta ha caducado.
 Cierre de negocios. Cuando además del consentimiento, requiere de una formalidad
posterior para perfeccionarse. Aquí corresponde responsabilidad cuasicontractual.

Problema de fronteras entre responsabilidades.


 Responsabilidad precontractual (Hugo Rosende Álvarez). La diligencia y la buena fe en
la ejecución del contrato no solo se exigen en las relaciones ya establecidas, sino que también en
las relaciones contractuales en vía de formación. Vgr  en el caso de las tratativas, si no hay
convención que las regule se aplica la responsabilidad extracontractual.
 Hipótesis de nulidad del contrato. En Chile, si existe dolo o culpa en la celebración de
un contrato que deviene nulo, se produce responsabilidad. Para la doctrina es responsabilidad
delictual, ya que la nulidad del contrato impediría la responsabilidad contractual.
 Tercero extraño. Hay un tercero extraño a la relación contractual que resulta cómplice
del incumplimiento de la obligación. Se demanda por vía contractual al deudor y
extracontractual al tercero, por ser ajeno al contrato. El contratante puede llegar a tener mejor
tratamiento que el tercero cómplice. Se discute cual sería el tratamiento, ya que por el efecto
relativo de los contratos, el tercero no podría verse alcanzado.
 Responsabilidad poscontractual. Algunos ven aquí casos de proyección de la
responsabilidad contractual por entender que existen acuerdos tácitos que pueden sobrevivir al
contrato mismo. Vgr. Romper la confidencialidad luego de terminado un contrato de servicios
profesionales.
Cúmulo de responsabilidad.

 Teoría de la no acumulación. Existiendo relación contractual se excluyen las reglas de


la responsabilidad extracontractual.
 Teoría del cúmulo u opción. La victima dispone de dos acciones y podría optar entre
ejercer una u otra. (Acogida por la jurisprudencia italiana, sobre todo en los contratos de
transporte).
 Teoría del concurso de normas. La acción es una sola, la de reparar los perjuicios. Por
lo tanto, pueden ser aplicables al supuesto de hecho las normas de la responsabilidad contractual
en ciertos aspectos, y responsabilidad extracontractual en otros. Las acciones se suman. Esta
posición es muy poco acogida.

La mayoría de la doctrina chilena se pronuncia por la teoría de la no acumulación fundada en la


obligatoriedad y primacía de la voluntad de las partes expresadas en el contrato (art. 1545 fuerza
obligatoria del contrato). Para la doctrina clásica (Alessandri) solo se admite cuando las partes
lo han estipulado previamente y cuando el contrato constituye un delito o cuasidelito penal. Para
Corral, procedería el concurso cuando prescindiendo del contrato, el daño causado sería
igualmente indemnizable por vía extracontractual (deber de cuidado al prójimo: discusión típica
de la responsabilidad de los profesionales como los médicos). Toda esta discusión tiene un
alcance práctico: al ser las reglas de uno u otro estatuto, bien podría a la victima convenir más
uno que los otros.

Derecho común en materia de responsabilidad.


Para Alessandri son normas de la responsabilidad contractual, ya que en varias disposiciones del
CC, como las de los artículos 201, 250, 391, entre otras, se hace referencia al buen padre de
familia, a la culpa lata, levísima, etc, no obstante ser obligaciones legales y cuasicontractuales.
Estos artículos aluden a graduaciones de culpa que solo son admisibles en sede contractual.
Para Ducci las normas suplementarias son las del art. 2314. Corral entiende lo mismo, ya que
para este, está claro que las reglas de responsabilidad contractual fueron dispuestas para su
aplicación en el marco de una relación contractual y no corresponde una aplicación extensiva.
(Carácter excepcional de las obligaciones, por tanto, también se extiende a lo propuesto por
Víctor Vial).

Funciones de la responsabilidad extracontractual.


