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UNIVERSIDAD DE ORIENTE

NÚCLEO DE SUCRE

ESCUELA DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN

DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA Y LETRAS

LA BARBARIE EN EL RELATO DEL MATADERO, DE


ESTEBAN ECHEVERRÍA

Alumno:

Marrero Ferrer, César

CI. 24129788

Sección 1

Prof. José Malavé


La barbarie es uno de los temas principales que pueden observarse en
el cuento de Echeverría. Este autor refleja en su escrito, de forma nítida e
impactante, la manera en la que se vivía en la Argentina del siglo XIX bajo
el mandato del dictador Juan Manuel de Rosas.

Las actitudes atrasadas, simples y vulgares de la empobrecida


sociedad civil de Buenos Aires son tratadas magistralmente en la narración
de Echeverría. El autor expresa de este modo su desacuerdo con la
depauperación irrefutable de aquellos años. El pueblo, siendo fácil objeto
de manipulación, contribuye en su propia degeneración, sumiéndose
progresivamente en el retroceso y la miseria.

La barbarie de la que se hace alusión en el cuento tuvo cabida


durante un gobierno, por naturaleza, alejado de los estándares democráticos
necesarios para el desarrollo de una nación.

Esta barbarie a la que es conducida Argentina durante el siglo XIX es


abordada acertadamente por Echeverría, quien desarrolla este tema de
manera muy gráfica y logra generar, a través de su estilo grotesco y crudo,
un fuerte impacto en la mente de las personas que leen la obra. Esta
crudeza en su narración es claramente identificable en el siguiente
fragmento del relato:

No quedó en el matadero ni un solo ratón vivo de muchos millares


que allí tenían albergue. Todos murieron de hambre o ahogados en sus
cuevas por la incesante lluvia. Multitud de negras rebusconas de achuras,
como los caranchos de presa, se desbandaron por la ciudad como otras
tantas harpías prontas a devorar cuanto hallaran comible.
Esto es una constatación hecha por la pluma del autor sobre la burda
realidad de decadencia y pobreza que él mismo tuvo que presenciar y en la
que también se encontraba sumida la mayor parte de la población porteña.

En el cuento se hace mención de la actitud sumisa del pueblo


bonaerense durante aquella época, casi renuente a exigir cambios y mejoras
para sus circunstancias: “(…) sabiendo que el pueblo de Buenos Aires
atesora una docilidad singular para someterse a toda especie de
mandamiento (…)”

Y en este hecho se puede comprender el consecuente panorama


nacional instaurado, marcado por el autoritarismo y el despotismo, los
cuales se fortalecían considerablemente por la falta de resistencia cívica.
Esta circunstancia favorece la aparición de la barbarie y el salvajismo que
se muestran en el texto.

Se observa a un pueblo apagado, dócil, carente de una accionar


inteligente para afrontar la vicisitud en la que se encuentra.

Los federales y los unitarios son las dos figuras políticas que
aparecen en esta historia, los dos grupos políticos de mayor importancia en
el país sudamericano.

El primer grupo era el oficialista, el cual hacía uso del autoritarismo


para gobernar y por medio de esta herramienta, dirigían con mano de hierro
a la Argentina. El segundo grupo, en cambio, no comulgaba ni con la
ideología base del partido rival, ni con sus antidemocráticas actitudes, y se
manifestaban irreverentes y desafiantes hacia las normas establecidas por la
administración que presidía el tirano Rosas.
El autor se vale de los elementos y hechos de su experiencia personal
para nutrir su relato. Una de aquellas cosas que pudo observar en primera
persona son las acciones emprendidas por el gobierno tiránico de Rosas en
contra de opositores. Sobre estos sucesos, Fernández, J. R. y Rondina, J. C.
(2006) afirman: “Su fuerza de choque era la Mazorca, que llevaba adelante
las intimidaciones y los asesinatos políticos ordenados por aquella
sociedad” (p. 154).

De manera que “El matadero” sólo constata la realidad vivenciada en


este periodo de la Argentina, haciendo un verídico contraste entre las
formas democráticas de los unitarios y la barbarie, bestialidad y fiereza de
los federales.

Con respecto a tales hechos, Kirkpatrick, F. A. (1931) añade:

Este gobierno, es verdad, fue una autocracia. Pues, aunque Rosas


ordenó que desde entonces se usara oficialmente el término de
“Confederación Argentina”, la palabra “Confederación” no significaba para
Rosas un esfuerzo hacia la unión y la organización, sino despotismo
provincial y supresión de los unitarios. (p. 158).