Finalidad primordial y funciones concurrentes.

i. Reparatoria. Esta es la gran finalidad de la responsabilidad civil extracontractual:


reparar el daño causado, dejando a la victima indemne. No puede desconocerse, con todo, que la
responsabilidad desempeña otras funciones que deben ser reconocidas.
ii. Preventiva. El derecho de daños también cumple una función disuasiva, tanto respecto
de quien sufre la condena civil como del resto de las personas. Es lógico que la persona que
obró dañinamente y que debe soportar en su patrimonio el costo de ello, tratará de evitar en el
futuro la conducta negligente o dolosa que le produjo tan pérdida.
iii. Punitiva. En los sistemas de derecho continental, la figura del daño que cumple una
función punitiva no es conocida o no es declarada de forma explícita. En nuestro derecho no
estaría del todo concluida. En efecto, la indemnización, aunque reglada en términos del daño
causado, es también comprendida sicológicamente por la victima y el ofensor, como una
sanción al actual de forma imprudente o dolosa. Además, así lo entienden los Tribunales, siendo
inevitable una apreciación de la gravedad de la culpa cuando se regulan los daños extra
patrimoniales (morales), en los que la discreción del juez es amplísima.

Elementos de la responsabilidad.
1. Presupuesto común: capacidad delictual.
2. El acto humano
3. La antijuricidad.
4. El daño o perjuicio.
5. La causalidad.
6. La culpabilidad.

¿Cuándo surge la responsabilidad? En función de los elementos de la responsabilidad civil


extracontractual, esta se verifica cuando existe un hecho voluntario, ilícito, imputable, que ha
sido causa de un daño a las personas.

Para la doctrina clásica (Barros), los elementos son la acción u omisión, la capacidad, la culpa y
dolo, el daño y la relación de causalidad.

ANÁLISIS DE LOS ELEMENTOS.

I. La Capacidad. Presupuesto común de la responsabilidad civil. La regla general es que


toda persona es capaz de cometer un delito o cuasidelito civil, salvo aquellos señalados por la
ley como incapaces.

Los incapaces son los dementes y los infantes y menores. Los dementes (falta de razón) son
quienes al tiempo de la ejecución del hecho, se encuentran privados de razón. La demencia debe
(i) ser actual (se admite la privación de razón transitoria), (ii) total (el sujeto debe estar
imposibilitado de darse cuenta de sus actos) y (iii) no ser imputable a la voluntad del sujeto (art.
2318 el ebrio es responsable del delito o cuasidelito causado. Ahora, la ebriedad debe ser
ocasionales, ya que el alcoholismo puede ser considerado como una enfermedad permanente
que privada de razón).
De acuerdo al art. 2319, no son capaces de delito o cuasidelito los menores de 7 años. Queda a
prudencia del juez (que conoce el hecho dañoso) determinar si el menor de 16 años ha cometido
el delito o cuasidelito sin discernimiento.

Finalmente, existe la responsabilidad del guardián del incapaz, de acuerdo al art. 2319, el que
establece “… pero serán responsables de los daños causados por ellos las personas a cuyo cargo
estén, si pudiere imputárseles 2 negligencia”. Se aplica a cualquier persona que tenga a cargo el
cuidado de un incapaz.

II. El acto humano. Esto es, un hecho del hombre voluntario.


Para que surja la responsabilidad es menester que se verifique un acto humano que sea
voluntario (libre). Por otro lado, puede tratarse de una acción u omisión.
Exclusión de responsabilidad: cabe señalar que la doctrina asimila la demencia a los estados
transitorios de pérdida del uso de la razón.3 También se debe tener en cuenta el caso fortuito o
fuerza mayor, en que se incluyen las actuaciones humanas y no solo los hechos naturales. 4
Responsabilidad de las personas jurídicas: aun cuando se requiere un acto humano, en Chile
contamos con una norma que se refiere a la responsabilidad civil de las personas jurídicas. Art.
39 CPP “Por las personas jurídicas responden los que hayan intervenido en el acto punible…”.
Este punto se relaciona con la voluntad en los actos colectivos: hay co-autoría no solo cuando 2
o más voluntades concurren en la realización de un hecho ilícito, lo que da lugar a la
solidaridad, sino que también cuando se contribuye con el voto a la formación de voluntad de un
ente colectivo.5

III. La Antijuricidad. Para que haya responsabilidad es necesario que el comportamiento


conlleve un daño objetivamente ilícito, contrario al ordenamiento jurídico. esto se desprendería
de los artículos 1437 y 2284. La valoración de la ilicitud de la conducta generadora de
responsabilidad puede fundarse en la infracción a un deber legal expreso o a la transgresión del
principio general de que no es lícito dañar sin causa justificada a otro.
El abuso del derecho. Nuestra doctrina ha reconocido que el ejercicio abusivo de un derecho es
una especie de acto ilícito que, si se ejecuta con dolo o culpa, genera responsabilidad.

2
Debería probarse la culpa.
3
Vgr. Hipnosis y sonambulismo.
4
Ej. Me empujan hacia la víctima. No hay voluntad de causar daño.
5
Ej. Responsabilidad de las sociedades anónimas.
Eximentes de la ilicitud del hecho dañoso (las más relevantes para la doctrina). Son la legítima
defensa (agresión ilegítima, falta de provocación. Debe ser proporcional a la agresión ilegítima)
y el estado de necesidad (como por ejemplo, los bomberos que derrumban una casa para evitar
la propagación del fuego).
La ilicitud, es decir, la antijuricidad, no amerita prueba, ya que se trata de un juicio de derecho
que corresponde al juzgador.6
Pactos de Irresponsabilidad: Para Alessandri estas cláusulas son válidas, excepto en dos
ocasiones, a saber, no pueden aplicarse al dolo o culpa lata (que se equipara al dolo) porque no
vale la condonación del dolo futuro, y no pueden referirse al daño en las personas o contra las
personas, ya que estas se encuentran fuera del comercio humano.

IV. El Daño o Perjuicio. Es el detrimento, perjuicio o menoscabo que se recibe por culpa
de otro, en la hacienda o persona.

Condiciones del daño:


(i) Que el daño sea cierto. Será resarcible en la medida que este sea cierto, real (no el
hipotético) y efectivo (no eventual). Sin daño no hay responsabilidad, lo que es contrario a lo
que ocurre en el derecho penal con los delitos de peligro y tentativa. Puede tratarse de un daño
futuro, pero debe ser cierto. Será cierto en la medida que al momento de dictada la sentencia,
haya certeza de que necesariamente el daño sobrevendrá. Ej. Lucro cesante, dado que no se
recibirán futuras remuneraciones.
(ii) Que se lesione un interés legítimo , que de alguna manera se encuentre tutelado por el
derecho. Esta es una nación dinámica, cada vez hay más intereses legítimos que proteger. Ej.
Daño ambiental. Debe tratarse de un derecho subjetivo jurídicamente protegido.
(iii) Que sea directo. Los daños indirectos no pueden ser indemnizados, por cuanto faltaría el
nexo causal. Para el caso de las victimas por rebote, se entiende que para ellos se trata de un
daño directo.
En relación a la previsibilidad, para la doctrina clásica se indemnizan los daños previsibles
como imprevisibles, ya que el art. 2329 supone reparar todo daño, y además, no hay en materia
delictual una norma como la del art. 1558 en materia contractual. Para Corral, estos argumentos
pierden de vista que la previsibilidad es esencial para que pueda haber un factor de conexión de
causalidad. Por lo tanto, lo que no era previsible para un hombre medio razonable, no puede
considerarse efecto directo de la acción dañosa.
(iv) Que el daño no haya sido reparado con anterioridad. 7 Esto se justifica en base a que la
responsabilidad civil tiene una función reparatoria y no es fuente de lucro. La idea es que la
victima vuelva a una situación lo más cercana a aquella que tenía antes del daño.
(v) Que no haya sido obra de la propia víctima. En el evento de que la víctima se exponga
imprudentemente al daño imprudentemente al daño, procede una rebaja proporcional de la
reparación (art. 2330). Esto se denomina la compensación de culpas. La victima también puede
romper el nexo causal.

Cúmulo de indemnizaciones. No puede indemnizarse un mismo daño dos veces, pues habría
enriquecimiento injusto. Por ello, solo si el victimario ha reparado espontáneamente el daño, no
procede indemnización.

Principio del daño mínimo. La magnitud del daño también puede ser tomada en cuenta para
calificar sobre la justicia y conveniencia de la reparación. No todo daño es indemnizable
(cuando es mínimo).

Clases de daño. El daño puede ser patrimonial o extra patrimonial, también llamado daño
moral.

6
OJO: Se debe recordar que cuando existe sentencia penal condenatoria, y se ejerce la acción civil en
juicio posterior, la sentencia produce cosa juzgada en lo que se refiere a la existencia del hecho y su
ilicitud.
7
Recordar que se discute en el caso de los seguros.
El daño patrimonial está representado por la pérdida pecuniaria en el patrimonio. El art. 1556,
de aplicación general a todo tipo de indemnización, señala que “la indemnización de perjuicios
comprende el daño emergente y el lucro cesante…”. El daño emergente es la pérdida actual y
efectiva en el patrimonio (es un empobrecimiento). El lucro cesante es la pérdida de una
legítima utilidad que hubiera incrementado el patrimonio de no haber mediado el hecho dañoso.