Durante el desarrollo del relato se muestra a un joven que simboliza


los valores patrióticos y ciudadanos ideales, los cuales se buscaban
establecer en la nación. Aquel es brevemente secuestrado y vejado a tal
punto que le provocan la muerte. Esto es realizado por los infames
trabajadores del matadero que da nombre al cuento.
El autor no se autocensura sino que narra su historia con un altísimo
nivel de crudeza, presentando a los trabajadores del matadero como la
perfecta encarnación de todo el horror de la época.

-Abajo los calzones a ese mentecato cajetilla y a nalga pelada denle


verga, bien atado sobre la mesa.
Apenas articuló esto el Juez, cuatro sayones salpicados de sangre,
suspendieron al joven y lo tendieron largo a largo sobre la mesa
comprimiéndole todos sus miembros.

En las figuras de estos trabajadores se concentra todo el atraso,


barbarie, salvajismo y atrocidad de estos años de acontecer social y político
de la Argentina. Estos personajes revelan toda la degeneración moral de esa
sociedad.

En el cuento la barbarie está nítidamente expuesta, lo que permite


tener consciencia de la gravedad de aquel periodo de la Argentina, que era
visible en todos los sentidos.

Se puede comprender que el odio que el gobierno estimula en contra


de los opositores constituyó el caldo de cultivo que favoreció todos los
actos de violencia y segregación social que sufrieron los unitarios.

Echeverría es especialmente crítico con la sociedad civil, la cual se


abandona a la manipulación efectuada por el gobierno y la Iglesia Católica.
Esto puede entenderse mejor según la explicación de Bajarlía, J. J. (2012),
quien sostiene:
Siempre hubo asesinatos, fusilamientos, saqueos, incendios y toda
clase de depredaciones. Los sistemas legales empleados hasta el
advenimiento de Rosas se desacreditaron y la clase conservadora no hizo
otra cosa que anhelar un gobierno dictatorial y violento que acabara con
todo ello y absorbiera la autoridad de aquellos caudillos que se creían
grandes señores. (s. nro.)

El autor identifica a La Iglesia como cómplice del gobierno,


particularmente porque le asiste en la difusión del repudio y la marginación
hacia los unitarios: “Las pobres mujeres salían sin aliento, anonadadas del
templo, echando, como era natural, la culpa de aquella calamidad a los
unitarios”

La influencia que el gobierno tenía sobre los estratos sociales más


bajos de la sociedad capitalina era tal que, habiéndose asociado con la
Iglesia, llegó a ganar el apoyo y colaboración popular para acometer la
subyugación de la actuación de los intelectuales de la época, encarnados en
los unitarios.

Echeverría hace uso de estas circunstancias fehacientes de la época y


consigue plasmar una precisa descripción del estado barbárico o retrógrado
del pueblo de Buenos Aires durante estos años, absorto en la más completa
oscuridad intelectual y moral, y dándole paso a una gran anarquía.

En la historia se ve cómo los unitarios son la encarnación de los


valores cívicos y patrióticos necesarios para reconducir los destinos de la
nación y se aborda la lucha entre esos ideales y el retroceso social que los
pretende enterrar.
En el cuento está presente esa considerable lucha entre la civilización
y la barbarie, que es contrarrestada, aunque no vencida, por la irreverencia
y rebeldía de jóvenes como aquel que es llevado a muerte en el relato.

“El matadero” se vale de las condiciones adversas imperantes en las


sociedades latinoamericanas del siglo XIX, las cuales están aquejadas por
gran cantidad de vicios sociales y políticos propios de naciones apenas
liberadas de un yugo colonial de varios siglos y que se encuentran recién
emprendiendo su propio proceso de conformación como sociedad.

De manera que este cuento llega a ser una representación muy bien
lograda y pintoresca de lo que eran estas sociedades y el contexto en el que
se veían sumergidas.
Referencias bibliográficas

Fernández, J. R. y Rondina, J. C. (2006). Historia Argentina: 1810-1930 [Libro en


línea]. Ediciones UNL. Disponible:
https://books.google.co.ve/books?isbn=9875083313 [Consulta: 2019, Junio 30]

Kirkpatrick, F. A. (1931). Compendio de historia argentina [Libro en línea].


Cambridge University Press. Disponible:
https://books.google.co.ve/books?id=XbU3AAAAIAAJ [Consulta: 2019, Junio 30]

Bajarlía, J. J. (2012). Morir por la Patria. Los asesinatos en la época de Rosas


[Libro en línea]. Ediciones Lea S. A. Disponible:
https://books.google.co.ve/books?isbn=9876345451 [Consulta: 2019, Julio 1]

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