El daño extra patrimonial o moral es el dolor o sufrimiento que produce un determinado hecho.
Es procedente ya que los artículos 2314 y 2329 señalan que debe repararse todo daño. Además,
el daño moral se ha acogido en textos legales como la ley de ejercicio del periodismo. El daño
extra patrimonial o moral comprende el daño emocional, la lesión de los derechos de la
personalidad, el daño corporal o físico, el daño estético y la pérdida de los placeres de la vida.
Daño moral en las personas jurídicas (aplicado al honor, reputación, etc): para la doctrina
seria procedente en el caso de fundaciones y corporaciones sin fines de lucro, porque en
las sociedades se trataría de lucro cesante.

Principios que rigen la determinación del daño indemnizable.


1. La indemnización debe ser completa. Esto es, igual al daño que se produjo, de modo tal
que permite a la victima responder las cosas al estado en que se encontraban antes del hecho
dañoso. Debe comprender el daño moral como el patrimonial. Se ha atribuido al daño moral una
función no solo reparatoria, sino que sancionatoria.
2. La indemnización solo comprende daños directos. Es decir, que sean consecuencia
cierta y necesaria del hecho dañoso. Es una exigencia de la causalidad, en realidad.
3. El daño debe ser cierto. El daño hipotético o eventual no es indemnizable. Con todo el
daño eventual, a veces, da origen a ciertas acciones preventivas. Ej. Denuncia de obra ruinosa
(daño eventual excepcional).
4. El daño debe probarse. En el daño moral (para la doctrina y jurisprudencia mayoritaria)
no requiere de prueba, se presume, bastando que la victima acredite la lesión de un bien
personal para que se infiera el daño. Ej. Calidad de hijo de la víctima de un accidente.
5. La indemnización solo comprende daños sufridos personalmente , sin perjuicio de las
victimas por rebote. Se opone a los daños difusos, a personas indeterminadas.

Las victimas por rebote se consideran víctimas directas. ¿La acción para reclamar la
indemnización por daño moral se transmite? Para la doctrina tradicional hay que distinguir si la
muerte fue instantánea o si se sobrevivió por un tiempo a la muerte. Si la muerte fue
instantánea, no se alcanza a transmitir la acción. Pero si hay un periodo de tiempo entre el hecho
ilícito y la muerte, la acción si se transmite a sus herederos.

V. La Causalidad. Entre el comportamiento voluntario e ilícito del autor y el daño sufrido


por la víctima, debe existir un nexo, donde el hecho es la causa y el daño al efecto (relación
causa-efecto). Se encuentra implícito en los artículos 2314, 2318, entre otros.
¿Cuál de todos los factores en una situación puede constituirse en causa verdadera del daño? El
problema se produce porque un comportamiento humano no ocurre nunca en un vacío, sino en
medio de una constelación de factores concurrentes, activos como pasivos. Usualmente se da el
nombre de condiciones o condición a todo factor humano o de la naturaleza que ha intervenido
en el hecho dañoso y sin cuya existencia el daño no se hubiera producido.

Teorías para resolver el problema de la causalidad.

Teorías empiristas.
a. La teoría de la equivalencia de las condiciones o condictio sine qua non. Todas las
condiciones son equivalentes en cuanto a la causalidad. Para conocer si un factor es
verdaderamente condición y por ende, causa del resultado, debemos reconstruir mentalmente la
situación sin el factor analizado (supresión mental hipotética).
b. La teoría de la causa adecuada. No todas las condiciones son idóneas o adecuadas para
generar el resultado. Solo lo será la condición que es adecuada por sí misma para generar el
resultado en la situación concreta. Para ello, esta teoría recurre a la figura del observador
externo que debe juzgar ex post cuales daños y condiciones pertenecen al desarrollo natural de
los acontecimientos, en el sentido de que era previsible que lo generara.
c. Teoría de la causa eficiente. Pretende atribuir la calidad de la causa, a la condición más
operativa en el conjunto de condiciones.
d. Teoría de la causa próxima. Se refiere a cual es la condición mas directamente
conectada con el resultado.

Teorías normativas. Según Barros, todas estas doctrinas no se excluyen entre sí, cada una de
ellas atiende a aspectos o tópicos que resultan pertinentes a distintos grupos de casos.
a. La causalidad como relevancia jurídica. Se toma la teoría de la equivalencia de las
condiciones, desde el punto de vista empírico, todas las condiciones son causa, pero al derecho
solo importan los procesos causales relevantes. La relevancia se determina en función de la
previsibilidad utilizadas por la teoría de la causa adecuada.
b. Teoría de la imputación objetiva. La pregunta de la causalidad pasa a ser una pregunta
por imputación. Habrá causalidad (imputación) cuando el hecho, con sus consecuencias, es
previsible y dominable (posibilidad de dirigir o prever o dominar el curso causal hacia una
determinada finalidad). Esta es la posición dominante en la dogmatica penal.

Interrupción del vínculo causal (multiplicidad de causas).


a. Caso fortuito o fuerza mayor. Si la causa del daño es el caso fortuito y este daño se
hubiera verificado de todas formas con independencia del actuar negligente de la víctima, no
habrá relación de causalidad (rompe el nexo causal).
b. Hecho de la víctima y concurrencia de culpa de este. Son dos hipótesis distintas art.
2330.
c. Hecho de un tercero. Ejemplo de quien muere en el choque de la ambulancia cuando iba
al hospital por lesiones leves. Son dos acciones distintas.

VI. La Culpabilidad. El hecho no solo debe ser ilícito, sino que también culpable, en el
sentido que puede dirigírsele un reproche personal al autor, el cual puede fundarse en la
comisión dolosa o culpable.
El delito civil se define como el hecho ilícito cometido con intención de dañarse a otra persona,
y cuasidelito civil es el hecho ilícito cometido sin intención de dañar, cometido por negligencia.
Para Alessandri esta distinción es inútil, solo es relevante en cuanto a que las cláusulas de
irresponsabilidad no pueden referirse a actos cometidos con dolo (condonación futura del dolo).
Lo relevante en la responsabilidad civil es el monto del daño a reparar y no la gravedad del
hecho.
El juicio de reprochabilidad puede fundarse en la comisión dolosa o en la comisión culposa.

Dolo: definición art. 44.


Debe apreciarse en concreto, es decir, se aprecia la conciencia del hechor. Se debe apreciar las
circunstancias personales, es decir, si estaba o no con la intención de actuar ilícitamente a
sabiendas que causaba daño.

Culpa: falta de diligencia o cuidado que los hombres prudentes emplean ordinariamente en sus
actos y negocios propios. Se aprecia in abstracto. Se compara la conducta del agente con la que
habría observado un hombre prudente, el buen padre de familia (culpa leve). Corral piensa que
el hombre medio se debe contrastar con un hombre promedio de la actividad en la que se
desempeñó el actor para causar el daño.

La culpabilidad en sus dos modalidades, dolosa y culposa, debe probarse. Regla general art.
1698. Con todo, hay ciertos casos en que el legislador ha considerado liberar a la víctima de la
prueba, y presume la culpabilidad del autor por medio de las llamadas “presunciones de culpa”,
referidas a la responsabilidad por el hecho propio, por el hecho de terceros y por el hecho de las
cosas.
Ahora bien, respecto a la prueba, cabe destacar que son admisibles todas los medios de prueba,
no habiendo la limitación de los art. 1707 y siguientes, por cuanto son normas que se aplican a
los actos y contratos.
LA RESPONSABILIDAD OBJETIVA O SIN CULPA8.

Existen sectores de la responsabilidad en los que el elemento de la culpabilidad (culpa y dolo)


no forma parte de la estructura del deber de reparar. Esta responsabilidad objetiva prescinde de
los contenidos subjetivos del modelo clásico, y como sabemos, la regla general de nuestro
sistema es la responsabilidad por culpa.

Los regímenes legales de la responsabilidad objetiva se fundan en el riesgo creado o en una


posición privilegiada para haber previsto el daño. Ej. Sector de la construcción. Algunos
ejemplos importantes:
- Art. 2327. Responsabilidad por los daños causados por animales fieros (que no son
útiles para la guarda y servicio de un predio).
- Responsabilidad por daños causados por vehículos motorizados. El propietario de un
vehículo motorizado es responsable solidariamente con el conductor, de los daños ocasionados,
sin que pueda exonerarse probando la falta de culpa. Solo podrá exonerarse si prueba que el
vehículo se utilizó sin autorización o conocimiento suyo.
- Responsabilidad por daños nucleares.
- Responsabilidad por daños en la construcción. Respecto del propietario primer
vendedor, quien, con todo, podrá repetir contra el constructor (por fallas o defectos).

Como se extrae de los ejemplos, en ausencia de culpa es la causalidad el elemento que tiene
mayor preponderancia o cumple el rol más importante, ya que basta que el hecho dañoso se
produzca para que surja la indemnización.

LAS LLAMADAS “PRESUNCIONES DE CULPA” O RESPONSABILIDAD REFLEJA.

Presunciones de responsabilidad “por el hecho propio”.

Art. 2329 Por regla general todo daño que pueda imputarse a malicia o negligencia de otra
persona, debe ser reparado por ésta. Son obligados especialmente a esta reparación:
1º el que dispara imprudentemente un arma de fuego.
2º el que remueve las lozas sin tomar las precauciones necesarias para que no caigan los que por
ahí transitan de día o noche.
3º el que obligado a la construcción o reparación de un puente que atraviesa un camino, lo tiene
en mal estado.

Art. 2329 inc. 1. Por regla general, todo daño que pueda imputarse a malicia o negligencia de
otra persona, debe ser reparado por ésta.
Para Alessandri se trata de una presunción de carácter general que se aplica cuando el daño
proviene de un hecho que por su naturaleza o por las circunstancias en que se ha realizado, es
susceptible de ser atribuible (presumiblemente) a culpa o dolo. Ej. Trenes.
Meza Barros señala, en cambio, que esta norma es una explicitación del principio general de
que quien ha cometido un hecho dañoso imputable a culpa o dolo, debe responder. Se trataría de
una norma de clausura para integrar posibles casos de responsabilidad que no hubieran sido
previstas en las normas anteriores.
Para Corral se trata de una exigencia que debe mediar entre el hecho y el daño, es decir, la
causalidad. Esto, al tenor de lo establecido por la norma que pueda imputarse. En suma, se
señala que debe indemnizarse todo daño que sea resultado causal de una conducta culposa o
dolosa.

Art. 2329 inc. 2. La doctrina señala que los casos enumerados son supuestos de presunciones de
culpa, que son simplemente legales. Para Corral se trata de presunciones de causalidad. Ej. El
que imprudentemente dispara un arma, lo que obliga a probar la imprudencia (culpa) en la
acción y no la causalidad.

8
Para Bienes es más adecuado hablar de responsabilidad estricta.
Régimen de responsabilidad por el hecho de terceros dependientes (por el hecho ajeno).

El fundamento de este régimen de responsabilidad radica en el deber de vigilancia o en el deber


de la correcta selección que tienen ciertas personas respecto de otras. Esto es lo que permite el
desplazamiento de la culpa desde el agente directo al principal. Por tanto, ambos sujetos son
responsables por atribuciones diferentes; el dependiente por su culpa directa y el principal por
no haber precavido, dentro de la esfera de sus atribuciones, que el dependiente causaría daño.
Tal es la presunción del art. 2320 “Toda persona es responsable no solo de sus propias
acciones, sino del hecho de aquellos que estuvieran a su cuidado”. Este artículo no es taxativo,
sino que meramente ejemplar.
Esta presunción se aprecia claramente en la responsabilidad de los padres por los hechos de los
hijos, derivado de un deber legal de cuidado.

Requisitos. (i) Capacidad delictual del tercero civilmente responsable


(ii) Comisión de un hecho ilícito dañoso por parte del dependiente.
(iii) Capacidad delictual del autor material del daño. De lo contrario, si es
incapaz, prevalece el art. 2319 y no habrá presunción, ya que habrá que probar
la culpa del tercero civilmente responsable.
(iv) Prueba del dolo o culpa del subordinado o dependiente. Establecida ésta,
opera la presunción del tercero civilmente responsable.
(v) Vinculo de subordinación o dependencia entre el responsable principal y el
autor material del daño.

Exoneración del tercero responsable. Se trata de una presunción simplemente legal. La prueba
en contrario consiste en no haber faltado al deber de vigilancia (2320 inc. final).
En el caso de los amos por hechos de sus criados, la prueba en contrario es más estricta: deben
probar que los criados han ejercido sus funciones de un modo impropio que los amos no tenían
modo de prever.
Hay casos en que la ley niega la prueba en contrario, convirtiendo esta presunción en una
presunción de derecho en los siguientes casos:
- Cuando los hijos menores cometen delitos o cuasidelitos que conocidamente provengan
de la mala educación o de los hábitos viciosos que los padres les han dejado adquirir
(art. 2321).
- Cuando el subordinado obra por orden del tercero civilmente responsable. En este caso
el 3º responde como co-autor solidariamente responsable.

Acción de reembolso en contra del dependiente. Art. 2325 a contrario sensu. Las personas
obligadas a la reparación de los daños causados por los que de ellas dependan, tendrán derecho
para ser indemnizadas sobre los bienes de éstas, si los hubiere, y si el que perpetró el daño lo
hizo sin orden de la persona que le debía obediencia, y era capaz de delito o cuasidelito según el
art. 2319.

Responsabilidad por la propiedad o tenencia de las cosas (por el hecho de las cosas).

Existe una ausencia de regla general. Se trata solo de casos específicos enumerados en la ley,
que no pueden extenderse a otras situaciones de las descritas.

Hipótesis:
a. Daños causados por un animal. 2326. El dueño de un animal es responsable de los
daños causados por el mismo animal, aun después de que se haya soltado o extraviado.
Se extiende esta responsabilidad a todo el que se sirva de un animal ajeno. Pero en ese caso, se
tiene acción contra el duelo si el daño ha sobrevenido a un vicio o calidad del animal, que éste
con mediano cuidado y prudencia debió conocer, y que no le dio conocimiento (2326).
El responsable se exonera de responsabilidad si acredita la ausencia de negligencia en el hecho:
si la soltura o extravío no puede imputársele a culpa del dueño o del dependiente. Se trata
entonces de una presunción simplemente legal.
El artículo 2327 establece una presunción de derecho e hipótesis de responsabilidad objetiva, en
el caso de que se trate de un animal fiero que no es útil para la guarda o servicio de un predio.
En dicho caso la presunción no admite prueba en contrario. En consecuencia, los animales
fieros que sean útiles o presten un servicio a un predio se aplica el art. 2326, como ocurre en el
caso de los animales de zoológico.
b. Daños causados por la ruina de un edificio. Art. 2323. Requiere que el daño lo cause un
edificio, que provenga de una ruina y que la ruina se deba al hecho de haberse omitido las
reparaciones necesarias, faltando al cuidado del buen padre de familia. Si la victima del daño es
un vecino del edificio ruinoso que no ha interpuesto y notificado la querella de obra ruinosa, no
podrá cobrar indemnización de perjuicios.
En el caso de co-propiedad, la responsabilidad es a prorrata de las cuotas de dominio y no es
solidaria.
c. Daños causados por la cosa que cae o se arroja desde un edificio. Art. 2328. Responden
por el daño causado todos los que habitan la parte del edificio desde la cual se ha arrojado o
caído la cosa, salvo que se acredite que el daño se debe a culpa o dolo de una persona exclusiva.
De lo contrario se presume la culpa de todos los que habitan esa parte del edificio, respondiendo
en iguales partes y no solidariamente.

B y c son las únicas excepciones a la responsabilidad solidaria del art. 2317.

La indemnización solo comprende los daños sufridos personalmente. Como ya se dijo, la


exigencia de que los daños están radicados en el actor excluye la indemnización por daños
difusos, es decir, que afectan a personas indeterminadas.
Excepción a esto son las victimas por rebote. Barros dice que todo aquel que ha consecuencia
del accidente se ve privado de los ingresos que le proporcionaba la víctima, a titulo de alimentos
e incluso sin tener derecho a ellos, como se ha declarado en algunos casos en la jurisprudencia
nacional, sufre un daño patrimonial de carácter personal, en razón del lucro cesante, y tiene
acción directa en contra del autor de daño (caso de los concubinos).
Por otra parte, también es un daño personal el que consiste en el dolor por la pérdida de un ser
querido. Con todo, tratándose del daño moral, el derecho tiende a exigir que la victima mediata
y la persona fallecida hayan tenido un grado de parentesco que justifique la indemnización.

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